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60. Las Lecciones de Mark (06) por dayanstyle

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Mark mató las últimas dos horas trabajando, listo para cerrar la cabaña para poder reunirse con Jackson. El hombre había encontrado una construcción que creía perfecta para su tienda de muebles hechos a mano. Quería que Mark fuera a echarle  un vistazo con él.

—O finalmente encontraste el lado oscuro y has comenzado a comer azúcar, o estás listo para salir como del infierno de aquí —dijo Key mientras limpiaba los utensilios que había utilizado—. Estás ansioso como el infierno.

¿Lo estaba? Mark ni siquiera se había dado cuenta. Ahora que Key había señalado ese hecho, Mark se dio cuenta de que estaba corriendo de una tarea a otra, tratando de que la tienda estuviera lista para cerrar por la noche.

—Tengo una cita caliente —dijo Mark. Sólo iba a ver una tienda vacía, pero Key no sabía eso. La vida amorosa de Mark apestaba y le gustaba pensar que tenía una cita real. La semana pasada había transcurrido en un borrón. Jackson había entrado en la vida de Mark y éste no podría estar más feliz.

Bueno, sería más feliz si Jackson quisiera tener sexo, pero desde que había hablado con el doctor, Jackson se mantenía al   margen de cualquier cosa íntima. No estaba seguro de lo que el médico había dicho, pero sea lo que fuera debió haber asustado demasiado a Jackson.

—Dime, Key —Mark comenzó a decir saltando el mostrador y tomando asiento—, ¿qué sabes acerca del Liquid Wrath?

 

Key dejó caer el cuchillo que tenía en su mano, sus párpados bajaron hasta que sus irises azules casi habían desaparecido. —Sé que si planeas usar esa mierda te va a matar. Pensé que eras muy cuidado con lo que pones en tu cuerpo.

Podía oír el desprecio en el tono del hombre. Mark le dio a Key una mirada de reproche. —Amigo, no te pregunto porque quiera usar la droga.

—Entonces, ¿por qué preguntas?

 

Cuando Mark le explicó a Key lo que le había sucedido y cómo Jackson estaba actuando ahora, Heechul, el hermano de Key entró en la tienda, junto con Luhan, su revoltoso amigo. Key le había hablado a Mark sobre cómo Luhan tenía una inclinación para encontrar maneras de hacer estragos. Key pensaba que el hombre era divertido y cool.

Mark no tenía nada en contra de ese tipo, pero los problemas era algo que él trataba de evitar.

—A mí me parece que duda acerca de cambiarte —dijo Heechul mientras se apoyaba en la vitrina de cristal—. Por lo que he oído, él pasó mucho tiempo en la cárcel. Tiene que ser duro como el infierno reajustarse al mundo exterior. Quizás dado que le quitaron sus opciones, no quiere hacer lo mismo contigo.

Viendo a los hermanos, Mark recordó lo que le había dicho Jackson. No era su lugar decir una palabra. Se preguntó si Siwon tenía razón. ¿Era mejor no saber el monstruo que era su padre realmente? Por lo que Mark sabía ellos ya lo sabían, pero saber que el hombre había forzado a un chico a tener sexo apuntándole con una pistola sólo podría enviar a uno, o ambos, sobre el borde.

—Los shifters son muy tercos —añadió Luhan—. Son agresivos y creen que saben lo que es mejor para ti. A veces hay que retroceder y exigir lo que quieres o te envolverán en algodón.

 

Mark no quería estar envuelto en algodón. Ya podía decir que Jackson era una persona muy terca y reservada. Probablemente tendría un ataque si supiera que Mark estaba hablando con estos hombres de asuntos que Jackson no querría que nadie más supiera.

Pero el hombre no le daba respuestas. Mark tenía que obtenerlas de alguna parte.

—Recuerdo que cuando era más joven —comenzó Luhan—, yo tenía un tío que había pasado un largo tiempo en la cárcel. Cuando salió, era un hombre muy extraño. Actuaba como si aún estuviera en la cárcel.

—¿Cómo es eso? —preguntó Mark.

