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73. Navidad con los Moon (34) por dayanstyle

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Kim Jongin entró en la habitación alquilada en la posada de la Villa Kim para ver a una criatura que le hizo detenerse. Macizamente construido, el shifter se quedó a un buen par de metros separado de todos en la sala. Pero no era su enorme tamaño lo que tenía las garras de Jongin extendiéndose y a sus caninos alargándose. No, era el aire de agresión que venía del shifter.

Cuando los shifters que vivían en la casa Manchester habían llegado a la Villa Kim, solicitando refugio, Jongin también se había detenido.

Cory era un gran shifter búfalo y a Jongin no le gustaba que alguien en su pueblo lo empequeñeciera. Pero el variado grupo no había sido hostil.

Esta criatura estaba nadando en ese olor acre.

 Giró la cabeza lentamente hacia Jaejoong. —¿Te importaría decirme qué está pasando?

El shifter gruñó y Jongin igualó el tono del hombre. Él le enseñó los colmillos, pero el shifter no dio marcha atrás.

—Es el Alfa —Sanghoon dijo mientras pasaba su calmante mano por el pecho de la criatura—. Por favor, muestra un poco de respeto.

Tao apareció y dio un paso atrás, dejando caer el balde con hielo. —¿Qué infiernos es eso? —preguntó en voz alta.

—Un Loup Garou —respondió el doctor Bae Yong Joon.

Jongin conocía ese término. Buscó en su memoria tratando de recordar dónde lo había oído antes.

“La única cosa que es más aterrador que tú, hijo, es un Loup Garou”. El recuerdo apenas estaba allí, pero Jongin recordó la advertencia de su adolescencia. “Si alguna vez te encuentras con una de esas cosas, hazte un favor y acaba con él. Son piezas desagradables de trabajo no dudes en matarlo”.

—Tao —Jongin se giró hacia el elfo del bosque—, lleva a los médicos fuera de aquí.

—¿Por qué, qué pasa? —preguntó Sanghoon—. Min Woo no le ha hecho nada a nadie.

No, pero el shifter estaba allí de pie midiendo a Jongin desde arriba. Si se desataba una pelea, entre menos gente menos heridos.

—Eres un Alfa agresivo en la misma habitación con su pareja, Jongin —el doctor Jaejoong señaló—. Por supuesto que va a dar esas vibraciones de testosterona llenando todo. Pero él no ha hecho nada.

—Sácalos de aquí —le repitió a Tao en un tono menos amistoso. El bíceps de Min Woo tenía que ser tres veces el tamaño del de E.Den. Si desataba su hostilidad en esta sala, ni los médicos, ni Tao, ni Sanghoon, sobrevivirían.

Quizás Sanghoon. Jongin dudaba que Min Woo lastimara a su pareja. Pero, de nuevo, no sabía nada del misterioso Loup Garou.

—Me voy bajo protesta —dijo el doctor Bae Yong Joon.

 —Debidamente señalado —respondió Jongin.

 

Tan pronto como Tao y los médicos se fueron, Jongin se giró hacia Min Woo. —Vas a tener que tomar a Sanghoon y salir de la Villa Kim.

La mandíbula de Sanghoon cayó. —¿Pero por qué, Alfa? ¡Mi pareja no ha hecho nada malo!

 

—No, no lo ha hecho, y quiero que siga siendo así. Tengo todo un pueblo que proteger, Sanghoon. El tipo de Min Woo es…

—Ni siquiera me conoces —Min Woo interrumpió. Su labio se curvó hacia atrás, mostrando sus colmillos afilados. Eran más gruesos que los de Jongin y unos dos a cinco centímetros más largos.

—Sabía que había algo raro en ti la primera vez que te vi—dijo Jongin—. Sin embargo no podía poner mi dedo en lo que eras.

—Pensé que le dabas la bienvenida a todas las especies aquí —sostuvo Sanghoon—. ¿Por qué estás siendo tan prejuicioso hacia Min Woo?

—¡Porque me gusta menos morir por ese hijo de perra! — Jongin gruñó. Se quedó inmóvil, dándose cuenta demasiado tarde de que él no había tenido intención de revelar ese hecho.

Ese miedo.

