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"Cadenas de Oro" por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Hola buen día, quiero pedir disculpas por no haber podido actualizar ayer, el tiempo no me dio para todo lo que tenía que hacer pero aquí les traigo el cap 8 que espero de todo corazón les guste. Mucghas gracias a las personitas que leen esta historia, se los agradezco mucho.

Capítulo VIII.

 

 —No es correcto que quieras desquitar lo que una porquería provocó, con un inocente que nada ha tenido que ver.

Hades dijo aquello muy seriamente, él era justo y lo que su hijo planeaba no era nada bueno, lo que el azabache más deseaba era que sus hijos vivieran tranquilos pero si Radamanthys pensaba castigar a su futuro esposo para desquitarse, sabía que la infelicidad estaba a la vuelta de la esquina y la vida de ambos se tornaría un infierno.

Finalmente Hades convenció a Radamanthys de cambiarse y bajar a comer con el resto de la familia, cosa que el rubio hizo sintiéndose más tranquilo, siendo recibido por un beso y un abrazo por parte de su madre.

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—Kanon, hijo. ¿Estás ahí? —Aspros tocaba la puerta de la pieza del gemelo menor, éste no tardó mucho en abrir y recibirlo.

—Papá, ¿necesitas algo? —preguntó refregándose un ojo. El joven había caído dormido desde que Saga fue a vestirse.

El reloj clásico del pasillo señalaba las dos de la tarde con 23 minutos, Aspros llegó hace poco de la oficina postal para que enviaran su respuesta a Hades sobre la reunión del día siguiente.

—Quiero hablar contigo sobre un posible interesado en desposarte.

Kanon frunció levemente el entrecejo, volteando su vista con incomodidad.

—Así que es eso… —resopló— ¿Te parece bien aquí o quieres ir al estudio?

—Como te parezca mejor a ti hijo.

—Bien, entonces entra —Kanon se hizo a un lado de la puerta para que Aspros entrara.

Cuando estuvo dentro de la habitación, el gemelo le ofreció asiento en una silla que yacía junto al escritorio donde el joven mantenía algunos libros, hojas, plumas y tinteros, él por mientras se sentó en la cama frente al mayor esperando por lo que tuviera que decirle.

—Gracias Kanon, verás hijo hoy llegó una carta de Hades Inferno —al escuchar aquel nombre los ojos verdes del muchacho se sobre abrieron, él recordaba bien ese nombre y esa carta—, este hombre tiene tres hijos y desde hace algunos días hemos estado comunicándonos ya que tiene interés de que su hijo mayor tome a alguno de ustedes como esposo. El problema es que tu hermano Saga ya ha sido aceptado por Aioros Sagittarius, la firma del acta de ellos se celebrará en cuatro días.

Kanon miraba con seriedad el suelo, entonces esa carta, esa maldita carta tenía que ver con él, de haberlo sabido antes la hubiese tomado y arrojado al fuego, otra cosa que lo hacía molestar era el hecho de que Saga ya haya sido condenado a un infeliz matrimonio con aquel hombre castaño cuyo comportamiento no le agradaba en lo más mínimo. ¡Maldición! Ahora por el descuido de la carta posiblemente tendría que casarse con un riquillo desconocido, sin mencionar que su hermano también iba con el mismo negro destino.

—¿Adónde va a vivir Saga después de firma esa acta? —cuestionó con voz sombría sin levantar el rostro.

—Pues… Después de la firma, al día siguiente Aioros volverá a su hogar pero Saga tendrá que irse con él al ser esposos.

Aspros vio como las manos de su hijo que descansaban sobre sus piernas, se volvieron puños tan cerrados que los nudillos se estaban poniendo blancos.

—¿Ya se lo has dicho?

—Él ya lo sabe, hijo…

—Ya veo… ¿Qué más tenías que decirme? Las malas noticias nunca vienen solas, ni son tan cortas.

—Kanon… —suspiró— Hades avisaba en su carta que mañana temprano enviará un cochero hasta aquí para llevarnos a su casa, así Radamanthys el hijo mayor, podrá conocerlos. Pero como ya sabes el único que puede ser elegido esta vez eres tú.

Lo único que salió del joven fue una exhalación de cansancio.

—¿Solamente tú y yo iremos entonces? —la voz se escuchó triste.

—No, le he pedido a Saga que venga con nosotros para que te acompañe, acabo de enviar una carta a Hades informándole que tu hermano ya está comprometido, espero no haya problemas con eso —meditó preocupado de que el azabache o su hijo se ofendieran.

—Está bien, veo que ni a Saga ni a mi nos queda escapatoria.

—Kanon, como mis hijos los amo más que a mi propia vida, esto es porque quiero que tengan todo lo que merecen —se levantó el mayor de su sitio.

—Pero papá, ¿de qué nos va ha servir la riqueza material si a la larga esos hombres de negocios no tienen corazón? Ellos sólo piensan en amasar dinero sin importar a quien le pasan encima. Ellos no tienen tiempo ni mente para amar, están vacíos por dentro, no sienten…

Aspros escuchaba las palabras cargadas de pesar de su hermoso hijo, no supo bien en que momento esos jovencitos habían madurado tanto para pensar de aquellas maneras que le expusieron una y otra vez tratando de que no los encadenaran a matrimonios por conveniencia. Se podía ver que Saga y Kanon preferían mil veces vivir en la decadencia y la ruina pero libres, libres para encontrar por si solos el amor y aprender de este lo bueno y lo malo. Pero él y Paradox no querían eso para sus hijos, los menores poseían cualidades, aptitudes y características que los hacían especiales, sobre todo por un estado que ambos trajeron al nacer, algo que sólo ellos como padres sabían y que ni a los hermanos habían revelado. Un secreto que bien podría ser una bendición o una maldición para ambos.

