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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Notas del capitulo:

Hola, en el capitulo 5 agregue una parte que se borro por error, gracias por leer

Ojala pudieran dejarme revws eso seria fabuloso

Lo mejor del mundo era dormir, era como estar muerto, pero pues no lo estaba y necesitaba dinero, ni modo; los días pasaron y gradualmente regrese a mi vida de porquería y a mi rutina con normalidad, con la excepción de que ahora me sentía mucho más deprimido que lo habitual, incluso había intentado no consumir tanta porqueria para demostrarle que valía aunque fuera un poco, pero no podía alejarme por completo del vicio, por otro lado, de nuevo busque a Serik, me dijo que había estado preocupado por mi, le explique lo de mi herida y de nuevo me consiguió clientes, el sexo nunca había sido tan horrible como ahora, bueno luego de acostumbrarme, ahora era terrible, me limitaba a cerrar los ojos y hacer mi trabajo para tomar el dinero y largarme, enserio, nunca me había sentido tan triste y solitario como en esos momentos, antes aunque no la quería del todo por lo menos tenía a mi mamá al llegar a casa y de cierta manera era una motivación, digo trabajaba para sus medicinas y para darle de comer, ahora había perdido el rumbo...ya no valía nada la pena, sería mejor estar muerto, Eric ya se había olvidado de mí y probablemente estaba rodeado de 20 bellas mujeres y hombres, mas lindos, mas fuertes, mayores, mierda, durante esos días en cuanto ganaba energía la gastaba llorando.

Al finalizar esa semana por fin decidí cumplir mi amenaza, pude de alguna manera robar un arma de fuego, jamas habia tenido una en mis manos, pero si que me habían apuntado con una en más de una ocasión.

Me senté afuera de la casa con el arma, estaba dispuesto a quitarme la vida y ponerle fin a mi triste y patética existencia.

Previamente había inhalado una línea de coca para tomar valor y ahora fumaba un cigarrillo, lo tire y luego corte el cartucho de la pistola, suspire y cerré los ojos, puse el cañón del arma en mi boca, pensé una última vez en Eric, en sus manos frías acariciándome el rostro, le amaba...no, era una obsesión...de repente, me llene de furia, no merecía mi amor, merecía pudrirse en el infierno igual que yo, ¡maldito cabrón!; jale el gatillo y entonces...nada, todo fue exageradamente rápido, en menos de un segundo pase de estar apuntando mi boca a hacerlo al cielo.

-¡Estas loquisimo!-abrí los ojos y alcé la mirada, obviamente el único que pudo detenerme a esa velocidad sobrehumana era el mismísimo Eric, fruncí el ceño y gracias a mi intoxicado ser tome mi actitud de perra.

-¿Que?, ¿estas asustado?-a decir verdad era la primera vez que veía una expresión de sorpresa así en el.

-¡¿En qué demonios pensabas?!

-¡En matarme! Creí que era obvio, ¿tú qué haces aquí?

-Vine a devolver tu ropa, la de la clínica-me dio una maleta deportiva.

-Ya no la necesitare, pero ya esta, gracias ahora lárgate que estaba ocupado

-No seas ridículo

-No lo soy, vienes y te vas y ya no quiero sufrir, buscate otro, dijiste que yo no valía nada, que te den por culo Eric, te odio, ¡te odio enserio!

-Pero mira tu cara, no encaja con tus palabras-su sonrisa burlona apareció, me llene de ira-quieres llorar mi amor-me levanté y le golpee el abdomen, patee sus piernas y le escupi

-¡Deja de burlarte cabron, ¿que te importa?!, lárgate-retrocedí a penas unos pasos, luego lo apunte con la pistola y...y descargue las 5 balas restantes en él, era consciente de que no iba a matarlo con eso, pero deseaba lastimarlo aunque fuera un poco para sentirme mejor, aun asi cuando lo vi ahí de pie riendo y sangrando me perturbo un poco, solté la pistola, el se acerco y me abrazo, intente alejarlo pero fue inútil

-¿Mas tranquilo?-seguía riendo mientras hacía la pregunta, el aroma a sangre y la sensación del mismo líquido viscoso mojandome me causo nauseas, le vomite encima a Eric-¿Te sientes mal?

