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Atrayéndome a tu red. por Zomma_1234

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V. Una sentencia dura. El destino de los elegidos. 

 

-Gaa-Gaara-san, ¿que está haciendo aquí? -preguntó un sonrojado Lee bajando el arma al mismo tiempo que desviaba la mirada. En efecto, el chico llamado Gaara se trataba de un pelirrojo apuesto con un llamativo tatuaje en su frente del lado izquierdo, al igual que unas llamativas ojeras negras que hacían resaltar al máximo sus hermosos ojos turquesa. Bajó el arma, al igual que sus compañeros al ver que ya no representaban una amenzaba, y a pasos firmes comenzó a caminar hacia Lee.

-Eh movido cielo y tierra, tratando de encontrarte, Lee. -dijo el pelirrojo colocándose frente a él y acariciando gentílmente la mejilla del Rock, cosa que tuvo su reacción haciendolo estremecer, la mano de Gaara era tan fría a comparación de las suyas, que hacían una combinación única a pesar de la diferencia. -Desde ese último encuentro, desapareciste sin dejar rastros. 

-A-aah...pues...yo...

-Quítale las manos. -en eso apareció Neji, quien abandonó su postura detrás de la puerta del auto para caminar hacia el par y alejar la mano de Gaara de un manotazo que resonó por todo el lugar nocturno, totalmente en silencio. El pelirrojo le miró con una ceja levantada, y sus compañeros al ver que osó tocarlo no dudaron en apuntarle con sus armas, a lo que Gaara, de espalda a ellos, levantó una mano en signo de que se detuvieran. 

-Gaara, ¿cómo fue que lo encontraste? -preguntó Naruto acercándose al pelirrojo con suma cautela. Sabaku No Gaara, no solamente lo conocía porque en el pasado era compañero de Lee antes de que se invirtieran los papeles, sino que también el chico era reconocido debido a que era completamente inestable, con una bipolaridad severa, corriendo los rumores de que una secta satánica experimento con él, logrando que en su interior, una especie de demonio llamado Shukaku fue depositado, quién era el responsable de sacar todo lo malo en su interior. 

-Solo diré, que no fue algo fácil. -dijo con voz suave, al momento en que guiába sus ojos turquesa a los dos sujetos que él no conocía, y sobre todo mirando con fiereza al castaño que se atrevió a ponerle un dedo encima. -¿Y ustedes quienes son?

-Agentes del FBI, Uchiha Sasuke, Nara Shikamaru y Neji Hyuga. -respondió Sasuke , aunque la respuesta se demoró un poco debido a que el Hyuga no estaba dispuesto a decir quienes eran, estaba muy ocupado devolviendole la mirada fiera al pelirrojo como para andar dando información.

-¿FBI? Si, se nota. -dijo arqueando una ceja mientras curveaba sus labios en signos irónicos, mirando de arriba hacia abajo las pintas de aquellos dos, cosa que hizo que el Hyuga apretara más el mango del arma. El pelirrojo volvió su vista hacia Lee, lo cual éste quedo estático en su lugar. -Eh venido a llevarte conmigo, Lee. -dijo agarrando suavemente su brazo y haciendo un leve jalón para que entendiera el mensaje de ir a su auto.

-¿Lle-llevarme? 

-No te lo llevarás a ningun lado. -dijo el Hyuga ahora si llendo a la acción, tomando el otro brazo de Lee y haciendo un jalón tan brusco que el agarre de Gaara se desconecto completamente del Rock. Producto del jalón, Lee chocó accidentalmente contra el pecho de Neji. -Estamos en la mitad de un caso. -hasta sus propios compañeros se sorprendieron por el repentino trato del Hyuga hacia ese chico, al menos Sasuke no estaba tan impresionado. 

