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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Me fui a sentar un rato a un parque cercano, era aburrido estar despierto sin tener algo que hacer, además aunque no me hacía nada feliz que Atsushi tenía que marcharse, en ese momento no podía evitar la emoción de saber que Eric podía preñarme, bueno, realmente cualquiera podía hacerlo, pero aun así la noticia me hizo feliz.

-¿Porque tan feliz Chris?-pusieron un vaso con una bebida caliente en mis manos, alcé la mirada, era Jason de nuevo, traía bolsas de compras.

-Es un secreto, ¿Que haces aqui?

-Vine a comprar cosas para mi casa, te vi y no pude ignorante-le di un sorbo a la bebida, era chocolate, Jason suspiró-¿Como te tratan?-me encogí de hombros.

-Creo que bien

-Si tan solo fuera más guapo y rico te arrancaría de las garras de ese mafioso 

-Estas bien como eres Jason, no necesitas ser mas guapo-sonrió con tristeza-encontraras algo mejor.

-¿Sabes?, estoy a nada de volverme un psicópata y encerrarte solo para mi-se acerco y me dio un besito-te cuidaría, pero valoro tu libertad.

-Eso es bueno, también valora que tu cabeza está unida a tu torso-me miro sorprendido, yo recordé la cabeza de Sting-a Eric no le gusta que toquen sus pertenencias-suspiró

-Es triste el cómo te dejaste capturar por un vampiro.

-Ya basta Jason, me haces sentir mal, yo no controlo mis sentimientos, seamos solo amigos 

-¿Amigos?, yo he recorrido cada cm de tu piel, te he visto llorar de placer y de dolor, mendigar amor a altas horas de la noche por una moneda, te he visto borracho Y drogado al punto de estar tirado sobre tu propio vomito-me sonroje avergonzado-¿y tu pides que piense solo en un amigo?, Chris yo te amo-me besó de nuevo-mucho más de lo que él podría llegar a hacerlo-desee oír las mismas palabras en boca de Eric-te voy a esperar hasta el final, sé que un dia te daras cuenta de que el no vale la pena y vendrás conmigo.

-Entonces-jugué con mis dedos y fije mi vista en ellos, mi corazon latia fuerte, no podía evitar sentirme bien cuando lo oía-apurate a crecer, sal de la casa de tu madre, gana un par de miles y quizás te siga-me levante-mientras tanto no me confundas, gracias por el chocolate.

Me marché, decidí dormir un rato, luego fui al bar para entrenar con Jade y obviamente  ver a mi hombre.

Cuando lo vi entrar al bar de inmediato corrí a seguirlo al despacho.

-Hola mi amor-me pare contra el marco de la puerta.

-Pasa, ¿que quieres?-entre y me subí a su escritorio

-Me dijo Atsushi que cuando puedas te pases por la clínica

-Ok

-Adivina que Eric

-¿mmmh?

-Puedo quedar embarazado de ti-sonreí, él rodó los ojos

-¿No hablamos ya ayer de eso?

-Si...sólo quería darte los resultados

-BIen, ya está, felicidades o ¿que quieres oír?

-¿Estas de malas?

-Estoy ocupado y un poco harto de ti, nos hemos visto la cara mucho últimamente, necesito un respiro-me sorprendí bastante, creí que estábamos muy bien, osea, el dia anterior fue muy amable conmigo

-Bueno, me voy...nos vemos después-me deprimi

-Saldré de la ciudad un par de días

-¿Tienes trabajo?

-A lo que vaya es mi asunto, tu ve y sigue robandole drogas a los camellos-lo mire con mucha sorpresa-oh sí, lo sé

-Eric…

-Largó-me salí del despacho sintiéndome algo ansioso, yo juraba que no se había dado cuenta, ahora estaba molesto todo por mis estupideces.

¿Y así pude dejar las drogas?, ¡pues claro que no! El hecho de que él no estuviera impulso mi consumo de nuevo, estaba deprimido por ser descubierto y aunque quise abstenerme no pude, menos con su ausencia y todas mis culpas atormentandome en soledad, toda la alegría de poder tener bebés se arruinó, es más creo que incluso lo olvide.

Bueno, todos los días estuve llendo al bar esperando a que el volviera, luego de una semana Eric regreso.

Los gorilas ya estaban bien habituados a verme entrar y salir como se me viniera en gana, esa noche no fue la excepción aunque uno me miró con una mueca de lástima, le reste importancia y entre.

Ahora yo ya les habia comentado que de vez en cuando Eric se sentaba en su silla y exhibía a un pobre diablo cualquiera, pues cuando entre al bar lo primero que vi fue a Eric Sammet alimentándose de una maldita zorra en topless mientras le agarraba con ganas las tetas y está fingía que lo montaba.

Me meti al despacho e inhale profundo, luego exhale lento, sentí como los celos invadian cada una de mis células, patee el escritorio con toda mi fuerza, Eric se estaba vengando, seguía enojado por las drogas.

-¡El puede alimentarse de quien quiera!, él puede alimentarse de cualquiera-me repetí varias veces-¡No!-grite con fuerza y arroje su cenicero hacia la puerta haciéndolo estallar en mil pedazos, deben ya intuir que yo no estaba en mis 5 sentidos del todo ¿vale? Así que un maldito ataque de histeria se estaba apoderando de mi-¿Que hago aqui? ¡Maldita sea, me cago en ti y en todas esas putas baratas!-salí por la puerta de atrás y comencé a caminar rápido para alejarse del bar, justo cuando crucé la calle un auto iba a arrollarme, me tomaron del brazo con fuerza y me sacaron del camino, solo escuche al tipo del auto sonar el claxon y alejarse.

-¿A dónde vas?, imbécil

-¡A dormir!, ¡déjame en paz!, grite y forcejee para que me soltara.

-¿A que venias?

-¡A decirte que no volveré al bar!, buscame tu-lo pateé con fuerza, me empujó con 2 dedos y me tiró al suelo de culo.

-Vienes drogado, que asco

-¡No estoy drogado!

-¿Tanto te molesta mi hora de comer?

-¡Ya no!, ¡estoy enamorado de otra persona, te lo venia a contar!

-¿Ah sí?-alzó una ceja

-Lo estoy, alguien que si me ama, me respeta y no me dice que le doy asco-se burló

-El quiere lo mismo que yo bebé, no te engañes, quiere usar tu bonito agujero para después botarte como la basura que eres.

-No es cierto, dijo que me ama, el no preferiría a una mujer y no me insulta-empecé a llorar-estoy cansado.

-Chris, nuestra relación siempre ha sido así no se ahora que andas llorando

-Pensé que todo estaba cambiando, fui estúpido

-No vas a deshacer esto tan fácil

-Sigue usando mi cuerpo pero ya no voy a rogarte amor

-No se que mas quieres, te he salvado el culo y te he cuidado.

-¡Deja de acostarte con todas esas putas!

-Creí que no te molestaba, tu eres especial

-Eso es basura, y si no las dejarás adios.

-Bueno…me contradije hace un momento, esto sera mas facil de lo que crees-lo mire a los ojos, estaba neutral.-si ya no estás enamorando este juego se volverá aburrido-se agachó y me quito la cruz de la oreja-no te buscaré más-se atravesó el lóbulo izquierdo justo detrás de su otro pendiente con el mismo filo de la pieza y abrocho el segundo-vas a volver a mi tarde o temprano, mientras te la guardó.

-¡Te odio!-yo esperaba que me dijera que ya no vería a más y conseguí que me terminara definitivamente, mi llanto aumento, me dolía el pecho-te odio tanto, Jason es mejor-fue el primer nombre que se me ocurrió y por supuesto iría a buscarle-ojalá él me hubiera pedido ser suyo un día antes de conocerte, es mejor que tu-frunció el ceño molesto, yo aún esperaba que me pidiera quedarme a su lado o por lo menos una disculpa falsa, obvio no lo hizo.

-Ten cuidado Chris, yo nunca voltearía a ver a un asqueroso crío que carga con el bebé de otro-lo mire con rabia, él sonrió.

-Bien, ya no es tu problema, él, ¡el es mas guapo que tu!, es mejor en la cama, es mejor en todo-quería herir por lo menos su ego.

-Ajá, ¿qué vas a saber tú sobre quien es bueno y malo en la cama?, tu no lo eres Chris, ¿aun tienes la estúpida idea de que estoy contigo por sexo?, que idiota, pero ya está, adiós-se fue y yo también, ambos un par de imbéciles, yo no supe interpretar el "no te vayas" ni el mi "pídeme que me quede".

Necesitaba ahora si conseguirme un amante para demostrar que enserio habia otro interesado en mi y el único postor era Jason asi que corri a sus brazos buscando "amor".

Fui y me senté afuera de la casa del ya mencionado, las luces estaban por completo apagadas, su madre debía estar ahí adentro así que yo no podía llamar a la puerta, me quede toda la noche ahí afuera como un perro abandonado entre el frío, mis pensamientos y la tristeza, luego  me quede dormido.

 

¡Desperté muy temprano y alterado!, mi sistema nervioso se puso en total alerta al recibir un estímulo que me hizo de inmediato abrir los ojos y brincar, lo que ocurre es que la loca mujer que Jason tenía por madre me había arrojado una cubetada de agua helada.

-¿Que haces afuera de mi casa?

-Dios mio, ¡es un país libre!-dije tiritando, aún estaba aturdido-¿está loca?

-¡Lárgate de aquí!-me levanto de un tirón y me volvió a tirar con una patada

-¡Mamá! ¿Qué te pasa?

-Jason, te he dicho que no debes estar cerca de este mugroso

-¡No es tu problema con quien yo salga!

-Jason, escucharme bien…

-¡Se te hace tarde para el trabajo!

-No quiero verlo más, si ya te habías alejado de él no se porque vuelves a buscarlo, es malo para ti

-¿Tu que sabes que es malo para mi si nunca estas?, el es mi musa, lo sabes-la mujer miró el reloj con furia, luego a mi

-Ya te lo he dicho, no lo quiero ver aqui-se marchó, luego Jason se acercó para ayudar a levantarme, yo aun temblaba de frío.

-¿Qué haces aquí ángel?, vamos adentro estás empapado.

-Me congeló-estornude; cuando entramos a su cuarto me quite toda la ropa el me cubrió con una toalla.

-No me contestaste

-Pase por aquí a noches y me quede dormido.

-¿Estabas drogado?

-No...estaba triste...termine con el vampiro

-¿Y vienes a que te consuele?-sonrío con tristeza-está bien.

-No, yo, yo quiero tu amor y darte el mío, dijiste que me querias, aqui estoy, solo para ti, se mi novio.

-¿Es enserio?

-Lo es, solo soy tuyo de hoy en adelante, ¿lo quieres?

-¡Claro que lo quiero!, quiero que seas solo mio para siempre Chris-asentí y sonreí, verlo emocionado me alegraba, el me quería y yo necesitaba sentir amor.

