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59. Calor en Aumento (05) por dayanstyle

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«Salgo a las cinco, chico grande».

 

—Actué como un total tonto. —Jong Hoon dejó que su cabeza cayera a la mesa mientras gemía al recordar su estupidez. ¿En qué estaba pensando? ¿Chico grande? Dios, era un idiota. Su primer beso y él había actuado como un completo idiota. ¿Qué estaba pensando, tratando de dominar a un macho dominante? ¿Estaba loco? Jong Hoon vivía con machos alfa. Sabía    cómo actuaban, entonces, ¿por qué había esperado que Seung Hyun se comportara de forma diferente?

Eso era exactamente por lo que no había querido una pareja dominante. Era un total bobo alrededor de ese tipo de hombres. Jong Hoon estaba más cómodo con gente como él y Baekhyun. No tenía que tratar de impresionar a alguien pequeño como él. Pero cuando estuvo cerca de Seung Hyun ayer, Jong Hoon había sentido la presión de tratar de impresionar al hombre.

De nuevo, fue un idiota.

 

—¿Qué tan malo fue? —Baekhyun preguntó mientras palmeaba a Jong Hoon en la mano—. No puede haber sido tan terrible. Apuesto a que estás haciendo un gran lio de nada. Me avergüenzo con Chaniie todo el tiempo, pero no me ves gimiendo por eso.

Jong Hoon levantó la cabeza lo suficiente para ver los ojos gris-azules de Baekhyun. —Traté de tomar el control, ser el dominante.

 

Baekhyun apartó la mano como si se hubiera quemado.    —Oh.

 

«Sí, exactamente. Oh».

 

—¿Cómo? Es casi el doble de tu altura. No puedo ni imaginar ese escenario en mi cabeza. —El hombre parecía que estaba tratando de imaginar a Jong Hoon tomando a Seung Hyun. No quería que su amigo pensara en eso—. Bueno, mira el lado bueno —dijo Baekhyun con un molesto entusiasmo—. Él es tu pareja. Definitivamente habrá una segunda cita y el sexo es un hecho.

La cabeza de Jong Hoon golpeó la mesa cuando la dejó caer de nuevo con la más absoluta vergüenza. En este momento, no estaba seguro de si eso era bueno o no. A pesar de que Jong Hoon había pensado que todos los grandes hombres eran dominantes, había decidido que, dado que el destino le había dado a Seung Hyun, sabía lo que estaba haciendo.

Pero después de dejar la oficina de Seung Hyun ayer, Jong Hoon se dio cuenta de que no era tanto lo que pensaba de los grandes hombres, sino la forma en que actuaba alrededor de ellos, todos los grandes hombres que no vivían con él. Esos tipos no contaban. Era casi como si tuviera un complejo de inferioridad.

—Oh, por cierto, vi a Gaeko en la gasolinera discutiendo con Damon. Hablaban tan fuerte que escuché lo que decían. — Baekhyun se sentó con una gran sonrisa en su rostro. Estaba provocando a Jong Hoon. Estaba esperando a que Jong Hoon le preguntara qué había oído.

Bueno, él estaba interesado. —Escúpelo.

 

—Pensé que estabas demasiado ocupado golpeándote para estar interesado. —Baekhyun arrancó una pelusa imaginaria de su chaqueta rosa—. ¿Estás seguro de que realmente quieres saber?

—Si no me lo dices, dejaré que Chanyeol sepa que no has seguido su advertencia de que dejaras de meterte en asuntos que no eran de tu incumbencia. —Jong Hoon podría jugar tan sucio como Baekhyun. Al pequeño polluelo, a veces le gustaba colgar la zanahoria delante de la cara de Jong Hoon. La mayoría de los días aceptaba eso, pero hoy Jong Hoon tenía poca paciencia.

Los ojos de color gris azulado de Baekhyun se redujeron a pequeñas rendijas mientras golpeaba con el puño la mesa. Jong Hoon nunca había visto al chico enojado antes. No estaba realmente enojado, más bien molesto. —No te atreverías... Tuve que hacerle un montón de favores, sólo para conseguir este trabajo, aunque la mayoría de ellos eran mi idea.

