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Mi Príncipe Omega por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola! Hola!

Quería agradecer a las bonitas personas que me dejaron comentarios y todas aquellas que leyeron los anteriores capitulos, me hicieron muy feliz y les mando mucho amor por eso

Esta vez me demoré un poco más, tenía pensado subir ayer el nuevo capitulo, pero mi semana estuvo algo caotica, asi que preferí hacerlo hoy, ya mas tranquila <3

Espero lo disfruten <3

CAPITULO 2

                                                                                           

A la mañana siguiente Yuri sentía que le había pasado un camión por encima.

Sus músculos dolían y se encontraban acalambrados por toda la tensión acumulada del día anterior, su tío y Victor siendo los principales responsables.

Con el cuello contracturado y aún tenso, Yuri volteó el rostro con cuidado hacia el lado izquierdo para hacerle frente a un dormido Victor.

Debido a su pequeño acuerdo, y que prefería tener a Victor cerca para mantenerlo vigilado, había cedido dormir con el hombre. Usó cada milímetro de paciencia que tenía en su cuerpo para no caer en la provocaciones de Victor y no terminar golpeándolo para dejarlo inconsciente.

Al menos el cambiaformas cumplió con el trato y no intentó tocarlo en ningún momento. Eso era un punto a su favor.

Ahora, ahí recostado a su lado, con un gesto pacifico en su perfecto rostro, su flequillo cayendo descuidadamente sobre sus ojos, hacía que se viera inofensivo.

Y extremadamente guapo.

Su blanca y tersa piel parecía irradiar luz, sus músculos acompañaban el conjunto, sus brazos fuertes y formados, su abdomen una deliciosa tabla de chocolate blanco lista para ser mordida.

Más que un humano, parecía un Dios.

- Un Dios pervertido- pensó Yuri al recordar el asalto al que había sido sometido la noche anterior, en la ducha.

Yuri no podía creer que su tío le haya prometido a Victor que lo liberaría después de embarazarlo, eso era algo que definitivamente no habían conversado y no estaba en sus planes. Aunque si lo pensaba con calma, tampoco era tan alocado.

¿Qué esperaba? ¿Obligarlo a ser mi compañero para siempre?- pensó sonriendo ante su propia ingenuidad.

Nunca podría mantener a su lado a alguien sólo para tener hijos fuertes, intentar amarrarlo una vida completa a él sería iluso. Yuri tenía más que claro que en algún momento Victor intentaría escapar y lo dejaría atrás. No había ningún vínculo que los uniera, eran solo dos extraños forzados por las circunstancias a realizar un frío trato: concebir un hijo en dos semanas más.

Una sonrisa amarga se formó en su rostro al ser consciente de la dura realidad.

Miró una vez más a quién sería el futuro padre de su hijo.

Con el pecho descubierto, Yuri podía divisar tanto cicatrices antiguas como las heridas actuales dibujándose en su blanquecina piel. Su rostro aún se veía demacrado y Yuri se preguntó si había hecho bien en dejarlo sin comer toda una semana o se había sobrepasado con su castigo.

Tal vez una comida al día habría sido una mejor opción- pensó, al tiempo que se sentaba en su cama.

Mirando la hora en el reloj digital que estaba sobre su mesa de noche, decidió que no podía seguir perdiendo el tiempo y optó por levantarse. Tenía trabajo que hacer y no podía quedarse en cama solo por unos calambres.

Observó por última vez al durmiente alfa y su clara desnudez.

- Espero que mi ropa le quede bien- murmuró frunciendo el ceño y mirando en dirección a su armario. Ya le pediría a Phichit que se encargara de ese detalle.

-¿Quién necesita ropa?- consultó la seductora voz de Victor, captando toda su atención- Pensé que estas dos semanas querías que nos conociéramos en profundidad

Con la cabeza apoyada sobre una mano, Victor estaba listo para una revista porno. Su pose despreocupada, pero a la vez insinuante pondría a cualquier omega a su disposición, salvo Yuri que alzó las cejas en clara sorpresa y algo similar a la indignación.

