Estaba desepcionado, muy desepcionado....
Sus padres, aquellas personas que le habían dado la vida, se habían olvidado de la fecha más importante.
Su cumpleaños.
Entendía que sus padres, casi no tuvieran tiempo para él, por su trabajo.
Sabia ó quería entender, que ellos solamente se esforzaban por él, para salir adelante y que no les faltará nada.
Cómo siempre tenían un pretexto que darle cada vez, que reclamaba su falta de atención.
—No tenemos tiempo para preocuparnos de un hijo, que sabemos que va bien en el colegio y que no le falta nada en casa, así que ya no incistas con lo mismo de siempre Anthony— decía su padre con fastidio por el celular.
—¿Al menos saben que dia es hoy?— pregunto Tony, con voz entrecortada.
Hubo silencio por algunos minutos, hasta que respondieron..
—hoy es día de boletas?, por qué si es así no podemos ir, tenemos una comida importante con nuestros inversionistas y no tenemos tiempo para perder, en ir a recoger tus calificaciones que sabemos que vas muy bien, así que pídele a tu tutor una disculpa de nuestra parte— respondió cortante.
—Si, yo le digo— corto la llamada, antes de que sus padres, notarán que estaba llorando.
Trato de limpiarse las lágrimas, una y otra vez con su nudillos, haciendo lo imposible, ya que estás corrían sin César.
Era increíble que sus padres, no se acordarán de su cumpleaños otra vez..
Al menos tenía la ilusión, que por una única vez en su vida, sus padres recordarán el día en que lo trajeron al mundo.
Siempre estuvo sólo, pasando cada uno de sus cumpleaños, en la soledad de su mansión y esta vez no sería la excepción.
Era triste la verdad, recordaba que cuando era niño e iba alas fiestas de cumpleaños de sus amigos, ver a los padres de cada cumpleañero, ser abrazado por los cálidos brazos de sus progenitores, recibiendo el cariño y el amor de ambos.
Era un sentimiento para el casi inexistente para él.
Así que por eso dejo de ir a eventos como esos, no era necesario y más, al no experimentarlo él.
Rio sin ganas.
Al menos tenía como consuelo a su mayordomo, que estaba en cada momento de su vida y le demostraba el cariño, que sus padres no le podían dar.
Cada cumpleaños le hacía un gran pastel de chocolate y le preparaba la comida que más le gustaba, solamente por ser días especiales, ya que a Jarvis le gustaba que comiera sano y las hamburguesas no eran necesariamente un platillo saludable, el lo definía más bien como comida chatarra, pero aún así se los preparaba con mucho cariño, por qué sabía que a él le gustaba.
Aunque ahora que lo notaba, no lo había visto desde que se levantó y no lo había levantado para desearle feliz cumpleaños, como cada año lo hacía.
”Se le habrá olvidado” Ignoro ese pensamiento, ya que Jarvis no era el tipo de persona, que se le olvidarán ese tipo de cosas, no tratándose de él.
Se dirigió al comedor con la esperanza de encontarlo ahí, pero no estaba y solamente está el desayuno con una nota en él.
Señorito Anthony, primero que nada quiero deciarle feliz cumpleaños, me alegro que mi señorito vaya poco a poco convirtiéndose en todo un hombre, aunque de cierto modo eso me hace sentir viejo, estar con usteded cada cumpleaños me alegra tanto, que no me gustaría que llegue el día en que usted cresca y que ya no me necesite más, aunque si eso llegara a pasar, espero y recuerde que yo siempre estaré ahí para apoyarlo, recuerde que lo amo como aún hijo y espero que este día se divierta, no le diré a donde fui porque le tenemos una sorpresa.
Psdt: no olvide comerse toda la comida y no nada más la dona.
Sin más, me despido espero y tenga un exelente día de escuela.
Atentamente:Jarvis
Sonrío al leer la nota, Jarvis siempre tan atento con el en cada detalle, no podía enojarse con él por no estar aqui, al menos se había salvado por lo que decía la nota, algo extraño es que dijeran un “tenemos” en plural, habrá visita ó será que sus padres si se acordaron?, descarto lo segundo, ya que no quería ilusiónarse una vez más para después tener el corazón hecho trizas, mejor esperaría lo que sea que Jarvis le tuviera preparado.
Se comió todo lo que preparo Jarvis, en el desayuno y dejó para último su dona glaseada, esa se la comería en el camino.
Al llegar a su colegio, ingreso a su salón de clases y se encontró con algo que en verdad lo sorprendio.
Ahí estaba su mejor amigo con un gran cartel, sosteniendolo con la ayuda de su amigo bucky.
El cartel con una perfecta como bonita caligrafía decía: Feliz cumpleaños Tony y para finalizar había un te amo escrito en él.
Lágrimas salieron de sus ojos al ver a la persona más importante para él, enfrente de él todo sonrojado, hasta la orejas, no importandole que todo el salón se le quedará viendo mal, dándole ese pequeño detalle y acordandose de una fecha importante, que penso que solamente Jarvis sabía.