Jong Hoon cruzó los brazos sobre el pecho en señal de triunfo.

—Entonces, habla.

 —Bien —dijo Baekhyun, sonando muy enojado de que Jong Hoon no hubiera seguido su pequeño juego. Pero una vez que empezó a hablar, su rostro se iluminó como el sol al mediodía en un día caluroso de verano—. Al parecer, Damon se enteró de los otros hombres de Gaeko. —Baekhyun arrojó sus manos en el aire, con las palmas hacia fuera—. No fui yo. Lo juro. De todos modos, Damon le dijo a Gaeko que si se acercaba a él de nuevo, no serían capaz de encontrar su cuerpo.

Jong Hoon no podía creer lo que estaba oyendo. Él sabía que Gaeko  iba  a  ser  atrapado  con  el  tiempo,  pero   maldición, ¿amenazar con matar al chico? Eso era un poco extremo en su opinión. —¿Él amenazó su vida?

Baekhyun asintió cuando Jong Hoon vio a Seung Hyun entrar por la puerta. Jong Hoon había salido del trabajo una hora antes sólo para poder hablar con Baekhyun y no había prestado atención a la hora. Miró su reloj para ver que eran las cinco y media.

Baekhyun se inclinó hacia delante y le dijo: —¿Es él? — Jong Hoon gimió para sus adentros. Baekhyun había vivido lo suficiente con shifters para saber que podían oír caer un alfiler. Su susurro era inútil—. ¿Ese es tu pareja?

 

Jong Hoon apartó la mirada de Seung Hyun para ver a su amigo. — ¿Cómo lo has adivinado?

 

Baekhyun rodó los ojos. —Sé que es ridículo, pero veo las miradas de amor. Las he visto demasiadas veces, yo mismo he tenido esa mirada. Buena suerte.

Baekhyun se levantó de su silla, despidiéndose con un sobre exagerado movimiento de la mano, y luego fue tras el mostrador, dejando solo a Jong Hoon.

—Jun Hoe me dijo que te encontraría aquí. —Seung Hyun se inclinó hacia adelante y le dio un beso en la sien a Jong Hoon—. ¿Listo?

«No realmente». Todo el valor que había tenido en la oficina de Seung Hyun ayer, se había ido. Ahora estaba sentado aquí con su interior agitándose fuerte, se sentía como si estuviera a punto de vomitar. —Claro que lo estoy —dijo con una falsa sensación de seguridad.

Seung Hyun se inclinó hacia adelante y presionó sus labios en la oreja de Jong Hoon, bloqueando los ruidos de la gente charlando y los sonidos de las máquinas detrás del mostrador. —Mentiroso — susurró, el aire cálido cosquilleó el lado de la cara de Jong Hoon e hizo que su pene pulsara por la intimidad—. Eres un conejo asustado ahora. Ven a mi casa, Jong Hoon. Nosotros solo hablaremos, lo prometo.

Jong Hoon tomó su té helado de la mesa y siguió a Seung Hyun fuera de la cafetería. Se aferró al maldito té como si fuera su línea de vida mientras Seung Hyun lo guiaba a lo que parecía ser una flamante camioneta. La pintura azul oscuro brillaba a la luz del sol igual que el brillante cromo. La palabra Ford estampada en la parrilla.

—Linda camioneta —Jong Hoon comentó cuando Seung Hyun abrió la puerta del pasajero para él—. Parece nueva. —Le gustaba que su pareja tuviera modales. Una vez que Jong Hoon se acomodó en su asiento, Seung Hyun cerró la puerta.

 

Incluso el interior olía a que Seung Hyun acababa de comprar la camioneta.

Seung Hyun se sentó a su lado. —Tiene un año. A mí me gusta mantenerla limpia.

Ahora Jong Hoon tenía miedo de tocar algo. Pasó la mano alrededor de la condensación en el vaso y luego se limpió en los pantalones. Rezó como el infierno para que su pareja no fuera totalmente meticuloso.

A Jong Hoon le gustaban las cosas limpias, pero bueno, no veía una mota de polvo en ningún lugar. Tenía ganas de levantar los pies de la alfombra color azul del piso sólo para no ensuciarla con los zapatos.

