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Era una tarde soleada aquel día de San Valentín. Los comercios estaban adornados con grandes carteles románticos, sus vitrinas mostraban infinidad de regalos: cajas de bombones, arreglos florales y globos con forma de corazón. Todo estaba dispuesto para la ocasión, para ese día tan especial.
Por el parque se veían pasear a las parejas tomadas de la mano, con amplias sonrisas y miradas felices, se podía respirar el amor en el aire. Aunque no para todos el mundo era color de rosa. En un lugar de la ciudad un jovencito se encontraba ansioso y perturbado.
Shuichi tragó saliva. Él había estado planeando esto durante semanas. Era Día de San Valentín, y él quiso darle algo especial a su koi.
****FLASHBACK*****
Lo primero fue pedirle a su mejor amigo que le ayudara, no habían terminado de salir las palabras de su boca cuando el pelirrojo ya se encontraba tirado en el suelo botado de la risa.- Que tú quieres que…jajajajajajajajaja
- No te burles -. Protesto poniendo mala cara y cruzando los brazos.
- Lo siento, pero es que es absurdo lo que pretendes.
- Por favor -.Gimoteó.- Sólo uno……. además no creo que hacer chocolate sea muy difícil.
- Shu, pero es que a ti se te quema hasta el agua. Mira mejor compra un regalo en alguna tienda y te evitas problemas.
- No! .- Replicó decidido.- Hiro……-. Puso ojos de cachorrito suplicando a su amigo.
- Esta bien, te ayudare -. Contesto divertido, sabiendo desde el principio que no podía negarse a ninguna petición del pelirosa, aunque considerara que fuera una locura.
Así pues ambos chicos fueron a casa de la familia Nakano y después de mucha persuasión, y bajo promesa de no hacer explotar el lugar, el cantante y su amigo habían convencido a la Madre de Hiro de que les permitiera usar su cocina. Shuichi se tomo muy en serio su objetivo así que practico sin descanso, poniendo especial atención a cada una de las indicaciones del guitarrista hasta que al fin lo logro (después de quinientos intentos o desgracias como se quiera ver).
Una vez que terminaron, cada uno envolvió su presente y se dirigieron hacia el parque. Con una sonrisa amable, Hiro deseó suerte a su joven amigo y fue en busca de cierto rubio pelilargo.
****FIN FLASHBACK*****
El cantante hizo una pausa fuera del estudio de Yuki, mientras intentaba reunir el suficiente valor para llevar a cabo su misión. Y es que la verdad tenía razones para estar nervioso. Desde temprano, muchos fans (tanto hombres como mujeres) habían enviado al domicilio del escritor infinidad de dulces, algunos hechos a mano y otros comprados, pero el escritor no había aceptado ninguno, es más los había tirado violentamente en la basura dejando claro cual era su posición respecto a dichos obsequios.
****FLASHBACK*****
Ring…..Ring
Eiri escucho sonar el timbre de la puerta por onceava ocasión.- Maldición!!!!! –. Se paro muy molesto, al parecer hoy el mundo se había confabulado para hacerle la vida imposible. Tenía una fecha tope encima y aún le faltaban 3 capítulos por escribir. Las ideas estaban en su mente pero el problema radicaba en que no lo dejaban trabajar y a cada rato lo interrumpían.
El día no había comenzado muy bien, primero el mocoso rosa lo había despertado con sus habitual mordedura de oreja, al paso que iba tendría que aplicarse alguna vacuna contra la rabia (no fuera la de malas).
Después había recibido la llamada de Seguchi invitándolo a la celebración de NG (como si a él le importara), más tarde recibió la visita, más bien la intrusión de su hermano quien venía a pedirle dinero (claro que por ser un escritor famoso todo mundo se creía que era millonario). Por más que intentó no pudo deshacerse de él hasta que ya cansado y para sacárselo de encima le presto el dinero.
Cuando finalmente creyó que podría trabajar resulto que a su puerta empezó a llamar cuanto estupido se le ocurrió con el pretexto de entregarle presentes del Día de San Valentín. Esta situación estaban volviéndolo loco. (Desde cuando en Japón se celebraba una fiesta de otro país?).
Por fin llego a la puerta dispuesto a romperle la cara al idiota que se había pegado al timbre. Al abrir se encontró con cierto joven pelirosa que se le lanzó inmediatamente casi tumbándolo.
- Hola Yuki!.
- Suéltame baka!.
El chico hizo como se le indico.
- Que haces aquí tan temprano?!
- Seguchi-san nos dejo salir antes.
- Por que?
Shuichi puso sus manos detrás y caminó por el vestíbulo, delante del rubio.- Es el Día de San Valentín, sabías?!
- Claro, que se -. Eiri hizo una pausa para encender un cigarro.- Como no voy a saber si todo el maldito día se la han pasado fastidiándome con lo mismo.
El pelirosa cabeceo con una expresión esperanzada en su cara.- Hmm, Yuki…
- No -. Respondió cortante.
- Pero si todavía no te digo nada.
- No hace falta sea cual sea no me interesa.
- Es que yo.
- Nada, ahora déjame sólo, estoy muy retrasado.
- De acuerdo -. Shuichi dijo deprimido. Despacio arrastró sus pies y se acurruco en el sillón.
