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59. Calor en Aumento (05) por dayanstyle

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El Jefe de Bomberos Song Seung Hyun no estaba seguro de quién era este hombre, pero si se acercaba a su pareja, Seung Hyun iba a arrancarle la cabeza. Un tendón se marcó en su mandíbula mientras pensaba en el extraño riesgo potencial. Nunca se le había ocurrido que cuando encontrara a su pareja el hombre estaría en una relación. Su bestia quería destripar al bastardo.

Seung Hyun no compartía... punto.

 

—Basta —su pareja gritó mientras se enderezaba. Los ojos de Seung Hyun parpadeaban sobre la cara del tipo, bebiendo sus ojos café canela, cabello rubio-miel lacio y sus hermosos labios fruncidos. Seung Hyun estaba cautivado. La cima de la cabeza de su pareja apenas alcanzaba los pectorales de Seung Hyun y su cuerpo era compacto y delgado.

Él era perfecto.

 

—¿Qué sucede, Jong Hoon? —el hombre que había llegado tras Seung Hyun con el ceño fruncido le preguntó. La cara de pocos amigos había sido reemplazada por una de confusión. Seung Hyun estaba mirando directamente a su pareja, ahora tenía un nombre que poner en el hermoso rostro. El nombre del pequeño hombre era Jong Hoon.

Jong Hoon levantó las manos en el aire animadamente mientras su cabeza se balanceaba ligeramente. —El mundo se ha vuelto loco, eso es lo que es. Parece que todo el mundo ha perdido la cabeza hoy.

Seung Hyun le tendió la mano al humano e inclinó la cabeza en señal de saludo. — Song Seung Hyun, Jefe de Bomberos.

 

Pensó que no aceptaría la mano, pero luego, el humano estrechó la mano de Seung Hyun con fuerza. Había incertidumbre en el movimiento, el gesto del hombre más bien fue un reflejo a la comprensión de lo que estaba pasando. — Koo Jun Hoe, propietario.

—Eso aún no me dice por qué fuiste tras mi mejor amigo. — El shifter bufó hacia Seung Hyun.

 

Seung Hyun inhaló profundamente, oliendo un depredador, pero no podía poner su dedo en lo que era exactamente este tipo. Su olor era extraño, salvaje. También calmó sus nervios saber que el hombre no era más que el mejor amigo de su pareja. Sabiendo eso Seung Hyun le dio al hombre un margen de maniobra.

—Fui tras tu mejor amigo porque él es mi pareja.

 

El shifter se veía aturdido mientras sus ojos viajaban de Seung Hyun a Jong Hoon. —¿Es eso cierto, Jong Hoon? ¿Es realmente tu pareja?

—¿Qué es una pareja? —preguntó el cajero. Con todo el alboroto, Seung Hyun se había olvidado que tenían una audiencia.

—Lleven eso a mi oficina. —Jun Hoe señaló hacia la parte posterior del restaurante—. Creo que hemos proporcionado suficiente entretenimiento a los clientes para una tarde.

Seung Hyun siguió a su pareja. El mejor amigo de Jong Hoon estaba detrás él. A Seung Hyun no le gustaba tener al hombre a su espalda, pero mantuvo la calma.

Una vez que estuvieron dentro de la oficina, Seung Hyun se apoyó en la pared, cruzando los brazos sobre su pecho, y dejó que su pareja manejara esto.

—Respóndeme, Jong Hoon. ¿Es tu pareja?

 

Seung Hyun observó a su pareja jalar el dobladillo de la camisa. Fue un movimiento que había visto muchas veces, y sabía de qué se trataba. Jong Hoon miró el reloj, el teléfono, y luego, por último, la puerta. Su mirada era como dardos a todas partes. Finalmente, Jong Hoon se encogió de hombros. —Quizás —Jong Hoon respondió metiendo las manos en el bolsillo de atrás, mirando hacia el suelo.

A Seung Hyun no le gustaba el hecho de que su pareja se sintiera atrapado. No había hecho nada para que el hombre le tuviera miedo. Sabía que era un extraño para Jong Hoon. Quería cambiar eso, pero sabía que tomaría tiempo. Por ahora, Seung Hyun sólo quería conocer un poco más de él.

—¿Qué quieres decir con quizás? O lo es o no lo es.

 

Amigo o no amigo, Seung Hyun estaba cansado de la conducta agresiva del hombre.

—Bien. —Jong Hoon pasó una mano por el cabello, exhalando con fuerza. Su pareja dudó, y le tomó un momento responder. Por último, asintió a regañadientes—. Él es mi pareja.

