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Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

hola ~

 

La espera termino, espero que les guste el capítulo.

La casa de Marcell esta oscura. Aun le veo intentando no reírse de mí a pesar de que el conductor ya hace rato se rindió con eso y no me extrañaría que mi conversación con Marcell aparezca en internet un día de estos. 


— ¿Por qué esta todo oscuro?


— porque no hay nadie, y dejar las luces encendidas puede causar un accidente.


— Ya…— veo el mensaje de mi mamá, con varias preguntas de donde voy a quedarme y porque no traje nada conmigo. Marcell está buscando las llaves y aprovecho para responderle aunque de seguro Erick va a llamarme en un rato. Me distraigo cuando la puerta rechina ¡Rechina como en una maldita película de terror! — eso no es una buena señal.


— Siempre hace eso— Marcell entra antes de que pueda detenerlo e irnos corriendo a cualquier otro lugar. Le pierdo de vista unos momentos y luego la luz se enciende— ¿vas  quedarte afuera?


— Ni loco— Marcell se me queda viendo, fijamente y un buen rato sin decirme nada— ¿Qué?


— nada ¿quieres agua? También hay soda. Voy a encender el calefactor de la regadera, tardara un rato, puedes encender la televisión si quieres— Otra vez se va antes de que pueda pedirle que se quede o decir que voy con él— claro, separarse es el la causa de que todos se mueran ¿sabías?— alzo la voz, aunque no sé donde está y si alcanza a escucharme. Esta demasiado silencioso todo, y me pone nervioso. El control de la tele ¿Dónde estaba? ah, allá… hay un programa de investigaciones paranormales, le cambio presionando mas fuerte los botones hasta que encuentro una película cómica.


— No estamos en una película— responde y le escucho en las escaleras— hey, esa película me gusta.


— no la he visto. Pero es mejor que puertas rechinando y dejarme solo en la sala de una casa tan grande.


— no es tan grande, e insisto, no estamos en una película de terror y si lo piensas bien, si nos estuviera siguiendo un espíritu en busca de sangre ¿de verdad crees que si estamos los dos no hará nada? en cualquier caso, espero que primero se entretenga contigo y yo pueda huir mientras pasa— le miro, no puedo… en...


— ¡No puedo creer que dijeras eso!— le digo, completamente horrorizado. Marcell se ríe a carcajadas y me relajo un poco.


  — solo bromeo ¿quieres usar la regadera? creo que mi ropa podría quedarte.


— Sí, creo que eso estaría bien— Marcell se pone a ver la película. Había esperado que Marcell estuviera más nervioso, como siempre lo estuvo al inicio, que apenas podía hablar sin tartamudear o que me dijera que no y yo tendría que insistir mucho para que tuviéramos una cita pero fue todo lo contrario y me sorprendió mucho como fueron las cosas hoy.  No entiendo la película y me quedo medio dormido porque cuando vuelvo darme cuenta Marcell no está en el sofá donde estaba— ¿Marcell? ¿¡Marcell!?— oh, no, oh, no ¡Ya no está aquí!


— ¿Por qué estas gritando?


— yo… creo que me quede dormido— ya trae otra ropa, un pantalón de franela con cuadros y una camisa negra desteñida.


— encontré esto para que lo uses, te traje también una toalla. Hay un baño allí y otro arriba— parece que está dando un recorrido turístico, al menos hasta que comienza a pagar las luces— te espero en la habitación.


— No me dejes aquí— subimos juntos las escaleras y Marcell señala el baño. Me resisto a pedirle que se quede esperando, porque no es para tanto ¿verdad? tampoco esta tan lejos. El baño siempre es uno de los lugares favoritos para todos esos seres de las películas ¿no? siempre tras la cortina o esperando a que salgas o a que te mires en el espejo para aparecer tras de ti. Casi me caigo con la prisa que tengo al asearme y salir, el piso es resbaloso pero abrir la puerta es como haber escapado. La puerta de la habitación de Marcell está abierta y con la luz encendida. 


— tu cabello gotea.


