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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Notas del capitulo:

Hola, conozcan la historia de Dag y descubran que Eric tiene sentimientos espero les guste,  a este capirulo le tenfo mucho cariño

-El mismo sujeto nos convirtió en lo que somos

-Así que es éso, si, no se parecen en nada

-Los dos somos unos hijos de puta ¿cuenta?-le dio una larga calada a su cigarro-pero no yo soy pedofilo-se rió-aunque por una carita asi me lo pensaría-me acarició el rostro, me sonroje, la mirada de Dag es misteriosa pero no la sentí intimidante, no me asustaba, al contrario, hizo que mi corazón se acelerara un poco.

-Cuidado donde tocas Dag-salió Eric por la parte trasera, reía.

-¿Terminaste tu llamada?

-Sí, ¿De qué hablan?

-De que tu nuevo amante tiene una carita preciosa-me sonrió-¿de donde lo sacaste?

-De una importante familia, está secuestrado.

-Tch-me cabree un poco aunque se notaba que estaba siendo sarcástico-soy un huérfano prostituto, me sacó de la basura, no tiene tan buenos gustos

-Tranquilo, solo bromeo-Dag de nuevo levanto mi rostro para analizarme, me ponía nervioso-que bonitos ojos, tienes una mirada fuerte Chris.

-¿Nos vamos entonces?

-¿No tienes que llevarlo a casa?

-Si quieres me puedo ir sólo

-¿Seguro?

-Directo a casa, lo prometo

-Ok, directo a casa Chris-asentí-vámonos-se fueron en sentido contrario a mi.

Dag volteo a verme una vez más, pero no era una mirada pesada, más bien…¿nostálgica?, ¿él se veía un poco triste o era mi imaginación?

Regrese al interior solo para despedirme de Charles y Jade, luego me fui directo a casa.

Al llegar a casa primero fui a la cocina para cenar, después me senté en la sala un rato para mirar televisión, me quite los zapatos y los pantalones para estar más cómodo, puse una película de acción, pero mi cabeza estaba en otro asunto, pensaba en Eric y Dag y en la relación tan cercana que parecían tener, me gustaba conocer una faceta más de Eric y me intrigaba muchísimo el vampiro melancólico que parecía ser Dag.

No termine de ver la película, como ya era un poco tarde me quede dormido en el sofá.

Más o menos a las 2:30am Eric y Dag llegaron, yo estaba tranquilamente babeando el sillón, me desperte porque Eric me acomodo antes de que me callera.

-Chris…¡Chris!-me movió, desperte y me senté tallandome los ojos y bostezando.

-¡¿que?!

-Te vas a romper la columna, sube a la habitación

-Me quede dormido

-¿Que?, ¿Te sentías sólo?-pregunto Dag señalando la televisión, era de esos canales que cuando acababa la programación empezaban películas pornográficas-un mocoso no debería ver esas porquerias.

-No la miraba, estaba viendo una de acción-bostece-además la de Eric está más grande y más rica-se río

-Ya Chris, ve a la cama

-¿Dormirás conmigo?

-Aun tengo cosas que hacer con Dag

-¿No me puedo quedar?-lo abrace y le di un beso, estaba aún medio dormido.

-No, al rato subo

-¿Van a coger?, ¿quién será el activo?-reí

-Ambos lo seremos-respondió mientras sacaba unos papeles de un sobre amarillo.

-Estoy celoso, ¿puedo ver?

-¡Chris!-señaló las escaleras

-Si, si, ya voy-le besé la mejilla, luego a Dag

-¡Chris!-me subí de inmediato, los dos rieron, Dag me agradaba, digo no lo conocía, pero no se, me daba buena vibra.

Me acosté y casi de inmediato concilie el sueño otra vez.

Como a eso de las 6am sentí peso extra en la cama, mi sueño no es tan pesado aunque me duermo con facilidad, sentí las manos tibias de Eric sobre mí, abrí los ojos un poco.

-Shhh, duerme-me gire para acomodarme en sus brazos.

-Estás tibio, ¿terminaron?

-Aja

-¿Y él se ha ido?

-No, está en el cuarto de aqui junto, ¿estas interesado?, me pondre celoso-sonreí y alce mi cara para darle un beso.

-Solo es curiosidad.

-Es mi hermano, se quedara a cargo cuando nos marchemos a Japón.

-¿No tienes miedo?

-Si le confío mis asuntos a empleados, que no lo haga con el, el es mi hombre de mayor confianza, jamás me traicionaria, podemos confiar

-¿podemos?-me emocione mucho, me incluía en el asunto y me hacía sentir importante.

-Podemos-me abrazo de la cintura y beso mi frente-ya duérmete por un demonio

-Ok

Dormí un par de horas más, me desperté casi a las 9, me di un baño rápido y baje a la cocina, sabía que Annet ya estaba esperándome.

-Buenos días-salude

-Hola, que sorpresa, estás a tiempo

-No pase la noche con él, estuvo ocupado

-No me importa tu vida sexual Chris, me dijeron las chicas que hay visita.

-Dag

-Oh, ya veo, bueno apresúrate y vámonos, hoy tienes cita con Dan, el comenzará a inyectarte los anticonceptivos.

-Vale-hice una mueca

-No entiendo porque no te agrada.

-No lo hace y ya, quiero a Atsushi.

Llegamos y él estaba ocupado así que esperamos afuera.

-¿Usted conoce a Dag?

-Naturalmente, ¿Que hay con el?

-Nada, me da curiosidad la relación que tiene con Eric, es la primera vez que lo veo tan amistoso con alguien, con esa sonrisa tan sincera.

-¿Celos?

-No es éso...me gusta

-Eric se relaja bastante teniendo  a Dag cerca aunque a veces se pelean, no se mucho de ambos, solo que Dag es como un siglo o dos menor que Eric y cuando recien lo ve se pone feliz, no hay más detalles, ¿te gusto?, ¿vas a romper una amistad?

-No, digo el es condenadamente atractivo, pero yo tengo sexo a cambio de dinero y ahorita no necesito dinero entonces la verdad estoy muy feliz solo con Eric, no se me antoja tener sexo con nadie más, es como con la comida, no buscas mas cuando estas satisfecho-suspiro.

