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60. Las Lecciones de Mark (06) por dayanstyle

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Jackson se apartó cuando Jongin entró por la puerta de la habitación, pero él no quitaba los ojos de Sang Min. ¿Pensaría Jackson que el adolescente intencionalmente le haría daño? No, pero él era un joven, potente, sin entrenamiento, un Styre mente. Aun estando encerrado durante tantos años, Jackson sabía lo peligroso que Sang Min era en estos momentos.

Los ojos gris claro de Jongin recorrieron el cuerpo sin vida, con una expresión estoica. Tenía las manos cruzadas a la espalda, su cabello negro le caía sobre los frente mientras se arrodillaba y examinaba el cuerpo. —¿Cómo pudo amenazar a tu padre?

El joven estaba de pie con la espalda contra la pared, con los brazos cruzados alrededor de su estómago. Jackson podía ver el ligero temblor de su cuerpo cuando Sang Min miró al Alfa. —L… lo mordió.

—¿Pensé que sólo tenían que limpiar la mente de los humanos?

Mark miró a Jackson. —¿Tienen que morder para limpiar la memoria de alguien? El hombre de la calle no fue mordido, el vampiro sólo lo tocó.

Jongin se paró en toda su estatura, su mandíbula de granito mientras miraba a Siwon, que había estado esperando junto a la puerta. —Llama al príncipe. —Las palabras fueron dichas con furia—. Dile que venga o se arriesgue a perder a todos los malditos vampiros que ha enviado a mi pueblo.

 

Jackson pasó sus brazos alrededor de Mark, jalando a su pareja más cerca cuando Jongin se acercó al joven. Sintió a Mark luchar para separarse, tratando de ir con Sang Min. No había manera de que dejara a Mark en algún lugar cerca del Alfa, no cuando Jackson no podía descifrar el estado de ánimo del lobo.

Lastimar a un niño no era el estilo de Jongin, pero por otra parte, Sang Min no era un niño común y corriente. Era un arma mortal si llegara a caer en las manos equivocadas. Lo que Jongin decidiera hacer, Jackson lo entendería. Tener un Styre mente cerca de la gente que le importaba era extremadamente peligroso.

—¿Sabe tu padre acerca de tus habilidades? —preguntó Jongin. —Él sabe que puedo ver a la gente como realmente es. Pero nunca le conté… —Sang Min miró el cadáver.

 

Jongin se acercó, inclinando, su enorme cuerpo sobre Sang Min. —¿Has matado a alguien antes? —Jackson se sorprendió de que la pregunta fuera hecha con dulzura, sin una pizca de enojo o reproche en la voz de la Alfa.

—No, señor. —El delgado cuerpo de Sang Min empezó a temblar más fuerte justo antes de caer de rodillas y vomitar. Esta vez Jackson dejó ir a Mark. Su pareja corrió, pasando sus manos sobre la espalda de Sang Min.

—Serás llevado con alguien que te entrenará en la forma correcta de utilizar tus habilidades —Jongin dijo antes de girarse hacia Siwon.

—Asegúrate de que uno de los hombres de Jaehyo se lleve este maldito cuerpo de aquí.

Jackson no estaba seguro de qué hacer. Quería tomar a Mark e irse, pero su pareja estaba consolando a Sang Min. Así que se  quedó  allí,  mirando  cómo  Jongin  convencía  a  Sang Min a levantarse. —Vamos a despertar a tu padre y decirle lo que está pasando.

Sang Min asintió y se limpió los ojos, sin dejar de verse un poco verde.

Jackson rodeó con sus brazos a Mark cuando su pareja se reunió con él. Nunca había visto este lado del Alfa, tranquilo y protector. Jongin salió de la habitación, Jackson lo siguió.

Pero en vez de ir a la habitación del padre de Sang Min, Jackson caminó con Mark afuera. —¿Estás bien? —Su pareja lo abrazó, apoyando su rubia cabeza sobre el hombro de Jackson. Éste pasó las manos por el sedoso cabello mientras esperaba hasta que Mark se recuperara.

