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Mi Príncipe Omega por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola mis bellezas!!

Muchas, de verdad, muuuuuchas gracias a las personas que comentaron, de verdad hacen que mi corazon se llene de amor. No solo ayudaron a mi confianza como escritora, sino tambien me hicieron endemoniadamente feliz <3 <3 <3

Mucho love para ustedes!! <3 <3

Tambien quiero agradecer un montón a todos los que leen, sus lecturas también calientan mi corazon y me hacen seguir escribiendo esta historia <3 <3 <3

Ahora les dejo el super capitulo!

 

 

Un día entero fue necesario para que Victor se recuperara.

Yuri se había quedado a su lado, cuidándolo, cambiando el agua y bajando su fiebre con paños húmedos hasta que ya no hizo falta. En ningún momento descansó. Yuri dejó de lado sus propias heridas producto de la pelea, el dolor pulsante en su costado por la patada de Victor, y se enfocó solamente en el cambiaformas y en estar pendiente de él, hasta que fue bien entrada la noche.

Sólo cuando ya eran cerca de la una de la mañana, Victor logró convencerlo de que se metiera a la cama con él a descansar. La simple amenaza: “Si tú no duermes yo tampoco lo haré”, fue lo suficientemente efectiva para que Yuri cediera (a regañadientes) y Victor sonriera triunfante.

Ya a la mañana siguiente, con Victor totalmente recuperado (según él), Yuri se enfrascó en su oficina para ponerse al día con todo el trabajo acumulado del día anterior. Aun así, pese a su montaña de trabajo, Yuri no dejaba de darle vueltas a la reunión que se venía encima con la manada de Victor.

Si bien le había pedido a Victor que se aferrara a la esperanza de vivir, aún no estaba muy seguro si existía realmente una posibilidad de salvar su vida. Lo que había deseado en ese entonces es que Victor  tuviera al menos la oportunidad de aferrarse a algo que no fuera sólo la sed de venganza, pero ahora sentía la necesidad de cumplir su deseo por completo.

Darle más tiempo de vida.

Mordió su labio pensativo, buscando dentro de su cabeza alguna idea, algún resquicio donde pudiera ver cumplido su plan.

- Príncipe, si sigues colocando esa cara, juro que te saltaré encima – pronunció Victor con ese tono juguetón tan propio de él, haciendo que Yuri alzara la vista en su dirección.

Sentado en la esquina de su escritorio, Victor lo miraba con ese gesto entre divertido y seductor, que junto a su atractivo lo hacía parecer un Dios Nórdico que venía de visita a su oficina para sacarlo de sus casillas.

Yuri frunció el ceño al darse cuenta de la cercanía del otro. No se había percatado en qué momento se había movido, pero tampoco es que importara. Lo importante ahora era su trabajo.

- No sé a qué te refieres, sólo estoy trabajando- contestó Yuri, agachando la vista hacia el documento que tenía en manos- Y no te sientes en mi escritorio, hay sillas para eso y una sillón

- Tan estricto como siempre. Tú me dijiste que viviera, pero por lo que veo eres tú quien necesita una vida- comentó Victor hincándole los dientes a una fresa que traía entre los dedos- Por cierto, estas fresas están deliciosas, ¿Dónde las consiguen con esta nieve?

- Tenemos un invernadero, son parte del trabajo de investigación desarrollado por uno de nuestros agrónomos- contestó Yuri sin siquiera quitar su vista de los papeles frente suyo- Si quieres te puedo llevar durante la hora de almuerzo para que lo conozcas…

- ¿Al agrónomo o las fresas?

Yuri alzó una ceja ante la pregunta.

-Ambos- contestó finalmente, sin dejarse inmutar.

- En ese caso, acepto- respondió con una sonrisa al tiempo que colocaba un gesto pensativo- Me pregunto si este paseo al invernadero lo puedo considerar como una cita contigo…

- Tómalo como quieras

-¿En serio? –consultó Victor formando una malvada y nada inocente sonrisa- Entonces si es una cita, tengo permitido tomarte de la mano e incluso besarte, ¿No es así, Yuri?

La forma melodiosa y casi melosa de pronunciar su nombre causó el efecto deseado.

En dos segundos la estoica cara de Yuri se tornó roja como un pimentón, al punto de casi echar humo por la orejas y su atención recayó totalmente en un sonriente y victorioso Victor.

