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Manual: Como destruir una vida por Drakarfox

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Paso 6: Encuentra el punto clave

 

Este capítulo podría tomarse como extra dentro de todo el contexto del manual, por el simple hecho de que no todas las personas tienen lo que podría llamarse un “arma letal”, al menos no que este fuera ajeno de todos sus pilares. Porque llega a ocurrir que alguno de ellos puede entrar en esta categoría. Pero si logra encontrar esa “arma letal” podrá considerarse  afortunado, porque acaba de encontrar la forma de terminar con su víctima y una por demás efectiva.

 

Lapso de tiempo: 3-7 días

* A causa de haber investigado a tu víctima, seguramente te será más sencillo reconocerlo.

 

..._____________________________________________________…

 

Nunca en su vida se había sentido tan aliviado de que fuese viernes, es cierto que los viernes era sin duda el día favorito de muchos y también el suyo, pero ese viernes, justo el de ese día, era sin duda su favorito y por una simple y sencilla razón. Iba a salir con Roxas. Sabía que el chico había tenido una semana por demás pesada, cansada y tediosa con la riña de sus hermanos. Si, ya iban por una semana de no hablarse y también estaba el hecho de que todavía estaba un poco ofendido por lo que Ventus le había dicho, porque si, se había enterado. Así que por eso sólo paso a su casa a dejar sus cosas y tomar un poco más de dinero, saliendo de nuevo, tomando camino a casa del menor. Una vez estuvo allí le llamó, no le apetecía en ese momento verse con Ventus o con Sora, sólo quería ver a Roxas y nada más.

 

 

Estaba en su habitación quería alejarse un rato de esos dos, Ventus ya había querido arreglar las cosas con él, aunque claro, no era como que un “siento haber sacado a Cloud en la conversación” sirviera de mucho. Lo admitía el ambiente en casa era demasiado tenso, mucho y eso sólo le causaba molestia tras molestia, una incomodidad tremenda. Por ello en el momento en que escuchó su celular sonar sintió una especie de alivio, sobre todo al ver el nombre de quien le llamaba.-Hola.

-Hola, ¿listo para irnos?

-Totalmente listo, desde hace media hora, ¿ya estás abajo?

-Desde hace media hora- dijo burlón.

-Si claro y luego tú. Voy enseguida,

-No tardes.

-No, no, ya bajo.- dijo para después colgar, se apresuró a tomar una de sus sudaderas, no quería que pasará lo que la vez anterior. Axel le había dado su sudadera porque él estaba que se moría del frío, pero el mayor estaba como la fresca primavera, incluso se estaba atreviendo a llevar su sudadera en sus manos, alegando que la tarde era fresca pero que le quitaba el calor, a veces no entendía como era que podía tener una temperatura corporal tan alta. Vale que era un fiel fanático del fuego, pero eso no justificaba nada. Tomo su cartera, porque tal vez esa vez si iba a poder pagar algo, y su celular, sólo por si tardaba demasiado o si de plano no llegaba a casa, era viernes, así que pasar la noche fuera de casa no era tan mala idea, sobre todo por la pésima situación en la que estaban ahora. Salió de su habitación, supuso que Ven estaba en la suya y Sora estaba en la sala. Y si, había acertado, ahí estaba, su hermano mayor en el sillón; buscando algún buen programa para ver. En cuanto el castaño se dio cuenta de su presencia se giró a verlo.

-¿A dónde vas?- preguntó totalmente calmado y Roxas ya sabía por qué preguntaba, sólo era para saber dónde podía encontrarlo en caso de que lo necesitase.

-Voy a salir con Axel, tal vez llegue a casa, tal vez no, yo te aviso.

-Bueno, si hablamos de Axel creo que es más que obvio que voy a verte el día de mañana. Pero aun así, ten cuidado, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, de acuerdo. Si mamá- dijo a modo de mofa- de cualquier forma te aviso, ya me voy que me están esperando.- No esperó a que le dijera nada más, simplemente salió del lugar para ir con Axel, bajando las escaleras del edificio. Apenas salir a la calle principal lo divisó, no es como que pasase desapercibido con ese color de cabello, que él adoraba a más no poder. Se acercó de forma apresurada a él, captando que el mayor ya había notado su presencia. También porque se acomodó de forma tal para poder quedar de frente a él mientras se acercaba, recibiéndolo en un abrazo.

