La casa estaba repleta de gente, gente que se veía realmente adinerada, hombres trajeados con relojes y anillos caros, algunos acompañados por mujeres bellísimas y operadisimas también, tenían unos cuerpos increíbles pero que se notaban modificados, todas con unas espantosas expresiones presuntuosas, y yo, el único niño del lugar, no iba a dejar que ninguna puta me barriera con la mirada, aunque creo que su mirada más bien era de curiosidad hacia mi persona, ¿porque estaría yo en una fiesta asi? Se habrán preguntado, pues bueno, aun asi alce la mirada y me abrí paso entre la multitud, Luka venía a mi lado.
Entre toda esa gente estirada, en uno de los sillones del salón, estaba Eric sentado, conversaba con otro sujeto, traía puesta una camisa sin corbata, negra y doblada hasta los codos, un pantalón de vestir impecablemente blanco y zapatos de piel, de su cuello colgaba una cadena de oro y sus característicos pero distintos anillos lujosos., ¿había a acaso un hombre más atractivo en este lugar?, obviamente no, y de lo que me pude dar cuenta es que él no era el único monstruo en ese lugar, o por lo menos lo intui, vampiros y humanos en un mismo lugar, que extraño; Luka me sacó de mis pensamientos.
-Ve antes de que dejes un charco en el suelo-se burló, me le había quedado viendo fijamente a Eric.
-Eres un idiota-camine hacia él y aunque me sentía muy pequeño tome la actitud contraria pasando de todos y siendo yo quien los barriera con la mirada menospreciandolos descaradamente, al estar frente a Eric por fin tomé mi lugar sobre sus piernas.
-¿No pudiste huir?-me acarició el rostro suavemente, nadie pareció darle importancia a la escena a excepción de su interlocutor al que le cortó la conversación de tajo.
-Callate, ¿para que me quieres aquí?
-Me aburro-me beso la cabeza-y quiero que vean mi nuevo juguete
-Eres bien extraño-me recargue en el
-Te ves adorable bebé, es más ropa de la que estoy acostumbrado a verte, pero te ves bien.
-¿Quieres ver lo que tengo debajo?
-Más tarde, ahora cierra esa preciosa boquita que tienes y ayúdame con algo-me saque de onda-por cierto mi amor ¿que te paso aquí?-traía el madrasote que me había propinado Luka.
-Me pelee con Luka y me pego
-Luego me encargo de eso, ahora, ¿ves a ese hombre de ahí?-era un hombre obeso, alto y...muy feo, asenti-bueno, el es un pedófilo.
-¿Como tu?-me golpeo la cabeza con suavidad, me rei.
-Ya enserio, necesito que me firme unos papeles, y tu eres un crío precioso de 13 años
-Aja ¿y luego?
-Mientras hablo con él quiero que le coquetees, facilitame el trabajo ¿si?, distraelo, con esa carita tan chula que tienes no va a ser problema mi amor, si no lo fuera lo vuelves-me gustaba que me halagara, pero lo que me pedía me ponía realmente triste, aunque estaba bien, si podía serle útil lo sería, además, si ese era el motivo para que el me quisiera ahí en su casa quizás luego de que hiciera lo que me pedía el me dejaria largarme.
-Vale...lo haré
-¿Enserio?-río-creí que primero hagas una rabieta
-¿Ganaría algo?, no tengo ganas de pelear, si te complace lo haré...y ¿qué haré?
-Llevalo a mi despachó.
-¿Puedo beber algo antes?-el tipo me causaba repulsión-mi estómago no es tan fuerte
-Claro-chasqueo los dedos, un tipo de traje se acercó con una charola con copas, Eric le pidió que dejara toda la bandeja en la mesita de junto, me bebí 4 copas como si de agua se tratase-apresúrate.
-No sabes lo mucho que te odio.
-Ah claro, por eso la vez que pudiste matarme lo hiciste
-¿Porque te arriesgas?, tu mismo dices que estoy loco
-Puedo sentir tus emociones Chris, se que ahora incluso moririas por mi-tomo una rosa de un florero que estaba frente a nosotros-es como si tuviera tu corazón en mis manos, y eso me deja estrujarlo y moverte a mi antojo-la apretó, la rosa se deshojo, se aplastó, algunas lágrimas se escaparon de mis ojos, sentí un nudo en la garganta, me dolía bastante su cinismo, porque lo que decía era cierto pero era horrible que lo dijera en mi cara con esa crueldad y descaro, me sentía como basura-además mi amor, si enserio intentaras matarme cuando estoy dormido, mi cuerpo reaccionaria en autodefensa, no podrías.
