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Blue Rose ~MALEC~ por Herloz_Kristallaugen

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Notas del capitulo:

Y seguimos la actualización,,, 

 

 

 

 

 

 

 

-Disculpa de verdad por ese muy mal trago... Ignora todo lo que escuchaste de esa... Dama...- Aunque sinceramente no quería llamarla así precisamente... 

 

 

-...- Alec sólo trataba de terminar lo que quedaba de su ahora postre, que llegó en el momento en que Magnus salió con la chica en cuestión...

 

 

-Alexander... Sé, que muy posiblemente no quieras escucharlo ni saberlo...- Y se vio interrumpido por una azul mirada de parte del otro...

 

 

-Y yo sé, Magnus, que muy probablemente hay mucha gente antes de mí... Así que... No le daré importancia... Vale?- Magnus no cabía en su asombro... Pero... Curiosamente se sentía feliz...

 

 

-Alexander...-

 

 

-Quizá yo también alguna vez tuve algo...- Y eso, de manera incontrolable ocasiono que Magnus sintiera algo... Estúpidos y más estúpidos celos... Sólo Alec sabría cómo lo miraba en esos momentos pero... -No me veas así... Nunca fue nada formal... Ni novios he tenido así que deja tus dramas de princesa a otra parte- No sabía el porque le daba explicación alguna, pero le dio miedo el como comenzó a mirarlo...

 

 

-... Te he dicho lo mucho que me encantas?-

 

 

-Ya mejor cállate Bane- Alec se dignó a terminar aquella copa llena de helado mientras intentaba disipar el estupido sonrojo de su cara...

 

 

-Su nombre es Camille como lo ha dicho... La cual, fue mi primera novia y prometida hace algunos años... Ella no cree en el amor o algo similar, por lo que, como buen puberto caí ante sus encantos y me rompió el corazón... Tenía 16 años en ese entonces, era normal que eso pasara...-

 

 

-...- Alec permanecía en silencio... A esa edad, el apenas se había dignado a reconocer lo que sentía por su hermano y Magnus hablaba de un primer amor, un primer corazón roto, un compromiso, y una boda cancelada como si de un juego se tratara... -Lo lamento...-

 

 

-Eso suele pasar... El amar es el darle el poder a alguien para ser destruido...-

 

 

-... Eso crees?- Alec no quería escuchar la respuesta... Pero...

 

 

-... Lo creo... Amar es destruir algo y ser destruido por el mismo...- Y el corazón del ojiazul se encogía... -Pero eso le da su encanto a las cosas... En fin...-

 

 

-...-

 

 

-Y no, Alexander... No eres un juego para mí...-

 

 

-Yo no... Pensaba...-

 

 

-Y... Espero que darte tal poder no se vea reflejado en mi contra, garbancito...- Y aunque la frase sonara de lo más tonta... Se habia quedado estático... Pues Magnus afirmaba el darle el poder que más temía..  



 

 

 

 

 

 

 

 

El rostro de Alec era un poema... Jace y los sentimientos que tenía por él, no podían ser siquiera comparados con lo que Magnus le ocasionaba... No tenía ni dos semanas de conocerlo, pero, era capaz de jurar que toda la vida había estado... Esperando por algo así...



 

 

 

 

 

 

 

 

-Si me miras con tanta devoción, no me culpes de lo que pueda pasar-

 

 

-... Es tu culpa-

 

 

-Ser tan guapo? Lo se...-

 

 

-Idiota... Ahora no te diré lo que estaba a punto de eliminar toda miheterosexualidad posible- Y se hizo el resignado aquel bello muñeco de ojos azules...

 

 

-... Vamos... Dime...- Y Magnus como buen gato, era un lambiscón de primera sólo para obtener lo que deseara... Sonriendo inocente pero con una mirada más pícara que nada...

 

 

-Olvida que funcionen esos trucos malos conmigo Bane...- Y Alec seguía comiendo, ahora el helado del otro...

 

 

-No me dirás...?-

 

 

-No...-

 

 

-Aun si me hinco y te lo pido?-

 

 

-Ni siquiera pienses en eso...- Y los ojos azules se llenaron de miedo al imaginar aquello... -Simplemente... Pienso que eres lindo conmigo...- Y de nuevo, inútilmente trataba de no mirar al mayor...

 

 

-...-

 

 

-...-

 

 

-...-

 

 

-...-

 

 

-De verdad...?-

 

 

-Cállate o jamás te volveré a decir algo así...-

 

 

-... Está bien...- Y su sonrisa entonces, fue lo más bello que Alec pudiera haber visto jamás... Era una sonrisa, no como las que siempre le obsequiaba... Esta era una sonrisa llena de ternura... E incluso... Podía adivinar un pequeño sonrojo en las mejillas apiñonadas del otro... -Vamos a otro lado... Me agradaría pasear un rato...- 



 

 

 

 

 

 

 

 

Al salir, Alec iba a pagar la cuenta (porque, bueno, él lo invitó y segundo, ya no tendría dinero para nada más en el mes) pero... Magnus se limitó a llamar al encargado del momento, darle su tarjeta y sonreír...