-¿Que te importa?-se agacho a mi altura, luego limpio mi boca con la manga de su camisa y se acercó a besar mi frente antes de cargarme en brazos, patalee.

-¡Dejame, sueltame, estoy sucio!, te odio

-Yo tambien estoy sucio-me metió a la casa, entró directo al baño conmigo y me quito la ropa a tirones, yo batallaba con el para que me dejara en paz, cuando lo consiguio tambien se quito la camisa, hizo una mueca, la piel de su muñeca tenía mi vomito

-Whisky barato, que asco

 

-¿Que sabes tu de alcohol si no puedes beberlo?, además no soy rico ¿ok?, y solo quiero olvidarte no estar de puto fanfarrón-mi labio inferior tembló, de nuevo las lágrimas aparecieron sin yo quererlo, ¡que coraje!.

-¿Y ahora que?, ¿porque lloras?

-Déjame-me cubrí la cara

-No quiero, mira-alce la vista, señalaba su abdomen, empapado de sangre aún podía ver los 5 agujeros en él, las balas seguían adentro-si te quieres desquitar bien, para la otra consigue balas de plata mi amor, eso si que me herirá-me acerque y lo toque, ahora me arrepentía, lo amaba, no quería herirlo, debía doler aunque no fuera plata

-Lo siento-agache la mirada

-¿Ahora te pondras docil?-me acarició el mentón

-Tch

-Sacalas-me ordenó, negué-tu las pusiste ahí, ahora hazlo-dirigió mi mano a uno de los agujeros, introduje uno de mis dedos guiado por él al interior, las náuseas regresaron, le vi el rostro y vi su mueca de dolor, tenía que hacerlo, enterré un segundo dedo estirando su piel, estaba caliente y viscoso. Era una sensación horrible, llegue a la bala y como pude la agarre. Y la extraje, el no emitió ni un sonido pero su mueca tenía ligeros cambios, claro que le dolía, saque una por una hasta obtener las 5, luego lo abrace y bese las heridas que comenzaban a sanar rápidamente gracias a su sangre regenerativa.

-Perdon, no queria herirte

-No, si querías, estabas colérico y eso me encanta-me separo un poco de él, luego se sentó sobre el inodoro y a mi en sus piernas, tomó la toalla para las manos y la mojo, luego empezó a limpiarme, mi boca, mis manos, mi cuello, y beso mi mejilla, una vez más comencé a llorar.

-Dices que estoy loco, ¿pero qué hay de ti?, ¿qué es lo que quieres?, no te entiendo ni un poco, maldigo la hora en la que entre en ese maldito bar.

-Yo no-me dio otro beso en la mejilla y me abrazó-la mayoría de humanos son aburridos, una bola de estúpidos, pero como en todo, hay un puñado que son interesantes y cielo, tú entras en ese grupito.

-Entonces los estúpidos no son los humanos, lo eres tú-se burló-¿qué demonios puedo tener de interesante?, con trabajos se leer y vivo en esta pocilga, no soy interesante, no soy nada

-Llevas mi apellido, solo con eso ya eres alguien.

-Wow, seré conocido como la puta que recogió Eric Sammet hasta que te aburras, que privilegio

-Deberías estar feliz-me baje de sus piernas y me limpie las lagrimas con mi antebrazo

-Debiste dejar que me volara la cabeza, deja de usarme para divertirte, buscarte a un riquillo o yo que se, deben ser más listos que yo,  iré a vestirme, tengo frío, deberías largarte.