-Pero no así, tienes que venir conmigo, yo no quiero que tu mamá me lastime cuando venga, ven a vivir a mi casa-mis ojos se pusieron llorosos, sentía demasiado dolor por mi rompimiento con Eric y mis lágrimas ayudan a exteriorizar tanto dolor-¡ven conmigo y hazme feliz por favor!-me abrace a su cuerpo y lo bese con necesidad, me correspondió.

-Eres tan cruel mi angelito, se que estas usando porque tu corazón duele, pero está bien, estoy tan consciente de mi propia estupidez que voy a seguirte-me beso, me sentí un poco culpable pero no me importaba, tenía derecho a ser egoísta.-estoy un poco feliz de que vinieras a mi.

 

Esa tarde cuando su madre regresó él y sus cosas ya no estaban, pobre mujer yo la odiaba, pero como madre era comprensible que ella tuviera el mismo sentimiento hacia mi ¿no?, yo fui el villano en esa separación.

-Yo….tu puedes ocupar el espacio de la sala para pintar...yo...yo trabajaré para que te quedes a mi lado-no quería estar solo y era probable que el se cansara de no tener las comodidades y facilidades que su mamá le daba, pero debía retenerlo a mi lado, demostrarle a ese hijo de puta que yo podía vivir por mi cuenta.

-Yo conseguiré un trabajo mi amor, no vine aquí a que me pagues, te quiero-me beso, vamos a estar bien

-Si...estaremos bien, tu me quieres, yo te amare y jamas volvere con el vampiro-lo bese y sonreí.

 

Luego de eso comenzamos a jugar a la casita, ¡porque eso era!, dos malditos niños drogatas viviendo juntos, Jason pudo conseguir trabajo en una cafetería y yo cargando bolsas afuera de los supermercados, pero en secreto comencé a vender mi cuerpo una vez mas, le pedi ayuda a uno de los amigos de Serik, este si me cobraba una parte por haberme conseguido al cliente, pero es que si no lo hacía me iba a ser imposible pagarle a los camellos, si, es mas que obvio que volví a caer en el vicio ¿no?, al principio intente restringirme, después me dejé caer sin miramientos, Jason desde siempre solo fumaba hierba así  que en horarios de trabajo estaba siempre fresco.

No me sentía para nada feliz pero disimulaba para que pareciera que lo era, en casa siempre estaba sonriente, a él lo recibía en la cama todos los días para que me hiciera el amor, deseaba borrar la huella de Eric lo cual me resultaba muy difícil, ¿cómo quitar los rastros de un hombre en los brazos de un chico?.

Mi peso comenzó a descender, de nuevo me estaba quedando en los huesos y mi salud en general estaba deteriorándose, por mi nuevo novio no sientan lastima, no era yo el que lo usaba solamente, a él mi salud parecía no importarle en lo más mínimo, el seguia besandome, sonriendome, haciéndome el amor mientras decía que me amaba y sonreía y luego, al terminar me dejaba sobre la cama desnudo y comenzaba a pintarme, y otra y otra vez, era como si estuviera en un transe, fumaba mientras me dibujaba ignorando por completo mi estado mental y físico, ¿pueden intuir en este punto lo que él quería?, bueno, lo que Jason quería era dibujar al ángel, su deterioro, el dolor humano

, amaba la inspiración que le daba no a mi, el estaba enamorado de la figura del ángel que se inventó no de Christopher, tenía relaciones sexuales conmigo y me hablaba bonito para mantener mi atención en él pero solo era para que cuando yo durmiera me pudiera estudiar y dibujar, Jason era un verdadero genio atrapado en un barrio pobre, estaba un poco loco y en su genialidad no se daba cuenta que disfrutaba herirme solo para retratar la miseria, con ese ritmo que él no se molestaba en corregir mi muerte era inminente y bueno al parecer a mi tampoco me importaba mucho.

-Saldré un rato-le dije una noche, ya habían pasado 3 largos meses Desde que iniciamos ese maldito juego.

-Ten cuidado mi amor-no despegó la vista de su pintura, me calcé los zapatos y salí de la casa con un cigarrillo en mis manos.

Vagué un rato por la calle, me dolía la cabeza, ya no tenia "medicina" y me empezaba a sentir ansioso, tenía un nuevo tic facial de estarme tocando la nariz y de cerrar un ojo ocasionalmente como si guiñara, las narinas las sentía resecas y el frío lo empeoraba, constantemente sangraba.

Me senté en un banco del parque y frote mis manos, estábamos nuevamente en octubre y el frío pegaba fuerte, mi cumpleaños se aproximaba yo enserio creía que para ese entonces viajaría con Eric como me lo había propuesto, yo sabía que él se aburriría de mi pero no me esperaba que cortaramos de la manera que lo hicimos.

-Quiero morir otra vez-dije al aire, me toque el vientre, podía sentir mis huesos sobresalir-Estar con un artista es muy deprimente, era más divertido estar contigo Eric.

Sentí un par de manos en mis hombros, tarde en reaccionar pero cuando lo hice di un brinquito.

-Tranquilo niño

-¿Atsushi?-me giré a verlo, mi voz era lenta-creí que estaba en otro país

-Vine a firmar unos documentos y un asunto importante-me agarro la cara y me vio a los ojos-¿Que ocurrió?, te vez horrible

-Gracias-sonreí

-Hablo enserio-me toco el espacio entre mis clavículas, lo empuje-¿ese estúpido te dejo caer de nuevo?

-Estoy bien y el puto vampiro y yo ya no somos nada.

-¿Enserio?-asentí

-Y como puede notar volvi a caer, ¡y no me importa!

-¡¿Acaso quieres morir?!-me regaño, se veía preocupado, mis ojos se llenaron de lágrimas

-Es justo lo que quiero

-¡Que ridiculo!, ¿a fuerzas necesitas a un cabrón para medir tu valor?, crei que tenias mas huevos, tu podías salir adelante sólo Chris.

-Usted no sabe nada de mi, ¡no lo entiende!, yo nunca he válido nada para nadie, si muero o vivo nadie se dará cuenta ni afectará en el equilibrio del universo, ¡No soy nada! Así que ¿qué sentido tiene?...no venga a darme una estúpida plática motivacional cuándo usted fue el primero en largarse.

-Ok...no lo haré-me levanté y comencé a caminar.

-Me voy a casa-comenzó a seguirme, mis huesos dolían por el frío.-¿Se irá burlando de mi?

-No, claro que no-su voz se escuchaba triste-hasta yo voy a sentir dolor cuando encuentren tu cadáver sobre una acera.

-No se preocupe, hay alguien que me buscara, no me dejara en la acera...me ama.

-¿Lo hace?, Eric te tenia mucho mas cuidado

-Solo pierdase-camine lo más rápido que pude para alejarme




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Luego del encuentro con Christopher, el doctor volvió a donde el vampiro aunque anteriormente ya había estado ahí.

Eric por su parte desde que dejó al chiquillo a su suerte había estado mucho más irritable de lo normal.

-¿No te acababas de ir?, estoy ocupado, largo, ¿que quieres?-el médico se sentó frente a él.

-Ya se me hacia raro que estuvieras tan irritable

-¿A qué te refieres?

-Chris, ¿porque lo dejaste?

-¿Cual Chris?

-¡Demonios Eric! Eres una antigüedad, deja de actuar como un niño

 

-¡Que te valga madres mi forma de actuar!, trabajemos como siempre, yo no te molesto ni tu a mi, o ¿que?, ¿te gusta mi puta?

 

-¡No digas estupideces maricon de mierda!, pero sea como sea ese niño es mi paciente, y está a un paso de la muerte, es un esqueleto, da lastima verlo.

-¿A mi que me importa? El ya no es mi problema-quiso disimular la sorpresa pero fue imposible, el cambio de expresión fue muy notorio-perdí mi interés en él, era muy molesto tener a un crío por capricho que estuviera celandome y regañandome por todo, yo solo queria un adorno bonito, que molestia.

-¿Enserio eso es lo que te molestaba? ¿O era el hecho de que te preocupaba estar enamorandote de un humano?

-Como si eso pudiera ocurrir

-¡Te deshiciste de él antes de aceptar que lo querías!

-Aja, no se que tantas telenovelas escribiste en tu cabeza Atsushi pero déjalo ya.

-¿A qué le temes tanto Eric Sammet?-ya fastidiado y furioso el vampiro sacó una pistola apuntando directamente a la cabeza del médico.

-A perder a un hombre como usted doctor, es de los mejores, así que detengase o no me dejará otra opción.

-¿Será que el amor es tu debilidad?

-Que estupidez, lárguese o disparo

-Como si te tuviera miedo-salió a paso lento del despacho como si no ocurriera nada, al cerrar la puerta Eric disparó 2 veces a la pared y arrojó la pistola al suelo tras emitir un grito de frustración, luego salió del despacho por la puerta trasera.

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Volví a casa, Jason pintaba como de costumbre, yo le sonreí, apenas y me prestó atención

-Estoy de vuelta

-Bienvenido mi amor, la cena está servida en la mesa-él era quien cocinaba la mayoría de las veces, comidas muy sencillas, yo a veces comía y a veces no, casi no tenía apetito, el parecía no darse cuenta y se comía aun así mis sobras.

Me senté a la mesa, la comida ya estaba fría

-Pudiste haberme esperado y comer juntos

-Si, si, ahora no angelito, estoy ocupado al rato te atiendo-siguió en lo suyo mientras yo picoteaba y medio probaba la comida.

-¿Me amas?-dejó de pintar para mirarme a los ojos y sonreír tiernamente

-Mas que ningun otro-le correspondi la sonrisa, el siguio en lo suyo.

Recargue mi frente en la mesa, sentía un enorme hueco en mi corazón, pensé en lo que acababa de pasar con Atsushi, yo lo queria y aun asi me abandono, Eric hizo lo mismo, Jason era el único que apesar de mi estado seguía diciendo que me amaba, eso era el amor real ¿no?, tenía que aferrarme a él, amor pedí y él es lo que me daba o al menos eso quería creer yo, el amor no son solo palabras, pero yo era un niño y lo que sea estaba bien.

Me quede dormido un rato recargado sobre mis brazos, pasados unos 15 minutos escuche un insistente toquido en la puerta, enderecé mi cuerpo y como no vi a Jason con intenciones de abrir tuve que levantarme e ir yo.

Abrí la puerta con pesadez, estaba agotado físicamente, de unos días a la fecha mi energía se había consumido; no pude ocultar mi sorpresa cuando lo vi ahí de pie, malhumorado con sus ojos clavados en mi persona, no dijo nada hasta que pasados ya unos largos segundos yo abrí la boca.

-¿Qué quieres aquí?-mi corazón latió con fuerza, no sabía si era efecto de la droga o el hecho de volverlo a ver.

-¿Quien es mi amor?-preguntó Jason, se acercó a ambos, Eric apretó los dientes y lo miró con odio.

-No es nadie, descuida-ahora ambos se miraban

-¿Solo te quedaras ahí parado?-de nuevo hable yo

-¿Enserio estás con este sujeto?-se burló pero sus ojos estaban oscuros, estaba enojado-creí que por lo menos me haría competencia, me hizo a un lado, empujó a Jason, esté le sostuvo la mirada, estaba medio tocado por la marihuana creo que eso influyó para que no se intimidara.