- ¡P-por supuesto que no!- gritó totalmente avergonzado- Es solo una invitación, un paseo y…

-¡Oh! Ya veo, ahora que sabes que mi muerte está cerca y no hay forma de salvarme, ya no estas interesado en tener cachorritos conmigo y menos de interactuar conmigo porque me ves como una posible amenaza…- conjeturó Victor en son de broma, sin embargo, no esperó que Yuri se levantara de su puesto y de un solo movimiento le sellara la boca con la palma de su mano, lo justo para callarlo.

Sus ojos castaños se clavaron en el cómo filosas y decididas dagas, dejándolo mudo de asombro.

- No vuelvas a decir eso, no vas a morir- pronunció con dientes apretados- Aunque no apoyo tus actos, comprendo el estado de locura momentánea que se puede tener al ver a quien amas muerto y más cuando eres un cambiaformas. Es sólo por eso, y porque tus actos no fueron hechos en total consciencia, que no te juzgo ni te envío al mismo destino. Si te dije que vivieras es porque voy a encontrar la forma de que puedas vivir más que sólo unos días, pero para eso necesito que tú también lo creas. ¿He sido claro?

Victor asintió lentamente mientras sentía como cada palabra de Yuri aún hacía mella en su cuerpo.

Como si hubiera sido bombardeado por una lluvia de meteoritos, cada palabra del joven Líder había golpeado con fuerza contra su piel y entrado hasta la médula de sus huesos. Sentía que cada punto ardía, pero ardía de confianza y fiereza, de la voluntad de Yuri para hacerle entender que sin importar qué, lucharía por él, conmoviendo a Victor hasta el punto de querer abrazar a ese frágil cuerpo, que de débil no tenía nada (sólo tenía que recordar los golpes que recibió por parte de este), pero que aun así sentía que entre sus brazos, envueltos por su calor, se vería pequeño.

- En cuanto a lo otro- continuó Yuri captando de nuevo la atención de Victor- Si te salvo la vida, lo más probable es que te vuelvas parte de esta manada, de mí manada, siendo así el Consejo de Ancianos esperará a cambio algunos herederos cambiaformas y el plan original seguirá en pie, así que no hay forma de que pueda negarme a ello…-mirando hacia otro lado, Yuri pareció controlar su vergüenza antes de seguir- Puedes tomarme la mano, pero sólo eso.

Victor sonrió complacido.

- Esta bien- aceptó y aun teniendo la mano de Yuri sobre su boca, beso la palma haciendo que el otro la sacara rápidamente, sonrojado- Prometo contenerme                    

Fulminándolo con la mirada, Yuri se sentó en su escritorio y regresó a trabajar mientras que Victor volvió a su lugar en el sillón sintiendo como su congelado corazón entraba cada vez más en calor, latiendo desbocado en su pecho, su rostro ardiendo con fuerza.

 

 

Tal como Yuri prometió, a la hora de almuerzo se dirigieron al supuesto invernadero. Bien abrigados, con bufandas y gorros, ambos caminaron internándose por el bosque que rodeaba la casa de Yuri en vez de caminar hacia el pueblo.

Caminando al lado de Yuri, Victor se dedicó a mirar su alrededor. Aunque había parado de nevar, el frío aún se colaba por entre medio de la ropa y te helaba hasta los huesos. Pese a ese frío, no podía dejar de maravillarse por el bosque teñido de blanco. Los pinos parecían postales de Navidad y entre medio aparecían ardillas y uno que otro conejo.

Parecía mentira que hace una noche atrás había terminado peleando en ese lugar con el líder de la manada.

- Parece que te gusta caminar por el bosque- comentó Yuri sacándolo de sus pensamientos.

-Ha pasado tiempo desde la última vez que pude hacerlo, así que trato de disfrutar lo máximo posible- contestó Victor mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro- Además tengo muy buenos recuerdos de la última vez que estuve aquí, contigo encima…

- Era una pelea Victor, nada más- lo cortó Yuri antes de que dijera algo más vergonzoso.

Victor sonrió.

- Que frío príncipe, deberías soltarte un poco más

- Así estoy bien, gracias- refutó el otro y Victor no pudo evitar sonreír divertido por la obstinación del pelinegro.

-Como tú digas- suspiró alzando los brazos en señal de rendición- Aunque ahora que lo recuerdo, esa vez llevabas muy poca ropa…

- Estaba con pijama. Deja de decir las cosas como si se pudieran malinterpretar- gruñó Yuri  fulminándolo con la mirada.

