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64. El Cowboy de Changmin (10) por dayanstyle

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Changmin terminó el expediente de Whiskers y lo dejó en el escritorio de Damon. Cerró el bolígrafo, lo guardó en su bata y fue a buscar a Jinwoon. Sentía como que su relación con Jinwoon era desunida y quería encontrar la manera de unirla, no sólo físicamente, sino también emocionalmente.

Algo estaba deteniendo a Jinwoon y Changmin quería saber qué era ese algo. Su futuro juntos no tenía ninguna posibilidad si no podía entender por qué Jinwoon se mantenía a distancia.

Changmin se detuvo cuando vio a un extraño de pie en el pasillo, mirando a escondidas desde una esquina del área de espera. —¿Qué crees que estás haciendo?

Parpadeó un par de veces cuando el  extraño desapareció. Eso le dijo que el chico era fey, pero eso no explicaba lo que había estado haciendo espiando a Jinwoon. Changmin caminó rápidamente por el pasillo, necesitaba ver a su pareja.

Jinwoon estaba limpiando la jaula de Roger, ajeno a ser observado. Su pareja no tenía ni idea de que un fey había estado allí espiándolo. Changmin se apoyó en la pared, observando a Jinwoon por un momento. ¿Por qué alguien estaría espiando a este hombre? ¿Había algo de la vida de Jinwoon que Changmin tenía que saber?

—Roger derramó su agua.

 

Jinwoon ni siquiera se había dado la vuelta. Sabía que Changmin estaba viéndolo. Si  sabía que Changmin estaba  allí, ¿sabría del fey? Podría ser solo debido al lazo. Aunque no habían consumado las cosas, eso no quería decir que no se estuviera haciendo más fuerte. Decidió mantener la información acerca del fey que estaba espiándolo para sí mismo en este momento.

Jinwoon había pasado por bastante. —Es su manera de obtener tu atención.

—Funcionó.

 

Changmin entró en el área de espera, moviendo el dedo hacia el labrador. —Ten cuidado, amigo. Jinwoon es mío.

Su pareja arqueó una rubia ceja.

 

—Tiende a apegarse rápidamente —explicó Changmin dándole un guiño a Jinwoon—. Sé cómo se siente cuando se trata de ti.

Su pareja se veía como si estuviera luchando con las palabras. Sus labios se separaron y luego volvió a mirar lo que estaba haciendo. Changmin vio la oreja de Jinwoon volverse de un tono rojo oscuro. El hombre se afectaba fácilmente.

—Entonces, dado que no llegamos a tener nuestra cita para cenar, estaba pensando en tener una agradable, cena romántica en casa esta noche —lanzó la invitación y esperaba que Jinwoon la tomara. Colocándose en cuclillas al lado de su pareja Changmin le dijo en voz baja—: Mi gusto por lo dulce está golpeando... duro.

Jinwoon dejó caer el tazón que tenía en sus manos, luchando para atraparlo antes de que toda el agua se derramara. Changmin le dio a Roger unas palmaditas en la cabeza cuando el perro ladró y trató de lamer la cara de Jinwoon. —¿Qué te dije acerca de coquetear con mi pareja? —le preguntó al perro.

El agua se fue rápidamente hacia el pequeño agujero de drenaje en el centro de la jaula, pero de todos modos su pareja fue por toallas.

 

Changmin le ayudó a Jinwoon a limpiar el desorden.

—No tienes que ayudar —dijo Jinwoon—. Este es mi trabajo.

—Y no hay nada de malo en que te ayude. —Changmin dejó unos trapos en el agua, viendo cómo se empapaban. Jinwoon estaba secando, sus movimientos espasmódicos. Changmin observó la tensión en la mandíbula de su pareja.

Estaba enfadado. Pero ¿por qué?

—No necesito ninguna ayuda —Jinwoon contestó, su voz dura.

 

Changmin cerró sus manos con fuerza mientras se apartaba, estudiando las líneas duras en la cara de Jinwoon y preguntándose de dónde venía toda esa rabia. El hombre en cuclillas junto a él no era el mismo hombre que había conocido en el establo de los Moon. —¿Qué sucede, Jinwoon?

