Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~

 

Un poco tarde pero seguro,  espero disfruten el capitulo.

— no es para tanto.

— pero es una fotografía de la casa, ¡Me han seguido hasta aquí! claro que es para tanto.

— Marcell, venias con compañeros ayer, tal vez no se atrevió a pedirles venir con ustedes— estamos en el autobús rumbo a la universidad. Anoche casi no dormí pensando en la fotografía que enviaron y aunque le dije a Yamir sobre eso, su opinión no ha cambiado desde anoche.

— podría ser peligroso.

— ¿te sientes en peligro?

— no sé cómo me siento— eso es verdad, estoy nervioso de que alguien me esté tomando fotografías sin que yo me dé cuenta, en lo fácil que resulta hacerlo ahora que nadie presta mucha atención a su alrededor, por otro lado si esa persona es como yo, entiendo que de pronto no pueda acercarse. Yo no sé qué haría si de pronto descubro a uno de mis autores favoritos de fanfics.

— ¿Le preguntaste por eso cuando viste el mensaje?

— eh, no… yo solo… no le respondido nada. No que ponerle— aunque siempre he sido más hábil escribiendo, y luego haciendo amigos por medio de aparatos electrónicos, esta vez no se debería responder ¿Si, son mis amigos? o ¿Solo son compañeros de clase? No creo que seamos amigos con solo una salida a hacer tareas, además ¿Por qué tendría que revelar eso? y sobre la casa… definitivamente no quiero que sepa donde vivo, ni recibirle, al menos no sin saber quién es, pero tampoco quiero darle una invitación para conocernos— no sé quién es, podría ser… peligroso.

— o podría ser una chica linda.

— no lo creo— aunque tiene razón, siempre he pensado en ese usuario como un chico.

— ¿crees que alguien que le gustan las cosas que a ti sea malo? No es que se acercara a ti apenas, le conoces desde hace tiempo ¿no?

— de algún modo.  Nunca revelo cosas importantes de mi vida en internet. Soy un usuario responsable ¿sabes?

— entonces solo díselo.

— ¿Y si no digo nada?— Yamir se encoje de hombros. Pienso que no responder sería lo mejor, porque no se que decir y no quiero un malentendido. El autobús llega a la parada y nosotros no hemos dicho nada más. Yo me encamino hasta el edificio, como siempre. La única diferencia en el día es que cuando me cruzo con Evangeline y Cristina las dos me saludan. La otra chica no me saluda, pero no parece haber notado que nos cruzamos en el pasillo. Yo solo busco mi lugar favorito junto al ventanal y dejo que las horas pasen entre mis escritos y las clases que tengo. Ah, tengo tanto sueño… ni siquiera la soda que compre en la máquina expendedora me ayudo a despertar.

 

Por fin en casa…  tan fresco… ojala pudiera relajarme. Tengo muchos trabajos por entregar, y poco tiempo para escribir.  Enciendo el reproductor de música, para no aburrirme tanto y no quedarme dormido a medio terminar. Escucho llegar a alguien abajo, pero no salgo a ver cuál de mis dos compañeros de piso llego primero. Es tarde cuando me decido a salir, y solo porque he terminado a penas y porque tengo mucha hambre. Ah, no creo que haya mucha comida, debí haber comprado algo antes de venir.

— Tengo hambre— es mi saludo para Ingrid, que está en la cocina guardando cosas en recipientes plásticos. Ella es la más ordenada en cuestión de la comida, siempre tiene sus cosas preparadas o guardadas en esos recipientes.

— Sobro algo de  la comida que trajeron el otro día tú y Yamir— arruga la nariz— deberían hacer algo con sus hábitos de comida.

— Es eso o dormir más, elijo dormir más— en el refrigerador aún quedan los restos de la comida china que pedimos… no recuerdo bien que día. Umm no huele mal, si esta buena el horno de microondas servirá.

— comer tanta chatarra te hará daño.

— casi no tengo tiempo y es mucho más rápido comprarla. No siempre como comida chatarra— intento sonar indignado, pero el microondas acaba de terminar y emite el pitido al mismo tiempo que termino de hablar. Ingrid no insiste, vuelve su atención al cuaderno que tiene a un lado de la mesa— ¿tienes debate pronto?

