Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Melodías a tu nombre (ShiIta) por zeldaxlove1997

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Se deja caer en la cama con los brazos sumamente cansados y las manos acalambradas de tanto rato que estuvo tecleando en la computadora, pero por fin podía estar tranquilo, había terminado ese terrible ensayo de 15 páginas sin dejar un espacio en blanco, con una perfecta ortografía, estaba seguro que obtendría la calificación más alta de toda la clase, se había esforzado muchísimo para eso y es que desde que a su padre consiguió el puesto en el gabinete de abogados se esmero aún más en sus estudios para que su Fugaku siempre se sintiese orgulloso de él, lo que Itachi ignoraba era que este ya se sentía feliz con el simple hecho de tener un hijo tan maravilloso como él. 


- ¿Se puede? - escucha la voz de su padre y levanta la cabeza del colchón, ampliando una sonrisa mientras asiente - ¿Y eso? - pregunta señalando el bulto de papeles en su escritorio - 


- Un ensayo, por fin lo termine, creo que tendré la calificación más alta este semestre - se incorpora, sentándose al borde de la cama, mientras Fugaku toma el ensayo y lee las primeras hojas - 


- Mi hijo tan inteligente - se dirige hasta él y palmea suavemente su espalda - pronto serás tan importante que te olvidaras de este viejo - dramatiza en forma de broma - 


- Papá no digas eso - le reclama siguiéndole el juego, empujándolo levemente con el brazo - 


- ¿Qué? solo digo lo que será, vas a ser alguien muy grande y exitoso que te olvidaras de estos viejos - 


- ¡Hey, que yo no soy ninguna anciana! - grita enojada Mikoto, entrando a la habitación con un precioso Sasuke de 1 añito - 


- Pero si eso lo ha dicho Itachi - alza las manos en señal de inocencia - 


- ¡Papá! - dice alarmado viendo a la mujer amenazarle con la mirada - 


- Ustedes dos son insufribles - menciona bufando la mujer para luego transformar su expresión a una más suave y gentil - ¿De qué estaban hablando ustedes dos, antes de que comenzaran a llamarme vieja? - alza una ceja acusadora -


- De como Itachi nos va abandonar cuando comience a despegar su vida exitosa - bromea el mayor- 


- Bueno lo de exitoso apenas se está por ver, pero lo de abandonarlos y olvidarme eso nunca - afirma más que decidido, sacándoles una sonrisa a ambos adultos - 


Mikoto toma asiento a lado de Itachi y con la mano con la que no carga a Sasuke, acaricia suavemente el hombro del menor


- Eres un buen chico, Itachi y lo que sea que depare el futuro para ti, aquí estaremos nosotros para apoyarte - le regala un gesto amable que le hacen brillar los ojos con felicidad - 


Itachi se sentía tan completo en esos momentos, tenía una familia maravillosa, unos padres que siempre han luchado para sacarlos adelante y que nunca falte la comida en la mesa, gente que ha dedicado toda su vida a trabajar y ver por sus seres queridos ,él si que podía salir con la frente bien en alto y decir con orgullo que todo lo que tiene ha sido a base de esfuerzo y dedicación, nada se la ha dado regalado, su padre le ha enseñado a ganarse la vida con sudor y lágrimas. 


Y ahora con la repentina llegada de su hermanito menor es que ya no podía contener más la felicidad de pensar que estaba metido en el mejor cuento de ficción de la historía, era casi imposible de creer que una persona tenga gente tan maravillosa a su alrededor y que además sea muy bien visto en el colegio por sus buenas notas. Sí, definitivamente su vida estaba completa.


- Y bueno que niño prodigio no merece una recompensa por ser tan aplicado - le codea su padre, sonriendo divertido - 


- Fugaku todavía no le han dado la nota de este trabajo y ya estas pensando en recompensarlo - le reprende Mikoto, no era que no estuviese de acuerdo, de hecho ella era la que siempre le decía que debían comprarle algo a Itachi cada que su boleta a final de curso llegaba con tan buenas notas - 


- Sabes que no puedo evitarlo - se rasca tras la nuca - además mi hijo es muy inteligente, está totalmente asegurado su diez - defiende su postura, cosa con la que no puede discutir la mujer, si bien Itachi no se mataba horas estudiando, pues era muy listo, y si llegaba a aplicarse era porque en verdad anhelaba ser el mejor en su clase y lo lograba sin más- 


- Está bien - suspira resignada - 


-¡Perfecto! - amplia su sonrisa el hombre - Mmh se me había ocurrido ir a este puesto de dulces, pero la verdad que no recuerdo el nombre de está golosina.. - hace gesto pensativo - cariño ¿tú sabes cómo se llama? - cuestiona a Mikoto que arrulla al pequeño Sasuke - 


- No lo sé, amor - le sigue la corriente, sonriendo por las ocurrencias del adulto - 


