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EL DESPERTAR DE LA LLAMA por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Holaaaaa

Se que tardo mucho en actualizar, pero no e dejado la historia de lado, de hecho le cálculo unos 3 o 5 capitulos más para terminarla.

 

Espero que les siga gustando y agradezco todo el apoyo brindado.

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 13.

 

Aun se encontraba sobre la alfombra terminando de llorar, no sabía en qué momento él se convirtió en el centro de atención de todos los presentes, mientras toda su mente se aclaraba Gokudera se había encargado de darle pañuelos para que pudiera limpiarse las lágrimas, Yamamoto había estado dándole palabras de consuelo y Lambo la vaca adoptada había estado sentado en sus piernas diciendo que abrazarlo lo haría sentir mejor, así que ahí estaba “animando” Tsuna.

 

-         Así que es él – kora – el desconocido se agacho para ver a Tsuna a los ojos y lograba intimidarlo con la mirada, era un hombre bastante guapo y traía uniforme militar, un rifle de franco tirador y una gaviota estaba sobre su cabeza.

-         Aléjate de él, herbívoro – Hibari fue el primero en reaccionar y mostró sus tonfas en forma de amenaza, no le gustaba ver a ese desconocido tan cerca de su propiedad.

-         Vaya, que rápido juntaste a sus guardianes – kora – ahora veía a todos los demás de la misma manera, causando un enojo grupal – ¿por qué no los has entrenado – kora? – Reborn levantó a Tsuna del suelo y lo sentó en la cama junto a él.

-         No pensé que ese sujeto estuviera tan cerca, de hecho, pensé que Yuni aguantaría más tiempo y al menos tendría 6 meses para prepararlos – el rubio se sentó sobre el escritorio y los analizó a todos.

-         Sería un suicidio ir detrás de ese sujeto, al menos para ellos – señaló a los amigos de Tsuna – propongo que hagamos un entrenamiento exprés – kora.

-         También pensé lo mismo – ambos se quedaron callados, analizando la situación, entonces sonó el teléfono de Reborn - ¿dónde estás? – un silencio – voy en camino – así se paró e iba a ir por alguien, pero Tsuna aún no se sentía a salvo, lo que había visto en el sueño le aterraba, la imagen de morir mientras era devorado lentamente por dentro no era precisamente algo que le llamara la atención.

-         ¡No te vayas, no me dejes aquí! – a Reborn casi se le sale el corazón, la imagen de su alumno pidiendo que se quedara era algo que le daba mil años de vida, volteó a ver a los guardianes y lo veían con un odio kilométrico.

-         Te quedaras con ellos Tsuna, no tardo, además Coronello es un excelente francotirador, su record es de 120 bajas en el campo de batalla – Tsuna ahora se veía espantado.

-         ¿En serio me dejaras con él? – el castaño se pegó a su brazo como sanguijuela, lo cual estaba haciendo que los guardianes empezaran a emitir un aura más tenebrosa, causando mucha risa en Coronello, ver la escena de celos le recordaba cuando ellos se peleaban por la atención de Luce.

-         Reborn, yo lo voy a ir a buscar, será mejor que no lo dejes desprotegido – así el rubio tomó el celular de su amigo y saltó por la ventana, ya se imaginaba la lucha campal que se llevaría a cabo en ese lugar, así que lo mejor era no estar cerca.

-         Puedes ir con tu amigo nosotros lo cuidaremos – Yamamoto literalmente arranco a Tsuna de la mano de Reborn y a pesar de que sonreía se notaba su molestia, él juró proteger a su amigo, no iba a dejar que otro le robara su papel.

-         Igual ya debe ir lejos, no es necesario – Reborn mantuvo la calma a pesar de que le había hervido la sangre cuando le quitó a Tsuna, pero él era el adulto, no podía permitir que esos niños notaran su molestia.

-         No deberías de acapararlo tanto – Mukuro mostró su tridente, si bien no le molestaba tanto que el beisbolista tocara al niño, ya le estaba tocando las narices el hecho de que estuviera tan pegado.

-         Tsuna quiere sentirse protegido y yo le prometí a su mamá que lo cuidaría, así que no veo por qué deba de alejarme – Yamamoto ya no disimulaba su enojo, por lo cual ya empezaba a dar muestras de hostilidad.

