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Alma, corazón y vida. (Boku no Hero Academia, Kiribaku/bakushima) por Sioa Shun

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Ushuaia, Tierra del fuego. Argentina. Lunes 13 de Abril del 2020.

Alma, corazón y vida.

capítulo 4: Fuertes declaraciones.

by Sioa Shun Uchiha-san

-Será genial que trabajemos juntas, seguro hasta que te adaptes a como funcionan las cosas en la agencia te harán patrullar con un compañero, así que podría hablar con Best Jeanist para que te designe conmigo, suele tomar en cuenta lo que los héroes le sugerimos.- Comentó alegremente Mina mientras dejaba a un lado su bolso, sentada enfrente de Nerea en la mesa del neko café.

-Si, eso sería genial, las cosas aquí parece manejarse algo diferente que en mi país por lo que he estado viendo.- Comentó encogiéndose apenas de hombros mientras se quitaba el incómodo saco de su traje para sentirse más a gusto dejándolo en la silla tras ella.

-Te adaptaras rápido, no te preocupes Nerea-kun. - Comentó sonriente la de piel rosa. -Mañana hablaré entonces con Best Jeanist-san, me alegraría tener una compañera a veces los patrullajes sola son un aburrimiento terrible.

-Si, te entiendo, puede ser muy aburrido cuando todo está tranquilo, no es que quiera que un villano cause estragos, me agrada la paz pero ¿Me entiendes no? La hora pasa más rápido cuando tienes algo que hacer. - Comentó divertida la pelirroja y ambas rieron mientras revisaban la carta de la confitería.

-¿Y cómo resulta convivir con el duo dinamita? Dime que esos dos tontos están trantandote bien.

-Bueno un día de estos van a matarme de un infarto, son muy ruidosos.- Comentó divertida la pelirroja, soltando una leve carcajada. -Todos los días me despierto con los gritos de Katsuki, un día me voy a levantar de mal humor en serio y los voy a matar.- Dijo soltando un largo resoplido molesto.

-Si, esos dos tienen muchisima energía, no se de donde la sacan, por lo general después del trabajo lo único que quiero hacer es acostarme y desmayarme por un par de días pero esos dos hasta entrenan todos los días. - Comentó casi indignada por la inhumana cantidad de stamina que tenían sus amigos.

-¿Tu no entrenas todos los días?- Preguntó algo sorprendida. -Yo si que lo hago, digo, no quiero oxidarme.

-¿En serio? Nerea-kun es importante descansar también ya trabajamos todos los días, no hace falta excederse, entreno tres veces a la semana. - Comentó la heroína con una sonrisa divertida. -Aunque bueno, en realidad es porque soy muy vaga, si sé que tendría que entrenar todos los días pero es que me cansa demasiado. - La latina no pudo evitar estallar en carcajadas y asentir.

-Te entiendo, no te preocupes.- Contestó distraídamente girándose luego a sonreirle a la camarera que se había aproximado para tomar el pedido de ambas y ordenó un café con un par de dangos, escuchando que su compañera pedía un licuado de frutas con crema, sin embargo la mirada de la moza estaba poniéndola nerviosa, sus ojos la estaban escrutandola con demasiada insistencia pero finalmente se alejó haciendo que ella soltara un suspiro de alivio. -¿Por qué me miraba así?

-Debe ser fan de Bakugo.- Comentó la mujer frente a ella mientras se encogía de hombros. -Ya sabes, la noticia de esta mañana, debe haberte reconocido por la foto.

La puta madre, casi olvido eso!- Dijo llevándose una mano a la frente, autogolpeandose suavemente. -Mina por favor espero que no hayas creído en todo eso, entre Katsuki y yo no hay nada ni remotamente parecido a una relación romántica y tampoco fue mi amante.

-Tarde o temprano tendrás que enfrentar a la prensa porque seguramente van a ir tras de ti. - Habló Ashido con tono tranquilo y llevó pensativa un dedo al borde de su boca. -La verdad si pensé que era cierto, pero hablé con Bakugo y me dijo que no era verdad, asique no te preocupes, pero creeme que las fans de Ground Zero te van a odiar. - Comentó risueña. -Bakugo está entre los solteros más codiciados del país.