— Sí— es fácil saber cuándo ella tiene algo importante, porque siempre lleva su cuaderno a todos lados y lo mira con la frente arrugada, como si estuviera leyendo algo que la ofende mucho— el lunes.

— oh, quizá pueda ir a verte— siempre nos ha dado una invitación abierta a asistir, pero yo nunca he ido. 

 — es el lugar de siempre.

— Bien…— revuelvo la comida con un tenedor que encontré y me siento a comer— ¿Tenemos medicamentos en el botiquín?

— Yamir debía revisarlo la última vez que vino— entonces alguno de nosotros tendrá que ver como esta nuestro botiquín.  Como Ingrid me ignora, hago lo que siempre por costumbre: Sacar mi teléfono y pasar el rato. 

Grey Son Jun_ 11:58

¿Todo está bien?

Grey Son Jun_ 12:14

¿Estás  por aquí?

Grey Son Jun_ 15:58

¿Por qué no respondes?

Grey Son Jun_ 21:12

@MarshMallowReed  ¿Qué pasa? No has respondido mis mensajes.

 

— ¿Marcell?— el teléfono se me resbala de las manos de la sorpresa al sentir a Ingrid tan cerca sin notarlo— te pusiste pálido ¿Eso esta bueno todavía? 

— sí, esta bueno…— me llevo un gran bocado a la boca— Ingrid…

  — ¿Qué?

—  Olvídalo— solo son mensajes, si se pone demasiado pesado siempre puedo bloquearle o cambiar de cuenta. Bien, también puedo intentar resolver esto de la mejor manera, sin hacer tanto escándalo, además ¿Quién sabe cómo me comportaría yo si conociera a mis autores favoritos? Con eso, me decido a enviarle una respuesta.    

Marsh Mallow Reed_22:04

No estoy cómodo con esos mensajes.

 

Me voy a la cama,  pero no ha dormir, tomo mi libreta pequeña que tengo para hacer estas anotaciones y comienzo a escribir sobre los puntos principales que quisiera poner en la historia. Enciendo mi computadora y me pongo a buscar artículos referentes al género de terror.

Grey Son Jun_ 22:30

Lo siento.

Solo veo el mensaje y lo dejo así, no tengo más que decir. Dejo mi teléfono y me concentro en mi investigación. Dejo todo cuando me duelen los ojos, cuando apenas puedo pensar y ya no sé qué estoy escribiendo. Son casi las tres de la mañana.

 

Yamir sabe sobre mis hábitos de desvelarme casi todos los días,  me  pregunto qué diría Ingrid si se llega a enterar de que además de no tener la alimentación que debería, no duermo las horas que debería.  Esta mañana ninguno de mis compañeros estaba en casa, uno de esos días raros en que no coincidimos, lo cierto es que lo primero que hice al despertar fue ver si había más mensajes desde anoche, pero después de ese “lo siento” no hay nada más. Sé que no debería importarme ya pero he estado pensando cada poco en esos mensajes ¿Dejara de escribirme? Quizá ya no reciba sus mensajes, ni hablemos sobre las series que vimos en común…  ah, supongo que es una de las desventajas de usar solo el internet como contacto.

Hoy apenas tengo tiempo libre entre clases, y extraño mi lugar junto a la ventana.  Tengo ganas de sentarme a ver alguna serie, cosa que hare sin duda hare al llegar a casa y el fin de semana.   Cuando por fin tengo oportunidad me pasó directo a la máquina expendedora por una soda y papas fritas y luego me dejo caer en el piso junto a la ventana. Tengo casi una hora libre, suficiente para ver un capítulo  de Grey´s  Anatomy.

El viernes por la mañana tengo tanto sueño que si de pronto choco con una pared no me parecería raro.  Cuando voy a dejar mis cosas, me quedo mirando el lugar que uso normalmente en ese salón, sin sentarme ni dejo mis cosas. En el lugar hay una lata de soda y una bolsa de cheetos.    

— Marcell, gracias por tu ayuda el otro día, es el informe más largo que he hecho jamás— me giro a ver a Oscar.

— ¿Hay alguien aquí?

—  eso ya estaba cuando llegue, hay una nota— se adelanta y la toma. La nota es un pequeño cuadro de papel amarillo— Marsh Mallow, lo siento— le despacio, yo por reflejo le arrebato el papel, arrugándolo— hey…

— no es nada.