¿Por qué parecía como si el shifter le hubiera doblado el brazo  a  Jong Hoon  con  el  fin  de  conseguir  que  respondiera?

¿Jong Hoon se avergonzaba de Seung Hyun? Sus ojos buscaron a Jong Hoon, sintiendo que algo se deslizaba dentro de él. Si no hubiera sentido el zumbido de la electricidad en el aire entre ellos, Seung Hyun habría pensado que estaba siendo rechazado.

Pero con la resistencia con la que Jong Hoon estaba actuando, los ojos del hombre se movían con curiosidad mientras inclinaba la cabeza casi imperceptiblemente. Su pareja estaba revisándolo.

El mejor amigo se giró hacia Seung Hyun con un furioso ceño. Seung Hyun igualó el ceño con su propia intimidante ferocidad. —Hazle daño y nada evitará que vaya tras de ti.

 

Antes de que Seung Hyun pudiera responder, el hombre salió de la habitación tan ferozmente como había entrado en ella. Se quedó allí por un momento, viendo la puerta, preguntándose si iba a tener que lidiar con el mejor amigo de Jong Hoon todo el tiempo. Seguro que no esperaba eso. Fue agotador sólo estar alrededor de él este corto período de tiempo. —Buen chico.

Al principio, su pareja no dijo nada, sólo se quedó mirando a Seung Hyun como si fuera alguna nueva extraña especie que Jong Hoon nunca había visto antes. Pero parecía lentamente salir de su aturdimiento y sus ojos parecían enfocarse de nuevo. —Es inofensivo... más o menos. Bueno, él tiene mal carácter. Pero es un muy buen amigo.

Frotándose la parte posterior de su cuello, Seung Hyun se quedó mirando fijo a su pareja. Ahora que todas las interferencias se habían ido, la tensión se desvaneció y se quedaron en un silencio incómodo. —Hola. —Se sentía de dieciséis de nuevo, pidiéndole a alguien una cita. No fue bueno antes, y apestaba ahora—. En caso de que no lo oyeras, Seung Hyun es mi nombre.

Jong Hoon bajó la cabeza, el mentón casi tocando su pecho mientras una sonrisa elevó la comisura de sus labios. Miró a Seung Hyun a través de sus largas pestañas, haciendo que el corazón de Seung Hyun latiera aún más rápido. —Lo oí la primera vez.

La sonrisa era contagiosa. La boca de Seung Hyun formó una sonrisa de satisfacción. Su pareja era tímido. A él le gustaba eso. Creciendo en los barrios bajos, trató con personas que preferían apuñalarte por la espalda que ayudarte a salir, la personalidad de Jong Hoon era refrescante, acogedora.

—Sé que tienes que regresar al trabajo. Me preguntaba si quisieras venir a la estación de bomberos cuando termines.

Aunque Jong Hoon era un completo desconocido para él, eso no le importaba a Seung Hyun. En el mundo de los shifter, encontrar a tu pareja era un precioso hallazgo. Se le daba a cada   shifter una única pareja, aunque Seung Hyun había oído hablar de algunos hombres que lograban una segunda oportunidad. Esos incidentes eran tan raros como que una persona tuviera la posibilidad de ganar la lotería dos veces. Los shifters tomaban muy en serio el apareamiento. Por eso había una ley entre su especie que prohibía que alguien interfiriera.

Esto también era la razón por lo que una pareja infiel se trataba con dureza y severidad.

Los ojos café canela de Jong Hoon iban de Seung Hyun al suelo.  —¿No te meterás en problemas si voy a la estación?

 

Seung Hyun sacudió la cabeza mientras golpeaba el emblema en la camiseta. —Jefe de Bomberos. Soy el jefe. Ven cuando quieras. —Quería tocar a su pareja, besarlo. Pero por la forma en que Jong Hoon estaba actuando, Seung Hyun sabía que tendría que llevar la relación con el hombre con calma.

No tenía ningún problema con eso. Nunca había cortejado a nadie antes, y la idea le atraía en muchos niveles diferentes.

—Yo… —Jong Hoon se aclaró la garganta—. Iré después del trabajo.

Apretando sus dedos en las palmas de las manos para evitar alcanzar a Jong Hoon, Seung Hyun le dio una larga mirada antes de salir de la oficina. Su corazón estaba revoloteando mientras caminaba hacia el cajero. Todo en lo que podía pensar era en el   pequeño hombre con el cabello rubio.

