-Draco, tu cita te espera –dijo Viveka al verlo entrar.
-No puedo atenderlo, pásaselo a Volker.
-No puede, está atendiendo a alguien.
-¡Pues entonces no sé, resuélvelo! –respondio subiendo de nuevo a su casa dejándola perpleja pues nunca le había hablado así.
Cuando estuvo a solas en su sala, aventó el bastón y se desplomó en su sofá cerrando los ojos.
-Amo… ¿Qué sucede, puedo ayudar? -Draco no respondió, solo se quedó quieto con los ojos cerrados intentando calmarse- amo…
-Está aquí Nana.
-¿Quién?
-Potter.
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-Harry sabias que esto pasaría –dijo Ron dándole un vaso de agua después de ayudarlo a recostarse en su cama.
-Sí, lo sé… ¿lo viste Ron? Ya usa de nuevo su color natural de cabello –respondio devolviéndole el vaso después de darle un sorbo- y se veía tan feliz.
-Sí, hasta que nos vio.
-Debo hablar con él, debo hacerlo…
-No aceptará, es más, tal vez ya ni siga aquí.
-No digas eso, puede que decida irse pero no tan pronto… ya tiene una vida aquí, una vida buena… no la dejará tan fácilmente.
-Harry –dijo Ron exhalando un suspiro al tiempo que se rascaba una mejilla y se sentaba en una silla- francamente dudo que te dé siquiera el chance de hablarle, además el tiempo se te acaba amigo, necesitas un hospital.
-Cuándo vaya al hospital no iré solo, él vendrá conmigo –dijo cerrando los ojos, recargado en unos cojines.
-¿Y cómo lo hará si ni siquiera quiere verte?
-Parece que no me conoces Ron –respondio mirándolo por unos segundos antes de volver a cerrar los ojos- Si llegué hasta aquí no es para nada, además si se va, esta vez no podré encontrarlo.
-Aun tengo una semana antes de regresar, puedo intentar hablar con él, al menos para que te dé una oportunidad de hablar.
-¿Harías eso por mi? –pregunto sonriendo cansado abriendo los ojos por un momento.
-Con una condición.
-Ya decía yo…
-Sí después de eso no acepta hablar contigo, iremos al hospital -Harry sonrió mientras exhalaba un suspiro- ya entendí… -continuó haciendo una mueca- no irás ¿verdad?
-Solo cuando él me acompañe.
Ron solo se cruzó de brazos viendo a su amigo acomodarse para dormir.
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No supo cuanto tiempo pasó tumbado en el sofá pensando en lo que debería hacer, por una parte deseaba irse y esta vez solo para no ser encontrado nunca, no debería ser tan complicado pues ya había ayudado a quien debía ayudar, pero por otra estaba furioso por tener que hacer eso, deseaba quedarse y seguir con la vida que ya había hecho ahí ¿Qué derecho tenían los maldito aurores de irrumpir de nuevo en su vida?... tal vez fuese bueno quedarse y enfrentar la situación, pero el solo hecho de pensar en el papel que Harry había jugado en todo ese embrollo hacía que la sangre le subiera a la cara y deseara meterse en un hoyo.
Hasta ahora se daba cuenta de que no lo había superado como había creído, simplemente lo había enterrado en lo más profundo de su memoria y sintió morir de vergüenza como la primera vez que supo quien era realmente Archie Stone.
-¿Por qué Potter?... ¿Por qué simplemente no me dejas en paz?
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Ya eran las tres de la tarde cuando se levantó del sofá, sabía que quedándose ahí no lograría nada y aunque aun estaba aturdido por lo sucedido, bajó a su estudio para saber que había sucedido.
-Viveka… -dijo cuando llegó al mostrador- quiero disculparme, no debí hablarte así, lo siento mucho.
-Está bien Draco, no te preocupes –respondio sonriendo al tiempo que le tocaba el antebrazo.
-¿Qué pasó con mis citas?
-Tenías dos, la primera decidió cambiar de día pues no quiere otro tatuador mas que a ti y la segunda dijo que regresará en la noche.
-Cancélalo, de hecho cancela mis citas de toda la semana.
-¿Estás bien Draco, pasa algo malo?
-No, simplemente que en estos días estaré ocupado con otras cosas.
-De acuerdo.
Volteó a la puerta de cristal al ver que esta se abría dando paso a Ron Weasley.
-Malfoy.
Haciendo gala de un gran autocontrol, Draco oprimió los labios y se acercó a él diciéndole en voz baja:
-¿Cómo te atreves? Lárgate inmediatamente de aquí.
-Eso quisiera, irme y dejarte en paz.
-¿Y entonces?
-No puedo, mi amigo necesita hablar contigo.