Su pareja terminó de limpiar el desorden y luego lanzó las toallas a la canasta de la ropa sucia. Changmin cerró la puerta de la jaula, esperando que su pareja le respondiera. Jinwoon se quedó allí, viendo las toallas sucias.

Después de un largo silencio, Jinwoon dijo: —No sé dónde encajo

Changmin caminó hacia delante, deteniéndose frente a Jinwoon. Sus dedos se curvaron bajo la barbilla del pequeño hombre, inclinando la cabeza hacia atrás hasta que estaba viendo los ojos azules de Jinwoon. —¿De dónde viene eso?

Aclarándose la garganta Jinwoon preguntó —¿Cómo fue tu vida en tu casa?

La pregunta tomó a Changmin desprevenido. Eso no era lo que había estado esperando escuchar. —Desafíos   —respondió con sinceridad. Su respuesta pareció conseguir el interés de Jinwoon. Ya no estaba viendo las toallas, veía directamente a Changmin.

—¿Cómo es eso?

 

Eso no era algo de lo que Changmin quisiera hablar, sobre todo no en la maldita área de espera de la clínica veterinaria. Cruzó los brazos sobre el pecho en un movimiento defensivo mientras se apoyaba en la jaula más cercana. —Tu primero.

El hombre inclinó la cabeza hacia un lado mientras se encogía de hombros, jugando con un hilo invisible en la ropa sucia. —Hoon me recordó que nunca fui parte de la familia Moon.

Changmin curvó sus manos en puños, manteniendo su ira bajo control. La furia casi lo ahogó, pero permaneció en silencio.

—Mis padres murieron cuando yo era joven —Jinwoon continuó y Changmin captó el dolor de Jinwoon antes de que pudiera ocultarlo. Estaba en su voz y sus ojos—. La tribu se aseguró de que se ocuparan de mis necesidades básicas —empujó su dedo por el tejido de la canasta—, pero emocionalmente, estaba descuidado.

—Entonces siempre has sentido que no encajas —Changmin conjeturó—. Siempre estás buscando la atención de alguien, la aprobación de alguien.

Jinwoon lo miró a los ojos. —Me haces sonar tan malditamente necesitado.

Changmin miró hacia el pasillo, más allá de Jinwoon cuando los recuerdos se deslizaron en su mente y tomaron el control. —En realidad no, Jinwoon. Crecí con pumas constantemente retándose entre sí, siempre tratando de demostrar su dignidad y hombría por medio de la fuerza bruta.

 

Y lo había odiado. Changmin no era una persona violenta. Oh, él podría ser muy peligroso si la situación lo requería. Su padre se aseguró de que tuviera una gran capacidad de lucha. —Mi padre siempre me ponía a luchar contra otros pumas. En las ocasiones en que perdí, se ponía a luchar conmigo para ‘mejorar mis técnicas’ al menos eso era lo que me decía.

—¿Luchaste contra tu padre? —Jinwoon preguntó con asombro.

—Y contra mis tíos, hermanos, primos, o quienquiera que pensara que era demasiado débil para luchar contra los otros machos en nuestro grupo. —Esa era una infiernal manera de criar a un niño. Changmin se fue de allí tan pronto como tuvo edad suficiente para asistir a la universidad. Juró que iba a hacerse una vida para sí mismo y nunca volvería a casa.

Changmin siempre había querido más de la vida. En realidad no era un pacifista, pero no era un furioso puma que sentía que lastimar a los inocentes era una buena manera de enseñarles a sobrevivir.

—¿Es por eso que bromeas todo el tiempo? —preguntó Jinwoon—. ¿Es una especie de escudo?

Changmin se echó a reír, a pesar que los recuerdos lo habían puesto serio sólo un momento antes. —Me gustaría pensar que mi humor es una parte de lo que soy, no un mecanismo de defensa.

—A m-mi gusta reír —admitió Jinwoon.

 

Apartándose de la jaula, Changmin se puso delante de su pareja. —Y he visto tu risa. Es más linda que el infierno.

