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Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola~

 nuevo capítulo, espero les guste

Nunca había estado en un área de urgencias, siempre que fui a consultas privadas cuando me enfermaba y este lugar me parece caótico y sin ninguna relación con lo que he visto en televisión. Quiero irme a casa.


— es un poco lento aquí.


— no ocupas remarcar lo obvio— después de que la enfermera se fue con las preguntas sin darme nada de medicina o decirme que tengo, pasaron como veinte minutos antes de que viniera otro médico a preguntarme si tengo muchos trabajos finales o presión con mis calificaciones y luego se puso a dar una explicación sobre lo que es la ansiedad, que fue todo lo que entendí porque lo demás fueron términos médicos que no me dijeron nada.


— Lo siento…— alguien llega casi gritando algo, aunque no alcanzo a entender que, y luego vomita. Hago una mueca. En el tiempo que he estado aquí han llegado dos ambulancias, y aunque la puerta para esas emergencias está un poco más lejos de donde estamos, puedo ver bien cuando entran los paramédicos y los doctores se ponen a trabajar. Nunca había envidiado menos a los doctores.


— quiero irme a casa.


— Voy a preguntar si ya te puedes ir— el espacio de la recepción es el único lugar que se ve ordenado ¿podría irme sin más? Ya me siento bien, y aunque me quede lo único que me dirán es que vaya a otro lugar para que me den terapia. Otra vez, es la segunda vez que me dicen eso en un día— el encargado de permitirte salida no está… pero no creo que alguien note si nos vamos.


—…— no quiero irme con él, pero sí que quiero irme.


— ¿Marcell?


— no me importa si te vas. Puedo esperar más.


— eh… cierto. Me olvide de que te estaba esperando, sé que no te agrado así que yo solo quiero decirte que me gusta mucho lo que escribes, sé que ya te lo he dicho muchas veces en mensajes pero quería hacerlo de frente ahora que tengo la oportunidad. Te encontré como escritor en un momento difícil y tus historias hicieron todo más fácil de soportar y por eso te agradezco haber creado esas historias— Oh… de nuevo mi corazón…— es lo que he intentado decirte desde que supe quien eras.


— eso.


— Si… y bueno, es todo. Pero dejarte aquí solo así me parece un poco mal.


— Jun ¿es mucho pedir que respondas tu teléfono?— la voz no me hace brincar, pero si me sorprende no notar que había alguien tan cerca desde hace un rato— ¿ya les dijeron algo? 


 — aún no hay quien le permita salir.


— Soy Erick, y soy su hermano mayor. Lamento las molestias que causo, ¿Cómo te sientes ahora?— se parecen mucho, incluso sin decirme yo hubiera podido adivinar que eran familiares. Erick me sigue mirando, quizá muy fijamente tras los lentes naranjas que trae puestos. Ah, me hizo una pregunta ¿Qué fue lo que pregunto?


—  no lo sé… me han dicho un montón de cosas sobre los ataques de pánico y ansiedad pero no tiene sentido para mí.


— oh ¿Es la primera vez que pasa?


— no recuerdo que pasara antes…yo estoy… no sé cómo me siento, hay…


— ¿Demasiadas cosas? lo imagino… de seguro sentiste que ibas a morir. El miedo solo empeora la crisis cuando no sabes lo que está pasando. Por suerte se ha demostrado que la presión de un abrazo en ocasiones funciona para relajar el cuerpo y la respiración— da una mirada alrededor, porque justo alguien más llega quejándose de dolor— ¿Tienes alguien a quien llamar para que vengan?


— vivo por mi cuenta, mis padres no viven cerca.


— ya veo, Jun tu amigo…


— No somos amigos—  le interrumpo.


— Oh…— él suspira y frunce el ceño  al mirar a… Jun— supongo que me vas a explicar esto de camino a casa ¿no? y espero que te disculpes por las molestias que le causaste.


— ¿Por qué piensas que fue mi culpa?