-La verdad ese no era mi punto, más bien me impresiona que hayas aguantado todo ese rato sin tener nada de abrigo, ni siquiera estabas con zapatos- puntualizó Victor y Yuri por fin entendió cuál era la duda del otro.

Suspirando, Yuri se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa.

- Era parte de mi entrenamiento. Correr por la nieve descalzo y sin estar abrigado, era una de las tantas cosas por las que tuve que pasar. Debía volverme fuerte a toda costa para proteger a la manada y manejar mis habilidades- explicó bajo la atenta mirada de Victor.- Ser el líder significa eso, dar todo de sí mismo.

Victor lo miró comprendiendo bastante bien a lo que se refería. Él como cambiaformas también había sufrido un entrenamiento severo, hasta espartano, para controlar sus propias habilidades, así que era comprensible que Yuri teniendo un poder similar, se hubiera visto expuesto a lo mismo. Pero no por eso estaba de acuerdo.

-¿Eso quiere decir que nuestros cachorros pasarán por lo mismo?- preguntó de repente siguiendo el hilo de sus pensamientos.

-¿Eh?

La pregunta tomó con la guardia baja a Yuri. Hablar de su niñez siempre lo llevaba a un estado sombrío, por eso la pregunta de Victor lo había desencajado, lo suficiente para que su fachada habitualmente impávida desapareciera y mirara con asombro al peliplatinado mientras un sonrojo adornaba sus mejillas.

Victor lo miraba seriamente, aunque no podía evitar que un leve color carmín coloreara sus mejillas al darse cuenta del peso de sus palabras.

- Digo- pronunció, carraspeando ligeramente- Ya que tendremos hijos en un futuro no muy lejano, quería saber que les esperaba…

Yuri formó una gran “o” con sus labios, hasta llevarse una mano al mentón en gesto pensativo.

- La verdad no lo había pensado. Hasta ahora siempre he mirado hacia el futuro pensando como líder y nunca desde el punto de vista como un omega, no me criaron para eso- admitió- El tener hijos fue repentino e inesperado y por todo lo que ha pasado no he tenido tiempo de pensarlo.

Victor lo miró asombrado.

Si lo analizaba, hasta él mismo sentía la mayor parte del tiempo que Yuri se comportaba más como un alfa que un omega, pero nunca pensó que fuera tan extremo que ni el mismo Yuri se había puesto en el lugar de un omega. Su pequeña explicación había revelado más de su persona de lo que esperaba y le dejaba bastante claro que si alguien había decidido que ellos dos debían tener hijos, ese no había sido Yuri.

Pero más importante, ¿Yuri se sentía listo para tener hijos? ¿Él mismo se sentía listo para eso?

- Entiendo a lo que te refieres- aceptó Victor alzando la mirada hacia un punto inespecífico- Yo nunca pensé en alguna vez tener familia, mi único objetivo era la venganza, hasta ahora- admitió volviendo su vista hacia Yuri- Debo admitir que la idea de la paternidad me aterra un poco, ¿A ti no?

Yuri bajó la vista, pensativo. Hasta ahora sólo había visto ese emparejamiento forzoso como la oportunidad de tener una descendencia fuerte, tal como el Consejo deseaba y así también asegurar el futuro y el bienestar de su manada. Todo en sacrificio de su propia felicidad.
Pero ahora que había compartido más con Victor ya no sentía que el encuentro fuera tan forzoso, pero en su mente seguía “descendencia para la manada” y no los conceptos de familia…

De repente, Yuri abrió los ojos sorprendidos al darse cuenta de algo.

Volteando la mirada, fijó su vista con intensidad en Victor al punto de intimidarlo.

- ¿Es mi impresión o acabas de proponerme que formemos una familia?- consultó Yuri- ¿Qué sucedió con tú libertad? ¿No que era un revolcón y luego te irías?

Victor abrió la boca impactado, mientras un sonrojo empezaba a escalar a grandes zancadas por su rostro. No había medido sus palabras. Ni siquiera él mismo se había dado cuenta hasta qué punto sus ideas iniciales habían cambiado hasta el punto de que ahora le parecía normal pensar en quedarse. Lo más importante es que la idea no le disgustaba. Ni un poco.

Carraspeando y en un intento de recuperar la compostura miró hacia otro lado.

