— ¡Marcell!— la voz suena casi como un grito, aunque la distancia de donde estoy al otro pasillo no es mucha y de cualquier modo, quien me ha llamado viene hacia mí. Jun ha estado viniendo algunos días, justo en mis horas libres. Al menos me ha preguntado si puede venir. Aun siento un poco la incomodidad al verlo, pero creo que es solo porque recuerdo la sensación de que moriré y todo lo que paso cuando fui al hospital— ¿Cómo te va?
— bien, supongo… no ha pasado nada interesante, así que…— me encojo de hombros— me gusta tu camisa— no es solo algo por decir, me gusta mucho porque es azul y tiene estampado el escudo de capitán América en el centro, y algunos otros detalles.
— Me encanta. La compre en línea, no esperaba que fuera así porque escuche rumores de que no siempre te llega lo que pides. La de Ironman también esta genial, pero solo podía comprar una porque salen nuevos números este mes.
— ¿Historietas?
— Si… ¿Tu no lees comic?— niego con la cabeza— siempre pensé que lo hacías, por las cosas que escribes.
— eso solo es de las películas. Si comienzo a leer comic… siento que me obsesionaría mucho— aunque no me ha interesado tampoco, la idea de estar esperando cada tomo y quedarme con la duda por tanto tiempo no me gusta, pienso que perdería el interés a la larga— además ¿no es difícil encontrar los números atrasados?
— Algunos… siempre me ha gustado leer comics. Intente con los libros, pero a menos que sean sobre ciencia ficción no me atraen mucho, además muchos libros parecen hechos exclusivamente para chicas ¿No crees?
— me gustan los libros clásicos.
— ¿En serio? Ah, claro, estamos en la facultad de letras, por supuesto ¿Tienes un favorito?
— Me gusta el fantasma de la ópera.
— oh, genial— Cuando estoy con otras personas, la mayoría de las veces me siento incomodo porque no sé qué decir, no sé cómo seguir una conversación, con Jun no pasa eso porque él siempre está hablando sobre algo y siempre es él quien pregunta para que yo responda y lo hace fácil para mí— conozco una…
— ¡Ah! Marcell— de no ser por la bata blanca que trae puesta, no reconocería al médico de la enfermería ¿Cómo se llamaba? Estoy seguro de que leí su nombre en su identificación de medico— No volviste a la enfermería y no pude buscarte antes.
— ¿Por qué?
— Olvide darte la crema para tu mano— busca en los bolsillos de la bata y me extiende una caja. Dudo antes de tomarla— ¿Asististe a donde te dije?— Ah, Dorian, como el protagonista de la novela de Oscar Wilde.
— No.
— ¿¡Ese es el nuevo tomo de…!?
— ¿Qué? Ah, sí. Lo compre en la preventa exclusiva, llego hoy— es tan obvio el deseo de Jun, que no me extraña que Dorian se ría— Si vienes estar tarde podría prestártelo
— ¡¿En serio?! ¿A dónde? Pero ¿De verdad me lo prestaras?
— ¿Por qué no? solo termino de leerlo y te lo presto, estaré toda la tarde en la enfermería.
— lo hare, lo hare… ah, tengo que irme ya. Nos vemos luego Marcell— No fueron ni diez minutos los que estuvo aquí. Me quedo mirando el pasillo por donde se fue.
— ¿Tu amigo?
— sí.
— ¿Te ha vuelto a pasar?— aunque no me dice que, solo hay una cosa que puede preguntar— aun puedes ir a…
— estoy bien, gracia por esto, aun no desaparece el escozor— y empeora cuando me pongo nervioso o tengo que hacer cosas nuevas. Aunque es molesto, es mejor que comenzar a hiperventilar cada que me topé con algo que no esté como yo quiero.
— si quieres puedes venir también esta tarde.
— No me gustan los comics, pero gracias por invitarme— Dorian se queda unos segundos allí, pero no me está viendo, creo que está pensando algo.
