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Mi Príncipe Omega por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola!!

Aqui llego con la actualizacion, como prometi!! ^^/

También, muchas gracias a las bellas personas que han comentado, se han ganado todo mi amor <3 <3 <3

Disfruten el capitulo!

 

 

Habían pasado ya cuatro días y Victor no podía más del aburrimiento.

Sobre todo ahora que Yuri no estaba.

Hace más de una hora lo había abandonado a su suerte, dejándolo encerrado en su despacho bajo la atenta vigilancia de su subordinado Phichit, mientras él iba a una reunión con el Concejo de Ancianos. Victor comprendía que no lo llevara, pero dejarlo con una niñera a cargo ya era mucho, ya no tenía cinco años y de todas formas, tenía el collar por lo que no podía escapar.

El tío de Yuri se lo había recalcado. Un sólo intento de salir de las fronteras de la manada y el collar le daría la descarga suficiente para dejarlo inconsciente o muerto, dependiendo de su fortaleza.

Tentador.

Cerrando los ojos y cruzándose de brazos, Victor siguió esperando a que Yuri volviera, quisiera o no, era más agradable estar a su lado y hacerlo enfurecer con sus comentarios que estar con Phichit.

El hombre de tez morena parecía más interesado en leer un pequeño libre que intentar entablar una conversación y su indiferencia tampoco tentaba a Victor a intentar hablarle. Si era franco, le desagradaba y desde su perspectiva el sentimiento era mutuo.

- Sólo espero que Yuri llegue pronto- fue su pensamiento suspirando resignado.

Por otra parte, Yuri se encontraba demasiado ocupado y concentrado para si quiera pensar en su despacho y Victor. Su expresión era de mortal seriedad mientras escuchaba las noticias traídas por el Comandante de sus Centinelas, Otabek Altin.

Había movimiento en las fronteras, más de lo habitual. Eso era igual a problemas.

Debía identificar cuanto antes quienes eran los intrusos y que buscaban en su territorio. Si eran espías de otras manadas, era necesario borrarlos de escena, lo mismo para contrabandistas o cualquiera que se acercara con intereses no amistosos o ilegales hacia su manada.

Sin embargo, a medida que escuchaba a Otabek pudo darse cuenta que era más complicado de lo que él esperaba.

- Hemos logrado identificar cinco intrusos. Creemos que son los mismos que atacaron al cambiaformas…- fueron las palabras de Otabek mientras entregaba las conclusiones de su reporte.

Palabras que hicieron temblar a Yuri y que todos los ojos se pusieran en él. 

- Tengo entendido que el cambiaformas está con usted, líder- habló uno de los Ancianos colocando su sabia mirada en él.

De pelo blanco y ojos profundos, era uno de los miembros más antiguos, sus arrugas surcando su rostro reafirmaban la experiencia cargada por los años. Sin embargo, por muy mayor que fuera o la experiencia que tuviera, Yuri no se dejó amedrentar por su presencia.

- Así es- respondió sin mostrar en ningún momento debilidad o las emociones que revoloteaban en la boca de su estómago.

- Y que durante el interrogatorio el cambiaformas no dijo palabra alguna, aunque se le empujó a ello- continuó el mismo Anciano colocando esta vez su mirada sobre Otabek que asintió ante lo dicho.

Yuri apretó los puños por debajo de la mesa. Comprendía a donde se dirigía el anciano.

- ¿Cree que hay alguna posibilidad de que el cambiaformas le entregue esa información a usted, líder?

Yuri cerró los ojos por una milésima de segundo al escuchar la temida pregunta. La respuesta era obvia para él.

No.

Sin embargo, no podía darse el lujo de responder eso.

Fijando su vista en el arrugado rostro y los claros, pero profundos ojos del Anciano, se valió de todos sus años de entrenamiento para dar la respuesta que esperaban de él como líder de la manada.

