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64. El Cowboy de Changmin (10) por dayanstyle

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El doctor había estado escribiendo algunas notas, pero miró a Changmin cuando contestó. —Esperemos que el resto de la noche.

Changmin pasó las manos por el sedoso cabello de Jinwoon. —¿Te importaría mantener un ojo sobre él mientras yo me ocupo  de algo?

Deteniendo la pluma, el médico se giró hacia Changmin. — No me importa en absoluto.

Se giró para salir y luego volvió a girarse de vuelta. —¿Cuál es el pronóstico de la mano?

—Es demasiado pronto para decirlo. He reparado todo el daño —el médico sacudió lentamente la cabeza—, pero aun así podría haber algún daño.

Eso era todo lo que Changmin quería saber. —¿Hay alguien que me pueda llevar a la casa de los Moon?

—Tao te llevará. —El médico se fue y regresó en un momento. Sin decir una palabra, Tao apareció a Changmin en el rancho.

—¿Es necesario que espere?

 

—No, mi carro está aquí. Voy a usarlo para regresar. Gracias por traerme —le dijo Changmin a Tao antes de entrar en la casa. No se molestó en llamar. Changmin tenía demasiada rabia contenida. Al entrar en la cocina, vio a Soo Hyun de pie junto al fregadero.

 

—Doctor Lee. Sólo quiero decir…

 

Changmin no esperó a que Soo Hyun terminara la frase. Cruzó la habitación y golpeó al hombre en la mandíbula. Los otros hombres Moon se pusieron de pie y fueron tras Changmin. Golpeó de nuevo, la sangre brotaba de la nariz de Soo Hyun. —¡Yong Hwa te dijo que estaba perdiendo su agarre! Cómo te atreves a poner a mi pareja en peligro.

—Wow —Eric Moon dijo mientras se colocaba entre Changmin y Soo Hyun—. Fue un accidente.

Changmin miró al padre del clan de osos. —Jinwoon está culpándose por esto. No culpa a Soo Hyun. Esto no fue un accidente. Yong Hwa le dijo a Soo Hyun que estaba perdiendo su agarre, pero Soo Hyun insistió en que la pieza era demasiado importante. No tuvo en cuenta la seguridad de mi pareja.

Eric se dio vuelta bruscamente, la confusión era evidente en sus ojos grises. —¿Es cierto, hijo?

La mandíbula de Soo Hyun se apretó cuando miró hacia otro lado. Changmin vio el remordimiento en los ojos del hombre, pero eso no era suficientemente bueno. El tipo tuvo total desprecio por la seguridad de Jinwoon. —Dado que tratan a mi pareja como prescindible, quiero que me lleven a su habitación para que pueda empacar sus cosas.

Eric asintió, pero no se movió de delante de su hijo. — Doo Joon, lleva al doctor Lee a la habitación de Jinwoon.

Algunos podrían pensar que estaba exagerando, pero cuando se trataba de su pareja, Changmin no quería excusas. No había manera en el infierno que Jinwoon se quedara un minuto más en este rancho si tomaron su seguridad tan a la ligera.

Empacó las pertenencias de Jinwoon y se dirigió a la planta baja, sin decir una palabra a nadie, caminó hacia su carro y guardó las cosas de su pareja en su cajuela, y luego se alejó conduciendo.

Está bien, se sentía un poco mal por la forma en que había actuado teniendo en cuenta que los Moon eran gente    amable y justa. Pero Jinwoon había resultado herido. Changmin no iba a permitir que su pareja resultara herido de ninguna manera. Soo Hyun tenía mucho que responder, pero Changmin iba a llamar a Eric y asegurarse de que estaban bien.

Después de cruzar la puerta de acceso, Changmin estacionó el carro y se dirigió hacia el interior de la Casa. Era normalmente un hombre despreocupado y relajado, pero cuando se trataba de Jinwoon, las garras de Changmin salían.

