Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

73. Navidad con los Moon (34) por dayanstyle

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Min Woo simplemente estaba por entrar en la cama cuando oyó que algo golpeó la puerta de su dormitorio. Frunció el ceño, cruzó la habitación y abrió la puerta, encontrando a Sanghoon cayendo contra el marco.

Un gruñido salvaje vibró en su garganta cuando vio la sangre en la ropa de Sanghoon. Sin pensarlo, Min Woo tomó al hombre y pateó la puerta que se cerró detrás de él. Colocó a Sanghoon en la cama, revisando el cuerpo del hombre buscando heridas. Lo único que encontró fue un corte profundo en la palma de la mano de Sanghoon.

El ver al hombre yaciendo allí vulnerable, sus ojos revoloteando como si estuviera en estado de shock, despertó algo en Min Woo que ni siquiera sabía que tenía dormido. Quería proteger al hombre...

Y buscar venganza contra la persona que le había hecho daño a Sanghoon.

Sólo había conocido al hombre por un corto tiempo, pero Min Woo no podía pensar en nada que Sanghoon podría haber hecho para merecer ese cruel ataque. —¿Cómo te  sientes?—Min Woo le preguntó a Sanghoon, cuando finalmente lo miró.

 

El dolor en los ojos de Sanghoon desgarró a Min Woo. Nunca había visto a nadie verse tan asustado. Apartando el largo cabello negro, Min Woo pasó su dedo ligeramente por la mandíbula de Sanghoon. —¿Qué pasó?

Sanghoon se apartó de Min Woo y pudo ver que el hombre apenas se sostenía. ¿Qué demonios le había pasado?

—¿Sanghoon?

—No sabía adónde ir —susurró Sanghoon.

 —Hiciste lo correcto. —Min Woo agarró una toalla, la humedeció en el cuarto de baño, y limpió la herida en la mano de Sanghoon. Era un corte limpio y Min Woo tenía la sensación de que fue hecho a propósito. No estaba seguro de cómo lo sabía, pero el peso se asentaba en sus entrañas.

—Sólo descansa. —Sanghoon no parecía que pudiera responder ninguna pregunta en este momento y Min Woo no quería presionarlo. Quizás si el chico conseguía descansar un poco, le respondería después.

Puesto que no sabía casi nada acerca de Sanghoon, posiblemente Min Woo, estaría comprando problemas al ayudarle. Pero, de nuevo, no veía a Sanghoon como el tipo que coquetea con el peligro.

—Él piensa que yo...

 

Min Woo frunció el ceño ante la quebrada voz de Sanghoon.  —¿Quién piensa que hiciste qué?

                                       

Sanghoon se sentó y pasó la mano ilesa por el cabello. —No importa. —Dio un profundo suspiro—. Nada realmente importa ya.

—Wow, ¿a dónde vas? —Min Woo puso una mano sobre el hombro de Sanghoon cuando el hombre trató de ponerse de pie—. No te ofendas, pero te ves como la mierda.

—No puedo quedarme aquí. —Sanghoon rozó la mano de Min Woo apartándola—. No voy a dejar que te haga daño. —La última parte fue dicha tan bajo que Min Woo casi no logra atrapar las palabras. Era obvio que Sanghoon estaba huyendo de alguien. La mirada de terror en sus ojos lo decía todo.

 

—Puedo cuidarme. —Min Woo se puso delante de Sanghoon para evitar que se marchara—. Sé que prácticamente somos unos desconocidos, pero quiero ayudar.

Sanghoon miró a Min Woo con confusión. —¿Por qué?

 

Min Woo sacudió la cabeza. El hombre parecía como si un acto de bondad le fuera extraño. —Porque esto es lo que yo hacía antes. —Agitó su mano alrededor de la habitación—. Tengo un título de nivel de doctorado en psicología con una licenciatura en biología.

Sanghoon miró boquiabierto a Min Woo. —¿Eres un loquero7? Min Woo asintió.

—¿Por qué renunciaste a eso?

 

Eso era algo de lo que Min Woo no quería hablar. Los recuerdos eran demasiado dolorosos y ahora él estaba más preocupado por Sanghoon.

—¿Qué te pasó en la mano? —Min Woo desvió la pregunta con otra pregunta.