- Si, existe esa posibilidad.- respondió, aunque por dentro no estaba seguro que Victor le diera la respuestas gratis. De hecho, ni siquiera estaba seguro si le diría toda la verdad o le mentiría al respecto.

En esos pocos días con él, había descubierto que Victor era más misterios y encrucijadas, que alguien claro y honesto. La mayor parte del tiempo le parecía que sólo estaba jugando con él, como si fuera un títere con el que se entretenía y le hacía creer lo que se le daba la gana.

Si era sincero, Yuri no creía ni en la sombra de Victor. Mucho menos en sus palabras.

El resto de la reunión siguió el curso normal, donde se vio como reforzar las defensas, aumentar la seguridad y mayor control en aquellos que salen y entran por los límites del territorio. Por suerte, ninguno del consejo pareció interesado en consultar algo más sobre Victor ni cómo iba el plan “herederos cambiaformas”.

Ya era mediodía, cuando el concilio terminó y Yuri se vio libre para regresar a su casa.

O ese era su plan inicial, hasta que vio a su tío.

- Sobrino, ¿Qué puedo hacer por ti?- consultó al ver que Yuri se acercaba hacia él con una expresión decidida en el rostro.

- Necesito conversar contigo. A solas.

Sin emitir comentario al respecto, su tío asintió. Alejándose de donde estaban los demás, se internaron en el bosque que rodeaba gran parte de la construcción donde se había llevado a cabo la reunión. El frío traspasaba los abrigos y Yuri sentía que sus mejillas ya estaban congeladas, pero eso no provocó que su resolución cambiara.

-¿Y bien?- consultó su tío al ver que ya se habían alejado una distancia prudente y ya nadie los podía oír.- ¿Qué es lo que quieres hablar?

- Es sobre Vic…el cambiaformas- aclaró Yuri, corrigiéndose al recordar que solo él sabía su nombre- Quiero saber cuál es el trato que le propusiste.

Toujirou sonrió como un viejo zorro astuto ante la pregunta.

-¿Por qué? Mi impresión es que lo ha cumplido al pie de la letra. Te ha tenido encerrado en esa casa por cuatro días, ya empezaba a preocuparme si lograrías llegar en buenas condiciones a este Concilio…

Las mejillas de Yuri se colocaron rojas, pero no por vergüenza, sino por ira. Había estado cuatro días encerrado tratando de sacar adelante la pila de trabajo que se le había acumulado, solucionando cada problema que le llegaba. Si se había demorado más de la cuenta era gracias a las interrupciones de Victor con sus insinuaciones o porque lo obligaba a comer de una u otra forma, atrasándolo.

Estaba seguro que gracias al cambiaformas ya había aumentado unos cuantos kilos.

Tomando una inspiración profunda, intentó calmarse.

- No me refiero a eso, me refiero a que cuándo hablamos creí dejar claro que sería bajo mis términos. No recuerdo en ningún momento haber dicho que le daría su libertad

Por primera vez la sonrisa de Toujirou flaqueó.

- Era sólo un incentivo- respondió tratando de quitarle importancia- Sabes bien lo que pienso de ese cambiaformas, liberarlo sería como poner una guillotina sobre nuestras cabezas. Nadie nos asegura que al ser libre, no regrese y nos mate a todo en busca de venganza.

Yuri apretó los puños. Odiaba que engañaran a las personas con falsas esperanzas para obtener algo a cambio, eso era ruin. Fuera un enemigo o no, a Yuri le gustaba decir las cosas de frente y claras, eso era más sensato y humano que lo otro.

Sin embargo, en ese momento lo que más le molestaba era que las últimas palabras de su tío eran ciertas. Liberar a Victor era igual como liberar un asesino y esperar que viniera por ti y tu sangre.

- ¿Cuál es tu plan después de que me embarace? ¿Encerrarlo?

La sonrisa de Toujirou fue fría y libre de emoción.

- En el mejor de los casos- Fue su letal respuesta y Yuri sintió que su dura mirada flaqueaba al comprender el alcance de esas palabras.