—¿Algún cambio? —le preguntó al médico al entrar en el cuarto de recuperación. Podía ver que Jinwoon aún estaba inconsciente. Changmin se acercó al lado lesionado de Jinwoon y pasó la punta de su dedo por el brazo del pequeño hombre.

—No hay cambios —dijo el doctor Kim—. Como puedes ver, sigue dormido. Tengo algunas cosas que atender. Ya que estás aquí, puedo hacerlas.

Changmin asintió hacia el médico mientras acercaba un pequeño taburete a la cama y se sentaba. Odiaba ver a su pareja de esa forma.

Changmin juró que iba a hacer todo lo posible para asegurarse de que Jinwoon no se sintiera menospreciado de ninguna manera si él ya no pudiera hacer uso de su mano.

Jinwoon gimió y giró la cabeza.

 

El hombre no debería poder abrir los ojos después de las drogas que el doctor Kim le había dado, pero los párpados de Jinwoon se agitaron y luego miró a Changmin con esos hermosos ojos azules.

 

—Deberías estar roncando y babeando —dijo Changmin en un suave susurro, las palabras amenazaban con quedarse atoradas en su garganta—. ¿Por qué estás despierto?

Los ojos de Jinwoon estaban desenfocados mientras seguía mirando a Changmin.

No estaba seguro de si Jinwoon era consciente de lo que estaba haciendo. Debió haber sido un golpe de suerte, porque los ojos de Jinwoon se cerraron y el cuerpo del hombre se relajó.

Apoyando la cabeza en la cama, Changmin se quedó con su pareja. Si Jinwoon despertaba de nuevo, quería asegurarse de que él fuera el primero al que su pareja viera. Changmin parpadeó cuando vio a dos cachorros de lobo entrar en la habitación.

Se enderezó, viéndolos que se acercaban y comenzaron a jalar la bastilla de sus pantalones con los dientes. ¿Qué les sucedía a los animales que trataban de sacar lo peor de él hoy?

—¿Dónde está su padre?

 

Uno de los lobos ladró hacia él, moviendo la cola de emoción.

Changmin se agachó y rascó detrás de la oreja del cachorro. El otro parecía resentir no obtener ninguna atención porque mordisqueó el zapato de Changmin.

—Lo siento —un hombre con el pelo rubio corto y ojos grises dijo mientras entraba corriendo al cuarto—. Les he dicho en innumerables ocasiones que no vengan aquí.

Changmin podía oler al lobo Timber. —Está bien. El hombre le tendió la mano. —Lee Chan Hee . Changmin se la estrechó. —Lee Changmin .

—El veterinario.

 

Asintió mientras seguía rascando detrás de la oreja al cachorro. El cachorro rodó sobre su espalda y capturó la mano de Changmin con sus patas y comenzó a jugar con sus dedos. El otro cachorro todavía estaba luchando con el zapato de Changmin.

Chan Hee recogió a los cachorros en sus brazos. —¿Cómo está Jinwoon?

Changmin dejó escapar un suspiro mientras se pasaba la mano por el cabello. —Es demasiado pronto para decirlo.

—Conozco a Moon Soo Hyun y me parece muy muy extraño que fuera tan descuidado. —Chan Hee acomodó a los cachorros debajo de los brazos. Se retorcían para soltarse—. No tiene ningún sentido.

Soo Hyun Moon no era un tema que Changmin quisiera hablar ahora mismo. Sólo escuchar el nombre del hombre lo enfurecía. No le importaba que tan bien Chan Hee conociera a Soo Hyun. El chico había descuidado la seguridad de Jinwoon. Eso era  todo lo que necesitaba saber.

—Encantado de conocerte, doctor Lee.

 

Changmin le dio a Chan Hee una sonrisa y se giró hacia su pareja. El chico se había ido con sus cachorros y Changmin estaba agradecido por el indulto. Apoyó la cabeza de nuevo y cerró los ojos.

Iba a ser una larga noche.

 

 

 

Draco Fitzgerald Kang Ta veía la tarjeta de identificación que había sacado de la cartera, estudió el nombre y la dirección.

