Los siguientes dos meses fueron todo un cúmulo de fantásticas emociones para la familia Takahashi, un milagro inesperado se había suscitado aquella noche de otoño después de que Misaki hubiera escapado del área de recepción y sus padres lo estuvieran buscando por los alrededores del Centro Médico
Algunas personas del Hospital afirmaron ver el cielo iluminarse como en pleno día y otros tantos de la presencia de algún ser provisto del poder de Buda causante de que el joven Takahiro Takahashi se haya recuperado y que también varios pacientes mejoraron su estado de salud.
El Hospital de Tokio fue nombrado "Lago en el cielo" y desde aquel día ostentaba el título de "milagroso"
Misaki posterior a la recuperación de su hermano, recobró su sonrisa y su felicidad como se lo dijo a Akihiko san, sin embargo un extraño sentimiento se adueñó de su corazón después de conocer al ángel de alas negras. El castañito durante este tiempo se preguntó de forma constante el día, hora y segundo que Akihiko vendría por su pago, y aquello, no le asustaba en lo más mínimo. Misaki miró hacia la ventana, la extraña sensación de ser observado era frecuente y tampoco le perturbaba.
El niño sacó su cuaderno marquilla y un lápiz en número 4, arrojó un pequeño suspiro y comenzó a dibujar.
La madre de Misaki veía muy feliz a su hijo realizar sus bocetos y se acercó a abrazarlo. El dibujo de un ala se perfilaba por la hoja causando sorpresa a la castaña
—Últimamente dibujas esto. ¿Qué pasó con el chef The Kan?
—Umm.... también es mi favorito, mira mamá, la mitad de mi cuaderno es para dibujar Za kan y Skipi, la otra para ángel-chan—Misaki con sus ojitos brillantes le mostraba sus obras de arte a su madre. La mujer sonrió y besó su frente.
—Está noche iremos por los regalos para navidad Misaki
—!¿De verdad?! ¡Yo voy con ustedes! quiero comprarle una cajita musical a nii-chan que vi en el centro comercial.
—En cuanto llegue tu padre del trabajo iremos de inmediato cariño. Pero no iremos a Tokio, la mayoría de las tiendas están llenas estas fechas y será mejor que vayamos fuera de la capital.
Misaki hizo un puchero, pero si su mamá lo decía, seguramente encontraría algo bonito para Takahiro en las afueras de la ciudad.
Volvió a su cuaderno y sacó el color negro para iluminar el ala del ángel. El ala del salvador de su hermano.
El invierno había llegado, Akihiko veía a un zorro de color blanco rascar sobre la nieve buscando alimento que de seguro dejó enterrado, no tardó en aparecer otro zorro más pequeño y el mayor ofreció la presa al recién llegado.
El ángel admiró al cachorro con pelaje castaño rojizo y su mente divagó sobre cierto humano que no había podido sacarse de la mente. Tan enfrascado estaba en sus pensamientos que no percibió la suave brisa que otro ángel de alas negras provocó en el ambiente
—¿Qué haces aquí Akihiko?
El ángel volteó encontrándose con su padre Fuyuhiko, no le dió mucha importancia y quiso acariciar al cachorro que se había acercado a él.
El mayor se molestó por la apatía de su hijo e hizo un par de aleteos con un extraño sonido y provocó que los zorros huyeran al ver al imponente ser descendiendo sobre la nieve.
—No tenias porque hacerlo ¿Qué se le ofrece?
—Se me ofrece que no deberías estar aquí Akihiko.
—¿Por que no?
—Porque un ángel ya no puede estar en el primer plano con los seres humanos u otro ser vivo.
—¿Desde cuando según no se puede?
—Desde hoy, a partir del primer segundo de este nuevo día, queda prohibido el contacto, solo los híbridos pueden cruzar entre el primer y segundo plano.
—No se me informó de esta decisión
—Por supuesto que se te informó, hace dos meses se hicieron los acuerdos, solo que quien sabe dónde tienes la cabeza y no haces caso a lo que te digo.
Cualquier cosa que quisieras obtener de este mundo lo tendrás que pedir a través de ese mocoso llamado Shinnosuke Tōdō.