- Pensé que un cambiaformas era un milagro…- pronunció con oscuridad en su mirada.

- Lo es, pero él no creció en esta manada. No es de esta manada. Ya cumplido su deber, lo mejor será matarlo. No podemos arriesgarnos. El collar sirve por ahora, pero no sabemos por cuanto tiempo sea así.- Toujirou miró a su sobrino y notó la tensión en su mandíbula y sus puños. Comprendía la impotencia de su sobrino, aún era joven y habían muchas cosas que le quedaban por aprender y afrontar, este caso era uno de esos. Apoyando su gran mano sobre su hombro, agregó- Sé que querías hacerlo bajo tus términos, pero debes entender que el Consejo también debe velar por el bien común. Puedes hacer lo que quieras hasta que quedes embarazado y des a luz un cambiaformas, después de eso es decisión del Consejo de Ancianos deliberar que se hace con el cambiaformas.

Yuri asintió, sin poder alzar la vista. La frustración lo carcomía por dentro.

Todo por herencia. Todo por genética.

Hace siglos atrás sus antepasados habían sido también cambiaformas lobo, pero el tiempo había acabado con esas habilidades, dejando a su paso sólo los estratos sociales y algunas características como el celo en los omegas. Yuri comprendía lo valioso que él era por haber heredado habilidades animales que se creían perdidas hace generaciones. Comprendía también cuanto aún más valioso era Victor por tener todo el pack genético para transformarse en lobo, pero era injusto como esas características eran las que lo llevaban a esta situación.

Victor por sobre todo podía llegar a perder la vida, sin haber hecho nada que realmente mereciera el perderla.

Frustrado y abatido, Yuri dio por terminada la conversación con su tío. Ambos regresaron en silencio, mientras copos de nieve caían sobre sus cabezas.

- ¡Katsuki-san, líder!

El llamado captó la atención de ambos, mientras se acercaban a la casa donde se habían reunido.

Otabek se acercaba a paso veloz hacia ellos y con una carta en mano.

- Nos ha llegado esto- fue todo lo que pronunció mientras extendía el papel hacia Yuri, quien sintió un vuelco en el estómago al ver el sello que lo cerraba.

Supo en ese instante que nuevos problemas se avecinaban.

 

*

 

Una fuerte luz despertó a Victor e hizo que abriera los ojos a la fuerza.

Con su visión aún medio borrosa por el abrupto despertar, vio a Yuri encaminarse hacia su escritorio con paso decidido.

Aunque no podía ver su expresión, supo que algo estaba mal.

Sentándose, se dio cuenta que Phichit ya no estaba en la habitación y que estaban sólo ellos dos, bajo una tensa y abrumante atmosfera. Por los ventanales se veía la oscuridad total y si afinaba la vista se podía ver un fuerte temporal, un indicio de lo que se venía.

- Victor, necesitamos hablar- comenzó Yuri su voz siendo baja, extremadamente intimidante- Y esta vez necesito que contestes a mis preguntas con la verdad y sin juegos. Necesito que me digas quien te atacó y porqué.

Cruzándose de brazos, Victor miró con detenimiento al omega frente suyo.

-¿Por qué?

Algo similar a una sonrisa se formó en el rostro de Yuri, pero al final pasó a ser una mueca.

- ¿Por qué?- repitió al tiempo que alzaba la vista y encaraba con sus oscuros ojos los claros del otro- Porque lejos de ser un lobo libre e independiente, como te gusta definirte, estas en mi territorio, en mi manada, bajo mis reglas. Tu libertad fue condicionada al momento de entrar aquí y no voy a permitir que sigas poniendo en riesgo a mi manada por tus problemas. Mis fronteras están siendo hostigadas y debo saber si esas personas tienen alguna relación contigo o simplemente tuviste la mala suerte de toparte con ellos. Necesito saber qué tipo de hombres están ahí afuera para saber cómo actuar y él único que tiene información al respecto y que se niega a entregármela eres tú, así que será mejor que comiences a hablar.