-Ay Chris, a esta edad deberías apenas dar tu primer beso-me acaricio el cabello y sonrió con dejes de tristeza, yo también suspiré, y por primera vez me alegré de que Dan apareciera así no tuve que seguir con el tema.

Hizo mi revisión de rutina, peso, examen de sangre y orina, mí reajuste de algunos medicamentos y la aplicación del mentado anticonceptivo.

Salí muy feliz del consultorio, había crecido un par de cm y ya estaba a nada de los 57kg, emocionalmente tambien me sentia mucho más estable y esto sonará egocéntrico pero mi pene también había crecido, por supuesto de eso me di cuenta yo sólo no el doctor, y es que era algo que me acomplejaba y esperaba ansioso que alcanzará un buen tamaño ya que me molestaba mucho que Eric se burlara de mi tamaño aunque ya no lo había hecho.

-Me informaron que viajas a Japón con el jefe

-Si

-Atsushi me pidio de favor que mandara esto, ¿podrías? El jefe estará muy ocupado y puede olvidarlo-me entregó una carpeta.

-¿Que es?

-Tu seguimiento, estudios, dosis de medicinas, calendario de inyecciones, estarán un rato haya y no quieren que dejes ni un día el tratamiento-sonreí inconscientemente, me hacia feliz saber que Atsushi se preocupaba por mi, el me gustaba, no hablo de una manera romántica, sólo que para mi el era grandioso me ayudo bastante aunque tenía un carácter horrible y me gustaba molestarlo por eso lo extrañaba y quería verlo seguramente se sorprendería muchísimo de verme casi recuperado.

Bueno, los siguientes días mi rutina continuó igual que los últimos meses, comida sana, ejercicio, trabajo y medicina, lo único que cambió fue que me dieron permiso de ir al bar a distraerme pero no diario; Eric aún no me daba una fecha exacta para nuestra partida y tampoco me quitaba el sueño, la verdad es que si tenia ilusion de ir, pero aun así estaba en un punto de la vida en la que estaba muy contento sin la necesidad de moverme del país, dijo, Eric andaba super ocupado y casi no habíamos pasado tiempo juntos, pero últimamente se dormía en su habitación conmigo y aunque suene como una tontería despertar a su lado me hacía muy feliz.

Por otro lado mi curiosidad por Dag iba en aumento, no hablábamos mucho pero lo poquito que conviviamos hacía que me interesara en él, me parecía una persona extraña, no un "extraño" malo, veamos, como dijo Jade, era simpático, bromista, él daba confianza, se veía serio y con una personalidad tranquila, de repente lo veía juguetear con las bailarinas del bar, les coqueteaba y bromeaba con ellas, yo hubiera imaginado que todos los vampiros eran impulsivos y bipolares solo porque Eric era así, pero no, eran individuos totalmente diferentes, y haciendo contraste con lo anteriormente mencionado, Dag tenía una mirada melancolica, dicen que los ojos son la ventana del alma y esos ojos verdes escondían un corazón atormentado; de vez en vez lo descubria mirándome fijamente, pero no de una manera sucia, se quedaba ahí pensativo hasta que se daba cuenta de lo que hacía y continuaba con lo suyo, quería saber mas de ese hombre.

-Dame permiso-me dio unos toquecitos en la frente con su dedo índice, estábamos en el bar y esa vez yo me le había quedado viendo a él pensando en el misterio que ocultaba el pelirrojo, le obstruía el paso al despacho de Eric, estaba justo frente la puerta.

-¿Ah?

-¿Que tanto me miras Chris?-me pregunto con una sonrisa, me sonroje

-¿No debería preguntarte eso yo?

-¿De qué hablas?

-No creas que no me he dado cuenta de que te me quedas viendo fijamente de repente.

-Lo confieso, es que aun no puedo creer que Eric se haya fijado en un chiquillo tan feo-me jalo la mejilla y se río

-¡Bastardo!, !¿No te has mirado en un espejo hijo de puta?!-yo sabía que por sus gestos estaba bromeando, también sabía que mi cara era bonita, ¡pero demonios!, mi autoestima no era la mejor y comentarios así me hacían sentir inseguro.

-¡Tranquilo!-su risa aumentó-solo bromeo, que explosivo eres, la manera en la que arrugas tu nariz cuando te enojas es adorable-el sonrojo regresó-¿porque crees que te miro?

-No lo sé-desvie mi mirada-¿quieres sexo igual que todos?

-Eres el amante de Eric, jamás haría eso-se acerco peligrosamente a mí rostro, trague saliva pesadamente, su mirada era igual de penetrante como la del dueño de mi corazón.

-Lo harías-se separó y de nuevo rei.

-Lo haría-afirmó y me revolvió el cabello-si tuvieras 6 años arriba

-Vaya, ¿ hay vampiros con moral?

-No claro que no, que no te engañe este pendejo-ese fue Eric, iba entrando al bar-este recuperó sus valores a medias pero es un degenerado también

-No empieces-ambos rieron-estaba jugando sabes que jamas te traicionaria

-Lo sé, lo sé; ¿tienes todo listo?-me señaló, tarde unos segundos en comprender, se refería a lo de Japón.

-¡Si!

-Salimos mañana a las 12 de la tarde

-¿De la tarde?

-Si, es un vuelo privado.

-¿Y tu cuerpo?-le pregunté con preocupación, se agacho a besarme y me acarició el rostro.

-El avión está preparado para mi, no te preocupes, mi piel no sufrirá.

-Aun así, si es de dia vas a sangrar y eso te afecta-Dag lo miró reprobatoriamente, se veía un poco molesto.

-¿Qué?-preguntó Eric

-¡Nada!, anda, ve y divulga todos nuestros secretos en un libro

-Tch, no seas dramático Dag...es lo único que ha visto-Dag rodó los ojos-y Chris, no te preocupes, es un vuelo largo, llegaremos de noche alla, me sacrificare un poco solamente, además tengo que trabajar durante el vuelo-suspire

-Vale

-¿Estas nervioso?