-         Tsuna, recuerdas lo que te dije sobre el suicidio – el castaño vio a su maestro con ojos de no entender, pero algo hizo clic en su cabeza y asintió.

-         Todos cálmense y dejen de pelear – como si fuera algo inevitable todos los presentes sintieron que algo en su interior los obligaba a relajarse y al mismo tiempo se quedaban sin ganas de matarse entre ellos – nos vamos a llevar bien entre todos – dijo Tsuna mientras los veía a los ojos.

 

Estuvieron quietos a partir de ese momento, pero aun así querían seguir pegados a él lo cual dificultaba maniobrar en su cuarto, que era amplio para 4 personas, pero ahora había 7 y tres de ellas odiaban el contacto humano, así que, al procurar evitarlo, el espacio se veía más reducido aún.

 

-         Y si vamos a la sala, ahí hay más espacio – dijo Tsuna en voz baja, pero varios de los presentes aplaudieron la idea mentalmente.

-         A donde usted valla yo lo seguiré – decía Gokudera de manera solemne mientras le extendía la mano, para guiarlo hasta la sala como si fuera una damisela.

-         Él puede caminar solo – Hibari siempre procuraba demostrar el mínimo interés en el herbívoro, pero no le gustaba las atenciones que le daban, él perfectamente se podía hacer cargo del herbívoro y asegurarse que estuviera a salvo.

-         ¿Ladraste algo estúpido? – Tsuna había notado que Gokudera tenía un cambio de personalidad muy drástico, a él y a Reborn los trataba con sumo respeto y hasta con cierta reverencia, pero con todas las demás personas era un intolerante, grosero y explosivo personaje, la única que no había hecho estallar su ira era Nagi, al parecer entre ambos tenían algún tipo de pacto de silencioso, ya que se hablaban de manera cordial, pero sin llegar a lo excesivo.

-         Gokudera – kun, no le hables así – le recriminó el castaño, ya que su comportamiento si había sido bastante grosero.

-         Lo siento – se disculpó con Tsuna e ignoró a Hibari, cosa que debió ser al revés.

 

Cuando llegaron a la sala se dieron cuenta de que no estaba Nana, ella había secuestrado a Nagi para ir de compras, para preparar la cena de todos los invitados, la madre de Tsuna de verdad que amaba convivir con la chica y cuando la veía tratarla de manera tan cariñosa Tsuna se ponía a pensar que su mamá de verdad quería tener una hija.

Coronello llegó después de 30 minutos escoltando a 3 personas, todos eran hombres atractivos, uno era alto de cabello rubio, de tez clara y con porte de príncipe encantador, el otro era de estatura mediana, cabello castaño y de ojos azules, se veía bastante amable y el último tenía una belleza salvaje, era más alto que los demás, su cabello era negro corto, tenía ojos rojos y tenía pintado en toda la cara “peligro”. Reborn saludó a todos excepto al de cabello negro que de inmediato se aisló de los demás y se sentó en el sofá subiendo los pies a la mesa de centro, molestando a todos los presentes.

 

-         Disculpe… - Tsuna trató de hablar, pero la mirada roja amenazante lo obligó a guardar silencio, sentía que sí lo volvía a ver, moriría.

-         Xanxus, aquí no es tu castillo, así que baja tus asquerosos pies de la mesa – Reborn no tuvo pelos en la lengua para enfrentarlo, pero el hombre sacó dos pistolas y sonrió al momento de enfrentarlo.

-         Oblígame perro – Reborn tomó el camaleón que tenía en su fedora, el cual se transformó en un arma y brillaba de color amarillo sacando chispas de la punta, conforme aumentaba el brillo Xanxus se veía más nervioso, así que solo tronó la boca, bajó sus armas y también los pies de la mesa.

-         Sabia decisión – Reborn bajó su arma y volteó a ver al chico de cabello castaño – ¿Basil traes lo que te pedí? – el chico sacó de entre sus ropas una caja color negro con el símbolo de la familia Vongola.

-         Fue difícil traerlo hasta aquí, todas las aerolíneas fueron hakeadas por él, tuvimos que viajar casi todo el camino por mar y tierra – al mencionar su odisea Xanxus bufo fastidiado.

