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Al servicio del Príncipe ~TodoDeku~ por Herloz_Kristallaugen

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Notas del capitulo:

Me emocionó mucho escribir este capítulo...

No los detengo más y ojalá les guste.

 

 

 

 

 

 


 


 


 


 


Seguía siendo aún de noche y tanto Inko como Izuku miraban los ojos del otro.
 

Aún no podían creer que tuvieran tanta dicha y suerte, aunque la mujer de ojos verdosos estaba masque segura que todo fue por el esfuerzo de su muchacho.


 


 


 


 


 


—Cariño... No te lo había dicho antes pero, agradezco tanto a la vida haberme dado la oportunidad de conocer a tu padre y tenerte a tí...—
 

 


—Mamá- El de mejillas eternamente sonrojadas se sentía más lleno de vida que nunca —Haré que mi padre esté orgulloso de mí y se que tú también lo estarás—


 

—Mañana será un gran día— La mujer no pudo seguir, pues se había quedado dormida ante la mirada de su hijo.


 

 


 


 


 


Izuku por su lado, no podía aguantar la emoción aún. Tenía que mantener la compostura, pues aunque tuviera un título seguía siendo un plebeyo de sangre y tener el mismo nivel de un Sir o un Conde era harina de otro costal. No quería menospreciarse, pero al menos tendría la oportunidad de chocar espadas con los otros nobles y servir a su nación y eso era lo que era su mayor motivación.


 

 


La noche pasó tranquila, en medio de la melodía del bosque, el aire y el riachuelo que pasaba cerca de su hogar, siendo siempre una afable compañía... Era la última noche que su madre pasaría frío y hambre. No se quejaba, nada les faltaba pero sabía que podía darle una mejor vida a la mujer de su vida.


 

Los rayos del sol entraban por las claras cortinas de su hogar. Sentía ese frío aire de rocío calar un poco sus huesos... Pero sonreía. Se levantó sin hacer mucho ruido, cambiando sus ropajes de descanso por su vestimenta casual. Siempre prefería ir bien cubierto aunque el calor lo consumiera. Su camisola de lino blanco y su abrigo de piel eran confeccionados por su madre, y aunque no fuera de sangre, sabía que los príncipes desearían tener esa clase de atenciones de sus madres (no por ser malvado, pero las reinas solían tener más deberes que el cuidado de sus hijos).


 

 


Salió de la casa, comprando en el mercado lo suficiente para su viaje: pan, queso, frutas, vino... Lo que podía darse el lujo antes de comenzar su entrenamiento y recibir el dinero del mismo. Despertó a su madre, quien se admiró de tener el desayuno en cama y que este fuera de primera calidad. No pasó mucho cuando ya tenían todo en la carreta y se despedían del amable poblado.


 

Era nostálgico sentir como partían una vez más del lugar que se habían acostumbrado a llamar hogar, pero realmente era emocionante saber que en esta ocasión se estaban yendo por gusto y no por obligación. No tardaron mucho en acabar su desayuno y guardar lo poco que quedaba. Salieron antes de que la mañana se viera en todo su esplendor, para aprovechar el día.


 

 


El camino era realmente ameno, pues el reino entero de Yuei era protegido por cientos de caballeros que hacían que raramente hubiera bandidos, pero si los había como en todos lados. Estos se concentraban en realidad en las capitales o en las ciudades grandes, por lo que llegar al reino por las pequeñas aldeas y gremios no sería peligroso con su madre al lado.


 

Acampar para descansar era un hobbie que no había podido darle a su madre y ahora que lo hacían de camino a su nueva vida, para ella eran como unas pequeñas vacaciones de todo lo que trabajó Inko por su cuenta para cuidar a su hijo. Ella al verlo recordaba tanto al padre de este, guapo, caballeroso, lleno de amor y deber para con la gente... Fue una tristeza que dejase su sueño por cuidarla a ella y a su bebé sin aprobación de su familia, y al final perecer en una guerra en su anterior reino, pero: ese pequeño que en realidad, ya era todo un adulto era su más grande felicidad..


 

 


Pensó en cuánto le hubiera gustado que su hijo tuviera un padre a su lado, y sin duda pensó en casarse de nuevo pero... La idolatría que le había nacido a su hijo por el Rey All Migth y el amor y heroísmo de proteger a todos, era como el de su padre. Si se casaba con alguien del reino donde llegaron a estar, los ideales de su hijo pudieron haberse corrompido e incluso del reino vecino, todos sabían que el hielo del rey de aquellas tierras era peor que el de una nevada.