 

Luhan agarró una silla de una de las mesas, le dio la vuelta, y luego se sentó a horcajadas. —Aún comía como lo había hecho cuando estaba encerrado. Básicamente comía fideos con cosas raras mezcladas. No comía lo que mi mamá hacía. También solía quedarse en la pequeña habitación que mi padre arregló para él. Mi tío no salía a menos que uno de nosotros le hablara... como si fuéramos sus guardias.

Mark se había dado cuenta de que  Jackson  pasaba mucho tiempo en su habitación. Hong Gi le había dicho que él era bienvenido a ir cuando quisiera. Mark había tomado la oferta del hombre, pero al parecer, sin importar cuando llegara, Jackson estaba encerrado en su habitación.

No estaba seguro de cómo ayudarle a pasar su experiencia. Lo que había visto era que el hombre estaba más relajado de salir cada vez que Mark llegaba. Quizás esa era la clave para ayudarlo a ajustarse.

—No lo presiones —dijo Heechul—. Ha tenido suficiente. Hay que darle tiempo.

 

Mark tenía dos consejos contradictorios. ¿Debería decirle a Jackson que quería ser reclamado, incluso si eso significaba convertirse en un leopardo de las nieves, o debería esperar hasta Jackson estuviera listo? ¿Iría a estar listo?

Gimió cuando su cabeza comenzó a latir con fuerza.

 

—Escucha —Key dijo mientras se inclinaba sobre el mostrador junto a Mark—, haz lo que creas que es mejor. Quizás necesita un pequeño empujón, quizás no. Sólo tú lo conoces lo suficiente para saberlo.

—De todos modos —Luhan dijo mientras agitaba una mano en despedida—, vamos a un nuevo lugar, el Trébol de la suerte. Tienen buena comida y una pista de baile.

De alguna manera Mark tenía la sensación de que Luhan no iba por la buena comida. Por lo que Key le había dicho, el hombre iba a causar problemas. —Diviértanse.

—¿No quieres venir? —Key preguntó, empujando su brazo en la pierna de Mark—. Va a ser divertido.

Oh sí, Mark podía ver la diabólica mirada de Key. —No, voy con Jackson a ver un edificio que quiere usar para su tienda.

—Pensé que habías dicho que tenías una cita —dijo Key—. ¿Tus grandes planes es revisar un edificio vacío con tu pareja?

—Eso suena romántico —Heechul bromeó—. Siwon y yo vemos la pintura secarse cuando nos sentimos aventureros.

Mark le frunció el ceño al hombre. —Como sea. Es un gran paso para él. —¿Por qué incluso se estaba justificando?—. Fuera de aquí, así puedo cerrar.

Los tres se dirigieron hacia la puerta. —Sabes dónde estaremos si  cambias de opinión —Luhan  gritó por encima   del hombro—. Sólo no corras la voz. Jongin va a tener un infarto cuando se entere de que salí de la guarida.

Mark sacudió la cabeza. Luhan realmente era desesperante. Jackson había conseguido el préstamo para su negocio a través del alcalde —el Alfa, ahora que sabía la verdad. Pero Mark nunca supo que Luhan era la pareja de Jongin. Él sólo pensaba que Luhan era el marido del hombre.

Jongin estaba pegado al pequeño hombre por el resto de su vida.

«Pobre hombre».

 

Guardando las llaves, Mark se apresuró calle abajo. No quería que se repitiera el ser atacado por un vampiro. Mark finalmente había llegado a un acuerdo con el hecho de que los vampiros realmente existen. Su mente aún estaba tratando de convencerlo de que se trataba de algún loco con dientes falsos.

Aunque la idea de que los vampiros existían asustaba a Mark, no iba a dejar de vivir su vida.

Le había tomado una buena noche en vela discutiendo con Jackson, que el hombre entendiera que no iba a tener una    escolta a donde quiera que fuera.

Gracias a Dios que Jackson había aceptado,  a regañadientes.

Cuando Mark se dirigía a su destino, juró que sintió que alguien lo seguía. Quizás debería haber tomado el carro, pero la noche era tan hermosa.

Si se trataba de otro vampiro, correría tan rápido como sus piernas se lo permitieran. Mark se negaba a ser víctima de nuevo. Renunciar a medio litro de sangre fue bastante malo, en realidad no estaba seguro de cuánto había tomado el  vampiro, pero se había sentido como mucha y no iba a ser la merienda de otra persona.