— lastima. Puedes pasarte por la enfermería cuando quieras, aunque no te sientas mal. A veces me aburro— y dicho eso se va. Aún tengo tiempo libre ¡Pero no tengo más ideas! estoy en blanco y ver la página con dos líneas en mi pantalla meda más frustración.
— ¡Marcell!— Jun viene corriendo, acabo de salir de clases. Algunos voltean a mirarle, se detiene y por la velocidad que lleva se desliza hasta donde estoy antes de pararse por completo— tienes que ver esto.
— ¿umm?
— ¿Tienes tiempo? excelente— me toma del brazo y me hace caminar hasta la salida— ayer que estaba leyendo en la enfermería me encontré unas escenas que me hicieron pensar en tus historias.
— oh ¿en serio?
— si, mira. Dorian me dejo tomarle fotos— me pone el teléfono frente a mí, uno con un protector rojo y línea negras que me hacen pensar en Spiderman.
— Oh… un momento, este es…
— Eddie Brock, Venom.
— nunca he… esto… me gusta mucho la película de Venom, nunca pensé en escribir nada, y últimamente solo leo cosas de los vengadores. No sé mucho sobre Venom y las películas no son muy…
— tengo los comics ¿quieres que te los preste? Hay mucho material, Spiderman fue uno de mis superhéroes favoritos mucho tiempo, pero también comenzaron a gustarme los villanos.
— ¿Magneto?
— por supuesto. Víctor Vom Doom, apocalipsis…
— realmente conoces mucho de comics.
— por supuesto, también de las películas, películas animadas, tenía mucho tiempo libre antes y pocas cosas que podía hacer. Por cierto ¿en qué capitulo te quedaste de greys anatomy?
— En el capítulo 10 de la temporada 11— le veo mirar al cielo, con una mueca de concentración y moviendo los dedos como si estuviera contando.
— ya, prepárate para las lágrimas al final de esa temporada.
— ¿vas al día?
— sí, y cada final de temporada se las arreglan para hacer sufrir a todos de formas cada vez más crueles— ¿Qué? no puede ser ¿Por qué? se supone que las series de televisión deben ser entretenidas, no ponernos a llorar cada vez— ¿Quién es tu personaje favorito?
— Me agradan muchos, pero no tengo un favorito, de tenerlo creo que le pasara algo y saldrá de la serie— Jun se ríe, estamos en la parada del autobús. Él… ¿se ríe por lo que dije? Estábamos hablando, hablando en serio, yo estaba hablando, no solo dando respuestas de sí o no, no soltando lo primero que se me viene a la cabeza, si no hablando como lo hago con Ingrid, con Yamir…
— a la larga la serie de obliga a eso ¿no? aun así se las arreglan para tener suspenso y drama.
— me gusta el suspenso, aunque prefiero la comedia ¿Tu…?
— Marcell…— alguien me jala un poco hacia atrás, apartándome de Jun— ¿Vas a casa?— Yamir. Debió salir antes hoy porque no es día que regresamos juntos a la casa— espera, este chico es el que te estaba enviando los mensajes.
— eso… fue un malentendido, como dijo Ingrid.
— no del todo, me disculpo por haber causado problemas. Estaba muy emocionado por conocer a Marcell que no pensé que parecía un acosador— Yamir le mira unos momentos, como evaluando lo que acaba de decir.
— ¿también tomas el autobús aquí?
— Si, vivo a unas calles de su casa. Soy Jun— habla con mucha facilidad, aunque no siempre con emoción, no como cuando habla de los comics, hasta yo me sentí emocionado solo de escucharle hablar de lo que le gusta— Tú eres compañero de piso de Marcell, te vi unas cuantas veces en la clase de Ingrid.