—No tuve la oportunidad de preguntarte —dijo Seung Hyun mientras se alejaba de la cafetería y se dirigió fuera del pueblo—. ¿Qué tipo de shifter eres? Sin ofender, pero hueles un poco como una presa.

¿Se suponía que eso lo hiciera sentir mejor? En todo caso, Jong Hoon estaba listo para saltar de la camioneta. Enderezando su columna, Jong Hoon sacó la barbilla con orgullo. —Soy un impala. Y si tratas de comerme, me aseguraré de causarte indigestión.

Era una amenaza coja, pero era lo único que Jong Hoon podía decir. Seung Hyun tenía el doble de su altura y circunferencia. El hombre probablemente podía cambiar y comérselo todo.

—Dije que hueles como una presa. —Seung Hyun le dio un guiño a Jong Hoon—. Hay sólo una parte de tu cuerpo que quiero probar. — La insinuación sexual era fuerte en el tono de su pareja. Aparte de que Seung Hyun era un hombre muy grande, Jong Hoon estaba nervioso porque nunca había tenido relaciones íntimas con nadie antes. Sabía que estaba tenso, pero no podía evitar sentir que el pánico se apoderaba de él.

Quizás podía fingir un dolor de cabeza.

 

—Relájate, mi pequeño impala. No tienes nada que temer. El apareamiento es sagrado para mí. Nadie, incluyéndome a mí, va a hacerte daño. —Seung Hyun parecía relajarse mientras conducía por un largo camino de campo.

Jong Hoon no podía decir lo mismo de sí mismo. A pesar de la afirmación de Seung Hyun de que no tenía nada de qué preocuparse, Jong Hoon estaba muy nervioso. Esto era todo. Iba a perder la virginidad,  ser  reclamado,  marcado  como  una propiedad.

¿Cómo infiernos se suponía que iba a relajarse sabiendo eso?

 

—Soy un infierno de buen cocinero —Seung Hyun declaró en el silencio del interior de la camioneta—. ¿Qué te parece si cocino filetes a la parrilla?

—Suena muy bien, sólo que no soy un gran consumidor de carne. —Jong Hoon sintió que todo su cuerpo se ruborizaba ante la gran sonrisa de Seung Hyun. No estaba seguro de si el hombre había tomado su declaración como sexual o si se había acordado que Jong Hoon era presa.

—Me aseguraré de que tu carne sea pequeña.

 

Jong Hoon ahora podía ver que Seung Hyun solo estaba bromeando, tratando de aligerar la tensión entre ellos. Empezó a hablar sobre lo experto que era para preparar la carne a la perfección. Cuanto más hablaba, más su melódica voz relajaba a Jong Hoon. Para el momento que se detuvieron en la casa de Seung Hyun, los nervios de Jong Hoon estaban calmados... un poco.

—Usualmente me gusta marinar los filetes uno o dos días antes de cocinarlos, pero ya que esta visita es repentina, voy a tener que conformarme y hacerlos sin marinar. Aun así saldrán sabrosos. —Jong Hoon siguió a Seung Hyun al porche y a la casa de su pareja. El lugar parecía más una pequeña cabaña de madera. El  hombre sin duda había elegido un lugar apartado para vivir.

 

Jong Hoon se sentía mejor. La camioneta de su pareja podría ser digna de un TOC ( trastorno obsecivo compulsivo), pero su casa era cómoda, no era lo que Jong Hoon habría pensado. El lugar no era digno para un enorme shifter oso grizzli. Era pequeño y acogedor.

—No necesito mucho espacio para vivir —dijo Seung Hyun—. Tengo un montón de espacio para correr y eso es todo lo que importa.

Era un área abierta que continuaba con la cocina. Las paredes y los accesorios estaban hechos de algún tipo de madera.

Había una chimenea en el lado derecho de la sala, un gran sofá en frente de ella. Jong Hoon vio una manta hecha a mano sobre el respaldo del sofá.

La cocina tenía electrodomésticos en el mostrador, y había una mesa con dos sillas. Ya estaba decorado, Seung Hyun había logrado un ambiente hogareño. A Jong Hoon le gustaba la casa en que vivía, pero envidiaba la de su pareja. Aunque mucho más pequeña, tenía un gran encanto.