-¿Caso? ¿Osea que ya abandonaron su antiguo trabajo para unirse al FBI? -preguntó el pelirrojo mirando a Naruto y Kiba, molesto por como el Hyuga lo separó de su Lee. Los mencionados no dijeron nada, solo le lanzaban miradas extrañas a Gaara para que no siguiera hablando, aunque repentinamente despertó la curiosidad de los tres oficiales. -Ni modo, ustedes sabrán que hacer con sus vidas. -dijo eso para luego volver a caminar hacia Lee y extenderle una tarjeta blanca con cosas escritas en ella. -Si te gustaría volver a repetir lo nuestro, llámame, Lee. -pronunció el pelirrojo para luego despedirse con un beso en su mejilla, cosa que hizo sonrojar a Lee y Neji optó por la opción más sensata en separarlo de un empujón. 

-Ya lárgate. -dijo el Hyuga apretando los dientes y haciendo un esfuerzo sobrehumano de no irse contra el pelirrojo y darle una paliza. Gaara, aunque no quería irse, tuvo que hacerlo por una cuestión de fuerza mayor, él también quería darle una paliza al Hyuga, pero eso sería algo innecesario. Caminó de nuevo a su auto, subiendose al asiento del acompañante, y una vez dentro su compañero puso en marcha el mismo y salieron del lugar. Una vez solos, automáticamente la mirada de Neji fue a pasar a Lee, quien miraba como hipnotizado la tarjeta de Gaara. -Lee, ¿que significa esto?

-Etto...no lo sé...todo es muy confuso...solo dormimos una vez...no sé por que me...-de pronto Lee cayó en cuenta de una cosa, y es que le estaba dando explicaciones a alguien que no significaba nada, y por eso mismo salió de su ensoñación. -¡Óye, no tengo porque explicarte nada, no estamos saliendo o algo así, no te confundas Hyuga!

 

Y fue ahi cuando por primera vez, Neji se quedó sin palabras, no contestó ante eso, y solo se dió media vuelta y caminó hacia el auto, sentandose esta vez en el asiento del acompañante y cerrando la puerta ruidosamente. Lee abrió los ojos sorprendido, se estaba alguna respuesta o un gesto, pero no le dedicó ni siquiera nada, y la forma por la que el Hyuga se metió al auto, bajo la mirada atenta de los otros cinco, seguro estaba más que molesto. Ninguno dijo nada, solo optaron por subir al auto nuevamente e ir cada uno a sus hogares, ahora la parte trasera era conformada por Lee, Naruto y Shikamaru con Kiba sobre sus piernas, y la parte delantera por Sasuke como conductor y Neji como acompañante. Un silencio incómodo reinó el interior del auto, nadie emitia sonido ni para respirar, envueltos en un ambiente muy tenso al ser testigos de una penosa situación, y más aún cuando Lee confesó en frente de Neji haberse acostado con Gaara en el pasado, si bien el pobre Rock no fue conciente de lo que dijo, tampoco fue que lo hizo a propósito, simplemente se sorprendió al ver de nuevo al pelirrojo. En cuanto a Neji, solo de dedicaba a mirar las oscuras calles de Konoha por la ventana semiabierta, estaba molesto y muy desepcionado

 

Un nuevo día había llegado, y por ende, una nueva situación se había presentado. Gracias al localizador que pusieron en el teléfono de Ino, afortunadamente lograron obtener información de su paradero actual; una vieja fábrica de pintura abandonada. Naruto y Sasuke fueron quienes decidieron ir a investigar a dicho lugar, debido a que a los demás se les presentaron diferentes asuntos, a Shikamaru lo llamaron para tratar en un domicilio con la intención de solucionar un problema doméstico; Kiba debió quedarse en casa para cuidar a Akamaru; a Lee lo solicitaron para realizar un trabajo a las afueras de Konoha, inventando la excusa de que debía visitar a un pariente lejano; mientras que Neji voluntariamente decidió realizar trabajos administrativos en las oficinas. 

El Uchiha y el Uzumaki se adentraron a la fábrica por la puerta principal, caminando a pasos sigilosos y donde Sasuke tenía su arma en posición al frente, mientras que Naruto estaba detrás de él al no tener un arma, y se lamentaba internamente por no traer una ni siquiera escondida. Subiendo las escaleras y llegando así al primer piso, se escondieron detrás de una columna al persibir voces en una de las salas, y asomando lentamente la cabeza, vieron como a la famosa rubia parada delante de un sujeto que estaba amarrado a una silla, al lado de Ino habia otro sujeto corpulento. Los chicos escondidos podían escuchar como el tipo en la silla imploraba que lo liberarán, que estaría dispuesto a vender para la rubia, que si cometió el error de robarse la mercancía estaba dispuesto a pagar el precio. 

