—¡Misaki! ¡Misaki! ¡¿Donde estas?!
El niño abría sus ojitos de forma pesada después del sueño tan extraño que tuvo. Su madre corrió al verlo recostado bajo el árbol de Sakura y muy asustada lo levantaba
—¡Misaki! ¡Cariño estuve buscándote por todos lados! ¡No vuelvas a asustarme de ese modo!
Misaki medio se despabiló al ver que ya estaba oscureciendo y encontró su puño cerrado con la hoja del supuesto sueño. No podía pronunciar nada, apenas si escuchaba las palabras de su madre instándole a ponerse de pie para ir a la sala de terapia intermedia, sintió un extraño calor por su mano y recordó a Shinnosuke
—¡Takahiro! ¡¿Donde está mi hermano?!
—Misaki, cariño él está.. donde siempre
La mujer agachaba la mirada, sus ojos apagados ya no podian secretar más lágrimas de las que ya lloró durante estos meses—Ven, ya nos autorizaron que entres a la habitación de Takahiro.Dentro de una hora lo ingresarán al quirófano.
Mientras haya latido en el corazón, hay solución Misaki
El niño recordó las palabras de Shinnosuke y sus orbes se abrieron enorme, miró el trozo de papel y comenzó a soltar la mano de su madre.
—Misaki cariño ¿qué haces? No pierdas tiempo debemos ir con tu hermano.
—No, tengo que hacer algo antes de despedirme de nii-chan— Misaki logró zafarse y caminó varios pasos.
—¡Misaki no estoy para juegos, regresa aquí ahora mismo!
—¡No! ¡Mi hermanito aún tiene una oportunidad!
Takahashi echó a correr ante la mirada atónita de su madre, segundos después la mujer reaccionó y fue tras Misaki
—¡Misaki! ¡Por favor regresa!—El castañito la volvía a ignorar e ingresaba a la zona de emergencias del hospital.—¡Misaki!—Gritó una vez más antes de perderlo de vista entre toda la gente y paramédicos que se atravesaron por su camino.
El niño ingresó a la recepción de pacientes, sus ojos se tornaron enormes al ver a la gente en espera de ser atendida, sangre, llantos y más sangre fue lo que vió al percatarse de mucha gente herida, su estómago se revolvió y como pudo se metió hasta un consultorio.
Respiró profundo y admiraba la pulcritud del lugar. Sabía que no podía estar ahí y busco la manera de llegar al jardín del área oeste del hospital, sabía que esa zona era muy desolada porque anteriormente fue un cementerio y la gente ni de chiste se paraba por ese lugar por la superstición.
Miró de nuevo la hoja que Shinnosuke le proporcionó y sin dudarlo más tiempo, decidió que era momento de invocar al maestro de Tōdō.
El demonio se hallaba viendo la luz que se reflejaba en el agua de un estanque, cientos de libélulas de muchos colores se posaban sobre ella haciendo que se vieran fluorescentes, sonrió por ese simple hecho y después volteó para comprobar que Tōdō ó el mismo Hiroki no estuviera detrás de él. Parecería muy emocionado al tener estas reacciones por ver a unos simples insectos revoloteando por el lugar, volvió a girar para continuar viendo a las libélulas y el rostro de Hiroki le rosó la nariz.
—¡Kamijō!—gritó el ángel de alas negras y lo apartó de su frente
—ja ja no cabe duda que vivir 800 años te ha hecho lento y ahora que te veo bien ya tienes unas cuantas arrugas. Te hace falta algún tipo de magia como las de Miyagi.
El ángel lo miraba con un poco de desdén y encogió sus alas.
—¿A que has venido, Hiroki?
—Digamos que dentro de poco el consejo hará una reunión.Tu padre, el oscuro mayor, esta cordialmente invitado.
—¿Otra vez ese estupido acuerdo por la pertenencia de las almas? Me aburren
—Me temo que en esta ocasión se trataran asuntos importantes, uno de ellos es el permiso de entrar al primer plano con los humanos. Ya no podrás hacer tus "contratos"
—Aunque se me niegue el permiso, los humanos siempre recurren a una deidad para encontrar la solución a sus males, las invocaciones continuarán, no pueden prohibirle a esa raza que deje de creer en lo que por miles de años llevan practicando.
Hiroki estuvo a punto de contestar y el viento traía un suave murmullo, la voz de un pequeño atravesaba los árboles y llegó a los oídos de ambos ángeles:
Dime qué puedes oír
Y dime qué puedes ver,
Todos tienen un camino distinto,
Una forma diferente de ver el mundo.