-Un poco

-Todo irá bien-me dio otro beso-y tu, pues te quedas a cargo

-Estoy ansioso por ver cuánto daño puede causarle a tu Imperio en un par de semanas-ambos se rieron de nuevo, me gustaba verlos juntos y como Eric se portaba como un hombre y no como un líder, verlo tan relajado y feliz me hacía sentir que todo iba bien también con nosotros-bueno, ahorita regreso

-Vale-entre al despacho con Eric, Dag salió del bar, Eric me beso en cuanto cerró la puerta.

-¿Quieres que conteste a tu pregunta?

-¿Cual pregunta?-bostece, él me golpeó la cabeza suavemente-auch

-¿como que cual pregunta?, ¿el porqué Dag te mira?

-¡Ah!, si quiero saber, dímelo.

-Yo no quiero herir a Dag, lo apreció bastante y se que el no abusaria de mi confianza, tampoco me lo ha dicho abiertamente pero yo lo se-encendió un cigarro y se sentó, yo en sus piernas, lo miraba totalmente interesado-Dag está o cree estar enamorado de ti.

-¡¿Que?!-me reí-no mames,  apenas y nos conocemos, casi no hablo con el

-Lo sé, no te acuso de nada-le dio una larga calada a su cigarrillo-verás, Dag tuvo un amante humano hace mucho tiempo y se parecía mucho a ti, obviamente ahora está muerto-acarició mi cara-hasta que lo vi mirate como lo hace no lo había pensado mucho, te pareces demasiado-me sentí triste al escucharlo-ni siquiera sé porque no había prestado atención a ese enorme detalle, claro en personalidad son muy distintos

-¿No estas enojado?

-No, y no te preocupes, confío ciegamente en el, hazlo tú también-asentí

-Que triste

-Si...no lo menciones

-Ok-guarde silencio, estuve ahí con él un rato, luego salí al bar y volví, me estaba aburriendo.-Ya me mareaste, si estas aburrido vete a casa

-Me aburro más allá

-¿Extrañas la puteria?

-No es eso, solo quisiera un dia normal

-¿Como?, ya es tarde deberías dormir

-Ya mañana no veré a Annet así que no importa, y me refiero a salir un dia contigo...como una pareja-su expresión fue de sorpresa aunque intentó disimularlo, pensé que se burlaría pero no fue así.

-Chris...nosotros no tenemos una etiqueta ¿ok?

-Es un decir...déjame mentirme aunque sea un poco-suspiro

-Cuando termine mis asuntos en Japón te voy a regalar tiempo-salte sobre el escritorio.

-¡¿Enserio?!, regalame una cita Eric-lo abrace

-Ok

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo-le plante un beso en los labios, sonrió y en ese momento se escuchó el "click" de una fotografía.

-¿Te imaginas si la vendo?i-Dag acababa de entrar

-¿Te imaginas si te rompo la cara?

-Ya, lo siento, termine mis asuntos, todo esta listo-yo lo mire mal por haber arruinado el momento

-No me veas así que yo no sabia que se estaban poniendo cariñosos

-Se toca la puta puerta

-Que boquita

-Si van a estar hablando larguense...Dag, ¿lo puedes llevar a casa?, tengo que hacer una cosa más antes de irme.

-Ok, ya oíste, vamos

-Adiós Eric-me baje del escritorio y seguí a Dag

Al salir del bar note que la temperatura había bajado bastante, sujete las mangas de mi suéter para cubrirme las manos, no dure mucho con frio, Dag se quitó el abrigo y me lo puso en la espalda.

-Gracias-sabia que ellos no sentían el clima igual que yo así que no le tome importancia.

-De nada

-¿Oye Dag?

-¿Si?

-Tengo hambre

-Come en casa, no soy tu niñera

-Lo eres, comprame algo-lo agarre del brazo inconscientemente como cuando agarraba a los señores para convencerlos de que me hicieran algún regalo, suspiro.

-Esta bien-entramos al único negocio que seguía abierto, ya era tarde, pedi un gran plato de carne, el solo me miraba, mis ojos debieron brillar cuando trajeron la orden, lo mire como pidiendo permiso.

-Adelante, atascate-me dijo, recargo su rostro sobre la palma de su mano y me observó comer con una ligera sonrisa.

-¡Hey Dag!, Eric me lo contó

-No hables con la boca llena, ¿Que te contó?

-No quiero que te enojes con él, yo tampoco lo digo con mala intención pero me da muchísima curiosidad

-Solo dímelo-me limpie la boca con la manga de mi suéter, me había quitado el abrigo dentro del local, el se río y me paso una servilleta.

-¿Es verdad que me parezco a tu ex-amante?-abrió los ojos con sorpresa, luego una gran sonrisa se dibujó en sus labios

-Hijo de perra-se refería a Eric no a mi, se rio poquito-no lo considero un "ex-amante" porque fue la muerte quien me lo quito, pero si, te pareces mucho a él.

-¿No estas molesto?, perdon por preguntar es solo que tu me agradas, y quiero seguir hablando contigo, pero si es incomodo para ti me sentiré mal, ademas me das curiosidad porque bueno, ambos son vampiros pero son tan distintos.

-Que seamos vampiros no nos hace iguales, por ejemplo, tu y Luka son diferentes y los dos son humanos-hice una mueca, no quería que me comparara con ese bastardo-y no estoy molesto.

-No quise decir éso, se que no pueden ser iguales...me refiero a que, si tú amaste a un humano...él también puede ¿verdad?-comencé a comer de nuevo pero mas calmado.

-Niño, he vivido mucho tiempo, he amado de distintas maneras a varias criaturas, no me molesta hablar de ello, mucho menos de él, y Eric, bueno, no tengo permiso de hablar de sus cosas Chris lo siento-negué.

-¿Como se llamaba?

-Leiv

-¿Y enserio se parecía a mi?

-Físicamente bastante, en carácter, quizás más de lo que parece-se veía feliz de estar recordando-el era mayor que tu y usaba su cabello más largo, era maravilloso.

-¿Cómo se conocieron?