-Un niño rico sería aburrido, ademas yo me pudro en dinero, ¿para que quiero a alguien igual?, además tu actitud me entretiene, tu salvajismo es lo suficiente entretenido para mi, además, me prefieres a mi en tu cama que a cualquiera que tus asquerosos clientes

-Yo estoy bien siendo un juguete sexual, pero esto, no me ha gustado para nada que me hieras, me duele-baje la voz- no quiero que jueges con mi corazón-me agarro de los hombros, se agacho y me beso los labios con suavidad, mi corazón se agito, no podía evitar esa reacción-no voy a dejarte ¿ok?, no ahora, eres de mi propiedad aunque no lo quieras, asi que mejor obedece.

-Di que me quieres aunque sea un poco-apreté los puños, recargue mi frente en él y lloré-por favor, aunque me mientas, si dices que me quieres te seguiré a donde sea, volveré a ese maldito agujero para rehabilitarme-golpee su pecho con ambos puños, con furia, quería dejarme caer de rodillas, pero me sujeto, solo quería amor-por favor, di que me quieres-suplique con un hilo de voz, Eric se agacho de nuevo y me levantó, para abrazarme.

-Te quiero-no supe interpretar su mirada, era un puto acertijo, pero si mentía o no, solo por ese momento decidí creerle, lo bese con necesidad y lo abrace fuerte, quería enserio sentirlo pegado a mi.

Si piensan que todo mejoró para mi estan equivocados, bien, pude convencer a Eric de que no me llevara más a la clínica, le prometí que dejaría de drogarme yo solo, pero la ansiedad me ganaba, no tenía fuerza de voluntad así que ambos nos haciamos pendejos, por supuesto el sabía que no deje de hacerlo y yo solo me cuidaba de que no me viera drogandome o bebiendo y no llegar tan pasado a nuestros encuentros, con eso le bastaba.

Lo que tampoco resultaba fácil era verlo en el bar acariciando a otros chicos, tocandolos, incluso a veces besandolos, alimentándose de ellos, me hacia enfurecer, los celos me carcomian, pero no debía sacarlos, me hizo prometerlo, dijo que así como el no se metía con mis clientes, yo tampoco debía hacerlo con sus  "amigos, conquistas, compradores….putas" como yo quisiera llamarles, él se burlaba de mí...pero no me importaba porque había dicho también que yo era diferente a ellos y yo le creía, pero a veces era insoportable, la rabia me consumía.

Un dia en particular, yo estaba sentado en la barra fumandome un cigarro, lo vi entrar acompañado de dos preciosos chicos jóvenes, unos cuerpos increíbles, apreté los dientes, quería reventarles la cara a ambos, alejarlos de él, ¡mi culo seria mejor si no estuviera tan flaco!, maldita sea.

-¿Enojado?-una voz familiar me sacó de mis pensamientos, voltee a verlo, era Luka, estaba junto a mi burlándose, tenía semanas sin verlo a decir verdad, de seguro andaba fuera de la ciudad, me acercó su trago a mi boca, le quite el vaso y lo bebí todo.

 

-Callate pendejo

-Uy, pues perdón-me pare en la barra, luego en el banco a su lado para así estar más alto que él.

-¿Tienes auto Luka?

-Si, ¿porque?-me agache y me abrace a su cuello, luego brinque, me atrapó entre sus brazos-ey, tranquilo mocoso

-¿Cojemos?-le robe un beso

-¿Te enojo verlo así?

-Sí, además vine para coger y como el cabron esta ocupado no va a querer así que ¿porqué no nos divertimos tu y yo?, me traías ganas después de todo

-Ok-comenzó a caminar hacia afuera-pero si crees que lo pondrás celoso estas bien equivocado niño.

-Tch...sólo enséñame que puedes hacer con esa cosa-me refería a su pene-y callate-me llevó a su auto y en cuanto estuvimos dentro me planto un beso, ah y que bien besaba el cabrón debo admitirlo-eres un mocoso precoz-me recoste en el asiento trasero, él se puso ensima de mi y me empezo a comer la boca a besos.

-Ver a Eric con putas me pone, aunque también me enoja-¿Y yo Luka, te pongo?-hice una vocecita melosa, Luka me mordió el labio inferior con suavidad, gemi-¿te gusta que sea un crio?