Victor alzó las cejas, sorprendido.

Se había equivocado, frente a él no había un omega. Había un líder. Un líder que le estaba exigiendo respuestas por el bien de su pueblo.

Tragando con pesadez, desvió la vista hacia el ventanal.

- No lo recuerdo…

-¿No lo recuerdas?- Yuri se pasó una mano nerviosamente por el cabello, la ira causando estragos en su cuerpo y él intentando por todos los medios tranquilizarse- ¿Al menos puedes decirme si dijiste la verdad cuando afirmaste no tener manada?

Victor volvió su rostro al cabizbajo Yuri y sintió como un nudo se le formaba en la garganta.

- No la tengo

Yuri cerró con fuerza las manos y apretó la carta que aún guardaba dentro de su abrigo.

- Por el bien de todos, eso espero…- susurró. Alzándose, caminó con decisión hasta donde estaba sentado Victor.- En ese caso, no debo preocuparme por esto, ¿no es así?

Sacando la carta de su bolsillo, Yuri lo colocó sobre la mesa frente a Victor, dejando totalmente visible el sello con el que se firmaba el final de la carta.

La respiración se quedó congelada en la garganta de Victor, alzó la vista hacia Yuri tratando de emitir un sonido, algo, pero ya era demasiado tarde.

- Por suerte, aún tus ojos logran mostrar la verdad que tú te empeñas por ocultar- pronunció con una triste sonrisa- La respuesta ya fue enviada, me reuniré con ellos en tres días, hasta entonces te mantendrás en la habitación de huéspedes bajo la vigilancia de Phichit.

- Yuri yo…

- Ya tuviste tu oportunidad de hablar Victor.- lo cortó Yuri sin miramientos.

Tomando la carta y metiéndola en su abrigo, Yuri salió de su despacho dejando atrás suyo a un abatido Victor.

 

Enfurecido, indignado y otros miles de emociones para nada positivas fluían a través de Yuri en ese momento.

Victor le había mentido todo el tiempo y en su cara.

Aunque le había dado la oportunidad de redimirse él había insistido en decirle que no tenía ningún tipo de relación con alguna manada, pero tan pronto vio el sello en la carta, Yuri pudo ver como los ojos de Victor brillaban en reconocimiento al diseño.

Cada manada tenía un símbolo que lo representaba, era la estampa que utilizaban cada vez que enviaban algún mensaje oficial a otra manada y en este caso el símbolo era una hoja de arce, el cual Victor no pudo evitar mostrar que le era familiar.

- Debería haberlo dejado encerrado en la celda.- murmuró furioso, sentándose sobre su cama y apoyando su cabeza contra sus manos.

Sabía desde un principio que era mala idea sacarlo de su celda y traerlo a su casa.

Lo que más le enojaba era estar molesto por la situación. De que Victor le haya mentido.

¿Pero que esperaba?

No conocía al tipo de nada, era un intruso y estaba claro que le había guardado cierto remordimiento por encerrarlo en una celda sin comida.

¿Quién en su sano juicio habría obedecido y contestado sus preguntas?

Seguramente Yuri en la misma posición tampoco habría dicho nada, en pos de proteger a su manada…

Yuri alzó la mirada.

Había sido irracional.

Victor era un cambiaformas y alfa, perfectamente podía ser el líder de su manada y estar intentando que no lo utilicen como chivo expiatorio para extorsionar a su manada. Yuri lo habría hecho en su lugar.

Sin embargo, algo no calzaba.

¿Por qué entonces lo había encontrado herido y  famélico en su territorio?

Por más que le diera vueltas no le encontraba sentido. Había algo que faltaba y posiblemente esa reunión lo aclararía.

Decidido, se terminó de arreglar y se metió entre las cálidas mantas de su cama, listo para dormir. Apagando las luces, se recostó y fijó su vista en el techo, aún con las ideas dándole vuelta en la cabeza.