 

—¿Podemos al menos terminar la película? —Sanghoon preguntó, mordiéndose el labio inferior y rogándole a Jongin con sus ojos—. Por favor, Alfa. Te prometo que vamos a salir del pueblo después de que todo esté terminado.

Jongin sabía que estaba siendo irrazonable. Todo el mundo estaba en lo cierto. Min Woo no había hecho nada malo. Él  estaba  permitiendo  que  las  palabras  de  su  padre  lo influyeran. —Tienen hasta el día después de Navidad. — Girando sobre sus talones, Jongin salió de la habitación.

Una vez afuera, miró hacia las ventanas cubiertas del segundo piso y sabía que tenía que encontrar respuestas. No había manera de que fuera a permitir que el miedo lo gobernara. Su ira afectaba sus pensamientos.

—Si pruebas que tengo razón, no habrá ningún lugar en donde puedas esconderte.

Jongin prometió antes de dirigirse hacia su camioneta.

 

 Min Woo se apoyó en el lavabo del baño, meciéndose hacia adelante y hacia atrás mientras miraba el mostrador. Estaba de nuevo en su forma humana y fuera de la locura. Toda su vida no había hecho más que mentirse a sí mismo. Pero ahora que todo se caía a pedazos, no podía huir de la verdad por más tiempo.

Su padre había matado a su madre. Su padre era un Loup Garou.

¿Min Woo trataría de matar a Sanghoon?

 

Su cabeza palpitaba tanto que sentía como que iba a partirse en dos. Levantando la cabeza, Min Woo vio su reflejo en el espejo. Era el mismo reflejo que había visto miles de veces. Mientras miraba profundamente sus ojos, vio lo que él siempre había descartado como un defecto de nacimiento. Sus ojos azul pálido tenían sólo un toque de rojo, un halo oscuro que nadie podía ver a menos que estuvieran íntimamente cerca.

Le sorprendió que Sanghoon no se hubiera dado cuenta.

 

El Alfa tenía razón. Min Woo no había sentido nada más que agresión cruda y él había querido hacerle daño a alguien. Le había tomado cada gramo de su fuerza de voluntad no arremeter.

Min Woo alzó los puños y los estrello contra el espejo frente a él, el cristal llovió a su alrededor. —¡Jódete!

—¿Min Woo? —Sanghoon gritó desde el otro lado de la puerta cerrada.

No había manera de que le hiciera daño a Sanghoon. Cada vez que el hombre lo tocaba, la agresividad de Min Woo se había calmado un poco. Pero si su pareja calmaba a su    criatura, ¿por qué su padre mató a su madre?

 

Una sensación desagradable comenzó a formarse dentro de él. Min Woo no quería a nadie, pero eso había sido antes de venir a este pueblo.

«Pero ahora tenía a Sanghoon».

 

Apretando la mandíbula, luchó contra los demonios dentro de él, haciéndole sentir débil, inseguro y sucio. No. Él no era un monstruo. Seguía siendo el mismo hombre... más o menos.

Girando el grifo, abriéndolo, Min Woo lavó la sangre de sus manos, siseando cuando sacó unos trozos de vidrio. La puerta se abrió y Sanghoon se quedó mirando fijamente el lío que Min Woo había hecho. —Oh, Dios. —Él corrió al fregadero, agarrando las manos de Min Woo y lavándolos—. ¿Por qué?

Gritó las palabras.

 

Min Woo estaba entumecido por dentro. Él negó con la cabeza, incapaz de darle a Sanghoon una respuesta. Sanghoon  se giró hacia él, metiendo las manos en el pecho de Min Woo. —¡No te atrevas a lastimarte!

Viendo las manos más pequeñas de Sanghoon envueltas alrededor de él, Min Woo se carcajeó.

—¿Estás enloqueciendo? —Sanghoon preguntó mientras tomaba una toalla y apretó el paño en las manos de Min Woo.

—Yo creo que sí. —Min Woo se puso serio.

 

Sanghoon tomó la mandíbula de Min Woo. —No me puedes dejar aquí solo. —Sus ojos se empañaron—. No lo puedo enfrentar solo.

Inclinando la cabeza, Min Woo le preguntó: —¿A quién?