—¿Se arregló todo? —Jun Hoe preguntó desde la puerta que daba al exterior, donde Seung Hyun podía ver humo en el aire.

—Sí. —Seung Hyun asintió—. Gracias por tu comprensión.

 

—No hay problema —dijo Jun Hoe y Seung Hyun salió por la puerta. Esta  mañana  había  sido  una  mierda  como  el  infierno, pero parecía que su día estaba mejorando. Recordó mientras subía a su camioneta que no había tenido oportunidad de almorzar.

Regresar al interior no era una opción. No quería parecer desesperado. Seung Hyun tendría que hacer una rápida parada en el restaurante. Mientras conducía por el pueblo, Seung Hyun saludó a unas cuantas personas que había llegado a conocer desde que se mudó a la Villa Kim.

Nunca antes había vivido en un pequeño pueblo, y le pareció muy refrescante realmente conocer a algunos de los residentes. Era muy diferente a donde había crecido. No había prisa ni alboroto aquí y tampoco una ruidosa calle. La gente se detenía en la calle para decir hola, o simplemente daban una amistosa inclinación de cabeza. Le había tomado tiempo acostumbrarse, pero ahora que Seung Hyun había experimentado esta rica vida, no podía entender cómo había vivido sin esto.

Entrando al restaurante, ordenó rápidamente y salió con la comida. Bueno, no tenía prisa, pero ya había dejado demasiado tiempo la estación de bomberos.

Él no tenía una cantidad fija de tiempo para el almuerzo, pero Seung Hyun nunca se alejaba demasiado tiempo. No sólo porque cuidaba sus obligaciones, sino además porque los hombres que trabajaba allí actuaban más como jóvenes que como adultos. La mayoría de los días se sentía más como su niñera que su jefe.

Pero no se iba a quejar. Seung Hyun amaba su trabajo y no cambiaría su posición por nada del mundo, con todo y la conducta juvenil de los hombres.

Cuando regresó al trabajo, Seung Hyun se encontró con Yeon Soo y Sung Kyu descansando en la sala viendo televisión. —¿No tienen ustedes dos nada mejor que hacer? ¿Como limpiar el camión o preparar la cena?

 

—Pero apenas es la hora del almuerzo —Yeon Soo se quejó mientras miraba por encima del hombro a Seung Hyun.

Seung Hyun le dio una mirada que le dijo que no quería escuchar mierda ni quejas.

—Ya voy. —Yeon Soo se levantó de la silla con una mueca en su rostro y salió de la sala.

—¿Y tú? —Seung Hyun miró a Sung Kyu.

 —Hey, yo estoy esperando a que Jo Kwon llegue para irme a casa. Ya trabajé treinta y seis horas. Woo Hyun me va a matar si llego tarde para la cena. —Sung Kyu siguió en el sillón pulsando los botones del control remoto.

La declaración de Sung Kyu sólo le recordó a Seung Hyun a  Jong Hoon.

¿Cuánto faltaría para que estuviera revolcándose en la felicidad doméstica? Era algo con lo que Seung Hyun siempre había soñado, pero nunca había experimentado. Al ser un shifter, había una alta probabilidad de que nunca encontrara a su pareja. Seung Hyun había acariciado la idea de sentar cabeza, pero nunca había encontrado a la persona adecuada.

Era malditamente feliz de haber esperado.

 

Seung Hyun entró en la cocina y tomó una bebida del refrigerador. —Avísame cuando Jo Kwon llegue. Necesito hablar con él. Estaré en mi oficina, si me necesitas.

—Está bien, jefe. —Sung Kyu hizo una seña con la cabeza, con los ojos pegados a la televisión. Seung Hyun se dirigió a su oficina, cerró la puerta y se sentó tras su escritorio para comer su almuerzo. Se estaba muriendo de hambre. Se habían retrasado esta mañana y se había saltado el desayuno. Él podría comerse un caballo ahora mismo.

Pero su suerte estaba en su contra, una llamada sobre una casa en llamas y Seung Hyun estaba fuera de su silla en cuestión de segundos. Sung Kyu estaba enojado, pero no había nada que ninguno de ellos pudiera hacer al respecto. Tendría hombres nuevos que comenzarían la próxima semana, pero eso no ayudaría a su pequeño personal en este momento.

Sung Kyu saltó del asiento y se unió a Seung Hyun. Yeon Soo llegó unos segundos después. Realmente no podía esperar hasta que los nuevos hombres comenzaron. Dos habían renunciado la semana pasada, y otros dos habían sido transferidos a otras estaciones de bomberos.