- No sé en qué estás pensando, pero en mi mundo conocerse significa hablar y llevar ropa en el proceso- le criticó.

Victor ensanchó su sonrisa.

-¿La sabana no cuenta?- preguntó con inocencia y Yuri rodó los ojos en claro desacuerdo.

- No, no cuenta. Ahora quédate ahí mientras te busco algo de ropa

- Vaya, vaya, que aburrido pequeño príncipe y yo que creí que podríamos conversar como anoche…

Yuri controló el gruñido que amenazó con salir de su boca.

- Eso fue distinto- lo cortó.

Negando con la cabeza ante la insinuaciones y el absurdo comportamiento del otro, Yuri se dirigió a su armario en busca de lo dicho, bajo la atenta mirada de Victor.

Divertido, Victor observó como el omega buscaba entre su ropa, sus expresiones cambiando de una seria a una pensativa y viceversa. Su camiseta blanca y sus pantalones grises no dejaban mucho a la imaginación, pero más que su cuerpo, Victor estaba interesado en su personalidad. Estaba intrigado de estar ante alguien con tal nivel de autocontrol que no se viera tentado por sus encantos, sobre todo siendo un omega. Aun así, pese a la seriedad y hasta molestia que vio en el rostro de Yuri, pudo notar como un leve sonrojo se formaba en el pequeño líder cuando volteaba a verlo ahí acostado en la cama.

Tan inmune, no era.

Victor sonrió para sus adentros con satisfacción.

De a poco avanzaría hasta destrozar el impenetrable muro del omega, hasta entonces se valdría de todos sus encantos para lograrlo.

 

*

 

- Esto realmente es aburrido- pensó Victor bostezando por sexta vez.

Sentado en un sillón de cuero negro, observó cómo Yuri trabajaba incesantemente revisando torres de papeles. Había sido así desde que se levantaron.

A diferencia de lo que Victor tenía en mente, después de vestirse y de arreglarse, fueron directamente al despacho de Yuri sin siquiera pasar cerca de la cocina por algún bocadillo. Al parecer el líder tenía montañas de trabajo acumulado y su prioridad era resolver eso, antes de pensar en siquiera comer algo.

- Al parecer, pasaré otro día sin comer- pensó Victor, haciéndose la idea de que su estómago permanecería vacío otra vez. Era doloroso, pero al menos pasaba hambruna en un despacho, calientito y cómodo en un sillón, mientras veía la nieve caer por los enormes ventanales, lo cual era mucho más agradable que estar en una celda fría y húmeda, contra el pavimento y atado de pies a cabeza.

Recostándose, cerró los ojos, tratando de recordar los tiempos felices que había tenido en su niñez. Eran los únicos recuerdos que se permitía traer al presente cuando se sentía desolado, triste o aburrido, como era en este caso. Aunque por ser un cambiaformas, había tenido una niñez estricta y con duros entrenamientos, también había tenido momentos felices junto a su familia y en conjunto todo esos recuerdos eran mucho mejor en comparación con el resto de su vida.

El mero intento de recordar parte de su adolescencia y adultez, le generaban un retorcijón en el estómago.

El sonido de la puerta abriéndose, hizo que sus recuerdos quedaran a un lado y abriera los ojos al captar el delicioso aroma que venía hacia él.

Enfocando la vista, Victor vio al segundo al mando de Yuri, Phichit, aparecer con una gran bandeja cargada con tostadas, huevos con tocino, panqueques y hasta una porción de frutas frescas. Por supuesto, dos tazas de café terminaban de cerrar el perfecto desayuno americano.

Rápidamente Victor identificó al hombre frente a él. Era quien había golpeado a Yuri el día anterior. Había sido un accidente, pero había visto su potencial.

Era fuerte. Y era cercano a Yuri.

Un posible inconveniente en sus planes. Un enemigo. Un rival.

Debía estar atento.

- Líder, traje lo que me pidió

Yuri alzó la vista solo una fracción de segundo, para luego enterrarse en sus papeles.