Giró levemente el rostro en dirección al lugar donde Victor había dormido las últimas noches. Se había acostumbrado a su presencia y ahora era raro ver ese lado vacío y no encontrarse con el cuerpo del alfa.

Con su sonrisa insinuante y sus ojos brillando igual que un león al acecho.

Yuri tomó una gran bocanada de aire y volvió a fijar su mirada en el techo.

No valía la pena amarrarse a esos recuerdos, Victor le había mentido y aunque desde un principio había notado que le ocultaba información y desconfiaba en él, le molestaba de sobre manera que continuara mintiéndole cuando sabía que ponía en peligro a su manada…

-Piensa en otra cosa, Yuri- se dijo, pero su mente se negaba a obedecer.

Finalmente, golpeando su cama con ambos puños en forma de frustración, optó por levantarse.

-Maldito Victor- exclamó saliendo de su habitación directo a la de huéspedes.

No iba a esperar a la reunión para saber la verdad. Quería saberla de primera mano por parte de Victor, y si hasta ahora no se lo había dicho, buscaría otros métodos para hacerlo hablar, pero de esta noche no pasaba.

- Phichit, ábreme, soy yo- pronunció tocando la puerta con los nudillos. Esperó unos segundos pero nada sucedió. Volvió a tocar pero al no haber respuesta, abrió la puerta de golpe sintiendo que algo no iba bien.

Tan pronto entró vio a Phichit tirado en el piso y la ventana de la habitación abierta de par en par. Rápidamente Yuri se acercó a su amigo para ver cómo estaba y si aún respiraba.

Para su alivio, Phichit estaba inconsciente, pero vivo.

Sin perder un segundo, Yuri sacó las mantas de la cama y tapó a su amigo para que no se congelara por el viento invernal que entraba por la ventana. Él por su parte se acercó para ver si se veía alguna sombra moviéndose en la oscuridad, al estar en el primer piso era más sencillo ver alguna huella o pista del rumbo del cambiaformas.

Era obvio que Victor había escapado y eso aumentaba sus sospechas sobre él. Sin embargo, Yuri no dejaría que se saliera con la suya.

Sin importarle el frío, Yuri saltó por la ventana cayendo sobre la helada nieve. Sacando a relucir sus habilidades, sus ojos adoptaron un color rojo carmín, permitiéndole ver mejor bajo la penumbra de la noche.

Sin importarle nada más, comenzó a correr. Debía encontrar a Victor antes que los centinelas lo detectaran y las cosas se complicaran más de lo que ya estaban.

Corrió sin descanso por varios minutos, sus pies ardían por el frío ya que sus pantuflas habían salido volando en el momento que aumentó la velocidad. Su cuerpo también dolía por la helada noche gracias a que su pijama no era todo terreno, pero nada detendría a Yuri en su búsqueda.

Ni la nieve, ni el frío, ni el dolor.

Su tío lo había criado desde pequeño para superar esos obstáculos, así que ahora no eran nada para Yuri. Si no lo mató cuando niño, menos lo haría ahora cuando adulto.

Sus ojos estaban comenzando a arder cuando divisó una sombra a lo lejos. Sin pensarlo dos veces, aumentó la velocidad hasta alcanzarlo y de un salto se lanzó sobre el desconocido.

Forcejeando, terminaron rodando por la nieve, hasta que Yuri se posicionó encima de su víctima.

Con la respiración agitada, los celestes ojos de Victor lo miraban fijamente con tal frialdad, que Yuri sintió que hasta la nieve era más cálida.

-¿Qué crees que haces?- consultó siseando Yuri, imponente y demandante a la vez.

Una mueca torcida, irónica, se formó en el rostro de Victor.

- Vine a tomar aire, querido príncipe. El encierro no es lo mío…-respondió con burla.

-Planeabas escapar

Victor se encogió de hombros, pero tampoco lo negó.

-Si ya lo sabes, entonces ¿por qué preguntas?

Harto con la actitud del otro, Yuri asestó un golpe contra la nieve casi rozando en el proceso la mejilla de Victor.