 

Inko se admiraba de su hijo y como a pesar de verse pequeño, era fuerte y tenía un porte que cualquier noble de cuna nonle pudiera desear...


 

 


Suspiraba ante cada mirada a su hijo que le recordaba tanto a su difunto esposo. Ella era solo una modista que un día, confeccionó una hermosa capa para un caballero de alta cuna y sin quererlo se enamoró de este... Jamás pensó que el noble la recordase cuando alguien trató de invadir el reino y la tomó como rehén y este se pusiera en peligro por ella. Mucho menos imaginarse que el caballero regresaría un día con aquella capa que le había hecho portada en su hombro derecho y con un enorme ramo de flores a su tienda, ofreciendole una vida a su lado y la mayor felicidad si le aceptaba.


 

 


 


 


 


—¿Estás bien mamá?— Ver las mejillas llenas de pecas de su hijo le hacía extrañar y amar más a ese hombre que tan felíz la había hecho en tan poco tiempo, pero que cumplió su palabra de protegerla...


 

 


—Tranquilo todo está bien- La mujer era abrazada en medio de aquella noche por su hijo —Solo recordaba a tu padre—


 

 


—He pensado en seguir con la hechicería para cambiarme el rostro... Siempre te hago llorar—


 

 


—Mi pequeño caballero obviamente no son lágrimas de tristeza. Me hace feliz saber que tu padre me dejó una pequeña imagen suya en tí—


 

 


—Si la magia me permitiera traerlo de vuelta, te juro que lo haría...—


 

 


—La fuerza más poderosa en el mundo, y recuérdalo bien Izuku: es el amor- El de rizos verde reía ante la frase tan romántica y algo cursi de su madre —No te rías bobo, es en serio. No podemos traer a los muertos porque ellos ya nos brindaron el amor que se tenía que dar, y a otros nos protegieron demostrándonos cuán grande era... Tu tarea con la magia y la inteligencia que tienes es la de enseñar a este mundo la misión de no preocuparnos en vano, amar sin reserva y defender a los que amamos—


 

 


—Como el rey All MIgth siempre sonríe a sus súbditos y les hace saber que siempre estará para ellos— Esa sonrisa... Sin duda cualquiera que no conociera a Inko diría que sufre complejo de Edipo.


 

 


—Así es cariño.- La mujer le daba un beso a su hijo en la frente —Sigamos durmiendo, que el viaje aún no termina—


 

 


—Madre...—


 

 


—¿Y ahora porqué el honorífico?— Siempre le parecia curioso como su elocuente hijo pasaba de amoroso a intelectual en segundos.


 

 


—No es que yo lo crea pero... ¿Crees que puedes enamorarte de nuevo?— Y eso ahora la dejaba descolocada.


 

 


—Esa pregunta me es algo extraña cariño, pero ¿Hay algún motivo por el cuál me la hagas?— No era tonta y sabía que algo rondaba la mente de su hijo.


 

 


—P-Pues pensaba en tú y papá, pero... ¿No crees que pudieras volver a encontrar el amor en alguien más?—


 

 


—Mmm, pues tomando en cuenta lo que te dije, no veo porqué no... ¿Acaso alguna vez mi pequeño estuvo en un enredo amoroso y jamás me lo contó?- Ahora Inko podía tomar el poder de madre que Dios le había dado para atormentar a su hijo y avergonzarlo como solo su brócoli podía —¡¿Acaso era por...?!—


 

 


—¡Mamá! ¡Buenas noches!— Inko se la pasó molestando al otro hasta que lo escuchó soltar un pequeño ronquido (que para ella eran como ronroneos pero eso era otra historia...)


 

 


—Buenas noches mi pequeño conejito... Estos serán los últimos días que podré llamarte así—


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


. . . 


 


 


 


 


—¿Estás segura de qué son parte de gremios de hadas los que atacaron tus padres?— El príncipe iba en su caballo, mientras que la princesa había sido casi obligada por este a ir en la carroza... Esto había sido porque la armadura de la princesa era solo parte alta cubriendo sus generosos pechos y la parte baja, armadura de la que no se avergonzaba debido a su herencia mágica de noble para crear objetos de su cuerpo, pero que al príncipe le molestaba los demás hombres vieran como un trozo de carne...
 