-No te atrevas a hacerle nada, no eres competencia para él porque él si me ama, marchate-me dolio decirlo porque pensé en lo que dijo Atsushi, Eric me tenia mas cuidado y ademas como yo les dije, sabía en mi interior que Jason quería a la musa no a Chris.

-¡Quítate la ropa Chris!-me extrañe por la orden, Jason ahora si respingo.

-¿Quien eres para pedirle eso?, lárgate-Eric se acercó y lo alzó del cuello

-¡Eric no!-lo miro a los ojos

-Escucha muchacho, vas a estarte quieto si no quieres morir ahora-lo estaba hipnotizando como lo hizo conmigo algunas veces, luego lo arrojó a la calle con moderada fuerza-no quiero que vuelvas a entrar aquí o te mataré-no respondió, se quedó como ido, Eric cerró la puerta-¿Que te acabo de pedir Chris?, ¡Quitate la ropa!-comencé a llorar y le hice caso, me quite mi suéter y mire al piso, el cambio su expresión ligeramente, sus ojos se aclararon, se acercó lentamente y puso sus manos en mis hombros, creí que me violaría, estaba helado, presiono un poco mis hombros, luego pasó sus dedos encima de mi pecho-¿El te quiere?, ¿estás bromeando?, ¿qué demonios es esto?

-Mira a tu alrededor, él me ama, quedaré para siempre en su trabajo… eso es amor ¿cierto?-el miro las pinturas, hizo una mueca

-¿Estas loco?, esos cuadros parecen sacados de una pesadilla, ¡pareces un puto cadáver!

-¿Que te importa?, ¡tu me botaste!-jale mi propio cabello-no te soporto, ¡no debiste venir aquí!

-Eres de mi propiedad-me detuvo.

-!Tu me dejaste!, no me digas eso ahora, te aburri, largate

-¡No lo haré!-se acercó de nuevo, le di un manotazo

--¡Ya veo! ¡Te excita cogerte a mi enfermo cuerpo pues adelante!-me empecé a arrancar el resto de la ropa, yo ya hacía meses que no sentía nada de deseo sexual, pero estaba teniendo un ataque de histeria; Eric me detuvo y me sujetó de los brazos, luego me volvió a subir y abrochar mi pantalón, luego me alzó.

-¡Jamás te he mantenido a mi lado por sexo!, ¿eres idiota?, he estado esperando a que vuelvas al puto bar porque es claro que no puedes vivir sin mi-lo patee, su agarre impedía que me cayera.

-Engreido de mierda, estoy bien sin ti, mas feliz, vete-mis lágrimas se hacían cada vez más abundantes.

-¡Oh no!, solo mírate, tengo razón, te estás muriendo

-Es lo que quiero, no te necesito para eso-me volvió a bajar.

-No dejare que mueras de esta manera tan patética

-¡Es tu culpa!-me tiré de rodillas, me soltó y se agacho a mi altura, yo me alce un poco y golpee su pecho-todo es tu culpa.

-¿Que demonios es lo que quieres?

-¡Te lo he dicho muchas veces!-me aferre a su camisa, la misma comenzó a mojarse con mis lágrimas-quiero que alguien me quiera, alguien que me haga sentir bien conmigo mismo, quiero dejar de odiarme tanto, solo éso-me fui dejando caer poco a poco hasta quedar de rodillas aferrado a sus pantalones, él también bajó de a poco hasta poder abrazarme, y asi de facil era comprarme, una pequeñísima muestra de afecto y yo caía rendido a los pies de cualquier hombre, mucho más a los pies de él, yo no era una perra como a veces quería dar la imagen, solo era un niño triste.

-¿No te lo he demostrado lo suficiente ya? te he cuidado, me he preocupado por tu salud, te quiero, ¡puta madre! Que si el dia de ayer me hubieran dicho que yo iba a ir a buscar a un niño flaco y drogadicto porque me tiene obsesionado y me esta volviendo loco le hubiera roto la cara de un golpe, ¡y mirarme!, cedi ante ti ¿no vine yo a buscarte?no dejare que ese maldito niño siga explotando indirectamente tu cuerpo, ¿acaso no lo ves?, está dibujando tu camino hacia la muerte, yo te queria fuerte, estabas comiendo bien, mirabas tu cuerpo al espejo y te sentías mejor ¿o no?-desvié la mirada-no quiero a un maricón a mi derecha, necesito a ese niño fuerte y cínico que se aferra a la vida y sale adelante con uñas y dientes, no a esta caricatura de un chico de mierda, siempre me ha gustado eso, tu fuerza y ahora lo echas a perder todo, necesito que te levantes una vez más-lo abracé del cuello y escondí mi cara en su hombro, asenti por fin cediendo a él...si estaba él ahí casi rogandome, entonces en ese momento no quería morir-vendré mañana a sacar toda esta mierda de aqui, tu vendrás conmigo-me cargo con cuidado, molestó-estas mas liviano que nunca-no dije nada, lo sabía.

-Dilo

-¿Mmhg

-¿Me quieres?-acarició mi espalda delicadamente, beso mi cabeza con suavidad y luego respondió

-No te dejaré, te quiero

-No me dejes, no me dejes nunca por favor…-repetí varias veces, lo abrace con toda mi fuerza-yo...yo quería que me buscaras y aqui estas.

-Tranquilo-entro a mi cuarto conmigo cargado y me echó una manta encima-vamos a la clínica, necesitamos volver a empezar mein magerer kleiner junge.

Como dijo Eric pasamos primero a la clínica, yo quería ver a Atsushi para disculparme y agradecerle porque seguramente él había influido en que Eric me buscara, pero como era de esperarse quien nos recibió fue el otro doctor, si, me refiero al reemplazo de Atsushi 

-Señor, buenas noches, pasé-se hizo a un lado para que entraramos, era demasiado serio y eso me molestaba.

-Necesito que lo atiendan ya, en general-Eric me bajó despacio al suelo, yo tomé su mano y ni siquiera mire al sujeto.

-Quiero a Atsushi

-Chris, Atsushi solo vino por unos asuntos, no está atendiendo a nadie así que no comiences-no proteste, su tono de voz era de clara molestia, se estaba conteniendo-andá, ve con Dan

-Si-lo segui, Eric se quedó afuera esperando.

-No me agradas-él me ignoró, me indico que subiera a la mesa de exploración y me quito la manta de encima-Atsushi es mucho mejor.

-Basta Chris-el mencionado entró de la puerta conjunta donde se tomaban análisis de sangre-Dan solo hace su trabajo

-Tch…es antipático

-Y tu y yo peritas en dulce ¿no?

-No se preocupe doctor, solo hago mi trabajo, salvo vidas, mi deber no es caerle bien a la gente.

-Si quieres por esta vez yo puedo atenderlo

-¿Seguro?

-Si, no te preocupes, yo hablo con Eric

-Con permiso entonces-salió de la habitación

-Se amigable con el Chris, el se hará cargo de ti...o mejor aún, ya no hagas estupideces-revisó mi torso con cuidado, me miraba con lastima.

-No me vea asi por favor

-No puedo creer que volvieras a este punto-todos mis huesos se marcaban.

-Yo se que estoy destruyendo mi cuerpo, pero es que si no estoy cerca de Eric no me importa nada...yo queria morir asi que gracias por devolvermelo.

-Yo no hice nada, solo le avise como estabas-me paso a una báscula para pesarme, luego inyectó un medicamento en mis venas que me ardió bastante, creo que era la misma cosa con la que antes me controlaron la adicción-Chris, enserio, si continuas asi estas muy cerca de morir, estoy sorprendiendo de que no te haya dado ya un infarto, pero puede darte en cualquier momento, Christopher eres un chico listo, pero a este paso acabarás con tus neuronas, no quiero que acabes por ahi babeando y diciendo estupideces en alguna esquina, ¿acaso recuerdas algo de las veces que te metes esa basura?

-No mucho-el llanto volvió, él seguía haciendome el chequeo general

-¿No querias un bebe?-asenti-¿crees que ahora mismo tu cuerpo lo resistirá?

-No

-Entonces deja de hacer tantas mamadas, Chris, tienes que tratar tu cuerpo y también tu cabeza, yo quiero que te recuperes, no lo hagas por Eric, ni por ese pendejo que te dejó hundirte otra vez, y tampoco por este anciano que está harto de recogerte cada que te lastiman-rei un poco, el me sonrio-hazlo por ti, demuestrale a todos que eres capaz de sostenerte con tu propia fuerza, si vas a ser prostituta toda tu vida ¡adelante joder!, pero no te dejes consumir por las drogas, ya no estas solo, hay gente que te aprecia y sufren al verte mal-asentí-Chris, debes perdonarte por cualquier cosa que hayas hecho, escúchame bien-me sujetó de los hombros-para que alguien te ame realmente y por completo, debes amarte a ti mismo primero si no jamas lo lograras, siempre va a faltarte algo, ni Eric ni nadie llenará ese vacío dentro de ti, el único que puede hacerlo eres tú mismo-asentí entre gruesas lágrimas-Eric dijo que te llevaría a Tokio ¿verdad?

-Si

-Si para cuando te vea en Tokio no pesas por lo menos 57kg, te juro pequeño bastardo que yo mismo me desharé de ti-de nuevo reí, su manera de animarme estaba funcionando-eres una mina de oro para mí, pero es triste ver a un niño en estas situaciones.

-Lo quiero mucho Atsushi-me acarició el cabello y me sonrió cálidamente

-No te pongas sentimental, te quiero y quiero al cabroncito de siempre-asentí, luego termino el chequeo de mi cuerpo.

Me dio de nuevo suplementos alimenticio y medicinas de dudosa procedencia para controlarme la ansiedad; nuevamente me coloqué la manta encima y fui a donde Eric.

-¿Listo?-asentí, él habló un par de minutos con Atsushi, este  insistió en que pasara la noche en la clínica pero Eric al parecer no accedió, luego me agarro de la mano-vámonos-asentí y comencé a caminar a paso lento, el frío me causaba dolor en los huesos, cuando se dio cuenta se agacho y nuevamente me cargó como a un niño.

-Cuarenta y dos kilogramos-lo dijo con lentitud-¿crees que eso está bien?-apretó los dientes

-No...pero Atsushi ya me sermoneo, no continues-me recargue en su hombro mientras mis ojos empezaban a lagrimear de nuevo.

-Tienes que poner de tu parte Chris.

-Si tu no me dejas lo haré, subiré de peso-me agarró un brazo y lo extendió

-No pienso tocarte hasta que subas 13kg mínimo-me aferre a su espalda

-¿Te doy asco?-chille, aclaró, yo no tenía ni una pizca de deseo sexual pero si el me lo pedía para no irse obvio lo haría.

-No es éso, te romperia un hueso

-Jason no lo hizo

-Esa mierda no pesaba ni media lo que yo, ni tiene la misma fuerza

-¿Cuanto pesas Eric?

