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73. Navidad con los Moon (34) por dayanstyle

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Tap-tap-tap.

 

Los ojos de Sanghoon se abrieron de golpe.

 

Se quedó allí escuchando con atención, cerrando los dedos alrededor del brazo de Min Woo. La habitación estaba en absoluto silencio excepto por el sonido del reloj en la pared. Sanghoon observó que el péndulo oscilaba hacia un lado y otro... de ida y vuelta, con los hombros tensos dejó salir el aliento en pequeñas ráfagas.

¿Había oído el sonido de bastón de su padre o había soñado?

Sus piernas y espalda le dolían por los recuerdos.

 

Min Woo se agitó, su brazo jalando a Sanghoon más cerca. Pero Sanghoon no podía respirar ni pensar mientras esperaba que su padre apareciera.

Tap-tap.

 

Sanghoon se estremeció cuando su adrenalina se disparó.

 

Se lamió los labios antes de tensar su columna. Lentamente Sanghoon levantó la vista hacia la ventana para ver una rama golpeando contra el cristal.

Tap-tap.

 

Su estómago se desenrolló mientras dejaba escapar un suspiro  tembloroso.

 

 

—¿Qué sucede? —Min Woo murmuró desde detrás de Sanghoon. Su mano sobre el pecho de Sanghoon mientras besaba el hombro desnudo de su pareja—. ¿No puedes dormir?

Acurrucándose contra Min Woo, Sanghoon levantó una mano temblorosa para apartar el cabello de la cara. Asintió mientras cerraba los ojos. —Creo que el viento me despertó. Está sacudiendo el árbol contra la ventana.

Min Woo besó su piel una vez más. —¿Miedo al mal tiempo?

 

Miedo a mi  padre   —En realidad no. Simplemente me despertó. —Sanghoon apretó los dientes ante la forma en que había reaccionado al ruido. Un rubor se deslizó por sus mejillas y luego se acurrucó aún más cerca de Min Woo.

Tap-tap-tap.

 

Sanghoon estaba listo para salir y cortar la maldita rama. Cerró los ojos mientras jadeaba en busca de aire, agradecido por el calor en la espalda y el recordar que ya no estaba enfrentando esto solo.

—Esta es la cosa más repugnante que he visto en mi vida.

 

Los músculos de Sanghoon se tensaron mientras su latido retumbaba en sus oídos. Min Woo se apartó de él, levantándose de la cama mientras Sanghoon se giraba lentamente, mirando fijo a su padre, de pie junto a la puerta, Vigmore junto a él.

Un dolor atravesó el pecho de Sanghoon mientras se encogía.

—Debes de ser Sang Kyung —Min Woo afirmó mientras agarraba los pantalones y se los ponía. La ceja de Min Woo se levantó mientras inclinaba la cabeza—. Debo decir que me esperaba un hombre más intimidante.

 

 

—Cállate —Sang Kyung gruñó. Sanghoon no estaba seguro de lo que Min Woo haría, pero sabía por experiencia que Sang Kyung no se tomaba bien el ser menospreciado. Levantó su bastón y apuntó a Min Woo.

La visión del negro bastón aceleró el pulso de Sanghoon, sentía que su corazón iba a explotar. Empezó a balancearse hacia adelante y hacia atrás, tarareando, mientras apretaba    sus puños en las sienes.

—Levántate, Sanghoon —Sang Kyung exigió—, antes de que lastime a esta criatura patética. —Sus ojos recorrieron a Min Woo.

«Si me voy con él, no lastimará a Min Woo».

 

—¡Sanghoon!

 

—Y-ya voy, padre. —La cabeza de Sanghoon giró y sus piernas se sentían débiles. Agarró su ropa del suelo y empezó a vestirse, negándose a mirar a Min Woo. Una vida con Min Woo hubiera sido perfecta, pero Sanghoon sabía que no debía desobedecer a Sang Kyung. Luchó contra las lágrimas mientras el futuro que había soñado comenzaba a desmoronarse.

Vigmore se adelantó para agarrarlo, pero Min Woo se interpuso entre ellos. —Coloca una mano sobre él y te mataré.

