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"De cangrejo, a mi doncella" por darkness la reyna siniestra

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Notas del capitulo:

Gracias por leer

Capítulo 5. "A Leo"

- 🌸 -

—Realmente las malas noticias nunca vienen solas —Death se quejaba bastante enojada—. Puedo saber, ¿por qué Athena ha puesto a este par a vigilarme? —se cruzó de brazos.

—No es para vigitarte Deathmask —le dijo Shion con tono cansado—, ella quiere que estés protegida. Ahora que eres una mujer vas a causar bastante revuelo entre los hombres que están aquí.

—Yo no necesito que me protejan, el que ahora tenga esta apariencia no significa que deje de ser quien soy. Soy el caballero más siniestro de la orden, por lo tanto puedo cuidarme y arreglárselas perfectamente bien yo solo.

—No me importa Deathmask —la paciencia de Shion se largó a Jamir—, es una decisión de Athena y se hará como ella lo ha mandado así que preparate porque desde hoy empezarás a quedarte en la casa de Leo, y mañana irás a la de Sagitario —dictaminó sin importarle que el hermoso rostro comenzara a adquirir un enojo aún más marcado.

—¿¡Cómo que deberé quedarme en Leo, y mi templo!? —se exaltó llamando la atención de los además.

—Athena dijo que no quiere que estés sola en Cáncer porque teme que algún aprendiz, soldado o alguno de nosotros quiera ir y hacerte daño al tener un cuerpo tan llamativo —le aclaró Aioros acercándose un poco.

—¡Pero qué diablos! —miró furiosa e incrédula al castaño— ¿Quién demonios se atrevería a hacerme daño? Es absurdo.

—Death en verdad es lo mejor, no sabemos cuanto tiempo deberás lucir de esta manera pero es mejor mantenerte segura y a algún posible depredador lejos de ti.

—¿Depredador? —la palabra la intrigó.

—¿Sabes qué tu cuerpo es el de una mujer completa, verdad? —Death asintió a la pregunta del arquero con las cejas fruncidas— Bien, por lo tanto Death, si mantienes relaciones con alguien muy fácilmente tú puedes quedar en estado…

Los ojos azules de Deathmask se agrandaron y dilataron al comprender lo que Aioros estaba hablando. Si un tipo llegaba a poseerlo con ese cuerpo corría el enorme riesgo de embarazarse.

—Por… los dioses… —susurró con un enorme miedo reconduciéndola por completo.

Los demás escuchaban y miraban lo que pasaba con atención y desconcierto.

Aioria se acercó a ellos notando como la jaiba temblaba y susurraba con terror “no, no...”

—Genial Aioros, ahora la has asustado como nunca en la vida… —suspiró negando.

—Aioria, tenía que decírselo para que entrara en razón y se dejara acompañar por nosotros. Además siempre está latente el peligro de que pueda ser sometida ahora que tiene esta figura más pequeña y delgada —Aioros hacía aquello con la intención de que Death no corriera peligro por querer apañárselas sola.

—¿¡Pero por qué Athena me ha hecho esto!? ¡Me ha puesto en el maldito peligro de ser violado!

—¡Deja de enloquecer cangrejo! —Leo le dijo molesto— Para eso mi hermano y yo seremos tus niñeros, nadie va a violarte —se cruzó de brazos negando con la cabeza.

—No sé tú Aioria, pero yo si me animo…

Esa voz ronca y masculina hizo que a Death de le erizaran todos los vellos del cuerpo.

—¡Atrévete a acercarte a mí Milo y te envío al Yomotzu! —amenazó con rabia al bicho que aún con una sonrisa ladina alzó ambas manos en son de paz.

—Tranquila muñeca, si no me dejas hacerte lo otro, también puedo cuidarte —le guiñó un ojo, Death enrojeció mirándolo con odio.

—Prefiero dormir con Athena antes que tenerte cerca, bicho pervertido… ¡Y deja de mirarme así, maldición! —gritó frustrado al fijarse que Milo le veía en pecho.

—Milo basta ya —Aioros ya se había molestado ante el descaro de Milo en contra de Death—, ¿ahora comprendes por qué debemos cuidarte? —se dirigió de nuevo a la italiana que ahora se escondía detrás de su espalda.

El tono comprensivo y hasta dulce de Aioros, la hizo liberar un sonoro suspiro de resignación.

—Está bien, ya no me quejaré al respecto… Todo sea para evitar que en una noche de estas, el enfermo de Milo me viole —miró al nombrado con ganas de asesinarlo, obteniendo un beso al aire como respuesta.

—Todos tranquilícense de una vez —Shion habló con tono severo—, como te decía Death, esta noche pasarás en la casa de Leo, al atardecer de mañana Aioros irá por ti para llevarte a Sagitario.

—Shion, ¿no sería más fácil que ellos se quedaran en mi templo, en lugar de yo estar en el suyo?

En verdad que Death no le veía caso a tener que pasar en otros templos pudiendo estar en el propio, consideraba que sería más cómodo para él y el par de hermanos pero parecía que su diosa adorada no dejaría de atormentarlo.

—Supongo que tienes razón… —meditaba mientras la jaiba se emocionaba al escuchar que Shion opinaba lo mismo que ella— Pero... las indicaciones de Athena han sido muy claras Deathmask, por lo tanto es más seguro para ti que estés con los dos hermanos.

El rostro de alegría de Cáncer se volvió rápidamente en uno de decepción, por como pintaban las cosas no podría hacer nada para escapar de pasar por tiempo indefinido con los hermanos Leo y Sagitario.