-Me gustaría que te callaras-me beso el cuello, gruño en mi oído, ese perro también era demasiado sexy, aunque después les contaré como llegué a odiarlo-¿Cual es tu relación con el señor Sammet?

-Ninguna, no te asustes-le acaricie el cabello, el a mi la cintura, me jalo la camiseta hacia arriba y me la quitó de un tirón, también mi pantalón, ahora fui yo quien le mordió los labios-no te matara por atenderme, Luka, necesito atención-seguía con mi tono de voz cachondo, gemí alto.

-No estoy asustado, no seas ridículo-se río-¿por quién me tomas?, eres una puta, solo me apetecio comprarte y ya esta-comenzó a tocar mi entrepierna debajo de mi ropa interior, traía ropa de encaje, quería sorprender a Eric, él se lo perdía.

Apretó mis nalgas, arquee mi espalda y gemi, desabroche su cinturón, metí mis manos en sus pantalones, yo tambien tenia que ser partícipe, toque su entrepierna, tenía un buen tamaño, luego baje sus pantalones, el estrecho espacio del asiento trasero hacía que estuviéramos muy pegados, su piel estaba muy caliente, Luka sabía bien cómo hacerme sentir bien, me besaba los hombros, el cuello, los labios, era estupendo, me hacía sentir bastante bien con solo eso y un par de mordidas me arrancó más de un gemido fuerte, comenzó a masturbarme, luego a besarme el pecho, lamer mis pezones, yo acariciaba su cabello, y me aferraba un poco a sus fuertes brazos, la expresión en su rostro me gustaba, sus ojos llenos de lujuria y una pequeña sonrisa socarrona, si, las veces que tuve sexo con él fueron bastante buenas; bueno, luego del juego previo, Luka me jalo para sentarse él y a mí encima de sus piernas-montame mi amor-me beso el cuello de nuevo, su aliento tibio hizo que se me erizara la piel.

-Lo que desees-lo bese mientras me acomodaba, luego recargue mi cabeza en su hombro mientras bajaba, sentí como entro la cabeza de su pene en mi, suspire, iba a bajar más, pero él se adelantó, alzó la cadera y entro por completo, me aferre a su espalda y apreté los dientes, el de inmediato empezó a moverse, me relaje y yo también lo hice, lo vi sonreír, me quiso herir a propósito, maldito, pero bueno, pronto comencé a sentirme bien, Luka se movía a buen ritmo y yo ya sabía cómo encontrar mis puntos dulces en esa posición, en unos minutos yo ya estaba gimiendo sin pudor mientras montaba a Luka lo más profundo que su extensión me lo permitiera, luego, me giro, me abrace al asiento de enfrente mientras él seguía moviéndose y ahora también atendiendo mi pene con una de sus manos y con la otra me sujetaba la cadera, beso y mordió mi espalda, quería marcarme a lo que yo no tenía problema, en un momento dirigí mi mirada hacia el costado izquierdo, había sentido una mirada pesada, teníamos un voyeur y no era nada más ni nada menos que el dueño de mi corazón, se había salido del bar y obviamente me estaba mirando a mí, directamente a los ojos, le sonreí con cinismo, quería que se enojara, que se encelara mas bien, muy al contrario el bastardo encendió un cigarrillo y me sonrío, me calenté más y empecé a moverme más rápido y a gemir más fuerte, ¡Dios!, era demasiado caliente tenerlo como espectador y que no se cabreara, y si la escena no fuera ya lo suficientemente obscena y excitante para mi, Eric se abrió los pantalones y comenzó a masturbarse bajo mi mirada, iba a correrme en cualquier momento, era increíble, por un lado tenía a Luka dándome amor de una manera increíble y por el otro, a lo lejos, al voyeur más guapo del mundo masrurbandose para mi.