—Es la primera vez que he visto un cadáver. Y ahora que soy un leopardo —Mark se estremeció—, la habitación, el cuerpo, e incluso el olor era más claro, más nítido. Podría haber seguido sin eso.

—Lo siento, bebé. No se puede apagar. —Jackson dirigió a Mark al carro y le abrió la puerta a su pareja, ayudándole a entrar y a colocarse el cinturón de seguridad. Había sido un infierno de noche. Lo único que Jackson quería hacer en este momento era llevar a Mark a casa. Esto era demasiado emociones para él.

—Un momento, amigo. —Mark desabrochó su cinturón de seguridad y salió—. No estoy tan mal para dejarte conducir de nuevo. Tus habilidades están oxidadas como el infierno y mis nervios están alterados. Puedes practicar después. En este momento sólo quiero llegar a casa de una sola pieza.

Jackson le frunció el ceño a su pareja. —No soy tan malo. Mark echó la cabeza hacia atrás y soltó una  carcajada, Jackson apreció el sonido musical. Dentro de la casa de Sang Min había sido muy intenso, y estaba contento de que el humor se aligerara.

 

—Amigo, ¿has prestado realmente atención a la forma en que conduces? Las esquinas no están seguras a tu alrededor. — Mark caminó alrededor del carro, levantando la mano y moviendo sus dedos para que Jackson le entregar las llaves.

—No manejo mal. —Jackson dejó caer las llaves en la palma de Mark—. Soy un conductor muy seguro. —Su declaración sólo hizo que su pareja se riera más fuerte. Jackson trató de no sentirse ofendido, pero el ver la sonrisa en el rostro de Mark derribó sus defensas, haciéndole reír—. Bueno, quizás estoy un poco oxidado.

—Vamos, gatito. —Mark entró en el lado del conductor. Jackson ronroneó ante la referencia. A él le gustaba... y mucho. Quizás podría conseguir que Mark lo mimara de nuevo diciéndole cosas cariñosas. Su pene estaba creciendo con fuerza con ese pensamiento mientras se deslizaba en el asiento del pasajero.

Mark inhaló el aire. —¿Qué es ese olor?

 

Jackson se cubrió la sonrisa con la mano, preguntándose si su pareja iba a darse cuenta de que él estaba olfateando la lujuria de Jackson. Era un perfume pesado y exótico que llenó el carro rápidamente. No dijo una palabra. Mark iba a tener que aprender a diferenciar los aromas de su medio ambiente.

La lujuria era un buen maldito aroma para empezar.

 

Su pareja siguió olfateando mientras encendía el carro. — Huele picante. El aroma me recuerda a... —Mark giró la cabeza y miró a Jackson—. Sexo.

—Muy bien —dijo Jackson, en un tono que no podía ser confundido con otro que no fuera hambre cruda. Se dejó caer un poco en su asiento, para que Mark pudiera ver claramente la dureza en su ingle. Los ojos de Mark se abrieron como platos, y luego bajaron mientras lamía su labio inferior.

 

El hombre iba a ser la ruina de Jackson.

 

Jackson bajó la cabeza, moviendo los ojos hacia su izquierda mientras pasaba la mano por encima de su erección, moviendo las caderas al mismo tiempo. Masajeó con los dedos la hinchazón por encima de la mezclilla disfrutando el espectáculo que le estaba dando a Mark.

El coche se detuvo al final de la entrada. Los dedos de Mark se envolvieron alrededor del volante, los nudillos se pusieron blancos mientras su respiración se detuvo. Los ojos zafiro estaban pegados a lo que Jackson estaba haciendo.

—Llévanos a casa. —Jackson desabrochó sus pantalones, bajando la cremallera lentamente. Mark apartó los ojos de Jackson y comenzó a manejar de nuevo, pero Jackson pudo ver que  Mark estaba robando miradas.

Los movimientos de Jackson eran lentos y uniformes, pero su sangre parecía que estaba corriendo. En el proceso de tratar de excitar a Mark, Jackson también estaba desatando la lujuria dentro de sí mismo. Con la mano izquierda, Jackson tomó con el pulgar su ropa interior y la bajó, agarrando su pene con la mano derecha.