-Bueno, eso fue rápido.

-Entre menos tiempo esté en casa, mejor para mí.

-Las cosas siguen mal ¿no es así?- preguntó dándole un beso corto en los labios a modo de saludo.

-Como no te das una idea, no entiendo porque los dos están tan empeñados en seguir con todo eso.

-¿Tú ya aclaraste las cosas con Ventus?- preguntó rodeándole de los hombros, tomando camino hacia el centro.

-Pues… algo así, creo… no lo sé, no sabría decirlo. La situación entre esos dos está demasiado tensa, que esa “discusión” conmigo fue sólo como un tropiezo.

Prestaba atención a lo que le contaba, buscando por ratos con la mirada el sitio a donde tenía pensado ir, iba a ser una salida casual, esa era su idea original, tal vez ir por un café, al cine o al centro comercial. Eso le había dejado más que nada al azar, lo único que tenía en claro era que la cita iba a terminar en su departamento, probablemente en su habitación. Por ello no había planeado mucho lo anterior. Y no, no era sólo con las intenciones más pervertidas que pudiese llegar a tener, no, también era con buenas intenciones, no quería que Roxas terminase completamente estresado o irritado por todo el ambiente pesado que se estaba viviendo. -¿Te apetece ir por algo dulce?, podríamos comer algún postre en una cafetería, así te endulzarías el día.

-A veces, tu sentido del humor no es lo mejor que tienes, ¿lo sabías?

-Sí, si, lo sé. Y cuando se me olvida tú eres el encargado de recordármelo.

-Eso mismo.

 

 ..._____________________________________________________…

 

El sitio era por demás agradable, bastante agradable de hecho, justo lo que necesitaba para poder recuperarse de toda su semana de mierda. Era bastante tranquilo y de hecho incluso él se estaba relajando.

-Una rebanada de volcán de chocolate- dijo la chica dejando una rebanada frente al rubio,- y una de pastel imposible- comentó dejándolo frente a Axel, junto con dos tazas, una de café negro, totalmente cargado, otra de un té con algo de leche. Retirándose después de eso.

-Fanático de lo dulce a más no poder ¿no es así?- dijo burlón, tomando una pedazo de la rebanada de pastel del rubio.

-Nada de eso, sólo porque en realidad sí que tienes razón, me hace falta algo dulce en mi vida ahora.

-¿Yo no soy suficiente?

-No, no lo eres, no eres lo suficientemente dulce como para empalagarme.

-Eso es porque lo que yo quiero hacer es encenderte ¿lo captas?

-Y por eso es que pido una rebana de pastel de chocolate por demás dulce que es más que seguro que va a causarme diabetes un día de estos.

-Haré mejor mi trabajo para la próxima entonces.

-Por favor.- dijo riendo, para tomar ahora él un pedazo de la rebanada de pastel del otro. -Axel, ¿esto podría tomarlo como una reconciliación por nuestra reciente pelea?

-Creo que me gustaría más que lo vieras sólo como una cita, un desahogue de todo lo que nos ha pasado en… ¿dos semanas?

-Entonces, ¿si puedo tomarlo como eso?- preguntó tomando ahora su taza de té, la realidad era que eso también le estaba molestando, las cosas habían estado un poco mal con todo el mundo y él sabía la causa de eso, y es que entre más problemas hubiesen entre sus hermanos, entre más mala vibra estuviera presente en casa, todo lo demás en su vida iba a ir mal, bastante mal. -Es que, quiero que tengamos todo en claro también, que tú y yo arreglemos las cosas, no nos ha ido muy bien que digamos.