 

Los ojos de Sanghoon bajaron mientras retorcía la toalla en sus manos. —Mi padre fue el que me cortó en la mano. —El hombre se pasó la mano por el cabello mientras se alejaba de Min Woo—. Me ha golpeado durante toda mi vida. Por fin he encontrado a alguien que no cree que soy un pedazo de mierda. —Sanghoon se dio la vuelta—. ¡No te atrevas a quitármelo!

Le tomó un momento a Min Woo absorber lo que Sanghoon le estaba diciendo. Jaló a Sanghoon a sus brazos, abrazándolo con fuerza. —No me iré a ningún lugar. Lo prometo.

—No puedes —le susurró Sanghoon—. Me estoy enamorando profundamente de ti y no puedes privarme eso.

Hoy sin duda había sido un día de revelaciones. Bajó la mirada hacia el fregadero y se sintió como un bastardo egoísta. De haber sabido acerca de Sanghoon...

—Nadie te tocará de nuevo —Min Woo prometió. Sanghoon se carcajeó. —Bueno, tú puedes tocarme.

 

Esto hizo que Min Woo también se riera. Él se carcajeó con fuerza, dejando ir sus miedos, sosteniendo a su pareja más cerca y sintiendo el calor de Sanghoon entrar en sus huesos cansados. —Cuando quieras, bebé.

Sanghoon se apartó. —Desafortunadamente, tenemos que ir a trabajar.

Min Woo agarró a Sanghoon antes de que pudiera salir del cuarto de baño. —Quédate conmigo.

Una confusa mirada se mostró en el rostro de Sanghoon. —No entiendo lo que quieres decir con eso.

Min Woo sabía que estaba siendo impulsivo, pero el pensamiento de que Sanghoon se alejara de él por un segundo hacía que los vellos de su cuerpo se erizaban. —Quédate conmigo en esta habitación y luego vamos a discutir lo que sucederá después.

Un velo de tristeza nubló el rostro de Sanghoon. —No tengo otra opción.

—¿Cómo es eso?

 

Min Woo se quedó allí y escuchó lo que el padre de Sanghoon había hecho y cómo había vuelto a los Moon contra el hombre. La furia hervía dentro de él cuando Sanghoon le habló de la amenaza de destruir la vida del hombre. —No lo permitiré, Sanghoon. No dejaré que te haga daño otra vez.

Una sonrisa temblorosa apareció en el rostro de Sanghoon. — Agradezco tu valor, pero si me quiere, no habrá nada que lo detenga.

A Min Woo lo desgarró ver la renuncia en los ojos de Sanghoon y escucharlo en su voz. Era como si su padre ya hubiera ganado. Min Woo se condenaría si  permitiera que el padre    de Sanghoon  arruinara  al hombre  que    estaba    rápidamente queriendo. —Vamos a estar listos para salir.

Él no se iba a quedar allí y tratar de convencer a Sanghoon de que lo protegería. Sanghoon ya se había dado por vencido. Lo único que podía hacer Min Woo era demostrar que hablaba en serio.

Los dos se vistieron para salir. Min Woo silenció sus pasos, notando cómo todo era más agudo, más vivo. Los sonidos estaban amplificados, los colores más vibrantes. Podía sentir la más mínima brisa acariciar su mejilla. Su cuerpo se sentía vivo con todo lo que le rodeaba.

Sanghoon lo miró con el ceño fruncido. —¿Qué sucede? Inhalando  el  aire  helado,  Min Woo  le  sonrió  a su  pareja. — Nada en absoluto.

 

¿Cómo podría haber algo mal cuando él había encontrado a un hombre que estaba dispuesto a estar a su lado, luchar por él, con él? Min Woo sabía que ambos, él y Sanghoon estaban lejos de ser perfectos. Pero... —Vamos a hacer una película.

Min Woo le tendió la mano a Sanghoon.

 

Cuando le tomó la mano, Min Woo podía sentir una conexión que no había sentido antes. Se había sentido atraído a Sanghoon, pero eso no era nada comparado a la sensación de plenitud que sentía en su interior.

—¿Por qué sonríes así? —preguntó Sanghoon.