Nunca les dijo a sus amigos que fecha era su cumpleaños y no quería hablar mucho del tema, así que agradecío que nunca lo tocaran, bueno al menos ellos y no Steve quien era muy persistente.
Eran mejores amigos desde la infancia y siempre sabía cómo sorprenderlo con su personalidad tan decidida, introvertida, como caballerosa, no entendía como los demás no podía ver lo maravilloso y con un gran corazón,que era Steve, solamente lo molestaban por su físico pero él siempre lo quiso tal y como es.
Y agradecia que sus amigos, vieran lo que él veía en Steve, ahora lo más sorprendente es que se le declarará, pensando que tenía como interés amoroso a la desabrida de Sharon.
En realidad pensó que solamente sería un amor no correspondido y que se llevaría hasta la tumba esos sentimientos por él.
El rubio se puso muy nervioso al no recibir respuesta alguna, sus demás compañeros empezaron a burlarse de él, pensando que Tony ya lo había rechazado, bajo la mirada recignado y triste pensando que había hechado a perder su amistad.
Lo que no espero es que Tony delicadamente levantara el rostro y lo besara cálida y lentamente, enfrente de todo sin importarle las malas miradas recelosas de los demás.
Steve sabía que Tony tenía muchos pretendientes, pero a él nunca le había llamado la atención.
Lo pensó en realidad, que lo hizo, en declararsele a Tony, ya que valoraba mucho su amistad y no quería arruinarlo, sabía que Tony merecía lo mejor, un hombre quien tuviera un gran físico para protegerlo y no solo un enclenque como él, que solamente le traiga problemas, pero sus amigos lo habían motivado y convencido de hacerlo, porque tenían la corazonada de que Tony le correspondía.
La verdad no sé lo espero, pero estaba feliz de que sus sentimientos sean correspondidos.
Ahora y cada día de su vida, haría a Tony el más feliz del mundo.
Le correspondio el beso con torpeza, si que sus labios eran suaves tal y como siempre se los imaginó.
Sintio el sabor del beso algo húmedo y salado, se dió cuenta que Tony seguia llorando.
Se separó y delicadamente, le quitó las lágrimas del rostro, para después abrazárlo para reconfortalo.
—Tranquilo amor, ya no estarás solo— le susurró al oído, mientras dejaba qué Tony se desahogará en su hombro.
Daba gracias que no tuvieran la primera clase del día.
Después de conmobedor momento, las clases siguieron su curso con normalidad.
A la hora de la salida, Steve llevo a una cita improvisada a Tony para hacer tiempo.
Fueron a ver una película romántica, comer helado para después ir a pasear al parque, mientras conversaban de cosas cotidianas.
Ya pasada la tarde Steve lo llevo a su casa, en dónde le tenía lista una sorpresa, le tapó los ojos y al abrir la puerta, fue recibido con unos gritos de sorpresa y muchas serpentinas a su alrededor.
Quedó sorprendido por aquel recibimiento y lagrimas volvieron a salir de su rostro, al ver a sus amigos con aquellos gorros de fiesta, a Jarvis junto con la mamá de Steve sosteniendo, un gran pastel de cumpleaños casero.
Steve lo tomo de la mano para trasmitirle confianza, avanzó y soplo las velas del pastel, todos aplaudieron mientras lo felicitaban.
Ahora veía que no estaría solo y que apartir de este momento pasaría más cumpleaños no solamente en compañía de Jarvis, si no con su ahora novio Steve, amigos y familia de su novio.
Se alegraba de tener ahora una familia que apesar que no compartía lazos sanguíneos, era su familia de corazón.
La fiesta hecha por su familia, fue de lo más acogedora y divertida, sus amigos se fueron una vez terminada, se despidieron de él, no sin antes ayudar a recoger y limpiar.
Después le siguió él, le agradeció a Sara por la espectacular cena preparada por ella y se despidio con un fuerte abrazo y un beso en los labios de su novio.
Se dirigió a su casa en compañía de Jarvis, iba muy feliz, era el mejor cumpleaños que había tenido y nada ni nadie le borraría esa felicidad.
Pensando que su hogar estuviera sola, como siempre, vio las luces encendidas y al ingresar se encontró con sus padres, esperándolo muy molestos.
—¡¿Anthony, se puede saber en dónde te habías metido?!— pregunto molesto su padre, retandolo.
—¡Pues en dónde más celebrando mi cumpleaños, con mi familia!— le respondió del mismo tono con el que le había hablado.
—Ahora si me disculpan estoy muy cansado y quiero descansar— dijo por último al ver a sus progenitores sin palabras, para subir las escaleras e ir directamente a su cuarto.
Jarvis simplemente los miro con desaprobación, para después dirigirse a la misma dirección que su señorito e irse a dejar sus regalos.
En verdad Jarvis esperaba que algún día, los padres del joven amo, le dedicarán más tiempo y vieran la gran persona en la que se estaba convirtiendo.
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