Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encadenado por endora

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 3







Tu mirada seguía clavada en la ventana y la mía en ti, un silencio se apoderó de toda la habitación. No sabría decir si era incomodo o familiar. Mis sentidos estaban demasiado concentrados en ti, en tu perfil, en tu cabello castaño, el sutil brillo que adquiría tu piel al leve contacto de los rayos de sol que se filtraban por esa misma ventana.



Pero aunque quisiese congelar ese momento no podía. Sentí una mirada clavada en mí, supuse que sería June así que volví a centrarme en mi plato.



“No se diga más. Te visitaremos patito” Seiya se había levantado de su asiento para palmearme el hombro.



“Nosotros aún tenemos que irnos de luna de miel ¿Verdad?” June llamo tu atención, giraste tu cabeza hacia el frente, bajaste la mirada y asentiste reiteradas veces.



“Así es” tus hombros cayeron lánguidos a tus costados “Pero…” tu cabeza seguía gacha “Podríamos ir…” me miraste, capturaste entre el resplandor de tus iris verdes el apagado azul de las mías. Y recordé como alguna vez brillaron en un tono celeste al estar capturados en el bosque verde que forman tus ojos.



“Serán bienvenidos” dije sin apartar la vista, quería recordar el resplandor de ese verde eternamente, como los pozos profundos en los que mi amor se perdió y de donde no habría retorno ni paz alguna.



La puerta que da al comedor se abrió y por ella la inconfundible figura de Tatsumi se hizo presente. En cuanto voltee y lo vi llegaron a mi mete recuerdos de mi infancia, recuerdos nada agradables. Era tan contradictoria su amor y devoción por su señorita Saori y el odio profundo que nos manifestaba, aun sabiendo la verdad. Quizá algún día tendría el valor para peguntarle por qué.



“Hyoga” su voz sonó en la cocina como un susurro del pasado “No avisaste que habías llegado” su semblante no cambio, su mirada se instaló fría ante mis ojos.



“No tiene que hacerlo, es un Kido y puede entrar y salir como le plazca” Ikki intervino y Tatsumi se tragó sus palabras “Haré que le lleven sus pertenencia a su cuarto” dijo viendo despectivamente mis escuetas maletas.



“No es necesario Tatsumi” limpie mi boca con una servilleta “No dormiré aquí” siento que todos me miran.



“¿Por qué no?” Shiryu me mira extrañado y sus brazos dejan su posición sobre su pecho y bajan un poco, también da un ligero paso hacia el frente.



“Tu cuarto sigue igual… y podremos jugar videojuegos, como antes” Seiya me observa con algo que distingo como un dejo de súplica en sus ojos marrón.



“Hice una reservación en un hotel, quiero ver la ciudad y ¿qué mejor que en una habitación en el quinto piso del centro?”



“La puedes cancelar…” Seiya me miró de nuevo “Te llevaremos a dar un tour por la ciudad…” lo mire con indulgencia, la tristeza en sus ojos y la decepción en su voz era algo que no podía soportar, pero era aún peor para mí el innegable adiós que tendría que darte y eso, era algo que tenía que soportar lejos de aquí y de ti. Y no, no era tu culpa como sostenía el brillo de tus ojos verdes, por eso te sonreí al desviar la mirada de Seiya “Jabu y los demás están en el Santuario ultimando detalles para el viaje de Saori y los caballeros de Oro hasta aquí para la ceremonia, pero llegaran en unos días...”



“No se puede cancelar Seiya. De hecho debo ir a dejar todo en orden al hotel solo… quise verlos primero. Además no es mi visita aquí lo que se celebra, no me gustaría causar distracciones en vísperas de lo que viene. Los juegos los dejaremos para luego… cuando venga de nuevo” de verdad quería sonar más convencido de lo que estaba, me urgía en serio estarlo, pero no podía dejar de pensar en que esta sería mi última visita a la mansión. Y algo me decía que ellos sentían esa misma atmosfera que yo.