—Te voy a enseñar la terraza posterior. Me encanta sentarme ahí.

Siguiendo a Seung Hyun por la puerta de la cocina, Jong Hoon se sorprendió con la impresionante vista. Podía ver por qué a su pareja le encantaba sentarse aquí. El terreno descendía detrás de la casa, por lo que la terraza estaba en alto.

A la derecha había unos escalones que conducían al lado de la casa. A la izquierda una parrilla situada junto a dos sillas de aspecto cómodo, una pequeña mesa en el medio. La terraza tenía techo haciéndolo perfecto para los días de lluvia. —Me encanta tu casa —dijo Jong Hoon mientras colocaba sus antebrazos en el barandal  y  observaba el  terreno. Había    un pequeño   arroyo  abajo  que  a  Jong Hoon    le encantaría ir  a investigar.

Seung Hyun se inclinó junto a Jong Hoon, con los brazos descansando en la misma posición.

—Aquí es tranquilo. Crecí en una ciudad llena de gente y odié cada minuto. Antes tenía que esperar hasta el anochecer para ir al parque de la ciudad y dejar a mi oso grizzli libre. Había una pequeña área de bosque con la que tenía que conformarse. Me dije que cuando lo lograra, me gustaría encontrar el pedazo más grande de tierra.

—No cabe duda de que lo hiciste —dijo Jong Hoon—. Yo tenía un montón de espacio para correr. Mi mayor error fue no asegurarme de que no hubiera depredadores alrededor. Mi hermano Kim Bum me mantuvo a salvo. —Jong Hoon una vez más sintió la fuerte pérdida. Kim Bum había sido todo lo que un hombre podría desear en un hermano mayor.

Seung Hyun chocó su hombro con el de Jong Hoon. —Suena como un buen tipo. Me encantaría conocerlo.

Jong Hoon se tragó el nudo en la garganta. —Él te habría gustado.

Seung Hyun se enderezó, sus fuertes dedos acariciando la espalda de Jong Hoon. —Lo siento, Jong Hoon. No sabía.

Jong Hoon se negó a quebrarse. Estaba disfrutando de su tiempo con su pareja. Aunque amaba a Kim Bum con todo su corazón, este era el momento de Jong Hoon para estar con Seung Hyun. — Estoy bien. Acabo de conseguir tener los ojos llorosos de pensar en él. ¿Podemos cambiar el  tema?

Seung Hyun le dio a Jong Hoon una firme inclinación de cabeza, sus rasgos se suavizaron con compasión.

—¿Qué tal si empezamos con los filetes?

—¿Necesitas ayuda? —Jong Hoon entró en la casa detrás Seung Hyun. Su pareja tomó lo que necesitaba para la parrillada y Jong Hoon revisó el refrigerador—. ¿Papas al horno? —El hombre tenía todo lo que podía necesitar.

Seung Hyun le dio un beso en la frente a Jong Hoon. —¡Suena genial!

—Su pareja salió a la terraza, dejando a Jong Hoon allí, sintiéndose confundido. Fiel a su palabra, Seung Hyun no estaba haciendo ningún movimiento sobre él.

Pronto Jong Hoon pudo oler la carne cocinándose. Si el olor era algo, Seung Hyun sabía lo que estaba haciendo. Jong Hoon vio cervezas en la parte inferior del refrigerador y tomó dos. Una vez que tenía las patatas envueltas en papel de aluminio, se las llevó, junto con las cervezas, a la terraza.

—Estás resultando ser un buen ayudante —Seung Hyun bromeó mientras tomó las patatas envueltas de Jong Hoon y las arrojó a la parrilla al lado de los filetes. Se sentó en una de las dos sillas, tomando la botella que Jong Hoon le estaba entregando.

Jong Hoon se sentó en la otra, y le quitó el tapón a la botella.

 

—¿Haces esto todo el tiempo? —Tomando un trago de su cerveza, Jong Hoon sintió la punzada fría golpeando la parte trasera de la garganta. No era un gran bebedor, así que cada vez que tomaba sentía los efectos casi inmediatamente.