-¿Disfrutas lastimarme?-me limpie el rostro
-Anda a hacer lo que te pedí-me besó la mejilla, asentí y me baje de sus piernas, comencé a caminar alrededor de la casa bebiendo todo lo que encontraba, cruzando bebidas para ver si me pegaba más rápido hasta que por fin me empecé a sentir mareado.
Ya estando borracho por fin me acerque al tipo, me pasee repetidas veces frente a él hasta captar su atención.
-¿Que tenemos aquí?-se acercó a mí-¿Quién eres angelito?-hasta su voz me pareció repulsiva, su mirada era intimidante, no puedo describirlo, era inquietante, digo todos lo pedófilos obviamente eran unos depravados, pero este me daba mucha más mala espina, me acerque y le hable al oído.
-El señor Sammet quiere hablar con usted en el despachó de ahí-señalé el pasillo, luego bese su regordeta mejilla, el me tomo del mentón y giro mi rostro hacia el suyo.
-¿Porque no hablamos tú y yo?, ¿eres un empleado?, ¿te gustaría venir conmigo a casa?, tienes una cara bellisima.
-Quizás luego-solté una risilla y me aleje de él-primero debe acompañarme al despacho del señor.
-¿Eres de su propiedad?
-Mmmgh veamos, supongo que lo soy-roce mi mano con la suya-pero ya estoy un poco aburrido-sonreí, ahora le acaricie la misma mano con la que choque segundos atrás-el dice que aun soy pequeño-pase mi mano por su pecho, temía que toda esa grasa pudiese absorberme a mi tambien, los ojos del viejo brillaron.
-¿Cu...cuantos años tienes encanto?-trago saliva pesadamente
-12, aunque pronto cumplire los 13-mentí, estaba a punto de cumplir 14-yo ya soy un chico grande ¿verdad?, pero Eric no lo entiende-me mordí el labio inferior e hice un puchero-tome su mano y lo jale al pasillo.
-Claro que lo eres, y también eres un chico muy dulce-bajo sus manos hasta mis nalgas y las apretó, ya no estábamos en el campo visual de nadie, se acercó para besarme, sentí su aliento contra mis labios, aliento de alcohol y me asquee, lo aparte y tambien quite sus manos de ahi atras.
-No, no, no-rei de una manera "tierna", primero debemos ir con Eric o me castigará-camine hacia el despacho para que me siguiera
-Yo seré el que te castigue putito-lo escuche susurrar, un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
Entramos al despacho de Eric, el maldito cabron no estaba ahí cosa con la que yo contaba, respire profundo, el me agarro la muñeca con fuerza.
-Que niño tan mentiroso-Me miró directamente a los ojos, la sonrisa dibujada en su rostro era inquietante-solo querías estar a solas conmigo y desobedecer a ese monstruo, que lindo, debiste pedirlo directamente mi amor-se acerco peligrosamente a mi, puse mi mano en su pecho para marcar distancia, fingí una sonrisa-muy bien corazón-me arrojo sobre el sofá de la habitación con fuerza, luego cerró la puerta-vamos a divertirnos, aunque preferiría estar en casa aunque algo de aquí ha de servir-no sé a qué se refería, pero me dio miedo-luego de cerrar bien la puerta se abalanzó sobre mí con su voluminoso cuerpo, luego me arranco la camisa de manera literal, los botones salieron volando por el jalón, luego se agacho y me beso el cuello, las mejillas, la boca, me dio asco, hice mi rostro hacia un lado, su aliento me dio nauceas y estaba asustado, sabía que iba a ser violado, puto Eric de mierda, no estaba donde me dijo que estaría, seguramente lo tenía planeado y se estaba divirtiendo; el viejo agarró mis pezones, uno con cada mano, entre sus dedos y los pellizcó con fuerza, chille y arquee mi espalda, me había dolido mucho-que lindos, le has de gustar mucho a ese monstruo-de nuevo me beso, después bajó su boca hasta mi pecho y de la nada mordio mi pezon izquierdo, con fuerza, grité fuerte y lo empuje sin lograr moverlo
-¿Duele?
-¡Suelteme!-lo patee con toda mi fuerza.