El patriarca dio las indicaciones pertinentes a Death, Aioros y Aioria sobre como estarían organizados para que la convivencia no fuera tan forzada entre los tres. Dos de ellos asintieron de mala gana y al final todos y cada uno de los caballeros fueron despachados a sus templos y por lo tanto a sus obligaciones de las que se habían hecho los locos por estar al pendiente de Deathmask.

El cuarto y quinto guardián empezarían con su convivencia esa misma tarde ya que faltaban un par de horas para que anocheciera. Por tanto el trío comenzó a descender por las casas, Aioros se quedó en Sagitario no sin antes decirle a la peli-azul que iría por ella al día siguiente y a Aioria pedirle que no fuera a importunar a su huésped. Los menores asintieron siguiendo su camino en soledad.

—Oye gato —pronunció la jaiba ganándose la mirada molesta del susodicho—, ¿y si dejas que me quede en mi templo? Yo no diré nada además que Athena no tiene como saberlo —intentaba persuadir al griego pero éste se limitó a gruñir por lo bajo.

—Olvidalo, no me agrada la idea de que tengas que estar conmigo en Leo, aún así no pienso desobedecer a Athena. Así como están las cosas es capaz de castigarme de la misma forma en que lo hizo contigo así que no gracias.

Cáncer entornó los ojos con fastidio, odiaba que lo pusieran en compañía de dos de los caballeros más rectos de la orden. Al parecer en este caso no tenía escapatoria, todo le estaba saliendo realmente mal.

—Eres aburrido, ¿te lo han dicho? —le dijo con el entrecejo fruncido al león sin mirarlo.

—No, y no me importa así que camina que aún falta cruzar por Virgo —fue todo lo que respondió con frialdad, también sin mirar a la joven.

Aioria trataba de mostrarse indiferente y serio frente a la fémina, no olvidaba que era Deathmask de Cáncer quien residía dentro de ese atrayente contenedor de hermosas curvas y sensuales formas. En más de una ocasión posó sus ojos sobre el hombre italiano, no pasaba desapercibido para él que el crustáceo tenía unas hermosas y largas piernas y una cintura pequeña, además su rebelde cabello azul le daba un aire audaz que despertaba su propio deseo de enloquecer con él. Pero ahora la atractiva forma masculina se había transformado en una completamente diferente y eso en verdad tenía confundido al portador del Plasma Relámpago.

—Aioria, quiero pasar a mi templo…

Leo comprendía que sería un cambio significativo pasar de ver a Death como hombre para percibirlo como una chica, y una que podría fácilmente provocar que incluso un guardia británico volteara la cabeza para verle.

—Aioria… —escuchó la voz tersa llamando, sacándolo de sus pensamientos.

—¿Q-qué pasa? —le vio por algunos segundos por el rabillo del ojo saliendo de su pequeño trance. Death le miró interrogante.

—¿Estabas pensando en la evolución del cangrejo? —le reclamó— Te dije que quiero pasar a mi templo.

—Ah… —llevó su mano izquierda hacia su nuca masajeando un poco—, ¿para qué? Ya te he dicho que no dejaré que hagas lo que quieras —la miró serio bajando el brazo con calma.

Cáncer exhaló un poco harta.

—No haré lo que quiero —habló molesta—, sólo quiero mi cepillo y crema dental y algo de ropa para dormir. No creo que pienses que dormiré vestido así —hizo énfasis en su vestuario.

Ambos pararon su caminar y entonces Aioria puso con totalidad su mirada en el cuerpo de su acompañante dándose cuenta de que tenía razón, no podría dormir o estar cómoda con esa falda tan corta y esa blusa tan ajustada a su pecho. Además consideraba que saber que una mujer con ese cuerpo estuviese dormida cerca suyo y que pudiera apreciar sus atributos sin barrera alguna, le ponía bastante ansioso. Tanto que no se dio por enterado cuando un bonito sonrojo se instaló en sus bronceadas mejillas.

Pero Death si que lo notó, Cáncer no tenía ni la más remota idea de lo que pasaba en la cabeza de su compañero pero por el rojo de su rostro comprendía que no podía ser nada bueno. Cruzó los brazos sobre sus pechos y con una ceja alzada le cuestionó en tono de sospecha.

—¿Qué es lo que estás pensando gato? —sus ojos azules le veían con una mirada afilada.

Aioria al verse descubierto no pudo más que voltear el rostro con rapidez.

—¡Nada! Mejor apresurémonos a cruzar por Virgo, presiento que si Shaka te ve no te dejará salir de su casa así que muévete, iremos a tu templo —y se puso en marcha de nuevo a toda velocidad dejando a Death atrás.

La jaiba parpadeó con perplejidad antes de seguir al griego para debatirle.

—¡Oye! ¿Cómo que iremos, acaso me acompañarás a Cáncer? —le alcanzaba apenas.

—Claro que sí, ¿qué pensabas? Tengo que asegurarme de que no quieras quedarte escondida en alguna parte de tu casa.

Los ojos de la italiana se agrandaron y sus cejas se arquearon hacia arriba con asombro.

En serio que Aioria no confiaba para nada en él, pero tal vez ahora que era una linda chica pudiera sacar ventaja de su desgracia y hacer que el león fuera un poco más condescendiente con su persona, todo era cuestión de saber con que cartas jugar. Ahora, ¿qué actitud tomaban las chicas para qué un hombre haga lo que ellas quieran? —se preguntaba con una sonrisa siniestra el sus sensuales labios.

 

Notas finales:

Me disculpo por si hay algunos errores de dedor. Gracias de nuevo por leer, hasta el miercoles


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