 

-Tranquilo, guapo, no voy a matarte. -mencionó la Yamanaka con una falsa sonrisa encantadora, a lo cual el pobre sujeto exaló aliviado. -Pero él si lo hará. -terminó de pronunciar, y antes de que el tipo pudiera reaccionar, el sujeto al lado de Ino sacó su arma y le disparó en la cabeza. Los chicos al presenciar eso agacharon la cabeza, pobre hombre. 

-Si atrapámos a Ino, haré que nos diga donde encontrar a Jiraiya. -dijo el Uchiha en un susurro hacia el rubio.

-Somos dos contra dos, estámos igualados. -respondió el rubio detrás de Sasuke. De pronto, el rubio sintió una sentación en su nuca que hace mucho tiempo que no sentia, incluso hasta llegó a olvidarla: el frío de un arma apoyada en su nuca. El rubio llamo a Sasuke tocándolo en su hombro y en menos de un segundo ambos voltearon al ver que otro tipo los estaba apuntando a ambos con dos armas en cada mano. 

-Ino-sama, estos dos sujetos estaban escondidos en la columna. -mencionó el sujeto que obligó a Naruto y Sasuke a caminar hacia la rubia mientras les apuntaba por detrás. La mencionada se giró sobre sus talones.

-Pero si esos chicos estuvieron en Konoha's Club. -miró sorprendida la rubia a los presentes. De pronto algo llego a su cabeza, tomó rápidamente su teléfono y al verificarlo con profundidad, llegó a la conclusión de que la habian estado siguiendo, registrando sus llamadas gracias a un localizador, lo arrojó al suelo rompiendolo en pedazos. 

-Sugiero matarlos ahora mismo, Ino-sama, nadie llorará por la partida de estos idiotas.

-Púdrete 'ttebayo. 

-¡Púdrete tú, rubio estúpido! -gritó el sujeto apretando con más fuerza la punta de su arma en la nuca de Naruto. -Estás a punto de irte al infierno. -en el momento en que el sujeto se acercó a su oido para susurrarle aquellas palabras, el rubio con una poderosa llave en una de sus manos, tomó una de las armas y antes de terminar con el proceso le dió un contundente cabezaso en la nariz. El sujeto al lado de Ino iba a reaccionar, pero Naruto fue más rápido, disparándole en la frente justo ante los ojos de Sasuke, quien se quedó estupefacto al prcatarse que alguien tan tonto como el Uzumaki supiera manejar un arma, y mejor aún, que tuviera una muy excelente puntería. Ino gritó del asombro y dispuesta a levantar el arma que se le había caído al tipo recientemente muerto, Naruto le apuntó con su arma. 

 

... ... ... ...

 

-¿Cuánto va a tardar esto, 'ttebayo? -preguntó malhumorado con sus brazos cruzados contra su pecho, mirando a través de una ventana que poseía una de las puertas de la sala de interrogatorios, que daba hacia el interior donde la rubia estaba sentada frente a una mesa con las manos esposadas detrás del respaldar de su silla, esperando ser interrogada. 

-No lo sé, tal vez doce horas o menos, lo importante es ir y sacar toda la información que sepa sobre Jiraiya. -respondió el Uchiha frente a Naruto.

-¿Por qué mejor no entras y la golpeas con un martillo 'ttebayo?

-Qué poca delicadeza tienes con las mujeres, dobe. -dijo en tono irónico al mismo tiempo que levantaba una ceja. -Esto solo va a tomar un momento, si entras ahi vas a romper el vínculo que formamos. Solo ten un poco más de paciencia. -dijo golpeando levemente la mejilla del rubio en signo de complicidad al mismo tiempo que sonreía de medio lado, el Uchiha entro a la sala ignorando el leve sonrojo que se formó en el rostro del rubio. 