-¡Pues yo no quiero hablar con él! –Masculló abriéndole la puerta- ahora vete.
A pesar de intentar ser discreto, Viveka y varias de las personas que miraban catálogos y curioseaban en los Piercing voltearon a verlos.
-Malfoy no nos iremos hasta conversar contigo como gente civilizada.
-¡Destruí el horrocrux! ¿¡Acaso quieren registrar mi mansión?!
-Esto no tiene nada que ver con el caso, el asunto es personal.
-¿Personal?
-Draco ¿todo está bien? –preguntó Luther, uno de los tatuadores que había salido de la habitación contigua al ver el gesto alarmado de Viveka.
-Sí Luther, el señor ya se iba.
-Te propongo algo –dijo Ron sin dejarse amilanar- si hablas con él una sola vez, sin gritar ni lanzarle cosas, te doy mi palabra que nos iremos.
-Sí, como no.
-Te lo juro Malfoy, me iré y me llevaré a Harry conmigo así tenga que noquearlo.
-No te creo nada.
-Lo sé y lo entiendo, pero te doy mi palabra –insistió alzando el índice para darle énfasis a sus palabras al tiempo que lo miraba gravemente- el departamento de aurores nada tiene que ver, este asunto es entre Harry y tu solamente, yo estoy aquí porque mi amigo necesita ayuda.
-Por mi puede irse a la mierda.
-Piénsalo Malfoy, puedo realizar un Juramento inquebrantable si quieres- La actitud y el ofrecimiento de Ron le hicieron dudar por un momento, duda que Ron percibió y aprovechó al instante- envía a tu elfina con un mensaje, pon el día, hora y lugar y Harry estará ahí, sin aurores… solamente yo.
-¿Sin aurores?... ¿y tú que eres? –pregunto irónico.
-Su amigo.
Y sin más se dio la vuelta y salió de ahí.
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Evie había ido a verlo después de cerrar la cafetería y el estudio como solía hacerlo varias veces a la semana, pero esta vez él no quiso recibirla.
-Dile que lo siento mucho Nana, me siento terrible, fue nuestra culpa… -dijo llorando.
-Se lo diré señorita Evie, pero ya no llore –respondio consternada la elfina.
-Es que… es que él hizo tanto por mí y… y mira cómo le hemos pagado.
-No fue su culpa.
-No es así, fue por mi madre, por ende es mi culpa también –sollozó secándose las lagrimas con un pañuelo desechable.
Nana ya no dijo nada, no sabía que decir pues ciertamente pensaba que era culpa de ellas, sin embargo también sabía que no lo habían hecho a propósito, de cualquier forma su amo estaba indispuesto y no iba a permitir que nadie lo molestara.
-Vaya a descansar señorita Evie, mañana será otro día.
-Sí, es verdad… gracias Nana y dile de nuevo que lo lamento.
-Se lo diré.
Nana abrió la puerta para que Evie saliera y luego regresó al lado de su amo que seguía tumbado en el sofá viendo el techo.
-Amo, la señorita Evie ya se fue.
-Ok…
-¿Desea que le sirva la cena? Ya es muy tarde.
-No tengo hambre.
-Pero ni siquiera comió amo.
-Ya te dije que no tengo hambre… oye Nana… -dijo entonces enderezándose en su asiento.
-¿Sí amo?
-Ve por Evie, dile que quiero hablar con ella.
Nana ladeó la cabeza al oír una orden completamente opuesta a la que había recibido minutos antes, sin embargo se limitó a obedecer y se desapareció con un “plop” para enseguida aparecer acompañada.
-¡Oh Draco, lo siento tanto! –Dijo Evie sentándose junto a él y tomándole una mano- lamento todo esto, de verdad…
-Tranquila mujer, no es su culpa –respondio palmeándole un hombro- la verdad es que aunque las ayudé, tampoco tenía derecho a exigirles un corte total con las personas que conocían, el cambio no fue nada fácil para tu madre, es comprensible que necesite a personas de antaño, incluso ahora aun no habla bien el idioma, debe sentirse sola en ocasiones.
-Eso no es justificante…
-Claro que si Evie –dijo exhalando un profundo suspiro recargándose de nuevo en el respaldo del sofá mirando al techo otra vez- sé lo que es la soledad y aunque ella te tiene a ti y a su nieta, dejó a sus amigos y familiares atrás, llegó a un país en donde ni siquiera hablan su idioma… era obvio que deseara contacto con alguien conocido.
-¿Y ahora? –Dijo sonándose la nariz- ¿Qué pasará ahora, te irás?... porque yo no quiero que te vayas, dijiste que solo a ti te buscaban y con eso entendí que nos dejarías atrás.