-         Todos los que nos acompañaban fueron capturados por Byakuran, básicamente sobrevivimos de milagro, pero no creo que seamos suficientes – el chico rubio con porte principesco parecía bastante relajado, mientras se sentaba en la silla, pero despedía un aura de preocupación que era evidente para aquellos que poseían la llama de la última voluntad – ese sujeto de verdad que nos tiene jodidos – cuando terminó de hablar se le quedó viendo a Tsuna directo a los ojos y sonrió de manera amistosa, como si se conocieran desde hace siglos, brindándole confianza al menor.

-         Aunque seamos pocos Dino, aún podemos dar pelea, los arcobalenos se están movilizando lo más rápido que pueden, pero… es difícil sin Yuni de por medio – Basil entró a la cocina y empezó a preparar té mientras los demás hablaban y le sirvió exclusivamente a Tsuna, a Xanxus y a Dino, como si los demás no existieran.

-         Tsuna, ¿qué clase de juego es este? – Yamamoto le habló bajo a su amigo, ya que él, Ryohei, Hibari, Mukuro y la vaca parecían ser los únicos que no se enteraban de que, pasando en la habitación, entendía la parte de una pelea, pero no entendía porque Tsuna estaba involucrado o por qué debían de estar ellos ahí.

-         Pues… - Tsuna no sabía cómo explicarle a su amigo, así que se quedó pensando.

-         Esa basura logró que varias familias nos dieran la espalda, cualquiera que tenga información sobre nosotros y se la dé estará libre de su puño de hierro – dijo Xanxus mientras bebía su té – incluso Vindicare está listo para capturarnos en cuanto nos vea – Reborn por primera vez mostró una emoción diferente y tronó la boca en señal de molestia.

-         Tsunayoshi verdad – Dino vio al más pequeño de la habitación con una sonrisa, Tsuna asintió, se sentía intimidado por la belleza de ese hombre – tienes de esos panes verdes con los que acompañas el té – el castaño lo vio con una incógnita en la cara, ¿cómo podía hablar de guerra y de comida al mismo tiempo de manera tan casual?

-         Yo lo sirvo – de nuevo Basil se dedicó a servirles a ellos tres sin ofrecerle a los demás.

-         Reborn, sería bueno que pusieras en contexto a todos – dijo Coronello que se veía divertido con las caras de todos. Al parecer Tsuna era el único preocupado en esta situación, todos los demás hablaban como si ya estuviera ganada la guerra o como si las personas que amaban no estuvieran en peligro, podía sentir la angustia de todos, pero ninguno parecía querer darla a conocer, ¿esto es a lo que se llamaba madurar?

 

Reborn rodó los ojos y entonces sentó a todos los guardianes por separado de los demás que, si sabían que estaba pasando, les explicó lo que era Vongola, lo que era la llama de la última voluntad, que significaban ellos para Tsuna a partir de ese momento y sobre todo la misión que tenían de cuidar de él, mientras les decía todo eso, Mukuro ponía cara de incrédulo, Hibari se veía molesto por saber que alguien quería obtener literalmente el corazón de su herbívoro, Lambo era un niño y se veía que no entendía nada, pero seguía ahí sentado como los demás, Gokudera lloraba de emoción al saber lo importante que era para la misión y Yamamoto tenía una póker face impresionante, no se podía leer sus sentimientos, era igual que Reborn.

Mientras Reborn les explicaba toda la situación Tsuna estaba con los cuatro desconocidos que habían invadido su casa, Basil a diferencia de los otros se veía más tranquilo y menos peligroso, Dino tenía los ojos cerrados aparentando que dormía, pero Tsuna podía sentir que estaba alerta, Xanxus por su parte si se había quedado dormido, pero se notaba el cansancio tanto físico como mental, al parecer llegar a su casa de verdad había sido difícil.

Tsuna no iba a emitir ningún comentario y los iba a dejar descansar, pero algo en su interior le dijo que el peligro estaba cerca y el nombre de Nagi y de su mamá saltaba en su cabeza como alarma, así que sin medir consecuencias se levantó del sofá sorprendiendo a sus guardianes, Coronello lo vio con intriga al igual que Dino, que despertó al sentir el movimiento brusco, abrió la puerta que daba al patio y saltó sobre la barda, tenía que encontrarlas rápido.