—Me corté al afeitarme. —Sanghoon le dio una sonrisa débil. Pero no logró que llegara a sus oscuros ojos. De nuevo esa mirada de susto. El instinto de protección se encendió en Min Woo, una vez más. Él era muy bueno detectando una mentira, y Sanghoon estaba mintiendo.

—Quédate esta noche. —Min Woo quería mantener a Sanghoon fuera del peligro. Si Sanghoon estaba viviendo en un mal lugar, quería al menos ofrecerle una noche de refugio seguro—. Nada de sexo. No hay presión. Sólo descansa.

Min Woo cerró el paño húmedo en la mano cuando parecía que Sanghoon iba a rechazarlo. No quería mantener a Sanghoon aquí en contra de la voluntad del hombre, pero no iba a permitir que saliera de nuevo al peligro.

Sanghoon cedió. —Está bien.

 

El hombre parecía completamente derrotado. Min Woo lanzó el paño a la cesta en la esquina antes de sentarse en la cama junto a Sanghoon. —Sólo quiero que sepas que si necesitas a alguien con quien hablar, estoy aquí para ti.

—Gracias, pero sólo necesito dormir un poco. —Sanghoon se quitó los zapatos y se acurrucó en la cama, dándole la espalda a Min Woo. Min Woo iba a tocar a Sanghoon, para calmarlo, pero apartó la mano en el último segundo.

«Sólo déjalo ir».

 

Pero Min Woo no pudo.

 

Eres quien falla de  nuevo   Min Woo gruñó para sí mismo.

Independientemente de lo que sucedió en el pasado, no podía darle la espalda a Sanghoon. No estaba en su composición genética. Ayudar a otros que estaban en necesidad estaba tejido dentro de él.

Pronto Min Woo escuchó un ronquido suave y supo que Sanghoon se había quedado dormido. Se puso de pie y se acercó a su maleta; soltando el bloqueo, abrió la tapa. Enterrado debajo de sus ropas estaba una fotografía que Min Woo no miraba con demasiada frecuencia, pero la mantenía con él por un sentimiento de culpa.

¿Cómo podría ayudar a Sanghoon cuando  apenas  era capaz de ayudarse? Los recuerdos de hace mucho tiempo lo asaltaron, y cerró los ojos, apretando los dientes.

El único paciente que no pudo salvar había destruido la creencia de Min Woo en la humanidad. No porque él fuera lo suficientemente  arrogante  como  para  pensar  que podría salvar el mundo. Sino porque Clyde había llegado a Min Woo en busca de ayuda, pidiendo ser salvado.

Pero al final, Clyde había masacrado a su familia y luego se había suicidado. Min Woo aún podía sentir el olor de la sangre y ver los cuerpos. La culpa lo carcomía como una herida abierta. Echó un vistazo a la fotografía de la hija de siete años de Clyde y sintió el dolor de nuevo, como si hubiera sucedido ayer.

—¿Min Woo?   —Sanghoon  dijo  su   nombre  con  un temblor—.¿Podrías... podrías dormir a mi lado?

 

Empujando la imagen al interior, Min Woo cerró la maleta y luego se metió en la cama. Sanghoon necesitaba seguridad y eso era lo que iba a proporcionarle. Jaló a Sanghoon más cerca, envolviendo sus brazos alrededor del hombre y apoyando la barbilla en la cabeza de Sanghoon.

—Dulces sueños —dijo Min Woo en silencio cuando oyó los suaves ronquidos una vez más.

 

 

 

 

—Simplemente no tiene ningún sentido —dijo Lee Joon mientras miraba a Yoogeun, finalmente había despertado después de haber estado inconsciente durante unas horas—. Sanghoon nunca le haría daño.

Tanto Eric como Hyesung le habían preguntado a Yoogeun, pero lo único que el niño había dicho era que él y Sanghoon estaban jugando a los piratas y luego le dio sueño. No recordaba nada después de eso.

 

—Yo sé lo que vi —dijo Pa. Lee Joon podía decir que el hombre estaba en una pendiente asesina, balanceándose en el camino a seguir.

—Pero Yoogeun no tiene ninguna marca en él —Lee Joon señaló—. Esa era la sangre de Sanghoon. Algo no está bien y voy a llegar al fondo de esto.

