-Es el tercer Alfa que tuve que poner en su lugar hoy, ya van 12 en esta semana que se me declaran-comentó Naruto harto de esta situación, no era la primera vez que tenía que lidiar con los inconvenientes de su género.
-Usuratonkachi, ¿por qué no me dijiste acerca de eso?-reclamó Sasuke, quien caminaba al lado del rubiales por el pasillo de la escuela.
-Puedo encargarme de esos inconvenientes, teme—informó sin tomarle importancia al asunto—Además traía mi repelente de defensa personal.
Uchiha suspiró amargamente, no es que no confiara en la fuerza física de su novio Omega, de hecho si se ponía serio, podría patear traseros fácilmente, sólo que había un inconveniente: Si emboscaban a Naruto varios alfa, estaría en desventaja.
No importaba tu género en un ataque en la grupo. Y sumado a que algunos Alfa no se tomaban bien el rechazo de un Omega, siempre existía la posibilidad de una venganza.
Naruto Uzumaki, era un Omega atractivo con una belleza masculina salvaje, no era nada delicado como otros omega ni con apariencia androgina, al contrario podría pasar por un Beta o incluso un Alfa por su apariencia y personalidad. Pesé a esto, el rubio contaba con un buen número de pretendientes.
—Usuratonkachi, no seas tan confiado, en un ataque en grupo un simple gas anti Alfa no te ayudará si te lo quitan y usan su voz para someterte.—justificó su punto de vista con este posible escenario, con la esperanza de que considerara ser más precavido y menos confiado.
—Nah, igual tengo mis puños y agallas que nunca me fallarán, sumado a mi resistencia para acatar órdenes.—expresó despreocupado.
—Naruto, si me dejarás marcarte, te librarías de los que acosos de esos bastardos, pues verían que tienes pareja.—expuso, presentando una solución práctica que cortaría el problema de raíz.
—Sasuke, ya hablamos sobre que la mordida no define nuestro estatus como destinados. Además ¿qué sucede contigo? la actitud posesiva no es un rasgo alfa que te represente, a menos que muy en el fondo estés celoso o algo.
Ahora resultaba que Naruto creía que estaba celoso y por eso insistía con lo de la marca entre Alfa/Omega. Fue la gota que derramó el vaso.
—¡Tú nunca entiendes como me siento, no sabes lo ansioso que me siento cuando me cuentas sobre los alfas que se te acercan!—declaró Uchiha explotando por fin, era ahora o nunca, su novio era demasiado denso para darse cuenta de lo atravesaba cuando le comunicaba una confesión de amor tras otra.
Naruto por su parte abrió la boca, pero luego apretó los labios al escuchar lo siguiente.
—¡Naruto, no quiero que otro alfa, en un arranque de venganza, te arrebate de mi lado!—confesó con potencia, evidenciando su más profundo temor—¡Resultaría doloroso para ambos, no podrías regresar a mí jamás, pues estarías ligado a un hijo de puta, haz visto como sufren los Omegas que desean rehacer su vida!
—No...había pensado en eso...—admitió, entiendo ahora si el mensaje.
No se lo había planteado, siempre había confiado en su fuerza más allá de su género. Sin detenerse a pensar en las consecuencias que podría traer toparse con un alfa malintencionado. Atestiguar ese ímpetu mostrado por Sasuke, fue realmente lo que lo hizo poner los pies en la tierra, su novio actuaba muy reservado la mayor parte del tiempo, pero esta vez había perdido la compustura debido a la preocupación.
—Lo siento.—atinó a decir.
—Olvidalo, creo que me deje llevar—aceptó.
Caminaron en silencio durante un largo rato, incluso salieron del edificio de la escuela, fue justo ahí que Naruto tomó del brazo a Sasuke para que pudieran hablar frente a frente.
—Tal vez, tengas razón teme y estoy siendo muy imprudente al negar la marca, pero es que no quería caer en lo común, pues tú no eres un alfa hijo de puta como los demás—explicó Uzumaki.
—Naruto, con la marca no pretendo monopolizarte solo protegerte.
—Entonces hazlo.—incitó.
—¿Aquí? No, vamos a mi casa, estaremos solos y más a gusto.
—¡Pervertido, ya sé que tramas! —acusó con una sonrisa pícara—Lo estuviste planeando desde el principio.
—La mordida es más llevadera durante el sexo, si lo hiciera aquí sin ninguna preparación, tendrías dolor de cuello por un buen tiempo y ya oigo tus reclamos—ilustró.
Naruto lo miró de manera molesta por las últimas palabras, por más ciertas que fueran.
—Vamos, antes de que me arrepienta—invito, tomando del brazo a su alfa.