- Gracias Phichit, puedes dejarlo sobre la mesa frente a Victor- ordenó, mientras seguía leyendo los papeles sin parar.

Obedeciendo, Phichit dejó el desayuno frente al hombre. Tomó una de las tazas de café y la llevó directamente al escritorio, colocándosela a un lado a Yuri.

- Deberías descansar un poco- le sugirió.

Yuri alzó la cabeza y dando un respiro, tomó la taza de café que Phichit le había dejado hace unos instantes.

- Estoy bien- aseguró, tomando un sorbo- Tengo trabajo pendiente desde ayer, pero en la hora de almuerzo tomaré un descanso

No muy convencido por la respuesta Phichit frunció la nariz, pero también comprendía su lugar y que no debía insistir.

Asintiendo de mala gana, se dirigió hacia la puerta.

- Avísame si necesitan algo más- fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta tras de sí.

Victor observó toda la escena en silencio, analizando lo que sucedía sin perder detalle. Yuri notó su mirada y optó por volver a su papeles, dejando su taza de café ya vacía a un lado.

- En vez de mirarme, deberías comer. Ese desayuno es para ti.

Victor abrió los ojos sorprendido.

¿Toda esa comida era para él? ¿Acaso Yuri no iba a comer nada?

- ¿Estás seguro?- preguntó cauteloso.

- No has comido nada en una semana, ¿no es así?. Necesitas recuperar energías, así que aliméntate. Con el collar ya no representas un peligro para mi manada así que puedo permitírtelo- explicó sin levantar la vista- Sólo intenta comer despacio y no forzarte, de lo contrario después te sentirás mal…

- Pero, ¿Tú no comerás nada? – volvió a preguntar, pero esta vez viendo el gran desayuno que tenía por delante.

- Con el café estoy bien

Su simple respuesta no lo convenció, pero por lo visto no había poder que lo convenciera, si su mano derecha no lo había logrado, él menos haría algo.

Dándose por vencido, Victor analizó su desayuno y por donde partir. Finalmente optó por comenzar con las tostadas y los huevos, necesitaba carbohidratos y proteínas por igual, por lo que esos alimentos se lo proporcionarían.

Victor no pudo evitar lanzar un gemido de placer cuando dio el primer bocado. Era celestial.

Yuri se había equivocado al pensar que hace una semana no probaba alimento, la verdad era es que hace más tiempo que no probaba bocado. Gracias a las nevadas no había logrado cazar nada para alimentarse y ya estaba con sus últimas fuerzas cuando fue encontrado por los guardias.

Ni hablar cuándo fue la última vez que Victor comió un desayuno como este. La verdad ni él mismo lo recordaba.

Saboreando cada pedazo de ese delicioso pan con mantequilla, pasó a probar los huevos sintiendo una nueva explosión de sabor en su boca. Esto era definitivamente la gloria.
Trató de comer lo más despacio posible, como Yuri le había recomendado, no quería sentirse enfermo después y terminar vomitando todo lo que había ingerido. Sería una lástima y un desperdicio.

Mientras Victor disfrutaba su desayuno, Yuri sentía que quería quitarse los oídos.

¿Por qué debía ser tan ruidoso al comer?

Sobre todo, ¿Por qué tenía que emitir esos sonidos?

Irritado por no poder concentrarse, Yuri levantó la vista con una mirada filosa dispuesta a matar, cuando en eso vio el rostro de Victor.

Con una sonrisa amplia y sus ojos brillando de verdadera felicidad, Victor tomaba cada bocado como si fuera un preciado regalo.

Era claro que sus expresiones, gestos y sonidos no eran a propósito, y ciertamente no buscaban molestar a Yuri. Era simplemente la expresión de alguien disfrutando un buen desayuno después de un largo tiempo en ayunas.

Yuri suavizó su mirada asesina, pasando a una más seria.

¿Hace cuánto tiempo que Victor no comía?- fue la pregunta que cruzó su mente.

Si hacía memoria, sus hombres lo habían encontrado herido y cuando lo vio por primera vez en la celda, ya se veía delgado y demacrado. Tal vez la semana que lo dejó sin alimentos no era nada comparado al tiempo que llevaba en ayuno.