Uno de los hombres se había metido en un acalorado debate con Seung Hyun porque estaba acostumbrado a su antiguo jefe y no le gustaba la forma en que Seung Hyun manejaba las cosas. Así que Seung Hyun le dijo que podría irse si no le gustaba el cambio.

El tipo había hecho precisamente eso.

 

Al parecer, él estaba durmiendo con el otro chico que renunció porque se fue con el chico que había discutido con Seung Hyun.

Los dos que habían sido transferidos estaban a punto de jubilarse. Uno quería estar cerca de su familia en otro estado. El otro tenía una madre enferma que lo necesitaba para cuidar de ella.

Eso dejó a tres hombres bajo la supervisión de Seung Hyun. Su mayor temor era que estallara un fuego que no pudiera contener con tan poco personal.

Justo cuando estaban a punto de salir, Jo Kwon llegó y rápidamente se puso el uniforme, dándoles una mirada de disculpa. Seung Hyun no quería disculpas. Él quería que sus hombres iniciaran su turno a tiempo. No era como si tuviera un exceso de bomberos. Cada uno contaba.

 

Una vez que Jo Kwon estuvo en el camión, se pusieron en marcha. Les tomó varios minutos llegar hasta donde el humo formaba grandes nubes en una casa estilo rancho.

Sung Kyu estacionó el camión y todos entraron en acción. Seung Hyun daba órdenes y trabajaba. El fuego había consumido la casa, pero el bosque no estaba muy lejos de la estructura. Si el fuego llegaba al bosque tendrían un montón de problemas.

La villa Kim tenía mucho bosque. El fuego se extendería y causaría graves daños. Aunque se encontraban en las afueras del pueblo, el bosque estaban a su alrededor. No tardaría mucho para propagarse.

Los cuatro trabajaron durante las siguientes horas tratando de contener el fuego. No fue fácil. Había un pequeño granero detrás de la casa que también había sido tomado por las llamas y ellos eran pocos hombres.

Mientras Seung Hyun combatía las llamas, un fuerte olor a gasolina golpeó sus sentidos. Alguien lo había utilizado como acelerante. Sabía en ese momento que el fuego se inició a propósito. La casa estaba vacía, nadie vivía aquí. Lo sabía por la maleza y enredaderas que estaban cerca de la casa.

Pero iba a esperar hasta poder confirmarlo.

 

Yeon Soo y Jo Kwon fueron a revisar si había ocupantes en la casa, mientras que Seung Hyun y Sung Kyu trabajaban en mantener el fuego bajo control. Odiaba tener solo dos bomberos dentro. Él preferiría tener más, pero no había nada que Seung Hyun pudiera hacer al respecto. No hasta que sus nuevos hombres comenzaron la próxima semana.

Cuando las llamas se apagaron y el humo pasó de un fuerte color gris a un color blanco lechoso, Seung Hyun finalmente tomó una respiración profunda.

«Ya es tarde».

 

Iba a tener que llamar al Marshal de bomberos del área. Seung Hyun sabía que algunas personas dejaban latas de gasolina cerca de algo inflamable. Pero ese escenario era poco probable. Su instinto le decía que esto fue premeditado.

La única manera de escribir oficialmente que esto fue intencional era lograr que el Marshal Aaron revisara el lugar. Seung Hyun sabía lo que el tipo iba a decir. El olor a gasolina era fuerte en el aire.

Seung Hyun se sintió aliviado cuando Yeon Soo y Jo Kwon salieron de la casa ilesos y con las manos vacías. Jo Kwon se acercó a él y se quitó el casco. —Todo bien, jefe. No hay nadie dentro. Hemos barrido la casa y el granero y no encontramos ningún otro punto caliente.

—Vamos a dejar esto cubierto —dijo Seung Hyun mientras se dirigía hacia el camión para informar que todo está bajo control. También le diría a Felix —el despachador— que informara al Marshal de bomberos Aaron. Con un pueblo tan pequeño como la Villa Kim, ellos compartían el Marshal de bomberos con la manada del Este.

Seung Hyun y sus hombres hicieron un barrido más del lugar antes de guardar su equipo y quitarse el casco, Seung Hyun se limpió las cejas. Esta había sido una tarde larga.

—¿Listo? —Sung Kyu preguntó acercándose a Seung Hyun. Sabía que el hombre estaba ansioso por llegar a casa con su pareja. Se sentía mal de que sólo hubiera cuatro personas en el departamento.