 

—Porque me siento…. —Min Woo agarró a Sanghoon e hizo girar al hombre, riéndose cuando su pareja se agarró a él—, vivo.

—Eso espero. Pero, por favor, deja de darme vueltas. Me estoy mareando.

 

 

Sanghoon se aferraba al abrigo de Min Woo, Min Woo se quedó mirando sus insondables ojos oscuros. Sintió una opresión en su ingle y una necesidad tan, tan profunda, que le hizo sentir como si estuviera viendo a Sanghoon por primera vez.

—¿Sabes lo increíblemente guapo que eres? —Min Woo acomodó un largo mechón de cabello oscuro de Sanghoon detrás de la oreja. Se inclinó, colocando un ligero beso en los labios de Sanghoon—. Tan hermoso —susurró.

Quizás era la simplicidad del momento, o podría haber sido el hecho de que estaba tocando a un hombre que había llegado a significar el mundo para él. Sin importar lo que lo atrajo a Sanghoon, ya fuera el destino, o el hecho de que Sanghoon tenía un alma hermosa, el deseo de Min Woo ardía.

—Se está haciendo frío aquí afuera. —Sanghoon se apartó, pero Min Woo pudo ver cómo los ojos del hombre se habían oscurecido—. Debemos ponernos en marcha.

Lo que no daría por llevar a Sanghoon al piso de arriba, pero el hombre tenía razón. Jaló un largo mechón de cabello de Sanghoon. —Tienes razón. Los negocios primero. —Min Woo bajó la voz—. El placer más tarde.

Sanghoon agarró el brazo de Min Woo y lo jaló hacia el pueblo. — ¿Por qué tengo esta nueva sensación de que me vas a agotar?

Min Woo jaló a Sanghoon, deteniéndolo. —Oh, ¿así que no te agotaba antes?

—Ni siquiera entraré en esa discusión. —Sanghoon le dio una palmada en el pecho a Min Woo. El hombre estaba mirando a Min Woo, pero se dio cuenta de que no había calor detrás de esa expresión. —Y deja de... detenerme. Llegaremos tarde una hora si sigues con esto.

 

 —Bien —dijo Min Woo levantando las manos mientras caminaban hacia el centro del pueblo—. Aléjate de mí o te lanzaré encima de mi hombro y te llevaré de nuevo a la habitación para poder hacerte gritar. ¿Qué infiernos piensas?

—Recuérdame esta conversación cuando estemos de vuelta en la habitación. —Sanghoon soltó el brazo de Min Woo cuando llegaron al plató del cine y luego se acercó a Vick. Min Woo vio que Cam iba y venía con el ceño fruncido.

—¿Qué sucede? —Min Woo le preguntó a Cam.

 

—Caramba, no sé. —Cam se pasó la mano por el cabello, dejando que los hilos sobresalieran hacia arriba—. Lo mejor sería no trabajar con adolescentes no fiables. Si no quieren estar en esta película, entonces, ¡no debería hacer una audición!

—Wow. —Min Woo agarró el brazo de Cam—. ¿De qué estás hablando?

Presionando la punta de los dedos en las sienes, Cam comenzó a rotarlos mientras cerraba los ojos. —Tres no aparecieron hoy. Eso hace cuatro perdidos. Voy a necesitar ver la lista y llamar a algunos extras.

Min Woo sabía que los adolescentes eran impredecibles, pero no habían previsto un problema con que ellos aparecieran. — Voy a reemplazarlos. Siéntate y cálmate.

Cam se quejaba en voz baja mientras se alejaba. Min Woo se giró para ver a Vick mirando a Cam. Cuando atrapó a Min Woo mirándolo, Vick se giró rápidamente.

—Voy a la cafetería para usar el baño. Vuelvo enseguida —dijo  Sanghoon  desde  el otro lado de la barricada. Min Woo reconoció lo que Sanghoon había dicho con un gesto.

 

Min Woo se dirigió al pequeño remolque de oficina que el estudio estaba usando.

Empezó a revisar los papeles para buscar la lista de la audición cuando vio un trozo de papel con diez nombres. No estaba seguro de qué era, pero se dio cuenta de que el nombre de Barry se encontraba en la parte superior de la lista.

 

 

Continuara...

 


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