-Un cazador me perseguía, en ese tiempo yo era acompañante de Eric pero no estaba inmiscuido en sus asuntos, como decía, el cazador me había herido y me oculté en un jardín para perderlo, en ese tiempo nuestra existencia era un mito, pero algunos grupos religiosos tenían gente asignada para intentar matarnos, claro que a los fuertes les era demasiado difícil y cielo, yo soy muy fuerte-su mirada se perdió en sus memorias y el se veia mas atractivo de lo que ya era-el jardín de esa casa era muy grande y bonito, me senté al pie de un árbol para recuperar el aliento y fue donde lo vi por primera vez, el se acercó curioso y algo aterrorizado por ver al enorme hombre sangrando frente a él, su figura era preciosa, estaba descalzo y en bata de dormir, yo quería jalarlo y devorarlo en el acto para recuperar mi fuerza, pero no me dio tiempo, él corrió al interior de la casa para buscar medicinas y vendas, luego regreso a mi lado para curarme, ah, era tan inocente, tú debes saber por ese zoquete chismoso que nuestras heridas sanan solas y si son grandes necesitan la ingesta de sangre y descanso-asentí, no dije nada porque no quería interrumpirlo-pues bien cuando regresó yo solo pensaba en atacar su cuello, pero su mirada de angustia me conmovió así que espere a ver qué haría el muchachito, me levanté con toda mi fuerza dispuesto a marcharme y buscar otra víctima, le iba a perdonar la vida a ese piadoso y bellísimo chico-Dag me acarició la cara, me sonroje-el señalo aterrado mi herida y luego la casa repetidas veces mientras gemidos angustiosos salían de su garganta-mi expresión debió ser de duda completamente porque se apresuró a explicarme-¡oh si, veras!, mi precioso Leiv era mudo, él podía escuchar pero no hablar, me pareció el ser más fascinante en ese momento, no se asustó por el intruso mal herido, estaba más preocupado por curarme.

-¿Te enamoraste en ese momento?

-Creo que lo hice...me impresionó, tu viste a Eric descarnado ¿no?

-¿Cómo lo sabes?

-Me lo contó, Leiv tampoco tuvo miedo de ver algo tan fuerte, como no quise herirlo me marche sin decir nada, me urgía atenderme la herida y el hambre.

-¿El qué edad tenía?

-Cuando lo conocí tenía 17, así fue que lo conocí

-Yo me lie con Eric desde los 13, ¿pero sabes?, ni siquiera se porque lo hizo, yo tenía la idea que era solo por tener sexo conmigo, porque los adultos que han estado en mi vida anteriores a él me han enseñado que lo único que vale es mi cuerpo y lo que pueden hacer con él, pero ahora que estoy mejor de todo...puedo ver que aunque he tenido momentos muy feos con Eric él no a abusado de mi por lo menos en ese aspecto…¿él ha amado a alguien Dag?

-¿Tu eres tonto Chris?-suspiró-claro que Eric ha amado, y por eso mismo le cuesta tanto expresarse, se encierra en sí mismo y no deja que nada salga de ahi adentro, él ha vivido demasiado tiempo y hay heridas que aún no consigue sanar...pero te quiere, de eso no debes tener dudas, sólo que emocionalmente no ha podido madurar, tampoco dejes que te lastime...Eric es una persona muy difícil, a veces parece que está en su propio mundo y hace cosas incomprensibles, no somos humanos Chris pero tenemos sentimientos similares, algun dia entenderas.

-Se que tienen sentimientos… Pero el a veces es muy rudo.

-Lo perdemos todo Chris y tenemos que continuar vivos cargando todo ese dolor así que muchas veces preferimos encerrarnos en nosotros mismos y alejarnos de todo, si no hay vínculos el dolor para, pero la soledad te vuelve loco

-¿Porque me lo cuentas a mi?

-¿Quien sabe?-sonrío-quizás es porque veo el rostro de Leiv y siento que estoy conversando con él una vez más y eso es hermoso.

-¿Puedes contarme mas?-termine de comer

-Mi vida no es un cuento para dormir Chris

-Anda, quiero oír más-me sonrío y de nuevo me acarició el rostro con cariño.

-Esta bien, pero vamonos, ya van a cerrar aquí-dejo el dinero sobre la mesa, me agarro de los hombros y salimos del local rumbo a casa

Llegamos a casa, me lave los dientes y me puse ropa más cómoda, y de nuevo fui a lado de Dag antes de que se me escapara.

-Ve a dormir

-No, cuéntame más

-Eres bien chismoso niño

-Anda, me da curiosidad el hecho de que se pareciera a mi, ademas...eres amigo de Eric yo también quiero ser tu amigo...me agradas…¿Que paso después de que te fuiste?

-No sabes lo doloroso que me resulta hablar de esto contigo.

-Perdón-era cierto, quizás no era buena idea obligarlo a hablar de éso-no pensaba

-Esta bien, bueno me alimente del primer pobre diablo que vi, eso calmo mis instintos justo a tiempo para percatarme que el chiquillo había salido corriendo detrás de mí, me estaba buscando por las oscuras calles, como mis movimientos aún eran torpes y las balas de plata seguian incrustadas en mi cuerpo me costaría mucho escaparme rapido, ademas me llamaba la atención el interés del niño y bueno, no quería que se quedara solo en la calle; me deje caer en un árbol para que pudiera encontrarme.

El en cuanto me vio se acercó corriendo sin miedo a ni, pero con terror a que las heridas mataran al hombre frente a sus ojos.

"-Aléjate de aquí muchacho-le dije, lo empuje haciendo que cayera de sentón al suelo, hizo una mueca de dolor pero no emitió sonido, lo cual me llamó la atención-marchate, es peligroso para ti estar aquí afuera-me señalaba y luego a él mismo en los lugares donde yo tenía las heridas-sus ojos azules reflejaban auténtica preocupación, y me pareció una criatura hermosa, bien lo dijiste, me había enamorado a primera vista-¿porque no dices nada?-yo aun no me había percatado de su condición, me sujete el costado intentando ignorar un momento mis heridas, él señaló su garganta y negó con la cabeza, luego sus oídos y asintió, entendí entonces que el escuchaba pero no podía hablar, se acercó de nuevo y me tomo la mano jalandome para que lo siguiera-no puedes curarme pequeño, regresa a casa-siguió insistiendome, señalaba el camino a su casa y me jalaba, termine por seguirlo intentando alejar los pensamientos de mi cabeza de atacar, las heridas me dolían mucho y mi sed crecía, pero sabía bien que si comenzaba no podría parar y no quería lastimarlo.