Recordando esa pequeña información, Jong Hoon decidió mantener la botella que tenía en la mano. No había manera de que se avergonzara una vez más. Se había emborrachado una vez, y no había sido un bonito espectáculo.

Seung Hyun se veía confundido ante la pregunta de Jong Hoon.  — ¿Tomar cerveza o asar?

Jong Hoon se echó a reír. —Las dos cosas.

—Yo aso mucho. Bebo de vez en cuando. Nunca sé cuándo seré llamado de nuevo a la estación. Un Jefe de Bomberos ebrio nunca es algo bueno. —Seung Hyun tomó un largo trago, sus músculos de la garganta trabajando fascinó a Jong Hoon. Cuando los ojos de color gris ahumado de Seung Hyun vieron a Jong Hoon, él bajó rápidamente la mirada. La mirada del hombre era penetrante, haciendo que Jong Hoon se sintiera sonrojado y caliente. Era un idiota. Tanto como Seung Hyun prometió sólo hablar,Jong Hoon sabía lo que iba a pasar cuando había accedido a venir.

Estaba preocupado de que su pareja se sintiera frustrado porque Jong Hoon no era mundano o conocedor. Al parecer Seung Hyun no parecía ser ese tipo de persona. Esperaba como el infierno que fuera de esa manera.

—¿Por qué no vienes a sentarte en mi regazo? —Seung Hyun palmeó su grueso muslo, haciendo que la mirada de Jong Hoon se centrara en la ingle del hombre—. Me comprometo a comportarme.

Jong Hoon dudaba que el hombre se comportara. Él no estaba seguro de querer que Seung Hyun se comportara cuando vio los dos profundos hoyuelos aparecer a cada lado de la boca de su pareja. Los ojos humo gris del hombre estaban volviéndose más oscuros, recordando a Jong Hoon el mercurio.

Estrangulando la botella de cerveza, Jong Hoon se levantó y cerró la distancia entre ellos, sentándose de lado en el regazo del hombre. Seung Hyun no dijo nada de que Jong Hoon no se hubiera sentado a horcajadas. Su mano se movió hacia arriba de la espalda de Jong Hoon mientras le sonreía a su pareja. —Mira, no muerdo —el hombre dijo mostrando la punta de los colmillos.

Jong Hoon le dio un largo trago a su cerveza, sus ojos como dardos sobre el paisaje. Podía oir el sonido de la carne crepitar y el canto de los pájaros, pero en todo lo que Jong Hoon se enfocaba era en el duro hombre debajo de él.

La mano de Seung Hyun se deslizó por su espalda y luego viajó hacia abajo. Cada vez que la mano del hombre llegaba a la parte inferior de la columna de Jong Hoon, parecía que seguía bajando.

—¿Puedo conseguir un beso? —Seung Hyun le preguntó en un profundo tono sensual que tenía el corazón de Jong Hoon golpeando salvajemente en su pecho. Jong Hoon se inclinó hacia un lado cuando la mano de Seung Hyun acunó la parte de atrás de su cabeza, acercándolo más.

Los párpados de Jong Hoon se cerraron cuando sus labios se unieron. El beso no fue salvaje y caliente como había sido en la oficina de Seung Hyun. Era lento, adictivo, y hacía que el cuerpo de Jong Hoon se sintiera como si estuviera cobrando vida.

Sintió pequeños temblores lentamente recorrer su cuerpo hasta que se intensificaron en la ingle.

—Levanta la pierna —Seung Hyun susurró en su boca mientras dejaba la cerveza a un lado, tomando también la de Jong Hoon y colocándola junto a la suya. Ahora que sus dos manos estaban libres, Seung Hyun las utilizó para dar lentos masajes en la espalda a Jong Hoon.

Presionando su pecho con el de Seung Hyun, Jong Hoon inclinó la cabeza hacia un lado y se entregó a su pareja. Podía sentir las manos del hombre trabajar lentamente su camino a los jeans de Jong Hoon.

Jong Hoon no lo detuvo. Quería todo lo que Seung Hyun parecía querer. Las manos de Jong Hoon temblaban mientras se agarraba de los hombros de su pareja. Podía sentir perderse en lo que Seung Hyun le estaba haciendo.

Y entonces sonó el celular de su pareja.

 

continuará...

 


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