Si pudiera entender como tú cuando ves las cosas más simples y dar gracias a la vida...
Nunca es demasiado tarde para aprender.**
Dime que puedes oír, dime que puedes ver ....
Oh gran Akihiko san, si yo pudiera conocerte y en tus ojos verme reflejado, seguramente entendería quien a forjado mi esencia.
Si yo pudiera conocerte, una parte de mi ser, jamás dudaría en concederte...
Akihikodesplegó sus alas y un rayo de luz de color rojo partió el agua del estanque, las libélulas quedaron estáticas mientras el ángel ascendía, Hiroki vio desaparecer al ser de alas negras mientras la voz del pequeño seguía recitando la invocación como un mantra
Misaki estaba arrodillado, sus lágrimas descendían hasta el cuello y miraba de forma insistente el reloj, faltaban 20 minutos para que Takahiro fuera ingresado al quirófano, había leído tantas veces lo escrito en el papel y a cada segundo perdía la esperanza de ver a su hermano con vida.
—Por favor.. por favor... "Dime lo qué puedes oír, dime lo que puedes ver, todos tenemos un camino distinto, una forma diferente de ver el mundo....
No ocurría nada y el castañito en su desesperación comenzó a golpear el césped
—Soy.. un tonto... cómo puedo creer en estas cosas— su llanto se intensificó y se puso de pie para correr a la sala de terapia intermedia para despedirse de Takahiro. Al dar el primer brinco, un rayo de luz roja se impactó en el suelo, Misaki cayó de espaldas y la luz se extendía hasta el cielo, él niño volteó asustado para confirmar si las demás personas veían lo mismo, en el edificio a sus espaldas la gente parecía no percatarse de lo sucedido y seguían con sus actividades
Takahashi sintió una brisa por su rostro, su corazón se estremeció y de forma muy lenta giró su rostro al ver una sombra cubriendo la luz de la farola. Misaki tragó saliva al ver el inicio de unos pies tan blancos como la leche, su vista fue subiendo para encontrarse con unas piernas y pantorrillas bien contorneadas cubiertas por un suave y brilloso pelaje de color negro, más arriba, un torso perfectamente esculpido, brazos fuertes, níveos igual que el resto de piel desnuda.
El pequeño abrió más los ojos cuando por fin pudo ver el rostro del invocado: una fina y hermosa piel que relucía con la luz de la luna, labios delgados,ojos en color violeta y un extraño color de cabello gris o cenizo. Misaki aún a su corta edad sintió como la sangre subió a sus mejillas tiñéndolas en un rojo intenso, nunca en su vida había visto a un "hombre" tan impresionante, el demonio al ver el rostro carmesí del niño, no dudó en desplegar sus enormes alas negras causando que el corazón del pequeño latiera a mil por hora. Misaki quedó estático, con la boca abierta y sus mejillas ardiendo...
El ángel no apartaba la vista de Takahashi,sus lágrimas eran tan profusas opacando el intenso verde de sus ojos, normalmente quien lo invocaba eran adultos y por primera vez, un pequeño humano había pronunciado su nombre, lo admiró unos instantes, los habitantes del mundo terrenal eran personas muy bellas sin duda, no por nada varios ángeles habían pecado en el pasado.
Misaki se incorporó de forma lenta sin dejar de ver los ojos del Ángel.
—¿Quien... quien eres tú?
—¿Me has invocado y no lo sabes?
—Aki.. Akihiko san
—Exacto
—¿Eres un demonio?
—Soy lo que tú creas que soy.
Misaki desvió la mirada. El diablo, Lucifer, ángel maligno, Belzebu y todos esos nombres dados a esas criaturas de oscuridad, eran una falacia, ninguno concordaba con la apariencia del ángel frente a sus ojos
El ruido del reloj de uno de los edificios lo trajo a la realidad cuando marcó los 15 minutos restantes para la hora. Misaki reaccionó y sin pensarlo corrió hasta alcanzar la mano de Akihiko quien se sorprendió que el niño lo tocase y una poderosa energía recorrió todo su cuerpo, percibió algunas partes de lo acontecido con Tōdō y supo que ese mocoso era el responsable de la situación
—!Por favor Akihiko san! ¡Vamos con mi hermano! Shinnosuke san me dijo que tú puedes ayudarme. ¡Ven es por acá!