-Me imagino que si, el desgraciado es muy atractivo.- Admitió divertida la pelirroja. -Y la verdad no quiero saber nada con la prensa, estoy feliz por haber conseguido el trabajo pero ¿Sabes? Viajaría de regreso a Argentina solo para asesinar a mi ex.

-¿Volcano, cierto?- Comentó Mina mientras la miraba curiosa. -¿Era cierta esa parte del reportaje? ¿Él te engañó? - Preguntó con tono más suave, tratando de tener todo el tacto posible.

-Si, es cierto eso.- Admitió asintiendo con su cabeza. -Hace tres meses un programa amarillista sacó todo un reportaje con más de diez mujeres que se habían acostado con él y respaldaron toda su historia con fotos y videos más fiables que solo el testimonio de las chicas. - Alegó con el ceño fruncido. -Así que terminamos.

-Lo siento mucho, Nerea-kun, el tipo es un bastardo.- Comentó con cierta indignación. -Además, eso de correr a la prensa para inventar un romance entre tu y Bakugo… tiene mucha suerte de estar en otro continente o ya lo habrían hecho volar en tantos pedazos que ni su madre lo reconocería.

-Si bueno, no es como si mis amigos no quisieran matarlo allá, lo que me recuerda que debería llamarlos para calmarlos un poco, me enteré de este escándalo en la oficina de Best Jeanist-san, espero que mis amigos no hayan hecho ninguna locura, ni mi tío.- Murmuró casi con un tic nervioso en su ojo derecho, tenía miedo de tomar su teléfono y encontrarse con las llamadas perdidas y mensajes de sus allegados.

-Es tan triste.- Comentó Mina con aire un poco ausente. -Digo, en el reportaje mencionaron que llevaban seis años juntos y que estaban comprometidos, enterarte de las infidelidades en una situación así debió ser horrible, mi ex tambien me engañó pero no llevábamos ni un año juntos y no estábamos en nada realmente tan serio y aun así me sentí morir. - Recordó la mujer cerrando sus ojos antes de fruncir su boca en una mueca molesta. -Los hombres son todos unos bastardos, quiero tener novio pero recordar que son una mierda me hace sentir feliz de estar soltera.

-Bueno no todos los hombres son una mierda, además, si, lo de las infidelidades causó que nos separaramos pero eso solo fue la gota que rebalsó el vaso, en realidad las cosas ya no estaban bien entre nosotros.- Admitió resignada agradeciendo cuando frente a ella la moza dejó su pedido y el de Mina antes de retirarse y tomó la tasa para dar un trago a su café. -En realidad todo esto solo me dio el valor de terminar algo que de todos modos parecía que ya no iba a tener un futuro, lo prefiero así, si me hubiera casado con él las cosas serían aún más complicadas.

-Admirable que aun puedas afirmar que no todos los hombres son una mierda en esta situación, yo pasé dos meses ahogándome en helado y mandando al diablo a todo hombre que me cruzaba. - Bromeó entretenida apoyando el codo en la mesa para luego llevar la mano a su mejilla para sostener su rostro con una sonrisa.

-¡Así estuve el primer mes también! - Admitió entre risas mientras se encogía de hombros. -Pero llevo viviendo casi tres días con Kirishima Eijiro. la prueba de que todavía quedan hombres que valen la pena. - Bromeó mientras bebía un poco más de café.

-Ay no, no vayas ahí.- Alertó Alien Queen de manera exagerada mientras bebía su licuado. -Creeme, no entres ahí, Ei es un encanto de chico pero no estas en su target.

Ahora sí riendo a carcajadas la argentina negó con su cabeza. -Solo bromeaba, Mina, no me interesa Eijiro de esa manera además apenas lo conozco. - Le recordó divertida. -Pero no sé si no debería sentirme ofendida sobre "no entrar en su target"

-¡Rayos, eso sonó muy mal! No me refería a eso Nerea-kun. - Alegó con gesto algo culpable pero se relajó al ver que su acompañante movía una de sus manos con ademán relajado, restándole importancia al asunto. -Pensé que hablabas en serio, Ei es muy popular así que no habría sido raro que te interesaras en él, solo quería advertirte porque bueno, recien sales de una decepción amorosa.