— ¿Debo preguntar?— El doctor que vino antes viene otra vez,  ojala ya pueda irme. Erik y Jun se apartan un poco mientras escucho de nuevo el sermón de la ansiedad y me entregan algunos folletos sobre el beneficio de la atención psicológica y los grupos de terapia que tienen asociados al hospital, a la vez que revisa de nuevo mi temperatura y mi pulso.


— ¿puedo irme ya?


— sí, sí. Considera la terapia para prevenir posibles recaídas— hago una mueca,  pero hacia mis cosas para que no me vea. Me levanto, ya no me tiemblan las piernas aunque todavía siento como un eco de esas sensaciones en mi cuerpo. Ah, rayos, pensaba irme por mi cuenta pero ellos siguen aquí.  


— ¿Tienes quien venga por ti?— Erick es quien me habla, es un poco extraño pero no de la misma forma que su hermano y no entiendo porque. Sé que es fácil hablar con él, es como si tuviera un no sé qué para hacerte sentir cómodo y hablar sin problemas. 


— no. tomare el autobús, me deja a unas calles.


— Eso es un poco problemático, me sentiría más cómodo si sé que llegaras a casa sin problemas y los autobuses están…—  hace una mueca— puedo llevarte en el auto hasta tu casa o podrías ir en taxi— ¿me hace elegir? pensé que me obligaría a ir con ellos sin darme opción cuando comenzó a hablar sobre los autobuses. Pero, aunque parezca una buena persona sigue siendo un desconocido del que solo se el nombre ¿no es así como ocurren los secuestros? ¿Y que si es un plan para llevarme a algún lugar solo y encerrarme para pedir rescate? 


— el taxi está bien.


— ¡Bien!—  se da la vuelta hacia la fila de taxis que están frente a la clínica y hace una seña. Uno de los taxis se mueve para dar la vuelta y acercarse a nosotros— Jun, si tienes algo más que decir…— dice antes de inclinarse a hablar con el conductor.


— de verdad siento mucho si te incomode o asuste. No era mi intención hacerlo y de verdad que no te molestare más… ¿es por mi culpa que te paso eso?


— Si— respondo antes de pensármelo, porque todo comenzó cuando él envió ese mensaje de que me había encontrado, luego en mi asiento en las aulas y las clases con Ingrid… me he sentido mal desde  entonces.


— Ya veo, lo siento mucho— no me mira cuando se disculpa, está mirando al suelo.


— está listo. Si vuelves a tener una crisis como esa recuerda que puedes hacer lo del abrazo tu mismo, basta un poco de presión— me hace una muestra al cruzar los brazos y abrazarse a sí mismo— Y hazle caso al médico con las recomendaciones, puedes llamar si tienes algún problema— me da una  pequeña tarjeta de papel.


— Gracias… por todo— la puerta del taxi ya está abierta y no me entretengo más en irme. Le doy la dirección al conductor y mientras esperamos a que el auto que está delante de nosotros puedo ver por la ventanilla como los dos parecen discutir pero no alcanzo a escuchar lo que dicen.  El taxi se mueve y por fin me dirijo a casa después de lo que siento ha sido el día más largo que he tenido y apenas esta anocheciendo ¿En serio paso todo eso? sé que tengo que hacer muchas cosas pero de momento no quiero hacer nada más que quedarme en la cama y ver series o películas o lo que sea para sentirme un poco mejor. Veo los folletos que me dieron, cada uno más confuso que el otro o quizá soy yo quien no quiere entender lo que ponen solo entiendo que esperan que pase otra vez ¿Pasara de nuevo? ¿Y si solo me preocupo por eso y no pasa nada al final?  Las pláticas de mis padres vienen a mí con más claridad ahora. Pero también cuando bajo del taxi pienso en Erick y la bonita tarjeta con la dirección de su consultorio psicológico, ya que el viaje en el taxi ya estaba pagado.   


***


Ingrid sigue con su clase cuando subo por las escaleras, y no sé donde esta Yamir. Mi habitación con la puerta cerrada me hace sentir tranquilo y por fin siento que estoy respirando como se debe. Dejo mis cosas en el suelo y me tiro a la cama.


— Ha pedido pizza y si no bajas se va a enfriar— ¿Qué? Me que dormido, me siento un poco desorientado, como cuando duermo mucho ¿Qué día es hoy?— ¿Marcell?