-¡Más!, Luka, ¡más!-me acostó en el asiento y me abrió las piernas, me dio un par de estocadas más-¡Ahí! Luka, por dios-me corrí, manchandole la camisa a Luka, me mordió los labios y en venganza doblo mas mis piernas y siguió castigando mi culo, le arañe la espalda, se sentía demasiado bien, me contraje un par de veces relajando y apretando los músculos de mi ano, Luka por fin se corrió, lo empuje un poco para sentarnos y me asome otra vez por la ventana, ahi seguia Eric, no pude evitar gemir alto del puro gusto de verlo, se estaba limpiando una mano con un pañuelo de tela, se abrocho los pantalones, me sonrió de nuevo y se metió al bar otra vez, Luka me beso el cuello y yo a él los labios.

-¿Qué es lo que tanto vez precioso?

-Teníamos a un voyeur, y eso me exito bastante-Luka se rió y yo también lo hice, luego lo besé otra vez, su pene seguía adentro.

-Eres un chiquillo enfermo

-Ambos lo somos-me levanté despacio para que saliera su cosa de mi interior y me senté a un lado-tienes un cigarrillo?-me lo dio de inmediato-60 euros mi amor-abrió su billetera y también me los dio de inmediato, me puse mi ropa rápido mientras él fumaba y sujetaba mi cigarro, me miraba atentamente-repitamos otro dia-le di otro beso cuando termine de vestirme, me dio el cigarro, luego baje del auto.

-Eres raro...interesante.

-Yo no se que me ven de interesante pero ok, no vemos luego Luka-me meti al bar y fui directo al despacho, obvio que ahí estaba Eric, lo vi entrar por atras.

-¿Te divertiste?

-Bastante, Luka se mueve muy bien, parece que no fui el único que lo gozo-lo miré con picardía, parecía de buen humor.

 

-Sí, bastante aunque si te soy sincero preferiría tenerlos a ambos en la cama en vez de sólo mirar

-¿Bromeas?-rei

-No mi amor, creo que lo había mencionado y si no lo hago ahora, Luka a gemido mi nombre más veces de las que puedas imaginar-La jugada me salió al revés solo de pensarlo me puse celoso.

-No te enojes Chris, solo digo que un trio con ustedes podría ser interesante

-tch...como sea, me voy a casa….¿quieres coger?

-No, ya vete- hizo un ademán con la mano indicando que me marchara, lo miré decepcionado-aun tienes fluidos de Luka adentro, es asqueroso y no pienso tocarte

-Hijo de puta-le mostré mi dedo medio y me sonroje, era verdad-ni que tu no fueras un cerdo, imbécil.

-Lo soy, pero no así, ahora, largo Chris, tengo cosas que hacer-asenti y fui a la puerta-además, viste al chico de hace rato?-se refería al que lo acompañaba cuando yo entre. 

-Si

-La mama mejor que tu bebé-se burló, lo mire dolido 

-Pues quedate mejor con el

-Te busco luego precioso- azote la puta puerta, luego me marché.

El camino a casa realmente no era largo, pero cuando andaba sobrio se me hacía eterno, los pensamientos se agolpaban en mi mente y no era nada positivo, estaba haciendo mucho frío, el cielo estaba lleno de estrellas, y yo pensaba en mi madre, si bien ya les he dicho que realmente no se que sentia por ella y sigo sin hacerlo, el tenerla en casa aunque de manera negativa hacia mi vida menos solitaria, llegaba a casa y habia ruido, era algo parecido a cuando te deshaces de algo y no te acostumbras a no verlo, si, era algo parecido a eso, tampoco es que extrañará sus maltratos y groserías, era más bien que no me acostumbraba aún a que no estuviera después de todo nunca fue una buena madre, aunque bueno, yo tampoco era el hijo que alguien hubiera deseado tener.

No quise entrar a la casa, me senté afuera de esta y me puse a fumar un rato mientras imaginaba lo que sería tener una vida normal, ¿ya saben?, una mamá que me amara, un papá que jugara conmigo en vez de abusar de mi, yo yendo a la escuela, si, haber ido a la escuela era como ¡Wow!, que pinche fantasía, alguna vez alguien me dijo que la inteligencia se hereda pero se debe desarrollar, quizás si yo hubiera desarrollado mi cerebro no sería un estúpido, ¿recuerdan que Eric me preguntó si sabía leer?, si yo sabia leer es porque a unas cuadras de mi casa había un viejo maestro japonés, el era grandioso, yo me escurría en su casa cuando tenía 6, 7 años, el me daba de comer y me enseñó chingos de cosas, si, gracias a ese hombre cuyo nombre la verdad no recuerdo no era un total analfabeta.

