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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Les mentiría si dijera que no estaba nervioso por ir a ver a Luka, quería vengarme enserio de todo, de los golpes, de las humillaciones, de todo lo que paso con Takumi, por meterse con mi hombre y quería salvar a Kurama, hacer algo bueno por primera vez en la vida, quizas asi podria por fin equilibrar mi vida y que dejaran de pasarme puras cosas malas.


Todo el dia estuve planeando lo que iba a hacer, imaginé mil veces todo el escenario, la cara que pondría, las frases que yo usaría, incluso el disparo, eso me causaba un poco de conflicto, pero estaba decidido, ya no había vuelta atrás.


Antes de dirigirme al bar me las arregle para conseguir alcohol el cual mezcle con una bebida energética, buscaba apendejarme un poco para agarrar valor, les juro que pensé en conseguir cocaína pero me fue imposible y bueno Eric se hubiera enfurecido, ¿y para qué quería estar drogado?, pues bueno, todos hemos pensado en matar a alguien en un momento de rabia, o eso quiero creer, ¿pero cuántos tenemos realmente el valor para hacerlo?, bueno, creo que no es buena idea decirlo abiertamente, la gente normal jamas se atreveria y a mi también me costaba trabajo aun asimilar que era ser un asesino, pero Luka si lo merecía, él no era digno de recibir compasión.


Ok, sigamos, no fue para nada difícil entrar al local, con la muerte de Derek y el personal nuevo solo me confundieron con uno más de los prostitutos del lugar, dentro encontré a Kurama alistandose para trabajar.


-Kurama-me acerque-tu deberías estar descansando en casa-acaricie su cara y le di un beso en la mejilla-no expongas a tu bebé, te dije que todo estará bien.


-Él aún está aquí y me da miedo que vaya a buscarme


-Tranquilo mi amor que todo estará bien-el trago y la cafeína de la bebida ya me habia pegado, me sentía eufórico y muy animado, además verlo me daba más valor para lo que se venía-besé esta vez su boca, se veía demasiado lindo con la ropa que llevaba, podía verle el vientre y las piernas, Kurama me aparto un poco.


-¿Estas bien Chris?... Te ves distinto-rei, era obvio, el solo me había visto bien y no drogado


-De puta madre precioso-sacudí mi cabeza para espabilar-solo espera-le guiñe el ojo y me dirigí a la oficina de Luka.


El alcohol se me estaba subiendo mucho, tanto que pensé en hacer que Luka se pusiera cariñoso primero y luego atacar, bueno, entré y me acomode la pistola en el borde de mi pantalón, luego esculque los cajones del escritorio y saque cualquier objeto con el que Luka pudiera hacerme daño grave incluyendo una pistola, cuando terminé me senté en su silla y encendí uno de sus cigarrillos, luego subí mis pies al escritorio y espere, después de un rato Luka entró por la puerta principal, cuando me vio retrocedió, se asustó un poco ya que obviamente no esperaba ver a nadie, me eche a reír.


-¡Chris!, ¿que demonios haces aquí?-frunció el ceño-pinche muñeca poseída, lárgate.


-Tranquilizate que solo vengo a hablar


-¿Sobre qué?


-Eric, ¿que más?, y si te interesa, a mi no me trae beneficio-desperte su curiosidad


-¿De qué hablas?, quítate de mi silla-obedecí, él se sentó y yo frente a él-¿porque tu me ayudarias?-guarde silencio y lo mire fijamente, en todo el tiempo que deje de verlo había cambiado, se veía más trabajado del cuerpo, las venas en sus manos se marcaban y aunque lo odiaba me encantaba físicamente-¿Vas a hablar o me la vas a chupar?


-¿Puedo ambas?-me baje del escritorio y me arrodille frente a él, y tranquilos que era parte de mi plan.


-Di lo que tengas que decir y luego marchate.


-Me pelee con Eric por eso vengo a advertirte, quiero hacerlo enojar-le abrí los pantalones y empecé a estimularlo-Eric se enteró que estas vendiendo Black Stone, supo de un niño a quien se la diste-se sorprendió bastante.


-Y… Y¿que te dijo?, el no ha venido a verme-me metí su pene a la boca, necesitaba distraerlo lo suficiente.


