Sus ojos estaban cerrados, temblaba ligeramente, con el paso de los años había aprendido a controlar sus miedos, a dejar de esteriorizarlos, con pasos firmes se adentro en la propiedad, abriendo los ojos para ver el camino, al final del pasillo lo esperaban varias personas entre ellas su colega.
—Miren ese es el joven Namikaze — presento el chico de cabellos de casuela — El es muy bueno en estas cosas.
Naruto se paró frente a ellos impidiendo el saludo, abrió su pequeño paraguas anaranjado de espiral rojo, ese que siempre lo había acompañado, sus ojos miraron a su acompañero de trabajo
—Rock Leé, ¿Cuántas personas somos en la casa?— pregunto desconcertando al joven quien miro al rededor para contestar —Solo somos cinco Naruto
Naruto no abajo su paraguas, miro con el a las personas aunque solo veía sus pies, en un murmullo solo para el comenzó a contar —Uno, dos, tres, cuatro, cinco, SEIS— en momentos como esos es cuando odiaba su trabajo
—Esta casa causa desgracias— afirmó al cerrar su paraguas, los dueños temblaron ante las palabras del chico de ojos azules —No — dijo nerviosa la mujer — No haga caso de los chismes — imploro queriendo marchar de ahí
—De acuerdo, la compro— dijo seguro el rubio mirando a Lee— Firma los papeles— pidió para ver la casa en su totalidad
Camino con pasos lentos, buscando en las orillas y los rincones, aquella alma que no podía descansar —Ven no te are daño— la voz del rubio tembló, pero tenía que ayudarlos a pasar al otro lado.
OoooOoooO
Tocó la puerta frente a el, vestía una capa negra, junto con una camisa de seda del mismo color, un chaleco blanco, pantalón de vestir, zapatos negros, su apariencia era elegante.
La puerta fue abierta por un hombre mayor quien lo miro con desconfianza —¿Que se te ofrece? — pregunto
—Tu llamaste por mi—contesto Sasuke sacando su capa, para colocarla sobre el hombre
—¿Usted es el sacerdote?— pregunto una dama cuando llegó frente al Uchiha, Sasuke alzó una ceja haciéndola sonrojar —Si soy yo, donde esta.
La mujer lo guío por la casa —La situación a empeorado padre— dijo angustiada la mujer
—Llamame Sasuke— pidió incómodo —Cuando empezó todo esto— interrogó Sasuke
—Hace una semana, primero fueron los moretones, rasguños hablaba solo...
Por la ventana del segundo piso fue alzada una pelota que rompió el vidrio, siendo detenida por el Uchiha, sintió en ella la energía del mal —Yo me encargo— dijo caminando decido
Llegó al cuarto del niño, abriendo la puerta, la habitación estaba vacía, con cautela comenzó a ver todo a su alrededor, buscando el objeto maldito, aquel en el que centran la energía los espíritus.
El niño caminaba por el techo del cuarto miro al Uchiha distraido, se lanzó hacía el pero Sasuke se volteó, tomándolo del cuello en el aire —Asi que aquí estas— los ojos de Sasuke se volvieron rojos —Crees que no golpeare a un niño— dijo haciendo temblar de miedo al crío, que fue lanzado con fuerza a la cama
—Deja al niño —exigio Sasuke
—Jamas—grito el niño, cambiando su aspecto, sus dientes se afilaron de su frente salieron unos pequeños picos asemejando ser cuernos, se miro al espejo donde un triste niño le devolvió la mirada
Sasuke camino por la habitación, tomando un bate en sus manos de los que tenía el chico en su habitación dijo —Te doy otra oportunidad— dijo moviendo el bat de un lado a otro —Oh dejas al niño, o destruyó tu centro—amenazo
—No lo encontrarás — reto el infante, cuando el bat rompió la primera mesa con lo que estaba sobre ella, el niño se asustó
—Bueno aquí no estaba— río Sasuke encogiéndose de hombros —Quisas aquí— apunto el estante de los juguetes
—No— grito el niño— Tengo información valiosa— chantajeó
—Nada de lo que digas podrá interesarme
—Kuruma renacio— gritó el niño captando su atención — Se que estás condenado, ha estar en aquí, pero si te comes a Kuruma, serás fuerte, tanto como para volver allá— el niño apunto hacia arriba con un dedo
Detrás de Sasuke un muñeco de títere se movía con unas tijeras, cuando vio que el pelinegro estaba distraído se lanzó para dañarlo pero Sasuke fue más rápido y tomo en el aire al títere —Asi que eres tu— lo miro de cercas, el muñeco mordió la mano de Sasuke, quién apretó fuerte el rostro del juguete, ocasiónando que el crío se desmaye, tomo al títere del cuello antes de ordenar —Habla.