Eso ponía mucha presión en todos ellos.

 Una vez que llegaron a la estación de bomberos, Seung Hyun guardó el equipo y tomó una larga ducha caliente, enojado de que ahora el almuerzo estaba frío. Estaba tan hambriento que se sentía de mal humor.

Había algunas cosas en la cocina para comer, pero Seung Hyun no estaba de humor para un yogur o un sándwich de jamón. Se estaba muriendo de hambre y necesitaba una gran comida para llenarse.

—Hey, jefe. Hay alguien que quiere verte —dijo Jo Kwon, asomando la cabeza en la ducha—. Él es lindo. —Los ojos verdes del hombre brillaban con buen humor.

« Jong Hoon».

 

—Muéstrale mi oficina. Estaré ahí tan pronto como me vista.

—Seung Hyun se secó y luego agarró el montón de ropa que había dejado en el banquito.

Metiéndose la camiseta en los pantalones, Seung Hyun se vio en el espejo. Vio la imagen de un hombre que había salido de la pobreza y había hecho algo de sí mismo. No hacía mucho tiempo que Seung Hyun había visto su reflejo y se había dicho que podía hacerlo, que podía cambiar su vida. No había sido fácil, pero aquí estaba, era Jefe de Bomberos.

Un sentimiento de orgullo se apoderó de él.

 

También se dio cuenta de que necesitaba afeitarse, pero iba a tener que esperar. Quería lucir bien para Jong Hoon, pero no quería dejar al hombre esperando.

A pesar de que luchó contra todo en su camino a la cima y nunca se dio por vencido, siempre había una cosa que faltaba en la vida de Seung Hyun.

Su pareja.

 

Ahora que lo había encontrado, Seung Hyun planeaba hacer lo que fuera necesario para que Jong Hoon fuera feliz. Con esto en mente, salió de la ducha y se dirigió a su oficina, sintiéndose más animado con cada  paso.

Al pasar junto a Jo Kwon en el pasillo, vio la sonrisa en el rostro del hombre. Seung Hyun no pudo evitar corresponder la sonrisa, su mal humor de antes estaba olvidado al saber que Jong Hoon estaba esperándolo. No podía esperar para ver al hombre de nuevo. Su primer encuentro había sido demasiado corto para su gusto. Tenía la esperanza de conseguir más tiempo ahora que Jong Hoon estaba en territorio de Seung Hyun.

Al entrar en su despacho, Seung Hyun cerró la puerta detrás de él. Jong Hoon estaba sentado en la silla negra frente a su escritorio, viendo la habitación. —Siento haberte hecho esperar.

—Jo Kwon me explicó que tenías una llamada. —Jong Hoon pasó sus manos por sus muslos mientras se giraba hacia Seung Hyun. Al ver el movimiento, Seung Hyun quería tranquilizar a su pareja. Sabía que era un hombre grande y la mayoría lo encontraba intimidante. Seung Hyun no quería que Jong Hoon se sintiera de esa manera. Quería que Jong Hoon estuviera a gusto en su presencia.

Caminó alrededor de la mesa en forma de U y se sentó, quitando la abrumadora sensación del tamaño. Ahora no estaba sobre el hombre.

Seung Hyun iba a pedirle a Jong Hoon que le hablara un poco de su persona y luego se dio cuenta de lo estúpido que se oía. Esto no era una maldita entrevista.

—Linda oficina. —Jong Hoon miró alrededor, se veía tan nervioso como Seung Hyun se sentía. Los dos estaban sentados con los brazos cruzados, sin decir una palabra.

 

Infiernos, Seung Hyun no podía hacer esto. No tocar a su pareja lo estaba volviendo loco. Necesitaba algún tipo de contacto y lo necesitaba ahora.

Se levantó y rodeó el escritorio de madera oscura, y jaló a Jong Hoon de su asiento. Jong Hoon gritó cuando Seung Hyun se sentó en el borde de la mesa y colocó a su pareja a horcajadas sobre sus caderas. —Mucho mejor.

Y así fue. Sólo sentir al hombre en sus brazos calmó algo dentro de Seung Hyun. Era como si una parte que le faltaba finalmente se había llenado. El brazo de Jong Hoon rodeó el cuello de Seung Hyun sosteniéndose.

Jong Hoon se apartó un poco y vio a Seung Hyun con una chispa de humor en sus ojos. —¿Presuntuoso?

Dios, el hombre era sexy.