— Yamir— el autobús llega. Yamir se sienta a mi lado y Jun en el asiento de atrás. Hablamos poco, como siempre y los dos vamos más entretenidos en nuestros teléfonos. Cuando llegamos a la parada me he olvidado por completo de Jun, quien solo sonríe y nos despide con la mano, trae puestos unos audífonos muy grandes— ¿Desde cuándo son amigos?
— no sé, me quise disculpar por como hable con él después de que me ayudo.
— él tuvo la culpa para empezar.
— quizá, o quizá no. Lo que paso pudo pasar en cualquier momento, él fue solo la gota que lleno el vaso, pero pudo haber sido cualquier persona, cualquier cosa. Además le creo cuando dice que no era su intención acosarme. Estoy yendo a terapia— no volteo a ver a Yamir, y él se queda callado unos pasos.
— eso… está bien.
— realmente tenía pocas opciones después de que…— oh, no le he contado sobre los otros ataques de pánico, los que pasan por la noche— no me sentía bien después de que fui al hospital. Algunas veces por las noches desperté con esa sensación de que iba a morirme.
— no dijiste nada.
— ¿Qué iba a decir? No creo que sirviera de mucho decirlo. Y ni siquiera estaba seguro de que me fuera a servir, o que me gustara ir.
— ¿y sirve?
— Voy iniciando— me encojo de hombros— saber lo que pasa cuando tengo un ataque de ansiedad lo hace un poco más llevadero. Si todo sigue igual o empeora posiblemente tenga que ver a un psiquiatra.
— ¿Puede empeorar?— me pregunta con un tono que me hace sonreír— ya, sin bromas ¿puedo ayudar en algo?
— Hacer lo mismo de siempre— lo mismo de siempre termina resultando una fiesta el viernes, solo que ahora hay invitados tanto de Ingrid de cómo de Yamir. He intentado por mi cuenta tener un horario fijo para dormir, y esto… bien solo es un día. No tengo idea de que están celebrando esta vez, y aunque siempre me encierro cuando inician las fiestas, hoy quiero intentar quedarme.
La casa está casi llena, apenas puedo moverme entre la gente que está aquí, la sala se ha convertido en una pista de baile y la música apenas deja tener una conversación con los demás, y no hablo por mí porque yo no conozco a nadie. Ni siquiera hay donde sentarme. Ah, prefiero irme a mi habitación. Llegar a las escaleras es una misión titánica, pero lo logro y al fin puedo respirar bien. Alguien me toma del brazo cuando abro la puerta: Jun está diciéndome algo pero la música hace que no entienda nada. Señalo dentro. La música sigue sonando fuerte, pero no lo suficiente como para no entender.
— Te estaba buscando— parece un poco incómodo aquí, o quizá soy yo el que se siente así estando aquí con él a sola cuando la última vez estuvo sin permiso en mi habitación— Ingrid me invito pero no me gusta mucho el ruido.
— ¿No te gustan las fiestas tampoco?— él me sonríe y niega— ¿Entonces porque viniste?
— Ingrid insistió mucho. Vine solo para que vea que estoy aquí, si pregunta le dices que estuve un rato hablando contigo. También vine a dejarte esto— no había visto la mochila, con una sola correa, de esas mochilas que parecen bolso, solo que la de él está llena de parches y cosas colgando. Saca una bolsa de plástico, con comics— pensé que estos podrían interesante. Los valoro mucho así que no vayas a maltratarlos— si algo es valioso entonces no se debería prestar con tanta facilidad. Oh, está bromeando.
— eh, gracias— casi todos son de Venom, algunos de Spiderman.
— de verdad que no eres muy fan de los comics ¿No?
— prefiero las series de televisión.
— por eso tus Fanfic son de eso. Aunque yo te encontré por tus fics de Marvel, sigues siendo mi autor favorito, siempre haciendo giros argumentales que no espero, aunque intento adivinarlo por semanas, nunca doy con lo que harás.
— ¿En serio?
— Si, siempre puedo con otros, pero contigo no puedo, por eso eres mi número uno— ah… no sé qué decir. Al menos un gracias… pero me siento avergonzado y siento la lengua pesada.
