POV Stanford
La gente hablaba.
“Ese par es muy entretenido”
“El señor Misterio y el señor Clave con sus locuras otra vez”
Stanford no comprendía cómo es que la gente sentía tanta simpatía por ese par, Stan y Bill. ¡DEBÍAN TEMER! a Stanley no, pero ¡MIEDO, DEBERÍAN SENTIR MIEDO DE BILL!
El científico sabía que los locales eran… poco receptivos, por no decir otra palabra. Pero el que no tenía excusa es Stanley, ¡Él leyó los diarios!, ¡Estudió a fondo su trabajo! Donde plasmó advertencia tras advertencia de las intenciones malévolas de Bill.
¡Y Bill! ¿Qué se creía ese triángulo sacando provecho de su hermano? Algo tramaba, estaba seguro.
De verdad que no comprendía. O tal vez, es que seguía sin aceptarlo…
Se encontraba furioso con los dos. Fue traicionado por los dos. Primero Bill, luego Stan, no. El primero en herirlo fue Stan, luego Bill, luego Stan de nuevo al aliarse con su enemigo.
El par poniendo al pueblo entero en su contra.
Bill había abusado de su confianza y no sintió culpa al manipularlo y hacerlo fabricar el portal para él, pero no tenía ningún problema en ayudar a Stanley en su tonto acto del tour para turistas. Stan no estaba siendo manipulado. ¡Se asoció adrede con ese demonio!- Esto lo hizo contraerse de dolor.
Los dos eran mentirosos, timadores y sacaban provecho de las personas honestas. Ahora lo entendía. Eran tal para cual. Que lograran congeniar entre sí, al grado de formar una clase de simbiosis ya no le parecía irracional.
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Altas y Bajas; las tienen los Roommates ¿No?
La gente volvía a hablar.
“¿Viste el fuego de anoche?”
“Sí, parece que el señor Misterio y el señor Cipher pelearon otra vez, escuche que por el control remoto”
Música para sus oídos. Que pelearan a Ford le provocaba satisfacción. Al parecer, de la nada, esos dos llevaban semanas sin soportarse. Tal vez por qué tenían el mismo genio, vivir con alguien tan parecido les recordaba lo detestables que podían llegar a ser.
Según los chismosos la tensión era palpable, y Ford no lo sabía, pero algo llevaba tiempo gestándose allí y contrario a su intuición inicial no sería agradable, al menos no para él.
::::::::::::::::::::::::::Finaliza POV::::::::::::::::::::::::::
Dicen que el muerto y el arrimado….
Las peleas ya eran constantes. Mínimo, mínimo una al día.
El cuarto tenía un montón de muebles desquiciados cuyo propósito nunca quedó claro para Stan, también luces, colores, vórtices y texturas horribles. Mal gusto a donde mirara. Por accidente pisó lo que parecía ser un gusano anaranjado. La sensación fue espantosa ¿Qué hacía eso allí?
Ni siquiera podía escuchar el radio porque siempre que lo prendía Bill cambiaba las estaciones para que reprodujeran la espantosa música con estática que le gustaba.
Como fuera, saldría, abrió el armario para tomar su saco pero enseguida quedó sepultado bajo una avalancha de frituras.
-¡Suficiente! ¡Estoy harto de ti! ¡Tendrás que irte!- El triángulo que flotaba despreocupadamente y con brazos cruzados tras su nuca lo ignoró. Siguió descansando.
Harto, Stan tomó una bolsa de plástico y comenzó a tirar las frituras.
-¡Oye deja eso! ¡Son mis cosas!
-¡Tus cosas ocupan demasiado espacio! Esta es mi casa, y la quiero libre de basura, si no te gusta vete.
-¿Tu casa? ¿La que pagas con mí dinero?
-¡¿Tu dinero?! -
Bill se le plantó enfrente con ceño fruncido.
-¡Admítelo Stanley! ¡Las ganancias las hago yo! -Se señaló así mismo y luego a él- Sin mí, tu tonto tour sería un fracaso.
-¿Fracaso? ¡Oh ahora sí que has ido muy lejos!
-¡Tú solo disfrutas el éxito mientras yo hago todo el trabajo!
