Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Príncipe Omega por TidsoptimistMF

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis amores!!

Esperaba subir este capitulo ayer, pero hubo una fiesta en la casa del vecino toda la tarde, cumbia y salsa por doquier, tambien un poco de rock, que me hizo dificil revisar el capitulo.

En fin, espero que les guste este nuevo capitulo, le estuve dando hartas vueltas, pero decidí mejor subirlo que seguir cambiandolo, ya saben lo que dicen: "La perfección es enemigo de lo bueno"

Disfruten!!

 

Vergüenza. Pura, roja e incontrolable.

Yuri tuvo que hacer uso de toda su fuerza para retomar su estoica expresión y no dejar que la vergüenza inundara su rostro cuando vio las manchas de su orgasmo sobre las sabanas, el perfecto cuerpo de Victor a su lado, su pantalón siendo la única barrera para no tirar por la borda su acto de líder implacable. Una inhalación profunda para no dejar que el sonrojo atacara sus facciones.

Para su suerte, Victor tampoco intentó nada para alterarlo. Increíblemente, no le hizo preguntas, ni tampoco bromeó o intentó tocarlo, es más, le dio espacio. Como si innatamente supiera que debía guardar las apariencias y dejarlo procesar todo a su ritmo, tranquilo, sin ningún tipo de presión.

Y Yuri se lo agradecía infinitamente. Eso era igual a un punto menos en su cabeza en que preocuparse y poder enfocarse en controlar la tormenta que lo sacudía con cada minuto que pasaba.

Si, control. Era parte de su vida, de sí mismo, algo que lo definía, pero con Victor parecía haber desaparecido. Como omega había disfrutado en los brazos de Victor, se había liberado, pero como líder, sentía que su actitud había sido por lo menos, reprochable. Aún no podía creer que por un simple beso en el cuello había terminado gimiendo, gritando y prácticamente empalándose contra los dedos de Victor.

Se sentía tan abrumado por sus acciones y su descontrol que quería meter su cabeza bajo tierra y no sacarla nunca más de ahí. Sentía que había sido otra persona, otro Yuri. Uno libre, sin cadenas, ni reglas. Uno donde no era el líder.

De nuevo esa sensación de sentirse desencajado, embargándolo.

Yuri pensó si a todo el mundo le pasaba lo mismo la primera vez o simplemente él era el anormal por sentirse tan perdido. Tan fuera de juego. Después de todo él y Victor eran compañeros y era normal que intimaran, que se besaran, tocaran y… perdieran-el-control.  

Quiso golpearse contra una mesa.

¿Cómo es que la gente normal hacía eso? ¿Tener sexo, entregarse al descontrol tan fácilmente, mostrar su lado más vulnerable a otra persona y no morir de vergüenza al otro día?

Y en medio de esa neblina de confusión, la respuesta apareció. Fácil, hasta sencilla.

Porque en algún punto, él había confiado en Victor, lo suficiente para dejarse llevar, para entregarle el control y mostrar un lado que ni él mismo conocía. Y esa misma confianza era la que ahora hacía temblar sus cimientos, borrar la vergüenza y hacer que su corazón se agitara ante el descubrimiento.

-Parece que tuviste una buena noche- comentó Phichit, entrando de repente a su oficina.

Yuri casi lo asesinó con la mirada, Phichit ni se inmutó.

- No sé de qué estás hablando- fue su fría respuesta mientras volvía su atención a unas cifras que habían quedado abandonadas al dejarse llevar por sus pensamientos.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de su segundo al mando.

- Hablo de la marca que tienes en el cuello, Líder.

Un pequeño tic apareció en la ceja de Yuri.

-Fue un mosquito- respondió tratando de no alterarse ante la aguda visión de su amigo.

-¿Un mosquito invernal?

 Yuri rodó los ojos. Dejando los papeles a un lado, fijó su vista en Phichit que le miraba con diversión.

- Si ya terminaste de reírte de mí, será mejor que regreses a tu turno, si no quieres que me acrimine…

Phichit apretó sus labios, evitando soltar una carcajada.

Conocía a Yuri desde pequeño, respetaba y admiraba al líder en el que se había convertido, era alguien de quien nunca dudaría su juicio y acciones. Sin embargo, eso no evitaba que estuviera con dolor de estómago intentando contener la risa que exigía aflorar, al verlo tan avergonzado.