 


—Si mi príncipe, no hay duda— La princesa iba abrigada con su capa y una enorme manta de hilos finos, sin mencionar que el tapizado de la carroza era de algodón de seda... A pesar de ser amigos, el joven príncipe la trataba con los mejores modales y caprichos que cualquiera pudiera pedir, pero..


 

 


—¿Estás demasiado acostumbrada a llamarme como "tu príncipe"?—


 

 


—No puedo evitar seguir las etiquetas que nos impusieron Todoroki-sama—


 

 


—Pues conmigo modérate Yaoyorosu, porque siento que te obligo a algo que no—


 

 


—Tu siempre haz sido sincero conmigo, por lo cual, agradezco me permitas estar a tu lado hasta que encuentres a alguien...— El príncipe interrumpió de golpe su galope, con su mano derecha había levantado una muralla de hielo que a su vez, había detenido varias flechas envueltas en pino —¡Todoroki-sama!—


 

 


—Estas son ninfas del bosque... Parte de los gremios que rodean nuestros reinos.— La princesa iba a salir pero, un ademán de la mano de aquél joven la hizo quedarse donde estaba.


 

 


—M-Mi príncipe- Uno de los escoltas había atrapado a una de esas ninfas: Cabello verde claro con ojos dorados y clara piel —La atrapamos antes de huir—


 

 


—¿Quiere que la encerremos o la ejecutemos señor?— Todoroki detestaba que sus leyes (escritas por su estúpido padre, claro) fueran tan drásticas.


 

 


—Tú perteneces a las ninfas de los bosque, los cuales son Reino de la Emperatriz Titania— La pobre hada se había quedado helada al ver el muro que comenzaba a desvanecerse y ante la mirada glacial del otro —¿Porqué su Majestad ha ordenado atacarme?—


 

 


—L-La Emperatriz no ha o-ordenado atacar a vos... Su Alteza- Había hecho una pausa para respirar y no quedarse muda ante la gutural y melódica voz del joven heredero del reino de Fuego y Hielo en las abundantes tierras del Norte —La Emperatriz reclama a la Princesa del Reino de Acero bajo su custodia—


 

 


—¿Porqué querría a mi prometida y no al futuro rey de Endeavor? Estoy seguro que tiene más motivos para querer mi cuello- Yaoyorosu mentiría si no aceptase que cuando aquél príncipe se dirigía a su persona de esa manera, le hacía inmensamente felíz. —Después de todo, sus parientes élficos asesinaron a mis hermanos— Sin temerlo el hielo comenzaba a cubrir parte de ese sendero, incluso inmovilizando un poco los pies de la ninfa.


 

 


—¡N-No lo sé mi señor! ¡Perdóneme Alteza, jamás veréis mi rostro o el de alguien de mi familia cercano a usted si no es para brindaros su apoyo!- Era una chica joven, que independiente que las ninfas fueran casi inmortales no quitaba se notase era muy joven —¡Me ordenaron esto pero le prometo desapareceré por siempre de vuestros ojos, perdonadme la vida su Alteza!—


 

 


—Todoroki-sama— La princesa sabía que el joven era muy voluble, pero...


 

 


—No es necesario... No soy un bastardo sanguinario: Libérenla— Todos los presentes se asombraron que el joven diera esa orden —Mandaré un mensaje a su Majestad la Emperatriz, y diré que haz muerto para que no te busque y vivas en paz, pero deja de seguir instrucciones de gente estúpida e irracional— Al decir esto, el príncipe había sacado una pluma y había comenzado a escribir en el aire con letras de fuego, para al final solo ver un destello. —Eres libre ahora, huye de estos bosques y encuentra otros— La ninfa fue soltada, mientras el hielo ahora era solo escarcha y se impregnaba en su piel... Comenzó a llorar desconsoladamente, pero antes de que partieran, tomó la capa del príncipe en sus manos.


 

 


—Mi nombre es Ibara Shiozaki, y siempre estaré en deuda con vos... Por favor Príncipe del Norte, estaré siempre a su servicio... Si necesita ayuda en medio de un bosque, no dude en llamarme— Sin esperar más, la ninfa se desvaneció en medio de ramas y pino...


