Luego de recobrar el ritmo normal de mi respiración, me baje de su pecho, me estire para alcanzar la mesita de noche junto a la cama y saqué del cajón una grapa de cocaína, Eric me miraba atento mientras yo cortaba mis líneas y justo cuando iba a inhalar el lo impidió atrayendome hacia su cuerpo.
-¿Porque lo haces?-me reí y lo aparte de mi.
-Soy adicto
-¿Cómo iniciaste?-fijó la mirada en el techo, se subió y cerró sus pantalones y después encendió un cigarro.
-A mi papá le pareció que sería divertido ver a un niño alcoholizado y que lo seria aun mas si estaba drogado-me acerque al polvo de nuevo y esta vez inhale-se reía tanto-solté una carcajada-tanto, tanto mientras yo lloraba-de nuevo me acerque a él y le planté un besito en los labios-lo divertido es que al ver tu cara noto que te es desagradable verme asi-rei fuerte de nuevo-y sin embargo seguramente uno de tus hombres es mi proveedor así qué, ¿que te sorprende?.
-No lo hace
-¿Te doy asco?-me besó y se levantó mientras reía
-No, pero eres mas lindo cuando no estás drogado, y ahora te empezarás a apendejar y no podremos conversar así que me voy, deberias dejarlo.
-¡No puedo!-sonreí bobamente, después inhale una nueva línea-no puedo...entiendelo-me reí mientras lo veía salir de la habitación, luego…no lo recuerdo.
Después de su visita comencé a ir al bar de Eric de nuevo, la necesidad de estar cerca de él estaba creciendo en mi interior, quería pasar más tiempo con él y que me mimara, a él no le molestaba y como mencione, mientras no estuviera molesto el me trataba bien, yo aun no me daba cuenta, pero me estaba enamorando.
Obviamente también me volví a encontrar con Luka, si, el pelinegro que trabajaba para Eric, al parecer se llevaban bastante bien aunque también eran frecuentes las riñas.
Un dia, yo estaba sentado en las piernas de Eric, ya se me estaba haciendo costumbre tomar ese lugar, él revisaba sus papeles y yo adornaba su regazo.
-¿Eric?
-¿Si mein kind?
-Si tienes a 100 putas a tus pies ¿porque elegirme a mi?
-Pues busco algo que me entretenga, estoy harto de las putas que hacen todo lo que digo y solo me complacen, un crío hocicon y rebelde me cae de puta madre
-¿Que me ves de interesante?-me acarició el cabello, me acurruque en su pecho, buscaba las caricias cariñosas
-Eres como un animal, un gato, si, desconfiado, mamón, se que puedo intimidarte pero resistes bastante bien el que lo haga, y bueno, eres-hizo una mueca-medianamente bueno en la cama supongo.
-¡¿Medianamente?!-fruncí el ceño, el rio con burla
-Si, ¿que esperas?, eres un crío, además tienes caracter te esfuerzas por fingir que eres un adulto y eso me gusta.
-No lo finjo, tengo que ser un adulto, yo no tengo la culpa de haber nacido en la porqueria-me besó en la boca
-Ya cállate o lárgate que estoy ocupado mocoso-le aprete las bolas, reacciono de inmediato y me mordió con fuerza la mejilla rasgandola incluso un poco con sus caninos, obviamente lo solté en el acto
-Demonios, estás loco
-No cruces la linea bebé
-Pues no me hables como a tu pendejo
-Ok-lo bese, me toque la mejilla, me sangraba un poco.
-¿Se puede?-mire al frente, Luka se estaba asomando desde el marco de la puerta.
-Ya estas aqui, ¿no se para que preguntas?, ¿qué es lo que quieres?-cerré los ojos y me acomode mejor en sus piernas, no me importaba realmente lo que hablaran a veces ni lo entendía.
-¿Otra vez ése mocoso?
-Si-silbo
-Que lindo...pero es raro que usted…
-¿Que yo que?
-Nada...ya sabe
-No, no se, dimelo
-Bueno...que se quede con un accesorio-su voz bajó de tono ahora se oía nervioso, yo reí en silencio, él es tan grandioso.
-¿Algún problema?, ¿es tu trabajo acaso autorizar las putas?, me hubieras avisado antes, Chris, saluda al caballero para que me autorice el cabrón-me gire y lo salude con la mano, el pelinegro estaba muy serio y al parecer avergonzado-¿A que es lindo?