 

 

El otro en cuestión, pareciera entender a la perfección eso y sin más se retiraron del lugar... Alec hasta ese momento entendió todo... Bueno, ya cuando el ballet tomo las llaves para ir por el auto de Magnus... 



 

 

 

 

 

 

 

 

-Porque pagaste la cuenta?!- Alec parecía enojado...

 

 

-Técnicamente, aún no la he pagado...-

 

 

-Yo te invité...-

 

 

-Y lo mínimo que puedo hacer por tal honor, es pagar la cuenta... Además... Alexander, no somos chicas como para que no pague las cosas yo mismo...-

 

 

-Eso me convierte a mi en la chica Magnus...-

 

 

-... Al menos eres una hermosa chica cariño- Y así, Alec ahora estaba rojo... Pero de coraje y de no poder enojarse con el otro... -Llego el auto... Sube-




 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alec iba a discutir de nuevo, pero al final se quedó callado... El auto del otro era impresionante... Era de color plata mate, pero lleno de miles de brillos encapsulados en un baño de barniz... Esa cosa no servía para algo mas que para brillar... Sin mencionar que era un bonito deportivo... 



 

 

 

 

 

 

-Algo que decir?- Magnus lo miraba seriamente...

 

 

-Que definitivamente esto dice ser tuyo...- Alec así pensaba del mayor... Ostentoso, elegante y hermoso...

 

 

-... Si fueras mi novio, podrías tener uno y, no necesariamente con brillos...- Alec sólo se metió en el coche aprovechando el polarizado de los cristales... Si alguien de las personas que estuvieron entrando, llegaba a conocer a sus padres, no se imaginaba la pequeña treta que se armaría en casa... Sin embargo, le había tomado por sorpresa la afirmación del otro... Quizá si se lo hubiese preguntado... Hubiera dicho que si... -Quieres ser mi novio?- Alec se asustó al ver al otro ya en el coche y con el cinturón puesto...

 

 

-Esto... Eso es... Y-Yo... Magnus...-

 

 

 

-Es broma... Aunque... Si te compraría un auto sólo para verte feliz...-





 

 

 

 

 

 

 

Magnus se limitó a no presionar más al chico y comenzó a manejar... Salió entonces de la ciudad, a una velocidad no tan alta pero a una que le permitiera el que Alec observara claro el como el dia caía y casi llegaba el ocaso...

 

Por su lado, Alec no tenía miedo... Al contrario... Por un día, sentía que no existía la presión, no existía su apellido, no existía la responsabilidad... Solo existía él: Alexander y ese chico... Magnus...

 

 

Salieron de la ciudad, un poco más a las afueras, llegando a una zona algoapartada pero muy pintoresca... Una zona de gente rica, con casas grandes, que podían ser consideradas mansiones...

Y su sorpresa fue mayor al llegar a una, de hermosos jardines, con algunos estanques, de aire victoriano pero de espacios asiáticos... Era una combinación sublime... 



 

 

 

 

 

 

-Y ahora es cuando me propones matrimonio al atardecer y me dices que este será el castillo de nuestros sueños?- Alec bromeó, sintiéndose con la confianza de hacerlo y sin sentirse mal por sus preferencias... Aunque... La idea no sonaba mal...

 

 

-... Ahora cariño, es cuando te digo que está, es mi casa y te invitaré a tomar algo... Y que si te fuera a pedir  matrimonio, te hubiese llevado a Francia en un avión privado...- Magnus le dedicó una mirada llena de... No sabía de qué, pero... Algo en su interior se removía cada que lo miraba así... Y eso lo dejó fuera de combate...

 

 

-...-




 

 

 

 

 

 

 

Magnus entonces aparcó el auto en la entrada de la enorme casa (pues 100 metros atrás se encontraba el  portón eléctrico) de color blanco nacarado, con detalles en marcos y grabados color ébano...

 

 

Bajando del auto, el mayor abría la puerta de Alec, mismo al que dirigía a la entrada, la cual era custodiada por une enorme puerta de color ébano y detalles en marfil... Ostentoso sin duda alguna...

 

 

 

 

Magnus abrió la puerta, dejando que a Alec se le helara la piel, al entrar mirar un enorme y bello candil de cristales que era rodeado por unas hermosas escaleras de doble acceso y bajo el mismo, un pequeño recibidor, donde había un enorme florero, lleno de peonias, hortensias, delfinios, y amaranto, todo en bellos colores pastel rosas, lilas, azules, crema y blanco, que parecieran arte puro... Y más aún al notar bellas rosas moradas y azules en el mismo...

