Capítulo 5. El club de los raros.
Steve, debido a los sucesos de ese día le dijo que se tomara lo que quedaba del día libre para que descansara un poco y pudiera poner algo frio en su mejilla. Cuando llegó a su casa su padre estaba trabajando, pero María, al verlo tan temprano y con un golpe en la cara se asustó.
—Tranquila mamá, tropecé y me golpeé contra el marco de una puerta.
María no se lo creyó del todo, pero estaba más preocupada por el golpe en sí, así que se apresuró a buscarle algo frio para que se lo colocara en la cara y le dijo que subiera a su cuarto, que Stephen estaba leyendo unos libros, y que luego ella les subiría algo de tomar.
Stephen tenía unos cuantos de sus libros desperdigados sobre la cama, y se encontraba dormitando con uno de ellos en la cara cuando Tony lo despertó. Al verlo, este abrió enormemente los ojos ante el visible golpe, y Stark no tuvo mas opción que contarle todo lo que había sucedido.
—O sea que ya te ganaste una enemiga de por vida.
Strange sacó una revista que había traído consigo. Y le enseño un artículo en especial.
— ¿Estos son tus jefes?
El artículo era sobre Shield y una presentación que habían tenido unas semanas antes. Tony asintió y le fue señalando cada uno con su nombre.
—Entonces esta es la pelirroja que me dijiste— susurró Stephen— sí que es una mujer bonita.
—Ni la mires, esa esta fuera de tu liga. Mejor dicho, esa esta fuera de tu universo.
Stephen se rio, pero dijo que de todas formas Wanda era demasiado linda para no admirarla, y se guardó la foto.
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Bucky había ido a la oficina de su amigo Steve para que le detallara los sucesos de ese día, aunque ya Steve se estaba arrepintiendo, puesto que su “amigo” no paraba de reírse con todas sus desgracias.
—Entonces te enfrentaste a Sharon por proteger al monstruo que tienes de asistente.
Steve se reclinó en su asiento mirando atentamente a Bucky
— Él me encubrió, era lo menos que podía hacer. Además Sharon lo golpeó.
—Así vi. ¿Pero qué piensas hacer ahora?
—Probablemente a estas alturas ya no haya compromiso.
—Me alegra escuchar eso— exclamó Bucky— tú y Sharon no están hechos el uno para el otro. Son demasiado caóticos. Ni siquiera sé por qué se comprometieron en primera instancia.
—Yo la quiero Bucky, nos criamos juntos y, en cierta forma, sería muy bueno para la empresa si estamos casados.
—Tonterías, ni que estuviéramos en la edad media casando por patrimonio, lo que debes hacer ahora es olvidarte de eso y comenzar a pensar ahora en todas las salidas que podrás tener desde que seas un hombre sin compromiso.
Steve asintió sin mucho entusiasmo, de alguna forma pensaba que si rompía ese compromiso tendría demasiados problemas en la empresa.
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Cuando ya casi era hora de cenar, su madre le pidió que fuera a la tienda a comprar unas cosas que se le habían olvidado para la comida de su padre del día siguiente. Tony fue rápidamente, ni siquiera había despertado a Strange quien se había quedado dormido de nuevo esperando la cena. Esperaba que aquel mandado no le demorara más de diez minutos, pero cuando regresaba de la tienda se encontró con la pandilla de Justin Hammer, un grupo de muchachos que solían atormentarlo y jugarle bromas un tanto pesadas.
Justin fijó sus ojos en el y sonrió con malicia, cortandole el paso.
—¡Holaaa Tony! cuanto tiempo que no te veía.
—Hola— respondió saludando al castaño y a toda la banda. Intentó seguir su camino, pero Hammer no le dejaba pasar mientras le sonreía.
— ¿Por qué no sale un rato esta noche con nosotros? —le dijo de repente, —vamos a ir a dar una pequeña vuelta y tomar unos tragos, deberías apuntarte.
Tony los miró de forma suspicaz, él y Hammer no tenían mucho en común, principalmente porque Justin siempre le vivía haciendo bromas que resultaban un tanto pesadas unas cuantas veces y comentarios respecto a su aspecto físico.
— ¿En serio? —preguntó mirando a todos.
—Por supuesto, ¿no chicos? —Hammer volteó a ver a sus amigos y sin que Tony lo viera les guiñó un ojo, estos asintieron y respondieron afirmativamente.