 

Interesante que este Jeong Jinwoo viva en Villa Kim, el pueblo que Kang Ta estaba investigando.

Pero lo que era aún más extraño era el haber encontrado la cartera en el armario del cuarto de Kang Ta. Había estado cambiándose para la cena cuando la vio en el piso alfombrado. No debería haber estado allí.

Revisando más en la cartera, descubrió una tarjeta pase para el Manacle, un condón, y una foto de época que parecía desgastada con los bordes deshilachados. Estudió la foto, con la boca curvándose en una sonrisa mientras veía a la sonriente pareja.

Eran una pareja de aspecto feliz con orejas muy puntiagudas.

 

—Disculpe, señor Kang Ta. El señor Kim Sang Kyung está aquí para verlo.

El recién contratado asistente de Kang Ta estaba en la puerta, esperando más instrucciones.

Kang Ta hizo girar su silla hasta que estaba frente al gran ventanal de cristal, con vista a las oscuras calles de la ciudad. Sus citas con el señor Kim Sang Kyung eran siempre en la noche cuando el sol ya no era una amenaza para el hombre.

El vampiro no tenía ni idea de que Kang Ta era muy consciente de lo que era. Tenían un negocio juntos y el hombre estaba aquí para su programada reunión. —Hazlo pasar.

El señor Kim Sang Kyung cruzó la puerta de la oficina, confiado y arrogante como siempre. El vampiro se comportaba como si fuera un hombre más del mundo. A Kang Ta le gusta esa cualidad del individuo.

 

Lástima que fuera un chupasangre. El hombre habría sido un gran aliado. Kang Ta necesitaba más hombres con bolas de acero.

—Buenas noches, señor Kang Ta. —El vampiro se sentó, cruzó las piernas y acomodó sus manos en su regazo.

Kang Ta podía ser el líder de los Cazadores de Vampiros, pero él era un genio cuando se trataba de negocios y conocía un buen negocio cuando lo veía. Si los cazadores que trabajaban para él supieran de su negocio paralelo con unos vampiros, bueno... estarían malditamente muy enojados.

Pero para Kang Ta, el dinero siempre era lo primero. Le había dicho a su segundo al mando que quería exponer a las sucias criaturas paranormales.

Eso era algo cierto.

 

Quería erradicar a todos, pero a su debido tiempo. Sin embargo aún tenía que hacer frente a la misteriosa aparición de la cartera. Quizás debería enviar a su segundo a Villa Kim a hacerle una visita a Jeong Jinwoo .

Porque si los elves realmente existían, Kang Ta tenía que replantearse toda su estrategia. Parecía que su conocimiento de las clases de no-humanos que existían se había ampliado una vez más.

Se giró hacia el vampiro. —Vamos a comenzar nuestra reunión.

 

 

 

Jinwoon lentamente se despertó, parpadeando rápidamente a las brillantes luces de la sala. Su mente estaba un poco nublada, pero no lo suficiente para no recordar lo que le había sucedido.

 

—Mira esos lindos ojos azul aciano.

 

El aroma del puma llenó los pulmones de Jinwoon.

 

—Hey, mi pequeño cowboy —Changmin dijo mientras retiraba suavemente el cabello de la cara de Jinwoon—. Me alegro de que ya estés despierto.

—Mi... —Jinwoon tragó, aclarándose la seca garganta. Tenía que hacer la pregunta, pero no quería saber la respuesta—. ¿Mi mano?

—El médico no sabe, Jinwoon. Pero reparó todo lo mejor que pudo, pero hasta que baje la hinchazón, no se sabe.

Esa no era la respuesta que estaba buscando, pero al menos su pareja no le había dicho que le hubieran cortado la mano o que sería inútil. Aún había algo de esperanza.

—¿Voy a perderla? —Había tanto miedo en esa declaración que hizo que las palabras de Jinwoon temblaran. Estaba tratando de ser valiente. Pero eso era algo muy difícil de hacer en estas circunstancias.