 

-         Coronello, síguelo – Reborn corrió a la entrada para tomar sus zapatos, odiaba esa parte de los japoneses, nunca podías salir corriendo.

-         Reborn – sama – Basil no sabía qué hacer, su maestro le había encargado cuidar de Tsuna, pero él había sido entrenado para proteger a cualquier usuario de la llama de la última voluntad y por lo visto ni Xanxus ni Dino iban a moverse del sillón.

-         Quédate, no tardamos – vio que los guardianes que trataban de ir detrás de Tsuna – ustedes no se muevan de aquí, o sino llamaremos mucho la atención.

 

Salió rápidamente y encontró a su alumno a un par de cuadras frente a unos maleantes que al parecer habían empezado a molestar a Nagi, así que Nana la había defendido, eso motivó a que todos las rodearan, pero la chica peliazul había defendido bien a Nana, lo malo fue cuando uno de ellos la tomó de las manos e impidió que pudiera continuar peleando. Por fortuna Mukuro no estaba viendo eso o seguramente correría sangre más rápido de lo imaginado, Tsuna llegó corriendo y de un solo golpe logró tirar al sujeto que tenía a Nagi, su llama se encendió y se puso delante de las dos mujeres y amenazó a los maleantes solo con su presencia, pero Reborn podía verlo claramente, las alas del fénix estaban detrás de su estudiante, protegiendo a sus seres queridos, entonces por fin fue testigo del poder de la llama de la última voluntad, las personas que estaban delante empezaron a relajarse al parecer como si estuvieran drogados, Tsuna extendió su mano y los bañaba de una luz naranja tan hermosa que parecía ser un atardecer a la mitad de la mañana, esos sujetos empezaban a disculparse por cómo habían tratado a las chicas y se ofrecían a enmendar su error.

Había sido increíble, sentir el calor que emanaba de Tsuna, en definitiva, los descendientes del corazón de Fénix eran muy diferentes a los demás, cuando los chicos se fueron Nana y Nagi al fin reaccionaron a su sorpresa, Tsuna el chico tímido, el que no servía para nada en la escuela, deportes, amor y demás cosas había salido a defenderlas y había logrado que una bola de brabucones se disculpara con el simple hecho de ordenarlo, era increíble para ambas, Nana por su parte se había sonrojado, ya que juraba que se parecía a su esposo y Nagi había visto una fuerza desconocida, si bien había notado la evolución desde que se habían conocido no podía evitar sorprenderse al ver como el castaño evolucionaba sin miedo de ir hacia adelante, a diferencia de ella que se había quedado en el mismo rincón oscuro a lamentar su situación.

 

-         ¿Están bien? – les preguntó a ambas después de que apagó su llama, Nana abrazó a su hijo y empezó a llenarlo de piropos y elogios diciéndole que tenía muchas cosas de su padre en él, Nagi solo asintió a su pregunta con las mejillas rojas, nunca había tenido una intención romántica con Tsuna, pero ahora entendía porque su hermano estaba obsesionado con él.

-         Vaya, tienes un aura abrumadora – Coronello llegó a la altura de los tres y Nana se sonrojó al verlo y también lo abrazó, al parecer ella era fan de los hombres guapos – jamás había visto una llama como la tuya, casi podía sentirme culpable de haber nacido – se empezó a reír de su comentario, pero Reborn entendía a qué se refería, la llama de Tsuna doblegaba el corazón más malvado y lo ayudaba a cambiar por completo y lo purificaba, ellos no tenían el mejor historial del mundo por lo cual al ser asesinos el poder del castaño era abrumador y hasta cierto punto quemaba, pero era una sensación entre excitante y adictiva.

-         Perdón si te lastime – Tsuna se disculpó y Coronello no podía evitar verlo, sentía que necesitaba más de esa llama, ahora entendía porque Reborn se había vuelto sobre protector con el niño, no se parecía a la llama de Luce en nada, al principio pensó que eran iguales, pero el poder era muy diferente.