— la… no es un tema común, normalmente no leerías un Fanfic donde los protagonistas son homosexuales.
— ¿Por qué no? muchos de los mejores que he leído son así. Aunque ¿Puede que me estés preguntando si soy gay?— el calor que estaba sintiendo por la vergüenza, ahora sube hasta mi cara como si me hubiera insolado— ¿Tu lo eres? Al final son tus historias y sería más fácil pensar que lo eres.
— No lo soy.
— Oh… puedes regresármelos cuando los termines, esos son un poco viejos pero completan mi colección. Ah, salir de aquí será una pesadilla. Te deseo suerte intentando dormir.
— me pondré a ver series. Greys anatomy.
— entonces más suerte con eso— abre la puerta y sale. La música más fuerte por unos segundos.
Es domingo y por primera vez en algunas semanas me encuentro escribiendo, producto de un repentino ataque de inspiración. Me duelen los dedos, como si los tuviera entumidos por el frio pero no hace frio y es más por haber pasado horas escribiendo. Escucho la puerta de la habitación de Ingrid cerrarse, debe ser tarde… pero aun no quiero dormir. Solo un poco más.
— ah, maldición— no debería quedarme despierto más tiempo. Alcanzo una de mis libretas y un bolígrafo, voy a escribir algunas ideas y esperare que mañana todo siga en mi cabeza para terminar. Dormir más horas me ha hecho sentir descansado, no siento la pesadez en los ojos, solo me falta conseguir una buena alimentación lo cual ha resultado más difícil que dormir ocho horas. He intentado seguir a Ingrid con la comida, pero la cocina no es lo mío, no reconozco la mayor parte de las cosas que ella hace o compra y la vez que intente comprar algo diferente en el supermercado no pude decidirme por no saber cómo preparar algo. Quizá debería intentar con los tutoriales en YouTube…
Por primera vez en la mañana, no me encuentro a Ingrid en la cocina. Yamir está comiendo cereal, pero yo opto por un sándwich antes de irnos. Ah, de seguro llegare temprano hoy, nunca he llegado tarde pero tendré más tiempo antes de que inicien las clases ¿poder escribir un poco? no escribo en las aulas, además de que el internet que tienen en el edificio es muy lento.
— ¿Marcell? Vas a quedarte si no te levantas— ah, la parada ¿Cuándo llegamos? Casi me tropiezo al bajar del autobús, pero logro llegar hasta mi asiento sin caerme. En el aula solo hay dos personas más, y no hablo con ellas. Queda casi media hora para que empiece la primera clase, nunca había llegado tan temprano ni siquiera cuando Jun venía a dejarme las sodas y los cheetos… oh, eso hubiera sido un buen plan en ese momento, venir más temprano para ver quien dejaba eso ¿habría cambiado algo conocerlo entonces? quizá no hubiera llegado tan lejos pero no hay forma de saberlo ahora. Ahora solo escribiré lo que falta y dejare que se quede publicando.
Ah, tengo hambre… aun me faltan clases. La máquina expendedora esta tan cerca, y la tentación de ir por una bolsa de papas fritas o cualquier cosa de esas es grande ¿puedo hacerlo una vez? ¿Quizá si compro galletas de avena? Uff, creo que soné como una de esas personas obsesionadas por contar las calorías en todo lo que comen, lo mío es solo que no es sano comer tantas de estas, mucho menos acompañadas con soda. Pero en fin, no quiero ir a la cafetería.
Estoy regresando al aula, con una bolsa de papas, galletas de avena y una botella de agua, cuando mi teléfono vibra.
Grey Son Jun_ 12:31
Es bueno volver a leerte, por otra parte ¡No puedo creer que hicieras eso! lo peor es que ahora pasare días pensando en que sigue, para que al final no pase nada de lo que pensé.