-Hey, hagamos algo, ¿te parece?- dijo acercándose más al chico, de por sí ya estaban sentados uno al lado del otro, pero él buscaba más cercanía, -yo diré que lo siento, siento haber sido tan malditamente cortante esa vez que me llamaste, y el no haberme dado tiempo para pasarlo contigo y tú dirás que…-dijo esperando a que fuese el menor quien terminase con la oración.

-Siento haber llamado en un mal momento para ti, también en ser demasiado insistente en que quería verte y no darte un poco de espacio para que pudieses terminar con lo que tenías por parte de la universidad.

-Así la culpa queda entre los dos, ¿estás de acuerdo con eso?

-Creo que sí, estoy de acuerdo en que la culpa sea dividida entre los dos.- dijo comiendo de su respectivo pastel, mucho más aliviado que cuando salió de casa.

-Y después podemos terminar esto como una verdadera reconciliación. -Comentó dándole un beso en la mejilla.

-Ese era el comentario que me hacía falta.- dijo divertido, dándole un suave codazo en el costado. Y es que, si Axel no salía con uno de esos comentarios, que también admitía, a veces él sólo se buscaba, entonces no sería Axel, el Axel que conocía, su Axel.

 

..._____________________________________________________…

 

Era bastante obvio que tenía que utilizarlos, pero tenía que pensar la manera en que pudiese hacerlo, saber cómo es que iba a usarlos para que fuese separando a los amigos de Roxas de él, era algo complicado, era sumamente complicado. Y de hecho era algo sumamente ridículo, hasta ahora todos los pasos habían sido realmente sencillos, sólo un poco de esfuerzo, pero nada más, no era necesario pensar en una gran estrategia pero ahí estaba, en ese punto, atorada, desesperada, a punto de lanzar la libreta en la cual iba escribiendo todas sus ideas. Y es que no encontraba la mejor manera para poder usar a Terra y a Vanitas. Era obvio que tenía que ser en contra de Pence y de Hayner, pero era lo único que tenía claro y era tremendamente horrible.

-Vale, piensa, ¿qué es lo que puedes hacer con esos dos? Con Hayner hay que usar una estrategia que le enfade, eso es lo que debes de hacer, enfadarlo, que tenga una pelea con Roxas, que decida no hablar de nuevo con él o que no vuelva a confiar en él. Con Olette y con Pence hay que atacar en la moralidad, nada más que en la moralidad.- Se dijo, pensando. Podría hablarles con palabras bonitas a Vanitas y a Terra, que Roxas estaba impidiendo que charlasen con Ventus, pero esa era una estrategia tonta, demasiado sencilla, y sabía que no iba a durarle demasiado si es que llegaba a utilizarla. Tenía que ser algo más complejo, algo que durase, que cuando se dieran cuenta de que era una mentira no iban a poder hacer nada, sobre todo porque el daño ya debería de estar hecho. -Piensa, piensa… podrías…- empezó a pensar en varias cosas, lo más que podía hacer era sacar un problema sentimental, tal vez ir buscando la forma en que Ventus fuese más cercano a Hayner, pero ahí le faltaba un punto, ¿eso cómo iba a dañar a Roxas?, era eso lo que más necesitaba y no estaba consiguiendo nada. Al menos la manera en que separase a Olette y a Pence ya la tenía más que pensada, pero no sabía si con Hayner también fuese a funcionar. -Piensa…- se dijo de nuevo, tratando de centrar sus pensamientos. -Lo que tienes que hacer es derrumbar a Ventus y a Sora primero… si los derrumbas a ellos dos entonces el daño se verá reflejado en Roxas… pero ¿cómo? -Si, esa era la pregunta de millón, ¿cómo?, se quedó con esa pregunta en la mente un buen rato, más de lo que le hubiera gustado admitir, cuando cayó en cuenta de algo. La idea llegó tan de pronto que le obligó a sentarse, podría apresurar las cosas y eso le aseguraba que todo iba a salir mal, porque tendría que salir mal sí o sí. Tal vez podría decirle a Terra que debía darse prisa, que había visto a Ven demasiado unido a Pence y a Olette y claro, no estaría mintiendo, porque últimamente pasaba más tiempo con ellos que con sus hermanos, aunque no es como que alguien se diera cuenta de ello, porque a la distancia uno podía confundirse con total facilidad y pensar que se trataba de Roxas, ¿y cómo lo descubrió ella?, simple, porque había visto pasar a Roxas con Axel una vez y Ven iba con los chicos, así de sencillo.