— eh, sí, bueno tenía un poco de prisa— Marcell resopla, por suerte aún tengo la toalla y me sacudo el cabello con ella— ¿Dónde la dejo?


— Dámela— me deja en la habitación, pero le escucho caminar por el pasillo y luego regresar— no tengo una cama aparte, y no creo que quieras quedarte en la sala.


— No.


— lo sabía. La cama es grande, podemos compartirla aunque no sé si tengas problemas  con compartir.


— no, está bien, además prácticamente me invite yo solo— Marcell se sienta en la cama, reclinando la espalda en la pared y pone en sus piernas la computadora— ¿vas a escribir?


— pensé que podríamos ver algo antes de dormir. Me faltan unos capítulos para terminar por fin greys anatomy— me siento a su lado, y me acomodo también en la cama. Vemos tres capítulos antes de que Marcell comience a cabecear. Deja la computadora en el escritorio y me pasa una cobija y una almohada. La habitación está muy oscura, no hay ni una luz.  Me doy la vuelta por quien sabe qué vez en la cama— ¿no puedes dormir? ¿Tienes miedo?— me encuentro con los ojos de Marcell. Aunque susurra le escucho perfectamente.


— no tengo miedo.


—… lo de hace un rato ¿de verdad estabas tan asustado?


— No tanto— sonrió. Había planeado ver esa película de terror con la intención de que Marcell se asustara un poco y pudiéramos estar en el cine un poco más cercanos pero Marcell no tuvo miedo y yo me puse un poco nervioso con la película.


— lo sabía.


— ¿y aun así dejaste que me quedara aquí?


— fue algo tierno. Y divertido, así que ¿Por qué no?


— esperaba que no te dieras cuenta, pero ¿no te da miedo a ti que yo intente algo más? estamos los dos solos en la casa, en la misma cama y tan cerca…— estiro la mano y le acaricio la mejilla. Marcell cierra los ojos y suspira.


— Tampoco creo que vinieras con esas intenciones— me muevo, arrastrándome por la cama para alcanzarlo y besarlo. Nuestros labios se quedan rozándose unos momentos, algo que me parece eterno, luego su mano se alza ¿va a empujarme?  Me muevo hacia atrás listo para disculparme de no ser porque su mano sujeta mi hombro y no me empuja. Nos quedamos mirándonos hasta que siento las mejillas ardiendo.


—N—no quiero incomodarte…— ¿Por qué es tan difícil hacer esto? solo es un beso, y con el chico que es mi novio— ¿puedo hacerlo de nuevo?


— Si— me acerco un poco, estoy más nervioso y avergonzado por esto ahora— pareces un niño, Jun— abro los ojos y en la oscuridad veo la sonrisa de Marcell. Su mano sigue sujetándome el hombro, y en la oscuridad no noto cuando se me acerca, solo me doy cuenta cuando me besa. Esta vez, el beso no se queda solo en rozar nuestros labios, encuentro su lengua y su boca tiene sabor a pasta dental. Le empujo hasta que quedamos acostados en la cama, aun besándonos. No sé qué hacer con mis manos, porque sé que si le toco un poco las cosas irán mas allá y…


— Marcell.


— ¿Qué?


— ¿me dirías si no te gusta hacer esto? quizá no me creas pero cuando te pedí venir no lo hice con la intención de tener sexo.


— que… honesto. Pero tampoco quiero hacer nada de eso ¿crees que es anticuado? No tenemos mucho tiempo saliendo aunque nos conocemos desde hace más tiempo— suspiro y me acomodo en la cama, usando el brazo de Marcell como almohada.


— No, está bien. Creo que necesitamos asimilar que estamos saliendo primero.


— No te dormirás así ¿cierto? mi brazo ya se está entumiendo— me levanto, y le beso otra vez.


— tengamos más experiencias antes de hacerlo… oh, eso no suena tan genial como parecía en mi mente— Marcell se ríe, no me dice nada así que le vuelvo a besar— me divertí mucho en la cita de hoy.