—No lo creo —dijo Changmin inseguro—. El Doc parece pensar que podría haberla salvado.

Tomando valor, Jinwoon miró su mano lesionada. Estaba vendada, por lo que le fue imposible ver los daños. Trató de mover los dedos, pero ya que realmente no podía ver, no estaba seguro de si se habían movido o no.

Jinwoon giró la cabeza cuando Changmin le dio un golpecito en la nariz. Miró esos bonitos ojos color gris oscuro de su pareja que le sonreía mostrando deslumbrantes dientes rectos y blancos.

—¿Por qué el hombre con una sola mano cruzó la carretera?

Muy confundido por lo que su pareja decía, Jinwoon frunció el ceño mientras negaba con la cabeza.

 

—Para llegar a la tienda de segunda mano.

 

Bueno, quizás Changmin había tomado algunos de los medicamentos del doctor Kim.

—¿Se supone que eso es gracioso?

—Infiernos no —Changmin respondió mientras rodaba sus ojos de forma espectacular—. No puedo decir una broma ni para salvar mi vida. —El hombre se rascó la barba de candado—. Lo cual es muy extraño, ya que constantemente las digo.

Quizás Jinwoon aún estaba soñando. Esto tenía que ser la más extraña conversación que había tenido. Miró a su alrededor, esperando que un conejo corriera por la habitación con un reloj en la mano, gritando: ¡Llego tarde!

—El punto es —dijo Changmin, apartando a Jinwoon de su infructuosa búsqueda—, que cuando la vida te da limones, deberías pedir un trago de vodka.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Jinwoon. —Eres muy raro.

 

Changmin le dio una ligera risa, con el rostro tan devastadoramente hermoso que Jinwoon suspiró. Si pudiera salir de la cama y subir al regazo del hombre. El cabello de su compañero seguía en todas direcciones y estaba empezando a ver que se trataba de su estilo natural.

Le gustaba.

 

—Lo considero un cumplido. —Changmin le dio un medio arco a su silla—. ¿Te importaría otra broma o tienes hambre?

El hombre era cómicamente considerado, le recordaba a Jinwoon a los gemelos. Sólo que Changmin parecía un poco loco. Bueno, también Seung Ho y Lee Joon.

—Me muero de hambre. —Jinwoon intentó incorporarse, pero no fue tan fácil cuando sólo podía usar una mano. Changmin  se levantó de inmediato, poniendo sus manos en los lados de Jinwoon y jalándolo hasta que estuvo sentado. Se tambaleó un poco, pero el vértigo no duró mucho.

—Iré a traerte algo de comer. —Su pareja se dirigió hacia la puerta y luego se giró, moviendo un dedo en dirección a Jinwoon—. No he olvidado que aún me debes un beso y un postre, mi pequeño cowboy.

¿Por qué infiernos Changmin tuvo que recordarle que era un mal besador? Y su estado de ánimo había estado empezando a levantarse. Su pareja salió de la habitación y Jinwoon se preguntó si sería lo suficientemente bueno para complacer al hombre sexualmente.

Detuvo ese pensamiento cuando Baekhyun y Ren entraron al cuarto, Jiyong cerca detrás de ellos. —¡Estas levantado! — Baekhyun dijo con voz alegre.

Jinwoon no estaba de humor para compañía. Quería jalar la manta hasta arriba de su cabeza.

—No creo que nos quiera aquí —dijo Jiyong mientras retorcía las manos delante de él—. Tiene esa mirada.

—¿Qué mirada? —Ren preguntó mientras giraba su mirada hacia Jinwoon.

—La que dice 'desaparezcan' —respondió Jiyong.

—Tonterías. —Baekhyun hizo un gesto con la mano a Jiyong—. Jinwoon es nuestro amigo.

 

¿Lo era? Aunque conocía a los tres hombres, en realidad nunca habían pasado tiempo juntos. Ellos hablaban en las reuniones ocasionales o cuando que se veían al pasar. Nunca recibió una llamada de ninguno de esos hombres ni una invitación a salir como amigos.