Volvió a tener la cuenta. Oh, el nombre… siempre pensé que el nombre de esa cuenta era alguna cosa relacionada con algún nombre coreano, algo mezclado entre los famosos miembros de los grupos de k—pop. El nombre de la cuenta es su nombre real: Jun Greyson. No me ha dicho su apellido, pero si lo conozco por Erick.
— Marcell ¿Qué haces?— el teléfono casi se me cae del susto, Oscar está de pie a mi lado y no lo sentí llegar.
— Ah, nada…— estoy de pie en la puerta, sin moverme no dejo pasar al aula— estaba revisando algo… lo siento.
— Oh, no importa ¿de qué harás el ensayo para la clase?
— Aun no lo sé…— hace un gesto abatido ¿esta esperado a que le diga algo para el tomar ideas?— pero me gustaría algo sobre las ventajas y desventajas de la adaptación cinematográfica como medio para promover la lectura.
— Wow, Wow… eso es lo más largo que te he escuchado decir— ah, es un poco…— supongo que es un buen tema. Me cuesta pensar sobre los temas libres, es más fácil que me digan sobre que quieren que hable.
— umm.
— como sea, encontrare algo en mis trabajos anteriores.
— Supongo— me distraigo con otros mensajes que llegan, y luego la clase comienza. Es la última clase que tengo, y a casa. Como pasa siempre que es la última clase, me parece que dura mucho más de lo que realmente dura ¿Cómo puede pasar tan lento el tiempo? Siento que paso casi un siglo pero solo han sido 10 minutos. Ni siquiera comer dentro del aula ayuda, al menos no hasta que el profesor saca unas hojas y anuncia que habrá examen sorpresa. Salgo casi una hora después, con un leve dolor de cabeza.
—No puedo creer que tengamos examen sorpresa— Oscar sale detrás, frotándose la cara— pero no estuvo difícil.
— muchas preguntas.
— Siempre te va bien en los exámenes ¿No?— eso es más o menos verdad, no me va mal, casi siempre recuerdo todo lo que he leído sin necesidad de estudiar, y un examen sorpresa no es problema para mí. Igual siempre me preocupo— tengo otra clase, vayamos a comer otro día.
— Sí, nos vemos mañana— Oscar se va derecho por el pasillo. Comer con ellos fue agradable, sí que me gustaría ir otra vez. Ah, ese es Dorian, hoy no trae la bata de la enfermería.
— Marcell ¿Terminaron tus clases?
— sí, ya me voy…
— ¿Quieres acompañarme a comer? Acabo de terminar el turno y tengo algo de tiempo antes de iniciar mis clases ¿Qué dices?— No pierdo nada con ir, pero no creo conocer suficiente a Dorian como para ir ¿Pero cómo conoceré a otras personas si siempre les digo que no?— comer solo es aburrido ¿Sabes?
— me gusta comer solo— suspiro— ¿A dónde tienes planeado ir?— Dorian sonríe y me hace una seña para seguirlo. Caminamos hasta salir de la universidad por una zona que nunca he usado para entrar, más cerca de la facultad de medicina, pero solo cruzamos la calle hasta un restaurant pequeño pero de dos plantas y mesitas redondas y sillas de madera… un restaurant con temática freak. Me quedo unos momentos viendo la decoración— ¿Vienes seguido aquí?
— Algunas veces, cuando tengo tiempo — Al menos la temática me distrae lo suficiente como para no arrepentirme. Sera porque es un casi un medico pero no me siento tan incomodo con Dorian como con otras personas.
— Umm— otra vez el silencio. No sé qué más decirle. Una mesera nos deja el menú, no me sorprende que todo sea comida asiática. Cuando la mesera regresa pido lo único que conozco y que no me hará preguntar nada: Sushi. Dorian pide algo que no logro ni entender cuando lo pronuncia— entonces… ¿Estudias? ¿Haces como una pasantía en la enfermería de la facultad?