Así que ese iba a ser su plan, apresurar a ambos chicos, a Terra y a Vanitas, porque tenía que enfrentarlos, tenía que causar que Ventus se desesperara y también tenía que aprovechar que estaba molesto con Sora, si lograba eso podría seguir con el siguiente paso. Además de que tenía que poner manos a la obra con lo que hacía con Axel y Roxas, porque no podía dejarlos de lado y es que ¿qué mejor momento para atacar que después de una reconciliación?, era el momento perfecto y aunque por dentro le invadía la ira sabía que tenía que pasar, sí o sí. Así que, pues nada, todo era cosa de comenzar a planear todo, sólo debería de acercarse más al pelinegro, puesto que ya era bastante cercana con el castaño.

Acababa de idear su mejor plan, no podría salirle nada mal.

 

..._____________________________________________________…

 

El rumbo que tomaron justo después de la cena fue totalmente indeciso, empezando con que eso no podía llamarse cena, pero a él en ese momento no le importaba, estaba con el pelirrojo y eso era más que suficiente, porque, ¿podría haber algo mejor?, bueno, tal vez sí que podría haber algo mucho mejor, a lo mejor el hecho de poder haber visto la película con más calma, pero no, no porque Axel le hubiese metido mano, que lo había esperado, más bien era porque estaba siendo en ese momento tan cariñoso y cuidadoso con él que no entendía bien sus intenciones, además de que a cada tanto le daba un beso, uno corto, uno en la mejilla, uno en el dorso de la mano, no comprendía bien el porqué, después supuso que era por un juego del pelirrojo, de esas manías extrañas aunque a veces adorables que llegaba a tener, tal como al escuchar una palabra diese un beso, era así como se había dado cuenta de las tantas veces que se repetía una sola palabra. Pero dejando eso de lado, el estar ahora en la casa de Axel, después de que le hubiese comprado un helado, a veces tenía la sensación de que quería engordarlo, era más que perfecto, porque el día era frío, y él ahora estaba en el sillón, con una manta que el pelirrojo ya sabía siempre pedía, descalzo, y bien acomodado para ver un rato la televisión, porque para su sorpresa el mayor había mandado a arreglar su consola y Roxas sin videojuegos era un chico que se aburría a más no poder. Aunque Axel ya sabía cómo lidiar con ese aburrimiento.

-No me puedo creer que la hayas mandado a arreglar.

-Yo no me puedo creer que prefieras la consola a estar conmigo.

-Es que yo quería jugar y estar contigo, así mataba a dos pájaros de un tiro. -dijo haciéndose a un lado para darle espacio al otro de que se sentara y también se tapara.

-Pues no podrán ser las dos cosas, sólo una, aunque bien puedo jugar contigo de otra forma.

-Sí y ya puedo imaginarme a que forma te refieres. -dijo sintiendo como el cuerpo del mayor se iba colocando lentamente sobre el de él, así que simplemente se dejó recostar, quedando aprisionado por Axel.

-Bien sabes que también lo quieres, es un muy buen ejercicio, ¿lo sabías?, también es una buena forma de relajarse, -dijo dándole un beso en los labios, uno corto, en el que incluyó una pequeña mordida.

-Y supongo que… lo que queremos es relajarnos ¿no es así?- preguntó  después de que se separara- au…- soltando una queja por la mordida que le había dado.

-¿Conoces una mejor manera de relajarte que está?- preguntaba mientras pasaba su mano por el torso del chico, por sobre la ropa.

-Puede haber muchas formas de hecho…

-¿Pero?