 

 

Al mirar a la izquierda se adivinaba una sala, de hermoso color lavanda, con hermosas costuras a juego con las bellas cortinas rojo chevrón... Las mesas eran de lo que pareciera la misma caoba ébano... Una cálida chimenea se podía admirar, pulcra, mucho más de lo que debiera...

 

 

 

 

Caminaban, adentrándose entre ese castillo de ensueño, como antes el ojiazul lo había llamado... El comedor era bellísimo, con una vajilla cual espejos ya colocadas y con decoración en flores al igual que la entrada...

 

 

Había velas entre la mesa y se adivinaba que la vista del ventanal, mismo que daba al jardín, de noche debía ser estupendo, y más aún, al ver los hermosos árboles que iban desde ciruelos, durasnales y jacarandas, hasta bellos cerezos... Así como un pequeño estanque que era cruzado por un pequeño puente...

 

 

 

 

Magnus sólo dejaba a Alec estar de un lado a otro... Le enternecía la inocencia y la facilidad de asombro de aquel chico... Aunque... Cuando el otro se detuvo en medio de un salón en especial, supo que era buena idea hablar... 




 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Esta cosa me costó mi mesada de dos años... Pero valió la la pena, toca hermoso- El de mirada felina se sentaba en el banquillo frente a un imponente y bellísimo piano... El cual, no dejaba de admirar Alec en ningún momento... Pues pareciera de cristal, siendo decorado por un leve arreglo floral y unas pequeñas velas a juego... La habitación era de un color morado oscuro en el techo y se degradaba hasta lavanda muy nacarado en el suelo... Las cortinas eran de un bellísimo color uva y había un hermoso domo encima del piano, dejando que la iluminación natural embelleciera el mismo, y lo que quedaba de la sala, se iluminase con unos cuantos candelabros...

 

 

-No tenía idea que supieras tocarlo...-

 

 

-Aun no sabes mucho de mi, precioso Alexander... Y yo tampoco sé mucho de ti...- Magnus levantaba la protección de las teclas y entonces invitaba al menor a sentarse... -Y si me lo permites... Quisiera que conocieras cuan hábil soy con las manos...- Alec se sonrojó por eso, pero se sentó cerca del otro, para escuchar, lo que sea que tuviera que tocar... 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Magnus sólo le dedicó una última mirada, antes de comenzar a tocar... Y Alec entonces, no pudo evitar suspirar... Magnus tocaba "Fur Elisa" de Beethoven... Nunca, jamás hubiese pensado que tocara algo tan clásico, romántico y tan complicado... Podía ver que Magnus sólo se dejaba llevar por la bella melodía y Alec sólo podía mirar el rostro del otro... Le dolía admitirlo... Pero quizá, y sólo quizá... 






 

 

 

Si pudiera enamorarse de Magnus Bane... 






 

 

 

 

 

 

Magnus era el más sorprendido de los dos... Su objetivo en realidad, había sido el sacar al otro del salón, pero, al ver su piano... No pudo evitar el tocar...

 

 

Tenía desde... La muerte de su madre... Que no habia tocado... Y el que ahora, le naciera hacerlo de manera tan natural como respirar... Y por alguien... Ni siquiera era algo concebido en su mente... Se dejó absorber por esa canción...

 

 

Como la había adorado desde que comenzó a tocar... Pero, fue sacado de su ensueño al sentir la presencia del otro en el banco, y, atreviéndose a mirar, este mantenía sus ojos cerrados, y se encontraba de espalda al piano...

 

 

No sabría cuanto tiempo tocó ni cuando dejó de hacerlo, pero... Cuando lo hizo, abrazo al menor con tanta fuerza, que escucho un leve quejido por parte de este... Disfruto ese breve momento del aroma del azabache y de la tranquilidad que sentía a su lado...

 

 

El otro, por su cuenta, sentía ir a mil por hora, y el ser abrazado de esa manera, jamás se lo había permitido ni siquiera a Isabelle... Pero... Magnus...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Eso fue hermoso...- Y eso mismo dijo Magnus en su interior, cuando soltó al otro, para dedicarle una mirada y, arriesgando cualquier futuro a su lado... Se atrevió a pasar su mano por la nuca del menor y atraer su rostro al otro...

 

 

 

 

 

 

Juntando sus labios en un suave y fino toque...

 

 

Ahí, en ese momento fue que Magnus lo entendió...

 

 

 

 

 

 

Toda su vida, había tenido frío...

 

Y al lado de Alec, de ese abrazo y ese beso... Había encontrado el sentido que quería darle a su vida ahora...

 

Notas finales:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por favor!!! Soy un gusano QAQ pero diganme si esto va bien o mejor me dedico a otra cosa... Ya encontré el tiempo justo para escribir y les prometo actualizar más seguido...

 


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