- Dangos - ríe divertido el pelilargo, su padre era el ejemplo claro del carisma andante - 


- ¡Dangos, eso es! - le da la razón, acabando con la broma - 


Itachi revolotea los ojos divertido, agarrando la manita de su hermano menor que dormía placidamente


- Regreso enseguida - anuncia el mayor - 


- ¿No quieres que te acompañe? - cuestiona - 


- Y arruinar tu sorpresa, no gracias - dice eso último, desapareciendo por los pasillos de la casa - 


Itachi solo puede reír felizmente, Fugaku para trabajar entre un montón de viejos amargados que se la viven fumando puros, era el alma en cualquier lugar, incluso los empleados del despacho le miraban mal, pues no era la pinta que un abogado debía tener, a criterio de muchos, pero Fugaku había demostrado no solo ser el mejor en su trabajo, sino que mantiene muy bien a su familia, que a diferencia de esos ancianos que le juzgaban, traían a su familia en malas condiciones mientras ellos despilfarraban todo su dinero en cosas para su propio gusto. 


Su padre era todo un hombre hecho y derecho, que nunca agachaba la cabeza ante nada sin importar qué tan difícil fuera la situación, siempre traía un as bajo la manga. 


- Mamá... - murmura sin querer despertar al bebé - 


- Mmh - está le mira expectante - 


- ¿Tú has visto alguna vez a papá llorar? - 


La mujer hace memoria, era difícil pensar eso, Fugaku era un hombre de acero y que nada le destrozaba. 


- Que yo recuerde no - 


-  ¿Nunca, nunca? - 


Mikoto vuelve a hacer memoria y como si el momento que recordara volviera a renacer, sonríe con añoranza antes de responder 


- Hmm.. bueno si, una vez lo hizo - deja al pequeño recostado en el colchón del mayor, arropándolo con la cobija que llevo - 


- ¿Cuándo? - eleva un poco su timbre de voz, pero la sorpresa no le dejo de otra - 


- Cuando tu naciste - le sonríe amorosamente - 


- ¿Q-Qué? - murmura con la boca entreabierta - 


- Estaba tan feliz cuando le anuncie que estaba embarazada, no dejo de prestarme atención en ningún momento desde ese entonces, no dejaba que hiciera prácticamente nada que requiriera mucho esfuerzo, se puso peor cuando se entero que ibas a ser doncel, comenzó a comprar toda clase de ropa que mi madre tuvo que venir a acomodar mi armario pues ya no cabían ni mis cosas de tanto que te había comprado - ríe con remembranza - 


- Eso suena tan mi papá - dice sin poder borrar la sonrisa que eso le produce - 


El momento cálido se vio interrumpido por el sonar del teléfono en la cocina, la mujer se levanta con clara intención de ir pero el menor la detiene con una mano en el hombro 


- Tu ve a Sasuke, ya regreso enseguida - da un beso en la cabecita de su hermano y baja las escaleras para ir directo a la cocina y descolgar el teléfono inalámbrico -  


*llamada*


- Si, diga - 


- Llamo al domicilio del señor Fugaku Uchiha - se escucha la voz de una mujer - 


- Sí, aquí es ¿qué se le ofrece? - 


- ¿Con quién me dirijo, disculpe? - levanta una ceja confundido - 


- Soy su hijo - 


- Ya entiendo. ¿Es mayor de edad? - 


- ¿Para qué necesita saber eso? - cuestiona desconfiado - 


- Es indispensable, cariño ¿puedes decirme tu edad? - 


- 16 - 


- ¿Hay algún adulto en tu casa? - 


- Mi madre, pero ¿porque no puede hablar conmigo? - 


- Pásame a tu madre, por favor - ignora su pregunta la mujer, haciendo fruncir el entrecejo a Itachi - 


- Ella está ocupada ahora y no puede responder.. - nuevamente se vio interrumpido por la voz al otro lado de la línea - 


- ¿Como te llamas? - 


- Itachi - dice algo dudoso, no entendía que sucedía - 


- Bien Itachi, necesito que me pases a tu madre por favor, cariño ¿puedes hacerlo? - aún con duda asiente y sin más sube hasta su habitación donde su progenitora cantaba al pequeño Sasuke que había despertado - 


- Mamá llama una señora, no me quizo decir nada pero parece que es sobre mi papá - anuncia una vez entra a la alcoba, sentándose a un lado del bebé - si quieres yo veo a Sasuke - 


Mikoto asiente y sale a contestar el teléfono 


Mientras tanto Itachi sonríe, tomando en brazos a su hermanito y dejando que el menor agarre uno de sus dedos y lo lleve a su boca, como si fuese uno propio, alcanza una sonaja y la zarandea cerca de Sasuke mientras tiernamente intenta alcanzarla con los bracitos, haciendo sonreír al pelilargo


El grito de su madre desde la cocina le alarman, tomando rápidamente la manta de su hermano y cubriéndolo con ella para bajar a toda prisa hasta la cocina, donde su madre está arrodillada ahogándose entre su llanto. 