— Ya voy— veo las cosas en el suelo y comienzo a recodar: la crisis, el hospital… ¿Realmente paso hoy? Yamir ya no está en la puerta cuando salgo. Bajo las escaleras hasta la cocina donde hay dos cajas de pizza y una botella grande de soda. Oh, tengo tanta hambre…


— Alguien tiene hambre— paso de responder porque estoy masticando la mitad de una rebanada.


— No he comido nada desde el desayuno— respondo cuando trago— fui  a la cafetería, pero era muy temprano. No comí porque tuve que ir al hospital y tardaron una eternidad en dejarme salir.


— espera, espera ¿Estuviste en un hospital?


— ¿Estás bien?


— umm, eso creo. Es decir, no estoy herido ni me duele nada pero hace un rato tuve… el doctor dijo que tuve una crisis de ansiedad. Me sentía muy mal y tuve que ir al hospital, allí me dijeron lo que pasaba— es la forma  más sencilla que puedo explicar sin dejar de comer. Me lleno un vaso con soda también— pero no pude explicar que fue culpa de ese chico.


— ¿Quién? ¿El que estaba acosando?


— ¿Te estaban acosando? ¿Por qué no me lo dijiste?— Ingrid suena escandalizada.


— lo sabías, es el de los mensajes.


— una cosa es que pasara en internet, pero si llego mas lejos como…


— Entro a mi habitación. Y me ha estado siguiendo desde ese día— Yamir no dice nada, pero creo que es porque tiene la boca llena, Ingrid deja su trozo de pizza en el plato.


— Jun ¿Te refieres a Jun?


— creo que ese es su nombre.


— No, no, debes estar confundido— se me escapa un sonido de indignación pero que suena más a que me atraganto con la comida que otra cosa.


— ¿Qué dices? Ese estuvo siguiendo a Marcell y dejándole cosas en el salón, acabas de oír que entro en la habitación de Marcell, estuvo aquí.


— Yo no estoy diciendo que Marcell mienta. Conocí a Jun y sé que no es malo— Ingrid me mira y sigue hablando— me pidió ayuda para poder hablar contigo.


— ¿Qué?— Yamir dice una grosería.


— Es un poco raro pero no es malo, debió ser un malentendido, aunque no dudo que hiciera todo eso— suspira— te admira mucho, Marcell, eso si me quedo claro.


— pudo haberlo dicho así desde el comienzo y no parecer un acosador loco.


— Eso— le sonrió a Yamir— admite que no es normal hacer eso con alguien que no conoces, las personas normalmente se acercarían a preguntarte la hora o alguna dirección y luego iniciar una conversación para conocerse.


— No intento justificarlo pero muchas personas no saben cómo iniciar una conversación— bien pudo añadir mi nombre allí. Frunzo el ceño— solo me parece extraño, es todo. Iba preguntarte sobre si querías hablar con él, Jun solo me dijo que necesitaba unos momentos para hablar y era todo, no iba a hacer nada sin preguntarte antes.


— ¿Debemos llamar a la policía o algo?— Yamir se estira sobra la mesa para tomar un vaso limpio.


— No, no. ya todo está bien— creo, quiero confiar en que será así— su hermano hizo que se disculpara y prefiero dejar todo eso ya.


— Oh ¿conociste a Erick? 


— eso no importa, ya termino. Él dijo lo que tenía que decir y que ya no iba a molestarme— y espero que con eso todo regrese a la normalidad. Ingrid solo se encoge de hombros en lo que a mí me parece un “es tu vida, haz lo que quieras” y como si nada, comenzamos a hablar de otras cosas.


Después de comer y haber dormido un buen rato, no tengo sueño. Enciendo la computadora y escribo un rato antes de dejarlo porque estoy en blanco. Buscare el capítulo que deje de Grey´s Anatomy.