—Bueno, pasen por mí a las nueve. —dijo de inmediato.
Tony se alejó sintiéndose casi nervioso por la salida, y no vio la risa que Hammer les dedicó a sus amigos. Si bien sabía que Hammer no era muy bueno con él, quizás el hecho de tener poca vida social, y quererla, le hacía olvidarse de que no era muy correcto salir con quien te molesta. Por un momento pensó que en verdad podría ser incluido en un grupo de su edad, y eso le agradaba.
Casi peleó con su papá cuando informó que saldría con el grupo de Justin, era obvio que su padre se iba a negar, siempre decía que el grupito de Hammer eran unos alcohólicos sin oficio, y no quería que fuera solo con ellos. Stephen no podía acompañarlos, al día siguiente debía acompañar a su madre a hacerse unos análisis en una clínica, y debía irse a dormir temprano.
—Tony no va a salir con esos vagos, podría pasarle algo malo. —le decía furioso a su esposa.
Maria no estaba muy segura de dejarlo salir tampoco, pero su hijo nunca salía si no era con Stephen, y le dolía verlo enclaustrado en la casa en vez de divirtiéndose como un joven normal, así que se unió a apoyar a Tony para que lograra el permiso de su padre.
Howard aceptó de mala gana ante las suplicas de su esposa e hijo, si tenía un punto débil, eran ellos dos. El problema fue que Hammer nunca se apareció. Y Tony no pudo ni ver a su padre a la cara de la vergüenza de escuchar un “te lo dije”, y se encerró en su habitación sin decir una palabra.
Howard estaba que hervía por dentro.
—Esto es tu culpa— le decía a María en su habitación, señalándola con un dedo —. Si me hubieras apoyado en decirle que no, ahora no estaría frustrado por que le dejaron plantado.
María lo veía sentada en la cama en completo silencio. Sabía que su esposo solo estaba preocupado por el amor que le tenía a su hijo, al igual que ella, y solo tenía que darle un momento a que despotricara contra Hammer y su grupo de amigos. Ella se sentía culpable en verdad, odiaba que se burlaran de su hijo, y más después de lo que le había sucedido… pero no perdía la esperanza de que pudiese encontrar personas que lo quisieran de verdad, así como lo hacían ellos dos y Stephen…
La noche fue pesada para los tres ocupantes de aquella casa, y a la manñana siguiente Howard despertó bastante temprano, se vistió y antes de que María despertara fue al cuarto de su hijo y tocó.
Tony le abrió casi dormido, los rastros de llanto aun en su rostro.
— ¿Qué paso papá? —dijo aun confundido por el sueño.
—Quería hablar contigo antes de irme.
— ¿Tan temprano? —vio su reloj en la mesita de noche momentáneamente, su padre no solía salir a esa hora.
—Debo arreglar unos asuntos. Siéntate Tony, por favor. —Lo instó a incorporarse y le dio un fuerte abrazo—. Quiero decirte que si a veces soy un poco rudo contigo, es porque te amo y quiero lo mejor para ti. Se lo cruel que puede ser este mundo con alguien tan especial como tú, pero te prometo que algún día veras que todo lo que hice fue por tu bien.
—Gracias papá. —dijo sintiéndolo en verdad cuando ambos se separaron.
—En el fin de semana nos vamos los tres a un buen restaurante a celebrar formalmente tu contratación. Pero déjeme las penas, que yo no lo resistiría demasiado.
Howard besó a su hijo en la frente y salió de la casa para subir a su auto. Recorrió a velocidad baja en auto las calles del vecindario, bien sabía que el grupo de Hammer era famoso por amanecer borrachos en alguna esquina, no habían sido pocas las veces que tenían que llamar a la policía por escándalos de esos vagos. Los encontró fácilmente en un parque cercano y, aunque todo lo que quería era sacar la pistola que llevaba y acabar con aquella escoria, decidió simplemente darle un escarmiento. No podía ir preso y dejar sola a su mujer y a Tony.
Justin lo vio y se rio pensando que el padre de Tony venía a darle una lección de vida sobre cómo no molestar a su hijo, jamás se esperó la patada en sus genitales.
El dolor lo cegó instantáneamente, no vio del todo bien cuando uno de sus compañeros intentó cuestionar al viejo y este le estrelló el puño en la cara al mequetrefe, ningún otro intentó detener a Howard.