Sanghoon contuvo el aliento. Nadie se oponía a Vigmore. Ni siquiera los hermanos de Sanghoon lo habían desobedecido cuando el inusualmente enorme vampiro había llegado a uno de ellos. Vigmore era un enfermo retorcido, disfrutaba infligiendo dolor cuando Sanghoon o uno de sus hermanos habían tratado de huir.

Min Woo miró a Sanghoon por encima de su hombro. —¿Cómo cambio? —susurró.

 

 

Los ojos de Sanghoon se abrieron cuando él abrió los brazos y se encogió de hombros. —Soy un vampiro. ¿Cómo diablos voy a saberlo?

—Piense en tu criatura y llámalo —Min Woo murmuró. Sanghoon no estaba seguro de lo que el chico estaba diciendo, pero esperaba como el infierno que Min Woo pudiera llamar a su criatura.

Podría ser que tuvieran una oportunidad.

 

Sanghoon gritó y cayó al suelo cuando Sang Kyung apareció detrás de él y repetidamente lo golpeó en las piernas con su bastón.

—Ya he tenido suficiente de tu desobediencia.

 

En algún lugar, a lo lejos, Sanghoon pudo oír a Min Woo y Vigmore luchar. Pero el sonido era secundario a las exigencias silbadas de su padre, mientras que vencía a Sanghoon. —¡Voy a matarte y a tu amante antes de que esta noche termine!

Sanghoon levantó la mano y agarró el bastón, con el elemento sorpresa dio un tirón quitándoselo y lanzándolo por el cuarto. Con su cara salpicada de ira, Sang Kyung se agachó y jaló a Sanghoon de los cabellos. —¡Cómo te atreves!

La adrenalina corría por sus venas, Sanghoon puso toda su fuerza en su rodilla cuando la hizo girar y conectó con la ingle de Sang Kyung. —¡No voy a dejar que lastimes a mi pareja!

Sang Kyung se recuperó malditamente rápido, empujando a Sanghoon con tanta fuerza que voló hasta la pared y luego cayó al suelo. Algo caliente empezó a gotear de su nariz mientras sacudía la cabeza, tratando de despejar su mente. Los pensamientos de Sang Kyung matando a Min Woo tenían a Sanghoon  corriendo  contra  Sang Kyung,  un  grito  desesperante rasgó su pecho al chocar contra su padre, golpeando al hombre contra ella.

Sanghoon lo mordió en el cuello, rasgando la carne del hueso. Pero no fue suficiente para detener al hombre. Con demasiada rapidez, Sang Kyung tuvo a Sanghoon clavado en el suelo, su mano se cerró en el cabello de Sanghoon mientras jalaba su cabeza hacia atrás. —¿Sabes por qué te odio tanto?

Sang Kyung preguntó mientras sacaba una daga de su chaqueta.

Luchando por zafarse, Sanghoon negó con la cabeza.

 

—Porque... —Sang Kyung se inclinó más cerca—. Tú no eres mi hijo. Tu madre me traicionó de la peor manera y te dejó para que cuidara tu culo cuando huyó con su amante. — Hundió el cuchillo profundamente en el costado de Sanghoon. Sanghoon gritó cuando sintió que su carne se desgarraba.

—¡No! —Min Woo gritó. Sanghoon giró la cabeza, las lágrimas caían de sus ojos cuando vio el horror en la cara de Min Woo.

El hombre era tan malditamente hermoso, tan dulce. Sanghoon odiaba dejarlo solo, pero podía sentir la sangre rápidamente dejando su  cuerpo. —Te amo—articuló a  Min Woo antes de que Sang Kyung sacara la navaja y la hundiera de nuevo en él.

 

Min Woo echó la cabeza hacia atrás y aulló, el sonido lleno de dolor e ira. El cambio se hizo cargo. Min Woo creció más alto y fuerte, los caninos largos y gruesos salían de la boca del hombre, mientras pelo brotaba por todo su cuerpo. Sus garras se deslizaron libres mientras lanzaba a Vigmore fuera de él y corría hacia Sang Kyung.

 

 

El padre de Sanghoon dejó al descubierto sus colmillos mientras saltaba de Sanghoon y se precipitaba hacia Min Woo. Los dos chocaron, impactando en la cómoda.