- Tú fuiste quien me dijo que sería parte de tu manada al terminar todo. Siendo así, sería ridículo el querer mi libertad y dejarte atrás con todo- respondió tratando de sonar razonable y lógico.

-¿Por qué?

- Porque no tendría razones para irme. Cuando me fui de mi manada fue por sobrevivencia, por una futura venganza, pero ahora…

-¡Hey!¡Yuri!

El fuerte e inoportuno grito de Phichit interrumpió de golpe la conversación, haciendo que ambos voltearan hacia el recién llegado. Con una amplia sonrisa Phichit saludo a Yuri, omitiendo descaradamente a Victor, al parecer un día no bastaba para que lo perdonara por haberlo dejado inconsciente.

- ¿Phichit, que haces por aquí?- consultó Yuri

-Eso debería preguntártelo a ti, raramente sales de tu oficina, salvo sea por algún asunto relacionado con la manada- respondió Phichit cruzándose de brazos y mirándolo intrigado.

- Vine a dar un paseo con Victor, quería mostrarle el invernadero…

Tan pronto Yuri pronunció la última palabra, los ojos de Phichit se oscurecieron. Su mirada, que hasta ahora no se había fijado en Victor, se clavó como una daga en su persona.

- En ese caso los acompaño- gruñó.

Yuri alzó una ceja pero no dijo nada ante el comportamiento de su amigo, mientras que a su lado Victor fruncía el ceño. Estaba claro que Phichit no profesaba simpatía por su persona, pero el rápido cambio de actitud le había extrañado sin contar que había interrumpido su “cita” con Yuri.

Sin tener ni voz ni voto, Victor tuvo que aceptar a regañadientes que Phichit los acompañara lo que quedaba de camino al invernadero.

Sin embargo, a medida que se iban acercando, Victor prácticamente se olvidó de Phichit mientras veía el “invernadero”.

En su vida había visto una construcción tan increíble.

Con grandes y hermosos ventanales de vidrio, con un estilo antiguo y sofisticado, daba la impresión que estaba frente a un palacio de cristal y no un invernadero. La estructura se encontraba enmarcada por metal pintado de blanco y ya desde la distancia se veían las plantaciones que albergaba.

En su mente había imaginado las típicas construcciones de plástico en forma de túnel, curvas y sin ningún brillo. Era claro que se había equivocado.

- No pensaste que sólo cultivábamos frutillas, ¿o sí?- consultó Yuri al ver el asombro reflejado en el rostro del otro.

-Supongo que también me puedo equivocar- aceptó Victor ligeramente avergonzado.

Ya entrando al recinto se les acercó un joven de cabellos oscuros y cejas gruesas. Tan pronto apareció, Victor notó que Phichit aumentaba su estado de alerta y se movía con agilidad al lado del recién llegado.

- Líder, que sorpresa tenerlo aquí- lo recibió el hombre. Pese a lo dicho su rostro no mostraba ni el más mínimo rastro de asombro y Victor se preguntó si era un rasgo común en él no mostrar emociones.

- Seung-gil, te presento a Victor. Vinimos porque él quería conocer el invernadero.- fue la respuesta de Yuri, mientras que Victor sintió como la oscura mirada del otro se posaba en su persona.

Por un instante, estuvo seguro de ver un pequeño destello en esos ojos, algo similar a reconocimiento y cierto enojo.

-¿Ah, sí?- consultó observándolo atentamente.

- Si- respondió esta vez Victor devolviéndole la intensa mirada- Tenía curiosidad, de donde vengo no es común tener fresas en pleno invierno.

Un pequeño gesto de asombro pareció adornar el rostro de Seung-gil.

-Eso es porque no tienen a Seung-gil- respondió Phichit interrumpiendo el contacto visual y captando la atención de ambos- Es uno de los mejores agrónomos y científicos de nuestra manada, es normal que él pueda desarrollar algo como esto y más. Todo lo que ves aquí, gran parte es resultado del trabajo que ha hecho su equipo- habló con orgullo mientras se cruzaba de brazos.

Victor parpadeó ligeramente antes de que una malvada sonrisa empezara a surcar sus labios.

- Ya veo, en ese caso me gustaría pedirte Seung-gil-san si me puedes mostrar más de tu trabajo, si es que no es problema.

Seung-gil alzó levemente las cejas y Phichit abrió la boca listo para oponerse, pero Seung-gil se le adelantó.