 

—No, sólo con un infierno de esperanza. —Seung Hyun colocó las palmas a ambos lados de la cara de Jong Hoon, inclinándose hacia adelante para probar al shifter por primera vez. Deslizó la lengua por el labio inferior de Jong Hoon, inhalando pequeñas bocanadas de aire de la boca de su pareja.

«Recuerda,  lento».

 

Seung Hyun estaba luchando para controlar su animal. Su oso grizzli quería a Jong Hoon, reclamar al hombre aquí en la oficina. Sabía que no podía hacer eso. Su pareja era tímido y —Seung Hyun fue tomado por sorpresa cuando Jong Hoon abrió la boca y chupó la  lengua de Seung Hyun hacia su garganta.

No estaba seguro de lo que pasó con lo de lento. Ese movimiento fue arrojado por la ventana cuando Seung Hyun se giró y colocó la espalda de Jong Hoon sobre el escritorio.

 

No iba a ser salvaje. Jong Hoon estaba jalando a Seung Hyun, apretando sus muslos alrededor de la cintura de Seung Hyun y tratando de succionar su maldita lengua de su boca.

«Wow». ¿Qué infiernos estaba pasando aquí? ¿Jong Hoon realmente era un salvaje disfrazado? Seung Hyun no estaba seguro, pero no era tan tonto como para alejarse. Sus manos agarraron las caderas de Jong Hoon apretando con fuerza mientras presionaba su pene cubierto con el uniforme contra el culo de Jong Hoon.

Dios, qué no daría porque ambos estuvieran desnudos.

 

Rezó como el infierno correrse con la fricción y esperaba como el infierno no hacerlo. Era confuso, pero Seung Hyun sabía que quería correrse enterrado profundamente dentro de culo o la boca de su pareja. Ambas imágenes lo volvían loco.

Podía sentir sus colmillos crecer, cuando retomó el control del beso. Su pareja, podría estar excitado, pero Seung Hyun era un verdadero depredador. No estaba en él ceder el control. Él emitía un gruñido mientras sacaba la lengua de la boca de Jong Hoon, el hombre mordió su labio inferior.

Pero Jong Hoon no se estaba dando por vencido tan fácilmente. Él hizo lo imposible por recuperar la lengua de Seung Hyun. Por último, Seung Hyun se retiró. —¿Tratando de dominar?

Los ojos café-canela de Jong Hoon estaban vidriosos y jadeaba. Los ojos de Seung Hyun se centraron en los labios hinchados por los besos del hombre. Eran rojos, regordetes, y Seung Hyun estaba listo para devorar al hombre un poco más.

—No sé lo que me pasó —confesó Jong Hoon mientras yacía extendido bajo Seung Hyun—. Fue como si estuviera poseído.

—¿Normalmente das besos con esa pasión? —preguntó Seung Hyun, preguntándose por qué estaba buscando una   respuesta.

¿De  verdad  quería  saber  de  los  amantes  del  pasado de Jong Hoon? Por supuesto que no, y él temía escuchar la respuesta de Jong Hoon. No quería esa imagen en la cabeza.

—Ya que eres el primer hombre que he besado, tendría que decir que no.

Las fosas nasales de Seung Hyun se agitaron con ese conocimiento. El calor en aumento en su interior hacía que su sangre se sintiera como si estuviera en llamas. Todo acerca de este hombre era perfecto. Él estaba en grave peligro de convertirse en adicto a Jong Hoon, sobre todo después de lo que el hombre acababa de confesar.

Por mucho que quisiera reclamar a Jong Hoon, Seung Hyun sabía que no iba a suceder en su oficina. Además de ser el lugar menos romántico que pudiera pensar, sus hombres entraban siempre, sin importar cuántas veces les había dicho que tocaran.

Si uno de ellos entraba ahora, Seung Hyun probablemente les patearía el culo. Por lo tanto, para evitarle cualquier vergüenza a Jong Hoon, Seung Hyun a regañadientes se apartó. —Tengo que terminar mi turno esta noche, pero me voy mañana. Definitivamente me encantaría llevarte a casa y continuar con esto. ¿Puedo recogerte después del trabajo? —Por primera vez desde que inició en este trabajo, Seung Hyun maldijo sus largas horas.

Ahora sabía cómo se sentía Sung Kyu. La anticipación iba a matarlo.

—Salgo a las cinco, chico grande.

 

Oh sí, Jong Hoon era un infierno de gato salvaje.

 

comtiuara...

 


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