En fin, continuo, lo que me sacó de mis pensamientos fue la silueta de una mujer aproximándose, era la vecina, venía con poca ropa y un enorme y espantoso abrigo de piel falsa.

-¿Que haces afuera?, vete a dormir-no era tan tarde

-Mi mamá se aparece en las noches y me asusta-ambos reímos, mientras yo no me acercara a Dietter ella no era mala conmigo.

-Respeta su memoria Chis, si no ella enserio regresará a atormentarte.

-No me importa, ahora tengo quien cuide mi pellejo.

-¿El vampiro?, ¿no ya te ha votado?

-Quisieras

-Claro, para buscarlo yo

-Le gustan jóvenes

-Aun lo soy

-Tch-se rió de nuevo

-Me voy a dormir, descansa Chris

-¡Ey!...¿lo quieres?

-¿Que?

-A tu hijo

-Lo amo, ¿por?

-No es nada, solo me lo preguntaba

-¿Piensas en tu mamá?-me encogí de hombros, ella se sento ahi junto a mí.

-No se que pensar sobre ella, ¿esta mal que realmente no sienta nada?

-No lo se...quizas ella te amaba a su manera, no lo entiendo del todo, digo, eso es lo que hacen las madres, aman a sus hijos.

-Mis cicatrices no piensan lo mismo...ni sus abortos.

-Mocoso, la vida para gente como nosotros es dura, para tu mamá tambien debio serlo

-¿Y eso que?, solo porque la vida es dura ¿se justifica su odio hacia mi?, que facil, solo olvidalo divagaba, pensaba en familias normales y esas cosas, se que no me quería y ya está, estoy bien con eso.

-Bueno, Chris mi mamá no pudo amarme ella murió cuando yo nací así que no se que es el amor de madre en mí, sin embargo aunque Dietter no fue planeado pude amarlo desde que crecía en mi vientre, debe ser distinto para cada quien, mi vida ha sido dura pero desde que esta Dietter creo que es mejor, así que no le des tantas vueltas, quizas despues para ti tambien mejore, quizás dios tiene una recompensa para ti después de todo tu sufrimiento-ella quería darme una esperanza, pero oir de Dios en vez de consolarme me enojaba.

-Yo no creo en eso...nací en la miseria y de seguro aquí he de morir.-se levantó y me acarició la cabeza.

-¿Qué hay de ese hombre?, el te eligio de amante ¿no? Es de dinero, puedes aprovecharte de ahí

-¿Crees que puedo aprovecharme?- podía pero no quería, él mismo me decía que lo hiciera, pero yo no quería dinero quería amor-el solo me tiene como mero entretenimiento, cuando se aburra me votara y ya, y no creo que me convenga robarle.

-No te deprimas Chris, levanta la cara, aun eres un crío quizás si habrá algo mejor...descansa-se metió a su casa, luego de un rato yo entre a la mía.

Seguí pensando, ahora con Eric yo tenía algunos momentos alegres y creo que estaria bien solo con eso, momentos felices era lo único a lo que yo podía aspirar, suena patético, pero el que el hueco que sentía en mi pecho se llenará momentáneamente era suficiente para mi.

Antes de acostarme me meti a bañar, pensar tanto me había dado sueño, me dormi sin haberme secado el cabello, y como la noche estaba muy fría, como era de esperarse, amanecí enfermo, con mucha fiebre.

Me dolía la cabeza y cada músculo de mi cuerpo, no tenía medicinas específicas así que tome lo que sea que hubiera en un frasco del botiquín del baño, tenia 2 opciones, 1. Me curaba o 2. Me moría.