En los años que lo conocía, nunca lo había visto ruborizarse o verse tan incómodo como ahora. Sus tristes amenazas hacían aún más chistosa la situación.

Si bien para Phichit, Victor no era de su agrado, sobre todo por el aprieto que metió a su líder por sus crímenes, no podía evitar estar un poco agradecido con él. Ver en el rostro de Yuri algo más que frío estoicismo, era un alivio. Sabía por todo lo que había pasado Yuri para estar en la posición que estaba y ver que por fin había encontrado alguien que lo podía sacar de sus casillas y hacerlo más humano, lo hacía estar feliz por su amigo.

Por fin Yuri estaba aprendiendo lo que es amar a una persona y luchar por ello. No una manada, ni por un deber, sino por un deseo propio.

- Esta bien, me iré- aceptó finalmente Phichit levantando las manos en son de rendición- Pero antes me gustaría saber dónde está tu mosquito, perdón, Victor.

Yuri achicó los ojos.

- Está en el gimnasio- contestó finalmente volviendo su vista hacia los papeles- Se adelantó mientras yo terminaba esto.

Esta vez fue el turno de Phichit de entrecerrar sus ojos.

- Aún es temprano, creí que entrenabas en la mañana y luego en la noche.

- Si, así era, hasta hoy. Le pedí a Victor que aumentara el entrenamiento a cuatro veces al día. Si quiero ganar esa pelea debo entrenar más duro, aún me falta para poder ganarle a Jean…

Phichit lo miró con semblante serio, mientras se cruzaba de brazos. Entendía el punto de su amigo en cuanto a no confiarse y mejorar lo más posible, pero también sabía que Yuri no era alguien débil que podía ser derrotado fácilmente. Él era fuerte. No por nada se sometió a los entrenamientos espartanos de su tío Toujirou desde pequeño.

- Si alguien tiene la capacidad para ganarle a ese tipo, ese eres tú, Yuri- pronunció finalmente, mirando sin parpadear-  Jean puede ser fuerte, pero sólo tú tienes algo que él nunca tendrá y eso es tenacidad.

Yuri alzó la vista y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

- Gracias.- respondió viendo como Phichit le regresaba la sonrisa. Las palabras de su amigo lograron apaciguar un poco el tormento en su interior. Aunque era consciente de sus habilidades y de su fuerza, Yuri no podía evitar sentirse algo intranquilo con la pelea que vendría.

Miró los papeles en sus manos. Si no fuera por las responsabilidades que tenía y que no podía dejar el trabajo de lado, Yuri ya se encontraría entrenando y dedicándose por completo a mejorar sus habilidades y ser más veloz en sus ataques. Sin embargo, también era consciente que estos espacios en donde trabaja le daba tiempo a su cuerpo de recuperarse. El dolor punzante en su cabeza y sus músculos, le recordaban que debía calmarse un poco si es que quería llegar en buen estado a la pelea…

- Bueno, ya es hora de que me vaya, tengo que pasar hacer unos encargos antes de volver al trabajo- comentó Phichit desperezándose y encaminándose hasta la puerta- Por cierto Yuri, ¿Qué supresor me recomiendas?

-¿Supresor?

Incomodo, Phichit sostuvo el pomo de la puerta entreabierta, su mirada fija en un costado.

- Si, bueno…Seung-gil me pidió que le comprara unos, ya sabes, aún no se siente listo para tener familia y aunque yo creo que sería una madre excelente, pienso que tiene razón en esperar. Aún somos jóvenes y la paternidad es a tiempo completo y…- Phichit se detuvo al ver que había hablado demás. Tosiendo discretamente para controlar su sonrojo, volvió al tema principal- En fin, no se mucho de supresores ni marcas, por eso pensé que tú podías recomendarme una, ya que eres más experto que yo en esa área…

Yuri lo miró fijamente por unos segundos, hasta que su ceño comenzó a fruncirse pronunciadamente.

El celo. Una de las otras tantas cosas que debía lidiar como omega. Por un espacio de dos a tres días, los omegas entraban en un periodo de fertilidad, siendo altamente susceptibles a quedar embarazados y por lo mismo atraer a todo alfa o beta a la redonda.  Antiguamente, se abusaba del celo de los omegas, ya que al estar más vulnerables, dispuestos y dóciles al placer, eran blancos fáciles para que los más fuertes se aprovecharan. Con el tiempo se habían creado supresores para controlar la liberación de feromonas y los cambios que se producían en el cuerpo del omega para evitar el abuso y la natalidad. Aunque a veces traían efectos secundarios indeseados, los supresores eran un gran aliado para contrarrestar el estado de celo en general.