La madera se astilló y la cómoda se derrumbó. Alguien estaba golpeando la puerta del dormitorio.

—¿Qué demonios está pasando ahí? —el señor Bosvil gritó desde el otro lado. El propietario de la posada siguió tocando la puerta mientras Vigmore avanzaba hacia Sanghoon. El hombre grande se puso de rodillas, burlándose de él.

—Todo esto es tu culpa. —Agarró el cuchillo de un lado de Sanghoon y lo levantó sobre su cabeza, la punta sangrienta dirigida al corazón de Sanghoon.

—Tu madre era una puta sin valor que se acostó con muchos hombres.

Los labios de Vigmore se torcieron en una sonrisa maníaca. —Incluso me acosté con ella.

La respiración de Sanghoon era difícil. Cada vez que respiraba sentía un dolor increíble. No podía apartar a Vigmore y no tenía manera de evitar que el hombre apuñalara su corazón.

—Lo siento mucho, Min Woo —dijo Sanghoon cuando un sollozo escapó de su pecho—. Siento mucho dejarte.

Mientras el cuchillo bajaba, la puerta se abrió de golpe y Kris entró en la habitación, chocando contra Vigmore y dejando libre a Sanghoon.

—¡Mátalos a todos! —Sang Kyung gritó desde algún lugar de la habitación—. Quiero a ese bastardo muerto a mis pies.

El corazón de Sanghoon golpeó más duro en su pecho, haciendo   que   la   sangre   saliera   de   su   cuerpo   más rápidamente mientras el Ultionem aparecía en la habitación. Había vivido con Kiseop durante muchos años y Sanghoon nunca antes había visto la mirada de ira del hombre como si estuviera llamando a los dioses.

—Sang Kyung Kim-Constantinople, te sentencio a la eternidad al inframundo por los crímenes en contra de tu hijo y por interferir en su apareamiento —declaró Jaehyo, su cara una máscara de piedra—. Y por tratar de acabar con su vida sin causa o justificación.

—¡Él no es mi hijo! —Sang Kyung gritó justo antes de que Min Woo curvara su gran mano alrededor del cuello del hombre, cortando cualquier otra cosa que Sang Kyung pudiera haber dicho.

—De todos modos —dijo Changjo—. El Ultionem ha declarado nuestro juicio.

La sala se oscureció y Sanghoon comenzó a temblar cuando vio tres pares de ojos rojos que brillaban intensamente. Tres hombres salieron de la esquina de las sombras y llegaron al lado de Jongin.

—Los guerreros demonio van a acompañarte hasta tu nuevo hogar —dijo Jongin a Sang Kyung.

Min Woo liberó a Sang Kyung y luego se movió hacia Sanghoon, levantándolo del suelo. Pelo suave se frotaba contra su piel mientras la enorme criatura acunaba a Sanghoon estrechamente.

Sanghoon pudo ver lágrimas brillando en los ojos azul pálido de Min Woo. Sabía que él no iba a lograrlo. Había perdido mucha sangre y su cuerpo estaba adormecido y frío.

—Dale de comer —Nam Joon dijo mientras se acercaba a ellos—. Sanghoon necesita sangre para sanar.

 

 

En el fondo de la mente de Sanghoon, había sabido eso. Pero también había visto a vampiros morir de una herida así. Min Woo empujó su muñeca peluda a la cara de Sanghoon. —Bebe.

Sanghoon agarró la muñeca de Min Woo y hundió sus colmillos profundamente. Tomó la sangre de Min Woo mientras escuchaba al Ultionem condenar a Vigmore por los mismos crímenes que Sang Kyung, dándole la misma sentencia.

Pero nada de eso importaba. No cuando la mano de Min Woo estaba cepillando el cabello de Sanghoon. No cuando Min Woo lo estaba mirando con tal ternura que Sanghoon sintió un nudo en el pecho. Y no cuando sabía que vivir la vida que había soñado tener con Min Woo estaba a punto de hacerse realidad.

Sanghoon aceptaría mil cuchillos más hundidos si eso significaba que podía quedarse con Min Woo.

 

 

continuara...

 

 

 

 

 

Notas finales:

al fiin.... el Sang Kyun es un imbecil


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