- Mamá, mamá, mamá ¿qué ha pasado? - dice angustiado viendo con nervio a su madre - 


- Apuñalaron a tu papá - 


Un silencio sepulcral se forma en la atmósfera, es ya incapaz de escuchar los sollozos de su madre o los murmullos ininteligibles de su hermanito, solo puede escucharse el sonido de su corazón bajando su ritmo cardíaco, su respiración más lenta, su cuerpo temblando


Toca su cara con la mano derecha y nota como está se encuentra empapada, ni siquiera fue consciente cuando comenzó a llorar, pero estaba seguro de que no sería la única vez que lo haría en los días siguientes. 


 


 


Despierta con un sobresalto, agarrándose fuerte del pecho, notando el palpitar acelerado de su corazón, incluso paso su antebrazo por su frente, notando que está se encontraba sudada. Nuevamente había soñado con la muerte de su padre, era un recuerdo que le atormentaba y que parecía no envejecer con el tiempo. 


- ¿Te encuentras bien? - la suave y somnolienta voz le hacen voltear a la vez que siente unos brazos rodear su cintura desde atrás - 


- Sí, solo tuve un mal sueño - murmura, cubriéndose nuevamente con las sabanas blancas - 


- ¿Quieres hablarlo? - cuestionan, acariciando sus largos cabellos desparramados por la almohada - 


- No, así estoy bien - 


- De acuerdo - responde en medio de un bostezo, pasando su brazo por debajo del cuerpo del menor, atrayéndolo hasta que este queda tumbado en su pecho cubierto por la camiseta de dormir - 


- Shisui.. - 


-Mmh.. - 


- Gracias - susurra sin esperar una respuesta que jamás llego, pues el mayor había caído en brazos de Morfeo - 


Itachi se acurruca aún más contra el cuerpo ajeno, cerrando los ojos y aspirando el varonil aroma del pelinegro, dejando que toda la calma de Shisui le contagie. 


 


 


Al amanecer una suave sonrisa se forma en su rostro al notar el cuerpo delgado encima suyo, aún durmiendo plácidamente sobre su pecho, se mueve despacio sin querer inquietar el sueño del menor, arropándolo nuevamente con las sabanas, se rasca tras la nuca, casi no puede ni creer que haya sido su primer noche durmiendo con alguien con quien no tuvo sexo una noche antes, normalmente cuando invitaba a gente a quedarse en su casa era con el único fin de coger, pero con Itachi las cosas parecían seguir un ritmo diferente, que no precisamente le desagradaba a Shisui, pues jamás había sentido tanta necesidad de permanecer cerca de alguien fuera de 1 semana, pero con él ya iban varios días y seguía con ese mismo anhelo por su presencia. 


Me estas cambiando, Itachi pensó dando una última mirada al rostro dormido del menor mientras se adentraba al cuarto de baño para tomar una relajante ducha. 


Afortunadamente cuando llegaron a casa de Shisui, los padres de este no estaban presentes por lo que fue fácil escabullir a Itachi hasta su habitación, desde que fue hasta su casa y le encontró llorando fuera de la misma, no dijo ninguna otra palabra fuera de preguntar su necesitaba algo, a lo que él menor solo contestaba con monosílabos, con la mirada perdida y una profunda tristeza que contagiaba al mayor. 


Fue decisión suya permitir que el pelilargo se quedara a dormir en su casa, hasta donde llego a entender al parecer la madre de Itachi lo había echado esa noche, por lo que no tenía a donde ir, por supuesto que no permitiría que fuera a parar a un albergue, quien sabe a que degenerado podría encontrarse y abusar de él. El solo pensarlo le hacía arrugar el entrecejo con asco, él haría lo que fuera porque su pelilargo no pasara malas rachas. 


Gira la perilla de la regadera, dejando que poco a poco el agua cese por completo, tomando la toalla de la manija para secarse los alborotados cabellos negros. Mira unos segundos su rostro en el espejo del baño y muerde su labio inferior con impotencia, como quisiera arreglar todos los problemas que inquietaran a su chico. 


Al salir de la ducha ve al menor sentado en la cama con los pelos enmarañados, aún con la mirada perdida. Un sentimiento de inutilidad le envuelven, odiaba sentirse así por no poder hacer nada al respecto. 