-Lo doble que tu

-¿Cómo es posible?, solo te alimentas de sangre

-Es el peso con el que morí-camino conmigo hasta su casa, una vez dentro le hice una petición.

-Eric….por favor no vayas a hacerle nada a Jason, él no hizo nada malo, yo fui quien le pidió que estuviera conmigo

-¿Cómo puedes pedirme que no le haga nada si por su culpa haz vuelto a caer?

-Claro que no, comencé con las drogas otra vez solo por tu culpa, prometeme que no le harás nada.

-Ok...no lo tocaré pero no te quiero cerca de el nunca más.

-Lo prometo-subimos a la habitación, me senté en la cama frente al enorme tocador y vi mi reflejo en el espejo-dios mío

-¿Qué?-toque mi rostro, yo no me había visto en mucho tiempo, estaba terrible, ojeroso, mi piel se estaba pigmentando con pequeñas manchas y pequeñas heridas por resequedad y mis propias uñas-te ves precioso-levanto mi rostro y me beso en los labios-solo tienes que alimentarte.

-¿Porque no dejaste que me quedara con Atsushi?

-Un dia no hace la diferencia, ademas ¿sabes a donde tienes que ir?

-La estúpida clínica

-Así es, la estúpida clínica-de nuevo y por "n" vez en la noche rompí a llorar, de solo pensarlo me ponía triste-estás muy llorón hoy-levanto mi rostro de nuevo

-¿Como quieres que esté?, en ese lugar me siento muy solo, no funciona en mi.

-Estaba funcionando

-No es asi, siempre pasa algo, yo solo quiero estar contigo, te prometo resistir todo lo que pueda, no me drogare y voy a comer bien pero por favor no me dejes ahi solo, voy a esforzarme dame una oportunidad Eric-me colgué de su camisa casi arrodillandome-odio esa maldita clínica

-¡No Chris, ibas muy bien y tu solito te encargaste de cagarla! No vas a convencerme

-Por favor Eric-se agachó para levantarme.

-Te voy a dar 2 opciones solamente y tu elegirás-lo mire a los ojos con esperanza-clínica o Señora Julia, ella me ha preguntado por ti, los mande al demonio a todos y prohibi que se te acercaran, pero ahora ellos podrían hacerse cargo de ti-negué

-¡No!, no puedo volver así con ella, ella se pondría muy triste...ademas soy un asesino, olvidalo, deja que me quede aquí

-Te dije que solo hay esas 2 putas opciones…-suspiro-vamos a hacer una cosa Chris-me limpie el rostro con la manta y de nuevo lo mire a los ojos, Eric hizo una mueca de asco y me la quitó de un tirón- no seas sucio Chris.

-¿Que ibas a decir?-cerró los ojos y se quedó pensando unos segundos, luego fue hasta un cajón y sacó una camiseta.

-tomarás terapia con un psiquiatra y contratare a una enfermera para que te cambie los pañales y se encargue de que te alimentes bien.

-Idiota-susurre

-¿estás de acuerdo?-salte para abrazarlo y asentí en su hombro, él afianzó el agarre con sus brazos-yo te extrañe mucho Eric, yo no dejaba de amarte en ningún momento-no me contesto nada, guardó silencio y me acarició el cabello, luego me paro en la cama y me dio la camiseta.

-Toma un baño y ve a dormir

-Quédate conmigo por favor, por lo menos hasta que duerma

-Estoy ocupado, haz lo que te dije y duerme-mire al suelo con tristeza

-Si-me baje de la cama y me fui.

Cuando volví al cuarto Eric estaba ahí acostado, llevaba ropa mas comoda y no traía zapatos, me puse feliz, me acerque y me subí a la cama, solo llevaba puesta la camiseta, Eric no pudo disimular su mirada de disgusto al ver mi cuerpo, no lo culpaba, era grotesco como mis huesos sobresalian y las heridas que me había provocado en la piel también, sin quererlo, por las drogas tambien me habia causado trastornos en mi alimentación, yo quería un cuerpo bonito y sexi, queria que Eric me mirara de nuevo con deseo y no con lástima, debía esforzarme mucho.

-Ven-me acerqué a gatas a el, me abrazo-ya quita esa cara

-Deja de verme con tanta lástima

-No lo hago

-Claro que sí-me acomode entre sus brazos

-Estoy creyendo una vez más en ti, no me hagas quedar como un estúpido….no puedo creer que le hayas hecho esto a tu cuerpo por un hombre

-Ya por favor-me beso la cabeza y miró hacia el techo, ¿como después de una tormenta tan fuerte y destructiva podía tener ese pequeño momento de paz?-no he dormido bien

-Eso es obvio

-Hoy lo haré

-¿No te sientes ansioso?-negué

-La basura que Atsushi me inyectó me va a mantener a raya supongo, al menos eso dijo.

-Esa mierda va a suplir los efectos de la cocaína, es otro tipo de droga pero experimental, te mantiene estable pero también crea adicción, en serio necesito que pongas todo tu esfuerzo en esto o vas a acabar igual, esta basura va a acabar con tu organismo si no lo vamos quitando poco a poco ¿ok?-estaba cerrando los ojos, me estaba quedando dormido-¡Christopher!-grito haciendo que me sobresaltara

-¡¿Que?!... Tch…¿sabes? Odio mi nombre completo, no lo uses-se burló

-¿Porque?, a mi me gusta

-El puto significado-me acurruque mas en el y bostece, me gustaba cuando teniamos conversaciones asi de casuales, era como un momento mas intimo, ahí era cuando sentía que el me queria y mas cuando él hablaba de sí mismo, era especial.

-Portador de Cristo

-Así es, lo odio, es como si se burlara mi mamá de mi cuando me lo puso

-¿Crees en dios Chris?

-¿Tu lo haces?

-En este siglo es difícil hablar de dios así que no lo hago, me parece absurdo y la verdad no me importa en lo que crea cada individuo, es asunto de cada quien, pero vamos bebé-se burló-yo existo, y criaturas similares a mi también lo hacen...claro que dios existe.

-¿Cristo?-negó

-Hay más de 4000 religiones registradas en la historia, no se quien es dios y no tengo interés en averiguarlo, ni creo que el tenga interés real en su creación, yo creo que estamos aquí por accidente y a el le vale madres lo que hagamos o lo que pase con nosotros, lo mismo va con el diablo, no me extrañaría que fueran la misma cosa si te soy sincero, pero como te digo, no me importa, a lo que voy es, ¿que importa tu nombre o su significado realmente?, todo es un invento del hombre, solo mírame a mí, mi nombre real significa "honor" y soy el puto villano de mi propia película de horror y me siento muy bien con eso.

-Yo no sé qué creer de dios Eric, creo que lo odio un poco, a veces no siento nada, solo se que despues de todo lo que me ha pasado cuando yo muera por lo menos merecere un "lo siento"-rió de nuevo

-Hablale bien de mi cuando lo veas

-No-ambos reímos-¿Cual es tu nombre real?

-Eric es una pequeña variante, más usada en esta época, mi nombre real es Eiríkr, a secas, el Sammet también es un invento

-Eiríkr

-Así es

-¿Y a qué otras cosas te refieres?, a parte de vampiros

-¿Que se yo?, todas esas criaturas de las leyendas, brujas, duendes, hadas, hombres lobo-no pude evitar reír, él sonrió-¿lo dudas?, pero me tienes aquí a tu lado

-Lo siento

-Piensalo Chris, al alrededor del mundo existen las mismas criaturas pero con diferentes nombres según la región, lugares que hace miles de años ni siquiera se conocían y aún así comparten la similitudes en sus creencias-me quede pensando, era verdad.

-Soy ignorante Eric, ahora mismo solo puedo pensar en ficción

-Ficción ¿como los vampiros hace algunos años?-de nuevo ambos reímos

-Y ¿porque no son como tu?

-¿Mostrarse en público?, si los humanos aún no asimilan bien la existencia de vampiros perderían la cabeza con otros seres, somos especies superiores, estamos mejor en las sombras, además no a todos les gusta ser el centro de atención, destacan como humanos, yo solo soy un puto engreído con un ego enorme-me rei mas, me quedaba claro-ni a los vampiros les gusta aparecerse en público a excepción de uno cuantos.

-Como sea y volviendo al inicio, el dios cristiano no me gusta, los que hablan en su nombre dicen pura basura

-Si, lo hacen, tu madre era fanática ¿cierto?

-Antes no, antes vivía para complacer a mi papá y ya, esa era su vida, claro y el alcohol, se volvió fanática como un año antes de que te conociera, ella se dejó convencer por un pseudo pastor, la enamoró, le saco hasta el último centavo que tenía, que eran muy pocos por cierto, luego abusó sexualmente de mí y gano dinero explotando mi cuerpo de "querubín"-hice una mueca de asco"-y ya, se hartó y se fue, mi mamá se refugió en dios hipócritamente, digo, ella dejo que me violaran en nombre de dios cuando se supone que cristo no permitía eso, nunca me quiso.

-Ve el lado bueno, gracias a que eras prostituto me conociste-lo abrace y le di un beso.

-Eric, si me dieran la opción de no haber nacido, de elegir otros papás o de volverte a conocer ¿tu que crees que elegiría?

-Las dos primeras lo sé-asentí

-Pero no se puede hacer nada...te amo-suspire-pero con esta vida soy una porqueria, odio y envidio las vidas de mucha gente, mi cerebro esta mal, mi cuerpo tambien y no me quiero a mi mismo, me estoy destruyendo

-Si pones de tu parte yo te daré una buena vida, te lo he dicho-asentí, lo que Eric entendía como "una buena vida" era a llenarme de dinero, darme techo y lujos, claro ya rehabilitado, pero él seguía sin entender que a mi esas cosas no me importaban, yo quería que él dejara de acostarse con otros chicos, seguía también ensimismado, tratandome bien cuando estaba de buenas y mal cuando no, el hueco en mi pecho continuaba ahí y si que dolía, yo lo unico que queria era que me amara, y él no quería apegos emocionales fuertes, pero bueno, hay que conformarse con lo que hay y en ese momento me sentía feliz que que me dijera esas palabras.

Esa noche por fin después de tanto tiempo dormí bien, realmente descanse, la medicina me ayudo bastante y también no estar rodeado de las pinturas de Jason que mostraban mi alma gritando.

Me desperté ya tarde, me sentía bastante relajado aunque me dolía el estómago, eso era normal en mi, estire mi cuerpo y abrí con lentitud los ojos para después incorporarme en la cama, me sobresalte al descubrir que no estaba solo.

-¿Qué hace aquí?

-Estaba esperando a que despertaras, el señor Sammet dijo que buscaría una enfermera para ti, mientras eso ocurre yo tengo que aplicarte los medicamentos-lo mire de mala gana y me acerque receloso.