— ¿es para ti? ¿Peleaste con alguien?

—… no— me dan ganas de irme a sentar a otra silla, pero la mayoría están ocupadas ahora y muchos nos están mirando—  no es tan difícil hacer los reportes de esa manera, me alegra que entendieras porque nunca había explicado eso.

— Oh, fue muy fácil entenderlo— curiosamente, ahora siento muchas ganas de hablar y olvidarnos  de la nota.  Como no se que mas hacer, meto los cheetos y la soda a la mochila— Oye, deberíamos salir a algún lado— no puedo responderle porque la clase está por iniciar, y Oscar se va a su lugar.  Lo cierto es que no puedo concentrarme en la clase, por más que lo intento no puedo dejar de pensar en las cosas que había en mi lugar. Aunque al parecer es un intento de disculpa más personal que solo un mensaje en internet, me preocupa haberlas encontrado en mi lugar ¿Cómo sabia donde me sentaba? ¿Será una coincidencia? Eso me parece, o quizá ¿pregunto a alguien donde me siento? no sabe mi nombre ¿O sí?  Ay… me dan escalofríos solo de pensarlo ¿Quién es? ¿Por qué no ha aparecido frente a mí?  Vamos, Marcell, deja de pensar lo peor… ¡¿Pero porque justo estas cosas?! De cualquier cosa que pudo dejar, tenía que ser justo las cosas que compre ayer en la máquina expendedora.

— ¿Estás bien?

— ¿uh?

— pareces… no sé… ¿mal?— De nuevo, Oscar se ha acercado. Todos se han puesto de pie o están guardando sus cosas, la clase ya término y no me di cuenta.

— Estoy bien— creo.

— ¿no tienes la siguiente clase en el aula 7? Yo voy para allá también.

— Claro… — me gustaría preguntar si alguien vio quien dejo esas cosas en mi lugar. Hubiera preferido que solo fuera un error, lo que estaría pensando ahora de no ser por mi nombre de usuario. Grey Son Jun se encargó de que no hubiera confusiones. Me paso las siguientes clases con la sensación de que hay alguien espiándome detrás de la puerta o asomándose por las ventanas, y cuando al fin terminan las clases siento que el día ha sido un desperdicio porque no he tomado notas y apenas puedo recordar lo que estuvimos viendo en clases.

— ¿No vas a tomar el autobús?— Oscar  se ha quedado conmigo casi todas las clases, aunque apenas hablamos un poco entre las clases. Es la primera vez que noto que tenemos un horario casi similar.

— no… bueno, ahora yo… biblioteca— me aclaro la garganta  y me detengo— quiero la información para el nuevo tema, la próxima semana iniciamos.

— oh ¿haces eso siempre?

— tenemos que entregar un informe.

— ¡Cierto! Lo olvide, pero ¿no es hasta el miércoles?— me encojo de hombros. Prefiero hacer todo antes para tener más tiempo, y no tener que salir de casa el fin de semana o quedarme hasta tarde días antes de entregarlo.

— Eso creo— caminamos hasta que llegamos al punto donde iremos por caminos diferentes. Me detengo unos momentos— ¿Quieres venir?

— Claro— todo ha sido raro hoy, si no estuviera más nervioso por estar solo que por evitar a las personas, no invitaría a nadie y me iría sin problemas a la biblioteca. La biblioteca es grande, siempre me ha gustado por el silencio que se debe hacer en ella y que aunque hay muchas personas nadie me molesta. Oscar y yo subimos a la tercera planta a buscar el material que necesitamos. Por primera vez desde que llegue a la universidad me siento tranquilo, como si aquí no pudiera pasar nada— el tiempo siempre pierde sentido aquí.

— ¿Eh?

— acabamos de llegar ¿no? pues llegamos hace veinte minutos— miro la hora en  mi teléfono, aunque no supe a qué hora llegamos— y aun no terminamos. Uno diría que no toma más de unos diez minutos encontrar un libro y pedir fotocopias.  

— supongo. Nunca lo he notado.

— yo si— le indico a la chica de la fotocopiadora las paginas que necesitamos y luego me pongo a buscar el dinero para pagar— aunque tampoco tengo mucho que hacer después de la universidad ¿Tú tienes trabajo?

— no.