-No tengo porqué arrastrarlas conmigo a una vida incierta.
-Pero…
-Tienes una familia Evie, piensa en ello, tu hija necesita estabilidad.
Evie agachó la cabeza sabiendo que Draco tenía razón.
-Pero Draco… -dijo entonces mirándolo de nuevo- destruiste el horrocrux ¿para qué te quieren ahora?
-Eso es justamente lo que no entiendo –respondio mirándola- según entendí solo ellos dos están aquí y no vienen como aurores.
-¿Entonces?
-Dice Potter que quiere hablar conmigo.
-¿Y de qué?
-¿Y yo cómo mierdas voy a saber, mujer?
-Pues es muy raro.
-Weasley vino a verme al estudio, dijo que era un asunto entre Potter y yo.
-Oye Draco… -exclamó ya con el llanto controlado por completo pero con la nariz y los ojos hinchados- ¿y si desea hablar de lo que paso siendo él Archie?
-Pues no habría nada de qué hablar –respondio molesto- todo fue una farsa.
-Pues justamente eso idiota ¿Qué tal si él llegó a sentir por ti algo más?
-¡Obvio no!
-¿Y por qué estás tan seguro?
Draco la miró como si de plano Evie estuviera demente.
-¿Hablamos de lo mismo?
-Ay Draco –dijo rodando los ojos- no es imposible.
-Sí, claro.
-Yo lo veía –añadió poniendo su mano sobre la de Draco- veía como te miraba y podría jurar que no eran los ojos de un policía disfrazado.
-Sea como sea es Potter –respondio retirando su mano- es raro, nunca imaginé nada con él, pensar que era él a quien besaba… incluso que fue él con quien cogí… ¡ah por todos los cielos, quiero que la tierra me trague! –añadió cubriéndose la cara.
-¿Por qué te da tanta vergüenza que sea él?
-No sabes nuestra historia, pensar … pensar que él y Archie hayan sido el mismo…
-¿Y si es verdad Draco?
-¿Qué cosa?
-Qué solo hayan venido ellos dos ¿Qué pierdes con hablar con él?
-Pero no quiero hacerlo –respondio mirándola escandalizado.
-¿Y qué ganas con huir?... ¿Por qué no terminar con esto de una vez?
-Ya te dije, no quiero ni verlo.
-Ya tienes una vida aquí, amigos, tu propio estudio… Draco, no puedes ir escondiéndote toda la vida ¿Qué dirían tus padres de esto?
-No los metas en esto.
-Claro que los meto, piensa con la cabeza y no con los pies por todos los cielos.
-Oye Evie… -dijo entonces enderezándose recordando algo.
-¿Sí?
-Potter dijo algo…
-Qué cosa.
-Algo muy raro.
-¿Cuándo?
-Cuándo lo vi hoy en “Dark Soul”
-¿Qué dijo?
-Dijo que él podía devolverme mi magia.
-¿Es en serio Draco? ¡Sería increíble!
-¿Y crees que es en serio ilusa? ¡Claro que no!
-¿Y entonces por qué lo diría?
-Pues no sé… para que me detuviera supongo.
-El sabe como perdiste tu magia, no sería tan cruel para inventar algo así.
-Pero si para rondarme, engañarme, cogerme y traicionarme ¿no?
-¡Ay Draco! –Exclamó recargándose también en el respaldo del sofá- eres tan testarudo.
-Solo soy realista… él no era quien decía ser –respondio con dolor muy a su pesar- sólo buscaba que lo llevara a Malfoy Manor… lo mismo que todos.
Esta vez Evie no respondio, solo lo miro viendo que también se había recargado quedando hombro con hombro, sin embargo podía ver bien el dolor que su amigo a pesar de todos sus logros, llevaba por dentro.
-Sea como sea Draco, no tienes nada que perder y sí mucho que ganar… debes enfrentar esto de una maldita vez, dile a ese tal Potter o Archie o quien mierdas sea, lo que llevas guardado en el alma y que te la está pudriendo, si quieres romperle la nariz pues hazlo de una puta vez, pero deja de correr.
-Es que…
-Sí la policía mágica ya no te persigue ¿Qué más da entonces que escuches lo que tiene que decir?... tal vez sea cierto que puede devolverte tu magia.
-Pero Hughes dijo que era imposible.
-Claro y como ese tipo gano el premio anual a la honestidad…
Draco se giró a mirarla con la confusión reflejada en el rostro.
-¿Será posible?... ¿Qué yo pueda volver a ser un mago?
-Nunca dejaste de serlo Draco, hiciste magia en mi vida –respondio tomándole una mano mientras sonreía.
-Qué cursi ¡Agh!
