Las marca del sol blanco y luna creciente habían aparecido de nuevo en las prótesis orgánicas que Naruto y Sasuke se habían colocado como sustituto de las extremidades que perdieron durante su combate en el valle del fin.
Resultó muy extraño este hecho, Tsunade sospechaba que tal vez el poder otorgado por Ridokuo Sennin se mezcló con el chakra de cada uno. Y como, Naruto y Sasuke, eran transmigraciones de Ashura e Indra, fue más predecible que se uniera a su respectivos cuerpos, formando parte de ahora de ellos en adelante.
Mientras que Tsunade exponía una de sus hipótesis que podría explicar dicho fenómeno. Naruto y Sasuke sólo intercambiaban miradas durante el tiempo que duró la reunión, como si estuvieran ocultando detalles respecto a este tema.
Y es que era natural, su relación era secreta. Ni Sakura ni Kakashi estaban sabían de esto.
De esa forma lo habían decidido, nadie, absolutamente nadie debía enterarse, que siguieran creyendo que eran mejores amigos para evitar cuestionamientos de personas metiches. Sakura podría ser haber superado la fantasía infantil que involucraba al Uchiha pero no deseaban darle explicaciones sobre la nueva relación que tenían.
Lo mismo aplicaba a Kakashi Hatake.
Esa tarde justo después de escuchar a la Senju, regresaron a la casa de Naruto, pues actualmente el Uchiha vivía ahí.
—Sasuke, seguro regresó la marca del sol por lo que hicimos esa noche, ¿verdad?—comentó Naruto mientras ponía a calentar un poco de agua a fin de preparar un poco de ramen.
—Es lo más probable, tal vez se activó ese chakra que dormía dentro de nosotros. Después de todo, se dice que el sexo activa el cuerpo, como lo hace un combate.—reflexionó el Uchiha, uniéndose al rubio en la cocina, sacando algo de arroz hervido de la olla arrocera, iba a preparar algunas onigiri.
—A veces pienso que estas marcas son como una especie de anillos. Tu tienes el símbolo de la luna y yo del sol. Así que pienso que somos especiales y únicos, ¿no crees?—explayó el Uzumaki totalmente inspirado, veía el resurgimiento de estos símbolos como el fruto de su amor. Miró con ternura el círculo blanco en la palma de su mano derecha.
—Creo que eres cursi.—acusó ella Uchiha tajantemente.
—¡Teme, eres un bastardo insensible! ¡Estoy abriendo mi corazón con bellas palabras y tú diciendo eso!.—replicó indignado, él dándole expresiones de su amor y Sasuke no las tomaba en cuenta.
—Soy práctico y realista, Naruto tuvimos el equivalente de un combate, pero en la cama, así que se activo esta marca por supervivencia.—justificó de manera objetiva su punto de vista al mismo tiempo que terminaba se formar las onigiris rellenas.
—¿Supervivencia? ¿Qué demonios dices, Sasuke? Ninguno de nosotros iba a morirse ahí.—acotó con confusión.
—Usuratonkachi ¿No sientes eso cuando llegas a al clímax? Esa sensación de que dejas de existir por unos segundos y te unes a mí, siendo uno solo.—expuso el Uchiha con una descripción más que clara de lo que acontecía durante la cúspide del acto.
—Pues no se si podría llamarlo como muerte, pero sé a que te refieres.—comentó Naruto, sirviendo con cuidado el agua en el cuenco de ramen. Le incomodaba involucrar la palabra muerte en el acto de hacer el amor pues ahí era donde se sentía más vivo.
—Bueno como sea, creo que fue por eso que volvieron estas marcas.—dijo observando su mano izquierda con detenimiento.—No me siento diferente en absoluto.
Sin previo aviso Naruto tomo entre sus manos, la mano izquierda de Sasuke, donde la luna creciente se exhibía, con aquel cariño y devoción en sus ojos azules que provocó que el Uchiha se ruborizara un poco.
—¿Qué?
—Nada, solo quería hacer eso. Me gusta cuando mi marca de sol roza tu marca de luna.—explicó con unas sonrisa de tonto enamorado en el rostro.
—Eres raro e idiota.
—Soy romántico, solo que eres tan frío que no lo entiendes. Estar así, con las manos juntas es como si te dijera que: Tú eres mío y yo soy tuyo
—Lo que tu digas, Naruto, me rindo.—admitió la derrota dando un suspiro largo, su rubio decía frases cursis pero bueno estaban cargadas de verdad.
Naruto amplio más su sonrisa, escuchar que Sasuke aceptaba las frases que le dedicaba lo hacía feliz, no podía evitar ser "cursi" pero eso era lo que realmente sentía y debía expresarlo.