-Justamente, recien salgo de la peor ruptura de mi vida, la verdad que meterme a tener citas es lo último que quiero hacer ahora. - Admitió la pelirrojo con desgana. -Solo quiero enfocarme en mi carrera, aun tengo mucho que hacer, tendré que presentar mi renuncia en la agencia para la que trabajo y planear una mudanza en cuanto pueda, también tengo que buscar departamento…- Enumeró pensativa.

-Bueno, por ahora concentrémonos en celebrar que obtuviste el puesto.- La alentó la muchacha de piel rosada. -Puedo ayudarte a buscar un departamento, conozco un par de inmobiliarias.

-Gracias Mina, eres muy amable. - Aceptó gustosa. -Pero volviendo al tema, necesito preguntar ¿Por qué tanta necesidad de espantarme con respecto a Eijiro?

-Ah, eso, bueno, no intentaba decir que eres fea o desagradable, sólo que a él no le gustan las mujeres. - Explicó encogiéndose de hombros. -Y siempre se pone muy mal cuando alguna mujer se le insinúa o coquetea, el tonto se pone incómodo y luego se siente mal por rechazarlas.

-Si, suena un algo que haría él, es demasiado bueno.- Comentó riendo divertida pero la tensión en el rostro de su nueva amiga la distrajo y volvió a mostrar un semblante más serio. -¿Qué ocurre, Mina?

-Que quizás no debí decirte eso.- Admitió ella soltando un largo suspiro derrotado, odiandose a si misma por su larga lengua y su tendencia a hablar de más cuando estaba cómoda. -Eijiro aún no sale del closet por decirlo de alguna forma, es muy reservado respecto a ello, yo lo sé porque… porque llegué al lugar correcto en el momento equivocado ¿entiendes? Por favor, Nerea-kun, no lo menciones.

Eso explicaba algunas cosas y un resoplido de molestia escapó de sus labios mientras fruncía un poco el ceño ¿En serio? ¿A ésta altura del partido había personas que tenían que ocultar tanto su orientación sexual? -Tranquila, Mina, no diré nada y lo entiendo, sigo pensando que es un idiota por esconderse como si que le gustaran los tipos fuera un delito, pero puedo entenderlo, no voy a decir nada.

La japonesa parpadeó un par de veces antes de sonreír ampliamente. -Que bueno que no soy la unica que cree que es un idiota, le he dicho varias veces que no debería preocuparse por algo como eso, digo a sus amigos nos importa poco a quien ame mientras no lo lastimen.

-Bueno, pero si es un cabeza dura entonces no hay nada que hacer al respecto.- Admitió finalmente con un resoplido.

-No sabes lo cabeza dura que puede ser, ni siquiera le ha contado a Bakugo ¡Es su mejor amigo, por Dios!- Protestó indignada.-Pero Bakugo es tan dolorosamente heterosexual que Kiri insiste en que Bakugo podría despreciarlo o hasta echarlo de la casa, no le entra en la cabeza que Bakugo quiera vivir con un homosexual, aunque ese homosexual sea él.

Esta vez Herrera se quedó boquiabierta por aquellas palabras y ladeó su cabeza. -¿Katsuki dolorosamente heterosexual? ¿Me estas jodiendo? - Preguntó dejándose llevar por un impulso. -¡Si el es heterosexual entonces yo soy la reina de Inglaterra! Y de todos modos aunque no fuera gay, Katsuki no es tan imbécil como para despreciar a nadie por su orientación sexual, hay que tener mierda en la cabeza para pensar así y aunque me duela admitirlo él si tiene cerebro y sabe usarlo.

Mina era ahora quien la miraba boquiabierta. -Wow espera, entonces ¿Bakugo es gay?