Misaki jaló el brazo de Akihiko y este no se movió ningún milímetro, el niño apretó más la mano del ángel y le miró suplicante.
—A ver niño, iremos por partes ¿Quién eres tú y que es lo que deseas?
Misaki le soltó la mano y se puso frente a él
—Soy Misaki Takahashi, tengo 8 años y te pido por favor que sanes a mi hermano Takahiro.
—¿Ayudar a tu hermano? ¿No deseas un favor para ti?
—No
—¿Por que?
—Por que lo único que me hace falta para ser feliz en este momento, es ver a mi hermano con salud.
Akihiko se sorprendió de la respuesta, el niño pedía por su hermano y no por el, se inclinó hasta quedar a la altura de Misaki y le habló con su voz tan profunda.
—Todo en esta vida tiene un costo ¿Estas dispuesto a pagarlo?
—Si
—Pues bien mi forma de cobro es con la energía de las personas, la energía que le brinda sus años de vida. La cuota mínima es de 2 años y la máxima son 10 años por enfermedades, pero en este caso como eres tú quien pide el favor y no tu hermano Takahiro, la cuota se duplica a 20 años.
—¿veinte años?
—Así es, si tú muerte estaba programada a los 50 años yo vendré por ti a los 30 y cobrare mí pago, si tú muerte es a los 28 en cuanto cumpla tu deseo yo tomaré tu energía y quedarías desplomado aquí frente al edificio y todas esa personas. Tu madre de todos modos perdería a un hijo ¿Estas dispuesto a correr el riesgo?
—¿Y si mi muerte fuera a los 20 años?
¿que pasaría con los 8 restantes que ya viví?
—Mi padre vendría por ti y le servirías a él esos 8 años
—¿Por que contigo no?
—Por que yo no tengo el permiso de llevarme un alma, solo la energía.
—Acepto
Akihiko quedó más sorprendido de la seguridad de Misaki.
—¿Por que lo haces?
—Por que lo quiero, yo quiero a mi hermano ¿Alguna vez has amado Akihiko san?
—No. Y ya lo entiendo, esto es el amor, amor de hermano
Misaki, tembloroso se acercó a tocar el rostro del Ángel, Akihiko permitió el contacto y por primera vez vio su reflejo en los ojos de un humano, el niño le sonrió y lo envolvió con sus alas negras.
Un as de luz iluminó la noche y en segundos llegaron a la habitación de su hermano.
El joven Takahiro se encontraba solo debido a que los adultos buscaban a Misaki, una brisa movió las cortinas y el imponente ángel quedó frente a la cama del hermano mayor. Misaki corrió para colocarse a lado de su hermano y presenciar su deseo.
Akihiko con un chasquido de sus dedos hizo que los cables y tubo por donde era oxigenado el desahuciado quedaran suspendidos por el aire, colocó el cuerpo de Takahiro en posición vertical y se acercó a la boca del pelinegro.
Misaki veía atento como Akihiko san posaba sus labios sobre los de su hermano, el cuerpo de Takahiro comenzó a moverse como tipo convulsión. El ángel se apartó cuando el movimiento era más fuerte y Misaki vió claro como algo pasaba con dificultad de la garganta de Takahiro
Parecía una enorme bola o esfera, Takahiro se encorvó y de golpe arrojó una masa de color negro, Akihiko la tomó entre sus manos y la pulverizó, las aparentes cenizas volaron por la ventana abierta y el hermano de Misaki cayó de forma pesada sobre la cama.
—Tu deseo esta hecho Misaki. Yo cumplí y tu lo harás después.
Algún... algún día volveré a verte, desearía que fuera de otro modo.. yo..
Akihiko calló por sus palabras, desvió la mirada y con dolor desplegó sus alas mostrando su majestuosidad y belleza. La luz roja de nuevo hizo presencia en medio de la habitación y el ángel ascendía
Misaki estaba perplejo, después de unos segundos por fin reaccionó y corrió a la ventana para alcanzarlo
—¡Akihiko san! ¡¿Cuando será?! ¡¿Cuando podré verte de nuevo?!
¡Akihiko san, no te vayas!
No.. te.. vayas.
Misaki quedó con sus brazos extendidos y llorando profusamente....
** Esta frase corresponde a una canción de Iron Maiden " Diferent world" soy fan de la banda
Me inspiré un poco en la película milagros inesperados para la escena con Takahiro.
Gracias por leer