Por mucho que amaba a su padre, el hombre no estaba siendo razonable en este momento. Lee Joon entendía completamente la protección a sus crías, pero los hechos simplemente no cuadraban. Sabía que Sanghoon estaría filmando esta noche, y Lee Joon planeaba estar allí.

—Mi hermano nunca le haría daño a un niño —defendió Changbum, el hermano mayor de Sanghoon.

—Entonces, ¿por qué no se quedó? ¿Por qué huyó? — preguntó Pa.

Lee Joon resopló. —Quizás porque cambiaste y fuiste tras él. Ningún hombre en su sano juicio se quedaría a defenderse contra un gran oso enojado.

Lee Joon se negaba a creer que Sanghoon le haría daño a un niño inocente. En cierto modo, Sanghoon era aún inocente. Él miraba el mundo con asombro con sus ojos muy abiertos, un rasgo que la mayoría de los hombres perdían cuando llegaban a la edad adulta.

Cuando Eric salió de la cocina, Lee Joon miró a Changbum. —No hay un historial de enfermedad mental en tu familia, ¿verdad?

Changbum arqueó una ceja. —Ninguno de nosotros heredó la locura de nuestro padre. —Changbum frunció el ceño—. Simplemente no lo entiendo. Sanghoon es la última persona que haría algo como esto.

Lee Joon estaba totalmente de acuerdo.

 

 

 

Sanghoon abrió los ojos y no podía recordar dónde estaba. Ese no era su antiguo dormitorio. Sang Kyung nunca permitiría el papel tapiz de flores ni las cortinas de encaje que colgaban    de  la ventana.

Sanghoon vio el arte barato en la pared y la acogedora chimenea  apagada.

Sintió una sensación de calor en la espalda y luego todo le llegó de nuevo.

Min Woo.

 Levantando la mano, Sanghoon vio que la herida no había sanado.

Lo que había usado Sang Kyung evitaba que su cuerpo hiciera que la línea dentada desapareciera. Aún era cruda, rosa y fruncida.

Min Woo se movió y luego pasó el brazo sobre el lado de Sanghoon. La dureza de su pecho presionando la espalda de Sanghoon. Su vida se iba al inodoro y sin embargo, en lo único que podía pensar en ese momento era en tener a Min Woo dentro de él.

«Uff, estoy tan jodido».

 

El hombre jaló a Sanghoon más cerca, sus cuerpos fusionados juntos. Sanghoon podía sentir la erección de Min Woo presionándose contra su espalda. Cuando Sanghoon se giró, Min Woo bajó su boca y besó a Sanghoon lentamente. Gemidos diminutos  escaparon cuando sus labios se encontraron con una pasión que tenía a Sanghoon temblando en los brazos del hombre.

Sanghoon realmente quería decirle a Min Woo lo que estaba pasando, pero con la boca del hombre en la suya la única cosa que podía pensar en ese momento era el sexo. Su padre estaba afuera para destruirlo, pero todo lo que Sanghoon quería era un momento de respiro.

En los brazos de Min Woo, Sanghoon se sintió seguro. Querido.

Importante.

 

La punta de la lengua de Min Woo se enredó con la de Sanghoon y todo lo que Sanghoon pudo hacer fue deleitarse con el sabor del hombre. Min Woo gimió en la boca de Sanghoon mientras las manos de Sanghoon se movían sobre el enorme pecho de Min Woo. Sanghoon quería placer. Quería olvidar.

Gimió cuando Min Woo puso un musculoso muslo entre sus piernas. Chupando aire, Sanghoon apretó los dientes al sentir el muslo de Min Woo aplastando sus bolas. Maldición, Sanghoon estaba tan duro que podía estallar.

El hombre era el paraíso. Quizás no era un pedazo para que Sanghoon lo reclamara para siempre, pero con una pequeña parte podría inundarse. Mientras Min Woo besaba a Sanghoon, su amante deslizó sus fuertes manos por el cuerpo de Sanghoon deteniéndose en su culo.

Sanghoon al instante estaba duro.