—No te preocupes Kanon, todo debe salir bien —sonrió forzosamente.

Aspros se sentó junto al menor en la cama y lo abrazó, colocando el fino rostro de Kanon sobre su pecho para poder acariciarle el suave cabello azulado.

Al mismo tiempo Paradox acababa de llegar y buscando a sus hijos o a su esposo, encontró a Saga en el jardín quien ya la había puesto al tanto de lo que había pasado y sobre su futura "boda" con Aioros Sagittarius, la mujer sintió una enorme tristeza en todo su ser y sentada al lado de su hijo mayor sobre la banca que decoraba el espacio, también envolvía al joven con sus brazos, acunando la fina cara sobre su esponjoso pecho. Dejando un beso amoroso sobre los azules cabellos mientras que en su maternal corazón, una tormenta emocional comenzaba a formarse.

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—¿Cómo van esos documentos, amigo? —sonrió de lado al entrar al estudio donde el peli-azul preparaba algunos papeles y sellaba otros.

—Estarán a tiempo si es lo que te preocupa —contestó a la defensiva sin despegar la mirada de los documentos.

—Tranquilo Kardia, no es que quiera molestarte, pero debo volver dentro de cinco días exactos pero quiero hacerlo con mi hermoso joven esposo —se cruzó de brazos recargándose en una pared cercana a la puerta—. Por el momento Aioria se está haciendo cargo de mis asuntos pero no quiero abusar de su ayuda, él tiene una vida.

—Aioros —Kardia dejó por un momento lo que estaba haciendo—, te pido encarecidamente que seas lo más paciente con Saga que puedas.

—¿A qué viene eso? —alzó una ceja en señal de duda.

—Escucha, Saga al igual que su hermano son prácticamente niños, ellos a penas tienen 18 años. No tienen experiencia amorosa previa, no fueron criados con el fin de ser esposos modelo como las doncellas. Por eso te pido que le tengas paciencia y que no vayas a maltratarlo de ninguna forma. Aunque él es mayor que Kanon, es el más emocional y lo demuestra con mayor libertad a diferencia del menor que tiene más carácter y es más hermético.

Aioros al notar el tono con el que Kardia estaba hablando, liberó una corta carcajada sarcástica.

—¿Tan rudo crees que soy, Kardia? No creo que el chico acabe con mi paciencia, quizás no tenga la educación de una doncella, pero eso es lo que lo hace más interesante y me hace desearlo más. Voy a enseñarle como ser un buen esposo, lo que tiene que hacer para complacerme y ponerme de buen humor —sonrió con malicia para ver la reacción del mayor.

—¡Aioros! —Kardia se impacientó— ¡A caso no escuchaste lo que acabo de decirte! No vas a lograr nada sometiendo a Saga a tus caprichos, y por tu bien más te vale que ni siquiera lo intentes —amenazó molesto.

—Está bien, está bien —suspiró con fastidio alzando las manos en son de paz—, voy a ser paciente con el muchacho, pero espero que por lo menos aprenda rápido, o en verdad me tocará enseñarle…

—Ya no me digas nada y mejor déjame trabajar o no habrá papeles en cuatro días —el peli-azul retomó el trabajo con hastío.

—De acuerdo, todo sea para que las cosas salga a tiempo. Estaré en mi habitación si necesitas algo —dijo ante de salir por la puerta cerrándola desde afuera dejando a Kardia solo y arrepentido.

—¡Maldición! Olvidé como era Aioros… Nunca tuve que haberle escrito a él, sólo espero que Saga pueda perdonarme algún día —se lamentó queriendo llorar de frustración.

Ahora no había vuelta atrás, simplemente esperaba que el bello gemelo mayor pudiera estar bien a pesar de ser el esposo de Aioros Sagittarius, un hombre que escondía su lado humano tras un tirano sin corazón.

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—Amado mío, esta carta acaba de llegar para ti.

La hermosa mujer de largos cabellos violeta oscuro se acercaba a su esposo, éste besó los labios de la fémina con dulzura antes de tomar el sobre que le ofrecía.

—Muchas gracias, mi reina —cuando Hades tomó la carta de manos de su esposa, miró sorprendido el sello y el nombre, la vista azul cielo se viró a un alto reloj que decoraba la sala, eran las cinco en punto de la tarde—. Es bueno estar a una hora de distancia de esta familia, las cartas llegan mucho más rápido.

Se dispuso a leer la misiva acompañado de Pandora que ya estaba al tanto de lo que su amado estaba haciendo.

—¿Qué dice, amor mío?

—Pues Aspros me informa que uno de sus hijos ya ha sido comprometido, el mayor para ser exactos. Pero son gemelos, no debe haber mayor diferencia. Está de acuerdo con lo que le expuse en mi carta anterior y acepta venir con sus dos hijos para presentarnos al menor de los dos —concluyó él besando la mano izquierda de la dama, ella sonrió.

—Bueno, de igual modo he escuchado que los dos jóvenes tienen una conducta refinada y son bastante inteligentes. Sea uno o el otro, ambos son poseedores de una gran belleza, pediré que comiencen a preparar todo para el recibimiento de mañana.

La bella dama estaba ansiosa por tratar personalmente a los hermanos, no los conocía más allá de lo que escuchaba comentar a algunos conocidos pero algo le decía que esos muchachos tenían algo único y especial.

 

 

Notas finales:

Hasta el próximo lunes ;)


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