Se acerca despacio hasta sentarse en la orilla de la cama


- La ducha está libre, por si gustas darte un baño - murmura con cierta pena - le pedí a la señora Fu que lavara tu ropa anoche, ya debe de estar seca - 


Cuando le llevo a casa aún por mucha insistencia del menor en dormir con sus mismas prendas no permitió que lo hiciera y fue a su clóset a sacar unos pants grises y una camisa blanca de algodón para que mínimamente durmiera cómodo, estaba seguro que esos jeans lo único que harían sería cortarle la circulación. El menor con un gruñido inconforme termino por ponerse las prendas que le ofreció. 


- Gracias, pero no tenías que hacerlo - nuevamente su humildad saliendo a flote - 


- Claro que tenía que hacerlo, eres mi pareja después de todo, es mi deber cuidarte - le regala una amable sonrisa, dejando que el menor agache la cabeza avergonzado y cuando se acerca a besarlo este desvía la mirada, solo permitiendo que los labios choquen contra su mejilla - 


- Voy a la ducha... - anuncia levantándose con prisa - 


- No me molestaría acompañarte - le sigue bromeado aunque muy internamente si deseara acompañarlo - 


- ¡Y lo haré solo! - grita ya dentro del cuarto de baño, causando la risa del mayor - 


 


 


 


Lleva horas dando vueltas de un lado a otro, mordiéndose las uñas con nervio, desde que ingresaron al rubio a la sala de urgencias no había vuelto a saber noticias de él, lo que si es que se vio forzado a avisar a los padres del mismo sobre la situación y estos no tardaron ni una hora en estar ahí con los pelos de punta y más de un sollozo por parte de Kushina, la madre del ojiazul.  


- Hasta que hora nos dirán de mi bebé - murmura la mujer apoyada en el hombro de su marido - 


- Papá.. ¿qué le paso a Dei? - murmura un pequeño rubio jalando de la chaqueta del adulto - 


- Nada, Naruto, tu hermano solo se sintió un poco mal, pero ya pronto podrás verlo - trata de reconfortarle, abrazando al menor que solo asiente con tristeza - Gracias - murmura al azulado que continuaba caminando de un lado a otro, por supuesto que enterarse el mismo día que su hijo estaba embarazado y que no solo eso sino que había dado a parar al hospital no habían puesto del mejor humor a Minato, que una vez que pusieron un pie en el hospital no pudo evitar mirar de mala gana al azulado - 


Kisame solo asiente y agacha la mirada, no puede mantener contacto visual con los adultos sabiéndose el único culpable de que el rubio se encuentre en esa situación.  


- Familiares de Deidara Uzumaki - llama el médico saliendo de la sala - 


Ambos adultos se levantan con rapidez 


- Aquí estamos ¿Cómo está mi hijo? - pregunta con angustia la pelirroja - 


- Está estable, poco más y no hubiésemos podido hacer mucho para parar la hemorragia, hizo un corte muy profundo y daño directamente la matriz - 


- Eso quiere decir que... - medita el rubio mayor -  


- Ya no podrá tener hijos - sentencia el médico, creando un silencio absoluto en el pasillo - 


Kisame que hasta el momento no había dicho nada, siente cómo su pecho se estruja y duele a más no poder, todo esto había sido por su culpa, nunca se perdonaría algo así. 


- ¿Y el bebé? - no puede evitar preguntar, con la esperanza de que no todo estaba perdido, pero la mirada del doctor solo le preocupan más - 


- Lo perdió. - 


Justo en ese momento creyó que su mundo se derrumbaría, pensó inútilmente que si ese bebé se salvaba sería la cuerda que sostendría todos los errores que había cometido hasta ese momento con Deidara, pero con el producto perdido ya no habría nada que rescatar. 


- ¿Podemos pasar a verlo? - cuestiono la pelirroja - 


- Solo familiares. - cuestiona viendo al azulado que solo asiente y se queda en las sillas del pasillo - 


- Naruto, mamá entrara un momento a ver a Dei, quédate con papi ¿está bien? - 


- Si quiere... yo puedo cuidarlo - murmura con pena, ganándose más de una mirada de desconfianza de los adultos -  No se preocupen, no me moveré de aquí - insiste queriendo ser útil al menos en eso - 


Ambos se miran y resignados asienten, entrando al cuarto del rubio. 


Deidara, lo siento tanto piensa mientras una ligerísima lágrima llena de culpa y dolor cae por su mejilla, estrujando su corazón con fuerza, partiendo su alma en dos. 


 

Notas finales:

Antes podía jurar que el drama no se me daba, pero creo que ver tanta telenovela me ha servido como estudio para crear este tipo de escenas jajaja


Estaré trabajando está semana en un one-shot ShiIta y les avisaré en la próxima actualización el día de su estreno 


Cuídense y no olviden dejarme sus lindos comentarios que los responderé a la brevedad.   


PD: Ando actualizando dos veces por semana porque la verdad que no contaba con tener ya varios capítulos completos y la verdad veo innecesario tenerlos ahí almacenados porque luego voy a querer modificar algo y PUM se prolonga esto. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).