— También yo— me acerco pero solo le tomo la mano e intento dormir. Me despierta un ruido, pero no sé que es, además tengo uno se eso sueños donde creo que estoy volando o flotando, algo así. Creo escuchar música, y luego claramente una risa ¿Dónde estoy? Todo se ve… extraño, esta no es mi habitación ¿y porque estoy en el suelo?


— ¿Estás bien?— Marcell se asoma desde la cama.


— ¿Qué paso?


— te caíste de la cama— sonríe, y me extiende la mano— no pensé que rodarías hasta el borde porque toda la noche estuviste encima de mí— me duele el brazo cuando intento pararme, creo que caí encima de ese brazo.   


— ¿Qué hora es?


— Como las siete, olvide quitar mi alarma— ah, la música que escuche antes— es muy temprano— me vuelvo a subir a la cama y me abrazo a Marcell, con el impulso los dos caemos a la cama. Me olvide de que anoche me quede en la casa de Marcell, y que hoy tengo un concurso también y no tengo mi violín aquí para practicar— ¿a qué hora es el concurso?


—  Por la tarde, aunque más temprano que la otra vez, esta vez será solo para los que tocamos violín pero tocaremos más tiempo, una pieza completa— eso no será ningún problema, aunque estoy un nervioso por el concurso— ¿podremos salir otro día entonces?


— claro, pero primero preparare el desayuno.


— aun no, no tengo hambre.


— ¿no tienes hambre o tienes miedo  salir de la habitación?


— No seas tonto, los monstruos solo salen de noche— Marcell pone los ojos en blanco, y luego se estira para tomar una libreta de del escritorio junto a la cama. Se pone a escribir y el olor de la tinta del bolígrafo me hace apartarme un poco— ¿Qué escribes?


— ideas. Me gusto mucho lo del restaurant y la película de terror, escribiré algo parecido a eso.


— oh, esperaba que hicieras eso anoche, cuando estábamos allá— Marcell no deja de escribir, usando sus piernas como apoyo. Siempre pensé que era del tipo de chico que no le importa el lugar siempre que tenga una buena idea la escribirá para que no se le olvide después.   


— era una cita… no creo que estuviera bien si en lugar de estar contigo sigo escribiendo.


— Aww ¿lo hiciste por mi entonces? anda, dímelo.


— una vez tuve una cita, fuimos a una heladería, era tan genial que saque mi libreta y me puse a describir como era, incluso a los empleados. No me di cuenta de que ella se fue hasta que termine. Cuando nos volvimos a ver me grito y luego dejo de hablarme. Fue vergonzoso, pero también hice mal en no ponerle atención— no puedo evitar reírme, porque puedo  imaginarme al pobre de Marcell recibiendo el regaño por estar distraído en una cita.


—  aunque ese eres tú, yo no me molestaría si lo hicieras, porque luego podre leer algo genial cuando termines.


— umm, quizá si ella supiera lo que hacía no hubiera pasado eso, pero nadie lo sabe.


— hey, yo conozco tu oscuro secreto— nos reímos, y nos quedamos un rato mas hablando hasta que Marcell se levanta a hacer el desayuno.  Todo el rato que la pasa en la cocina esta sonriendo ¿esta recordando mi desastroso intento por cocinar?  La comida no le queda mal y se puede comer, Marcell no hace ningún comentario al respecto. Creo que lo de las clases de cocina fue una buena idea aunque me quite tiempo para los ensayos.  Realmente espero que cocinar sea tan fácil como todos dicen.


 


Llegar a mi casa se siente extraño, no tengo mucho que hacer hasta que llegue  mi hermano y tengamos que ir al concurso, aun no le dije a donde iríamos solo que tenía algo que hacer y que él iba a acompañarme, siempre le digo eso cuando tengo que ir a un concierto así que no será tan extraño, espero.  


No tengo una sala especial de música en casa, así que solo toco en mi habitación. Al principio tenía miedo de que el ruido molestara a mi familia porque lo que hacía entonces era más ruido que música. Después supe que no les importaba porque ese ruido significaba que yo estaba en casa y que estaba sano.  Fue un regalo que me hicieron la primera vez que salí del hospital, y desde entonces no he dejado de tocarlo. Las partituras están donde las deje ayer, aunque ya las sé de memoria me gusta repasarlas.  Ah, con Marcell podía olvidarme del concurso, ahora estoy más nervioso, así que las coloco en el atril y comienzo a tocarlas despacio con el violín, siguiéndolas una por una hasta que termina y luego comienzo de nuevo una y otra vez cada vez más rápido.