-Pero, creo que está es la que mejor se nos da.- Dijo abrazando al otro por el cuello, sintiendo como se acomodaba mejor entre sus piernas, lo curioso de la situación era que todavía estaban tapados por la cobija en un cierto intento de intimidad tal vez, uno que en la mente de ambos podría tratarse como patético, después de todo, no sería la primera vez que lo haría, tal vez si la tercera, pero no era la primera vez que se veían desnudos, al menos Axel podía asegurar y jurar a cualquiera que le preguntase, que conocía el cuerpo de Roxas palmo a palmo, desde el diminuto lunar que tenía en la parte de atrás de los muslos, hasta una pequeña cicatriz de un rasguño en la espalda, cerca del hombro.

Y Roxas podía decir lo mismo, pero su mayor triunfo había sido encontrar el tatuaje del mayor, ese número ocho en romano que estaba en su hombro, tal vez estaba muy a la vista pero por alguna razón Axel siempre lo ocultaba. Ese había sido de sus mayores logros, al igual que descubrir la marca de nacimiento del mayor, misma que estaba en uno de sus costados, al principio creyó que se trataba de una cicatriz también, pero Axel le había explicado que se trataba de una marca de nacimiento.

-Siempre va a ser la que mejor se nos de Roxas, ¿y sabes por qué?- preguntó comenzando a desabrocharle el pantalón, dándose su tiempo, sin prisas, después de todo iban a tener toda la noche para poder hacerlo las veces que quisieran, donde quisieran, como quisieran.

-¿Por qué?

-Porque al parecer, tú encajas muy bien debajo de mí.- dijo bajando a su cuello, besándolo, mordiéndolo un poco, dejando un pequeño chupetón, uno de varios que iba a dejar esa noche.

-Axel, puedo decirte que habrá varios que encajen con tu cuerpo, eres muy alto.

-Bueno, tal vez, pero a mí me gusta como encajas tú.

-Y a mí me gusta cómo me haces encajar contigo. - Comentó pasando sus manos por la espalda ajena, en una caricia lenta, igual de lenta que la que el mayor le estaba dando en las piernas, simple, dulce.

-Adoro hacerte encajar conmigo- dijo para volver a besarlo, subiendo sus manos por los muslos del chico, pasando por su pelvis, llegando a su abdomen, comenzando a subir la playera que todavía llevaba puesta.

- ¿Ésta vez… va a ser en el sillón? - preguntó cuándo pudieron separarse, alejando las manos del otro, levantándolas, dejando que le quitara la ropa.

-Primero voy a desnudarte en el sillón, después te llevaré a la cama, sólo porque no quiero que te mueras de frío aquí. - dijo bajando de nuevo a él, besándolo en el cuello, mordiendo de forma suave, comenzando a dejar marcas en el mismo.

-Que… considerado- contestó con una risa baja, seguido de algunos jadeos, eso era muy de Axel, una combinación extraña entre delicadeza y brutalidad al momento del sexo, lo sabía, una combinación rara.

-Yo siempre pequeño, ¿lo captas? - contestó bajando por su clavícula, dejando también marcas en ese sitio, descendiendo hasta llegar a sus pezones, mordiéndolos, besándolos, succionando, adoraba el hecho de poder hacer suyo a Roxas de todas las formas posibles, marcarlo por todo el cuerpo, como pudiese, como quisiese.

Descendió otro poco, centrándose en el abdomen del chico, mordiendo de forma juguetona, sintiendo como la respiración de Roxas se aceleraba, saber que él era el causante de eso era más que satisfactorio. Descendió de nuevo, llegando a la pelvis del menor, besando, para ese momento ya se encontraba debajo de la manta, sintiendo como Roxas batallaba por meter las manos, dejándolas sobre las propias, al menos iba “guiándole” o de eso trataba de convencerse el menor. De cualquier forma, cuando se encontró con el resorte de su ropa interior la tomo con sus dientes, comenzando a bajarlo. Quería que esa reconciliación fuese mejor que las anteriores, quería que Roxas dejase de pensar en sus hermanos por un momento, en todos los problemas que ellos significaban. Aunque después de unos segundos fue que comenzó a bajarla con las manos, notando la erección descarada del rubio, lo que le causo el soltar una risa baja, - ¿sólo con eso ya estás así? - preguntó tomando el miembro del chico entre sus manos, subiendo de nuevo, saliendo de debajo de la manta para ver mejor a Roxas.