Cuando llegamos el me hizo la tierna señal de que no hiciera ruido, luego subimos despacito hasta la que parecía ser su habitación en el ático de la casa donde de nuevo volví a tirarme al piso.

-Soy un monstruo cariño, no quiero herirte-me ignoró y se acercó para poder quitarme la camisa, traía sus cositas de curación consigo, quedó aterrorizado cuando descubrió mi torso agujereado, se veía mortal sin embargo sabes que tan resistente es mi cuerpo, eso sí, era muy doloroso, sin demora el empezó a limpiarme la sangre ton toallas humedecidas, y con sus finos dedos el mismo comenzó a sacar los trozos metálicos incrustados en mi carne, con cada mueca de dolor y quejigo que yo emitía el se disculpaba con la mirada, pero no se detenía, sus manitas quedaron cubiertas por mi sangre.

Cuando terminó de sacar todo el metal me recoste en el suelo sintiendo como por fin mi carne comenzaba a sanar, intentaba concentrarme para no devorar al niño que acababa de auxiliarme pero la sed me quemaba.

El comenzó a buscar algo entre sus cosas, yo solo lo miraba con el rabillo del ojo, cuando volvió a mi lado me mostró tinta y papel, lo recargo a mi lado y escribió.

-¿Que eres?-lo mire con extrema sorpresa, y es que bueno, era obvio que un humano no podría caminar con semejantes heridas, pero lo que más me sorprendía era que no tenía miedo-¿que necesitas para sanar?

-No entiendo el interés

-Estás herido

-Gracias por ayudarme-me levante, aun me dolía mucho, necesitaba ir a cazar de inmediato.

-No te vayas, volverán a lastimarte si te ven en ese estado-se acercó pero lo empuje

-No te acerques, si me quedo terminare matandote-hice una mueca de dolor, podía sentir y oír cómo corría la sangre por sus venas

-¿Porque?

-Necesito comer para sanar-me pare en la ventana listo para saltar, me jalo del pantalón, había escrito apresuradamente.

-¡Vuelve mañana por favor!, se mi amigo-su mirada era de profunda tristeza, me desgarraba el alma, salte por la ventana y fui a buscar mi alimento con urgencia.

El resto de la noche y hasta en mis sueños, porque si, los vampiros también soñamos, lo vi a él, no pude dejar de pensar en él y termine volviendo al siguiente dia a su casa con el pretexto de agradecerle, me infiltre a la casa pasadas las 12 de la noche, con sigilo entre por la misma ventana por la cual había huido la noche anterior, intente no hacer ruido, él estaba sentado en la otra ventana de la habitación, miraba las estrellas con una expresión muy triste, su mejilla derecha estaba hinchada y roja, alguien se había atrevido a lastimar su blanca piel.

-Niño-llame su atención con voz suave, él se giró de inmediato con un pequeño sobresalto y sonrío al reconocerme, salto de su asiento y con lenguaje de señas el cual yo aun no conocía me dijo "volviste", "volviste" , luego señaló su cuerpo, estaba preguntándome por mis heridas preocupado.

-Estoy mejor, gracias-me sonrió y yo le devolví el gesto-¿Que te paso?-acaricie su rostro encima de donde tenia el golpe, de inmediato busco papel otra vez y escribió para mi.

-Mi papá vio mi pijama sucia, supo que salí de casa ayer y me golpeo, pero esta bien, yo tuve la culpa por desobedecer, ¿cómo te llamas?

-Dag

-Yo me llamo Leiv, ¿eres un demonio?-me reí, él se sonrojo

-¿No estás asustado?-se encogió de hombros, Leiv era increíblemente inocente, lo único a lo que tenía acceso era a los libros y sabía muchas cosas pero como no conocía el exterior pensaba que todo lo escrito ahí era real y lo era, pero muchas veces de maneras incorrectas.

-¿Puedes ser mi amigo?, quiero a alguien a quien escribirle, te prometo que no le diré a nadie de ti-su sonrisa era tan dulce, yo podría contarle cada uno de mis secretos sin ningún problema, lo acababa de conocer y ya lo amaba.

-Soy un vampiro-se sorprendió pero luego lo dejó de lado

-¿Seras mi amigo entonces?-me miraba con suplica, él estaba tan sólo en la vida que en serio deseaba la compañía de alguien, cuando asentí se emocionó como un niño a quien le obsequias un dulce, quería conocer cada rincón de su mente y de su alma, había despertado mucho interés y sentimientos en mi.

-¿Porque no puedes hablar?

-No lo se

-¿Porque te pegan si sales de casa?

-A mi papá no le gusta que la gente sepa que tiene un hijo sin mamá y retrasado, además dice que soy una persona sucia, que mi cuerpo lo es.

-No parece que seas retrasado, parece que eres un chico listo-acaricie su cabello.

-Es porque no puedo hablar, pero yo quiero conocer las cosas de afuera, cuando era pequeño mi mamá me enseñó a leer y a escribir, ella me sacaba a pasear pero los demás niños se burlaban de mí, ¿a ti no te molesta que no pueda hablar?

-Claro que no, ¿Que paso con tu mamá?-me senté a un lado de él junto a la mesita donde estaba escribiendo

-Murió de una enfermedad.

-¿Y cómo te entretienes aquí Leiv?-señaló un estante lleno de libros

-Claro, ¿haz leido sobre mi?, ¿sobre los vampiros?

-Sí, pero no me das miedo, ayer no me atacaste, además los libros dicen que los vampiros solo se alimentan de personas puras-miro la hoja de papel durante un rato con un profundo dolor y luego siguió escribiendo para mostrarmela-mi papá dice que no lo soy-bien, el mito obviamente es una mentira, si no ya me hubiera muerto de hambre.

-¿Entonces quieres que yo te saqué al exterior?

-Ayúdame a escapar...le pedí a las estrellas un milagro aunque no proviniera de dios porque él jamás me escuchó, entonces apareciste tu, sacame de este lugar por favor...ya no quiero que él me pegué, tu eres fuerte así que puedes defenderte de él y sacarme de aquí-derribó todo lo de la mesa con su brazo, se paró y se aferró a mi camisa con una mirada llena de terror, Leiv no era solamente golpeado por su papá si no que también había sido abusado sexualmente por él desde muy pequeño, su cuerpo contra el mío hacía que mis heridas dolieran, pero era insignificante comparado al dolor que sus ojos reflejaban, ¿que tan crueles pueden ser los humanos para que un niño le tema más a un hombre que a a una bestia?-me atreví a levantar su bata de pijama, se cubrió el pecho con las manos avergonzado, su cuerpo tenía numerosos moretones por todos lados, mi corazón se llenó de ira.