-Si.- Contestó la pelirroja como si fuera algo obvio. -¿Es que no lo sabías? No es como si él realmente ocultara las cosas.

-Nunca nos lo dijo, aunque bueno, él es muy reservado con su vida privada incluso con nosotros que somos su amigos.- Admitió pensativa la chica. -Lo conozco desde los quince años y nunca nos ha hablado de nadie que le gustara o hemos conocida a ninguna de sus parejas, o si quiera nos contó de alguna cita que haya tenido.

-Bueno, si, es reservado, ahora que lo mencionas me costó muchisimo sacarle algo de información de su vida, a ese hombre hay que torturarlo hasta para que te diga su fecha de cumpleaños. - Con calma tomó uno de los dangos para llevarlos a su boca y sonrió ladina.

-¡Ay me siento traicionada porque no me lo haya contado! ¿Qué les pasa a esos dos? ¡¿Por qué tiene que ser tan anormales?! ¿Es que no pueden hablar con sus amigos como cualquier persona?

Riendo a carcajadas la colorada negó con su cabeza. -Claramente no, ninguno de los dos es muy normal que digamos, pero nos guste o no, los queremos ¿Cierto?

-Desgraciadamente, creo que necesito amigos nuevos.- Comentó entre risas la heroína loca.

-Soy Nerea, un gusto conocerte.- Bromeó ella extendiendo su mano y ambas volvieron a reír alegremente.

-¡AY, es Ground Zero! ¡Sube el Volumen Nanami-chan! - El grito emocionado de una de las meseras atrajo la atención de dos mujeres a la pantalla de televisión que estaba empotrada en una de las paredes del local no muy lejos de ellas y la mesera que estaba tras la barra parecía haberse casi lanzado tras esta emergiendo pocos segundos después casi desesperado con un control remoto en la mano, subiendo el volumen para que ellas y todos los clientes de la confitería pudieran escuchar.

Se podía ver a un reportero que anunciaba al estudio que había encontrado al héroe número cinco de japón durante sus patrullajes y que iban a acercarse para hablar con él, viendo de fondo la fornida espalda del rubio que avanzaba ignorando deliberadamente o no al periodista.

-¡Ground Zero-san!- Gritó acercándose a él con el camarógrafo siguiéndolo a su lado. -Quería hacerle unas preguntas ¿Tiene un momento?

-Bueno, parece que las cosas no cambian, los periodistas son buitres acá y en Argentina.- Comentó la pelirrojo rodando los ojos, a su manera de ver el hombre ese estaba acosando a Bakugo, la fastidiaba muchísimo que por el solo hecho de ser héroes o personas públicas los periodistas se cagaban en el derecho a la privacidad bajo el escudo de la libre prensa y la libertad de expresión.

-¡Shhh! - El chitar había venido desde varios otros clientes, las meseras y la propia heroína frente a ella, así que resignada se silencio mientras veía al rubio enfrentar al reportero con una mirada tan amenazante que le resultó gracioso que el entrevistador tambaleara un poco antes de retroceder.

-¡Ay su mirada es tan…! ¡Tan...! ¡Ahh…! - El suspiro enamorado de la empleada que había llevado su café casi la hizo reír mientras la veía llevando las dos manos a su rostro totalmente "enamorada".

-¡Estoy trabajando!- Contestó con agresividad contenida el héroe mientras detenía su andar. -Si quiere una entrevista conmigo, hablé con la agencia.

-Por favor, Ground Zero-san ¿No tiene ninguna declaración respecto a su relación con Corazón-san? ¿Es cierto que ella se encuentra en el país? - Insistió el reportero casi empujando el micrófono contra el rostro del héroe profesional que tenía una ceja titilando de enojo y la boca fruncida en una mueca de infinito odio.

Nerea suspiró, rogando internamente que Katsuki tuviera la bastante paciencia como para no hacer explotar al reportero, por lo que veía el rubio se estaba conteniendo con todas sus fuerza para no matar al civil que lo interrogaba y se acomodó un poco en su silla al percibir la mirada de desprecio que la mesera le estaba dando, o quizás debía decir que esa era una mirada de envidia, de todos modos no era agradable.