— sí, aquí era más cómodo. Un hospital también serviría pero al final de todo terminaría haciendo lo mismo, para el próximo periodo sí que tendré que ir a un hospital.
— Debe ser difícil estudiar medicina— eso hace que Dorian comience a hablar sobre lo que estudia y para mí también es más fácil hablar sobre literatura. Pasamos casi todo el tiempo allí hablando sobre medicina y literatura hasta que es la hora para que Dorian tenga que irse. La comida no estaba mal— gracias por invitarme, es un buen lugar a pesar de… la temática.
— ¿no te gusta? Creí que te gustaba, por Jun.
— ¿Jun? ¿Qué tiene que ver Jun?— le miro confundido.
—pues a Jun le gusta, y como ustedes son cercanos, pensé que también te gustaba.
— no somos cercanos.
— ¿no? vaya… eso es…— Dorian parece pensarlo, me mira unos momentos y sonríe— Jun siempre habla de ti como si se conocieran bien, por eso pensé que ustedes dos estaban saliendo— ¿Qué? ¿Nosotros? está diciendo que Jun y yo…
— no, nosotros solo somos amigos. Y desde hace poco, cualquier cosa que escuchaste de él es un malentendido.
— Ya veo, pero eso son buenas noticias ¿no?— se detiene y yo me doy la vuelta cuando noto que no sigue caminando. Lentamente pienso en lo que acaba de decir ¿realmente ha insinuado lo que creo? ¿Qué cosas dijo Jun de mí? he escrito demasiadas historias BL para imaginar lo que puede pasar: Dorian diría algún comentario más sobre mí y lo afortunado que es por conocerme, se acercaría, quizá acariciaría mi cabello o mi mejilla y luego me besaría… suena bien para una historia ¡Pero no para mí!
— bueno, tengo que irme, nos vemos luego— ya casi tengo pensado incluso como seguirá esto, tengo que llegar a casa y escribirlo antes de que lo olvide o me dé una crisis de pánico… espera ¿Por qué no tengo una crisis de ansiedad? Un chico podría declarárseme ahora mismo y yo solo quiero ir a casa a poner esta idea en una novela ¿esto es común? Es la primera vez que pasa, curioso…
— Hey, Marcell, espera…— me detiene tomándome de la mano, puedo verlo en la historia también, la mano sujetando con fuerza mientras los protagonistas se miran y…— Me gusta mucho tu cabello ¿sabes? el color rojo te va bien— su mano… su mano en mi cabello… esto es… esto es... Oh, no, ahora se acerca ¿de verdad? ¿De verdad está pasando….?
— ¡Jun! Ah, que coincidencia ¿vas a casa?— salvado, así tenga que gritar para que venga, y viene.
— ¡Hola! Sí ¿también ustedes?
— Dorian tiene clases, así que no queremos que llegue tarde, adiós, adiós, vamos… el autobús está por llegar— tengo que empujar a Jun para que camine y alejarnos lo más que podamos de aquí.
— Nos vemos luego, Dorian… ¿estás bien? ¿Por qué estabas con él?— ¿Qué? ¿Acaso él sabe?— ¿te sentiste mal?— ah, Dorian es médico, él… ah….
— estoy bien.
— ok… ah ¡Que capitulo tan increíble! Eso que hiciste fue cruel ¿Cómo pones a alguien que puede morir a salvar a alguien que no? es… eso fue tan Wow… el impulso del momento para que saltara y esquivara la bala, sin recordar que él si morirá y el otro no…— Jun sigue hablando, mucho, sobre lo que escribí. Escucharle me hace avergonzar un poco, pero también me hace sentir bien escuchar en persona a alguien decir todo eso de mi trabajo. Lo que acaba de pasar queda como una especie de fantasía ¿realmente iba a pasar o fue solo una jugada de mi cerebro lleno de historias BL? Sea como sea, nunca pensé que me algún día (y mucho más pronto de lo que pude haber imaginado) me alegraría de ver a Jun.