Despierto porque me estoy ahogando, mi garganta está cerrada y siento que el corazón se me saldrá del pecho. El miedo me deja inmóvil en la cama, mirando al techo. No, no puede estar pasando otra vez ¿Por qué…? Ya todo termino yo no tengo por qué estar otra vez así. No pasa nada, no voy a morir, todo está bien… bien, bien… todo bien… bien…


Mi cuerpo esta temblando cuando logro sentarme. Aun no puedo respirar bien y quiero gritar.  Lo único que consigo es correr al baño y vomitar. Me dejo caer en el piso del baño porque no siento las piernas y la cabeza me da vueltas.  Todo bien… todo bien…  ¡Quiero ir a un hospital! Debo ir de nuevo y… ¡Pero allí no hicieron nada! ¿Qué es lo que decían los folletos? No puedo recordar nada, solo sé que voy a morirme y nadie lo sabrá hasta mañana que Yamir o Ingrid me busquen  y encuentren mi cuerpo. Basta, pensar eso no es… ¿Qué dijeron sobre esto antes? ¿Qué el miedo lo hacía peor?  Vamos, esto ya pasó una vez y no me morí, de verdad voy a estar bien.


No sé cuánto ha pasado, pero ya me siento mejor, estoy respirando bien aunque sigo temblando. Debe ser tarde, porque no escucho nada más que mi respiración ¿volverá a pasar esto?  No creí que fuera a pasarme ahora que ese chico, Jun, ya no me está siguiendo, ni siquiera por mensajes ¿tal vez es porque fue muy pronto? No conozco nada sobre esto. Voy a tener que investigar un poco y ¿esperar? ¿Qué tantas veces tengo que pasar esto para tomar una decisión?


 


Ha pasado una semana desde que estuve en el hospital. Y es justo el tiempo que me tomo decidirme y por eso estoy aquí, en la dirección que está en la tarjeta que me dio en el hospital. No hay nadie, y justo cuando me decido a venir.


— Hey, hola ¿necesitas ayuda?— es él, Erick, el hermano de ese chico. En una mano trae un llavero, y en la otra un vaso del Starbucks— eres el chico no amigo de mi hermano ¿no?


— eh… supongo. Yo venía…


—  ¿Venias? ¿Ya no?— me pregunta mientras abre la puerta y quita el letrero de “Cerrado”


—  ha pasado de nuevo… eso. Y no quiero ir a un grupo de terapia o asistir a las consultas de los hospitales ¿Puedo… venir aquí?


— ¿Quieres venir aquí?— me pregunta, mirándome y sonriendo apenas— mucho de lo que diré no te será agradable, no querrás oírlo y puede que yo te desagrade, pero te sentirás mucho mejor si decides seguir viniendo— no puedo evitar sonreír un poco, quizá por los nervios que siento, pero esa no es la mejor estrategia para tener clientes.


— no quiero despertarme por las noches sintiendo que voy a morir— él sonríe mas. Se dirige a la puerta que tiene un cartelito de ocupado y la abre.


— entonces, adelante. 


 


Las clases de Ingrid terminaron  el viernes y por fin volvimos a tener la casa para nosotros, aunque aun no le he comentado a mis compañeros de piso lo que está pasando. Bien, yo no me he preocupado como esa primera vez, pero está pasando en las noches, puedo estar haciendo mis cosas tranquilamente durante el día aunque sigo sintiendo molestias cada que tengo que encontrarme con un desconocido y soy más consciente de eso ahora.


— oye, Ingrid.


— ¿Si?— ah, no sé como comenzar a hablar y solo muevo las manos como si estuviera diciendo algo— ah, vaya, me queda claro.


—  Espera— me aguanto la risa— es sobre… eh, ¿Jun?


— ¿Te ha vuelto a molestar?


— no, no, no es eso. Ya no vino a tus clases.


— no, hizo la evaluación final  y después dejo de venir porque tenía que ponerse al día con los ensayos. Ya no era necesario que viniera ¿Por qué preguntas eso?


— ¿Sabes dónde puedo… yo… quisiera hablar con él?— desapareció de las redes sociales por lo que no he podido contactarle, no quiero preguntarle a Erick porque son asuntos muy diferentes y la única otra persona que se que podría saber algo es Ingrid. Ella me ve ahora, con una ceja alzada y una mirada que me hace desviar la vista— tengo un asunto pendiente.  