—Aléjense de Tony, si no quieren más problemas— vociferó mirándolos a todos, y tan rápido como llegó y golpeó, se fue, dejándolos a todos más que sorprendidos, y a Hammer incapaz de hablar por el dolor.
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Debido a que su padre lo despertó antes de que su despertador sonara, Tony llegó bastante temprano a la oficina para preparar todo, y Steve no tardó en aparecer minutos después.
—Antonio, convócame una junta con los ejecutivos por favor.
Tony se rio y Steve lo miró.
—Anthony— le corrigió y Steve pareció lucir avergonzado.
—Cuanto lo siento, no soy muy bueno con los nombres nuevos. — Se sentó tras el escritorio y empezó a revisar el papeleo que el otro le había dejado.
—Puede decirme Tony si quiere, es más corto, y así me dice todo el mundo.
—Tony será. —sonrió y vio cómo su asistente se dirigía a preparar todo lo necesario para la junta.
La reunión se llevó a cabo sin más contratiempos que los maliciosos comentarios de Loki: uno que otro comentario sobre si Tony era un castigo para que sus ojos sufrieran, sobre que si a Bucky le estaba saliendo una cana y que ¿en dónde rayos estaba Sharon….?
Ese día Sharon no asistió a trabajar y Steve sabia porque.
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Peter, Clint, Sam, Thor y Gamora salieron del ascensor en la recepción.
—Natasha, —preguntó Thor acercándose a la recepcionista— ¿aún no estás lista para salir a comer?
—Vayan adelantándose, —respondió ella—Bruce está por llegar con un dinero que debo entregar.
—No tardes mucho—le dijo Peter terminando de comer una paleta—después no tendrás tiempo para comer.
Los cinco salieron directos al comedor cercano que siempre frecuentaban, y casi inmediatamente tras ellos Tony bajó del ascensor. Era la hora de comer y se dio cuenta que no sabía a donde iría. Vio a la recepcionista y se acercó a preguntarle.
— Disculpa, ¿Sabes de algún sitio cerca donde pueda comer?
Natasha lo vio y le sonrió tiernamente, aquel chico le causaba gracia, lo veía muy tierno.
—Claro pequeño, por aquí cerca van casi todos los empleados, los no ejecutivos, ya sabes— rio frotando su pulgar en el dorso de su índice, haciendo la señal del dinero—. Se llama el Helicarrier, si presentas tu carnet de Shield te puedes conseguir un pequeño descuento, y hasta te fían si andas corto de dinero.
—Eres muy amable— le dijo sinceramente cuando la otra se ofreció a hacerle un pequeño mapa en un papel.
—Si vas te vas a encontrar con el club de los raros. —Le dijo tendiéndole el trozo de papel.
Tony lo vio y le asaltó una duda.
— ¿El club de los raros?
—Sí, desde el piso tres hacia arriba, los asistentes fijos somos el club de los raros. Técnicamente somos los más feos y pobres que trabajamos activamente en esos pisos. Me incluyen a mí también. Fuimos nombrados así por Loki.
—Pero tú eres bellísima. —Dijo más que sorprendido, Natasha era demasiado linda para ser catalogada de esa forma.
Natasha sonrió y aceptó el halago.
—Pero estoy a un centavo de caer en la miseria, y eso me hace entrar en el club. Ahí están los asistentes de vicepresidencia, asistente de puntos de ventas, de administración y recursos humanos, del mismísimo Loki Laufeyson, y yo, que soy la primera cara que ven.
Tony sonrió mientras negaba, ella no lo había dicho, pero según esa lista también debía entrar el asistente de presidencia, o sea él mismo. Decidió que no le daría mucha mente a eso y mejor se iría a comer.
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Siempre era muy incómodo entrar a un lugar sin conocer a alguien, y más porque aquel lugar iban las personas en grupo según veía, o por lo menos todas las mesas tenían personas charlando, pero decidió que no se moriría si se sentaba solo, no sería la primera vez. Era un sitio bastante sencillo donde te tomaban el pedido, estaba a punto de ordenar que le trajeran el plato del día —porque simplemente no sabía que servían en aquel lugar y ya tenía mucha hambre—, cuando una voz gruesa le interrumpió.
—Tráigale lo mismo que a nosotros, el estará en nuestra mesa.