Captó los caninos de Mark comenzar a extenderse lentamente. El hombre era un recién nacido en el mundo paranormal. Iba a tener que aprender a controlar a su leopardo. En este momento, sólo estaban ellos dos, la vista hizo que su pene pulsara duro en su mano.

Moviendo los dedos arriba y abajo de su eje a un ritmo pausado, Jackson utilizó su mano izquierda para bajar los pantalones y acunar sus bolas. Rodó el saco en la mano mientras su mano derecha se deslizaba arriba y abajo por su pene.

Lo que había comenzado como una provocación para Mark se estaba convirtiendo rápidamente en una sesión  de masturbación privada, su pareja presenciando el espectáculo. Se acomodó más atrás en el asiento mientras su mano acariciaba su pene más rápidamente. No estaba seguro de por qué, pero saber que alguien —que Mark— estaba mirándolo sólo disparó su excitación más arriba.

—Jackson… —dijo Mark casi con desesperación. El sonido de él tragando saliva llenó el carro—. Me estás distrayendo.

—Mira el camino, bebé. —La mano de Jackson se movió más rápido, acariciándose más rápido mientras sostenía sus bolas. Él no iba a durar y no podía parar. El placer erótico lo jalaba y le obligaba a terminar lo que había empezado.

Echando la cabeza hacia atrás, Jackson se quedó sin aliento, gruñó y empezó a joder su propia mano. Necesitaba correrse. Lo necesitaba tan malditamente urgente que la mano de Jackson estaba ahora volando arriba y abajo por su pene. Él se empujó hacia adelante y luego hacia atrás, gimiendo y jadeando.

—Mierda —Mark susurró mientras se movía a un lado de la carretera. Se dio la vuelta en su asiento y se quedó viendo cómo Jackson se masturbaba delante de él. Jackson apretó su pene, dejando escapar un gemido mientras jugaba con sus bolas. Estaba cerca, su saco se tensó más fuerte mientras su cuerpo disparaba su orgasmo.

—Quiero chuparte el pene —susurró Mark, y fue la perdición de Jackson. Su cuerpo se arqueó en el asiento y chorros de su semilla salieron disparadas de la cabeza de su pene—. Ah... mierda —Jackson gruñó mientras ordeñaba el último semen de su pene. Se dejó caer en el asiento, cerrando los ojos.

—Me debes una grande, una vez que lleguemos a casa — Mark gruñó mientras entraba de nuevo en la carretera.

Jackson ni siquiera se molestó en abrocharse los jeans. Estaba demasiado malditamente cansado. Su pene flácido yacía  sobre la tela de sus pantalones mientras sentía que lentamente se quedaba dormido.

 

 

 

Mark salió del cuarto de baño, secando con una toalla su húmedo cabello. Hoy había sido un día extraño. Ver a Jackson masturbarse en el carro había disminuido la tensión que había sentido, pero hizo que quisiera algo más, algo muy abajo comenzaba a dolerle.

Jackson estaba inconsciente en la cama, acostado sobre su estómago y totalmente extendido. Mark se mordió el labio inferior, viendo el culo de Jackson. El hombre estaba totalmente desnudo y parecía tan delicioso como para comerlo.

Tirando la toalla a un lado, Mark se arrastró sobre la cama y se acomodó entre las piernas de Jackson. Se arrodilló allí, contemplando el magnífico cuerpo debajo de él. Jackson tenía finas líneas y duros e hinchados músculos en todos los lugares correctos. Mark quería lamer al hombre de los pies a la cabeza, y cada lugar bañado por el sol.

Apretó sus palmas contra el culo de Jackson, masajeando las apretadas nalgas y luego las separó. Rayos de fuego de placer recorrieron su sistema nervioso viendo el agujero apretado de su pareja.

Quince años era mucho tiempo para sobrevivir sin una suave caricia, sin afecto. Existiendo en un vacío que se llenaba con solo masturbaciones rápidas y sexo sin sentido. Mark no era tan tonto como para pensar que Jackson había pasado tanto  tiempo sin nada, pero dudaba que quisiera decirle algo a su pareja.