-¿Todo el trabajo? ¡No mueves ni un dedo! Sólo te la pasas flotando allí. Si quisiera que alguien robara mi oxígeno de la manera más perezosa posible llamaría a Wendy o me conseguiría una planta.
-¡Pues esta es la primera vez que te oigo quejar!
-Porqué no te creí capaz de sobrevivir por tu cuenta. ¡Por eso!
-¡Ohhh! Y supongo que tú tenías que rescatarme ¿no?
-¡Claro!, ¿Si no quién más lo haría? Todos en este pueblo te odian ¡Hasta tú mismo no te soportas!
-¡No me uses de excusa para enmendar tus errores, mal perdedor!-
Se miraron con odio y pasados unos segundos, de súbito se arrojaron uno contra el otro, fue instintivo. Se abrazaron y besaron.
Stan ya sabía que el ojo de Bill también es como una boca, así que podía besar ¿Cierto?
Y Bill conocía a los humanos desde la creación. Entendía de amor físico, pero nunca lo había experimentado, mientras su yo consciente seguía perplejo su cuerpo físico actuó y se encargó de disfrutar.
Cuando a Stan le faltó el aire se separó. Fue el primero en hablar.
-No está….-Bill le tomó ambas muñecas. Luego lo soltó. -Okey, no esperaba esto- Stan llevó una mano a su nuca avergonzado. Y cuando comprendieron lo que estaba pasando, enseguida les cundió el pánico -¡Ford va a matarme! Eres el enemigo ¡Un psicópata y horrible cosa de un solo ojo!
-¡Y tu un torpe, estafador, anciano fofo con sobrepeso! ¡¡Mis padres se revolcarían en su tumba si la tuvieran!! -
El diálogo otorgó claridad. Se arrojaron de nuevo contra el otro, besos, caricias.
Sip. Había cierta tensión. Démosles un rato a solas.
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-Tu pie es adorable- Comentó Stan.
-Es sexy.
-Sexy-
El desahogo, ¡Ah! Se sintió bien. Pero en la mente de Stan se asomaba la culpa, tenía a Bill recostado sobre sus piernas. Le había levantado la pierna para mirarla, luego lo contempló en su totalidad. Sintió que tenía con él una almohada de un personaje de caricatura. En respuesta a sus nervios Bill preguntó.
-¡Sólo escúpelo y ahorrarme tiempo!
-Son muchas cosas- ¿Cómo podría explicar lo que sentía? Sólo eso alcanzó a decir.
-¿Miedo?
-Sí.
-¿Vergüenza?
-Un poco.
-¿Deseo carnal? -Stan sonrió.
-También- No pudo mentir -Creo que será muy complicado. No sé si...
-No creí que te gustara lo fácil Stanley, me pareció que te gustaban los retos-Bill suspiró- Entiendo. No hay esperanza ¡Sólo mírate eres repulsivo! - Bill se sacó de encima las manos de Stan, y se quitó para sentarse a su lado casi dándole la espalda- Ahorrame el asco y no me hagas perder mi tiempo- Stan entendió que también era difícil para Bill y que al demonio amarillo le ofendía a sobremanera el rechazo sobretodo cuando él mismo ponía de su parte para, lo que fuera que estaba ocurriendo.
“¡Está bien, está bien!” - Pensó Stan- “Si es un monstruo de un solo ojo, pero tiene su encanto. Un no sé qué, ¡Personalidad!, sí…. Supongo...”
Y ése no sé qué es irresistible. Stan se inclinó hacia él y posó su mano sobre la de Bill.
-¿Qué hay del poder del amor?
-No creo en esa basura- El triángulo lo miró con ceño fruncido, pero no pudo seguir haciéndose el difícil. Tampoco podía resistirse a este anciano- Pero hoy le daré el beneficio de la duda.
-¿Oye y no estás usando un poder raro sobre mí?
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo un lavado de cerebro o algo?
-Stanley, si pudiera, que de hecho puedo, ¿Enserio crees que lo desperdiciaría en ti?-
Contrario a ofenderse, a Stan le divirtió la respuesta.
-Tu dímelo-
Bill centelleó imaginando las posibilidades. Se rió tontamente, luego siguió serio cuando recuperó la compostura.
-¡Mejor cierra la boca y sigue diciendo que soy sexy!
-¿Pero cómo si no puedo hablar?
-¡Stanley!-
Continuará....