Victor notó la intensa mirada en su persona. Volteando, sonrió con esa sensualidad innata que lo caracterizaba hacia el serio y emblemático líder.

- ¿Cambiaste de opinión, pequeño príncipe? – preguntó al tiempo que alzaba el plato de panqueques y se lo mostraba- Aún podemos compartir

La insinuación en cada palabra que salía de los labios de Victor hizo que Yuri frunciera el ceño. Miró la pila de trabajo que tenía por delante y luego a Victor con el tentador plato en su mano. Estaba tentado a negarse, pero en contra de su voluntad accedió.

- Esta bien- aceptó levantándose de mala gana de su escritorio y dirigiéndose hacia donde estaba Victor.

Normalmente habría dicho que no, pero teniendo presente los ruidos de Victor, prefería tomar un descanso y comer, para luego regresar a su trabajo en un completo y sepulcral silencio, sin sonidos ni nada que lo desconcentrara.

Sentándose al lado de Victor, tomó una porción de panqueques y comenzó a comerlos sin prisa bajo la atenta mirada del peliplateado.

- Estoy sorprendido- admitió con una sonrisa burlona en el rostro- No pensé que accederías a desayunar ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

 Yuri masticó con cuidado su comida mientras miraba con molestia al otro.

- Nada en particular- contestó finalmente, al tiempo que agregaba astutamente- Recuerdas que dije que quería conocerte, esta es una buena oportunidad para hablar

Esta vez Victor alzó las cejas, claramente sorprendido, no esperaba ese cambio en el curso de la conversación. Cruzándose de brazos, miró con detenimiento al omega a su lado.

- Bien, ¿De qué quieres hablar?

- Quiero saber más de ti. De donde eres y porque un lobo llegó a mi frontera

Victor sonrió.

- Que directo príncipe, y yo que creí que me preguntarías sobre mis gustos e intereses- ironizó al tiempo que se acomodaba mejor en el sillón- Contestando a tu pregunta, soy un lobo errante e independiente. Vivo sólo y no tengo familia. En cuanto a los intereses, no soy quisquilloso al elegir un omega, pero me gustan que sean resistentes y pasionales en la cama…

Ante lo último, Yuri estuvo a punto de atragantarse con su panqueque, pero logró mantener la compostura y no parecer un omega puberal y vergonzoso. Aun así, Victor pudo notar como cierto sonrojo llegaba a las mejillas del pequeño líder, causándole cierta diversión la testarudez del otro por intentar mostrarse inmune a sus comentarios.

- Ya veo. Lo de tus gustos estaba demás- comentó con una expresión indiferente.

Ya más recuperado de su inicial bochorno, Yuri pudo darse cuenta que Victor no estaba siendo del todo sincero en cuanto a la parte que se trataba de sí mismo.

Había mucho más detrás de esa sencilla respuesta, Yuri podía notarlo. Sus centinelas habían pasado una semana interrogándolo sin obtener respuesta a las mismas dudas y de repente Victor parecía con el ánimo de contestar como si no fuera nada del otro mundo. Era claro que le ocultaba información y Yuri no sería tan iluso para creer de buenas a primeras lo dicho por el otro.

Es más, lo hacía ser más cauteloso.

- ¿Tú crees?- consultó Victor acercando peligrosamente su rostro a su cuello, pero sin tocarlo- Yo sólo estoy esperando a que bajes tus defensas para comprobar si eres compatibles con mis gustos

Su aliento tibio rozó la piel de Yuri, causándole pequeños escalofríos que lo recorrieron desde la cabeza hasta la punta de los pies.

Podía sentir el calor emanando del cuerpo de Victor, cerca pero sin llegar a tocarlo, lo justo y necesario para transmitir su presencia de alfa, el aire chispeando a su alrededor, la sensualidad emanando por cada poro de su piel. Podía sentir su aroma masculino tiñéndose por gotas de lujuria, una invitación a sus sentidos.