Eiri se volvió y caminó hacia el vestíbulo, encerrándose en su oficina. [- Demonios!!!! Es un día común y corriente. Por que es tan importante para él?. El que sea un escritor de novelas de romance no quiere decir que eso cuente en mi vida personal]. El rubio gruño para sí. [ Ese mocoso no debería esperar que yo celebrara una fecha tonta!!!]. Refunfuñó de nuevo. Golpeando su portátil en la frustración. Intentando olvidarse del asunto, se obligó a enfocarse en su trabajo, tenía que terminar tres capítulos de amor, lujuria, romance, y tragedia.
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Había pasado dos horas aproximadamente, cuando Yuki decidió tomar un descanso. Atravesó el pasillo llamando a su amante.- Mocoso, tráeme una cerveza! -. Así convoco dos veces sin obtener respuesta hasta que se percato de un suave ronquido.
Se acerco al cantante y se dio cuenta de que dormía profundamente. Temiendo que se resfriara el escritor trajo una manta y cobijo a su amante. [ Baka!] Pensó, tiernamente. Después fue a la cocina y saco una cerveza del refrigerador, apoyándose en la barra se dispuso a disfrutar de su bebida.
Ring…. Ring… Ring
- Buenas tardes, traigo un encargo para Yuki Eiri-san -. Exclamo con una sonrisa el repartidor.
- Soy yo -. Contesto en tono seco y rudo.
- Firme aquí indicó el hombre de rojo señalando la línea punteada en su recibo.
Después de que le entregara el paquete al rubio, el mensajero saco una armónica y empezó a recitar un verso con una alusión romántica al escritor.
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Shuichi se despertó sobresaltado al escuchar golpes y gritos tras la puerta de la entrada. Al cabo de un rato entró el escritor con los ojos desencajados y un gesto amenazador. Sin decir una palabra se dirigió a la cocina azotando la puerta tras de sí.
De nuevo se iniciaron los ruidos estruendosos. El cantante movido por la curiosidad se acerco sigilosamente para averiguar lo que ocurría. Ojalá y jamás lo hubiera hecho, así habría evitado que aquella imagen le perseguiera en sus pesadillas durante varios días.
Al fondo, estaba Yuki con una sonrisa malsana viendo como el triturador de basura destrozaba peluches, dulces, globos y cualquier resto de la celebración de San Valentín.
********* FIN FLASBACK******
El escritor estaba como de costumbre frente a su ordenador escribiendo y fumando un cigarro. Suspirando, el pelirosa decidió seguir y tímidamente se acercó a su amante.
- Eto……. -. Pronunció con voz apagada El joven mayor ni siquiera le presto atención y siguió tipeando.
- Ano…. Yu…ki?!!!
- Hn! -. Fue la contestación entusiasta.
- Veras… yo…bueno… -. Las manos le sudaban, estaba muy asustado, realmente no sabía como podría tomarlo el rubio.- ANO... ETTO... YO…YO!!!! -. Las palabras se le atoraban en la garganta y parecían no salir.
Cansado de esperar, Eiri se volvió con el ceño fruncido.- Con un demonio!!! Vas a decir lo que quieres o no?!!!!
- Lo siento, no es nada importante -. El chico murmuró abatido mientras apretaba fuertemente entre sus manos el obsequio.
- Tch!!! . Entonces no me hagas perder el tiempo que estoy muy ocupado -. Dijo en tono molesto y regreso a su escritura.
El chico derrotado emprendió la retirada, pero antes de que llegara a la puerta una voz grave lo detuvo. - Ah!. Y cualquier cosa que estas escondiendo, déjala en la silla.
De la frente de Shuichi cayó una gota de sudor. Odiaba cuando el rubio se comportaba como un bastardo, hacía que le dieran escalofríos y su corazón doliera. Aún así no dijo nada. Hizo lo que se le indico y en silencio abandono el estudio.
Un clic suave confirmo que la puerta fue cerrada, inmediatamente Yuki se acerco a ver lo que su pequeño le había traído.
El rubio se sorprendió al ver la caja roja, estaba adornada con un gran moño blanco y en el frente tenía una tarjeta que decía “Feliz Día de los Novios”. Recogió el paquete y cuidadosamente quitó la envoltura de papel brillante, cuando abrió la tapa su corazón dio un salto.
Dentro había un pedazo de chocolate oscuro en forma de corazón con su nombre escrito en chocolate blanco, rodeado por pedazos más pequeños del dulce con las iniciales Y & S, todo delicadamente decorado. [- Así que por esto es que el baka estaba tan nervioso]. Yuki sostuvo la confitura y estuvo examinándola unos segundos antes de decidirse a probar un poco.
[- Hmm…ni muy dulce … ni muy amargo] -. Secretamente tuvo que reconocer que contrario a lo que hubiera esperado la golosina no sabía nada mal.
Abrió la puerta y vió al pelirosa sentado en el suelo apoyándose contra la pared, sus rodillas y piernas estaban apretadas herméticamente y las lágrimas resbalaban desenfrenadas por sus mejillas dejando senderos salados por el bello rostro. Shuichi pestaño en la confusión y el miedo al ver a su amante acercarse a él rápidamente.
El escritor le agarró del cuello de la camisa y lo jaló hasta que sus labios se juntaron en un beso ávido y ansioso que desencadenó deliciosas sensaciones en el rubio. Después de todo, había una cosa dulce que a Yuki le gustó.
Owari