Pero cuando miró a su alrededor, Mark no vio a nadie. La molesta sensación no se había ido, pero las calles estaban vacías. Decidió que probablemente sería mejor si se daba prisa.

Mark se echó a correr, no quería dejar nada al azar.

 

Una vez que llegó al edificio donde se reuniría con Jackson, Mark estaba eternamente agradecido de comer bien y estar sano. Ese había sido un infierno de carrera.

—¿Qué sucede? —preguntó Jackson. Estaba parado afuera, como si no quisiera entrar sin Mark presente. Los ojos verde- azulado de Jackson exploraron las calles y luego se fijaron en Mark. El tipo parecía nervioso.

—Simplemente haciendo ejercicio —dijo Mark mientras señalaba la puerta—. ¿Preparado?

Jackson no parecía muy convencido, pero Mark no iba a decirle al hombre que había estado asustado. Esto iría en contra de su argumento de que no necesitaba escolta. Luhan le había dicho que los shifter eran tercos como el infierno. Mark tenía la sensación de que si Jackson supiera que él pensaba que estaba siendo seguido, el hombre no dejaría a Mark fuera de su vista.

Cuando Jackson abrió la puerta, Mark le siguió al interior. No había mucha luz en el lugar ya que la electricidad no estaba conectada, pero por lo que podía ver, la tienda era muy, muy agradable.

—¿Qué piensas? —Jackson preguntó mientras caminaba alrededor de lo que seguro seria la sala de exposición. Era grande y espaciosa—. Me dijeron que este era un edificio perfecto para lo que quiero hacer. Siwon me dijo que hay un gran taller para madera atrás.

 

Mark se acercó, rogando estar haciendo lo correcto. Realmente apestaría que Jackson lo rechazara. Él había dicho que eran pareja, pero el hombre también estaba siendo esquivo con cualquier situación que podría volverse íntima.

No iba a dejar pasar la oportunidad. Mark se puso delante de Jackson, inclinando la cabeza hacia un lado y dándole  una provocadora sonrisa. —Es perfecto, Jackson.

Las aletas de la nariz de Jackson se movían mientras daba un paso atrás. Mark podía ver en los ojos verde-azulado del hombre que no lo estaba rechazando. El tipo parecía justo tan excitado como Mark se sentía. Mark se acercó más, negándose a permitir que Jackson siguiera poniendo distancia entre ellos.

Cuando el chico se movió a la derecha, Mark lo siguió. Continuaron su pequeño baile hasta que Jackson estuvo acorralado. Mark pasó las manos por el pecho de Jackson, inclinándose —¿Puedo tener un beso?

Ni siquiera se habían dado un beso. Mark se moría por saber cómo se sentían y sabían los labios de Jackson. Estaba malditamente listo para rogar. Podía sentir el corazón del hombre golpeando rápidamente bajo las palmas de sus manos, y si Mark no se había equivocado —no, el hombre también estaba duro.

—Mark. —Jackson agarró las muñecas de Mark retirándolas de su pecho.

Mark metió las manos de nuevo en el pecho de Jackson.

—Dijiste que éramos pareja, Jackson. Me explicaste que las parejas están juntas hasta la muerte. Si no me besas, me temo que podría morir. —Mark se levantó hasta que sus labios estuvieron  a  escasos  centímetros  de  Jackson.  Podía  sentir las pequeñas bocanadas de aire deslizarse por la boca y Mark quería acortar la distancia.

Y así lo hizo. Presionó sus labios contra los de Jackson, haciendo todo lo posible para obtener algún tipo de reacción de este hombre inescrutable. Pero se quedó allí, congelado, inmóvil. Mark le dio otra oportunidad, liberó sus manos del fuerte agarre de Jackson y dejó que vagaran por la ingle del tipo.

Jackson siseó, su cabeza rodó hasta quedarse mirando el techo.

—Ha pasado mucho tiempo para ti, ¿no es así, Jackson?

 

El hombre no decía una palabra, su cuerpo seguía rígido...

«Oh, ahí vamos».Las caderas de Jackson comenzaron a empujarse a las manos de Mark. Ahora estaban llegando a alguna parte. Mark intentó una vez más besar a Jackson. Esta vez el hombre abrió los labios.