-No tenemos que ser amigos Christopher, solo déjame hacer mi trabajo y me iré, si no te suministró el medicamento te pondrás ansioso, les explico un poquito, a parte de la medicina que Atsushi me dejo aun estaba consumiendo cocaína pero me la iban a tener bien racionada para ir dejándola poco a poco, no era tan fácil como parece y obviamente no la iba a dejar de la noche a la mañana.

-Como sea-me pare dándole la espalda y me levante la playera para darle visión de mi nalga derecha, se acercó con la enorme aguja y me inyecto, el paso del líquido dolía bastante, lo mire con discreción creyendo que se burlaba de mí, pero no era así, estaba serio.

-Fue todo-puso un pequeño algodón sobre la zona pinchada

-Dolió mucho, ¡lo has hecho a propósito!

-Lo siento, no hay donde picar, estas muy delgado-cerro la aguja y la arrojó a la basura-me voy, debes alimentarte bien, intenta comer 5 veces al dia en porciones moderadas, las mujeres de la casa tienen órdenes para cuidar de ti

-¡Tu no me digas que hay que hacer!, no me agradas.

-Ni tú a mí, y no podría importarme menos, hasta luego.

Se marchó e inmediatamente entró una de las chicas de aseo con una bandeja repleta de comida.

-Buenos días, vi salir al doctor y supuse que ya estabas despierto-me senté en la cama y asenti-te traje tu desayuno, debes alimentarte bien ¿de acuerdo?-había llevado comida como para 2 personas.

-Gracias-me sonrió cálidamente

-Bueno, te dejo, me alegra verte de nuevo- sonreí un poco, yo no hablaba mucho con ellas pero tampoco era grosero así que era lindo escucharlo.

Encendí la televisión para escuchar mientras desayunaba aunque no me llamaba excesivamente la atención.

Me recargue en la cabecera de la cama y comencé a comer, realmente comí como una cuarta parte de lo que me llevaron, todo estaba muy rico pero mi estómago estaba desacostumbrado a comer bien y si me sobre cargaba iba a terminar vomitando todo.

Cuando termine de desayunar yo mismo baje mis trastes, la bandeja me pesaba mucho, les dije que no tiraran la comida que más tarde me la comeria, me hicieron caso y la guardaron, estaba muy aburrido, ellas me miraban de reojo con lastima, eso me hacia sentir mal pero no las juzgó.

Como a las 3pm terminaron su turno y se marcharon.

-Deje la comida en la mesa cielo, solo debes calentarla cuando te de hambre, debes comer bien, el señor dijo que vendría más tarde.

-Gracias-le desvie la mirada, ambas se marcharon.

Comprendía que era ridículo querer estar pegado a Eric todo el tiempo, sabía que él en el dia se quemaba, pero me sentía condenadamente solo en esa casota, mientras estaba el doctor y las chicas de aseo me sentía medianamente bien, pero en cuanto me quedaba solo era horrible, me deprimia y los primeros días me la pasaba llorando, claro que en cuanto Eric llegaba yo me montaba un teatrito de que todo estaba de puta madre con el fin de que no me mandara a una clínica, me portaba grosero y cínico como a él le gustaba pero por dentro me sentía destrozado.

Al paso de dos semanas Eric por fin me presento a la enfermera que estaría a mi cargo, 

El llego como a las 6:30, lo bese de inmediato.

-Hoy me pesaron Eric, aumente 700gr-me beso la mejilla y sonrió

-Yo tambien tengo buenas noticias, encontré a la enfermera que trabajará contigo.

-No…¿no crees que solo estoy bien?, estoy progresando

-Te dije que esta era la condición-suspire, esperaba ver una pequeña y amable enfermera que fuera fácil de asustar con alguna porquería, pero Eric no es idiota-Annet puedes pasar-Eric sonrío satisfecho y entonces la mujer entró, era una señora de unos 56 años aproximadamente, media como 1.68cm,cabello cobrizo atado en una coleta alta impecable, ojos café claro que taladran tu cerebro, delgada pero con un cuerpo trabajado, muy guapa la señora aunque si yo fuera mayor y heterosexual saldría huyendo en serio, era una mujer con mucho carácter y eso se veía a simple vista, para completar su ruda figura llevaba un cigarrillo entre los rojos labios perfectamente delineados, me quede con la boca abierta.

-No mames-di un paso hacia atrás y me escondí usando a Eric de escudo

-No tengas miedo mocoso, si tu obedeces yo seré amable-me dijo ella-¿es enserio Eric? ¿Me esperaste dos semanas para un chiquillo? Pudiste escoger a cualquiera.

-Si le pongo a cualquier enfermera se va a deshacer de ella en 2 dias, necesito a alguien que pueda encargarse enserio de él, y confío en ti asi que bueno, te espera mañana a primera hora, pasa con Dan por sus horarios y medicinas.

-Como ordene señor-ambos rieron amistosamente-nos vemos mañana niño-asentí, ella se marchó-¿porque esa mujer?, ¿acaso me odias?

-Ni siquiera la conoces

-Da miedo

-Exageras, si te portas bien ella será buena

-¡Ya te dije que solo estoy bien!, subí más de medio kilo yo solo, voy bien.

-Sí, y por eso mismo no dejare que retrocedas-me apretó la nariz-tampoco quiero que atentes contra tu vida-lo mire con duda-la tristeza acompañada de soledad te arrastran muchas veces al suicidio y tu ya tienes antecedentes de eso.

-No estoy deprimido

-No me haces pendejo mi amor, te han escuchado llorar cuando crees que nadie lo hace, y recuerda que cuando yo bebo tu sangre puedo sentir tus emociones, y mi vida, sólo estás fingiendo que eres feliz-me quedé callado un rato.

-No me quiero suicidar, solo quiero estar contigo

-¿Cuál es el motivo de tus lágrimas Chris?

-No sé...quiero sentirme seguro, tener certeza de que cuando despierte estarás ahí, saber que puedo recuperarme una vez más-y por supuesto que comencé a llorar en ese momento, el me abrazo-quiero sentir amor.

-Claro que vendré, y tu te repondras, creo en ti, volverás a ser ese chiquillo burlón precioso que se sienta en mis piernas y se burla de quien se le pone enfrente, pero para eso tienes que cooperar-me subí a una silla y lo abrace del cuello, luego lo bese con necesidad.

-Quiero pasar la noche contigo Eric, te necesito, por favor-me abrazó y acarició mi espalda con delicadeza

-Te he dicho que no, no te voy a tocar hasta que te recuperes-la verdad es que yo no tenía ganas de tener relaciones sexuales, mi cuerpo estaba tan deteriorado que esa necesidad había pasado a último plano, sin embargo mi cabez no podía procesar que alguien, en este caso Eric, hiciera algo bueno por mi y yo quería dar algo a cambio para mantenerlo feliz e interesado en mi, y pues la única manera que conocía era ofreciendo mi cuerpo, además también quería sentirme amado, sentir el calor de su cuerpo, si...sufria mucho por amor era principalmente lo que me tenía deprimido.

Me aferre a su ropa y recargue mi frente en su pecho aun de pie.

-Quiero un bebé-solté de repente, lo deseaba, quería corregir todo lo malo que hicieron mis padres conmigo y quería amor real solo para mi, alguien que no me deje de lado ni me mienta, me sentía tan destrozado.

-No-respondió a secas

-Eres un niño, no pidas eso tan de repente y menos ahora en tu estado.

-¿Cuando me mejore?

-No Chris, no estas preparado.

-Después, en el futuro Eric, dame un bebé, no te pediré otra cosa, quiero un bebé, no importa que tu no quieras un hijo mío, yo lo criare solo-me miro fijamente, dudoso e incómodo, en esos momentos yo no lo entendía, pero ahora lo entiendo mejor, el tenía razón ¿que haría un niño cuidando a un bebé?, ah pero yo necesitaba una razón para aferrarme a la vida y al parecer lamerle los pies a un vampiro ya no era suficiente.

-Te lo dare despues-solo lo decía para que parara y claro que funciono, lo abrace con fuerza y sonreí-me esforzare mucho, te amo.

-Ok, entonces quiero que obedezcas a Annet en todo lo que te diga, tu sabes bien que tu cuerpo ahora mismo sería incapaz de dar vida Chris-asentí-quiero que te alimentes y te mediques adecuadamente, debes ponerte fuerte si algun dia quieres ser capaz de dar vida.

-Si, si, lo hare Eric, ¡lo prometo!-la promesa implícita de que el me embarazaria en el futuro era suficiente motivación para que yo deseara salir adelante.

-Bien...ahora debo ir al trabajo-me entristecí de nuevo y lo solté.

-¿Porque no te quedas conmigo un rato?

-Tengo cosas que hacer

-Es aburrido estar solo aquí encerrado

-Salgo de la ciudad, es un viaje muy rápido, no puedo llevarte conmigo.

-Ok

-Chris-hizo una mueca de fastidio-mientras estés aquí con ese cuerpo tan débil...no me llevaré a la cama a nadie siempre y cuando tú cooperes aquí-abrí los ojos con sorpresa y lo mire directo a los suyos.

-¿Enserio?-si les soy honesto jamás le creí, bueno quizás en ese momento lo hice porque me puse muy feliz sonreí como no lo hacía en meses creyendo que todo se estaba solucionando.

-Lo prometo-se agacho a besarme-despues volveras al bar a fastidiarme-asentí-ahora déjame ir-me acarició el cabello-eres un buen chico-sonreí con algo de tristeza, luego Eric dirigió sus manos a su oreja izquierda y se quito mi pendiente-se me había olvidado regresarte tu placa mi amor, tenemos que volver a perforar tu oreja.

-¡Si!-de nuevo me alegre-le dire a Annet que me la ponga otra vez

-Bien- luego se fue.

Yo me subí a la habitación a mirar televisión, luego cene y me fui a dormir.

A la mañana siguiente cuando me desperté Annet ya estaba esperándome dentro de la habitación sentada en el sofá, leía un libro, no me sorprendi de verla ya que las últimas semanas me había acostumbrado a que Dan estaba ahí al iniciar la mañana, la mire fijamente.

-No te quedes ahí, di "buenos días".

-No hay nada bueno del dia-me recosté otra vez y me cubrí con las cobijas, ella fue de inmediato y me las quito de encima y las hizo a un lado.

-Debo inyectarte-me baje el pantalón de la pijama

-Hágalo

-Soy tu enfermera no tu criada, levantate

-No quiero, haga su trabajo y déjeme en paz

-Necesitas ser disciplinado Christopher-se acercó y me levanto ahora la playera, luego se quitó el cigarrillo de los labios y recargo la punta aún encendida en mis costillas por un segundo, retrocedí y grite de dolor.

-¡Hija de puta!-comencé a llorar-le pagan para que me cuide

-No hay que confundirse pequeño-sonrío-eric me paga para que recuperes tu salud no para ser tu niñera y cumplirte los caprichos, desde ya vamos a dejar las cosas claras Chris, yo doy una orden y tu la cumples, ¿ok?-no conteste, toque el lugar de la quemadura.

-¡Esto empeora mi salud!-señalé el punto rojo en mi piel

-Si no quieres castigo físico vas a tener que obedecer, Eric me dijo que si tu no eras lindo conmigo yo tenía permiso de ser ruda.