-C-cállate… hoy lo hiciste de otra forma- dijo sonrojándose a causa del cometario, en cuanto sintió el movimiento de Axel él subió sus manos dejándolas cerca de su cabeza, sobre el cojín en el cual estaba recostado, arqueándose de forma sutil, o al menos eso aparentaba, a causa del movimiento que el mayor estaba haciendo en su intimidad, observándolo, dejando escapar todos los jadeos que en ese momento el otro provocaba.

- ¿Y no te ha gustado de esta otra forma? - preguntó inclinándose de nuevo, hablándole cerca de los labios, rozándolos, sin besarlo por completo, - a mí me encanta- el tono de voz empezó a bajar, siendo sólo un susurro, - me encanta como te ves de esta forma. - Seguía masturbándolo, subiendo y bajando la velocidad, sintiendo como el cuerpo bajo de él se estremecía, como se tensaba por momentos, como trataba de iniciar un beso, mismo que él le negaba. Se centró de nuevo en el cuello ajeno, besándolo, poniendo más esmero está vez, también detrás de la oreja, sonriendo de nuevo al sentir las piernas del otro rodearle la cintura.

-Axel… -llamó moviendo las manos, pasándolas de nuevo por la espalda del chico, guiándolas hacía su pecho, comenzando a desabrochar la camisa mientras él otro seguía entretenido en su cuello, quería desnudarlo, quería que él también quedara en sus mismas condiciones, quería verlo, quería sentirlo y ¡maldita sea!, el pelirrojo lo estaba provocando a más no poder.

-¿Quieres ir a la cama ahora? - preguntó en su oído deteniendo todo movimiento en el miembro del chico, no quería que se corriera todavía, iba a hacerlo sufrir otro poco.

-Ya te estas tardando en llevarme allá. - dijo maldiciendo por todo paro de movimiento, sentía que podría haberse corrido en cualquier momento con sólo las manos del mayor, sólo eso iba a ser más que suficiente.

-Entonces…. -decía mientras se ponía de pie, viendo mejor a Roxas que apenas sentirse totalmente descubierto tomo la manta para cubrirse de nuevo. Había una razón por la cual o lo hacían a oscuras o lo hacían “tapados”, Roxas todavía se ponía nervioso, ya no era igual que en la primera vez, pero todavía llegaba a sentir la necesidad de cubrirse cuando Axel lo desnudaba, podía llamarlo falta de confianza o simplemente nervios por la situación pero ese era un detalle que Axel había decidido respetar, aunque no por ello iba a dejarlo así, poco a poco, de forma muy sutil iba logrando que el chico se mostrase más. Tomó a Roxas con la manta cargándolo al estilo princesa, -vamos a llevarte a la cama.

-De haberlo hecho desde un inicio allá… no nos habríamos detenido.

-Y tú no estarías con ese problema entre las piernas ¿no?

-… también eso. – Comentó cubriendo parte de su rostro con la tela, esperando a que el mayor le dejara sobre la cama.

Apenas entrar a la habitación cerró las cortinas, después de haber dejado a Roxas sobre el colchón, acercándose de forma lenta a la cama, comenzando a quitarse la camisa y los pantalones, todo sin dejar de ver al menor, sonriéndole, -vamos, quítate eso- dijo comenzando a jalar la manta de forma lenta y suave, dejándole los hombros descubiertos, el torso, acercándose a él, besándolo de nuevo, haciendo que se fuera recostando en la cama, colocándose encima de él, volviendo a colocarse en medio de sus piernas, la manta había quedado a un lado paso sus manos de nuevo por los costados del menor, pasando a sus brazos, entrelazando sus manos; subiéndolas, dejándolas encima de su cabeza,  siguiendo con el beso, acomodándose mejor entre las piernas, dejando que la dureza de Roxas chocara contra la propia bajo su ropa interior, comenzando a moverse. Soltándole las manos tomándole de las caderas, levantándole un poco, haciendo que su erección quedara ahora por su trasero, rozando su entrada, simulando penetraciones.