— Yo lo ví, probé su sabor dulce— decía extasiado el muñeco —Le deje mi marca— río haciendo referencia a la mordida en la mano del pelinegro.
Sasuke alzó la ceja —No te creó— exclamó apretando con fuerza el cuello del muñeco ocasionando que este se quebrara el niño se retorció, soltó el cuerpo del títere el cual cayo al suelo en pedazos un humo azul salió del muñeco para desaparecer.
Aburrido Sasuke salió de la habitación del niño, caminando por los alrededores dentro de la vivienda, al llegar a la sala observo los licores del dueño, tomo uno, para marcharse.
—Ya quedó— hablo el Uchiha colocando su capa —Este es mi pago— dijo mostrando la botella de licor, salió de casa de la misma manera en que entró, en la puerta se topo con un sacerdote al cual le sonrió con cinismo para subirse a su Lamborghini.
OoooOoooO
Naruto estaba cansado, había ayudado a ese pobre fantasma a cruzar por lo cual esperaba no tener problemas para vender la propiedad.
Cansado se recostó en el asiento, apenas cerraría sus ojos cuando una sombra de muerte estaba sobre un carro —Lee, acércate al coche plateado— pidió el rubio, Leé miro estrañado a su jefe pero le hizo caso
Naruto bajo el vidrio de la ventana, comenzando a gritarle al conductor —Largo, vete, que haces aquí, maldición déjalo en paz—gritaba el rubio, el conductor al ver que le estaban gritando bajo el vidrio de su carro
—Eres un idiota o ¿que?— pregunto el hombre mira do de reojo al rubio que no dejaba de gritar—¿Quieres pelea?— pregunto el hombre en un gritó, cuando la sombra se desapareció el rubio suspiro subiendo de nuevo el vidrio de su ventana dejando enojado al otro conductor, siendo observado por un Leé extrañado.
Cuando pararon en el semáforo, vio cruzar a alguien que le resultaba sumamente familiar, sé si tío enojado, bajo del coche siguiendo al hombre de cabellos negros.
—Naruto— grito Leé por la ventanilla del auto mirándolo correr.
Lo siguió por las calles de la ciudad, hasta un centro comercial, no estaba muy lejos de él, cuando dió vuelta en una esquina el lugar cambio, parecía un prado, los árboles de Cereso se alzaban, el agua se oía a unos metros de Naruto estaba un puente de madera y sobre el esperándolo el chico de cabellos negros, molesto camino hasta el.
—Veo que creciste cachorro humano— dijo el hombre
—Naruto, me llamo Naruto maldito teme estafador —exclamo molesto cruzando sus brazos
—No soy ningún teme estafador—reprendio Sasuke — Nunca dijiste mi nombre— se encogió de brazos Sasuke
—Ahora ya no te necesito— dijo Naruto orgulloso
Sasuke se rió —No sabes mi nombre—afirmo
—Si me lo se, pero ya no soy un niño, que necesita de ti— dió por terminada la conversación dando la vuelta para retirarse dejando intrigado a Sasuke que comenzó a seguirlo.
Naruto regreso por dónde vino, siendo seguido por Sasuke quien no dejaba de pedir que lo nombrara.
Al cruzar la calle un hombre frenó su coche frente al rubio, bajando molesto para encarar al maldito crío que lo insulto momentos antes.