Sin embargo, para Yuri en esos momentos la palabra supresor hizo mella en su estoica postura, mientras un sudor frío comenzaba a cubrirlo.

¿Cómo es que no lo había notado antes?

Miró a Phichit. Seguramente su amigo al tener compañero no había notado la diferencia, pero Victor… todo comenzó a cobrar sentido dentro de la cabeza de Yuri. Su cuerpo más lento y pesado, su susceptibilidad a los aromas, al tacto… y ahora su dolor de cabeza, todo terminó encajando dentro de su cabeza formando el cuadro por completo. Su cuerpo se había estado adaptando a lo que vendría, dándole señales, pero él no se había percatado, hasta ahora.

-¿Sucede algo?- consultó Phichit confundido, preocupado.

- Phichit creo que tendrás que reacomodar tu horario- pronunció Yuri al tiempo que enfocaba su vista en él- Llamaré a mi tío Toujirou, es probable que me ausente algunos días en la “cabaña”

Phichit lo miró al tiempo que sus ojos brillaron en comprensión.

-No te preocupes yo me encargaré de todo- aseguró su segundo al mando al tiempo que abría del todo la puerta para salir a toda velocidad.

-Te encargo a Victor- fue lo último que Yuri pronunció antes de que su amigo desapareciera dejándolo solo en esa gran estancia.

Mirando el cielo raso, Yuri suspiró.

Ahora sí que las cosas se le habían complicado.

 

***

 

De brazos cruzados y con el ceño fruncido, Victor se encontraba sentado en el suelo en mitad de ese gran gimnasio mientras veía como reorganizar el entrenamiento de Yuri. Sin tener muy claro el motivo, Phichit había pasado para avisarle que Yuri le había aparecido un asunto importante y debía ausentarse por un tiempo.

Sin despedirse ni dar explicaciones, Yuri había desaparecido de la casa y lo había dejado con un entrenamiento a medias.

Victor se mordió el labio con fuerza. Estaba molesto.

Había pasado una gran cantidad de tiempo realizando un programa de entrenamiento que ayudara a Yuri a reforzar sus fortalezas y mejorar sus puntos débiles para vencer a Jean, tiempo que se había ido a la basura, porque ahora debía organizar todo de nuevo para que calzara con los nuevos tiempos…

El único problema es que no sabía cuándo Yuri volvería. Phichit no había especificado a qué hora regresaría, ni siquiera había dicho si regresaría.

¿Habría pasado algo?

Esa era la pregunta que circundaba la mente de Victor y que sólo aumentaba su ansiedad, pero sobre todo su enojo.

¿Qué era tan importante para que Yuri no pudiera si quiera tener un segundo para ir avisarle?

¿Acaso tenía que ver con Jean?

Victor sabía que le estaban ocultando algo y eso lo irritaba en demasía. Aunque también sabía que estaba siendo irracional y se estaba enredando con nada. Bien podía ser una reunión de emergencia con el Consejo de Ancianos y nada más…

Victor arrugó la nariz, algo dentro suyo le decía que no era eso.

Y sus sospechas comenzaron a tomar fuerza cuando Phichit apareció más tarde para avisarle que Yuri no regresaría a dormir. No le dio más información que esa y Victor tuvo que aguantarse para no lanzarse sobre el hombre y sacarle la verdad a golpes.

Odiaba las evasivas. Sobre todo cuando la información que le negaban tenía relación con el bienestar de Yuri, el no saber de él lo estaba volviendo loco. ¿Quién podría haber imaginado que un omega lo pondría en ese estado de incertidumbre y angustia?

Recostado sobre la cama que compartían, se dejó embriagar por su aroma, recordando la sensación de tenerlo en sus brazos, del calor de su piel contra la suya, los gemidos contra su boca.

De su gesto tranquilo al dormir…

Su rostro giró pare ver el espacio vacío en la cama. Deseaba salir a buscarlo solo para cerciorarse de que se encontraba bien y volver, pero sentía que si salía de su casa sin compañía, estaría rompiendo su confianza.

Sin contar que si alguien lo veía, podía pensar que estaba intentando escapar. Otra vez.