 

Min Woo jaló el culo de Sanghoon suavemente, lo suficiente para hacer que el cuerpo de Sanghoon doliera por más. Mientras Min Woo volvía a Sanghoon loco, los besos del hombre se hacían más posesivos. Se sentía como si se estuviera ahogando en su amante.

Min Woo pasó un dedo ligeramente por la mejilla de Sanghoon.

 

—Quiero hacer el amor contigo.

 

Eso era exactamente lo que Sanghoon quería. Lentamente, Min Woo sacó la camisa de Sanghoon sobre su cabeza y la arrojó a un lado. Sus manos exploraron el pecho de Sanghoon mientras besaba ligeramente la mandíbula de Sanghoon. No podía creer la intensidad con la que Min Woo lo miraba. Esa mirada era inquietante y llena de pasión al mismo tiempo.

Sang Kyung quería volver a todos en contra de Sanghoon. Rezó febrilmente para que Min Woo nunca lo viera con desdén. Eso lo aplastaría. Min Woo empezaba a significar mucho para Sanghoon.

—No puedo dejar de saborearte. —Min Woo gruñó contra el cuello de Sanghoon—. Es como una combinación de especias y miel.

Sanghoon echó la cabeza hacia atrás mientras permitía que el hombre lo mordisqueara. La barba de Min Woo raspaba su piel, aumentando el placer haciendo que Sanghoon sintiera escalofríos.

—Tómame.

 

Min Woo desechó su ropa y luego envainó su erección. Sanghoon no perdió tiempo en conseguir quitarse los pantalones. El peso del hombre lo presionó contra el colchón antes de que entrara en el cuerpo de Sanghoon. Éste se quedó sin aliento mientras Min Woo lo llenaba.

Perfectamente. Completamente.

Empujón tras empujón, Min Woo se deslizó en el interior de Sanghoon hasta que se retorcía de placer. —Eres tan hermoso, asombroso —Min Woo susurró al oído de Sanghoon.

Sanghoon cerró los ojos y rezó para que esto durara para siempre. No quería separarse de Min Woo de nuevo. Pero sabía que era una tontería soñar. Tan pronto como la película terminara, Min Woo y el resto del equipo harían las maletas y saldrían del pueblo.

Dejando a Sanghoon con el corazón roto.

 

El placer que Min Woo le daba eclipsaba ese pensamiento.

 

Min Woo separó las piernas de Sanghoon más mientras se empujaba más profundamente. Sanghoon gritó, su pene tan duro que le dolía.

Cuando Min Woo tomó la erección de Sanghoon y comenzó a acariciarla, Sanghoon se estremeció. —¡Min Woo! —Su clímax le llegaba y sólo creció en fuerza cuando Min Woo se empujó más duro. Y luego, en un abrir y cerrar de ojos, Min Woo los rodó hasta que Sanghoon estuvo sentado encima del hombre.

—Móntame, bebé. —Las fuertes manos de Min Woo acunaron la mandíbula de Sanghoon y lo jaló hacia adelante hasta que sus labios se fundieron juntos. Sus lenguas y dientes chocaron antes de que Min Woo agarrara las caderas de Sanghoon y empezará a moverlo hacia arriba y abajo de su gruesa erección.

Sanghoon se sorprendió cuando los ojos de Min Woo rodaron hacia la parte posterior de la cabeza. Los ojos del hombre tenían una mirada de pura felicidad. Sanghoon tomó el control y movió su cuerpo, pero no duró mucho tiempo. Pudo ver que Min Woo estaba cerca del borde. El hombre agarró sus caderas una vez más y comenzó a alimentar el culo de Sanghoon.

Con unos cuantos golpes bien situados, Min Woo estaba gritando el nombre de Sanghoon. Cayó contra el pecho de Min Woo, jadeando con fuerza. Sintió la repentina liberación cuando Min Woo lo soltó. Min Woo miró a Sanghoon con una mirada tan intensa, que era un milagro que no se rompiera bajo el peso de la misma.

El hombre se carcajeó. —Realmente eres una adicción.

 

El darse cuenta de eso golpeó a Sanghoon como una tonelada de ladrillos. Él estaba enamorando de Min Woo.

Y era más que probable que Sang Kyung fuera a destruir su incipiente romance.

 

 

CONTINUARA....

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).