Bakugo cerró sus ojos por unos pocos segundos contando interiormente hasta dos millones para no descargar su ira en el insecto jodidamente molesto que tenía en frente, apretando con dos dedos enguantados de su mano derecha el puente de su nariz. -Escúchame bien, imbécil.- Habló con voz arrastrada, ignorando el estremecimiento del reportero que retrocedió un paso para resguardar su integridad física. -Tengo un par de declaraciones que hacer. - Aseveró retirando la mano de su cara y apuntó a la camara. -¡Volcano, ruega al Dios en el que creas para que nunca tenga que verte a la cara de nuevo, porque si nos encontramos voy a despedazarte en tantos pedazos que nadie podría reconocerte! ¡Una basura como tu no puede llamarse héroe, ni mucho menos hombre! ¡Voy a hacer que te arrepientas de meterme en este despropósito, considérate hombre muerto!

Nuevos suspiros y exclamaciones de fangirl cortaron el aire de la confitería y Nerea se golpeó toda la cara con la palma de su mano totalmente frustrada ¡Una amenaza! ¿En serio Katsuki era tan imbécil para amenazar a otro héroe!

-Dios, dame paciencia, porque si me das fuerza le voy a llenar el culo de tantas patadas que va a abrir una zapatería en su sanja. - Murmuró para sí misma la mujer entre gruñidos.

El reportero, claramente intimidado pero emocionado por las bélicas declaraciones del héroe volvió a llevar el micrófono en su dirección para hablar. -¿Entonces usted y la señorita corazón están en una relación? ¿Es cierto que llevan dos años juntos? ¿Es por eso que todas las mujeres que dijeron ser su pareja fueron simples fiascos?

Bakugo sentía sus dos manos chispear, quería explotar al reportero y al camarógrafo, ya lo tenían harto, total y completamente harto, y estirando su brazo le arrebató al hombre el micrófono de forma violenta y volvió a ver a la cámara. -¡Ripper y yo somos jodidos amigos!- Gritó al micrófono mientras enseñaba el dedo medio de su mano izquierda al cámara. -¡Y dejen de inventar mierdas sobre mí! ¡Y si van a hacerlo, malditos desgraciados, al menos haganlo creíble!- Insultó con descaro sacando la lengua. -¡A mi me gustan los putos hombres, asique al diablo con todas ustedes, calentonas de mierda! - Tras sus palabras arrojó el micrófono a la cabeza del reportero girándose sobre sus talones para seguir caminando. -¡DÉJENME EN PAZ!

El entrevistador tuvo que hacer un par de malabares para no dejar caer el micrófono demasiado impactado mientras el cámara lo enfocaba a él con la silueta del explosivo héroe alejándose de fondo y haciendole señas para que continuara el reportaje, el pobre sujeto solo carraspeó mientras miraba a la camara. -Bueno esas han sido las declaraciones de Ground Zero-san ¡Al parecer Bakugo Katsuki, más conocido como Ground Zero es gay!¡Lo escucharon aquí! ¡La primicia es nuestra!

En la confitería las mujeres soltaron un ofuscado grito y en todas las mesas se discutía sobre si aquello podría ser verdad o no, la mesera que estaba a cargo de la mesa de las heroínas estaba sonrojada e incrédula, mientras tanto Nerea había estallado en carcajadas en su lugar junto a Mina, ambas sentían que hasta era imposible respirar, boqueaban mientras intentaban decirse algo pero volvían a reírse hasta que lágrimas caían de sus ojos por el esfuerzo, sintiendo las mejillas entumecidas y un ligero dolor de panza.

-¡Dios! ¡Vaya manera explosiva de salir del closet!- Logró pronunciar finalmente Mina intentado calmarse un poco. -¡Tan Bakugo! ¡Uy esto será divertido! ¡Los medios se van a volver locos!

-¿Solo los medios? Espero que Katsuki se arme de paciencia porque ahora si que lo van a acosar los reporteros y creo que le costó dos vidas no hacer volar por los aires al que lo acaba de entrevistar. - Comentó risueña la pelirroja. -Pero dijo algo curioso ¿Suele tener muchos problemas con mujeres que lo acosan?