Evie comenzó a reír al verlo levantarse.
-Nana, sírveme de cenar.
-¡Sí amo! –respondio contenta.
-Evie ¿ya cenaste?
-No, no he podido pasar bocado en todo el maldito día, la angustia me oprime la panza.
Sintiéndose más tranquilo, pudo pasar bocado aunque sin entablar realmente conversación con Evie pues tenía muchas cosas en la cabeza y ella aunque comía a su lado no habló tampoco, podía sentir la aprensión de su amigo así que respetó su silencio.
-Piénsalo bien, cabeza de huevo –dijo Evie despidiéndose cuando acabó de cenar- recuerda que no estás solo contra el mundo.
Le dio un beso en la mejilla y dejó que Nana la llevara de regreso, pues aunque su casa estaba cruzando la calle, le encanta la sensación que dejaba el aparecerse.
Draco subió a su habitación y tardó mucho en conciliar el sueño, pensaba muchas cosas y más en lo dicho por Evie.
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Pasó una semana en la que Draco muy a su pesar estaba considerando la oferta de Ron, por lo que cuando éste llegó al estudio un viernes por la mañana, el rubio lo recibió en su oficina.
-¿Y bien?
-De acuerdo –exclamó sin siquiera tomar asiento- hablaré con Potter.
-¿Pero? –pregunto sabiendo que con Draco nada era tan simple.
-No será aquí, será en Malfoy Manor.
-Malfoy, Harry no puede viajar tanto…
-O es con mis condiciones o no hay nada.
-De acuerdo, de acuerdo ¿Cuándo?
-Mañana a medio día lo espero en la entrada de la mansión.
-Ahí estaremos.
-¿Estaremos? –repitió alzando una ceja.
-Su salud no está bien, no lo dejaré solo.
-Cómo quieras, pero tú no entrarás.
-Bien –concordó sin más problema- nos vemos mañana.
Draco comenzó a hacer arreglos para ausentarse unos días, dejó a cargo a Viveka y habló con Evie.
-¿Estás seguro?
-¿No eras tú quien me presionaba para hablar con él? –respondio mientras tomaba un exprés en la cafetería de la chica.
-Pues si pero quiero que te cuides mucho.
-Y lo haré, por eso esta reunión se llevará a cabo en Malfoy Manor, si algo sale mal ella lo expulsará a mi menor indicación.
-¿Cuándo te vas?
-Hoy mismo, Nana irá conmigo.
-¿Cuando volverás?
-En un par de días a lo mucho, solo platicaremos un rato.
-Bien… -respondio pensativa.
-¿Qué pasa?
-Quiero que prestes atención a sus palabras y no te dejes llevar por tus emociones Draco.
-¿Por qué lo dices?
-Porque la situación no es para menos, pero escucha lo que te digo, abre la mente y el corazón, pon atención a todo y no te dejes llevar por tus impulsos.
-Yo nunca hago eso.
-Ajá.
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Esa misma noche partieron a Gran Bretaña.
-Es lindo volver a casa –dijo Nana saliendo de la gran chimenea.
-Sí, es verdad –respondio sintiendo calidez y familiaridad en cuanto puso en pie en Malfoy Manor- gracias –dijo dirigiéndose a la casa- Nana descansemos un poco antes de que Potter llegue, la mansión nos preparará el desayuno a ambos.
-Sí amo.
Ambos se fueron a dormir a esperar al día siguiente.
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Draco desayunó muy a su pesar pues un nudo nervioso en el estómago le quitaba el apetito, así que solo probó un par de bocados y ya no pudo más, lo que hizo fue ir a visitar a sus padres al mausoleo para de alguna forma desahogarse y hallar un poco de sosiego; les contó lo que había hecho en ese año, de su estudio y de la cafetería de Evie.
-No entiendo a que viene Potter… -dijo finalmente- si ya todo acabó ¿Qué más quiere?... tal vez una inspección completa de Malfoy Manor para confirmar –concluyó pensativo.
-Amo, siento interrumpir pero el señor Potter esta frente a la mansión.
-Tráelo dentro, voy en unos minutos.
-A la orden amo.
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-Esperaré aquí –dijo Ron mientras Harry tomaba la mano de la elfina.
-No Ron, ve a casa, no sé cuánto tiempo permanezca aquí.
-Pero…
-Por favor amigo, me hará sentir mejor saber que estás cómodo en tu casa.
Ron miró el rostro cansado de su amigo y comprendió que ese simple gesto le haría sentir mejor, así que asintió en respuesta.
-De acuerdo, estaré en la madriguera por lo que necesites.
-Gracias.
Finalmente el pelirrojo los vio desaparecer en un remolino multicolor.