El rostro de Jinwoon se agrió. —¿Linda?

 

—¿Qué? ¿Crees que los hombres no pueden ser lindos? — preguntó Changmin, presionando a Jinwoon—. Roger es bastante lindo, ¿no te parece?

La cabeza de Jinwoon se giró hacia la jaula donde se encontraba el labrador. Sus cejas se arrugaron mientras contemplaba a Roger. —Él es un perro.

—Ten cuidado de insultarlo. Roger tiene sentimientos.

Jinwoon le dio una linda sonrisa antes de ponerse serio. —¿Me adapto a ti?

Ah, infiernos. Changmin sintió una opresión en su pecho al ver la sincera expresión en el hermoso rostro de Jinwoon. Pasó un brazo alrededor de los hombros del hombre, acercándolo. — Nosotros los inadaptados tendemos a permanecer juntos. Tú y yo, mi pequeño cowboy.

El corazón de Changmin se derritió cuando Jinwoon le sonrió. Desde el accidente, esta era la primera vez que había visto esa hermosa sonrisa y Changmin se dio cuenta de que la extrañaba.

—Aún me gustaría salir con Hoon de vez en cuando.

 

Changmin le dio un beso en la cabeza a Jinwoon. —No necesitas mi permiso para una maldita cosa, dulzura. Aunque tengo que hacer las paces con Eric.

Las cejas de Jinwoon se dispararon. —¿Le gritaste a Pa?

 

El lado de la boca de Changmin se elevó mientras hacía un ruido tomando aire. —Bueno... quizás.

Jinwoon no parecía feliz. —Pa es un hombre muy agradable. El hombre más agradable que he conocido —su pareja comenzó a masticar febrilmente su labio inferior—. ¿Y si está enojado y no me deja ir de visita?

 

Changmin seguía enojado más allá de lo posible con Soo Hyun, pero no tenía problema con el resto del clan de osos. —Estoy bastante seguro que entiende de dónde venía mi ira.

—Supongo —dijo Jinwoon—. Tengo que ir a la Casa después del trabajo. El doctor Kim quiere revisar mi mano.

Un truco para cambiar de tema. —¿Quieres que vaya?

Era el turno de Changmin para sorprenderse cuando Jinwoon se puso rojo. ¡El muy diablillo! Estaba teniendo pensamientos muy traviesos en ese momento. Changmin se echó a reír y abrazó a su pareja. Podía sentir a Jinwoon temblar contra él y sabía que el hombre también se estaba riendo.

—¿Doctor Lee?

 

Changmin miró hacia el pasillo para ver a Damon allí de pie, inseguro mientras veía a Changmin y a Jinwoon.

—¿Qué sucede?

—Sólo quería que supiera que iré a almorzar. Ya cerré la puerta.

Almuerzo. Maldición. Changmin se había olvidado completamente de eso. Miró a su pareja.  -¿Tienes hambre?

—Estoy hambriento —admitió Jinwoon.

 

Justo cuando estaban saliendo del área de espera, el mismo duende que había estado espiando a Jinwoon volvió a aparecer, con los ojos desorbitados mientras se acercaba a Jinwoon.

—Tienes que salvarme.

 

Jinwoon tomó a Changmin antes de que pudiera atacar. «Wow». El hombre tenía los colmillos fuera y le rugía a Siwan. Si el puma no fuera su pareja, Jinwoon se habría cagado de miedo ante la mirada salvaje en la cara de Changmin. —Lo conozco, Changmin.

Changmin dio un gruñido de irritación, pero sus colmillos no se retractaron y su postura seguía siendo intimidante. ¿Estaba mal excitarse por el poder que Changmin estaba exhibiendo? Sus músculos bien definidos ondulando debajo de la ajustada negra camisa que usaba. Para bien o para mal, los pensamientos de lamer cada centímetro disponible en Changmin se agolpaban en la mente de Jinwoon.

—Lo atrapé espiándote antes de venir aquí —Su pareja no se apartó.