- Escúchame bien, no sé a qué juego estás jugando ahora, pero te diré lo que haremos. Regresaré a mi casa y tú vendrás conmigo…

- Lamento contradecirte, pero no lo haré príncipe- lo interrumpió Victor al tiempo que hacía un rápido movimiento quedando ahora él encima de Yuri- A menos que me obligues.

-Como quieras- pronunció el pelinegro sin inmutarse.

Antes de que Victor pudiera formar una sonrisa, Yuri lo tiró de vuelta a la nieve, pero esta vez se impulsó, levantándose con agilidad para colocarse en posición de combate. Por su parte, el peliplateado se levantó con lentitud y miró al líder frente suyo.

Yuri iba en serio. Sus ojos rojos lo miraban y analizaban cada centímetro, casi leyendo los movimientos que haría y previendo la mejor forma de atacar.

- ¿No crees que es algo injusto que utilices tu habilidad y yo no pueda?- pronunció Victor, colocándose en posición.

-¿Acaso eso te asusta, alfa?- contraatacó Yuri con una voz baja y fría, que cambió totalmente el gesto despreocupado de Victor.

Yuri ya no caería en sus juegos y sus insinuaciones. Victor podía notar que el omega mantenía su habilidad activa no en busca de ventaja sino porque estaba siendo precavido, cualquier movimiento que le indicara algún intento de escape, Yuri lo notaría y lo evitaría.

Estaba obligado a pelear.

- Otra vez me haces cambiar mis planes- pensó Victor sintiendo como el enojo llenaba su cuerpo.

Sin dudar, Victor se lanzó al ataque. Su plan era simple, lograr noquear lo más rápido posible a Yuri para perder la menor energía posible y seguir con su camino. Pero para su mala suerte, Yuri no se lo pondría tan fácil.

El líder conocía su territorio y aunque a primera vista podía parecer que Yuri estaba en desventaja, él había sido criado en esas tierras. Había luchado de pequeño contra alfas, siendo su mayor oponente su tío Toujirou. Ni el frío, ni sus pies congelados eran un obstáculo para lograr moverse, ni disminuir su agilidad.

Ni siquiera la ventisca que caía sobre ellos.

Con destreza Yuri fue esquivando cada golpe de Victor, cada puñetazo y patada, esperando alguna abertura para él contratacar.

- Eres bueno, príncipe. No me lo esperaba de un omega

Yuri esquivó un puñetazo a su mandíbula y asestó uno en el estómago de Victor, antes de contestar.

- Será mejor que te concentres- le recomendó- Pero si quieres hablar, prefiero que me digas tu relación con esa manada, ¿Eres su líder?

Victor aguantó las ganas de reírse por tal pregunta. En vez de eso le dio una patada a nivel de las costillas, mandándolo a volar. Su cuerpo impactó con un sonido sordo contra el tronco de un árbol antes de caer a la nieve.

- Que insistente príncipe. Pero debo admitir al menos que diste una buena pelea- dijo acercándose al cuerpo caído- Como premio de consolación te responderé a tu pregunta. No, no soy su líder y me buscan por otros motivos. Ahora, fue un gusto conocerte pero…

-¿Quién ha dicho que la pelea ha terminado?- consultó Yuri barriendo con su pierna el piso causando que Victor cayera como una costal de papas al suelo.

En dos segundos se encontraba encima de él, inmovilizándolo.

- Creí dejarte inconsciente- murmuró Victor con los dientes apretados.

- Necesitas más que eso- respondió con una media sonrisa Yuri- Ahora responde, cuales son los motivos por los que esa manada te busca…

- No lo sé

-Si no lo sabes, ¿entonces porque huyes?