-¡Si! - Contestó Mina con diversión. -Al menos una vez al mes sale alguna loca diciendo que se acostó con él o que él la usó, o que es su pareja, tu sabes, los fans a veces son muy problemáticos, tuve uno que descubrió dónde vivía y se paraba en mi jardín a esperar a que pasara por las ventanas. -Explicó Mina con un gesto de disgusto mezclado con incomodidad. -A Deku y Shoto también les pasa mucho, a Shoto aun más seguido que a Deku y Bakugo.

-Bien, creo que estoy feliz de no tener fans.- Comentó la pelirroja con incomodidad. -Mi quirk asusta a la gente, asique no soy lo que se llama popular pero escuchando esto, la verdad que prefiero no serlo.

-.-.-.-.-.-

Kirishima aun miraba la pantalla del televisor, vistiendo solo sus bermudas mientras tenía la mano congelada con sobre la toalla que estaba usando para secar su cabello. Veía sin ver y sin escuchar realmente como los panelistas del programa armaban teorías y compartían opiniones sobre las declaraciones de su mejor amigo.

¿Bakugo era gay? ¿Era en serio? Bakugo era muchas cosas, tenía un carácter del diablo, era imposible hacerle confesar sus buenos sentimientos por alguien, como admitir que alguien era su amigo o cuando se sentía agradecido por algo, si, era mucho menos explosivo que cuando adolescente y su boca bastante más atrevida que en esa época, los años le habían enseñado muchos insultos nuevos y en al menos tres idiomas, era un neurótico de cuidado con muchas cosas además de la limpieza y un jodido sádico que adoraba hacer bromas a veces de muy mal gusto gracias a su retorcido sentido del humor pero no era un mentiroso.

Sabía que el rubio tenía una tolerancia muy limitada para con los periodistas, aunque había hecho varias entrevistas de manera casi civilizada, sin embargo ser abordado de esa forma era una de las cosas que el hombre más detestaba y por lo general estas cortas notas terminaban con Bakugo mandando a la mierda al reportero, pero nunca era tan descuidado para soltar algo personal de él, pocas cosas eran las que él había revelado de su vida a la prensa para el disfrute de su vasto fandom y no sabía si esa confesión había sido solo para que lo dejarán en paz, o si realmente había querido decir eso.

¿Ahora que hacía? Una parte de él no podía dejar de admirar lo masculino y determinado que había sonado al admitirse homosexual para todo el país y el mundo, sin dudas una vez más Bakugo limpiaba el suelo con su cara al ser capaz de decir algo así para que quedara registrado para la posteridad cuando él ni siquiera era capaz de admitir eso para sus amigos más cercanos y otra parte de él se sentía molesta porque el rubio nunca le hubiera comentado de sus gustos, aunque en realidad él tampoco lo había hecho y sería hipócrita de su parte plantear una escena respecto a eso.

La única persona que sabía que era gay era Mina, además claro de los discretos amantes que había tenido a lo largo de los años, nunca formalizando una relación con ninguno de ellos. La cuestión es que ni siquiera Mina, su mejor amiga, sabía sobre eso porque él se lo hubiera contado más bien fue un accidente.

Fue después de graduarse, en esos primeros meses en los que aún vivía con sus padres antes de mudarse con él rubio, un fin de semana en el que milagrosamente concedió su día libre un sábado junto con su fecha de cobro, asique había decidido salir.

Había bebido más de lo que su cuerpo podía procesar y había estado coqueteando la mitad de la noche con un chico en la barra del bar, habían compartido tragos y bailando juntos, manteniendo una distancia prudente y una charla fluida que los hacía ver casi como dos amigos ante los ojos curiosos, pero con sus sentidos nublado por el alcohol, había terminado por invitar al chico a la zona apartada y oscura detrás del bar, antes de la zona de los baños y allí contra la pared más alejada dieron ambos algo de rienda suelta a su pasión, se habían besado y manoseado hasta que la voz sedosa del extraño le susurró al oído la invitación de ir a su departamento y él aceptó.