Estuve durmiendo y despertando todo el dia, tenia hambre pero estaba muy débil como para salir a buscar comida, estaba envuelto en la manta, sentía mis pies helados y mi cabeza amenazaba con estallar, en mis tantos episodios de sueño tuve varias pesadillas en las que mi madre tras ser golpeada por mi papá se desquitaba conmigo, tambien soñe con el dia en el que asesinaron a mi padre y yo estúpidamente crei que todo mejoraria, pero no fue así, empeoro, mamá me culpaba y me golpeaba más brutalmente, luego sus novios locos, el pastor, tocandome contra mi voluntad, mi rostro de 10 años gritando y llorando, suplicando piedad, ¿en que momento me acostumbre y me resigne al abuso físico?

-Chris….¡Chris!-alguien me despertó, me movían despacio, abrí los ojos de golpe, alterado y me senté rápido, mi cuerpo estaba bañado en sudor, de mis ojos brotaban lagrimas, todo estaba oscuro y lo unico que veia eran los brillantes ojos azules de Eric.

-¿Eric?-pregunte aun alterado, mi respiración era rápida-¿Que hora es?

-Las 11, creí que irías al bar-me volví a acostar

-Estoy enfermo, no voy a salir hoy-me envolví en la manta de nuevo y me acosté dándole la espalda 

-¿Que soñabas?, estabas muy alterado

-Es...es por la enfermedad

-Estas sudando mucho, cambiate-no hice nada, no por ignorarlo, me dolía todo, se paró y comenzó a husmear en mi ropa.

-Yo...soñaba con mis papás, ya sabes, cuando yo era pequeño y me golpeaban, como él me violó y nadie hizo nada por detenerlo, por eso desperte llorando, ¿entiendes porque no me gusta estar sobrio?

-No es la solución-se acercó a mí, su rostro tenía una leve expresión empática, hizo que me sentara y me sacó con cuidado la playera, con la misma me empezó a secar el cuerpo, luego también me quito los pantalones y me puso ropa limpia.

-Tengo frio Eric-me puso la manta encima

-Es obvio, tienes fiebre

-¿Puedes acostarte conmigo?-no pensaba en mis palabras pero lo deseaba, además al rozar su mano senti que estaba tibio-¿Porque?-pense en voz alta

-¿Que?

-Tu piel está tibia

-Acabo de comer, éso me devuelve calidez y color un rato.

-Entonces andá, acuéstate un rato conmigo

-Enfermo, te pones bastante dócil-se metió a la cama y lo abrace.

-¿Porque viniste?-tu sangre, te sentía alterado

-Estabas preocupado-afirme, sonreí.

-¿Quien sabe?, alégrate y ya-me acurruque en su pecho, él me abrazó

-Estoy feliz…¿tú tuviste padres?

-Claro que los tuve, pero no los recuerdo.

-No seas ridículo

-Es la verdad, ¿Cuántos años crees que tengo?

-No se, ¿30?

-No, mi edad real

-No lo se

-Mi amor, tengo mas de 500 años-me recargue en mis brazos y lo miré a los ojos, estaba sorprendido, me reí y él me secundo-es en serio Chris, te acostaste con un cadáver viejisimo.

-Qué miedo...y asco

-Oh calla, que estoy más bueno que cualquiera de los viejos que has pasado sobre ti

-Lo estas- lo besé, en eso mi vacío estómago gruñó, tenía mucha hambre.

-¿No has comido verdad?

-No

-Por eso estas tan mal, no te recuperaras-me encogí de hombros

-Me tome unas pastillas de algo...matame-sonreí

-Estúpido-se levantó-ahora vuelvo-salió de inmediato y yo recupere un poco de ánimo, amaba que se preocupara un poco, a su manera pero pues si lo hacía.

Regreso a mi casa más tarde, ya pasaban de las 12am, traía Sopa caliente, pan, leche y medicinas.

-¿Donde la conseguiste?, es muy tarde.

-Niño, cuando tienes un arma o mucho dinero puedes conseguir lo que quieras a la hora que quieras, ahora traga.

-Entra a la cama conmigo

-¿Te vas a poner caprichoso?