“Quizá una tarde podríamos dedicarla a eso” tu voz suena con el mismo tinte que el mío, soltando promesas al aire que se alejan en un remolino de sensaciones vacías.



“Quizá”



Ikki era el único que no vivía en la mansión, tenía su propio departamento cerca del centro, me miro atentamente escudriñándome con sus ojos, siento como el azul profundo me engulle, me sumerge en su interior viendo más allá de lo que puedo mostrar, o mejor dicho de lo que quiero mostrar y de pronto no se discernir entre la realidad o su Puño Fantasma. Porque juraría que puede ver mis verdaderos temores.



“¿En qué hotel estas? Te puedo llevar si gustas” se ofrece después del asalto imprevisto a mi alma.



“Eh… ah, no es necesario. Ya me pido un taxi por teléfono. Solo quería saludarlos”



“Pero aún es temprano, quédate” Seiya se ve entusiasmado porque vayamos a jugar como antaño. Pero yo tengo que recomponerme de la impresión que es verte de nuevo después de tantos años y con June, como su prometido, como futuro esposo de nuestra compañera de armas.



“Tengo que desempacar y darme un baño. Estoy mentalmente agotado, el pueblo en Siberia no es nada comparado a todo este bullicio de ciudad, aun con el crecimiento de este y el aumento de turistas, de verdad la ciudad es abrumadora cuando llevas tanto tiempo como yo entre la jungla de nieve” le sonreí, yo también lo había extrañado, a todos en realidad, pero no sabía cómo decírselos y menos como actuar delante de June y de ti. Lo último que quiero es ponerte en evidencia frente a todos.



“Está bien, pero mañana tendrás que darte un tiempo para nosotros ¿Vale?” me sonríe con ternura, con ese cariño que solo él puede darnos.



“Claro, lo prometo” y era absolutamente cierta esa promesa. Me daría un tiempo para estar con ellos… con mis hermanos. Antes de regresar a Siberia y posiblemente nunca volver. Aun no me había decidido a tomar un alumno, pero en dado caso de hacerlo, probablemente no me tocaría tomar la armadura nuevamente, quizá podría pasar lo que quedara de mi tercera edad en soledad, en mi cabaña a las afueras del pueblo.



Me levanto y hago el ademan de recoger mi plato, pero June me interrumpe.



“No hace falta que hagas eso, yo lo recogeré” me sonríe afablemente y yo trato de regresarle la sonrisa lo más naturalmente posible, pero a ciencia cierta no sé si lo he logrado.



“¿No quieres quedarte un rato más o a cenar?” me preguntas con tus ojos verdes llenos de confusión, será que al igual que yo el vernos de nuevo te despierta esas sensaciones del pasado, en esta misma habitación. El tan solo pensar en recordarlas me parece doloroso y corto de tajo ese hilo de pensamientos.



“Mañana, hoy debo dejar todo listo en el hotel” de pronto me urge el querer salir de allí a tomar aire fresco, siento que este repentino cambio de clima me está agobiando.



“Está bien. Avísanos cuando llegues” me sonríes ahora de una forma que denota tu tristeza.



“Les llamaré”



Antes de que recoja mi equipaje soy atacado de nuevo por un efusivo abrazo de Seiya, noto que se unen Shiryu, tú y hasta Ikki. No puedo más que corresponderlo con todo el amor que siento por ustedes. Aunque extraño a los demás.



Me despido lo más rápido que puedo ya que no quiero escuchar nuevas insistencias de que me quede cuando siento que me estoy ahogando ahí dentro. Vuelvo por donde llegue con mi equipaje a cuestas acompañado de un nudo en la garganta y una sensación extraña en mi pecho.

Camino unas cuantas calles para que el aire fresco me dé en la cara, casi como si se llevara esas lagrimas invisible que siento que podrían salir en cualquier momento, las dejo ir con el viento, perderse. Quizá volviendo a ti.





Continuará


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).