A la mañana siguiente, luego de un desayuno algo incómodo y que el extraño le prometiera su silencio respecto a la breve aventura, salió de su departamento con andar aletargado por el terrible dolor de cabeza y malestar estomacal que lo acosaba, fue entonces cuando le llegó el mensaje de Mina, era una foto de él, de espaldas, notándose claramente a pesar de lo obscuro y movido de la imagen que estaba besándose con alguien que claramente tenía un cuerpo muy tosco como para ser una dama.

Aún recordaba cómo su alma cayó a sus pies mientras contemplaba esa evidencia irrefutable de su pecado nocturno, todo él vibro de horror hasta que un corto mensaje llegó tras la foto "Alguién tuvo suerte anoche ¿Eh? Iba a saludarte pero te vi muy ocupado."

En ese momento no sabía que hacer, la desesperación lo embargo y lo primero que atinó a hacer fue llamar a la heroína para exigirle hablar sobre aquello luego de interrogarla por si le había mencionado el incidente a alguien. Se había encontrado a las pocas horas con la chica en una cafetería poco concurrida, una gran parte de él estaba demasiado aliviada de que Mina reaccionara tan naturalmente al asunto, es más casi habían discutido cuando la chica alegó sentirse insultada porque el pelirrojo pensará que ella, de todas las personas, iba a usar algo como eso en su contra o que tan siquiera se iba a sentir personalmente ofendida por su orientación sexual.

La charla se había alargado, Mina se había enojado con él cuando le había exigido silencio, como si la chica en lugar de encontrarlo con un simple amante lo hubiera descubierto escondiendo un cadáver, claramente su mejor amiga no estaba nada feliz con su decisión de mantener aquello en secreto, pero logró calmarla al poner de excusa primordial que recién estaban empezando sus verdaderas carreras profesionales y lo último que quería era desatar escándalo o polémica en sus primeros meses como Red Riot.

La verdad no era exactamente esa.

Con andar ausente se sentó en el sofá del living y dejó la toalla húmeda con la que había secado sus cabellos sobre el respaldar a su costado, y apoyó ambos codos en sus rodillas para cubrir su rostro con sus manos.

Odiaba esa parte insegura de sí mismo que tanto se había esforzado por erradicar de su sistema, esa que pese a estar mucho más controlada seguía estando ahí. Él se había jurado a si mismo que sería un hombre de verdad, un verdadero caballero que viviría una vida sin arrepentimientos y sabía que esconder su homosexualidad bajo la alfombra donde nadie pudiera verla era algo más propio de un cobarde que de un hombre, pero tenía miedo, un miedo demasiado grande para manejarlo.

Mina muchas veces le había dicho que fuera abierto al respecto, al menos con sus amigos y familia, que nadie iba a juzgarlo, o al menos, le había pedido que se lo dijera a Bakugo cuando ambos comenzaron a vivir juntos. Los planteos de la heroína eran muy lógicos, ella le había dicho que Bakugo era su mejor amigo, que nunca lo despreciaría por algo así, que él no era ese tipo de persona y aunque él lo sabía y lo sabía mejor que nadie, el miedo seguía siendo más fuerte que él. Mina le había preguntado "¿Qué harás si alguna vez tienes un novio? ¿No lo llevaras a tu departamento solo porque no quieres que exista la posibilidad de que Bakugo los vea? Eso es muy injusto para la otra persona, que la tengas encendida, que no le presentes a tus amigos o a tu familia solo porque no quieres admitir algo tan tonto como que te gusta alguien de tu mismo sexo, Kirishima eres más valiente que esto."

Aquellos regaños le dolían, le dolían profundamente porque sabía que eran ciertos, sus palabras estaban cargadas de dolorosa verdad. Él nunca había tenido una pareja en gran parte por ese motivo, porque él sabía que no podía pedirle a alguien que se escondiera en las sombras en las que estaba él, viviendo una realidad puertas para adentro pero otra mucha más dolorosa de puertas para afuera, por eso las aventuras de una noche o el sexo sin compromiso era lo único que tenía en su vida amorosa, y por otra parte y en realidad la más importa es que tenía otro secreto que él creía muy bien guardado.