-Tch...vale-le dije de mala gana, me levante y expuse mi piel para que me inyectará, luego iba a volverme a acostar para llorar mis penas a gusto pero me detuvo, alzó mi cara para que la mirara.

-¿A donde crees que vas?

-A seguir durmiendo

-No vas a volver a la cama, quiero que te bañes ya, luego vamos a bajar a desayunar, de hoy en adelante no te van a subir el desayuno a la cama-asentí de mala gana-ya no vas a estar aquí solo deprimiendote niño, no solo se trata de que subas de peso, tienes que ejercitarte y vamos a tratar tu mente también.

 

-Usted está loca, ¿cómo piensa que voy a ejercitarme si me duele hasta el dedo gordo del pie?

-¿Y de quien ha sido la culpa?, ¿mía acaso?-negué y me fui a bañar.

Cuando salí, baje a desayunar ella ya estaba sentada a la mesa, afuera hacía frío pero la casa de Eric tenia calefaccion asi que baje descalzo con un pequeño short y una playera sin mangas, ella me vio reprobatoriamente

-Quiero que te cambies, pareces una ramera, además afuera hace frío y vamos a salir.

-¿Puedo comer primero?-me sirvieron el desayuno-además ¿Eric no le hablo de mi?, ¡no parezco!, soy una ramera con pene-comencé a comer

-Pues ya no más

-¿A dónde iremos?

-A un hospital

-Ya los conozco

-No me importa, tu no eres mi unico trabajo asi que iras conmigo y te portarás bien, te mantendré ocupado-guarde silencio y ambos continuamos con el desayuno, después de un rato volví a hablar.

-¿Porque y de donde conoce a Eric?

-Lo conozco desde hace 32 años, somos amigos, yo pertenecía a un grupo contrario, él lo deshizo y me contrató, ha hecho mucho por mi, a cambió le corresponde cuando el necesita favores como este.

-¿Quemar su propiedad?-me referia a mi mismo

-Ya, ya,deja de llorar, ¿tú cómo lo conociste?, vamos,¿llegaste a este punto por un pito?

-En primer lugar, yo ya era un drogadicto antes de conocerlo así que este estado no es por el-desvie mi mirada de la suya sabiendo que mentía por completo-lo conocí porqué soy prostituto, buscaba dinero, nos liamos un par de veces y me encontro asi, supongo que le di lastima y ahora me esta ayudando.

-Si, claro, tu crees que soy tonta, Atsushi tiene tu expediente y me lo pasaron a mi Chris, llevas más de un año relacionado con Eric.

-Bueno, pero no todo es mentira, si soy prostituto, entre a su bar por dinero y me compro el, pasaron muchas cosas y me enamore, él se encaprichó y aquí estamos-continúe comiendo.

-Quiero que subas 750 gr por semana-asentí

-El médico dejó dieta para mi, estoy consumiendo muchas calorías

-Bien-ella termino antes que yo pero me esperó, luego de nuevo me mandó a cambiarme la ropa, me puse unos jeans rasgados y un suéter rosado, tampoco lo aprobó con la mirada y eso me hizo sonreír.

 

Luego, efectivamente fuimos a un hospital, su hospital, ella era dueña o por lo menos asociada importante de un hospital donde además también era jefa de enfermeras o algo así, yo era meramente un favor para Eric porque dinero no le faltaba a esa mujer, y sí que debía amar su profesión a pesar de ser tan grosera porque si ejercía.

-Bienvenido chiquillo, sígueme

-¿Cómo lo consiguió?

-Trabajo duro-yo tenia entendido que los médicos ganaban más, y supe que era prácticamente de ella porque lo menciono en el camino-y yo si supe aprovecharme del patán de Eric Sammet-el comentario me hizo fruncir el ceño.

-¿Se lio con el?

-El hospital era de él, solo lo usaba para lavar dinero pero sus propiedades no le importan mucho que se diga y si, estaba liandome con él, se lo pedí y prácticamente me lo obsequió a cambio de ayudarlo cuando me lo pidiera.

-¡Puta madre!-¿yo no era especial si no uno más de su lista de amantes?-¿Cuánto duraron juntos?-pregunté ansioso.

-Me acosté con él un par de veces, relájate, mi relación con el no era de amante, era algo más profesional que nada, yo trabajaba codo a codo con Atsushi solo que yo me llevaba bien con Eric,te lo dije algo parecido a una amistad aunque él no usa esa palabra, pero nada íntimo como lo que parece que ustedes tienen-me tranquilice un poco-y pues lo conoces, es un monstruo caliente te asi que termine e en la cama con él un par de veces

-Ya veo-suspire

-Ya, mucha charla, ven conmigo holgazán, quiero enseñarte a un par de pacientes.

-No se que pretende-me coloco una bata y un cubrebocas, me agarró del hombro y me condujo a ciertos cuartos del hospital para ver a varios pacientes, y ustedes diran ¿Que tipo de pacientes y para qué?, pues es obvio, me llevo a ver casos graves de drogadictos, un cocainómano con el tabique destrozado, uno más con el paladar agujereado y las piezas dentales destruidas, adictos a la heroína que contrajeron VIH y por las agujas se habían infectado la sangre, enfermos terminales de cáncer, enfisema pulmonar, cirrosis, y eran pacientes que tenían un chingo de dinero y estaban siendo atendidos, no podía imaginar a la gente como yo, era horrendo, yo ya sabía de las consecuencias pero nunca lo había visto tan de cerca, quería vomitar, no de asco si no de estrés-Yo…yo ya sabía las consecuencias, se que morire asi-me temblaron las rodillas

-No tiene que ser así, Eric te está dando elecciones.

-¡Lo sé!, lo sé, ¿bien?, ¿no me estoy esforzando a caso?-las miradas se fueron sobre nosotros y yo rompí a llorar de inmediato.

-Perdon por esto, pero él me lo pidió, no quiere que acabes igual que ellos, estas personas están a punto de morir, tu no, tu estas a tiempo, tus órganos aun funcionan y tu cabeza también Chris, asi que necesito que dejes de llorar, te agarres bien los huevos y deja de querer llamar la atención porque ya la tienes-me dio un golpecito en la cabeza-si no sales adelante esta vez no podrás culpar a nadie, tienes el apoyo, aprovechalo.

-Si

-Y deja de llorar-asentí aun moqueando, estaba cansado de ser débil, iba a convertirme en un hombre que pudiera estar a lado de Eric sin que sintiera vergüenza...Eric, mi mundo seguía girando a su alrededor y eso tampoco era sano.

 

Mi rutina con Annet era mucho más dinámica que en la horrenda clínica, estaba con ella todo el dia, todos los días, desayunaba, comía y cenaba con ella, la acompañaba a cualquier lugar que se le ocurriese y me traía en chinga, no dejaba que mi cabeza pensara en cosas innecesarias, yo la asistía como una mula de carga en todo lo que ella necesitara, tambien me ponia a leer pequeñas lecturas para luego hacerme mil preguntas, si tenía que revisar algún trabajo se inventaba cualquier tarea absurda para mantenerme ocupado, total que al regresarme a casa yo caía rendido de cansado y dormía bastante bien, la desventaja es que casi no estaba viendo a Eric, ya sea por su trabajo o porque me quedaba dormido, nos veíamos una vez por semana masomenos, el estaba feliz de ver mis avances y eso me hacía feliz a mi,  lo demás supongo que todo era positivo, estaba recuperando peso a buen ritmo, mi piel y cuerpo se veían más saludables ya no me veía como una bolsa de piel con huesos además el estar ocupado hacía que mi cabeza no pensaba casi en cosas tristes.

En cuanto a las drogas también todo estaba resultando exitoso, me estaban haciendo un tratamiento similar al de los bebés que nacen adictos por culpa de las madres también adictas, osea me mantenían las dosis de sustancias nocivas muy controladas para en un momento dado eliminarlas por completo, y ese momento sería bastante pronto según yo; Annet era como Atsushi pero en mujer, gruñona pero buena persona y admitiré que aunque era una hija de puta a veces, le estaba agarrando mucho cariño.

Otra cosa que también recupere fue mi apetito sexual, claro que me tenía que conformar con hacerme unas pajas yo solo ya que Eric siguió firme en no tocarme hasta llegar al peso indicado por el doctor, yo estaba ansioso por lograrlo y en ese punto no faltaba mucho, en total ya habían transcurrido 5 meses, ya tenía 15 años y por primera vez estaba feliz de estar vivo.

Eric había salido de viaje a América y dure una semana y media sin verlo, obviamente cuando regreso me puse contento.

-Chris, regrese-me encontró en la sala medio dormido con el televisor de fondo.

-¿Como te fue?-se agacho a besarme, me incorporé despacio y correspondi-Annet esta loca, me trae en chinga todo el día-lo abracé-te extrañe mucho.

-Ya te oí crío, si no quieres que te trate peor cierra la boca-me sobresalte no recordaba que ella seguía en la casa, Eric y ella se rieron-me voy Eric

-Gracias Annet.

-Nos vemos mañana mocoso.

-Adiós-se fue, Eric se sentó en el sofá y me abrazó con cariño como cuando está cansado y estresado pero no de mal humor.

-Te ves muy bien Christopher-me beso la mejilla un par de veces-tu piel se ve saludable, me puso de frente a él-abre tu boca-así lo hice-¿estas llendo al dentista?-asentí-perfecto

-Llegue a los 55 kg Eric, lo logre

-Aún no, necesitas llegar a 57

-Me estoy esforzando, llevó un mes ya limpio Eric, deberías estar felíz

-Lo estoy, pero no te voy a felicitar a medias, aun te queda camino por recorrer-agache la mirada

-Si Eric-sonrío y me besó, me acarició el cabello mientras profundizaba más, introdujo su lengua en mi cavidad bucal, cerré los ojos disfrutandolo, como dije, tenia mucho tiempo que Eric no me tocaba ni me besaba así, no pasaba de un beso pequeño de pico y de acariciar mi pelo como a un niño, suspire y lo abrace del cuello, al terminar el beso me mordió ligeramente el labio inferior.

-Estoy ansioso Eric, ¿podemos hacerlo?, te he extrañado mucho-me besó de nuevo, luego juntó nuestras frentes y asintió, lo bese yo esta vez-¿mi cuerpo esta bien?, ¿te gustó?

-Me gustas, Annet está haciendo un buen trabajo contigo-me acarició hasta legar a mis nalgas, me sujeto de ahí para poder levantarse conmigo en brazos, llevaba un par de caricias y yo ya estaba excitado.

-¿Cual buen trabajo?, ya van 3 veces que me quema con su cigarro-lo bese-bueno...últimamente ya no.

-Debe ser por malcriado, si no te conociera sentiría pena-subimos a su cuarto-le diré que no lo haga más, ya tienes muchas cicatrices.

-¿Te dan asco?