Victor estaba en modo de conquista, en otras palabras estaba buscando seducirlo con su aroma y presencia, el llamado de un alfa cuando deseaba un omega. Y eso era fatal para Yuri, para todo omega. Era una invitación, con todas sus letras, a tener sexo.

El deseo, la lujuria, su solo aroma podía alterar todo el cuerpo de un omega y más aún cuando quien lo deseaba era un alfa.

Lo hacía entrar en calor, sentirse seguro y por sobre todo excitado.

Era natural. Era animal.

Y a Yuri le estaba costando un mundo controlar el impulso natural de su cuerpo, de dejarse abrazar por ese aroma, de la invitación implícita de Victor, de voltear el rostro y atrapar esos labios pecaminosamente atrayentes para que hicieran de él lo que quisieran.

 -¿Qué dices…Yuri?- consultó la ronca voz de Victor paladeando las palabras, Yuri casi sintiendo como esa prodigiosa lengua podía llegar a obrar maravillas sobre su piel.

Nunca se había sentido así. Nunca nadie lo había hecho sentir así.

Cediendo contra su propio raciocinio, Yuri le hizo frente aquel alfa que lo llamaba por primera vez por su nombre.

Sus ojos se encontraron, la tensión era palpable entre la intensa y profunda mirada azulada de Victor con la cobriza de Yuri.

Tomando una última inspiración, Yuri alzó la mano hacia los labios de Victor, pero ante la sorpresa de este último, en vez de recibir un delicado roce que lo invitara a lanzarse a la vorágine que los inundaba, una frutilla fue puesta en su boca.

- Todavía no- fue la respuesta de Yuri rompiendo el mágico momento. Soltando la fresa que había dejado en la boca de Victor, sonrió con malicia- Aún es muy pronto, Victor.

A ese punto Victor no sabía si sentirse humillado o divertido por la acción de Yuri. Su presencia de alfa, con el que había logrado que miles de omegas abrieran sus piernas para recibirlo, había sido brutalmente desestimado por Yuri. Prácticamente sentía que la fresa era un premio de consolación por haber hecho el intento.

Era denigrante para su orgullo alfa.

Pero por otro lado lo intrigaba. Lo hacía querer probar y crear nuevas tácticas para superar las barreras de aquel testarudo omega.

Por ahora se conformaría con la frutilla.

- Debo admitir que eres difícil, pequeño príncipe

Yuri sonrió, divertido.

- Soy el líder de una manada, no esperaras que esos jueguitos funciones conmigo, ¿o sí?

- Mi error- aceptó Victor- Pero si me hubieras dejado tocarte, tal vez el resultado habría sido diferente

- Lo dudo- rebatió Yuri, mordiendo una fresa.

- ¿Quieres probar?

Yuri alzó una ceja.

- Hoy no- fue su única respuesta antes de levantarse.- Es hora de que regrese al trabajo, ¿Vas a comer algo más?

Victor sonrió y negó con la cabeza.

Definitivamente sería más difícil de lo que había esperado el conseguir su libertad, pero solo era un detalle.

Al final haría que Yuri cayera con sus encantos, lo antes posible, y así evitar que las cosas se complicaran. Su tiempo se agotaba y no podía permitir que lo atraparan.

No hasta cumplir su venganza.

 

Notas finales:

Y? Que les pareció?

Debo admitir que me gustan las insinuaciones de Victor, pero aún más que Yuri no caiga en ellas XDD

Como veran, Yuri no es el tipico Omega y eso hace que ame mucho este personaje, espero que ustedes lleguen amarlo tambien, o al menos les guste un poquito X'D

Muchas gracias por leer y espero subir el proximo capitulo el Jueves...si es que mi semana no se vuelve un caos ;.;

De todas formas voy a intentar siempre actualizar un capitulo a la semana, a menos que suceda algo que me lo impida (viajes...por ejemplo XD)

Nos vemos y espero sus comentarios!!!

Byes <3

 

PD: Esta historia también esta en wattpad por si quieren leer por ahi, les dejo el link a mi perfil ;)

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