No. Ya no quería traerle más problemas a Yuri, suficiente tenía ya al encargarse de Jean y pelear su pelea para además armar alboroto sólo porque él no podía quedarse tranquilo en casa.

Debía ser un buen perro guardián.

-Realmente me he vuelto patético- suspiró finalmente llevándose una mano a la cara, cubriendo la melancólica sonrisa en su rostro.

De ser un forajido de la justicia de su manada, de vivir años a base de su propia fuerza, de enfrentarse contra otros alfas para sobrevivir, todo eso para terminar tirado en una cama lamentándose por no saber de su omega era realmente…vergonzoso. Por no decir, triste.

¿En qué momento fue que se volvió tan dependiente de Yuri?

¿Cómo es que de ser un alfa seguro y orgulloso, terminó siendo este manojo de nervios?

Negó con la cabeza.

¡Era suficiente!

Levantándose de un salto se encaminó hacia el gimnasio de la casa. Si su cabeza no paraba de pensar en Yuri y de llenarse de insanas preocupaciones, entonces la obligaría a enfocarse en otra cosa y el ejercicio era la mejor opción.

Revisando una vez más el nuevo entrenamiento que le había hecho a Yuri, comenzó a realizar todos los ejercicios ahí descritos en busca de mantenerse ocupado y de paso, reforzar su estado físico. Tantos días encerrado comenzaban a pasarle la cuenta.

No fue de extrañar que para cuando ya había terminado la serie de ejercicios, el sol se abría paso por la neblinosa mañana. El sudor corría por sus músculos calientes y la ropa ya se adosaba a su cuerpo como una segunda piel, pero Victor se sentía como nuevo.

Hace mucho que no sometía a su cuerpo a tal cantidad de ejercicio, continuo y sin freno, sin embargo lo hacía sentirse revitalizado. Fuerte.

Con renovada confianza y seguridad, decidió dejar el gimnasio para tomar una buena ducha y luego iría por Phichit. Como compañero de Yuri merecía respuestas o al menos saber dónde se encontraba su omega. Ya no seguiría bajo la incertidumbre.

 

 

Ya duchado y con un par de tostadas en el estómago, Victor se encaminó a la entrada de la casa, decidido a ir por Phichit.

Tomando el pomo de la puerta, la abrió de un solo movimiento.

- Veo que ya estas levantado

La voz lo descolocó por un segundo. Alzando la vista y mentalizado para atacar de ser necesario, se encontró con la oscura mirada de Katsuki Toujirou.

- Iba en busca de Phichit- fue lo único que pudo decir como toda respuesta mientras recuperaba la compostura, pero sin bajar sus defensas. Toujirou podía ser el tío de Yuri, pero el hombre le había ofrecido a su sobrino y sus cachorros como moneda de cambio para conseguir su libertad.

Para Victor, Toujirou era un viejo y astuto sabueso. En otras palabras, no era de fiar.

- Phichit está ocupado con algunos asuntos concernientes a la manada. ¿Para qué lo necesitabas?

Victor entrecerró los ojos de forma imperceptible, mientras por dentro decidía si decir la verdad o no.

Al final optó por hablar.

- Yuri- pronunció finalmente, sus dientes más apretados de lo que esperaba- Quiero saber dónde esta

El curtido y fuerte rostro de Toujirou pareció regocijarse ante su respuesta y una sonrisa de satisfacción surcó sus labios.

- Que extraña coincidencia, yo vine exactamente por el mismo motivo. Vine a buscarte para llevarte donde está mi sobrino.

Todas las alarmas se encendieron en el cerebro de Victor ante esa frase. Algo no cuadraba en esa oración. Más bien, todo en esa oración no cuadraba, empezando por el tío de Yuri.

-¿Él está bien?- consultó, sus ojos filosos y amenazantes, sin embargo no hicieron mella en Toujirou.

El hombre era un hueso duro de roer y ya tenía suficientes años vividos para comenzar a amedrentarse por miradas amenazadoras. En vez de eso, su sonrisa se ensanchó.

-¿Por qué no lo compruebas tú mismo?

Su tono insidioso, casi burlándose de él sólo aumentaron la desconfianza de Victor hacia el hombre. Aun así aceptó seguirlo para ir donde Yuri, fuera o no una trampa, bien sabía que tampoco tenía otra opción.