-No mi amor-me sujeto de las manos-no te pongas pesado o el castigo será peor-me soltó una bofetada que logró girar mi rostro a un lado, también hizo sangrar una vez más el golpe que previamente me había hecho Luka, luego se burló con ganas, lo entendí entonces, a parte de pedofilo era de esos tipos que se excitan lastimando a su pareja sexual, estaba en problemas.-Me pregunto qué otro lugar tendra este lindo color rosa-apretó una vez más mi pezón aunque de tanta manipulación se habían puesto rojos y no rosados, me quitó la corbata y me ató las manos.
-¡Si no me suelta ahora mismo lo va a lamentar!-grite, me estaba asustando, lo patee con toda mi fuerza.
-Tu fuiste el que me provocó, deseas esto pequeño putito, ahora te voy a castigar-se relamió los labios, me arranco los pantalones y los calzoncillos a jalones, dejándome totalmente desnudo, yo no estaba para nada excitado, no me gustaba para nada el abuso fisico mas alla de alguna mordida suave o algo así, los golpes no me gustaban, estaba nervioso y odiando a Eric con todo mi ser, el tipo seguía por completo vestido, estaba sudoroso y excitado, su obesidad mórbida me estaba aplastando y su sonrisa me inquietaba mucho, de nuevo intente patearlo como pude, me estaba desesperando.
-Eric me pidio que te trajera al despacho, yo jamas me acostaria con un cerdo asqueroso como tu-me dio otro golpe en la cara, mi nariz comenzó a sangrar
-No creo que estes en posicion de abrir tu boca mi niño, por cada palabra que salga de tu boca te voy a reventar otro golpe hasta dejarte todo hinchado-giro mi cuerpo con brusquedad, quede boca abajo, mi cara estaba contra el sofá, la voltee un poco porque me sentí asfixiado, me apretó el cuello son su mano, con la otra y ayuda de una de sus piernas me separo las nalgas, me tense y pegue mi cuerpo al sofá, quería huir, comencé a llorar de desesperación, me dio una nalgada con fuerza, luego otra y una más.
-¡No!, Suéltame, ¡hijo de puta!, ¡Eric!-ante mis gritos el se burlo.
-Mira que lindo agujero, necesita atención, ¿verdad?-clavo 2 de sus regordetes dedos en mi ano, grite con mucha fuerza, comenzó a moverlos sin esperar ni un segundo, los abría y hacía como gancho en mi interior, rápido, me dolía mucho.
-Mmmgh-gimió-¿te gusta putita?, ¡suplicame!, se te esta quitando lo valiente ¿verdad?-un tercer dedo, grite aun mas.
-Lo estas disfrutando-afirmo, su peso me estaba estrangulando las piernas, se agachó para lamer y besar mi cuello, quería vomitar pero el dolor que sentía en mi parte baja competía con las nauseas-si estuviéramos en casa no sabes cuando nos divertiriamos bebé-por fin se separo un poco de mi, aproveche para arrinconarme en el sofá, sentí mi culo un poco mojado, claro, había sangre, me había rasgado un poco con las uñas, mi llanto aumento, tenia mucho miedo, vi como se desabrochaba los pantalones, me levante para intentar huir, un tirón de cabello me detuvo, su risa resonó en mi cabeza.
-Suélteme, me duele.
-Callate perrita, no vas a huir, se que quieres mas, no finjas-me acorralo de nuevo en el sillón y luego me apretó los genitales con fuerza, como reflejo automático lo pateé con todas mis fuerzas , le golpee también la cara, por fin pude pararme y corrí tras el escritorio, me temblaban las piernas, me cubrí mi pene con una mano, me dolía.
-¡Vete a la mierda!, alejate bastardo-me sentía como un animal acorralado.
De nuevo inevitablemente logró atraparme, y justo cuando me hecho de nuevo sobre el sofá y una vez más estrujara mi cuello con sus manos, de una patada abrieron la puerta del despacho, me hice bolita en el sillón, mi corazón estaba acelerado, estaba demasiado asustado y me dolia mucho el cuerpo.
-¿Que tenemos aquí?-reconocí la voz de inmediato, era Eric por supuesto aunque venía acompañado de varios hombres más-lo he invitado a mi casa para que monte semejante espectáculo.
-Yo...el me ha traído aquí, ¡no deberías dejar sueltas a tus putas si no saben controlarse!, el me ha seducido y me ha pedido esto-fingió indignación pero estaba intimidado por Eric, se acomodo la ropa y se levantó intentando encararlo-Eric sacó una pistola y lo apuntó con ella, desee que le volará la cabeza en ese instante, yo aun estaba llorando y seguía arrinconado, no quería que esos hombres miraran mi rostro ni mi debilidad.