 

Mark iba a asegurarse de que ahora él disfrutara cada toque. Iba a asegurarse de que Jackson supiera lo mucho que significaba para Mark. Sus dedos acariciaron el culo de Jackson, tomó el pesado saco, y acarició suavemente a su pareja.

Las caderas de Jackson comenzaron a moverse, despertando mientras Mark seguía con lentos movimientos. El calor subió dentro de Mark. Un rayo de placer rojo vivo crepitaba por su columna cuando Jackson se dio la vuelta y Mark vio lo duro que estaba el hombre.

Su cuerpo se tensó de hambre al recordar la sensación del enorme pene de Jackson, extendiéndolo, llenándolo, pulsando sensaciones increíbles y sorprendentes en el centro de su cuerpo. Sus dedos se deslizaron por el ancho y caliente pene de Jackson, y envolvió el duro acero.

—¿Estás tratando de tener tu travieso camino conmigo? — preguntó Jackson mientras metía sus manos detrás de su cabeza—.¿Estás pensando en robar mi virtud?

—¿Me dejarías? —Mark sólo había planeado explorar los planos ondulado del cuerpo de su pareja, pero ahora que Jackson  había puesto el pensamiento en su cabeza...

Jackson se dobló, agarrando a Mark y jalándolo hacia la cama. Apretó su cuerpo con el de Mark, lanzando una pierna sobre la cadera de Mark. Había un conocedor brillo en los ojos verde-azulado de Jackson—. Mmmm, bebé, la única jodida que va a suceder aquí, será la mía tomando ese dulce culo. —La voz de Jackson era tan firme y caliente que Mark la sintió muy dentro.

Mark nuevamente percibió un fuerte olor picante que llenaba el aire. El aroma impregnaba sus pulmones, por lo que su pene pulsó ante el olor. Mark se lamió los labios secos nerviosamente, deseando, necesitando tocar a Jackson. Alzó la mano para recorrer los hombros de Jackson, pero Jackson agarró las muñecas de Mark y jaló sus brazos sobre su cabeza.

 

—Tan controlador —Mark bromeó mientras extendía las piernas más ampliamente.

Jackson dio un gruñido mientras se inclinaba hacia adelante y mordió la barbilla de Mark. —Siempre.

Eso estaba bien por Mark. Le encantaba ceder el control a Jackson. Su pareja no abusaba del precioso regalo, sólo le daba a  Mark más placer.

Justo como estaba haciendo ahora.

 

Mark sintió la explosión de calor de la boca de Jackson cuando tomó sus labios en un apasionado beso. Mark gimió, duro y salvaje en la boca de Jackson y empezó a presionar su cuerpo contra el de su pareja.

Jackson se quedó quieto, viendo a Mark mientras se retorcía y se retorcía. Mark se dio cuenta que su pareja estaba disfrutando la sensación de los penes rozándose juntos, tanto como él. Su sangre comenzó a tronar por sus venas, haciendo que Mark gimiera.

—¿Mi pequeño gatito quiere joder? —Jackson preguntó en una voz áspera y ronca. Mark no podía girar sus caderas para acercarse más. Su sangre caliente ardía a través de él, dirigiéndose al sur.

—No juegues, Jackson —Mark murmuró en voz baja, el cuerpo tenso por la expectación—. Lo necesito.

—Y yo siempre te daré lo que necesites.

 

Todo el cuerpo de Mark se sacudió y empezó a temblar mientras Jackson se agachaba, sus dedos deslizándose en el pliegue del culo de Mark.

—Jodida madre —dijo Jackson con un gruñido, y Mark sabía que su pareja sintió el tapón que Mark se había insertado.

 

Su pareja tomó el duro plástico y empujó, haciendo que Mark arqueara la espalda en la cama.

—Por favor —rogó Mark descaradamente. De su garganta salió un sonido bajo y atormentado de necesidad que sorprendió incluso a Mark. Jackson fácilmente sostuvo las muñecas de Mark clavándolo en el colchón con una mano, besando los párpados de Mark y su mejilla y la esquina de su boca.