—Pensaste que podías huir de mi— dijo furioso, apretando sus nudillos, tomo fuertemente a Naruto de la chaqueta anaranjada que llevaba, cuando Sasuke se entrometio.
—Deberias dejarlo en paz— su voz sonó ronca amenazadora sus ojos cambiaron de color muy rápido que el hombre corrió a su auto —¿Por que no dijiste mi nombre?— cuestionó mirándolo con burla —No te lo sabes —afirmo
Naruto lo miro molesto. — No te necesitaba.
OoooOoooO
Sasuke dejo al cachorro humano como el le decía para hablar con un amigo de cosas más importantes
El local era llamativo, los colores vivos adornaban el sitio pero este simplemente estaba vacío, entro al establecimiento llamando ma atención del dueño.
—Sasuke que te trae por aqui— saludo cordial el dueño, vestía de blanco, sus cabellos eran largos, estaban recogidos en una coleta baja.
—Neji—Saludo antes de ir al grano —Has escuchado de la resurrección de Kuruma— pregunto con curiosidad
El chico pareció pensarlo —Escuche que reencarna cada cierto tiempo cuando la humanidad debe enfrentar una terrible catástrofe que debe ser evitada— dijo pensativo —Pero es todo lo que se.
—Creo que le preguntaré a Itachi— Sasuke se levantó de la silla donde estuvo sentado para emprender de nuevo su camino.
OoooOoooO
Estuvo pensativo, cuando llegó a las oficinas de la rubia, abrió la puerta siendo recibido por una rubia de coletas y gran personalidad.
En el escritorio frente a ella dejo lo que quedó del muñeco, que había casado.
—¿Que es eso?— pregunto la mujer sin ver al chico mientras revisaba papeles
— Es lo que me pediste — contesto irritado Sasuke
—¿Y la novia?— pregunto la mujer mirando al Uchiha
—Cual novia— cuestionó Sasuke
Tsunade miro al joven — Estos siempre vienen en pareja—anuncio
Sasuke paso si mano por el cabello al preguntar —Cuando volveré
—Sasuke hiciste muchos destrozos, aún te falta para que puedas volver a ser una deidad
—Ea cierto que Kuruma renació— cuestionó, causando un estremecimiento en la rubia de grandes pechos
—Quien te lo dijo
—Entonces es cierto— Sasuke lo pensó antes de mirar a Tsunade añidio —Entonces sie.lo como seré tan fuerte
Tsunade tembló —Eso es un mito— tartamudeo al decirlo, Sasuke alzó una ceja — Creo que tendré que averiguarlo— sonrió con cinismo para marchar del lugar
—Maldicion — se reprendio la rubia.
OoooOoooO
Naruto tocó la puerta donde una mujer de cabellos castaños le abrió —Si —pregunto
—Megumi San, soy de la inmobiliaria— anuncio Naruto, la mujer le dió una sonrisa —Lo siento señor Namikaze, pero ya no vendere la casa.
Naruto miro como un niño corría por el lugar, y esa energía negativa ya se había ido.
—¿Cómo?— fue lo único que el rubio pudo articular
—Un sacerdote vino a curarle.
La mujer se veia de mejor humor,.su sonrisa adornaban el rostro, —Ahora están bien
OoooOoooO
—Espera, deja ver si entendi— exclamó Itachi mirando a su hermano — Dices que ese espíritu te dijo que Kuruma reencarnó y tú de idiota le creíste
Sasuke se cruzó de brazos — Me lo confirmo la vieja.
—!Que¡ Tsunade te lo confirmo— grito el de cabellos largos sentandose en el sillón, que momentos antes estaba acostado
—Si, además estoy cansado de esto— dijo malhumorado para subir las escaleras — Necesito un baño.
OoooOoooO
La rubia de grandes pechos caminaba por todo el lugar — ¿Que diablos voy hacer? — Pregunto a la chica de cabellos negros, el cielo del lugar estaba rodeado por nubes negras que relámpagueaban —Ellos están molestos
—Por que no le dice a Itachi — sugirió Shuzune Tsunade la miro como si le hubiera salido una segunda cabeza, pero luego entendió la idea
—Shizune eres un genio
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