 

 


—No sé que ocurre, pero esto no me da buena espina— El Príncipe entonces apresuró su galope —Yaoyorosu, debemos llegar cuanto antes a Yuei... Titania no mandaría por alguien con un principiante y tampoco me fio de quien la había hechizado.—


 

 


—¿Qué quieres decir?—


 

 


—Cuando atacó, esa ninfa estaba bajo efectos de magia... Sus flechas no tienen el fulgor del don que me brindó al tocar mi capa.—


 

 


—Eso—


 

 


—Significa que van tras nosotros, y sin muchos elementos no podremos defendernos... Por favor, usa mi capa— Lo decía porque la capa azul que usaba era más grande, tenía piel en la parte superior y unas pequeñas mangas que le servirían a la chica —¡Regresen al palacio e informen a su asqueroso Rey que hay un reino tratando de cazar a la princesa y a mí!—


 

 


—¡P-Pero mi señor!—


 

 


—Si regresan pueden ver quién manipuló a la ninfa o al menos alertar que pueden querer emboscar a las cortes que irán a Yuei... ¡Podríamos entrar en guerra con el rey del Sol por tonterías! ¡Yo y la Princesa somos capaces de llegar a caballo en 2 días más!— Frente al carruaje que llevaba a la princesa, aparecía entonces un corcel más.


 

 


—!P-Pero recién salimos hace dos días!— Los pobres escoltas sabían que el Príncipe no solía equivocarse pero, sus caballos no soportarían...


 

 


—Mi Blóðughófi* es más resistente y veloz que cualquier caballo- El príncipe había acercado su rostro al del corcel —Yo sé que me ayudarás una vez más—


 

 


—Grane* necesito que sigas al Príncipe— La princesa tenía una yegua tan imponente como la del joven... —Cuando ordene mi Príncipe—


 

 


—¡Vámonos!— Al partir el galope, el caballo del príncipe iba dejando escarcha por donde tocaba, dando a ver que sus pezuñas no tocaban el suelo, si no iban creando hielo; mientras que el caballo de la princesa se movía más velóz y ligero dejando ver que su movimiento generaba brisa.


 

 


 


 


 


 


 


 


 


 


. . .


 

 


 


—No puedo creer que finalmente estamos aquí— La mujer de cabellos tan verdes como los de su hijo, estaba asombrada y encantada con el paisaje que brindaba ese el Reino y capital: Yuei... Gente sonriente, amable y que no paraba de verse hermosa y elegante hasta el mas humilde siervo.


 

 


—¡Mamá, ese es uno de los Caballeros que quedaron seleccionados! ¡Lo vimos en la plaza!— El parloteo de la gente al ver enormes panfletos con rostro de los participantes era algo que todos veían con añoranza, pues eran personas dispuestas a luchar por ellos sin pedir nada a cambio realmente.


 

 


—¿Donde estará tu panfleto?— Inko miraba como había de muchos, pero ninguno hasta el momento de Izuku. Quizá era porque apenas iban en la entrada del gremio para el acceso a la ciudadela y finalmente a la capital... Era extraño que estuviera en punta el reino, siendo que a pesar de ser una montaña sus terrenos eran complicados, y más curioso aún, que estuviera el reino en el costado de una montaña, pero detrás del castillo hubiera vista a la playa y al mar...


 

 


—No creo que haya mío madre... No soy un noble.— El peliverde seguía guiando su pequeña carreta con su caballo, saludando cortésmente a todos los que le miraban.


 

 


—¡Es el caballero mago mamá!- La reacción de los MIdoriya fue girarse para buscar al nombrado, pero hasta entonces se dieron cuenta de que se le quedaban mirando a él... Fue inevitable no colorearse porque quizá sabía a lo que se referían. Y es que una de las pruebas, le fue imposible no prescindir de la magia y terminó usando un hechizo —¡Caballero! ¡¿Podría darme una firma?!— El pequeño en realidad se refería a él.


 

 


—¡C-Claro que sí! ¿Cuál es tu nombre?—


 

 


—¡Kouta!—


 

 


—Perdonelo Caballero, él solía detestar este evento pero desde que le miró no ha dejado de decir que también quiere ser un mago— El de mejillas punteadas no podía morir de vergüenza porque quería conocer al Rey en persona. No supo como pero terminó poniendo ese apodo que solía decirle su amigo de la infancia.