Por lo que había visto de Katsuki Toujirou, aceptaba por las buenas o lo obligaría por las malas. Entre las dos opciones, prefería la primera.

- Llévame con él- respondió aceptando las consecuencias que vendrían ante sus palabras.

- Bien, en ese caso, espero que no te moleste que pida algunos refuerzos para llevarte donde él esta…

Toujirou no terminó de pronunciar esas palabras cuando dos hombres vestidos de negro aparecieron a su lado. Victor conocía bastante bien esa vestimenta para identificarlos rápidamente. Eran centinelas.

-Ya sabes, por seguridad. Aunque mi sobrino te considere de la manada, aún sigues siendo un cambiaformas condenado a muerte y no quiero tomar riesgos, sobre todo que intentes escapar- pronunció con una astuta sonrisa de zorro mientras los centinelas se ponían detrás de Victor.

Sin oponer resistencia, Victor dejó que lo esposaran.

Si llegaba a hacer algún movimiento en falso, sabía que Toujirou lo utilizaría en su contra y pondría en riesgo todo lo que Yuri había logrado hasta ahora. La ayuda que le había brindado se vendría abajo y las posibilidades de terminar en manos de Jean eran altas.

Ya tenía suficiente con que una manada quisiera su cabeza, para además agregar la de Yuri.

Apretando los dientes para evitar cualquier mala palabra, se dejó guiar hasta una camioneta negra, donde subió quedando flanqueado por uno de los guardias mientras el otro se subía adelante junto a Toujirou, para manejar.

El silencio perduró durante todo el trayecto y Victor mantuvo la mirada al frente todo ese tiempo, memorizando el recorrido en caso de ser necesario.

A medida que las casas de la manada iban quedando atrás, la tensión comenzó a aumentar en el cuerpo de Victor.  Su cerebro creaba miles de posibilidades, cada vez dudando más de que lo estuvieran llevando realmente donde Yuri  y en realidad fuera una trampa, siendo el destino final donde Jean.

Casi podía imaginar la sonrisa de satisfacción de ese bastardo al ver que lo entregaban en bandeja de plata.

- Tranquilo lobo, ya estamos por llegar- pronunció Toujirou al escuchar como Victor rechinaba los dientes. – Yuri estará encantado de verte…

Victor no creyó ni una sola palabra, sin embargo no dijo nada e intentó calmarse un poco. Si seguía así sentía que pronto se le rompería un diente, sino es que todos.

Después de unos minutos, la camioneta se detuvo.

-Aquí nos bajamos- le avisó Toujirou, abriendo la puerta y bajando del vehículo.

Sin protestar, Victor lo imitó, su sagaz vista mirando a su alrededor.

- Yuri no está aquí, si es lo que buscas. – dijo Toujirou comenzando a caminar en dirección a los árboles- Desde aquí debemos caminar para llegar donde está. Sígueme lobo.

A regañadientes Victor lo siguió. Sabía que Toujirou se traía algo entre manos, estaba demasiado relajado, casi contento y satisfecho, como si pronto sus planes se hicieran realidad. Su forma de caminar era la de alguien confiado y ese exceso de confianza, sólo erizaba más la piel de Victor.

Sin embargo, pese a que todos sus sentidos le advertían del peligro, en ningún momento se permitió mostrarse preocupado. Sus pasos eran seguros, su expresión era seria, pero sin llegar a fruncir el ceño.

-Eres un buen soldado…-comentó de repente Toujirou, tomando por sorpresa a Victor, quién se limitó a alzar una ceja como toda respuesta- No das pasos innecesarios y te encuentras en todo momento alerta, pero sobre todo mantienes la cabeza fría. Sé que estas preocupado por Yuri y que no confías en mí, pero aun así no has intentado ninguna locura, eres consciente de tu entorno y de tus posibilidades…

- Interesante análisis, pero no veo cuál es su punto- aclaró Victor sin perder la calma.

Toujirou sonrió.

- Conciso también- pronunció soltando un suspiro al aire- Sabía que no me equivoqué cuando hice ese trato contigo, definitivamente eres buen material para tener mis sobrinos-nietos, aunque claro, pensé que para ahora ya habrías cumplido con tu parte…

Victor achicó los ojos.

- Creo que subestima a su sobrino

Toujirou soltó una carcajada ante su comentario.

-Sí, la verdad es que siempre ese chico ha logrado sorprenderme- admitió Toujirou de buena gana - Pero ahora es tiempo que asuma ciertas responsabilidades que ya no puede seguir posponiendo.