También cualquier contrato que se haya hecho, hoy tendrá que culminar.
Akihiko se tensó al escuchar esa información, no podía ser hoy, era muy pronto.
—Eso es imposible, ninguno de nosotros sabe el destino de cada persona.
—Por supuesto, yo me refiero solo a quienes darán su último suspiro, me pregunto cuantas almas recibiré cuando culmine este día. Así que, es mejor que nos vayamos de aquí, reglas son reglas Akihiko—Fuyuhiko sonrió burlón a su vástago.
—En un momento iré, solo llamo a Shinnosuke porque deseaba unas de las pocas flores que aun se observan.
Fuyuhiko asintió y desplegó sus alas.Akihiko chasqueó la lengua sabiendo que ya no podría admirar a Misaki, solo hasta el día que su tiempo terminara.
Misaki corría de un lugar a otro buscando una cajita musical que se asimilara a la que vió en Tokio, sus padres lo veían un poco abrumados porque su hijo no se decidía por ninguna
—Misaki cariño, será mejor que te des prisa, habrá nevada intensa y todavía debemos cruzar medio Tokio para llegar a casa
—¡Es que ninguna me gusta! ¡Yo quería la de cuatro osos polares! ¡Mamá, papá y los hijos osos!
—Takahiro estará feliz con cualquier cosa que le regales, no deberías preocuparte tanto por eso Misaki
—¡No! ¡Entonces volvamos a Tokio y yo me formaré en el centro comercial!
—Misaki eso no es posible, ya es muy tarde
El castañito cruzó los brazos y algo enojado salía del local, sus padres fueron tras él para abordar el automóvil y regresar a Tokio cuanto antes con sus respectivas compras.
Misaki seguía molesto viendo hacia la ventana, tenía planeado que el día de mañana se levantaría mucho más temprano para ir solo al centro comercial de Tokio y conseguir el regalo de su hermano, su padre un poco consternado por su actuar se dirigió a él
—Cariño quita esa cara, no crees que te estás molestando por algo sin importancia, hace un par de meses dijiste que lo único que deseabas era que Takahiro estuviera sano. Tu hermano se ha recuperado, cualquier detalle para él es muy valioso.
Misaki volteó sorprendido, estaba olvidando lo más importante: toda su familia estaba con vida y habían recuperado su alegría. El niño estuvo a punto de contestar a su padre que lo disculpara y este volteó de forma breve, una mancha apareció atravesándose en el camino y Misaki gritó muy desesperado
—¡¡Papá cuidado!!
Kei Takahashi giró el volante hacia la derecha para esquivar al par de zorros que atravesaron de forma intempestiva sobre la carretera.
Misaki vió los regalos que habían adquirido volar por el toldo del auto y como sus cuerpos giraban de forma estrepitosa
El auto caía hacia el barranco de la carretera.....
Akihiko al enterarse que no podría cruzar hacia el primer plano decidió que esta noche haría su última visita a Takahashi, el niño de alguna forma sembró en su interior la semilla de un sentimiento casi olvidado para el. De forma regular analizaba el comportamiento de Misaki, el castaño le mostró que la felicidad no era por siempre pero que se basaba en apreciar las pequeñas cosas de la vida, su forma de creer en la buena voluntad de la gente y sobre todo que Misaki no se lo pensaba dos veces y era seguro en sí mismo, Akihiko miró las flores que Tōdō le había recortado y sonrió de forma leve.
—Si fueras mayor de seguro una de estas rosas quedarían bien
El ángel sin mas que pensar desplegó sus alas y sintió un jalón por la derecha
—Master...—Shinnosuke le miraba con la ceja alzada—¿A donde va?
—No es de tu incumbencia y suéltame
—No se porque pregunto cuando es más que obvio. Usted se está viendo como un anciano pervertido de esas cosas llamadas mangas que leen los humanos.
Akihiko se posó muy cerca del rostro de Tōdō y le susurró
—¿De verdad te parezco un anciano?
Shinnosuke enrojeció causando la risa del demonio y soltó su ala de la mano del híbrido, Tōdō arremetió pisando el ala izquierda del Ángel para que en definitiva no se fuera del segundo plano y Akihiko escuchó un grito lleno de angustia.