No le molestaba a Mark estar en control. Él era muy flexible en más de un sentido. Iba a mover el mundo de Jackson si el  leopardo lo dejaba. Sí, estaba tan confiado. Para él, el sexo no era acerca de lo bien que alguien podía doblar las piernas detrás de la cabeza, aunque eso podía ser un buen truco, para él era  sobre lo bien que dos personas conectaban.

Y él se sentía muy conectado a Jackson en estos momentos. Cuando su pareja no protestó, Mark empujó su lengua dentro de la boca de Jackson y gimió. Sabía que iba a saber caliente y picante. También sabía a... Mark se retiró. —¿Tú fumas?

Jackson parecía como si su cerebro aún no estuviera funcionando del todo.

Sus ojos verde-azulado estaban vidriosos mientras miraba a Mark. —¿Yo qué? —Humedeció los labios y Mark sintió su aliento atrapado en la deliciosa acción.

—¿Fumas?

Enderezándose, Jackson comenzó a verse más enfocado. Eso no era lo que Mark quería.

—Fumé uno antes de venir. —Cuando Jackson trató de alejarse, Mark bloqueó al hombre. Era cierto que Jackson era mucho más grande que él, pero no iba a ser apartado tan fácilmente. Mark se dio cuenta que Jackson necesitaba a alguien que lo guiara, que estuviera a cargo. Jackson era una criatura depredadora, pero estaba tan malditamente perdido dentro de sí mismo. Y Mark no tenía ningún problema para ayudar al hombre a encontrar el camino.

—Si te atrapo con otro cigarrillo, yo... yo... te daré unas palabras muy fuertes que puede ser que no te gusten. —Su amenaza no era tan imponente como le gustaría que fuera, pero Mark no era un hombre violento.

Jackson lo miró fijo por un momento, y Mark pensó que el hombre iba a discutir sobre ser tratado tan directamente. Sin embargo, se rio. ¡El jodido hombre se reía de él! Esa no era la respuesta que Mark estaba buscando. Entonces pellizcó el brazo de Jackson. —Lo digo en serio. ¿Sabes que esas cosas matan?

—Mark empujó a Jackson, quitándolo de su espacio  personal—.¿Y sabes lo desagradable que sabe el besar a un fumador?

 

Antes de que Jackson pudiera decir una palabra, Mark pasó la mano por el pene ahora semi-blando del hombre. No había tenido intención de matar el estado de ánimo, pero no había manera de que Mark permitiera a su marido meter esa basura en su cuerpo.

—Yo… —Jackson tragó saliva y Mark pudo ver que el tipo estaba muy nervioso. Iba a tener que aliviar al hombre de esto.

Jackson no le había contestado a Mark cuando le preguntó si había sido un largo tiempo para él desde que tuvo sexo. No era de su incumbencia lo que había ocurrido antes de él. Si Jackson tuvo relaciones sexuales en la cárcel, Mark no iba a hacer un escándalo. Pero no estaba dispuesto a tener un encuentro rápido y sin sentido con su pareja. Mark iba a mostrarle a Jackson lo bueno que podría ser entre ellos. —Pensé que íbamos a ver el edificio.

Mark recorrió la floreciente erección del hombre con la punta de los dedos. —Estoy viendo algo más interesante en estos momentos. No lo eches a perder.

—Eres un mandón —dijo Jackson, pero no se apartó. Estaba presionando de nuevo la ingle a las manos de Mark.

Mark se rio. —En realidad no. Pero sé lo que quiero y eso es, al señor Jackson Wang. —Respaldó sus palabras con su lengua recorriendo los fuertes músculos del cuello de Jackson. Una parte de él sonrió con satisfacción cuando Jackson se estremeció.

«Eso me gusta más».

 

Cerrando los dedos sobre el gran bulto en la parte delantera de los jeans de Jackson, Mark masajeó la línea con movimientos pausados, lentos. La espalda de Jackson chocó contra la pared y casi se desploma mientras sus caderas seguían el cuidado de Mark.

Mark estaba fascinado al ver al gran hombre entregándose así. Era un sentimiento poderoso y uno que no tomaba a la ligera. Mark estaba bastante seguro de que el hombre no se entregaba a nadie.