— oh, pensé que como vivías por tu cuenta, tenias un trabajo. Tengo algunos amigos que trabajan para pagar la renta de una habitación.

— tengo una beca por mis calificaciones. Mis padres pagan las otras cosas que necesito, aunque…

— ya veo.

— Trabaje un tiempo, en vacaciones, lavando platos en un restaurant— el local es de un primo al que no veo tan frecuentemente. Se suponía que sería mesero, pero no pude tomar un pedido sin ponerme nervioso y confundir todo, como tampoco se cocinar al nivel que pedían la única opción que quedo fue el de lavar platos y demás cosas.

— ¿Y qué tal fue?

— Mojado— murmuro. Escucho su intento de aguantarse la risa.

— Claro— la chica nos entrega las hojas, y una leve mirada de advertencia. Dejo el libro en la mesa para que lo regresen y luego vamos a las escaleras para salir. Afuera ya esta atardeciendo, voy mucho mas tarde que de costumbre a casa y es raro ver tanto movimiento por aquí. Hay unas carpas y mucha gente andando tranquilamente, como casi todos los eventos extracurriculares son por las tardes nunca he asistido a ninguno. El camino hacia la parada nos acerca mucho a un grupo de personas alrededor de lo que parece un escenario donde hay un concierto de música clásica. Conforme nos acercamos, la música del piano se hace más fuerte, una melodía lenta y fuerte que me pone la piel de gallina. Sin darme cuenta me detengo— suena bien ¿eh?

— si

— Es un poco tétrico, como… algo de Halloween— alguien está tocando el teclado, porque no es un piano como pensé al inicio— hey, es muy bueno en eso— también lo pienso. Todos parecen admirados por el chico tocando, pero no pasa mucho antes de que alguien más comience a tocar un violín con la misma melodía que el teclado. Si pensaba que el chico del teclado era bueno, quien toca el violín no se queda atrás y pronto me da la sensación de estar viendo una competencia por ver quien toca más alto.

— Increíble— ¿Qué canción es? aunque algunas veces el sonido alto parece ser alegre, no me da la impresión de que sea una canción alegre. Me hace imaginar lugares lejanos, oscuros y húmedos, alguien intentando controlar todo, el típico malvado fingiendo ser bueno ante todos y pensando en cómo hacer sufrir a al protagonista..— tengo que irme.

— ¿eh?

— el autobús…— comienzo a caminar hacia la parada, dando una última mirada a los chicos que están tocando ¡Tengo tantas ideas! es como si surgieran en mi cabeza como fuegos artificiales— nos vemos mañana— me despido de Oscar al ver que el autobús que me lleva está en la parada.  Cuando llego a casa no me detengo a ver si ya llegaron los demás, solo subo a mi habitación.

 

¡Ya quedo! Por fin he terminado la historia que tenía pendiente. Y no solo eso, ya he terminado tres capítulos más de otras historias. Ay, me duele la espalda, y tengo tanto sueño… ¿son las cuatro de la mañana? Ah, eso explica mucho…  solo unos click… y listo, publique el ultimo.  Ahora solo dormir…

Me despierta algún ruido que no identifico, un golpe fuera de casa. Umm, es sábado, no hay nadie más en casa ¿Lo he escuchado otra vez?  ¿Qué hora es?  Ah, es casi medio día… tengo hambre. En lugar de levantarme, ruedo en la cama para buscar mi teléfono. Me pongo a leer los comentarios que recibí en las horas que dormí, pero  me quedo leyendo uno en particular.

Grey Son Jun_ 8:20

¡Me encanto! No me esperaba ese final,  fue tan inesperado y genial que me han dado ganas de ver otra vez la serie.

 

Marsh Mallow Reed_  11:59

Gracias.

Me levanto porque moriré de hambre si no como algo.  En la cocina no hay nada… ah, siempre olvido que Ingrid vacía casi todo los fines de semana. Debe quedar algo en las alacenas ¿no? aunque sean galletas, no, solo hay pastas, latas de verduras…  oh, mi teléfono otra vez… un mensaje privado.

 

Grey Son Jun_ 12:05

¿Recibiste mi disculpa?

 

 ¡Ah! Los cheetos. La mochila, la mochila… ¡Comida!