— Jun— la puerta se abre después de que tocan dos veces más y Erick se va a sentar a la cama, yo no dejo de tocar la canción, ahora sin ver las notas. Aun no sé cómo ponerle mi propio estilo pero con tocarlo hasta el final es suficiente por ahora— ¿ya es hora?


— si… pasaremos por alguien antes de ir allá ¿te molesta? 


— si ya quedaste no hay mucho que pueda hacer yo ¿tienes la dirección?— guardo las cosas, y me aseguro de que las cuerdas del violín estén en buen estado y cierro el estuche— ¿Cómo van las clases de cocina?


— logre cortar las verduras en trozos casi iguales y aprendí a hervirlas correctamente.


— oh, eso es bueno, podrás comer verduras hervidas cuando te quedes en casa, el sueño de todos los padres, que sus hijos coman verduras— pongo los ojos en blanco  y le dejo en la habitación.


— mamá, vamos a salir— escucho un “está bien” y me dirijo al auto de Erick— deberías limpiarlo, parece el auto de un vagabundo.  


— Eso lo hago los domingos, súbete y aguántate.


— ¿Cómo no te da vergüenza subir a alguien en este auto?— Erick se abrocha el cinturón y solo se ríe.


— es mi auto, ya dame la dirección— discutimos todo el camino hasta la casa de Marcell, hay hojas de papel por todos lados, envolturas de dulces y vasos de café vacíos, lo único bueno de esto es que el auto no huele mal y el gran misterio es cómo es que tanta basura termina aquí si lo limpia cada semana— ¿es por aquí?


— Si— Marcell sale cuando nos detenemos, porque le he estado enviando mensajes.


— Vaya, es Marcell… esto podría ser un poco…— no me dice que podría ser.


— Hola.


— Ya podemos ir al otro lugar— Erick da una mirada por el retrovisor, luego me mira a mí.


— ¿esto es como una cita? Si es así entonces voy por Zane porque no seré el…


— calla y conduce, no es una cita ¿de verdad piensas que te haría venir si tuviera una cita?— sueno mas horrorizado de lo que quiero, pero la idea me da escalofríos— te la pasarías haciendo comentario incómodos y al final dirías alguna cosa incoherente sobre la poca tolerancia que tenemos.


— No haría nada como avergonzarte… demasiado, como sea, entonces ¿A dónde iremos?— le doy la dirección del lugar. Y como Erick es de los que hablan poco cuando conducen me giro en el asiento para hablar con Marcell, no menciono la salida de ayer aunque Marcell se burla un poco de mi reacción de la película de terror— voy a dar la vuelta porque no hay espacio para estacionar— aun tenemos tiempo, y no quedamos lejos de cualquier modo. Marcell y yo nos adelantamos en lo que Erick toma sus cosas para bajar.


— estoy nervioso, y yo ni siquiera voy a tocar— me dice Marcell, le veo mirar la entrada del lugar, donde la fila de registro se hace larga.


— eso es bueno, así yo no estaré nervioso. Además, mira, traje mi nuevo amuleto de la suerte— le muestro el bolígrafo. Aww, se ha sonrojado. No puedo evitar pellizcarle la mejilla.


— Basta, no hagas eso— me rio y lo hago de nuevo. Marcell me da manotazos mientras llegamos a la fila.


— ¿Qué es esto?


— un concurso. Pase la primera ronda y ahora es la segunda— me adelanto a la fila y les dejo. Veo que entran al lugar, y cuando paso, los dos me están esperando. Erick está llamando por el teléfono— dime que no está llamando a mis padres— Marcell se encoje de hombros.


— no tengo idea, no hay tantas personas como la otra vez.