-Está bien, síganme por aquí- indicó haciendo un gesto con la mano y como si no fuera suficiente, agregó- Phichit ya deberías regresar al trabajo, tu hora de descanso ya terminó.

Boquiabierto y tratando de pronunciar alguna excusa, Phichit se vio ante la triste realidad de haber sido derrotado por Victor y no tener motivo para seguir ahí. Él podía ser un alfa, un centinela y la mano derecha del líder de la manada, pero aun así sabía que cualquier argumento sería ahora derribado letalmente por Seung-gil. Su sola mirada ya se lo decía.

Con el rabo entre las piernas, Phichit retrocedió algunos pasos hacia la puerta.

- Si necesitas algo Yuri, me avisas- fue su último recurso, pero para su mala suerte Yuri solo asintió en respuesta.

Victor sonrió triunfal mientras caminaba al lado de Yuri. No sólo había sacado a Phichit del medio, sino también había descubierto que este tenía sentimientos hacia Seung-gil, lo cual lo aliviaba más de lo que quería aceptar. Eso significaba que el hombre sólo veía a Yuri como un amigo, hasta como un hermano, pero no con sentimientos que podían intervenir en su relación con Yuri.

Después de un recorrido que fue más interesante de lo que hubiera esperado, Seung-gil los dejó solos, para que pudieran ver con más detalle lo que les interesara.

- Realmente él hace ver el mundo de las plantas mucho más interesante de lo que hubiera esperado- comentó Victor mientras se agachaba a ver la pequeña fresa que crecía – Sinceramente me hace querer volver a tomar ese libro de biología que deje tirado en algún rincón de mi pieza

Yuri rio suave ante el comentario.

- Si, Seung-gil tiene ese efecto cuando habla sobre algo que lo apasiona. Es algo que uno no esperaría de alguien que no suele mostrar sus emociones, eso hace que hasta su compañero se sienta celoso de las plantas…

-¿Seung-gil tiene compañero?- consultó Victor curioso.

- Si, ¿no lo notaste?- consultó de vuelta Yuri ladeando el rostro- Es Phichit. Hace dos años y un poco más que son compañeros, aunque Phichit tuvo que insistir por mucho tiempo antes de que Seung-gil aceptara

-¿Cuánto?

- Veamos- pronunció Yuri llevándose un dedo al mentón en pose pensativa- La primera vez que Phichit lo vio tenía alrededor de cuatro años y creo que en ese entonces Seung-gil tenía ocho años. Fue amor a primera vista según Phichit y desde entonces estuvo insistiendo por casi 16 años antes de que Seung-gil lo aceptara…- Yuri sonrió ligeramente- Aún puedo recordar como Phichit se daba cabezazos contra un libro tratando de aprenderse las fases de la fotosíntesis para poder conversar con Seung-gil, creo que hasta tuvo pesadillas con eso…

Victor tragó duro. Dieciséis años.

Eso, no solo le hizo sentir un nuevo respeto hacia Phichit, sino también miró a Yuri con recelo, esperando que ese no fuera su final también.

¿Cuánto llevaban juntos? ¿Cinco…seis días?

Oh Dios, le esperaba una eternidad. Al parecer el ganarse el corazón de un omega en esa manada no era tarea fácil. Por suerte tenían un trato, o sino…

-¿Por qué te ves tan decaído?- preguntó de repente Yuri fijándose en la depresiva aura que envolvía ahora a Victor- Ahora ellos están bien, aunque Seung-gil no lo demuestre en público, él realmente ama a Phichit, sino no estarían juntos

- La verdad no es su relación la que me preocupa- respondió Victor poniéndose de pie y al ver que Yuri alzaba una ceja sin comprender del todo a que se refería, negó con la cabeza- No es nada. Ya es hora que regresemos, ¿no es así?.

Sin comprender aún el estado de ánimo del cambiaformas, Yuri asintió.

Después de despedirse y de agradecer a Seung-gil por su tiempo, ambos emprendieron rumbo hacia la casa de Yuri bajo un tranquilo y melancólico silencio. Inmerso en sus pensamientos, Victor repasaba los hechos comprendiendo ahora porque Phichit se había comportado tan a la defensiva cuando supo que iban al invernadero. Después de que lo había dejado inconsciente, era normal que el hombre se mostrara protector y quisiera verificar que su compañero no saldría lastimado si él intentaba nuevamente de las suyas, y la verdad Victor no lo recriminaba por pensar así. Seguramente el ser forastero y cambiaformas ya aumentaba las alarmas naturales de cualquiera, si además esa persona te había lastimado era muy probable que terminarías siendo más cauteloso y desconfiado. Eso lo hacía pensar que era lo que Yuri realmente pensaba de él.