-No, vamos a la cama-abrió la puerta y entramos, antes de que me bajara sobre el colchón le besé el cuello y luego lo mordí con fuerza, sonrío, luego me bajo sobre la cama y se puso sobre mí, lo agarré del cuello y lo jale para poder besarlo, cuando me separe de el me beso cerca de la oreja y bajó despacito a mi cuello, gemí, estaba muy sensible.

-¡Dios!

-¿Tanto me extrañas?

-¿Que esperabas? Llevo tiempo en abstinencia, es lógico

-Yo también-intentó sonar serio pero se le escapó una sonrisa

-¿Tu esperas que yo te crea?-lo besé y reí, me gustaban las expresiones faciales de Eric cuando estabamos solos, se veia mas humano.

-Te lo prometí-hasta la fecha no le creo ni una palabra de ese tiempo, solo el sabe si dijo la verdad.

-Bueno, en este momento no me importa-lo besé y subí mi cadera-hazmelo-suspire-por favor-se apartó un poco para quitarse la camiseta y también sacarse la suya.

-Mucho mejor-me beso el cuello sin prisa, besos delicados, y ese "mucho mejor" era para el estado físico de mi cuerpo-¿que es esto?-bajó, me beso el pecho y luego las costillas que fue donde señaló una marca no tan vieja.

-Annet con su puto cigarro te lo dije, pero ya no me duele-me dio otro besito antes de regresar a mi boca, luego se giró con cuidado para que yo quedara encima de él estuvo basándome largo rato, a la par fue quitándome el resto de la ropa, me acarició y apretó mis muslos y mis nalgas, masajeando y separándolas, yo correspondía los besos y gemía cada que nos separabamos por más aire.

-En ese cajón hay lubricante mi amor-señalo la mesa de noche a nuestro costado, de inmediato se lo pase, me beso un par de segundos más para luego volver a cambiar de puesto, de nuevo el arriba y yo abajo, se arrodilló frente a mi y me abrió con cuidado de piernas, subió mi cadera a sus rodillas para que le diera visión y comenzó a lubricarme con cuidado, aferre ambas manos a los costados de la cama en las sábanas, como dije estaba bastante sensible y sus manos atendiendome se sentían muy bien; mi cuerpo conocía ya tan bien sus manos así que fue fácil para mi relajarme y darle paso a sus dedos, cuando entraron 3 sin mayor dificultad, Eric doblo mis piernas hacia el frente, luego hizo que las subiera a sus hombros y me penetró-¿estas bien?-acarició mi cara, la posición me resultó bastante cómoda, gemi fuerte y suspire en un intento de calmarme un poco, aún no quería correrme

-S...si Eric...muévete-moví la cadera para sentirlo, empezó con movimientos lentos, yo atendí mi pene con una de mis manos, ya estaba húmedo, no tardaría mucho en eyacular, Eric iba aumentando el ritmo, lo escuche gemir a el tambien y eso me excito aun mas, yo amaba esa manera de ser de Eric, a el no le importa dejar salir su masculina voz mientras coje, la mayoría de los hombres son silenciosos y me parece incomodo, tengo que mirarlos para saber si disfrutan, Eric no, Eric lo demuestra y eso es fantástico, una vez más, lo hace más humano-Eric, ah...ahí...Eric-el continuo moviéndose, la verdad no tarde mucho en correrme, él continuó un poco más, me giró y me puso en 4 para estar mas comodo, yo ya estaba medio apendejado por el orgasmo y como seguía sintiéndome bien la otra posición ya no era tan buena, luego de un ratito más el también se corrió, salió de mi interior y se acostó junto a mi para besarme otra vez.

-¿Estás bien?-asentí aun con mi respiración agitada

-Muy bien-sonreí, me giré despacio para acomodarme entre sus brazos, nos acostamos de frente-estás siendo cuidadoso y cariñoso conmigo-me beso la frente.

-Te lo ganaste-levante un poco la cara para buscar sus labios, vi que de repente hizo una mueca.

-¿Que?

-Mierda...lo olvide

-¿Que?

-Se supone que debo cuidar que no quedes preñado, aun no estan inyectandote nada ¿verdad?

-No que yo sepa, pero si pasa no me molestaría

-Ya hablamos de éso Chris

-Si, si, lo sé, pero no es mi culpa, ese horrendo doctor no me ha dado nada

-No es su culpa, los enviaran, eres chico, es un medicamento especial-suspire y me acaricie el abdomen

-¿Y entonces?, si lo conseguiste ¿puedo conservarlo?

-Hablas como si fuera una mascota…¿como lo llamarás?-solo estaba jugando y el me siguio el juego, no estaba embarazado obviamente.

-Mmm...veamos, lo llamaré Gared…¡o Kain!, también es lindo ¿no crees?

-¿Asumes que sera varon?

-Si cuido bien de él, y es un "él", va a quererme y de grande puede cuidar de mi y protegerme, ambos nos cuidariamos, y creo que en un ambiente normal ser un hombre seria mas facil...lo enseñaria a no lastimar a otros y rompería el ciclo, por eso quiero un niño.

-Yo cuido bien de ti

-Quiero un amor incondicional...tú a veces eres muy cruel-me abrazó

-¿Quien te garantiza que será bueno, o siquiera que te caerá bien?

-Yo lo se, porque yo lo amaré desde el primer momento, sería un amor completo no uno a medias como esto.

-Tch...de una vez te digo que si te llegara a preñar yo no cuido niños

-¿Quien dijo que te quiero cerca de él?-puso cara de ofendido, yo me rei-solo quiero que tu lo engendres no que lo cries.

-Entonces espera un par de años-beso mi frente-o buscate a cualquiera que te lo haga aunque ya te lo dije, yo no buscaré a alguien con un bebé ajeno..

-Si, si, esperare-rodé los ojos-no me buscaras ni aunque fuera tuyo

-Solo si eres tú-sonrío de lado, esas palabras me causaron un fuerte sonrojo.

-Te amo Eric-levante mi cara y lo besé

-Solo es obsesión cariño-me besó-ambos estamos mal-me abrazó para acomodarme ahora ensima de el, me beso el cuello y luego con la delicadeza que se le podía dar al acto me mordio para alimentarse de mi, me quejé un poco porque al inicio siempre duele, pero jamás podría negarme a que beba de mi ya que no es solo alimentarse, cuando lo hace dice que experimenta diferentes cosas, por un lado está el vínculo momentáneo que forma con su víctima, puede conocer fragmentos importantes de su vida, sentir cada una de sus emociones fuertes lo cual le causa un placer indescriptible, cuando bebe de mi sangre siempre se limita a un par de tragos, sin embargo cuando lo hace con otros lo hace sin miramientos dejándolos mal por la falta de sangre o incluso llevándolos al borde de la muerte para luego abandonarlos, por eso mismo me siento aún más especial porque no me hace daño, siendo él, la bestia que es puede controlar su hambre y deseos conmigo, ¿como no significaría algo ese acto?; mientras lo hacía enrede mis dedos en su cabello y acaricie su pecho.

-Te amo-repetí una vez más, el se separo de mi y me beso en los labios largo rato, hasta que el calor comenzó a subir de nuevo e iniciamos una vez más.

Cuando Eric termino de darme amor se sentó contra la cabecera para ponerse a trabajar con su laptop, yo me acosté a su lado y abracé su pierna.

-¿Qué tanto haces Eric?

-Trabajo obvio, Chris, dentro de 2 semanas voy a ir a Japón-alce mi mirada hacia él-va a ser tu regalo de cumpleaños, vienes conmigo.

-¡Wow!, ¿hablas enserio?, yo nunca he salido de la ciudad, mucho menos del país-me para en la cama y brinque, estaba feliz, él sonrió-Eric no tengo papeles ¿puedes sacarme del país?, además falta mucho para mi cumpleaños.

-No te di nada para tu cumpleaños 15, y estabas muy débil para salir, por los papeles no te preocupes, con dinero puedes tener lo que tu quieras, claro que puedo sacarte del pais sin problemas, me senté de nuevo con mis piernas a los lados de las suyas, dejo la laptop a un lado para dejarme besarlo y abrazarlo-¿entonces quieres venir o no?

-¡Claro!

-Ya, ya relajate, no grites, me quitas paz-me acomode de nuevo a su lado y él siguió trabajando

-¿Te irás?

-Tengo asuntos bebe, si me ire-suspire

-Me gustaría poder pasar más tiempo contigo

-Debes dormir

-Odio que seas un vampiro

-Te recuerdo que si no lo fuera llevaría siglos muerto así que mejor callate-resople,cerré los ojos y después de un rato me quede dormido; verán el cuerpo de Eric la mayor parte del tiempo tiene una temperatura templada o fría, pero yo al estar junto a él me sentía cálido.

Cuando desperté a la mañana siguiente contrario a lo que yo esperaba ahí estaba Eric, había regresado conmigo, su cuarto no tenía entradas de luz natural así que no había problemas, le bese los labios repetidas veces, me sentía extremadamente feliz de tenerlo ahí a mi lado.

Bien, me levanté y me meti a bañar, me estaba muriendo de hambre así que ni me moleste en vestirme más allá de la ropa interior y baje a la cocina a desayunar, estaba tan metido en mi burbuja que había olvidado por completo a Annet y mis medicinas, en la cocina me la encontré con muy mala cara.

-Buenos días

-Son las 12 Chris

-Me quede dormido, ¿porque no entro?-sonreí con burla

-Si el cadáver se queda aquí nadie entra al cuarto-reí, ella me sonrío

-Estas feliz niño, ¿por fin te dieron de comer?-me sirvieron de comer

-No sabe que tan feliz estoy, me arde cuando camino

-Eres asqueroso-nos reímos-ven para inyectarte, me hacerque y de inmediato lo hizo, luego me senté a tomar mi desayuno, Annet solo bebia cafe

-Eric me llevara a Japón-comente con alegría

-Lo sé

-¿Usted vendrá conmigo?

-No, sabes que no puedo desatender mis cosas, además tu dosis de medicamento ya es muy baja, pronto podrás dejarla, Atsushi estará haya y yo voy a confiar en que tu vas a portarte bien.

-Si, me portare bien, además, mi cuerpo empieza a gustarme y le gusta a él, no quiero lastimarlo de nuevo.

-Bien...demonios que pedofilo.

-Pronto cumplire 16, y el no es humano no cuenta.

-Aun así hazlo solo por ti no por el, que el sea solo un plus-asenti-además pequeño engendro, si tu tienes una recaída en Tokio voy a apagar uno de estos-sacó un cigarrillo de la cajetilla-en tu cabeza y no estoy hablando de la que está sobre tus hombros-de solo pensarlo sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal, ella se burló de la mueca que hice.

-Me portare bien

-Es todo lo que pido, bueno, termina y vámonos-asentí mientras me llevaba la cuchara a la boca.

Yo era masomenos el gato de Annet, pero ya me había acostumbrado y hasta llegaba a ser divertido.

Ese día le pedí a Annet que me dejara volver antes, quería estar en casa cuando Eric despertara, aceptó a regañadientes ya que ella aún tenía que hacer cosas y yo no debía andar solo en la calle, pero me dije que iría directamente a casa.