—Nunca me tienes que rogar. —Jackson se apartó y Mark mantuvo sus brazos por encima de su cabeza mientras su pareja enganchaba las piernas de Mark sobre sus brazos—. Retira el tapón para mí, Mark. Toma mi pene en tu cuerpo.

Mark se agachó y retiró el tapón bien lubricado y lo arrojó a un lado antes de enderezarse de nuevo y tomando el pene de Jackson presionó la hinchada cabeza contra su palpitante culo.

Jackson lo penetró profundamente, su pene extendiendo más a Mark, causando un dolor ardiente en su interior. Los ojos de Jackson fijos en los de Mark, el resplandor verde-azulado, vivo con las emociones, más brillantes, más oscuras que hubiera visto en su vida. El contraste era increíble. —Te amo, Jackson.

—También te amo. —La voz de su pareja era gruesa y áspera. Mark sabía que su pareja nunca había pronunciado esas palabras antes y se sentía como un rey mientras el hombre lo veía como si Mark fuera todo para él.

Mark podía sentir los músculos en su interior, flexionarse, ordeñando a Jackson mientras el hambre se construía y corría contra el pesado eje que lo invadía.

—Apretado y caliente —Jackson murmuró, bajando sus labios a Mark mientras Mark bajaba las pestañas. Jackson rozó   sus labios con los de Mark, besando las curvas entreabiertas—. Como una boca caliente chupándome profundo y fuerte.

Mark se sacudió, gritó ante la punzada de placer que lo golpeó.

Sus pestañas se levantaron, con ganas de ver todo lo que Jackson le estaba haciendo. Las caderas de Jackson se sacudían, empujando duro y profundo mientras un gemido escapó de los labios de Mark. Éste casi explotaba. Sentía las vibraciones dentro de él antes de que Jackson se detuviera, un gruñido desigual cayó de sus labios mientras Mark gritaba su nombre.

—¡Joder, sí! Grita para mí. Gritar mi nombre.

 

—Jackson —Mark gritó y Jackson comenzó a moverse de nuevo. El cuerpo de Mark se retorcía bajo Jackson, mientras su pareja lo jodía con más fuerza.

—Sí. Oh sí. Grita mi nombre, bebé. Jackson te está jodiendo. Tomándote —Jackson repitió—. ¿A quién pertenece tu dulce culo?

 

Jackson empaló a Mark, empujándose fuerte y rápido a su interior, mientras gritaba el nombre de su pareja de nuevo.

—Completamente correcto. Jackson. Jackson está jodiéndome.

 

Mark veía cómo los ojos de Jackson ardían más brillante, sus colmillos alargándose mientras tomaba salvajemente a Mark. Luchó por respirar mientras veía moverse las aletas de la nariz de Jackson. Los pómulos de su pareja ruborizados en su bronceada piel, sus labios más llenos, más sensuales.

Mark nunca había visto a Jackson así, tan salvaje, tan posesivo. No se parecía a nada que hubiera visto antes. Las manos de Jackson se aferraban a las piernas de Mark más duro, con más fuerza mientras se empujaba, sumergiéndose en Mark, lanzando a Mark con cada empuje a un orgasmo que amenazaba con  destruirlo.

 

Mark arqueó la espalda, se estremeció y temblaba luchando contra la intensa sensación que recorría su cuerpo.

Y entonces comenzó a volar. Los colores estallaron detrás de sus ojos, un rayo recorría sus venas, explotando a través de su cuerpo. Era como si su corazón estuviera explotando en una nova. Mark se derritió bajo Jackson sintiendo la fuerza, caliente y pulsante, justo antes de su liberación, y Jackson hundió sus colmillos en el hombro de Mark.

La mordedura envió a Mark más arriba, haciéndole gritar el nombre de Jackson una vez más.

Su piel estaba sensible al tacto mientras Jackson reducía sus empujes, liberando las piernas de Mark. Su pareja acarició el abdomen de Mark mientras un ronroneo retumbó en el pecho del hombre. Mark se sorprendió cuando vio la pesada intención en los ojos de Jackson.

Sabía, sin sombra de duda, que Jackson lo amaba.

 

continuara...

 

 

 


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