¡Papá cuidado!
Arrojó a Shinnosuke por el suelo y en dos segundos Akihiko había desaparecido por él cielo.
Misaki tocó su frente y vio qué era sangre lo que escurría hasta su mejilla.Sus ojos miraron el frente del auto, el cuerpo de su padre se encontraba maltrecho y el de su madre no se percibía por ningún lado
—Mamá... papá.....—Un fuerte dolor le atestó y el aire comenzó a faltarle—mamá....
Las lágrimas hicieron presencia junto con el pánico de saber que el último día de Misaki había llegado. Quiso zafar el cinturón de seguridad para salir del auto y auxiliar a sus padres pero sus pequeñas manos no pudieron porque se había atorado, el pecho le dolió demasiado por la impotencia de no poder hacer más, por la angustia de no tener la suficiente fuerza para liberarse.
La puerta del coche fue abierta y lo sacaron de prisa sin nada de esfuerzo, unos cálidos brazos le rodearon y Misaki alzó su adolorida cabeza para encontrarse con unos hermosos ojos violetas que le miraban de forma solemne.
—Akihiko... san....veniste .... yo no quiero....ir con tu padre
El ángel no contestaba y alzó su mano mostrando una esfera de energía
—Akihiko... san... mamá.. ayuda.. a mamá y pa...
—¡No Misaki!
Un estruendo se escuchó por el bosque seguido de un potente destello y Misaki cerró sus ojos.....
De forma milagrosa el menor de la familia Takahashi resultó con vida después del terrible accidente suscitado en Okinawa , el auto se descarriló cayendo al Barranco y provocó que los padres murieran al instante.
El cuerpo del menor fue hallado afuera del auto y solo con leves golpes, Misaki Takahashi aún se reporta inconsciente pero se espera que recobre el sentido durante las próximas 24 horas. Está siendo atendido en el Hospital Milagroso de Tokio.....
Takahiro apagaba el televisor y limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano, volteó para ver el rostro de Misaki que tenía un chichón en la frente y se dejó caer sobre su pecho para llorar amargamente
—Misaki...¿Como.. te dire cuando despiertes que mamá y papá ya no están con nosotros..?
El hermano mayor cogio la pequeña mano y dio un beso en ella. La felicidad había durado unos meses, Takahiro Takahashi había recobrado su salud, a costa de la muerte de sus padres....
Los grilletes le lastimaban demasiado, sin duda la magia de Miyagi era muy potente y Akihiko se retorció al sentir una tremenda energía golpearle el pecho, tosió por el trauma dejando escapar un poco de su sangre, la cual era tan oscura que parecía de color negro. Hiroki sollozo un poco de ver al ángel en ese estado.
Akihiko alzó la vista y ahí estaba su padre junto a Danna Sama, ambos enojados por interferir en los designios del destino y la vida.
El padre de Ryuchiro Isaka se acercó al de cabello plateado y tocó su pecho, justo del lado izquierdo, en su corazón
—Y sin embargo, late ¿Qué pretendías al dejar con vida a ese niño?
—No era su tiempo
—Tu no puedes saber eso y aún así te atreviste ¿Sabes cual es el castigo por desafiar la muerte?
Akihiko escupió un poco de saliva sin dejar de mirar de forma retadora al celestial.
—Sea lo que sea lo asumiré
—Muy bien Akihiko, serás castigado a 120 años celestiales de exilio fuera del segundo plano. Como Takahashi no fue recibido por tu padre, Fuyuhiko será acreedor a su alma por contrato tuyo cuando el niño cumpla sus veinte años, no podemos darnos el lujo de desafiar el tiempo ó Sumi Sama se cobraría con creces nuestro periodo de vida.
Mucha suerte Akihiko, apartir de este momento quedas apartado de la legión ......
Akihiko vio como Ijuuin Kyo el segundo al mando después de su padre hacía un corte vertical por sus alas causando dolor
Por primera vez el ángel sentía dolor, pero no era por sus alas, era porque no vería a Misaki todo este tiempo.
No volvería a ver la luz de los ojos de Misaki, hasta que su castigo fuera completado.