-¿A qué se refier…?

Victor se detuvo de golpe.

Dulce, invitante y totalmente familiar, un aroma danzó entre sus fosas nasales olvidándose por un segundo donde estaba y con quien estaba.

Sus músculos se tensaron en respuesta y sus ojos se enfocaron en la pequeña cabaña en mitad de esa blanca planicie, sólo a unos metros de distancia, el aroma rodeando la construcción.

-Verás- comenzó a hablar Toujiro sin inmutarse, rascando un poco su mentón- Sé que mi sobrino es fuerte y confío plenamente en que ganará el encuentro contra Jean. Sin embargo, no tengo la misma seguridad contigo.- mientras Toujiro hablaba, Victor comenzó a voltear su cabeza lentamente hacía él- O Jean. En fin, es hora de que cumplas tu parte del trato. No me importa si después de la pelea deseas irte o si en un arrebato Jean de todas formas te mata, no voy a perder la oportunidad de reforzar nuestro linaje…

Con los ojos desorbitados, Victor fue armando el rompecabezas hasta que terminó por comprender en totalidad el asunto.

Su primer impulso fue salir corriendo de ahí, pero sus piernas y brazos no le obedecían. Estaban hipnotizados por ese fuerte, dulce y embriagante aroma que embotaba sus sentidos y lo tironeaban hacia la cabaña. En la profundidad, su ser clamaba por salir corriendo, pero no para escapar, sino para ir a la cabaña donde el omega lo esperaba.

Su Yuri, lo esperaba.

Necesitó cada ápice de su fuerza para detenerse y no ceder ante sus instintos para salir corriendo en dirección a la cabaña. Sus dientes y puños apretados era una fiel prueba de ello.

- No lo haré- pronunció finalmente- No de esta forma…

-¿Acaso piensas negar a tu compañero?

Victor volteó con tanta fuerza la cabeza en dirección a Toujirou que sintió que por poco se desnuca, sin embargo no le importó. Las filosas palabras del hombre ardían  y dolían más que nada. Si algo estaba seguro en ese momento es que jamás sería capaz de negar a Yuri. Ya estaba atrapado en sus redes y no saldría de ahí.

- Nunca- respondió seguro, enfrentando con la mirada a Toujirou.

- En ese caso ve por él, de lo contrario me preocupare de remplazarte. – fue la clara amenaza de Toujirou- Mi sobrino puede que no lo acepte al principio, pero creme que tengo mis métodos …

-¿Cómo traer un alfa cuando está en pleno celo?- pronunció Victor casi siseando con resentimiento en la voz con sólo pensar en lo bajo que podía caer el hombre frente suyo.

La torcida sonrisa fue toda respuesta.

- No me tientes lobo, hay muchos buenos alfas en la manada. Sólo debo traer uno y listo - pronunció, al tiempo que metía su gran mano en uno de sus bolsillos y la sacaba, extendiéndola hacia Victor- Ahora, basta de charla. Te daré la llave para que entres en la cabaña, es la única, así que no la pierdas. Como te habrás dado cuenta, mi sobrino es lo suficientemente prudente para elegir una cabaña lejos de su manada para no generar problemas y dejar una única llave en mis manos, para que él mismo no pueda salir de ella.

Victor rodó los ojos ante la ironía de esas últimas palabras. Yuri seguramente nunca se imaginó que su tío lo expondría como carnada ante la más mínima oportunidad.

Tomando la llave que se le entregaba, y dejando que Toujirou le quitara las esposas, comenzó a caminar en dirección a la cabaña, sintiendo como a cada paso sus piernas se volvían de plomo.

Toujirou lo vio alejarse, mientras que la sonrisa en su rostro se iba esfumando poco a poco hasta quedar en un gesto serio. Amargo.

Sus ojos no se despegaron de la espalda de Victor hasta que este abrió la puerta y entró a la cabaña.

Ahora sólo quedaba esperar.

Notas finales:

Me imagino que algunos quedaron con sentimientos encontrados con el tío de Yuri, pero bueno, el hombre tiene sus prioridades XDD

Que sucederá con Yuri y Victor en el proximo capitulo? Solo dire que estara ardiente 1313

Muchas gracias a todos  por leer y por supuesto por comentar!!

Nos vemos en el siguiente capitulo!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).