-¿Mi puta?, ¿acaso es usted estúpido?, aquel al que ha lastimado y llama "puta" es mi hijo-la mirada de Eric ahora mismo era aterradora aunque yo quería matarlo, las rodillas del viejo asqueroso temblaron.
-Yo...yo no lo sabía...el.
-¿El que? Asqueroso pedófilo, tu y yo vamos a hablar de negocios ahora mismo, esto te costará muy caro y ten en cuenta de que si no cumples todas mis peticiones el precio por este insulto sera tu cabeza, caballeros, quedan como testigos de este asqueroso acto y de lo bondadoso que está siendo hoy Eric Sammet respecto a la magnitud de esta grosería-los hombres asintieron en signo de estar de acuerdo con el vampiro.
Eric se acercó a mí, sentí su mano sobre mi piel y mi cuerpo reacciono solo a huir de cualquier contacto, mi ropa estaba hecha pedazos, Eric se quitó su propia camisa y me la hecho encima, después me cargó en contra de mi voluntad, quería decirle tantas cosas y golpearlo, pero ahora mi reacción automática fue abrazarlo con fuerza y ocultar mi rostro en su cuello, sentía como temblaban mis extremidades, no era la primera vez que ocurría algo así pero no podía evitar estar alterado cuando ocjrria...asustado, Eric tomó asiento tras el escritorio y el sujeto frente a él, se notaba que se caga de miedo, el resto de los hombres salió de la habitación, Eric movía a mucha gente, sí que tenía poder.
-Yo no sabía que él era su hijo
-Su nombre es Christopher Sammet, ¿le suena?, su trabajo era únicamente traerlo a mi despacho, y él es un buen niño, no se que demonios planeaba hacerle cabrón, pero no estoy feliz.
-Yo haré lo que me pida señor, yo pensé que él era su puta, perdóneme
-Deje de llamarlo así
-Si señor
-Ahora...lo que quiero para obtener su perdón es muy fácil y me parece un precio justo-comenzaron a hablar del dominio de un territorio costero, la verdad no puse mucha atención, seguía bastante aturdido.
El tipo intentó discutir alegando que era mucho lo que Eric pedía pero terminó cediendo, la manipulación de Eric era impresionante usaba lo que hizo contra mi como chantaje, al final el asqueroso cerdo firmo lo que Eric le pidió, y bueno era su única opción ya que textualmente le dijo "si no firmas ahora mismo, te volaré la cabeza por haber tocado a Chris" y pues no le quedó de otra, al parecer el desgraciado no era mafioso si no un pez gordo de la política, era más fácil otorgarle el permiso a Eric que ser devorado por él, en cuanto firmó salió del despacho aun temblando de miedo, en cuanto salió y cerró la puerta yo me baje de las piernas de Eric y le rasguñe la cara, le hice 2 pequeñas heridas que se regeneraron de inmediato.
-¡Te odio maldito estupido!, te odio tanto- mi cuerpo seguía siendo víctima de repentinos temblores aunque intentaba evitarlo, me dolia y me ardia mi anito-¡lo tenias todo planeado!-Lo intente golpear pero me detuvo.
-Tranquilo mi amor, te pedí ayuda ¿no?
-¡Pero no así!, no me dijiste que el cabrón de mierda me iba a pegar, dijiste que ya estarías aquí y solo tenia que coquetearle, ¡me violo!
-Ya, ya lo siento, me entretuvieron el el camino y tarde un poco más, hiciste un buen trabajo, además, no es como si fueras virgen Chris-rodó los ojos y mi llanto solo aumentó por coraje, el no sabía lo que se sentía, no era lo mismo dejar que te cojan aunque sea por dinero a que te violen, era horrible y aterrador.
-¡Eres un pendejo!
-¡Chris ya!, no seas dramático, no te violo
-¡Lo hizo!-señale los pantalones de Eric, tenía una mancha de sangre considerable de cuando me senté ahí, no estaba escurriendo pero ahí estaba sangrando, quizás no me había penetrado pero si me había violado-pero claro, a ti no te duelen los golpes- me dolia mucho mi cara, mis pezones se estaban poniendo morados y se veían las marcas de dientes, tambien me dolian mucho mis cosas por el apretón, nos quedamos en silencio, yo estaba enojado y triste, Eric se puso más serio, recogí mi ropa interior y me la puse-como si te importara, después de todo me usaste como lo que soy, me largó.
-Chris, ven-lo ignore-en serio ¿tanto te molesto?-río para intentar ablandar el ambiente, agarre un cenicero y se lo avente, lo esquivo el cristal voló en pedazos.