-Ehsjshd dijshjjo-me jalo el cabello con fuerza para que lo sacara de mi boca


-Si vienes de chismoso habla bien Chris…¿él piensa hacerme algo?-se comenzó a poner nervioso-no la estoy vendiendo, pero si lo hago ganaría mucho dinero.


-Tu sabes que desde que me intoxicaron el dijo que no lo intentaría, dice que las pérdidas son mucho mayores a la ganancia y claro que viene por ti.


-Ya no es tan peligrosa


-Yo no sé nada de esas mierdas-me rei-¿asustado?-si se veía nervioso, y por lo mismo de su estrés y escuchar mi risa, reaccionó a pegarme en la cara, me sangro la nariz por el impacto, yo en defensa le apreté los huevos con la mano.


-¡¿Que te crees?!, ¡no soy uno de esos niños tontos a los que manipulas!, no vuelvas a tocarme-me limpie la nariz


-No estoy asustado-se acomodó los pantalones-tu...tu habla con él...dile que lo pruebe y lo vea con sus propios ojos.


-Yo no voy a abogar por ti Luka-de nuevo me acerque a el, se quedo quieto como pensando-no soy un matón ni un negociante, pero eso tu ya lo sabes, ya te dije que si te vine a avisar es porque estoy enojado con el.


-Habla con él...convencelo de que no me haga nada esta vez y te dare lo que me pidas.


-Debes estar enserio asustado para pedirme algo a mí-le acaricié el rostro y me acerque a besarlo, se veía muy desconcentrado-Eric dijo que es una pérdida de tiempo y dinero, que pagar por las víctimas no le sale nada barato


-No ha muerto nadie recientemente, si tan solo me dejara demostrar...incluso tú podrías probarla-sonrío de una manera un poco inquietante.


-Ni hablar, estoy limpio


-Habla con él


-Ve tu mismo y convencelo, sabes como-señalé su entrepierna


-¿Sigues molesto por eso?, ya superalo-me senté en sus piernas y lo abrase


-Bienes borracho, eso de estar limpio es una mentira


-No lo es...una cosa mas Luka-le di un besito en la mejilla-te voy a contar un secreto, pero promete que no le dirás a nadie de donde lo escuchaste, según como uses esta información podrás salvar tu pellejo-me acerque a su oído.


-Tch…¿solo estás molestandome?, solo dime lo que tengas que decir y luego lárgate-me reí-estás loco Chris


-Ok...te lo diré-baje mi mano lentamente entre nuestros cuerpos para poder agarrar la pistola de mis pantalones, le di un beso en los labios a Luka quien ya se veía un poco fastidiado y luego me acerque a su oído-Luka-me separe lo suficiente para que mi mano y la pistola quedarán a la altura de su estómago-recuerda que te odio y que soy un puto mentiroso-jale el gatillo, me hice daño en la mano con el impacto de la pistola.


-Hi...hijo de puta-Luka me empujo con fuerza, mi espalda y cabeza chocaron contra el escritorio, Luka precioso su herida y busco algo en los cajones, obviamente su pistola la cual yo ya había escondido antes, me rei un poco, se veía muy estresado y era obvio que le dolía.


-Eric solo iba a hablar contigo, creo que ni está tan enojado-me levanté y lo empuje para derribarlo


-¡Maldito!, maldito niño loco, entonces ¿porque?-tosió sangre.


-¡Porque te odio!, eres la persona viva que odio mas en mi vida-le escupí en la cara-además supuse que extrañabas a Takumi 


-¡No hables de Takumi ya!


-Intentó levantarse pero perdía sangre rapido.


-Una...una ambulancia-terror en sus ojos, se estaba muriendo, me temblaron un poco las manos


-No lo mereces, ¿porque te salvaría?


-¡Chris!, te dare lo que quieras, por favor-tome unas pastillas de encima del escritorio que había visto con anterioridad


-¿Esto es Black Stone?, ¿y si la pruebas tu?-se sujeto el estómago y se retorció de dolor


-¡No!, por favor, no ¡Alejate Chris!-de nuevo escupió sangre-me cabree al pensar en cómo debió pasarla Kurama con esta mierda adentro, y a mi mismo que tambien lo llegue a experimentar aunque yo no lo recordaba.