-Te llevaré conmigo-acomode su ropa de nuevo.

-¡Leiv!, ¿Quién demonios está ahí dentro contigo?, perra sucia, ¿te atreves a dejar entrar a un hombre a tu habitación?-golpeó la puerta con fuerza y el cuerpo de mi angel comenzo a temblar, yo sujete su espalda para calmarlo.

-Vámonos-quería quedarme y acabar con el malnacido, pero el terror que desprendió la energía de Leiv me hizo detenerme, lo levanté en mis brazos justo en el momento que ese hombre partió la puerta de una patada y salte de por la ventana cubriendo a Leiv con una capa de lana que yo traía en la espalda para protegerlo del frío.

Me lleve a Leiv a casa, verás yo como vampiro a veces he vivido sin ningún lugar fijo, viajo y me oculto donde puedo, pero Eric siempre ha sido un egocéntrico ostentoso, en aquellos días él había empezado con un nuevo negocio parecido a lo que tiene hoy en día, era dueño de una gigantesca casa hermosa, lujosa, bellísima enserio y yo estaba viviendo con él, no como amante si es lo que piensas, solo nos haciamos compañia.

-¡Ey Dag!, primera vez en la semana que me quedo para ver si salíamos juntos y tu sales a hacer el tonto…-me dijo desde el piso de arriba, el siempre ha sido un hombre ocupado, cuándo se asomo por la escalera barrió con la mirada a Leiv y silvo, lo acababa de bajar al piso-¡ya veo!-sonrío ampliamente-¿nos divertiremos juntos en casa?-bajo la escalera, Leiv se puso detrás de mí-pareces un chico dulce mi amor-iba a tocarlo.

-No Eric-puse mi mano de manera protectora-no lo toques

-...¿lo quieres solo para ti?, esta bien-me guiño el ojo.

-Eric…quiero quedarmelo, Leiv vivirá en esta casa, no como una presa-Leiv tomo mi mano-es mi amigo-Eric se enojo conmigo, frunció el ceño y apretó los dientes.

-¡¿No aprendes la lección?!, ¿soy tu puto chiste?-alzaba la voz y asustaba a mi pequeño ángel descalzo-¡puedes tener a quien quieras pero no formes vínculos con nadie!, eres un idiota-guarde silencio, tu conoces a un Eric en lo que cabe pacífico, en ese entonces su herida aún estaba muy abierta y cualquier relación de amor lo ponía muy enojado, no entraré en detalles porque ese es asunto suyo y no puedo contar nada de su vida.

-Es mejor que vivir atrapado por siempre en el pasado

-¡Cierra la boca Dag!, solo alejalo de mis asuntos, eres una maldita perra fácil-fue y se encerró en su habitación, yo sonreí, eso significaba que mantendría su distancia.

La versión actual de Eric no es distinta a la vieja, ya sabes, Dueño de todo y esclavo de nada, pero cumplio, nunca se acerco a Leiv con malas intenciones, respeto por completo mi relación con él, por eso y muchas cosas mas yo jamás lo traicionaría.

Leiv empezó a vivir con nosotros,  Eric sin decir nada mando a acondicionar un cuarto especial para él y por las mañanas su servidumbre tenía órdenes de atenderlo bien, primero ni me dirigia la palabra pero después fue regresando a la normalidad, incluso y aunque lo negó siempre empezó a tomarle cariño a mi niño, le dejaba hacer lo que quisiera, Leiv le pedía los libros y Eric se los prestaba sin pensarlo, le compraba ropa y le pagaba tutores para que fuera educado, se llevaban bastante bien y Eric podía relajarse cuando estábamos los 3 juntos, Leiv se acostumbró a nuestros extraños horarios, pero le encantaba el dia, iba a los mercados acompañado de las mujeres de la limpieza, le cantaba pasearse y hacer los mandados de la casa, aprendí lenguaje de señas lo cual me permitió comunicarme mejor con él, me contaba con alegría todo lo que hacía en el día y me hacia inmensamente feliz su conversación, poco a poco el dolor en su mirada iba desapareciendo, el era feliz a mi lado, por supuesto no mencionaba jamás a su padre.

Una noche entre a su habitación, ya llevaba meses viviendo con nosotros, la luz de la luna era lo único que alumbraba la habitación, el estaba a punto de dormir.

-¿Te sientes feliz?-"lo estoy, pero quisiera pasar mas tiempo contigo, quisiera que la luz del sol no te dañara"me contestaba con señas, suspiro y cerró los ojos, me acosté a su lado y acaricie su cabello, estaba tan enamorado de él, era la primera vez que alguien me cautivaba de esa manera, no lo había besado ni tocado y aun así su sola presencia me llenaba de felicidad.

-"¿Esta bien que a un hombre le guste otro hombre?"-preguntó de repente, me sorprendió un poco la pregunta-"Dios dice que eso es un pecado...sin embargo mi padre me ha tocado de maneras sucias"-que lo mencionara directamente me causaba dolor, me llenaba de ira, el acaricio mi rostro y me calmo con su mirada, con todo ese abuso el no le guardaba rencor-"a mi me gustas tu, ¿éso es malo?, ambos somos varones", sus manos temblaban con nerviosismo, sus mejillas estaban muy rojas, tomé su mano y la besé repetidas veces.