Era cierto que le había pedido que viviera, le había dicho que sería parte de su manada y hasta el padre de sus hijos (aunque eso último más le parecía que había sido una imposición de otros más que una real decisión suya), pero ahora que lo miraba en retrospectiva era normal esperar que Yuri desconfiara de él o al menos fuera receloso.

Tal como Seung-gil se había mostrado a él por lastimar a su compañero, Yuri debía tener más barreras hacia él después de la pelea que habían tenido.

Sin embargo, ¿Por qué no lo sentía así?

Tan inmerso estaba en sus pensamientos, que no notó cuando Yuri se colocó a su lado hasta que sintió sus dedos, helados, rodear su mano.

El gesto tomó por sorpresa a Victor, que sin poder evitarlo miró con ojos abiertos a Yuri, quien por su parte miraba al frente con el rostro impávido y serio.

- Dijiste que me tomarías de la mano, ¿lo olvidaste?- consultó sin mirarlo, demasiado avergonzado por dentro para intentarlo.

- Creí que no querías que te tocara- pronunció un poco aturdido por esa inesperada muestra de cariño, sobre todo teniendo en cuenta su línea de pensamiento.

Yuri carraspeó un poco en un intento de desarmar el nudo que tenía en el estómago producto de los nervios.

- La verdad, no estoy acostumbrado a que me toquen a menos que sea en una pelea.- explicó- La única mano que recuerdo haber tomado hasta ahora es la de Phichit y creo que fue para ayudarme a levantarme después de una pelea. Claro que mi tío se enojó y dijo que yo debía aprender a levantarme sólo y después del castigo no quise tocar la mano de nadie por mucho que me la ofrecieran. Pero esta vez es diferente…

-¿Por qué? ¿Confías en mí?

Yuri alzó la vista y miró directamente a los ojos de Victor.

- No confío plenamente en ti, recién te vengo conociendo.- aclaró, haciendo que el pecho de Victor doliera por las filosas palabras- Pero si confío en mi juicio. Toda mi vida fui educado para guiarme por mi razonamiento y aunque la situación en que fue impuesta nuestra relación es adversa y no me agrada, por primera vez quiero darme al menos la libertad de desarrollarla bajo mis condiciones, mis principios. Poder actuar y hacer lo que siento sin temor a represalias.

- En otras palabras, tomarme de la mano es una forma de rebelarte a tus enseñanzas – concluyó Victor acercando su rostro peligrosamente hacia Yuri - ¿O será porque deseas conocer el poder de una caricia?                                                                                          

Sin moverse ni retroceder, Yuri enfrentó el rostro de Victor, pero sintió calor en sus mejillas mientras su estómago se retorcía en respuesta.

- Si dejamos de lado los arreglos de genética y que soy un cambiaformas, y sólo por un segundo fuera un simple hombre, ¿me elegirías como tu compañero? ¿me dejarías besarte?

Suave, la mano libre de Victor se posó sobre la mejilla de Yuri entregándole mayor intimidad al momento mientras su azulada mirada se posaba en los contrarios. Yuri podía ver lo claro y honestos que eran los ojos de Victor en ese momento y lo sinceras de sus palabras. Victor no estaba jugando con él, ni usando alguna frase cliché que siempre usaba para conquistar omegas.

Esta era una petición real.

Por un momento, quiso hacerle caso, cerrar los ojos y evadir la realidad en que se encontraban e imaginarse que hubiera sucedido en otra situación, en otro espacio tiempo si se hubieran conocido bajo otras circunstancias. Seguramente también se habría sentido irritado con la actitud de Victor, su habitual galantería y comentarios pervertidos, sin contar esa tendencia de molestarlo con el fin de divertirse, pero al final seguramente también habría visto el otro lado. Aquel maduro, pero frágil a la vez, roto por su pasado y presente.