-¿Y los que te pedían por favor que pararas?, ¿los escuchaste acaso?, ¡a ellos también les dolía!-me enoje y deje de pensar claramente, me sentía altamente estresado y por un momento no vi a Luka, ¡vi a mi papá!, a ese maldito hombre que me drogaba y profanaba mi cuerpo por diversión y dinero, me enfermaba, lo apunte de nuevo con la pistola, merecía morir y yo no debía sentirme culpable era justo matarlo, yo sería mi propio héroe al matar a mi padre...no...no era mi padre pero era igual de basura que él-dices que la droga es segura, pruebamelo


-No...no...ayuda-su voz se apagaba, le patee el estómago y un fuerte gemido de dolor desgarró su garganta, mi mano temblaba pero no deje de apuntarlo, justo cuando iba a disparar alguien derribó la puerta "hasta aqui llegue yo tambien" pense, segurito y me mataban en el acto, pero no fue así, al girar la vista hacia la puerta vi que quien la derribó fue Eric.


-Ya Chris...fue suficiente


-¡Jefe!...ayúdeme...por favor se lo imploro


-Patético


-Cállate y Chris vamonos


-¡Aún no es suficiente!


-Ayudeme-lloraba, Eric se acercó y apego mi cabeza a su torso.


-Dije que te calles-le apuntó en la cabeza y solo pude escuchar el disparo del arma cuando trozo su cráneo, un espasmo muscular me hizo brincar-anda Chris, vámonos-me separe de él y vi a Luka un momento, se me revolvió el estómago.


-Saludame a Takumi hijo de puta-tome la mano de Eric.


-¿Estas feliz?, ¡ya está muerto!, como te encanta causar problemas maldito mocoso-se veía algo irritado, pero suspiro y se calmó, lo le hice mucho caso, estaba pensando, me jalo del cabello con fuerza.


-¡No hagas eso! Duele


-¡Ya me quedé un par de días más por tu culpa, llevo dias buscandote, todo por no obedecer!-me jalo de nuevo


-¡Tu desapareciste primero!, ahora no me eches la culpa, ademas aun no me puedo ir.


-Tch...que quieres entonces.


-Un favor


-¿Todavía más?


-Es enserio


-Dime-saque un folder amarillo que ya había separado previamente con un par de documentos sobre kurama y un folio, Eric lo reviso.


-¿Que hay con ese chiquillo?


-¡Borra su registro!, dale su libertad, por favor


-¿Porque lo haría?


-Por mi, hazlo por mi.


-¿Y si no lo hago que?, las prostitutas no son mías Chris, yo no trabajo con seres vivos, me parece muy muy bajo.


-¡Cómpralo! Y liberalo, te pudres en dinero, yo se que esto no es nada para ti...por favor


-¿Por Qué el interés?-levantó una ceja con una expresión curiosa.


-No importa, sólo hazlo, ordena que no lo jodan mas ni a él ni a su familia-se rió-¡si no lo haces no volveré contigo!-su sonrisa se borró, me agarró del cuello y me estampo contra una pared aunque midió bastante su fuerza.


-No te pases de pendejo Christopher, ¿crees que eso me asusta?, ya cruzaste el límite hoy-señaló el cadáver de Luka.


-¿ Y tu crees que me da miedo esto?-tosi por la precion, me estaba costando trabajo respirar y mi nariz de nuevo comenzó a sangrar por el anterior golpe de Luka y ahora la presión, luego sonreí, Eric se acercó y me beso, luego me soltó y suspiro cansado.


-Estas borracho Chris, me dan ganas de romperte la cara pero me encanta esa sonrisa maldito mocoso.


-¿Eso es un si?-me sobe el cuello-¿lo harás?


-De acuerdo-me abrace a su cuello y lo bese.


-¡Gracias Eric!, te amó-de nuevo lo besé-pero por favor no me mientas, júrame que no lo buscaran más


-Si, si, lo juró, ya vámonos, dale la carpeta al chiquillo, yo al rato me encargo de los detalles-lo agarre de la mano y salimos, afuera había dos enormes hombres-limpien todo ahi adentro...mandaré a su reemplazo pronto-solo asintieron, Eric se veía fastidiado.