 

 


—¿El Caballero Deku?—


 

 


—Disculpa pequeño...- Ahora Inko era la que llamaba su atención —¿Hay alguna razón por la que no hay panfletos de este Caballero—


 

 


—Bueno My Lady,..- Y la madre del pequeño respondía —Nosotros no deberíamos decirles esto, pero el joven Caballero es de los 5 mejores, por eso es que no está aquí en el gremio... Cuando pase la mitad de la ciudadela y estén cerca de las rejas de plata, entonces comenzara a ver sus panfletos—


 

 


 


 


Entendían eso, pero quizá le daban mucha importancia... Aunque Inko moría por tener un panfleto de su hijo. Siguieron el camino y como había dicho anteriormente la madre de Kouta, cada vez era más la gente que le reconocía y muchos así como estaban felices de que uno de clase obrera pudiera ser caballero, otros, realmente no estaban del todo contentos con ello.


 

No quería enfrascarse pero podía notar como gente de clase más acaudalada veía su pequeña carreta e incluso a ellos... Aún cuando juraría que su ropa era de mejor seda y calidad al haberla confeccionado su madre.


 

 


Pasaron las primeras rejas que eran de un color cobrizo y pasando de casas y puestos de mercado a una ciudadela mas refinada en construccion. Paredes de ladrillo pero con mejores cimientos, negocios también que daban a ver que el reino tenía abasto en muchos rubros, tanto en comida, cedas, y piedras preciosas. Realmente se notaba el cambio poco a poco a donde estaban entrando...


 

Nuevamente sentimientos encontrados cuando muchos comenzaron a birotear al joven y, quizá era la mitad de la ciudadela ya, pero comenzaron a ver afiches y panfletos de los mejores caballeros, tanto de los que ya protegían el reino como los nuevos y donde, claro, Izuku ahora estaba ubicado como uno de los Caballeros favoritos de la gente del reino..


 

 


Finalmente llegaron a las rejas plateadas... Eso significaba que entrarían a la capital apenas cruzaran estas, pero antes de que pudieran pedir informes un corcel pasó a toda prisa a su lado y de la demás gente que iba en carrosa hacia la misma... Solo pudieron sentir un aire llevado con fuerza y pudo ver una capa azul...


 

 


 


 


—¡Avisen a todos en la guardia del castillo! ¡Un dragón de tierra viene hacia aquí!— Deku pudo escuchar claro a la joven que llegó alertando pero su enorme sorpresa al ver que se posicionaba encima de su caballo y de su vientre comenzaba a crear flechas de color negro y un brillante arpón de plata. —¡Avisen al Rey que quieren tender una emboscada!—


 

 


—¡¿De qué Reino pertenece?!— Un guardia con alas se había acercado a ella, y se hincaba pues aunque no se reportara se notaba era noble.


 

 


—Exprese mis sinceras disculpas a nuestro honorable All Might por esta escena, pero ¡Yaoyorozu Momo: heredera de las tierras de Acero y Hierro pertenecientes a Endeavor, se presenta y defenderá la capital con y para ustedes!— Izuku pudo ver entonces como el arpón era cargado por la joven y a la vez, disparado con una presión impresionante... Esa era magia de otro nivel y sin duda era un mundo distinto el de la realeza que el suyo. —¡Maldición! ¡Activen sus salvaguardas! ¡El dragón ya viene!—


 

 


 


 


Todos se movilizaban, entre ellos Izuku e Inko eran resguardados tras la muralla que daba entrada a la capital. Era inmenso y a diferencia se veía como un pueblo distinto, una fusión entre naturaleza y la urbanización de la ciudadela. Podía ver como mucha de la gente se ocultaba y al rededor de las casas aparecían sellos mágicos, así como más guardias escoltaban a la gente dentro... Pero un estruendo le hizo girar la vista.


 

Un enorme dragón de castaño color se levantaba en medio del cielo de la ciudadela, haciendo que muchos comenzaran a gritar y el pánico comenzara... Por muchos guardias y caballeros, un dragón nunca era algo fácil. El miedo creció cuando comenzaron a ver que parte del estómago y la garganta de este comenzaban a brillar, pues eso solo significaba una cosa: fuego.


 

 


 


 


—¡Agáchate mamá!— Izuki había invocado entonces su libro y conjurado un escudo sobre el marco de la muralla, pero en cuanto vio el rayo de la boca del dragón le fue imposible no temblar del horror. Escuchó como varios guardias gritaban y trataban de detener algunos con ráfagas de aire y de agua, y la princesa seguía disparando flechas que no terminaban de encajarse en la piel del dragón....


