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31 días con el SNS: FicTober 2019 por Ana Reiko

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En una habitación de una posada, se encontraban dos figuras, una encima de la otra.




-Sa...suke, ¡más despacio dattebayo!-jadeo Naruto, quien se encontraba tumbado en el futon con un Uchiha auto penetrandose.




-¿No puedes resistir que te monte fuerte o que? ¿Donde esta tu famosa resistencia que tanto presumías, dobe?-se burló Sasuke, moviendo sus caderas con ahínco, a pesar de ser el pasivo no perdía su toque de prepotencia y mantenía las riendas de la relación.




-¡Teme, hago todo lo que puedo, tú eres el lujurioso que no permites que sincronice mis movimientos con los tuyos!




El Uchiha soltó una risilla leve, que le crispó los nervios al Uzumaki, lo hacía a propósito para dominar en el sexo por eso se movía fuerte.




Naruto ya saboreaba el clímax, solo unos segundos más de movimientos rápidos y llegaría a la gloria.




-Fue su suficiente de esta posición-comentó Uchiha, más que un anunció fue como si se lo dijera a sí mismo.




Sin ningún reparó, Sasuke se incorporó, rápidamente el pene del Uzumaki salió de su interior, todavía duro.




-¡Bastardo, ¿me vas a dejar así?-se quejó el Jinchuriki del Kyubi incorporándose levemente, utilizando sus codos como soportes, se hallaba furioso pues no alcanzó el orgasmo, después de que el idiota de su amante lo había encendido al empalarse a si mismo en primer lugar. Y ahora estaba duro e insatisfecho.




-Usuratonkachi, por supuesto que no.




Después de pronunciar dichas palabras, empujó con su mano a Naruto para que se quedara recostado, y sin darle tiempo a quejarse otra vez, se posicionó entre las bronceadas piernas.




Leyendo sus intenciones, el rubio replicó:




-¿No iras a entrar otra vez, Sasuke?




-¿Por qué no? Hace poco que lo hicimos así, por lo cual debes estar todavía dilatado, así que no tiene por qué doler, además quieres terminar ¿o no?-dijo guiando su miembro hacía la entrada de su ardiente amante.




-¡Pero no así, idiota!-gritó justo cuando era penetrado, soltando un gemido tanto por la invasión como por el placer. Sasuke tenía razón su entrada seguía extendida debido a la buena preparación y a los movimientos que había hecho con antelación.




Velozmente el cuerpo de Naruto recuperó el líbido, aunque ahora eran otras áreas las que le proporcionaban satisfacción sexual, el culpable era el bastardo de Sasuke Uchiha.




Una vez había leído un libro raro que le presto Sai, ahí había un fragmento que su mente nublada por el placer le hizo recordar.




La Luna tenía varias fases por que a pesar de ser blanca la mayor parte del tiempo, y ser considerada como benevolente, era luz y oscuridad a la vez. Podría ser tan blanca, inmaculada y pura en su forma llena, pero en su fase creciente sería tan fría como un cuchillo que corta.




Sumado a que era lo suficientemente poderosa como para absorber la fuerza del sol y permanecer brillante.




Esa metáfora lunar describía a Sasuke Uchiha, o al menos eso pensaba Naruto Uzumaki.




En su papel de pasivo, Sasuke buscaba arrebatarle a Naruto algo de su luz, lo volvía loco, luego concentraba todo eso en un clímax, brillando en una estela plateada. Para posteriormente en su papel como activo, robarle más el aliento cuando adquiría una fase lunar creciente, lo "partía" en dos, hundiéndose en su interior de manera intensa.




-Concéntrate en mí.-ordenó el Uchiha, masturbando el pene del rubio, había notado que por unos segundos solo gemía en automático como si su mente hubiera escapado.




-¡Waa! ¡No lo estrujes mientras te mueves dentro de mí, tteba! ¡Mnh!




-Pues no divagues, aunque...te gusta que te haga esto ¿eh?...me estás apretando tanto...nhg...




-Sasuke...Tú...




Lo inevitable aconteció, el clímax está vez abrazo primero al Uchiha. Y luego de sentir en su interior la calidez, el Uzumaki alcanzó la cima.




-Estoy hecho un desastre, dattebayo, y ¡Todo por tu culpa! -se lamentó Naruto viendo lo pegajoso que estaba sucediendo cuerpo, asimismo se hallaba descansando boca abajo, tener dos asaltos por detras le paso factura.




-En ningún asalto vi que te quejaras.-replicó, reposando también boca abajo, haber montado de manera tan salvaje, no lo lastimó, pero si lo dejó cansado y con un trasero resentido.




-¡Me engañaste, no terminé dentro de ti, no es justo!




-Tú, y tu sentido de la justicia, ya podrás hacerlo luego.




-¡En cuanto me pueda levantar, te voy a enseñar, teme!




-Si, si, como sea.


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