 

Al llegar a la casa en la puerta casi a punto de salir estaban los guardianes de Tsuna, al verlo llegar con Nagi y su mamá de la mano sintieron celos, pero sacudieron su cabeza tratando de disiparlos, era ridículo sentir celos de la mamá del castaño, al entrar la mamá del castaño estaba extasiada por tanto chico guapo en su casa, además de que todos sus sueños se estaban haciendo realidad ese día, Tsuna ya era un chico fuerte, sin miedo a vivir la vida, había traído muchos amigos a su casa, también a una chica muy linda, sus calificaciones habían mejorado y tenía personas mayores que se preocupaban por él, era increíble cómo había cambiado todo en tan poco tiempo, ya no debía preocuparse por su hijo, ahora estaba en buenas manos.

Mientras ella cocinaba emocionada para las visitas Tsuna tenía a sus amigos en la sala, sus guardines estaban literalmente pegados a él, procurando tener mínimo un dedo sobre su cuerpo mostrando su posesividad, Coronello no había dejado de verlo a los ojos, lo cual estaba poniéndolo nervioso y Reborn estaba apuntándole a Xanxus con su arma para que se comportara de manera civilizada.

 

-         Bien, aprovechando que ya seremos más, tengo planeado un entrenamiento exprés para ellos – señaló a la bola que estaba alrededor de Tsuna – tenemos que estar listos en una semana, de no ser así, pues como saben dormiremos con los peces – Tsuna fue el único que se espantó, ya que todos los demás parecían menos preocupados que él – si no hay más dudas, lárguense y no vuelvan por el momento.

 

Reborn se paró y fue a la mesa, para que Nana le diera el desayuno, Dino lo imitó y saludó a la amable mujer, Xanxus se acomodó en el sofá, pero al parecer el olor de la comida era más fuerte que su cansancio así que también se sentó a comer, Basil se había dedicado a ayudar a la mamá del castaño en todo lo posible para ayudarla y Nagi había estado hablando con Nana muy animadamente, sus guardianes por el momento se retiraron satisfechos de haber pasado toda la mañana con Tsuna, pero aún no querían dejarlo, al final lo hicieron a regañadientes.

 

Tsuna cerró la puerta después de despedirlos a todos y entonces al dar la vuelta se topó con Coronello que lo había seguido, se espantó de verlo tan cerca, si bien había superado en gran parte su fobia social aún no se acostumbraba a que las personas quisieran estar tan cerca de él, según Reborn y Giotto esto sería rutinario con cualquier persona que pudiera ver su llama y si era amigo de su sádico tutor era obvio que veía su llama.

 

-         ¿Necesitas algo? – preguntó cohibido por la atención.

-         Realmente no, pero estoy sorprendido por tu llama, así que tenía curiosidad – Coronello le toco la frente con un dedo y podía sentir el calor que emitía, no se parecía nada a la llama de su jefa, pero desde que había desaparecido la necesidad de pegarse a ese calor lo estaba volviendo adicto.

-         Este… al menos me podrías dejar llegar a la cocina – Coronello despertó de su ensoñación y no supo cuánto tiempo llevaba pegado al niño, pero sonrió y dejó que caminara dentro de la casa mientras iba detrás de él, como un pato siguiendo a su mamá.

 

Reborn vio el cambio de actitud de su compañero de armas y él entendía ese sentimiento, pero a pesar de que sabía porque pasaba, sentía la necesidad de patearlo lejos de su alumno, sin embargo se controlaba, pero era difícil tomando en cuenta que su clan no tenía un usuario del corazón del fénix desde hacía tantos años y por esa misma razón tenían contratos con familias que poseyeran la llama de la última voluntad, solamente así su clan había sobrevivido, pero estaba seguro que cuando volvieran a tener a su usuario sería un apego muy diferente al que sentían ambos por Tsuna.

 

Después del desayuno Reborn le enseñó a Tsuna quienes estaban aun de su lado y el número de personas que podían apoyarlo en la batalla contra Byakuran, pero el castaño sentía que eran muy pocos además de que seguramente al igual que Dino y Xanxus estaban cansados, el poder de Byakuran se había extendido en todo Europa y América, por fortuna no había podido invadir Japón aun, Giotto se había encargado de que ninguno de sus descendientes fuera encontrado en esa zona, prácticamente ahí era terreno neutro por el momento, pero no duraría tanto esa “tregua” en cuanto Yuni muriera Tsuna sería su siguiente objetivo, pero con el poder desequilibrado podían pasar cosas malas pronto.

 

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


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