 

 


—¡Haz un cañón!— Una estruendosa voz, tan fuerte e imponente como para escucharse sobre el rugido del dragón resonó en aquella entrada, e Izuku pudo ver un fulgor celeste: el rayo de fuego era contenido por una inmensa torrente que se alzaba de hielo... Entre todo eso pudo notar como de la mano de alguien salía ese torrente, pero a su vez, se notaba como cabello carmín resaltaba de ese cuadro...


 

 


—¡Haz algo cariño!— Inko miraba a su hijo —Hoy es el día que debes demostrar ser el Caballero que haz ganado ser...— Temía por su hijo, pero sabía que si no ayudaban antes de que llegara el refuerzo podría haber daños.


 

 


 


 


No hubo más que decir para que el de ojos esmeraldas hojeara de nuevo su libro, y de un momento a otro se coloreaba su piel con un brillo dorado y se marcaban líneas de sus venas en la piel de rosado color. Destellos color menta estaban a su alrededor y sus ojos ahora brillaban sutilmente.


Gritó unas cuantas palabras y un enorme sello se formó frente a su brazo. La palabra SMASH fue el detonante para que comenzaran a llover al dragón varias flechas de luz que comenzaron a partir parte de las alas de este, pero no pareciera detener el fuego.
 

 


 


 


—¡Deja de usar hielo, o llegarás a tu límite!— La princesa había terminado un cañón pero necesitaba ayuda para atravesar el hielo formado por el otro —¡Tu! ¡Niño dame un empujón!— La chica entonces bajó de su corcel y este, se desvaneció con el aire. Cuando se puso junto a Izuku, lo miró —Pido de tu ayuda. Esa persona se lastimará si no derribamos el dragón con esto... Necesito que encantes el cañón y que cuando dispare, salga un rayó tan potente como el suyo—


 

 


—¡S-Sí!— Solo podía decir eso, y aunque no sabía si tenía poder para ello, necesitaba hacerlo. Demoró un minuto que se hizo eterno, pero pudieron disparar el cañón y darle al dragón... Pero el otro no dejaba de crear hielo que detenía el cuerpo de la bestia pero si lo soltaba, caería sobre parte considerable de la ciudadela,


 

 


—Demonios, se salió de control— La chica no hizo mas que crear una ballesta de su costado y ante una atónita mirada de Izuku, había disparado al otro joven. Nuevamente una explosión.


 

 


—¿Mamá?— Fue un susurro, pero Izuku juraría escuchó al joven decir aquella palabra. El destello de la explosión generó que el cristal cubriera por completo al dragón y como si hubiera sido un rebote, explotara a ambos lados. Los guardias hacían lo que podían para poder contener los pedazos, pero la princesa estaba en shock al ver como el otro había salido proyectado... No alcanzaría a llegar antes de que se estrellase en el suelo....


 

 


—¡Todoroki!— El grito de la princesa fue lo último que se escuchó antes de ver un último fulgor dentro de la capital...


 

 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


*Blóðughófi (del nordico: Pezuña sangrienta), según Nafnaþulur es el caballo del dios Freyr. En los mitos de Skírnismál, se narra que Freyr ofrece a Skírnir un caballo capaz de cabalgar entre las llamas camino a Jötunheimr para cortejar a Gerðr. Pero a mi me valió madres y le puse hielo porque si.


*Grane: es el caballo de Brünnhilde, la hermana mayor de las valquirias, uno de los personajes protagonistas de la tetralogía de Wagner "El anillo del Nibelungo". Grane y Brünnhilde tienen un papel apoteósico en el último acto del Ocaso de los Dioses, cuando se precipitan dentro de la gran pira que, gracias a su inmolacion abrasa el Valhalla y restablece el orden que se había roto con el robo del oro del Rin. Es, tal vez, el momento musical más sublime de toda la obra de Wagner.

Notas finales:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hola Bomshell´s, galletitas y corazones de cristal!!!

Me emocioné mucho escribiendo este cap, asi que si pueden por favor, comenten sin miedo que de verdad amo leer comentarios y si lo recomiendan mejor y porque espero les guste.  

Espero actualizar seguido aprovechando la cuarentena.

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