Jinwoon giró hacia Siwan, con expresión hostil. A pesar de que nunca había tenido un problema con el elfo del Bosque, no era como si fueran amigos ni nada. ¿Por qué Siwan corrió el riesgo de venir a ver a Jinwoon? Él fue rechazado por su tribu. Si se llegaran a enterar de que Siwan estivo aquí, sólo rechazarían al hombre.  — ¿Qué haces aquí, Siwan?

 

El hombre tragó saliva audiblemente, sus ojos de color verde oscuro viendo el largo del pasillo. —Necesito ayuda y no sabía a donde ir.

Jinwoon soltó un bufido. —¿Recuerdas que nuestra tribu me repudió? —seguro que no podría olvidar ese hecho. Aunque Jinwoon nunca había pensado en regresar, aún dolía como el infierno que su propio pueblo no quisiera tener nada que ver con él. Extrañaba la forma en que solía ser antes de la guerra contra los elfos de las Sombras.

Aunque la guerra terminó, los elfos de los Bosques seguían siendo muy egoístas y mezquinos.

Siwan lanzó sus manos al aire. —No me importa que fueras repudiado. Es una ley estúpida, si me preguntas.

—Estúpida o no —comenzó Jinwoon—, si te atrapan hablando conmigo, te echarán de la isla. Siwan no parecía captar la referencia a Survivor. —¿Qué isla?

 

Changmin dejó escapar una risa detrás de Jinwoon. El sonido sólo hizo que Jinwoon recordara que ya no estaba solo y que tenía una pareja.

No le importaba porqué Siwan estaba aquí. El hombre tenía que irse. —Sólo dime por qué has venido así podrás regresar.

—Solías ser tan agradable —dijo Siwan.

—Y fui echado por la gente que creía que era agradable —le recordó al fey.

—Bueno —dijo Siwan mientras comenzaba a caminar, con el largo cabello negro volando detrás de él—. Sabes que Han Bin asumió el cargo de líder de la tribu, ¿verdad?

Jinwoon asintió. Kiseop había nombrado sucesor a Han Bin de Hyun Joong. Nadie había discutido con el líder de los elfos de las Sombras, pero no todos estaban contentos de lo que había hecho.

—Han Bin está tratando —continuó Siwan—. Él realmente trata. Pero los ancianos le hacen pasar malos ratos. No van a ceder cuando se trata de leyes antiguas.

A Jinwoon no le sorprendió. Los ancianos eran hombres pomposos llenos de aire caliente y que creían que estaban demasiado altos. Ellos eran vanos, engreídos, y Dios los odiaba. — Continua.

Siwan parecía estar agitado. Su ritmo se volvió maníaco mientras caminaba entre las jaulas una y otra vez. —Mi padre me ha prometido a uno de esos viejos cochinos. —Siwan parecía avergonzado—. Y el anciano al que me prometió es mi tío.

Maldición. Eso estaba realmente jodido. Jinwoon se estremeció al pensar en el anciano poniendo su mano arrugada sobre él. El pensamiento le dio asco. —Entonces, ¿huiste?

Siwan negó con la cabeza. —Al principio no. Pensé que tenía tiempo. Mi padre insistía en que orgulleciera nuestro hogar al presentarme ante Eru la próxima luna llena. Pero Eru no quería esperar. Seguía viniendo —Siwan tragó saliva—, me tocaba.

Jinwoon recordó que Siwan había regresado a la tribu después de haber sido secuestrado por un humano llamado Eunjo. Siwan se había encerrado en sí mismo durante mucho tiempo, nunca habló ni interactuó con los demás.

Ahora ¿querían acoplarlo a un anciano? Eso estaba realmente mal. De alguna manera Jinwoon sabía que Eru no era la pareja de Siwan. —Entonces, ¿qué piensas hacer?

—No lo sé —gimió Siwan—.Jeong Jinwoon, no puedo estar acoplado a él. Simplemente no puedo.

Jinwoon odiaba cuando era llamado por su nombre de nacimiento. Sólo su tribu utilizaba la versión completa. Es por eso que odiaba escucharlo.