Bien, no es la mejor comida que existe, pero sirve mientras me cambio y busco mis cosas para salir a comer a algún lugar y luego hacer algunas compras para no estar comiendo solo comida rápida.  Bañarme y luego recoger mi dinero no me toma tanto tiempo como pensé. Sin pensarlo me dirijo al restaurant de comida tailandesa que me gusta, aunque tengo que ir en autobús.

Como no quiero regresar tan pronto a la casa,  me voy a una de las mesas del restaurant.  Me siento un poco incomodo estar solo en una mesa, otro día hubiera pedido para llevar pero además de que siento que es un desperdicio regresar ya (mejor hubiera llamado, pero no tienen servicio de entrega a domicilio y no puedo gastar en un servicio ajeno de entregas) regresar me tomaría tiempo y yo quiero comer ya.  

Marsh Mallow Reed_ 1:01

¿Cómo supiste donde dejarlo?

 

Suspiro y dejo mi teléfono porque mis manos están temblando un poco. Realmente no sé si quiero saber ¿Podría ser alguno de mis compañeros?  Eso tendría lógica porque entonces no ocuparía preguntar sobre donde me siento y en que aulas tengo clases ¿Y qué no el autobús se llena siempre en la parada de la universidad?

Me termino la comida sin recibir respuesta. Y no es hasta que estoy regresando a casa cargado con las bolsas del centro comercial que recibo la respuesta.

Grey Son Jun_ 14:29

Pregunte.

 

No hay más.

 

El lunes llega más pronto de lo que espere, y lo único que hice fue ver series y escribir. Decidí dejar de darle importancia a lo que estaba pasando, porque no ha pasado nada importante y porque los mensajes raros se detuvieron. O eso pensaba…

En mi lugar hay de nuevo una bolsa de cheetos y una soda. Esta vez en el cuadrito de papel color azul esta mi nombre de usuario y un corazón.

—  ¿Acaso tienes una admiradora secreta, Marcell?— Evangeline deja sus cosas en la silla junto a la mía, señala las cosas en mi mesa.

— No…no es…— no sé como terminar eso.   Es obvio que es un admirador, no sé si chico o chica, y también esta claro que es secreto porque yo no tengo ni la mínima idea de quién es, pero dudo que esto sea a lo que ella se refiere—eso creo— guardo las cosas en la  mochila, la lata de soda aun esta fría.

 ******

 

— Hey, Red ¿Qué te pasa?

— nada.

— ¿te estás ocultando?

— eh…— de hecho, lo hago. Intento pasar desapercibido entre la multitud de la parada del autobús donde quede de verme con Yamir— ¿podemos irnos en taxi? 

— pero que…— ya he parado uno y me subo lo más rápido que puedo— ¿Por qué tanta prisa?

— no quiero que me vean.

— ¿eh? ¿Quién?

— la persona de los mail… no te lo dije que al inicio no me molesto, pero comencé a recibir cosas… en mi silla, siempre en la primera clase.

— ¿Cosas?

— Sodas, cheetos o cualquier bolsa de papas fritas. Siempre con una nota…— le muestro la mochila con los papelitos de colores— posiblemente digas que no está mal, pero  luego cuando Evangeline me dio panditas de goma, comenzaron a aparecer paquetes de panditas de gomita. Oscar me ofreció goma de mascar, y luego allí estaba también.  

— eh…

— me siento perseguido. Recibo fotografías de mí en todo momento. Da miedo.

— ¿Y no has bloqueado al remitente?

— ¿No me has escuchado? Sabe donde estudio, y donde vivo. Ahora solo he ignorado los mensajes, pero todo sigue llegando. 

— quizá solo es una chica muy tímida, como tú, y no se atreve a hablarte. O quizá es fea. 

— Yamir.

— admítelo, Reed, tienes un stalker— no digo nada en lo que falta de camino. En casa, Ingrid no está y de cualquier modo no necesito hablar con ella ahora. Dejo a Yamir en la sala y subo a mi habitación directo a encender la computadora y abrir una página de mi editor de textos y me pongo a escribir, con música clásica de fondo. Escribo. Y sigo escribiendo sin detenerme hasta que me duelen los dedos y los ojos me arden. En mi mente solo escucho las palabras de Yamir:

Tienes un stalker. 

Notas finales:

Gracias por leer, hasta la próxima semana!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).