— no sé exactamente en donde, pero estudia música. Tiene ensayos por las tardes y creo que participa en alguna orquesta.


 — gracias.


Por la mañana aun me siento algo incomodo con la idea que tengo, pero no quiero salir huyendo otra vez.  Las clases terminan y me despido de Oscar y Tania y en lugar de ir hacia la parada de autobús camino hacia la biblioteca. Son pocas las veces que he recorrido los edificios que hay en esta parte de la universidad, ya que muchas facultades están en otros lugares. La de música está por el otro extremo. Recuerdo haber pasado frente al edificio alguna vez y será nada difícil encontrarlo, lo que si no pienso hacer es ir preguntando por él. Ah, otra vez hay actividades extraescolares por aquí: Una pequeña obra de teatro, un concierto y lo que parecen competencias de ajedrez en mesas bajo un par de árboles. Nunca he entendido ese juego aunque siempre me ha gustado, bien nunca he intentado aprender bien, solo me gusta ver los tableros y las piezas en las tiendas.   Me alejo de los jugadores hacia el grupo de  personas de la obra, que no entiendo del todo ¿es sobre el noviazgo?  Ah, espera allí esta él, en el espacio donde están afinando los instrumentos para el concierto o lo que sea. Esto fue muy fácil, demasiado para mí. Voy a esperar mejor en la obra de teatro.


Casi una hora después, la obra de teatro ya término  y el concierto tiene como diez minutos de haber comenzado. Estoy sorprendido… la música es hermosa, a veces un poco salvaje,  pero eso no es todo, estoy seguro que es el mismo grupo que estaba tocando aquella vez, cuando escuche esa canción que me sirvió para encontrar inspiración.  Me quedo hasta que terminan y comienzan a recoger las cosas y el grupito de estudiantes se empieza a ir… debería irme también, podría intentarlo mañana.


— ¿Marcell?— ah me vio. Pienso en irme hacia el otro lado pero… yo fui el que vine aquí. En lugar de irme, me acerco al borde del cuadrado improvisado que hicieron para tocar. Jun les dice algo a los otros chicos y luego se acerca.


— Tocas bien—  señalo con la cabeza el estuche de violín que sostiene.  


—  gracias… ¿Por qué estas…? ¿Necesitas algo?  Yo no he vuelto a seguirte, lo juro.


— No vine por eso… o en parte sí— me froto el brazo, donde aun tengo ese sarpullido— Yo estuve pensando…creí que lo que me pasaba era por tu culpa, y quizá lo fue un poco, pero yo me comporte mal contigo y pude haber dicho algunas cosas desagradables.  


— está bien, sé  que me equivoque al intentar hablar contigo, pensé que sería divertido y que te gustaba, no pensé que podría asustarte y parecer un acosador. Cuando vi ese mensaje me detuve pero intente hablar contigo, supongo que ya era un poco tarde para evitar el malentendido. De verdad, lamento mucho haberte causado todos esos problemas.


—ya… no importa. Decidí recibir ayuda, y… bueno, solo he ido dos veces pero…— me encojo de hombros, porque no sé como terminar esa frase— bueno, es todo lo que yo quiero decir.


— ¿Entonces podemos ser amigos ahora?— Wow, esto no es lo que… yo no… ah, no hay una razón para que no seamos amigos. Podría decirle que no, pero  ahora de verdad pienso que todo fue una mala coordinación de acciones. Además, no he admitido que desde que todo paro, tampoco sé que escribir en mi cuento de terror.  Si digo que si me parecería un poco como estar aprovechándome de él.


— Supongo… aunque, todo este tiempo he estado usando…— suena mejor que lo otro que tenía pensado— lo que paso como inspiración para escribir. No sé si…


— ¡Me encanta poder ayudarte!— me corta tan de repente que me asusta un poco su efusividad— si hay algo mas en lo que pueda ayudarte no dudes en  pedirlo. Soy Jun— Dice, extendiendo la mano y con una gran sonrisa.      

Notas finales:

Gracias por leer.


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