-¿Estás enojado?-me abrace de su brazo


-Me estresas, llevo más de una semana sin verte y me sames con una mamada así, ¡Luka te pudo haber matado!, ¿eres bipolar o pendejo?


-Tu no me hables de bipolaridad y no soy pendejo...te amó


-Maldito niño loco, no quiero que ingieras alcohol-me reí y asentí, luego lo solté, vi a lo lejos a Kurama así que corrí hacía el.


-¡Kurama!-me acerqué sonriendo, estaba emocionado, le di la carpeta, bese su mejilla-tomalo-lo abrio y leyo los papeles, más bien los ojeo-es tu expediente, Eric te da tu libertad, Luka está muerto-limpie la sangre que yo mismo embarre en su cara cuando lo bese, Kurama me veía incrédulo.


-¿Es enserio?


-Lo es-sonrió ampliamente y me abrazo


-No...no puedo creerlo


-Hazlo, no te estoy mintiendo


-Entonces…¿ese de ahí es Eric Sammet?-miraba al fondo donde efectivamente Eric me esperaba mientras fumaba un cigarrillo, yo asentí, Kurama estaba sorprendido como cualquiera lo estaría, las luces del bar lo hacían ver demasiado humano así que ver a un hombre tan joven como el jefe de toda una mafia era inscribe, la edad física de Eric era la de un atractivo hombre de unos 30-32 años ya lo he dicho-quiero agradecertelo...y a el-me tomo de las manos y las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, me sentí demasiado feliz, era como liberar un pedacito de mi propia alma-no sabes lo mucho que te lo agradezco...perdón por hacer que te arriesgaras tanto-negué, yo estaba bien.


-No regreses jamas ¿si?-asintió aun entre lagrimas deseo que puedas ser feliz y criar a tu bebé.


-Gracias, muchas gracias Chris-lo bese por ultima vez en los labios, sentía la pesada mirada de Eric en mi nuca, no debía enojarlo mas, ya lo tenía en su límite.


-Adiós Kurama...debo irme o Eric se enojara-lo solté y regrese con Eric, sentí como ese hueco en mi corazón se llenaba por un rato, aunque admito que tenia un poco de envidia, él iba a tener el bebe que yo tanto deseaba


-¿Feliz?-eric rodó los ojos hastiado


-Bastante, gracias enserio-no me podía quitar la sonrisa-no te enojes.


-Todo el desmadre que armaste por esto, dime ¿qué tanta fijación por ese niñato?


-No lo sé, me gusta mucho y quise ayudarlo.


-No es propio de ti.


-lo se, pero me alegra, además tenía que entretenerme en algo, si hubiera sabido que me abandonarias en el hotel mejor me hubiera quedado en Alemania, la pase muy mal-mentí, la verdad es que la pase bien paseando y gastándome su dinero aunque sí me sentí solo y hubo momentos en los que me desesperaba.


-Si como no, has estado turisteando como loco, y luego te metiste en problemas, ¿crees que Atsushi no me conto de tu herida? ¿O que te tengo sin supervisión?, hasta que huiste te tenia con vigilancia mi amor y si, se que me perdí mucho tiempo pero se me complicaron unos asuntos y tarde mucho más de lo debido, pero no era para que en venganza fueras a abrir tus piernas a ese sucio prostituto sin chiste.


-¡¿Que?!-pregunte en un tono de voz chillón, el me jalo un mechoncito de cabello con fuerza.


-Era una suposición pero tú me lo acabas de de confirmar.


-¡Auch! No seas bruto y no seas metiche-le di un manotazo-ni en el dia soy libre, además, para que lo sepas, yo no le abrí las piernas-dije orgulloso-él las abrió para mi-quiso hacer una mueca de molestia pero no pudo reprimirse y comenzó a reír, yo me sonroje-¡imbécil!, crei que estarias un poco celoso por lo menos.


-Iba a fingir estar celoso para darte gusto-de nuevo río-pero no puedo, si lo imagino es casi lésbico-se agacho a besarme, lo mordió un poco enojado, eso me ofendía, ¡yo era un hombre!-tu necesitas que un hombre te atienda y te complazca y no hacer esfuerzos, y mi amor ese niño está lejos de ser un hombre de verdad.