-Por favor, solo quiero tu compañia, me siento mal.

-Ok, hazte a un lado-se sentó en la cama y yo entre sus piernas, comencé a comer bajo su atenta mirada, el me abrazo por la cadera, me acariciaba el costado y ocasionalmente besaba mi nuca.

-¿Que te gusta comer mocoso?-me encogí de hombros

-Me da igual, me gusta la carne, ah, tambien la pasta...y una vez probé comida de Japón

-¿De Japón?

-Bueno, de ese estilo, y me gustó-sin pensar comencé a contarle-verás, a unas cuadras de aquí vivía un hombre japonés, el a veces me invitaba a comer.

-¿Si?-asenti

-Era un maestro, el me enseño a leer

-¿Que más te enseño?-bajé el tono de voz...no sabía si seguir hablándole de eso, osea ¿porque le importaría?, lo estaba molestando con mis palabras, yo era su juguete sexual y su alimento, ¿porque le importaría saber de mí?, me estaba dando un poco de ansiedad-¿ah?

-El...el me enseño a leer-conteste nervioso-, a escribir y también me estaba enseñando un poquito de su idioma, aprendí varias cosas con él, también a contar y me prestaba juguetes, el era un tipo grandioso, me curaba los golpes, además él jamás me tocó de una manera pervertida, él fue el único hombre que me trato como a un niño-a Eric no parecia molestarle escucharme hablar, al contrario, estaba en silencio escuchandome atento, me beso la mejilla.

-¿Cuantos años tenias?

-6, 7, no se

-Entonces, ¿hablas japonés? Eso sí que es una sorpresa

-No es como si lo hablará del todo, se decir varias cosas básicas y lo entiendo un poco, no se escribirlo para nada, el se apasionaba al explicarme así que me alegra haber aprendido un poco.

-El año que entra te llevare a Japón, después de que cumplas 14 años-me reí

-No seas ridículo

-¿No quieres?, tengo un asunto allá.

-Yo...haré lo que tu quieras-se aceleró mi corazón, digo, era emocionante pensar en viajar a otro pais, yo con trabajos tenía papeles.

-¿Y qué pasó con el maestro?

-No lo sé, fui con él casi por 3 años, algunas veces por semana, mis papás nunca me prestaron mucha atención, pero cuando por fin se dieron cuenta de que yo iba a visitarlo, me molieron a palos, recuerdo que el dolor era lo suficientemente fuerte para no poder ponerme de pie en varios días, luego no supe más de él, me daba miedo ir a verlo y luego de un tiempo supe que se marchó.

-Entonces nunca fuiste a la escuela-negué y continúe comiendo-¿No te gustaria ir?-negué de nuevo-¿Porque?-me beso la mejilla

-Soy estupido, los chicos de mi edad ya deben saber un montón de cosas, yo no sé nada.

-Aprenderias, eres listo-Eric me apego mas a mi cuerpo y me dio otro beso, yo deje el plato de sopa a un lado y tomé en mis manos el pan y el recipiente con leche, era agradable estar así.

-¿Intentas persuadirme?-asintió en mi hombro-13 años tarde, no intentes adiestrarme, además, la gente es muy cruel Eric, ¿tu que crees que las personas de una escuela dirán de mí?, un prostituto, un huérfano pobre, se burlaran hasta hartarse, ademas, imaginate, un drogadicto en la escuela, casi es cómico-me parece cómico pero de la manera triste-recargue mi cabeza en su pecho y cerré los ojos, me sentía mejor con el estómago lleno, pero aun me dolía el cuerpo y mi respiración era lenta, quería dormir.

-No tendrías que divulgar que es lo que eres.

-Creo que no estoy avergonzado de lo que soy, enojado y triste sí, pero avergonzado no, se el lugar al que pertenezco...así que si quieres perra amaestrada buscala en otro lugar-Suspiro

-Vale…¿te sientes mejor?

-Si, mi estómago está lleno y ya no me duele-me toco la frente

-Aun tienes fiebre


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