-¡Deja de burlarte!-nuevas lágrimas aparecieron en mi cara
-Ven-se acerco y me agarro de la mano.
-Siento mucho asco, quiero vomitar
-Vamos arriba-salimos del despacho, algunas miradas se fueron sobre nosotros pero la fiesta siguió, ya en su cuarto me metí al baño a vomitar, claro el estrés extremo y el alcohol no habían sido buena combinación, termine y me lave la boca, Eric me bajo la ropa interior, sentí escalofríos, me abrió las piernas para mirar, lo empuje, aún me sentía nervioso-te curare con mi sangre
-No te atrevas a tocarme ahora mismo-me abrase a mi mismo-suficiente tube con tener a esa asquerosa bola de grasa sobre mi.
-Entonces ven, me disculpare
-¡Que no me toques!, me das mas asco que el.
-No iba a dejar que él llegara hasta el final-me abrazo, lo golpee en la espalda, pero tampoco pelee mucho-agradezco mucho tu ayuda
-¡Pudiste avisarme siquiera!-de nuevo golpee su espalda.
-Es que no era el plan original, te dije que me distrajeron y me quede hablando con alguien unos minutos...aunque quizás fue mejor, si llegaba a tiempo alomejor me hubiera pedido un intercambio.
-¡No soy de tu propiedad!
-Lo eres, y no lo hubiera hecho ¿ok? No te hubiera cambiado-me acarició el torso con cuidado.
-¿Me quieres aunque sea un poco Eric?-me sentía triste, me había usado como a una mascota.
-Te adoro-susurro en mi oido y luego me abrazó.
-Tch-lo empuje para que me soltara, me pare frente al inodoro para orinar.
-¿Ya no estas molesto?
-Más que nunca...mierda-estaba meando rojo, osea no rojo intenso pero si había rastros de sangre en mi orina.
-Espérame aquí-Eric regreso a la planta de abajo, yo me empecé a lavar la sangre de la cara y de mi culo, luego me puse una playera de él.
-Me dolía el estomago, bueno, me dolía todo.
Me senté en la cama para esperar a Eric, luego de unos minutos regresó al cuarto con un señor asiático, era un hombre ya mayor, pero con muy buena condición física y algo atractivo.
-Eres un enfermo, ¿no te basto lo que me hicieron?
-Callate-quien habló fue el asiático-volteate-miré a Eric, tenía una mueca de molestia y me hizo la señal que que obedeciera, me gire y me acosté boca abajo, él traía una maleta, ahora lo veía, era un médico, se puso unos guantes y empezó a revisar mi cuerpo.
Con su dedo medio metió un antiséptico dentro de mi, me queje.
-¡Me arde!-me removí y lo patee
-Estate quieto maldito niño.
-Pero me duele
-Me vale madres, estas son las consecuensias de ser una puta barata, ¿de donde lo sacaste Eric?, ¿de una guardería?-Eric se encogió de hombros-si no te desinfecto va a ser peor crio.
Unto medicina en los demás golpes, las mordidas en mis pezones, mi cuello estaba marcado por sus dedos con feas marcas rojas.
-La boca humana es asquerosa, mira lo que te hicieron-se refería a los dientes marcados alrededor de la aureola de mi tetilla, también puso la medicina en los golpes de mi cara-si no quieres que los cortes se infecten y se hinchen debes lavarlos y ponerme esta crema ¿ok?-asentí-tienes un par de rasguños en la mucosa de la pared anal, debes mantener esa zona limpia, y no le abras las piernas a nadie en un tiempo, no es grave, los demás golpes sanaran solos, ¿te duele algo más?
-Me pegó en el estómago con fuerza, hace un momento fui a orinar y creo que había sangre.
-Ok...te dare medicina, lo más probable es que sea por el golpe pero si continua vayan a verme-se dirigió a Eric.
-También me apretó los huevos
-Esos que te los sobe el maricon de Eric-comenzó a guardar sus cosas, me espere una reacción violenta de Eric, pero no hizo absolutamente nada, Wow ese hombre podía hablarle así sin consecuencias, que fascinante-y enserio, si le sigues abriendo las piernas a más hombres vas a seguir sangrando, cuida tus heridas
-Gracias doctor-no hubo respuesta, me intrigaba, como dije era atractivo pero también parecería bastante gruñón, quise indagar un poco.-¿Como puedo pagarle?-pregunte de manera coqueta y me acerque un poquito a él, quería ver como me respondía a mí, osea si era mamon con Eric conmigo lo seria aun mas, me agradaba.