-Tch, te odio


-Eres adorable


-Estúpido-suspiró


-Bueno y cambiando de tema-se puso un poco serio y sutilmente acercó su mano a la mia, la tome despacio y no dije nada, un sentimiento cálido entró en mi y sonreí.


-Te prometí que si te portabas bien, cosa que no hiciste pero ¿qué más da?, te iba a dedicar un poco de mi tiempo-apreté su mano, me sentí muy emocionado-pídeme lo que quieras-me contuve para no gritar.


-¿Enserio?


-Si


-...-agache la mirada y sonreí-¿hay mar en Japón?


-Eso es mas que obvio Chris, estamos en una isla prácticamente.


-Entonces llévame a la playa, yo jamás he visto el mar, me gustaria verlo contigo...yo...yo se que no somos novios pero juega conmigo por favor-sonrió, me aferre a su mano y cerré los ojos.


-Te llevaré al mar entonces, es tu regalo por tu rehabilitación-ambos sonreímos y yo estaba tan feliz que comencé a llorar, Eric de nuevo retomo el camino y yo lo seguí aun aferrado a su mano, guardamos silencio algunos minutos, la expresión de Eric había cambiado, se veía pensativo, un poco triste creo, el rompió el silencio de nuevo-el mar es hermoso Chris-su voz se oía melancólica, guarde silencio y escuche, atesoraba mucho los momentos en que Eric hablaba un poco de sí mismo que era en ocasiones contadas-llevo siglos sin contemplar fuera de la pantalla de televisión la preciosa tonalidad azul del mar, yo, desde que desperté a la oscuridad solo lo he podido ver en su tonalidad negra, es preciosa también pero llega a ser aterradora y aun así es bellisimo.


-¿Te da miedo?-negó con una pequeña sonrisa


-Lo respetó, cosa que no hago con ningún hombre, pero al mundo, a la tierra y a todo lo que nos ofrece vaya que lo respetó, es fascinante, sabes que si me expongo mucho tiempo al sol puedo morir ¿verdad?- asentí, estaba confundido, Eric parecía divagar- tu mismo has visto cómo mi piel comienza a quemarse, también sabes que puedo dormir por tiempo prolongado, si quisiera podría dormir durante 100 años, mi cuerpo se deterioraria pero podría reponerme en un par de días, sin embargo si dejo de dormir durante los días comienzo a sangrar y mi cuerpo se pone muy mal.


-Lo sé- parecía como si él pudiera leer mi mente, yo en esos momentos estaba deseando por una vez poder salir de dia con el y vivir una cita normal, bueno, normal como humanos, nuestra relacion esta mas que claro que de ninguna manera era normal.-y no importa, sabes que no me importa pasar noches en vela para poder verte-me estaba deprimiendo el rumbo que tomaba la conversación, pero se encargó de cambiarlo, no se que le pasaba esa noche pero me hacía felíz.


-Veremos la puesta de sol juntos y también el amanecer frente a la playa, es algo que mi cuerpo podra resistir sin problemas-me sonrío sin ninguna pizca de su natural cinismo y la expresión en su rostro y ojos era nueva...por un momento la coraza de Eric se había abierto y yo no me la creía.


-¿Porque?-susurre, mi corazón latía como loco pero fue lo único que mi cerebro pensó y soltaron mis labios.


-No lo sé, porque quieri, es un regalo-se agacho y antes de que el lo hiciera yo salte para besarlo y abrazarlo con fuerza, mi emoción era demasiada, sentía que incluso si moría en ese momento eso estaría bien.


-Te quiero…¡enserio te quiero!


-Te quiero-susurró en un tono casi inaudible, cuando lo llegaba a decir, yo lo guardaba muy dentro de mi corazón, sabía que le costaba mucho decirlo porque casi no lo hacía, pero por segunda o tercera vez que lo decía yo lo sentí más sincero, Eric se estaba abriendo a mi poquito a poquito, se mostraba como hombre y no como bestia, en ese momento me sentí demasiado feliz y un poco más seguro, ¡Oh Eric, entonces y ahora te amo tanto tanto!.


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