Escucho tu voz. Capítulo final.
-Ya lo entendí, soy un incendiario. Los fuegos no fueron accidentes, con mis acciones quemé a las personas que alguna vez me quisieron.
-Es una buena analogía- Los espíritus estaban allí.
-La única forma de enmendarme es quemarme yo.
-No exactamente. ¡Deberías bañarte!, ese líquido te nubló el juicio.
-Bill, el tercer rito espera.
-Es este, arreglaré todo- Subió a la azotea y se sentó en medio con la postura de loto.
-Axolotl, yo me encargo. ¡Bill! ¡Somos dioses ocupados! Sólo debes soltar al chico ¡Retrasas lo inevitable! A nadie le hacen gracia tus dramas-
El demonio apretó los puños. Esto es lo que quería ¿Por qué tenía tanto miedo? Tal vez porque no confiaba.
-Mi humano.
-Es feliz, es lo que importa-
Sip, la lagartija es cruel.
Bill inspiró profundo por última vez y soltó a Stan.
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-¿Estás bien? -Shermy lo movió con el bate de béisbol, el que llevaba por protección.
-Sher...my-
-¿Stan?
-Shermy - El chico lo reconoció enseguida. Stan quiso incorporarse pero no pudo. Llevaba todo este tiempo recostado en la azotea, empapado en un líquido que no supo reconocer pero con olor desagradable. Tenía la piel toda roja por estar bajo el sol. El chico lo ayudó a sentar y pasado un rato, con su ayuda, lograron meterlo al baño. Quiso lavarse. Luego a la alcoba.- Me siento muy mal-
Le costaba agarrar las cosas, sentía que todo estaba muy lejos o muy cerca. Y también muy confundido, ahora que tenía las memorias de la vida que acababa de recuperar había personas, lugares y sucesos que tenía que asimilar de golpe. Su existencia en el plano extracorporal ahora le parecía tan improbable. De no ser porque sus hermanos fueron testigos, tal vez Stan habría terminado convencido de que nada de esto ocurrió y solo fueron alucinaciones producto de su enfermedad.
También le costaba reconocerse, era mayor a la edad que sentía, tenía tatuajes y perforaciones que nunca se hizo. Por momentos, pánico.
Los hermanos nunca se lo contaron a Caryn, y aun así.
-¿Mamá?-
Ella lo supo. Que acababa de regresar. Lo abrazó y se deshizo en llanto.
…………………...
Todo este tiempo Filbrick había trabajado la tienda, pero iba y venía discretamente para no toparse con su mujer, ni con él. Stan pensó que, si se levantaba temprano y ayudaba un poco, su padre podría tener una mejor opinión de él. Podía barrer antes de que llegara. Lo empezó a hacer apenas se recuperó lo suficiente como para hacerlo.
Accidentalmente se encontraron hoy. El hombre no le hizo caso, levantó las persianas de la tienda, para cuando Stanley terminó de recoger el cubo de basura entonces lo llamó.
-¡Cuando termines con eso sacude las estanterías!-
Un poco frío y con avances lentos. Eventualmente volvieron a ser una familia.
…………………………….
-Pide perdón a los que heriste, arrepiéntete, repara lo que rompiste y que un juez decida-
La tierra arañó su propia dimensión y Bill cruzó por la herida.
Epílogo.
Bill no estaba por ninguna parte, así que Axolotl decidió indagar. El demonio había cruzado a la tierra pero no en el momento que esperaba. Conociéndolo no tuvo que buscar demasiado.
Su hermano se unió a la búsqueda, lo agradable de la época precolombina es que podían vestir la ropa tradicional que tanto les gustaba sin verse raros. A lo mucho los humanos que los contemplaran pensarían que eran unos nobles y extranjeros.
Llegaron a una aldea localizada en medio del bosque. Era de madrugada, a unas horas de salir el sol. Entraron a la tienda elaborada con piel de venado. Adentro se encontraba Bill, su forma tridimensional era mucho menos sólida de lo esperado. Tenía un aspecto vaporoso. Eso no le impedía fumarse la pipa de la paz.
-¿Tienes que fumar eso?
-Demasiadas emociones. Necesitaba calmarme-
Axolotl miró al humano que dormía plácidamente. Bill se encontraba sentado a su lado, reposando ambos pies sobre su cuerpo.
-Ya estás aquí. ¿En este ahora?- Bill inspiró profundo para explicar.
-Si mis sentimientos y el rechazo eran producto del karma, como consecuencia de que este hombre se quemó. Al detenerlo entonces no habría un karma que pagar.
-Ni un amor no correspondido. Buen punto ¿Entonces por qué sigues aquí?- Tardó en contestar.
-Es mi amigo. No pude abandonarlo. Le haré compañía. Es el pago por su devoción o algo. Además sé que tiene el potencial para convertirse en el humano de mis sueños. Lo fue en el futuro.
-Un futuro que ya no existe.
-¡Ajá!
-¿Y suponiendo que reencarne, también amarás a sus otras personalidades?
-¿Otras?- Bill lo pensó y se maravilló con la idea de ser adorado por tantos hombres diferentes y que al mismo tiempo eran el mismo. Chilló de emoción.
Los hermanos cruzaron miradas, parecían ponerse de acuerdo.
-Danos un minuto-
Salieron de la tienda.
-¿Axolotl enserio vaticinaste esto?
-No se parece ni remotamente. Creo que nuestra anfitriona tuvo que ver.
-Sí. Aunque no lo comprendo.
-Sin incendio no hay tierra maldita y estas personas pueden seguir su vida ocupando este bosque. Fue su manera de asegurarles bienestar…. y sacrificios rituales para sí misma*. Fue afortunado al ganar su favor. Vaticino a Bill viviendo con ellos y saboteando exitosamente a la tribu rival ¿Puedes hacerle un cuerpo humano?-
Quetzalcoatl se frotaba las sienes.
-Necesitamos maíz. -Las criaturas del bosque ya estaban acercando las mazorcas- Mucho-
FIN