- Que astuto, ¿no has pensado en dedicarte a ser detective?- consultó Victor forcejeando lo suficiente para lograr soltarse y cambiar de posiciones- Por cierto, me encanta tenerte arriba, pero debido las circunstancias tendré que yo tomar el control pequeño príncipe

Yuri apretó los dientes con fuerza al verse presionado bajo el gran cuerpo de Victor, pero no se dejaría vencer. Lo sometería de nuevo y haría que le dijera por una vez por todas la verdad, antes de tomarlo de una oreja y llevarlo de vuelta a su casa.

Sin querer perder ninguno de los dos, comenzaron una pelea por el control. Rodando por la nieve buscaban inmovilizar al otro y obligarlo a rendirse o hablar según la intención de cada uno. El esfuerzo y el movimiento medraban la resistencia de ambos. Sus respiraciones estaban agitadas y el sudor comenzaba a perlar su frente. Las mejillas y nariz de Victor ya estaban rojas por culpa tanto del frío como por el esfuerzo hecho, mientras que Yuri estaba más o menos en el mismo estado.

- ¿Sabes? En otra situación más agradable, diría que cumples con mis gustos: resistente y pasional- soltó Victor al tiempo que volvía a tener el control, temporalmente- Si me hubieras dejado tocarte habríamos pasado una muy buena noche juntos y no estaríamos en esta situación. Yo sería libre y tu manada estaría a salvo…

Yuri rio frío, casi irónico ante su comentario.

-Creo que tus cálculos no son del todo correctos. Tu papel era embarazarme de un cambiaformas y eso sólo se sabe al nacer, en nueve meses más- le corrigió.

- Es mi impresión o estas dudando de mi capacidad para engendrar cambiaformas

- La verdad, no es un tema que me interese ahora- contestó forcejeando una vez más, sintiendo como sus músculos se quejaban en el proceso. Estaba llegando a su límite. Debía apurarse en terminar- Mejor dime, ¿La manada que te busca es de donde perteneces realmente?¿La dejaste sin autorización?

- Más bien me autoexilié- contestó Victor sin querer.

- ¿Por qué? ¿Para ser libre?

Victor formó una sonrisa triste, melancólica.

- Libertad…no habría estado mal- murmuró más para sí mismo que para Yuri- Ojalá todo fuera tan sencillo, príncipe

- Sería sencillo si dijeras la verdad en vez de irte con tantos rodeos- lo encaró Yuri antes de hacer el último esfuerzo para terminar esa eterna pelea.

Juntando toda la energía que le quedaba Yuri terminó de voltear a Victor y antes de que este pudiera hacer cualquier otro movimiento, alargó las uñas de su mano derecha y lo colocó en el cuello de Victor, haciendo la presión justa con su dedo índice sobre la carótida hasta liberar un hilillo de sangre.

- Un movimiento más y esto acaba- fue la fría amenaza.

Con las respiraciones agitadas ambos se miraron por eternos segundos, hasta que finalmente Victor cubrió su frente con un brazo mientras una turbia sonrisa se formaba en su rostro, dejando salir finalmente una irónica risotada.

- Al parecer mis únicas opciones hasta ahora son morir

-¿A qué te refieres?

- Si me resisto ahora, me matas. Si dejo que me lleves de regreso a tu casa, mi manada pedirá mi cabeza y me matará.

Los ojos de Yuri centellearon en asombro. El gesto de Victor era tan desolado y triste, que Yuri no tuvo ninguna duda que por primera vez estaba siendo sincero y honesto. La expresión del hombre era de alguien que había perdido las esperanzas y las fortaleza para continuar.

- ¿Por qué tu manada te quiere muerto?- consultó Yuri, sintiéndose ahora inseguro de querer saber la respuesta a la aflicción que veía en aquel rostro.

Victor sonrió sin energías.

- Porque maté a su líder.

 

Notas finales:

Debo admitir que la pelea en la nieve fue una de mis favoritas jijiji

¿Y a ustedes que les gusto?

El proximo capitulo espero subirlo el Miercoles de la proxima semana, hasta entonces tendran que esperar para saber el pasado de Victor :D

Nos vemos y muchas gracias por leer <3 <3 <3


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