¿Desde cuándo ellos eran amigos?

 

—Todos ustedes, fuera —dijo el doctor Kim cuando entró en la habitación—. Jinwoon necesita descansar.

Jinwoon vio a los tres alejarse. Baekhyun se giró y sostuvo sus dedos hasta la cabeza, con la mano como un teléfono. — Llámame —pronunció antes de salir.

Realmente empezaba a preguntarse si quizás aún estaba muy sedado y alucinó todo eso. Las cosas parecían... extrañas.

—¿Cómo te sientes?

 

Esa era una pregunta capciosa. Entre preocuparse por su mano y las extrañas personas, Jinwoon no estaba seguro de cómo responder. —No estoy seguro —dijo lentamente mientras miraba hacia la puerta, sin dejar de buscar a ese conejo que entraría corriendo en cualquier momento.

—Eso es lo que se espera cuando se te da una sedación profunda. Tu mente se aclarará pronto. —El doctor jaló el taburete cerca de la cama de Jinwoon y comenzó a desenvolver su mano.

—¿Iniciando sin mí? —Changmin entró en la habitación con una bandeja en la mano. El aroma de la comida inmediatamente asaltó a Jinwoon. Su boca se hizo agua y su estómago gruñó en voz alta.

—Espero que le trajeras algo ligero para comer —le dijo el médico a Changmin—. No puede comer nada pesado en estos momentos.

—Ahí se va la carne y papa al horno que tenía en mente — Changmin respondió dejando la bandeja. Jinwoon la miró, había un plato de sopa y algunos galletas saladas—. Creo que el postre está fuera de la cuestión.

Su pareja le dio un guiño de complicidad, recordando a Jinwoon que Changmin quería tener sexo con él.

 

Jinwoon sintió calor en sus mejillas.

 

—Lo juro —dijo el doctor Kim mientras seguía desenvolviendo las vendas—. ¿Por qué todo el mundo parece querer tener sexo cuando estoy alrededor? ¿Soy tan guapo?

Changmin se echó a reír. —Lo siento, doctor. Mis deseos de disfrutar a Jinwoon no tienen absolutamente nada que ver contigo.

El doctor Kim miró a Changmin con los ojos entrecerrados. —Sabes, no soy horrible.

—No, no lo eres —dijo Changmin—. Eres un hombre muy guapo.

Los celos atravesaron a Jinwoon haciendo que apretara los dientes con fuerza. La violenta emoción impactó a Jinwoon. Con su cabeza aun inclinada, los ojos del doctor fueron hacia Jinwoon, con una expresión interrogante.

—Eso puede ser cierto —dijo el doctor Kim, bajando la mirada, parecía intensamente interesado en lo que estaba haciéndole a la mano de Jinwoon—. Pero parece que Jinwoon  me eclipsa en el departamento de la apariencia.

Jinwoon se retorció, sintiéndose culpable por querer arrancarle la cabeza de los hombros al doctor.

Changmin se acercó a la cama, pasando los dedos por el cabello de Jinwoon. —Tienes toda la razón. Mi pequeño cowboy es  un sueño húmedo.

Su mandíbula cayó hasta el pecho mientras miraba a su pareja. ¿De verdad quiso decir eso? Era oficial. Esto no era nada más que una muy vivida alucinación. Su mirada fue de golpe hacia el médico cuando escuchó una pequeña risita.

El médico se aclaró la garganta, ocupándose. Los ojos de Jinwoon fueron a su mano y se sintió mareado. Rápidamente alejó la mirada sintiendo náuseas. Changmin rápidamente acunó su rostro, sus narices se tocaron.

—Todavía está hinchada —dijo Changmin, su aliento susurrando contra los labios de Jinwoon—. Lo que viste no es el resultado final.

Eso no impidió que Jinwoon viera la cosa repugnante una y otra vez en su mente. A pesar de que sólo la había visto por un segundo, había visto un montón de puntos de sutura y una mano que era tres veces más grande que lo normal.