-Tch, teme. -susurró y no tuvo de otra que quedarse esperando afuera con su espalda apoyada en la pared. No pasó ni siquiera dos minutos en cuanto vio a Neji que caminaba a pasos firmes hacia la sala de interrogatorios, pasando por el frente del rubio. -Hola, Neji. -saludó cortezmente el Uzumaki, por desgracia al ver el rostro del Hyuga en ese momento, creyó que no era el momento de molestarlo, aparte de que ni siquiera se molestó en corresponder a su saludo, parecía que las venas que se asomaban en su frente iban a explotar, además de que otras pequeñas venas le resaltaban alrededor de sus ojos también iban a seguir el mismo camino que las otras en reventar. Tenía en sus manos una especie de guía telefónica, entrando a la sala sin siquiera llamar primero a la puerta y vió como la guía en su mano era arrojada violentamente hacia la rubia, quien agilmente esquivó con algo de dificultad. 

-¿¡DONDE DEMONIOS ESTA JIRAIYA?! -gritó el Hyuga golpeando bruscamente sus palmas contra la mesa. El Uchiha automáticamente cerró la puerta por si algún jefe los pillaba golpeando a una sospechosa, mirando reprobablemente a Neji. 

-¡¿Qué haces aqui, Neji?! ¡Estoy en medio de un interrogatorio! 

-¡Yo también tengo derecho en interrogarla! ¡También es mi caso! -dijo encarando al Uchiha. 

-¡¿Qué demonios pasa contigo?! -respondió encarando también a Hyuga, todo frente a la Yamanaka quien no sabía donde meterse al ver a dos hombres con la ira a flor de piel, no queria salir lartimada.  -¡Ni siquiera me acompañaste a buscarla, te metes aqui con arrogancia queriendo llevarte el crédito cuando fuiste tú el que voluntariamente quiso quedarse en las oficinas! ¡No voy a dejar que cometas una locura y arruines todo solo por un ataque de celos al enterarte que ''cierta persona'' se acostó con otro!

-¿Yo, cometer una locura? -fue impresionante como automáticamente el Hyuga cambió su estado de humor. Arqueando una ceja y sonriendo de medio lado.  -¿Por quien me tomas? Soy oficial del FBI. -decia mientras caminaba hacia la Yamanaka. -¿Qué locura podría cometer? -dijo sentandose sobre la mesa frente a Ino. -¿Tal vez, dispararle en la cabeza? -dijo al mismo tiempo que sacaba su arma y le apuntaba en la frente a la rubia, al Uchiha se le erizaron los pelos ante ese repentino arrebato de su amigo. 

-¡No! ¡Esa es la clase de locuras de las que hablo! ¡Bája esa arma enseguida! -gritaba el Uchiha. 

-¿Por qué mejor no te vas a un rincón y me dejas manejar esto? -decia el Hyuga mientras mantenia su arma firme en la frente de la chica. -Voy a usar el detector de mentiras. 

-¡No! ¡Esta claro que no estas de humor! ¡No hagas algo de lo que luego te arrepientas!

-Esto es lo que vamos a hacer, Ino. -decia Neji, ignorando completamente al Uchiha, alejando su arma de la rubia, le quitó todas las balas a la misma, dejando solamente una en el  cargador, girandolo y luego volviendolo a poner en su lugar, llendo nuevamente a la cabeza de Ino. -Esto es un juego al que muchos llaman ''Ruleta rusa'', yo te haré varias preguntas, y dependiendo de lo que respondas voy a tirar del gatillo y tendrás mucha suerte si en uno de los disparos no sale la bala. ¿Dime donde encontramos a Jiraiya?

-Te juro que en cuanto salga de esta, voy a mandar a matar a toda tu familia. -dijo la rubia desafiante, Neji arrugó el entrecejo y sin titubear jaló del gatillo, la bala no salió e Ino se sobresaltó en su lugar, lo mismo que Sasuke quien no sabia como detener la situación. 

-Eso no fue lo que te pregunte. 

-¡Oye, tu, ven a quitarle el arma a este loco! -grito Ino dirigiendo a Sasuke. 

-¿Cuando va a llegar la mercancia que te designaran? -volvió a preguntar el Hyuga. 