Queriendo ver a Jackson, Mark se dejó caer de rodillas. Deslizó sus dedos sobre los jeans de Jackson y los desabrochó y bajó la cremallera. Observó a Jackson, sus estaban ojos fijos en Mark mientras bajaba la ropa interior y deslizaba los dedos sobre la carne caliente.

 

Mark le sonrió a Jackson, lamiéndose los labios. Los ojos de Jackson bajos, la mandíbula tensa cuando Mark bajó la ropa interior, revelando la erección. Recorrió con sus dedos el muy erecto pene, se inclinó hacia adelante y le dio un beso en la punta.

Las manos de Jackson se cerraron en puños mientras lo miraba. Mark no trataba de conseguir una mamada rápida. Eso no era lo que quería entre ellos. Mientras lo tocaba, sus venas comenzaron a zumbar, la fiebre recorría su sangre. Recorrió con su lengua un lado del pene de Jackson y lo tomó en su boca, chupando con fuerza.

Jackson bombeó sus caderas, tomando un puñado del cabello de Mark. Quería tanto que Jackson se corriera, que estaba prácticamente temblando de necesidad. Pero Mark se contuvo. Una vez más, no quería ser sólo una mamada rápida para el hombre.

—No... no te detengas —dijo Jackson con los dientes apretados. Su mano acariciando el cabello de Mark, sus ojos verde-azulado estaban oscuros por el deseo y la necesidad—. Por favor —Jackson giró la cabeza—, no me hagas rogarte por esto. No a ti.

Mark no tenía idea de lo que pasó con Jackson en sus días oscuros, pero él no iba a hacer que el hombre rogara. No cuando se le veía tan triste.

Esto no era un pequeño acto sucio entre ellos. No era algo que Mark quisiera ocultar.

—Soy todo tuyo —le dijo mientras seguía acariciando el pene de Jackson—. Haz lo que te complazca.

Jackson miró a Mark con incertidumbre justo antes de empezar a joder la boca de Mark con lentos y seguros empujones. Sus  manos  acunaron ambos lados de la  cara   de Mark, su mirada fija en los labios de Mark, en lo que le hacía a la boca de Mark.

Mark acariciaba los brazos de Jackson, pasando sus uñas sobre la piel y sintiendo la piel erizarse a su paso.

—Eres mío —Jackson murmuró mientras sus movimientos comenzaron a aumentar—. Te puedo tener cuando quiera. —No era una declaración audaz. Se oía casi como si Jackson estuviera diciéndolo para sí mismo, haciendo gala de un conocimiento que podía retractarse en un segundo, sorprendiéndolo por el hecho.

Mark no tenía ni idea de lo que Jackson había pasado, pero su corazón estaba con el hombre. Usando la lengua para un placer añadido, Mark lamió y chupó, sin apartar los ojos de Jackson.

—Muy   hermoso. —Sus  caderas  empujaron más—. Entrégate.

 

Mark movió su mano hasta que estuvo jugando con el apretado saco de Jackson, jalando y masajeando la arrugada  carne.

Jackson dejó escapar un largo ronroneo, haciendo que Mark se estremeciera al oírlo y recordándole que él estaba con un shifter.

Los labios de Jackson se apretaron cuando la mandíbula se tensó, sus caderas moviéndose rápidamente hasta que gruñó y gimió, su semilla se derramó en la boca de Mark.

Mark lamió hasta la última gota del pene de Jackson antes que el hombre se liberara.

Mark se puso de pie, empujando a Jackson a la pared y lo besó con una pasión desenfrenada. Él no estaba buscando sexo.

 

Mark le recordó a Jackson con quién estaba, que esto no era solo una mamada causal.

Jackson envolvió sus brazos alrededor de Mark, sosteniéndolo en un apretón fuerte mientras Mark hundía su lengua en la caliente boca de Jackson. El beso fue duro como el  infierno y su erección palpitaba en sus pantalones. Pero Mark no iba correrse. Esta noche era todo acerca de Jackson, hacerle ver que Mark no se iría a ninguna parte y que Jackson podía ser él mismo a su alrededor.

Se apartó, tratando de recuperar el aliento, viendo que Jackson estaba tan agotado, tan centrado en lo que estaban haciendo como Mark se sentía. —Entonces, ¿qué decías acerca de un taller en la parte de atrás?

 

 continuara....

 


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