-Si...lo es-Luka era bastante sexy debo admitirlo, sonrió para alivianar el ambiente
-Es un crío, ¿ahora trabajaremos con mocosos?
-No, si fuera a trabajar ¿crees que lo tendría aquí tan tranquilito?-negó, me miraba fijamente le había llamado la atención
-Si te gusto págame mi amor-me senté para darle la espalda aun en las piernas de Eric y me baje un poco los shorts que llevaba puestos-y puede ser tuyo-refiriéndose a mi trasero-note que Eric se estaba irritando así que mejor iba a cerrar la boca.
-¿Cuanto?-Luka era un pendejo
-¿A que venias Luka?, ¿a chingarte a mi puta?, no lo creo cabron, dime a qué vienes-se levantó haciéndome caer al suelo, me queje pero no dije nada-o vete a la mierda-de nuevo se puso serio.
-Lo siento...necesito que revise estos papeles, todo lo de Japón está casi listo.
-¿Es todo?
-Si
-Déjalos aquí-señaló el escritorio-y ahora largo
-Si señor-se retiró de inmediato, Eric retomó su lugar
-¿Estas celoso?-me emocione al preguntarlo, pero también quería molestar la verdad
-Quisieras que eso fuera, soy tu cliente en turno respeta éso, tu atención debe estar solo en mi y si vas a abrir esa preciosa boquita que sea para algo importante
-Si Eric-olfateo mi cuello, me acarició con el pulgar y luego me mordió, cerré los ojos, llevaba días sin hacerlo, siempre es doloroso pero comenzaba a acostumbrarme.
-soy tu botana
-Chris ya callate
-Quiero un poco de atención también-me baje de sus piernas y me senté en el escritorio-Estoy caliente, si me atiendes, me callaré y te dejare hacer tu trabajo en paz-sonrió, se acerco y beso mi cuello
-¿Quien te puso asi?, ¿yo o el bastardo?
-Porsupuesto tu-lo bese, su voz ronca era muy sexy, quise creer que estaba molesto por celos, si ese pensamiento me haría feliz aunque solo era una mentirita hacia mí mismo, Eric celoso por mi, que encanto.
-Ambos son sexys pero te prefiero a ti claro.
-Así debe ser-me empujó para que me acostara en el escritorio tirando varias cosas de este, se me fue encima-Luka ha sido mi perra, por supuesto que no dejaré que él te ponga más caliente que yo-me besó pero esta vez de una manera más profunda, más apasionado, su lengua se abrió paso en mi boca para poder friccionarla con la mía, era grandioso, gemi entre el beso
-No, claro que no-él dominaba por completo el beso, luego mi cuerpo e incluso mi mente, si él comenzaba a apoderarse de cada parte de mi y no sabia bien como reaccionar a eso.
Pasamos la noche juntos en el despachó, bueno, cuando él terminó conmigo, me dejó dormir sobre el mismo escritorio donde lo hicimos y me cubrió con su chamarra, el se sentó en el sofá a leer unos documentos.
A la mañana siguiente ya no había rastro de él y parecía no importarle dejarme solito ahí, bueno, en esa mañana fue mi primer encuentro a solas con el gran Luka, y supongo que se preguntan si yo me acosté con él, pues sí, claro que lo hice, pero no en ese primer encuentro asi que tranquilos.
Bueno, la causa de que yo despertara fue la presencia de este individuo, eran como las 9am, naturalmente Eric se había esfumado antes del amanecer; Luka me movió repetidas veces hasta que desperté.
-¿Qué quieres?-me queje, no quería despertar
-¿Qué haces aquí mocoso?
-¿Eres ciego acaso? Es bastante obvio que dormía, ahora déjame, lárgate-le di la espalda y me acurruque con la chamarra
-Necesito el despacho, el que se debe largar eres tu-me jalo del cabello con moderada fuerza y zarandeo mi cabeza
-¡Dios! Como chingas, ya, ya esta bien-me baje despacio del escritorio, aun estaba algo adormilado y tenía frío, me agache en busca de mi ropa interior, pero él no perdió ni un segundo, se me acercó por detrás y me arrimo su cosa, me agarro de la cadera mientras estaba agachado-¿si me sueltas por favor?
-Dijiste que si pagaba podía tenerte, solo dime cuánto.
-No ahora, ni aquí
-Claro, respetas el lugar del vampiro-se burló
-Que te valga madres lo que yo respete o no
-¿Que te vio?, tienes pesimo caracter
-A el le gusta-me encogí de hombros, me puse los calzoncillos y los subi
-Ven-acarició mi torso para que me enderezara, luego giró mi rostro y me beso a la fuerza, lo rasguñe.