Tony reconoció al rubio que le estaba viendo como el asistente de Loki. Desde su posición, aquel hombre se veía aún más alto si eso era posible.
—El plato del día sale más barato, pero ellos no saben cocinar bien la res y hoy ese es el plato del día. —Dijo sencillamente sonriéndole al otro—Así que los jueves pedimos otra cosa.
—Oh, gracias, no sabía, y tú eres…
—Thor Odinson, el asistente del diseñador de moda de Shield, ya nos habíamos visto.
Tony se sintió bastante agradecido cuando Thor lo invitó a sentarse en la mesa. Sam también estaba ahí y le saludó con una sonrisa, había visto de pasada a los otros tres, pero no sabía sus nombres.
—Ya que eres el nuevo asistente de presidencia nos conviene estar junto a ti.
—Cállate Quill— había dicho Gamora mientras empujaba al otro—ignóralo, es un estúpido que solo piensa en comer y en estupideces. Mi nombre es Gamora Zen, soy la secretaria de Shanon, mucho gusto. Ya conociste a mi jefa según escuché.
La chica estiró su brazo por encima de la mesa y le dio un fuerte apretón mientras sonreía.
—Ya me conociste supongo, —interrumpió Sam— pero yo soy Sam Wilson, asistente de vicepresidencia ejecutivo, ósea de James Barnes o Bucky como todos le dicen, un gusto.
—Yo soy Clint Barton, asistente del gerente ejecutivo, —dijo a quien reconoció como quien se sentaba junto a Quill en la oficina— tengo una esposa y tres hijos.
—Tenias Clint, tenias—dijo Quill llevándose una cuchara a la boca—recuerda que Laura esta con un tipo más joven…auch
—Ya cállate—dijo Barton— yo no he firmado ningún papel de divorcio, es mi esposa.
Los otros solo negaban divertidos, parecía que aquello era algo muy común entre ellos.
—Yo soy Peter Quill, el asistente de Phil Coulson
Tony asintió, ya lo conocía.
—Le decimos la vaquita—interrumpió Gamora entre risas—por que como veras después, solo se la pasa comiendo.
—Yo estoy en forma—dijo Quill a lo que todos rieron, estaba un poco subido de peso por toda la chatarra que comía.
—Ya me había presentado como Thor Odinson—dijo el rubio esta vez—, asistente de Loki.
—El esclavo de Loki—dijo Gamora.
—El sirviente de Loki—afirmó Clint.
—La alfombra para que Loki camine y se limpie los zapatos—suspiró Quill.
Thor intentó contradecir eso, pero sus amigos no le dejaron alegando que no sabían cómo podía soportar pasar tanto tiempo con Loki sin terminar estrangulándolo.
Tony se sintió parte del grupo casi de inmediato, y aprendió muchas cosas de ellos en poco tiempo. Se enteró que Gamora y Quill tenían una especie de relación de son y no son, Wilson estaba soltero, Clint… tenia complicaciones y a Thor su novia desde los 13, con quien había estado casi 20 años juntos, un día tomó sus cosas y simplemente se fue dejándole solo. Sin ninguna explicación.
También le contaron un poco acerca de su nuevo jefe, se enteró de como Sharon y Steve habían pasado a vivir juntos luego de la muerte de los padres de esta, también le mencionaron a T’Challa, a quien aún no conocían, y quizás entendió por que se aguantaban tanto Sharon y Steve aunque discutieran demasiados: quizás se sentían ligados al haberse criados juntos, aunque no se quisieran en verdad. Le advirtieron que tuviese cuidado con T´Challa, y más si había defendido a Steve —todos se habían enterado del golpe que había recibido por no dar la agenda de su jefe—, pues el hermano de Sharon odiaba a Steve, y a todo el que lo apoyara directamente. Tony lo tomó en cuenta para no tener más problemas.
También le mencionaron que Steve había ganado la presidencia compitiendo contra T´Challa por una gran propuesta revolucionaria que había lanzado, y que uno de los votos decisivos que obtuvo fue el de Sharon, por lo que se armó una pelea tan fuerte, que hubo que separarlos porque iban a llegar a los puños.
Pasaron un rato más hablando mientras comían, Tony por fin comenzó a sentirse un poco incluido, de alguna forma ya tenía compañeros y eso era un progreso. Quizás, las cosas estaban mejorando.