—¿Qué hay de Eric? —preguntó Changmin—. Tiene un rancho, pero por lo que me han dicho, también tiene un lugar para las personas que necesitan ayuda.

Jinwoon miró a Changmin, contento de que los caninos se hubieran ido. —Uh, ¿has olvidado nuestro pequeño problema? — La manera en que su pareja había ido al rancho de los Moon con la espada desenvainada y golpeando a Soo Hyun.

 

—Voy a llamarle a Eric —dijo Changmin—. Incluso  si aún este enojado conmigo, sé que no le dará la espalda a tu amigo.

—Él no es mi amigo —respondió Jinwoon y lamentó sus palabras al ver el dolor en los ojos de Siwan. Era cierto, pero él no quiso molestar al hombre. Sin embargo, Jinwoon no se retractó de sus palabras.

En realidad no quería ser atrapado en este lío. Entre más pronto lograra dejar a Siwan en el rancho, mejor para Jinwoon. No quería volver a ver a los ancianos, ni a ninguno de los miembros de la tribu de nuevo.

—¿Quién es Eric? —Siwan preguntó cuándo Changmin se marchó.

—¿Recuerdas cuando fuiste rescatado de la casa del humano?

Jinwoon pudo ver a Siwan visiblemente apagarse. No estaba seguro de lo que había pasado, pero tenía la sensación de que Siwan no quería pensar en eso. Asintió con la mirada hacia abajo.

—Eric es el padre de los osos que aparecieron cuando fuiste rescatado.

Siwan se rascó la cabeza. —Realmente no recuerdo mucho de ese día.

Y Jinwoon podría decir que Siwan quería cambiar el tema por la forma en que sus ojos comenzaron a mirar alrededor. —¿Qué es este lugar?

—Una clínica veterinaria —Jinwoon dijo con orgullo—. Mi pareja es el dueño.

Los ojos verdes de Siwan se agrandaron. —¿El shifter puma es tu pareja?

—Lo es —Jinwoon contestó y luego pensó en algo—. ¿Tú eras el que decía mi nombre?

Siwan asintió. —Quería ver si estabas solo hasta aquí.

—¿En el estacionamiento?

 

El hombre parecía confundido. —No estuve allí. Aparecí dentro del pasillo.

Antes de que Jinwoon pudiera decir otra palabra, el padre de Siwan apareció detrás de Siwan. —¡Cómo te atreves a traer desgracia a nuestra familia huyendo!

Jinwoon tomó a Siwan, listo para desaparecer cuando un puma salió corriendo de la esquina, aullando ruidosamente. ¡Changmin!

Jinwoon nunca había visto a su pareja en su forma de puma, pero sabía que era la criatura. El padre de Siwan dejó escapar un gruñido de disgusto antes de desaparecer. Jinwoon sabía que no había visto lo último de ese hombre.

Changmin cambió y Jinwoon quería cubrir a su pareja. No le gustaba el hecho de que el hombre estuviera allí desnudo para que otros pudieran verlo. Los shifter podrían estar acostumbrados a la desnudez, pero los elfos de los Bosques no. Siwan estaba asombrado, sus mirada bajó a la ingle del veterinario.

Jinwoon golpeó la parte posterior de la cabeza de Siwan. —Es muy ofensivo mirar fijamente a un shifter desnudo. —Y Jinwoon estaba muy ofendido.

—Lo siento —Siwan respondió mientras rápidamente desviaba la mirada.

—Tenemos que llegar al rancho —Changmin dijo mientras abría un pequeño armario, Jinwoon ni siquiera lo había notado. Su pareja sacó unos jeans y una camisa de vestir y se vistió rápidamente—. Eric dijo que aceptaba a Siwan.

 

Jinwoon se sintió aliviado. No podía rechazar a Siwan, pero tampoco quería asumir la responsabilidad. Ahora estaba tratando con suficientes problemas propios.

Mientras los tres caminaban hacia el frente de la clínica, Jinwoon recordó la voz en el estacionamiento y se estremeció. Siwan dijo que no había sido él.

Entonces, ¿quién fue?

 

continuara...

 

 

 


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