-Con dinero que obviamente no tienes-me jalo del cabello para apartarme de él
-Auch
-Solo podrías seducir a un maricón enfermo, no te me acerques mucho, detesto a la gente que se mete en mi espacio, puedo curar tu cuerpo siempre y cuando Eric pague por ello, pero si metes la nariz en mis asuntos y me fastidias te voy a eliminar, que quede de una vez quede claro por si nos volvemos a ver-me quedé con la boca abierta, lo mire con seriedad y un poco intimidado
-Vale
-Te paso la cifra mañana vampiro, noz vemos- se salió del cuarto, yo regrese al baño por mi sucia ropa interior.
-Ya oíste, ahorita no te sirvo de nada, nos vemos después, me marcho-me impidió el paso, me agarro por la cintura.
-Chris, ¿sigues molesto?
-Es obvio, pero ya dejalo, es mi culpa.
-Lo siento
-Si claro, anda, regresa con tu gente, ya me voy a mi casa
-¿Mi gente?, yo ya conseguí lo que quería.
-Te odio
-Con mi sangre podría curar tus heridas ya.
-No quiero tu asquerosa sangre
-Entonces descansa aquí
-¿Asi quieres quitarte la culpa?
-No, quiero verte dormir-se acercó y me beso la frente, se veía quizás un poco arrepentido, pero quizás solo fingía.
-¿Quien es ese doctor?
-Pues es eso, un doctor, ya lo has visto...se llama Atsushi
-¿Porque dejas que te hable de esa manera?
-Es uno de mis hombres de más confianza, aunque no me encante la idea debo mantenerme en buenos términos con el, me hace falta, además sabe lidiar con los de mi tipo.
-¿Le tienes miedo?
-No, pero me es útil vivo, no digo que pueda lidiar conmigo si no con vampiros más débiles es lo que quiero decir, aunque si, me caga su carácter, cuando tengas su edad serás igual de ojete que él-por fin después de todo lo que paso me rei y me senté en la cama.
-¿Tu crees que voy a vivir tanto tiempo?, si tengo suerte llegaré a los 22, y tampoco es como si quisiera vivir más
-¿Quien sabe?, te quiero vivo
-¿Se supone que eso me da esperanza de vida?, ja, en cuanto te aburras de lo que sea que te haya atraído de mi me votaras, mis facciones cambiarán, crecere, todo lo que consumo acabara conmigo, mis neuronas morirán y tu te hartaras, te iras y entonces yo moriré, y eso va a estar bien, tampoco espero mucho de esta vida-acarició mi cara y se agachó a besar mis labios suavemente.
-Eres inteligente Chris, si tu quisieras podrías dejar toda la mierda atrás, te estoy dando la oportunidad de salir de la miseria y tu no aprovechas
-Acabas de usar mi cuerpo como una herramienta y ahora me dices toda esta basura, ¿eres bipolar Eric?, vivir tanto tiempo te ha hecho perder la cabeza a ti también.
-No, pero podrías ser mi herramienta sin estar hundido, trabajar solo para mi sin drogarte.
-Eres un puto enfermo...pero quizás lo merezco, tengo mis manos manchadas con la sangre de mi propia madre después de todo.
-Yo la mate así que deja eso.
-Yo te lo pedí y es lo mismo...ya dejalo, úsame todo lo que quieras y luego matame-me besó de nuevo, lo empuje y me fui a acostar
-Descansa Klein Dämon-le hice un gesto con la mano para que se marchara.
Me dormí un par de horas, era fácil que me quedara dormido pero tambien tenía el sueño ligero, en cuanto sentí peso extra desperté.
-¿Eric?
-Si bebé, duerme-bostece
-¿Que hora es?
-4am-empecé a hablar entre sueños estaba medio dormido.
-Quiero estar despierto contigo
-Estoy aquí, duerme, tienes que descansar
-Te amo…¿puedes quedarte conmigo?
-Claro mein Kind-me cubrió bien con las cobijas y puso su mano sobre mi espalda.
-Quiero sentirte, métete a la cama
-No, estoy frío Chris
-Abrazame-se acomodo y lo hizo, me abrazó y me beso la cabeza
-Así estamos bien, duérmete-asentí, y pareció un sueño, al despertar él se había marchado, aun asi desperte feliz, ya no estaba enojado con él aunque debería, pero que se portara cariñoso era raro y solo con eso me contentaba.