Debo admitir que me desvie un poco del camino y decidí hacer una parada en el cementerio.

La tumba estaba muy descuidada, tenía demasiado tiempo que no iba a verla, las flores de muchísimos meses atrás estaban secas y solo quedaban varitas con telarañas, me acerque como un niño curioso y me puse a lavarla, me sentía mucho más tranquilo que otras veces que había ido a verla, robe unas flores de otro muerto para ella y ya saben, empecé con mi monólogo de niño perturbado.

-Hola, estoy mejor, ¿ves?, no he ido a casa en mucho tiempo pero de seguro de que Eric la tiene bien...estoy viviendo con él, me va a llevar a Japón digo por si te interesa, el cuida de mí, a su manera pero lo hace asi que estare bien-sonreí un poco-se que no debe importarte pero ya lo dije, no estare en un tiempo aqui asi que adios-me sentí bien por haber limpiado la tumba, había muchas maltratadas y eso era triste, ella no lo merecía pero bueno, me nació hacerlo.

Luego de esa pequeña visita regrese a casa, me duché y fui a la cama a esperar que Eric despertara, quería verlo "revivir", acomode su cabeza sobre mis piernas , acaricie su rostro y su cabello durante un rato, para nada era aburrido mirar a Eric, al contrario me parecía algo fascinante, estaba tan acostumbrado a él que a veces olvidaba que era un monstruo real, las venas se marcaban en su piel, su expresión facial era tan pacífica pero a la vez amenazante, no sabría realmente ¿cómo explicarles lo que era ver a un vampiro de cerca?, podría verse muy humano pero a la vez no, tenia algo mas, algo que de cierta manera generaba terror, su energía, su apariencia, no lo sé, pero cómo dije, después de acostumbrarme supongo que lo toleraba bastante bien, quizás por eso decide ocultar su cuerpo mejor, por seguridad y para no mostrar esa extraña apariencia y energía a otros.

Mientras ésos pensamientos cruzaban mi mente sentí movimiento en él, su corazón comenzó a latir de nuevo, lo mire fijamente, el ligero movimiento en sus párpados y luego como esas hermosas y largas pestañas rubias se alzaban para descubrir sus ojos grises, sus labios tomaron un ligero tono rosado lentamente, su piel seguía fría pero se veía un poco más ¿vivo?, guardó silencio durante varios minutos, me dejo acariciarle el rostro, sonrío ligeramente, luego me acarició una pierna.

-No esperaba que estuvieras aquí

-No llevo mucho

-Lo se, te sentí

-¿Quiere decir que estas semiconsciente?

-Algo así, ¿como fue tu dia?

-Bien, normal, fui al cementerio

-¿Enserio?, ¿ya no te afecta?

-Para nada, aunque sigo sin saber que sentir por ella, le dije que me llevarías a Japón-me sonroje, creí que se reiría pero no lo hizo, se incorporó impulsado por sus brazos

-Voy a ducharme-se quitó la camisa-¿Quiere ir al bar?-también los pantalones, me quedé observando, como me encantaba el cuerpo de Eric en todos los aspectos

-¿Enserio?, ¿puedo?

-Estoy aburrido y Jade aunque antes casi ni se me acercaba ahora me atosiga preguntandome por tu flaco trasero.

-Ya no estoy tan flaco

-¡Imagina la sorpresa que se llevará!-terminó de quitarse la ropa y se metió al baño, yo me acosté abrazando su almohada, toda la habitación olía a él y eso me relajaba, dormite un poquito, estaba cansado, como ya les he dicho Annet no me daba tregua me tenia activo todo el dia y por ende estaba cansado.

Cuando lo oí salir del baño me puse de pie rápido para espabilar, como siempre se veía impecable, traía jeans obscuros, cinturón y botas de cuero, una camiseta sencilla negra y su chaqueta de cuero, se peino el cabello hacia atrás, se colocó una gruesa cadena de oro blanco en el cuello y sus numerosos anillos, tan masculino y vanidoso.

-¿Listo?

-Si-me acomode un poco el cabello-listo

-Pues vamos que tengo muchas cosas que hacer.

Llegamos al bar, saludé a los cadeneros quienes me vieron con gran sorpresa, bueno cuando entre todos me vieron con sorpresa, pues claro, llevaba mucho sin pararme allí.

Me acerque a saludar a Charles, entre primero que Eric, y ahí parado frente a la barra había un enorme hombre pelirrojo muy atractivo, no, era un vampiro, me emocioné, si bien para muchos los vampiros aún son verdades a medias, algo que solo puedes comprovar viéndolo por ti mismo, ver a 2 en el mismo lugar esa algo fascinante, me puse un poco alerta e involuntariamente le clavé la mirada.

-¡Dag!-la voz de Eric me redirigió la vista a él, se acerco y abrazo al tipo de manera bastante familiar siendo de inmediato correspondido-no te esperaba para hoy, vamos a mi despachó-su voz era amistosa cosa que no ocurría muy a menudo exceptuando nuestros momentos a solas.

-¿Y ese mocoso?-me sobresalte-no me deja de ver desde que entró-se río

-Ah, es Chris

-¿No mames que trabaja aquí?

-No, no, solo es mío-gire la cabeza indignado, no tuve la mejor primera impresión de Dag pero no podía ladrar sin conocerlo, me exponía a que me reventara un golpe-no te metas en problemas baby-se dirigió a mí antes de que ambos se metieran al despacho, suspire y me fui a buscar a Jade.

-Hola-entre al vestidor, estaba dándome la espalda, se giró rápidamente al escuchar mi voz y se lanzó a abrazarme.

-¡Christopher!, ¡como estas!, he estado tan preocupada-me estrujó contra su pecho

-Estoy bien, ¿porque preocupada?

-Desapareciste de la nada, luego supe por boca de Atsushi que tu y el jefe rompieron, me deprimi, pero no se donde vives y el se marcho, luego volvio a venir y le pregunte, porque preguntarle al jefe directamente me daba miedo, estaba de mal humor todo el tiempo y supe que te habías puesto muy mal otra vez por problemas de drogas, y mira esto-me tomó de la mano y me jalo hasta las bodegas del sótano, entramos a un cuarto, encendió la luz y ahí estaban las pinturas de Jason-las encontró Charles mientras ordenaba una entrega-me acerqué a contemplarlas, ahora que no estaba borracho o drogado me parecían más sádicas de lo que yo recordaba, me dieron escalofríos por todo el cuerpo, mi rostro llorando, mis huesos marcados cada vez más conforme avanzaban las pinturas, mi cuerpo desnudo con heridas sangrantes en la espalda donde supongo yo debían estar las alas del puto ángel que tanto nombraba, mis articulaciones sobresalientes, mi cabello maltratado y sucio y ese dolor reflejado en mis ojos, ¿así lucía yo?, mis manos estaban sudando, salí corriendo del cuarto  hiperventilando.

-Es como una pesadilla-cerré los ojos con fuerza.

-¡Lo se!, respetaba al jefe de cierta manera, hasta comenzaba a preguntarle sobre ti porque ya no parecía ser tan malo, pero ¿mandar a hacer estas horribles pinturas? Es bastante enfermo y aterrador.

-No las mandó pintar él-suspire para calmarme-, no se porque las almaceno o qué hará con ellas, pero cuando las vio estaba muy enojado.

-¿Ya las habías visto?

-Estuve viviendo con un chico algunos meses, cuando me separe de Eric, él las pinto

-Que horrible

-No, es que exceptuando las heridas en mi espalda o las estúpidas alas, así lucía exactamente hace 5 meses

-Ay cariño, hubiera llorado si te hubiera visto, bajo sus manos y me apretó las nalgas, pero mírate ahora, te ves muy lindo enserio.

-Gracias, he trabajado duro, casi llego a mi peso, Eric está feliz y ….dijo que en un par de años dejará que tenga un hijo suyo

-Ay Chris-me abrazo bien otra vez-yo te quiero ¿lo sabías?, también el doctor, el contador y estoy segura que incluso el jefe, deja de poner esa mirada de dolor y soledad , me duele-suspiré, no podía evitarlo, decidí cambiar el tema.

-¿Quien es el tipo pelirrojo?

-¿Dag?, es amigo cercano del jefe y socio, es un gran tipo, digo en lo que cabe, es simpático con todos y mucho más sociable que el jefe, es cierto, nunca te había tocado verlo, viene algunas veces al año cuando el jefe lo manda llamar, a veces se queda unos días por la zona, a veces solo viene y se va, no se mucho de ellos solo que son muy cercanos, ¿a que es guapo?

-No está mal-¿que digo?, Dag era otro hombre hermoso, por donde lo vieras era guapísimo-dices que es simpático, yo lo vi serio

-Lo es, ambas cosas, cuando está relajado suele ser muy divertido, pero en carácter general es más serio…¿como decirlo?, ¡ya se!, más frío en lo que hace, no es tan impulsivo como el jefe que suele ser un poco mas bipolar y dejarse llevar por su estado de ánimo al punto de ser violento..

-Que observadora y eso que no convives con él como yo-volvimos a la superficie.

-¿Entonces tengo razón?, digo se que es muy serio en sus negocios pero a veces nadie lo aguanta-me reí

-Shhhh...pero es cierto, es muy explosivo, y ¿también es un vampiro verdad?-las luces del bar disimulaban muy bien su aspecto sobrenatural de ambos pero como ya explique estaba bien acostumbrado a Eric y pues me daba cuenta de los pequeños detalles.

-Si, es aterrador ¿no crees?, dos criaturas sobrenaturales que de un chasquido acaban con el pueblo-se río, el susodicho salió del despacho, luego del bar-voy a cambiarme bebé, te veo mas tarde me alegra que estes bien

-Gracias Jade-se fue de nuevo al vestidor, yo salí tras Dag y lo seguí al estacionamiento, había salido a fumar, mantuve mi distancia.

-¿Que quieres?

-Saludar...hola-Eric era un hijo de puta con todo el mundo, bueno exagero, era serio al hablar con sus empleados y no era tan sociable aunque solía ser cortés y de mal humor pues era el diablo y nadie se le acercaba, por eso ver cómo saludaba a este hombre con tanta confianza y hasta cariño me resultaba  interesante, si eran amigos yo quería conocerlo y aprender mas de Eric, una nueva faceta.

-Hola, ¿algo más?

-¿Eres amigo de Eric?

-¿Que te importa?-le dio una calada al cigarro y se burlo, yo lo mire molesto

-Imbécil-me gire para regresarme al bar

-Tu debes ser la esposa-me sonroje y sonreí-qué adorable, dijo que eran amantes, lo de esposa me lo invente yo.

-¡¿Dijo que soy su amante?!-me emocioné, el sonrío

-Si pero no le digas que yo te lo dije, y no somos amigos, Eric es mi hermano.

-¿Ah?-era imposible, ambos eran guapos y altos pero no se parecían en nada, uno rubio y ojiazul, el otro pelirrojo y de ojo verde, Dag se burló de la cara que puse.


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