— bueno, ahora solo son los participantes del violín. Y hoy mismo darán los premios— siento un golpe en la cabeza.


— y  apenas lo dices.


— ¡Creí que habría otra etapa!— me dolió, maldito Erick— ¿llamaste a mis padres?


— no, estaba hablando con Zane.


— ¿va a venir?


— Sí, la casa de su amigo esta cerca— desearía que el tiempo pasara más lento, pero lo cierto es que de un momento a otro ya hay una chica anunciando el concurso y llamando a los concursantes. Esta vez no podemos esperar en el público, y tengo que ir con los demás tras el escenario.


— la canción, la elegí pensando en ti, creo que describe como me siento—  finjo arreglar las cuerdas del violín mientras le digo eso a Marcell y aprovechando que Erick está tomando fotografías— espero que la conozcas— le dejo en la silla, porque lo que acabo de decir me suena tan vergonzoso que me estoy sonrojando.


Tras el escenario solo puedo escuchar un poco de lo que  tocan, e intento recordar la canción que elegí. Casi todos están tocando canciones clásicas muy reconocidas ¿debí elegir eso? ahora estoy más nervioso. La chica del escenario me llama, es mi turno. Tomo aire y espero a que la canción que está sonando termine y luego a que me llamen de nuevo. Cuando me paro frente a todos, la luz no me deja ver al público unos momentos pero me esfuerzo por buscar el lugar donde están mi hermano y Marcell. Cierro los ojos y respiro antes de dar la primera nota, intentando escuchar el ritmo de la canción en mi mente.


Las primeras notas no salen como yo quiero, me falta practica para hacer el cambio de notas que quiero y no sé qué tan malo sea que entre una parte y otra haga una pausa, no dura mucho pero se nota aunque intente regresar el arco rápido. La segunda parte es la que mejor me queda aunque espero que reconozcan los acordes de Cant take my eyes of you. Cuando termino mis manos están temblando y me siento torpe cuando camino para salir del escenario.


— eso fue genial, hermano— Erick es el primero que me habla cuando voy con ellos, me da un abrazo que me sacude por la fuerza que usa. Ah, Zane  ya llego— grabe todo.


— hey, eso es vergonzoso— logro escaparme de mi hermano. Marcell está de pie y sonriendo también, su cara está un poco roja y no me mira mucho. Ay, si sigue así va a avergonzarme a mí— ¿conociste la canción?  


—S-sí.


— Eso… está bien— nos sentamos porque ya ha salido otro concursante. Busco la mano de Marcell, a tientas. Sus dedos se cierran en mi mano cuando le toco. Nos quedamos así, sin decir nada más mientras escuchamos a los concursantes que faltan.


 


— esto merece una celebración ¡Vayamos por pizza!— Erick me zarandea mientras intento caminar, luego me despeina por tercera vez desde que baje del escenario después de la premiación— segundo lugar no esta tan mal.


— Deja de hacer eso— otra vez a despeinarme.


— ¿Pizza? ¿Así quieres celebrar?


— No llevare a mi hermano y a su amigo a un bar— Mi hermano y Zane discuten sobre eso, porque Zane no estaba hablando de un bar.


— un bar no estaría mal ¿no crees?— le pregunto a Marcell.


— nunca he ido a un bar, no me gustan las bebidas con alcohol— y conocer personas no es una de las prioridades de Marcell, aunque pienso que pudo haber ido alguna vez para tener información de primera mano—me gusta la idea de ir a comer. 


— no me gusta ir con mi hermano y su novio— Marcell se ríe.


— ¿bromeas?


— no… ¿Por qué…?— Ah. Ya entiendo. Él estuvo esperando con mi hermano y Zane, aun les está mirando caminar frente a nosotros. Creo entender que es lo que ve Marcell cuando mi hermano toca “Accidentalmente” a Zane, o cuando Zane se acerca a mi hermano— sea lo que sea que estés pensando escribir, será genial.


— cuentos de amor— es lo único que me dice antes de que lleguemos al auto y tengamos que limpiar un poco el asiento trasero.

Notas finales:

Gracias por leer, hasta el próximo sabado!!


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