- No – pronunció finalmente Yuri- No, porque ese hombre no sería el mismo que tengo ahora al frente. El Victor que conozco es quien es por todo lo que ha pasado siendo un cambiaformas, pude conocer todas tus facetas gracias a lo impuesto por el Concejo y el acuerdo que llegaste con mi tío. Negar eso es negar lo que sé sobre ti y eso no es lo que quiero. Ya te lo dije ¿no?, para involucrarme contigo quería conocerte y gracias a todo lo que hemos pasado, peleas incluidas, sé ahora a quien tengo a mi lado y que esperar. Es por eso que ahora te acepto como compañero.

Victor abrió los ojos sorprendido, emocionado, esa sensación que sólo Yuri podía provocar en él brotando como un manantial, desbordando por todo su ser, descongelando por completo su corazón y llenándolo de una sensación cálida que en su vida había sentido.

-Espera, ¿De verdad tú…?

Yuri suspiró, su estómago hecho un remolino, sus ojos brillando en honestidad.

- Si, te acepto como mi compañero, pero no por otros, sino por lo que he conocido de ti. Eso sí, eso no quiere decir que pasaremos a lo físico al tiro, ya te lo dije, no estoy acostu…

Sin dejarlo terminar, Victor lo atrajo hacia sus brazos, rodeándolo como el más preciado tesoro. Sus labios se posaron suaves sobre la cabeza de Yuri.

- Es más que suficiente- respondió- Ya te lo dije, me contendré por ti. Por lo menos lo que queda antes de cumplir las dos semanas…

-¿Eh?- Yuri alzó su cabeza confundido y se encontró con la emblemática sonrisa de Victor.

-Un acuerdo es un acuerdo príncipe, y dijiste que en dos semanas yo podía tocarte y créeme que te haré cumplir tu palabra- explicó, su sonrisa aumentando a medida que cada palabra salía de su boca.                                                                                 

- S-si, bueno aún no se cumple ese tiempo, así que no cantes victoria aún- contestó entre indignado y abochornado, tratando de apartarse del abrazo sin éxito, ya que Victor lo sujetó con mayor fuerza, sin dejarlo escapar.

- ¿Es mi impresión o te estoy poniendo nervioso, príncipe?- consultó acercando su rostro hasta su cuello- Si sigues poniendo esa expresión me obligarás a comerte aquí mismo

- Y-ya te dije que no estoy acostumbrado a este tipos de gestos- expresó tratando de que su voz no sonara humillantemente aguda- Y deja de decir cosas pervertidas

- Lo siento, no puedo. Es inevitable cuando estas cerca mío- pronunció apartándose al tiempo que se encogía de hombros con la expresión de un niño inocente, pero solo causó que Yuri lo mirara incrédulo con una ceja alzada - Sólo porque tenemos un trato te dejaré escapar esta vez

Liberando totalmente a Yuri de su prisión momentánea, vio como este se apartaba para alisarse la ropa con las manos antes de emprender nuevamente la marcha. Desde lejos, Victor pudo ver como rápidamente Yuri retornaba a su actitud habitual, su expresión seria y taciturna, la postura del líder de la manada. Sin embargo, bajo toda esa fachada lo vio.

Una leve, suave e imperceptible sonrisa se dibujaba sobre los labios de Yuri y eso bastó para que el corazón de Victor se calentara. Si había podido lograr ese pequeño gesto inconsciente en el pequeño omega, podía darse por satisfecho y esa sola idea lo sorprendió tanto como lo asustó.

En el pasado la sonrisa de su hermano lo había alegrado, pero esta era la primera vez que alguien ajeno a su familia causaba esa sensación en él. Un gesto tan simple, pero que podía llenarlo tanto.

Sin saberlo, Yuri le estaba dando más razones para querer vivir, y el sentimiento de venganza aún latente en su cuerpo, se iba diluyendo poco a poco.

Notas finales:

Jojojo...parece que estos dos estan avanzando, no?

Debo admitir que morí de la risa con solo imaginar la cara de Victor cuando se imaginó esperar dieciséis años por Yuri XDD...creo que es demasiado para nuestro querido lobo XDD

Muchas gracias por leer y no olviden comentar para saber que les gusto! Hasta una carita feliz me sirve ;)

Sus comentarios son vida!! <3

 

Nos vemos!!

 

PD: Aquí les dejo el link a unas fotitos del invernadero en que me inspiré para la historia, se llama Palacio de Cristal de Arganzuela, es un invernadero que queda en España y es increíble

Link--> Foto 1 ; Foto 2


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