-No lo sé. -otro disparo, la bala igual que la vez anterior no salió, Sasuke e Ino volvieron a estremecerse. -¡Esta bien, esta bien, el jueves harán una entrega! 

-¿Dónde?

-¡Eeh...no lo sé! -otro disparo, la bala no salió. -¡Aaah! ¡Te juro que no lo sé! 

-¡Díselo, solo díle donde llega! -gritaba Sasuke detrás del Hyuga, ya desesperado con que la situación terminara. 

-¡Por favor, ya no me dispares! -gritó, otro disparo y la bala no salió- ¡Aah! ¡No se a donde me la entregaran, supongo que llegara el miercoles o el jueves! ¡Van cuatro tiros! -grito desesperada porque al ser el arma gatillada cuatro veces, ya a la quinta vez que el Hyuga jalara del gatillo, sería su fin.

-¡Díle! ¡Hazte un favor y dile! 

-¡¿Qué demonios pasa aqui?! -entró de repente el jefe de ambos oficiales, que casualmente resultaba ser el padre del Uchiha, el oficial Fugaku Uchiha, quien abrió la puerta bruscamente al escuchar tantos gritos en una sala de interrogatorios. Neji volvió a disparar por quinta y última vez.

-¡AAAHHH! -gritó Ino preparandose para el impacto que nunca llego al escuchar el quinto tiro, la bala nuevamente, no salió. 

-¡Basta, Hyuga!

 

... ... ... ...

 

-¿¡Arrestaron a Ino Yamakana sin pruebas?! -gritaba Fugaku colérico a Sasuke y Neji, quienes se mantenian inexpresivos en todo el sermón. Naruto solo se quedaba a un lado, sintiendose un poco mal por la forma en que los chicos eran gritados -¡Jiraiya es el pez gordo, no ella, ahora ya más nunca lo encontraremos! -terminó al momento en que se frotaba la frente con la palma de su mano, el dolor de cabeza estaba comenzando a aparecer. -¿Y quién es este sujeto? 

-Es Naruto Uzumaki, nos esta ayudando con el caso brindándonos orientación en la zona que nos asignaste. -respondió Sasuke. 

-Bien, Naruto, ¿podrías dejarme a solas con mis agentes? -el mencionado miro a Sasuke en busca de que si era buena idea irse, la forma en que se dirigio a ellos no fue muy educada, y si él se iba quizas las cosas se iban a poner peor de lo que ya estaban.

-Esta bien, dobe, puedes irte. -le dedicó una sonrisa sincera, una sonrisa que le indicaba que todo iba a estar bien. El Uzumaki le devolvió la sonrisa mientras asentía con la cabeza, les dio una última mirada para luego comenzar a caminar hacia la salida de la estación.

-Chicos, ¿que esta pasando ultimamente? Fueron ustedes los que me pidieron que les asignara un caso , les brindo con toda confianza el de atrapar a Jiraiya, y en menos de una semana cometen más errores como si fueran simples novatos.

-Señor, nosotros...

-Primero dejan escapar a Ranmaru...-dijo cortando abruptamente el discurso del Hyuga, comenzó a mencionar uno por uno los errores. -...que por cierto, ya no tiene caso que vayan a buscarlo, misteriosamente fue asesinado. Segundo, se ponen a la altura de una fiesta, coqueteando con la sospechosa y dejando que simples extraños hagan con ustedes lo que les diera la gana. Tercero, atrapan a la persona equivocada y por último, pero no menos importante, Jiraiya ya debe saber que lo estamos buscando.

-Señor, estamos haciendo un buen trabajo, por favor dennos unos cuantos días más, le vamos a asegurar que...

-Ya no quiero escuchar más. -dijo anteponiendo la palma de su mano frente a sus agentes mientras cerraba los ojos en signo de desepción. -Oficialmente, quedan fuera de este caso hasta que podamos resolver lo que ustedes provocaron. -sentención Fugaku con mirada dura y seria, mientras se daba media vuelta y se iba, dejando solos a los chicos quienes no podian creer lo que acababa de pasar. 

 

 


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