-¡Te dije que ahorita no!-me jalo de nuevo ahora de una manera algo violenta y me tiro panza abajo sobre el sofá, me estaba impacientando, moví mis piernas incómodo, se había tirado sobre mi y ahora besaba mi cuello con desesperación, su peso me estaba aplastando de una manera un poco inconveniente, me acarició la cadera y me dio espacio para levantarme un poco y meterme mano, me comenzó a tocar las ingles y claro se dirigió a mi pene, en cuanto hizo contacto, comencé a orinar, ya no resistía y la presión no ayudaba, moje su mano y mi ropa interior, Luka me miro con asco y por fin me soltó.
-¡Estúpido, que asco!
-Yo te lo advertí imbécil, quería mear- me levanté y terminé de orinarme en el piso después me volví a sacar la ropa interior, con la misma me seque, tenía las piernas un poco mojadas, el puso cara de asco, yo me reí-no pongas esa cara que aunque no lo creas me han pagado por hacer pis y vieras como lo gozan-me reí aunque era una práctica que me desagradaba y me costaba trabajo hacer-mejor limpia cielo, ni creas que yo lo haré porque fue tu culpa- esta vez me puse los shorts ya sin nada debajo, luego me coloque la playera y encima la chamarra de Eric, Luka no puso buena cara, de inmediato sacó una pistola del borde de sus pantalones y me apunto.
-No te pases de listo conmigo mocoso-se acercó "amenazante" a mi persona, yo tranquilamente me calcé los zapatos, luego fui yo quien cortó por completo la distancia y puse el cañón de la pistola en mi boca mientras reía, su enojo aumentó.
-¿Crees que te convenga matarme?
-Lárgate
-Ok-me agache y me tomé mi tiempo para abrocharme las agujetas, Luka estaba mirándome con odio, luego efectivamente me marche.
El clima afuera era bastante frío, quería llegar, darme un baño y acurrucarme todo el dia en la chamarra de Eric, su aroma era delicioso...con esos pensamientos quizás comencé a darme cuenta que Eric Sammet comenzaba a gustarme un poco, si, de gustar gustar y no solo por estar bajo las alas del papi de la mafia, digo, me gustaba pasar tiempo con él y verlo reír, su sonrisa es hermosa y cada poro de su cuerpo desbordaba masculinidad, me encantaba, tambien era genial cuando compraba dulces solo para mi, si, me gustaban los dulces y que él haya puesto atención a eso me hacía feliz.
-¿Quién es ése hombre?-una voz me sacó de mis pensamientos justo cuando llegué al frente de mi casa, mi boba sonrisa desapareció de inmediato, la voz provenía de mi vecina, la mamá de Dietter, ella tenía una sonrisa algo incómoda.
-Tch…¿Que te importa?
-¿Te ha recogido un chulo?, ¿ya tienes edad mocoso?, ¿te paga bien? si es asi, hablale de mi-río con fuerza, ya lo había mencionado, pero ella era prostituta también.
-¿Porque debería?, alejate de el, es solo mio.
-Bromeas ¿verdad? Aun eres inocente Christopher, no te acostumbres, seguramente se está divirtiendo solamente, ten cuidado.
-Es mi problema no el tuyo, encargate de tu crío no de mí, ¿deberías estar cuidándolo o no?-abrí la puerta de mi casa, se acercó curiosa
-A propósito Chris, ¿y tu madre?-un escalofrío recorrió mi columna, suspire, ya no había pensado en ella si soy sincero
-Muerta-me gire a ver su rostro, se veía muy sorprendida
-Lo siento mucho cariño-me encogí de hombros
-Por cierto…-quise cambiar el tema de inmediato-mi hombre es Eric Sammet, apuesto a que has oído ese nombre, al parecer está encaprichado conmigo y mientras sea así va a cuidarme de cualquiera, incluyendo a la mujer loca que me agrede aun cuando no hago nada-me refería a ella, por lo regular no era mala conmigo pero seguía molesto por el jalón de cabello del otro dia por verme cerca de su hijo; su cara fue de total incredulidad ante el nombre que escucho, no me importo, de inmediato me metí a mi casa y cerré la puerta, mi corazón late fuerte "mi hombre", claro que no lo era pero porque no regalarme una ilusion asi de vez en cuando, como si tuviera un novio real, un amante, sí, lo comprobé, ya estaba cayendo por Eric Sammet.