-¿Quien habla en nombre de dios?, el hombre ¿no es así?, ¿y que sabe el hombre de dios y de lo que él quiere?, estas conmigo, creías que yo era un demonio y no te importaba, vamos a olvidarnos de él porque yo tambien te quiero, y ni dios ni el diablo me alejara de ti por mas que lo intenten-me incliné hacia él, sus ojos brillaron encantadoramente y entonces por primera vez bese sus labios de adolescente, y te puedo asegurar que en todo este tiempo ningunos labios de mujer ni de hombre me han sabido tan dulces como los de Leiv"

 

Mi corazon latia rapido al escuchar la historia de Dag, su historia de amor se escuchaba tan bonita, hablaba con tanto amor, su mirada nostálgica lo expresaba muy bien, ese chico debio tener mucha suerte, fue rescatado y amado por un hombre así; me pregunté si cuando yo muriera Eric hablaría la mitad de bien de lo que Dag hablaba de Leiv, un par de lágrimas rojo vibrante rodaron por las mejillas de Dag, mismas que yo me encargue de recoger, esa fue la primera vez que vi a un vampiro llorar, sus lágrimas eran gotitas de sangre, Dag sujeto mi mano y la besó, guardó silencio un par de segundos, yo me acerque a abrazarlo, luego me atreví a romper el silencio.

-¿Cómo lo perdiste?-recobró la compostura y de nuevo sonrío.

-Ya me has hecho hablar demasiado, mejor ya duérmete.

-No puedo, ahora estoy triste-río

-No debés, lo perdí como debía hacerlo, el ciclo de vida de Leiv se terminó, era algo inevitable, lo ame demasiado y el hacerlo también significaba dejarlo ir cuando llegara el momento-sonreí y no pude evitar llorar, era fácil dejar salir mis emociones cerca de él, quería que Eric me amara de esa manera tan bonita-te lo cuento porque puedo ver su rostro en el tuyo y es como si por primera vez pudiera escuchar su voz, me hizo feliz conocerte aunque este tipo de historias me las guardo para mi mismo, a parte de Eric eres a la primer persona que le cuento mi historia.

-Gracias por contarmelo-limpie mi cara-eres grandioso-sonrío

-Deja de llorar, Chris cuando necesites algo, cualquier cosa, puedes llamarme ¿ok?-asenti

-Gracias Dag, asi como dices que yo me parezco a Leiv, ojala Eric se pareciera más a ti.

-Eric tiene problemas con su pasado, es mucho más reservado con sus emociones y más hocicón, pero ten por seguro que te quiere, él...bueno, nunca lo vi tan apegado a alguien como ahora-por supuesto que Dag no sabia todo por lo que ya habíamos pasado Eric y yo; saco su billetera y sacó un papelito , no, era una fotografía vieja, me la dio, me sorprendí mucho al verla-ese es el rostro de Leiv-efectivamente el chico de la foto y yo éramos muy parecidos, pero quizás era más lindo, la foto estaba en blanco y negro, su sonrisa era muy expresiva, su mirada reflejaba mucho amor, debía ser un buen chico, Dag dijo que él también fue abusado pero que no guardaba rencor, contrario ami que odiaba profundamente a mi padre, quizas el si era un ángel, gire la fotografía, tenía fecha 1890, era increíble, más de 100 años atrás, de nuevo me recordaba que ellos eran sobrenaturales, rompí en llanto-¿Sorprendido?, imaginate yo-tomo la foto y volvió a guardarla-si la teoría de la reencarnación es real…

-¡Basta!, no digas eso

-¿Porque?-sonrío con dulzura-eso me haría muy feliz.

-¡No!, si fuera así, Dios debe odiarnos mucho a ti y a mi, yo estoy enamorado de tu hermano, y a mi me volvio a dar un inicio de vida de mierda-ahora el limpio mis lágrimas.

-En ambas historias terminas feliz Chris, a mi no me importa con quién o de qué forma, si el es feliz yo tambien lo soy, además, también quiero ver a Eric feliz aunque sea una vez en su vida-suspiro-ahora enserio, ve a dormir-se dirigió a la puerta para irse-ten un buen viaje-asentí y sonreí, Dag se fue-me sentí cálido por dentro, me hacía sentir bien el hecho de que por lo menos un rato con mi presencia hice feliz a ese hombre, bueno debía sentirse triste tambien, esperaba que donde quiera que estuviera Leiv estubiera feliz, lo que también me alegraba era que dijera que Eric me quería; "Eric vuélvete un poco como Dag por favor" pensé.

Subí al cuarto y conseguí dormir rápidamente, a pesar de que estaba un poco nervioso por el viaje, descanse mucho, el sentimiento que me dejo la plática con Dag era muy cálido en serio.

Por ahí de las 6 de la mañana sentí el peso extra del cuerpo de Eric, abrí los ojos despacio, se quitó los pantalones y la camisa para acostarse conmigo, me quería acomodar entre sus brazos

-¿Que tanto le hiciste decir a Dag?-me dijo ya acomodados ambos.

-¿Porque?-cuando lo volví a ver tenía los ojos rojos

-Me contó de Leiv

-Tch, no te puedo contar nada eres bien chismoso Chris

-Perdón, pero tenia curiosidad

-¿Tan afectado esta por verte?

-Es una historia muy bonita, si lo hago recordarlo de buena manera creo que es algo lindo.

-Ajá-se acostó boca arriba, me subo a su pecho para verlo a los ojos y le di un beso, rodó los ojos.

-¿Estuviste enamorado de Leiv también?

-No...pero me agradaba.

-¿ustedes pueden convertir a un humano en vampiro?, ya sabes, como en las historias-hizo una mueca.

-Bueno…

-Si es así ¿porque Dag no lo convirtió? Él sabía que eran ustedes y no tenía miedo.

-No es fácil mocoso, no es como si fueramos por la vida cumpliendonos ese tipo de caprichos y sobrepoblando el mundo de demonios, los humanos tienen un ciclo que cumplir y la mayoría de las veces es mejor que lo hagan, la vida es un infierno ¿porque querrías alargarla tanto?, tu sabes como vivo Chris, vivo de noche, me alimento de sangre y arrebató vidas...en el pasado eso era de ley, matar a tu victima si o si y deshacerse del cadáver, Dag veía a ese niño como si fuera un ángel, y creeme que casi lo era, ¿tu crees que alguien como él iba a poder matar?, pienso que hubiera sido muy infeliz como vampiro y eso hubiera destrozado su relación,  fue un niño muy bueno, le encantaba la naturaleza, los libros, la luz del sol, yo lo mandaba a hacer encargos para hacerlo sentir útil y a cambio le regalaba libros o le compraba ropa, le encantaba estudiar, yo al principio ni quería verlo y él me tenía miedo pero intentaba con todas sus fuerzas ganar mi simpatía-río un poco , yo sonreí, eran pocas las veces que él hablaba de sí mismo y sus sentimientos así que guarde silencio para no desaprovechar la ocasión aunque sintiera un poco de celos-él y Dag se amaron, se amaron tanto que daba envidia-pero escucha, ese niño antes de Dag tuvo una vida fea, encierro forzado toda su niñez y adolescencia, discriminación y violencia física y sexual por parte de su padre, la muerte de su madre quien fue la única buena con el.