-Haah… ahh…. Nghg…. Axel… ya…. Yo…- no podía pensar bien en que pedir, ni siquiera sabía bien que iba a pedir, sólo comenzó a mover su cadera, dejando que su cuerpo fuese quien hablara y le dijera lo que quería, lo que necesitaba.

Sonrió satisfecho al sentir que se movía por cuenta propia, no fue necesario más, con eso se deshizo de su ropa interior, acercándose a Roxas para hablarle al oído, -ya sabes lo que tienes que sacar- dijo dándole una mordida, viendo como el menor en ese momento giraba un poco para poder tomar el pequeño frasco que estaba a un lado de la cama, lubricante, ¿por qué?, porque Roxas consideraba extraño que Axel usase sus dedos y su saliva, prefería algo un poco más “higiénico”.

-Ten…- dijo tendiéndole la pequeña botella, abriendo un poco más sus piernas para poder tener bien a Axel en medio de ellas.

-Me gusta cuando te pones así- comentó divertido, quitándose la última prenda que le quedaba, comenzando a poner el lubricante en su mano, pasando sus dedos por la entrada del chico quien sólo se estremecía, se arqueaba un poco y soltaba jadeos bajos, -me encanta verte así, -porque ya se había acostumbrado a verlo en la noche y claro aunque estuvieran a oscuras todavía podía visualizarlo “bien”.

-Sólo cállate… y deja de desesperarme- pidió moviendo más las caderas, quería provocarlo, quería que entrara, quería llegar al punto clave de todo eso.

-Ya voy, ya voy, todavía de que te estoy elogiando- dijo introduciendo un primer dedo, moviéndolo de forma lenta, tomándose su tiempo para preparar al menor, sabía que eso le desesperaba, pero era esa desesperación la que causaba que en cuanto él estuviese dentro de Roxas se entregase por completo. Lo besaba por ratos, lo seguí acariciando con su mano libre, también lo masturbaba, dos dedos, tres, Roxas estaba entregándose por completo a eso, arqueando la espalda, levantando la cadera, pidiendo por más con sólo su cuerpo, estaba perdido en todo eso, sólo pensando en Axel, en su habitación, en ellos y en lo que estaban a punto de hacer. Cuando por fin sintió la hombría del otro abrirse paso en su interior fue una reacción algo salvaje, tomando las cobijas de la cama entre sus manos, apretándolas, ladeando un poco el rostro, pero viendo al mayor cuando le obligó girando su rostro, abriendo la boca, recibiendo de nuevo otro beso, sintiendo como los dejaba unidos sólo un hilillo de saliva, moviéndose por su cuenta, poniendo presión en su entrada, abrazándole, acariciándolo también, echado la cabeza hacía atrás por momentos, sintiéndose llegar al orgasmo después de algunas embestidas, sintiendo todavía el movimiento del otro, el vaivén que iba cada vez con mayor fuerza. Gemidos, jadeos, besos, mordidas, chupetones, de esos en específico había demasiados, incluso el movimiento de la cama, el sonido que le acompañaba, apresar más la cintura del mayor con sus piernas, sentir como le llenaba con su esencia. Jadeando, estirando los brazos, rodeándolo, manteniéndolo sobre de él. Una noche demasiado movida, una noche que le había permitido olvidarse de todo, de sus peleas, de sus problemas, de sus hermanos, de todo… sólo eran Axel y él en ese momento. Y no podía pedir algo mejor.

..._____________________________________________________…

 

Si logra dar con el objetivo será totalmente afortunado, sólo le damos una recomendación, no quiera apresurar las cosas, no quiera utilizar esta arma para el inicio de todo, planee bien su estrategia, podrá dar un golpe por demás certero si avanza y actúa con inteligencia.

Paso 6: Completado.

Notas finales:

Y con eso termino mi maratón de seis capítulos en un día, al menos para la próxima semana, a eso de mitad de semana o antes estaré subiendo el siguiente, iré teniendo más control con las actualizaciones, lo prometo. 


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