Parpadeó un par de veces, su cuerpo sacudiéndose ligeramente.

—Mírame, dulzura —dijo Changmin antes de colocar un beso en el lado de la boca de Jinwoon.

Eso atrajo su atención.

 

—Qué ojos tan bonitos.

 

Jinwoon no sabía nada de eso, pero viendo tan de cerca a Changmin, Jinwoon podía ver el patrón de estrella formada por la mezcla de marrón y gris en los iris de su pareja. La vista era impresionante y hermosa. Las oscuras y gruesas cejas del hombre sólo mejoraban la vista y sus largas pestañas eran impresionantes.

Changmin rozó sus labios sobre la mejilla de Jinwoon hasta que descansaron en la oreja. —Me encanta la forma en que me miras, como si me quisieras tragar. Estoy malditamente duro en estos momentos.

—Te escuché —dijo el doctor Kim irritado.

 

La respiración de Jinwoon se volvió jadeante, su buena mano tomaba la sabana en un puño mientras seguía ahí quieto como una estatua.

—No puedo esperar a llegar a casa.

 

—¿Casa? —Jinwoon chilló—. ¿Tu casa?

—Nuestra casa —corrigió Changmin—. Ya empaqué tus cosas. Están en mi cajuela.

Wow, el hombre se movía bastante malditamente rápido. Jinwoon no estaba seguro de qué decir. Aunque le agradaban mucho los hombres Moon, no era demasiado aficionado al trabajo de un rancho. —¿En serio?

Cuando Changmin se retiró, Jinwoon juró que una vez más vio que algo se movía detrás de los ojos de color gris oscuro del hombre. Eso era de lo más extraño. —Sí.

Dijo la palabra sin ningún tipo de remordimiento. Sus pulgares comenzaron a rodear el rostro de Jinwoon y éste se olvidó de lo que estaban hablando. Se inclinó hacia delante, con los párpados cerrados mientras disfrutaba el tacto de su pareja.

—Dios, eres guapo y tan sensible al tacto.

 

—Aún estoy aquí —el doctor Kim murmuró lo suficientemente alto para que Jinwoon lo oyera.

Jinwoon abrió lentamente los ojos, sus labios abriéndose al sentir su pene crecer rígido. Estaba listo para apartar las mantas y dejar que su pareja hiciera lo que infiernos quisiera. Su cuerpo se estremeció cuando Changmin bajó la cabeza y deslizó la lengua     por los labios de Jinwoon.

—Está bien —dijo el doctor Kim mientras se levantaba—. Puesto que es obvio que ustedes dos quieren joder como locos, me voy de aquí. Sólo cuida su mano y limpia después. —El médico salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

La mirada en el enrojecido rostro del médico no se le había pasado a Jinwoon ni que al médico se le levantaba el pantalón.

 

Estaba dispuesto a apostar que el doctor iba a buscar a su pareja y tener una pequeña jodida por su cuenta.

Hubo un destello de picardía en los ojos de Changmin. — Chico, sabes cómo desocupar una habitación.

A Jinwoon no le importaba el doctor en ese momento, jaló a Changmin más cerca, usando ambas manos por hábito. El deseo que le había superado hacía unos segundos tuvo una muerte trágica cuando Jinwoon vio de cerca su mano lesionada.

—No lo hagas —dijo Changmin, pero ya era demasiado tarde. Jinwoon se apartó, colocando su mano jodida sobre la mesa que el doctor había estado usando.

—Tengo hambre —dijo Jinwoon como una forma de cambiar el tema. Pegó una falsa sonrisa en su rostro mientras giraba la cabeza hacia la bandeja—. La sopa huele bien.

Changmin parecía inseguro, pero se giró y tomó la bandeja. Jinwoon dejó escapar un suspiro silencioso, preguntándose si el apuesto shifter puma iba a conservarlo una vez que el hombre recobrara sus sentidos.

 

 

continuara...

 


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