-lo sé, me lo contó.

-Bueno, Leiv era feliz pero el trauma no se fue por completo, a veces tenía pesadillas y sufría, Dag se planteó transformarlo varias veces, pero el hecho de tenerlo sufriendo una eternidad le atormentaba, le dio la libertad que tanto anhelaba y quitarsela sería el pecado más grande que él podía cometer por lo que mencioné antes, además ¿como arrebatarle el dia a alguien que lo disfrutaba tanto?, bueno, dejo de lado la idea, Leiv siguió creciendo, estudiando, sonriendo y su amor también fue en aumento, yo era el mal tercio en esa historia, claro que en ese tiempo yo estaba muy ocupado haciendo una fortuna como siempre, los negocios son lo mío, pero vivi la historia muy de cerca, cuando Leiv llegó a la madurez y cumplio los 28 años se volvió un hombre muy atractivo, Dag volvió a plantearse él convertirlo a la oscuridad y mantenerlo a su lado eternamente, pero no pudo, no habia dia que Leiv no nos agradeciera el haberle dado una vida tan grandiosa,  hablaba del amanecer, de las flores, de lo mucho que le gustaba salir y ver el mundo, de que conocía gente nueva, de lo amables que eran las personas que trabajaban con él y sus ojos se llenaban de brillo mientras lo contaba mediante el lenguaje de señas.

-¿En que trabajaba?

-Era un florista-sonreí

-Dag se quebraba, se veía feliz escuchandolo pero cuando se marchaba a dormir mi hermano se deprimía bastante, "Eric, si le arrebató la vida él comenzará a odiarme, no quiero ser egoísta, merece vivir feliz"-la mirada de Eric se oscureció un poco-me decía, le dije que yo no me metería y que se lo había advertido cuando lo llevo a casa por primera vez, "no formes vínculos con humanos"-su voz fue muy sería, me sentí mal en ese momento, quise que parará, ya no queria oirlo mas, tuve miedo que que ahora él lo volviera a pensar, pero no lo dije, seguí escuchando-pero no me escuchó y eso terminó por romper su corazón, no pudo convertirlo jamás, Leiv continuó creciendo, 40, 50, 60 años y Dag lo amo con todo su corazon cada dia, pero un día enfermó, la medicina no estaba tan avanzada como lo está hoy en día, su salud se deterioró rápidamente, a los 60 y tantos Leiv ya era un anciano, pronto comenzó a olvidarnos o a mezclar los recuerdos, de repente volvía a ser ese niño de 17 años que Dag conoció, y lentamente la luz se fue apagando, con señas continuamente le decía a Dag "te amó" él le respondía con una sonrisa y besaba su ahora blanca cabeza-la voz de Eric era neutral y un poquito sombría, yo lloraba de nuevo-hasta que un dia por fin todo terminó, la vida de Leiv terminó con un último suspiro, junto con él una parte de Dag también murió, pero su humanidad estaba más viva que nunca, de los pocos vampiros que he conocido en mi vida Dag siempre va a ser el más humano, es el más sensible a pesar de esa cara dura que carga igual que la mía, y por más que el tiempo haya pasado Dag sigue y seguirá extrañando y amando a ese niño.

Pense que si el le hubiera preguntado quizás Leiv estaria aun a su lado, pero el sacrificio que hizo por él me parecía hermoso, dios, no podía detener mi llanto, por un lado lo de la historia y por el otro tuve miedo del cambio de expresión en el rostro de Eric, algo dentro de él se movió al recordar también y eso me asustaba mucho, me asustaba a que de nuevo cambiará conmigo y quisiera alejarme otra vez, me arrepentí de haber echó que hablara del tema el también.

-Deja de llorar, me estas llenando de mocos-estiró su mano para agarrar un pañuelo y limpiarme el rostro.

-¡Es que es tan triste!

-El murió feliz, además es el destino de los seres humanos, no todos aguantarian la vida de un vampiro Chris, si no eres apto te vuelves loco, Leiv no hubiera soportado el tener que asesinar para comer, además la vida es poética, la eternidad no...incluso yo, hay temporadas en las que piedo la razón-susurro.

-¡Ahora mismo!, tu estas triste Eric, por Leiv, y por muchas otras cosas, pero se bien que no vas a llorar, entonces yo llorare por ti, así que no me detengas-me miró con sorpresa y luego sonrió con ternura, un nuevo gesto que veía en su cara y que yo podría atesorar, sus ojos habían vuelto a la normalidad y mi miedo se disipó un poco.

-Yo soy más fuerte que Dag, no llores por mi, mi pasado está donde debe estar- ¡mentira!, Eric era un hombre hecho añicos que se escondía en una coraza hecha de hierro, yo anhelaba saber su historia, descubrir qué era lo que tanto lo atormentaba, porque había algo, Dag me dio indicios, y me enseñó esa noche que un vampiro sufria más que cualquier otro ser sobre la tierra teniendo que arrastrar muertes y acontecimientos dolorosos por toda la eternidad en forma de recuerdos, pero Eric era demasiado duro para dejarme echar un vistazo a su corazón, el mayor hijo de puta tenía un lado triste, no era para nada feliz y yo no podía hacer nada; esa mañana llore demasiado y él me consoló aunque hubiera deseado que fuera al revez, Eric no dio indicios de nada, ni una lágrima pero por un segundo pude sentir toda su tristeza, el pequeño vínculo de sangre que compartimos de alguna manera reacciono y me hizo sentirlo, creo que conseguí sacar un poco de su lado humano; tras deshacerme en lágrimas conseguí dormir, él por supuesto también cayó en su letargo.

Los vampiros son humanos muy fuertes y muy viejos, eso es todo.


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