Estaba enamorado, profunda, total, completa y locamente enamorado.

Fue por ese primer amor que descubrió o mejor dicho aceptó su homosexualidad.

Desde su segundo año en la U.A que estaba perdidamente enamorado de Bakugo Katsuki y desde el primer momento en que lo admitió para si mismo también asumió que nunca iba a ser correspondido, decidido a cargar con esa cruz porque prefería ese dolor a tirar una preciosa amistad a la basura gracias a un rechazo inevitable que preferia no enfrentar. Sabía que Bakugo no iba a corresponderle, pero no quería escucharlo directamente de él.

Ahora mismo estaba en un problema, porque una pequeña pero muy ruidosa parte de él estaba inquieta y rebosante de esperanza al saber que el objeto de sus afectos estaba en la misma página que él, tenía sus mismos gustos, pero aun así eso no quería decir que sus sentimientos fueran recíprocos.

Y aun había un detalle.

Kirishima sabía, al menos en su parte racional, que sus amigos no iban a juzgarlo y tampoco iban a hacer un lido de ese asunto, a lo mucho Sero y Kaminari iban a encontrar la forma de meterlo en algún problema, como meterlo en un bar gay con un cartel en el pecho que dijera "soltero y disponible" para conseguirle un novio, los creía jodidamente capaces de hacer una cosa como esa, pero su familia era un punto a parte.

Ese era el verdadero motivo de sus miedos.

Cuando era chico, él solía frecuentar a la familia de su padre, visitaba a su abuela y a sus tíos, pero un día eso se terminó, un día simplemente todo se fue al caño, y recuerda con dolorosa claridad lo que pasó ese día.

El estaba jugando en el salón mientras los adultos conversaban y tomaban un té luego del almuerzo pero entonces comenzó una discusión, su tío favorito, él hermano menor de su padre acababa de llegar con un amigo, o al menos su infantil mente pensó que se trataba de un amigo, en su inocencia esas manos juntas no le habían parecido símbolo de nada más y nada menos que una gran amistad.

No supo exactamente qué pasó pero todos los adultos comenzaron a gritarse, su abuela lloraban sin razón aparente y su madre lo tomó en brazos para llevarlo fuera de la casa luego de juntar apresuradamente sus cosas.

Él le había preguntado a su progenitora que ocurría mientras ella le ponía los cinturones de seguridad en el asiento de atrás y ella solo había contestado un "Es cosas de adultos, Ei, no te preocupes, papá ya viene." Luego de eso no supo cuánto tiempo pasó hasta que su padre apareció con el rostro desfigurado en una mueca furibunda que lo asustó, y luego se subió al auto dando un portazo.

Luego de eso, nunca más volvió a ver a su tío, no volvieron a ir a casa de su abuela, no supo más de la familia de su padre, y cuando él preguntaba a su madre ella solo le decía que eran cosas de grandes, que ya todo iba a arreglarse, pero las cosas nunca se arreglaron y él dejó de preguntar sobre su familia paterna con el correr de los años, es más estaba seguro de que difícilmente reconocería a alguien de ese lado de la familia si llegara a cruzarlos y no fue hasta que fue adolescente y se descubrió mirando de más el cuerpo de Bakugo en los vestuarios que entendió realmente lo que había pasado ese día.

Había luchado consigo mismo y mucho al darse cuenta que poco o nada le interesaba hablar de mujeres, que el porno no le provocaba nada más que una mezcla entre la incomodidad y el desagrado, que las revistas lascivas que Sero y Kaminari le mostraban en sus años de estudiantes o incluso hoy en día no le movían un cabello, el hecho de que aunque sus compañeras de escuela le parecían bonitas no despertaban interés ninguno en él, cuando empezó a darse cuenta que a él definitivamente le gustaba lo masculino en más de un sentido fue como si lo hubiera arrojado desnudo entre los glaciares de siberia. Había intentado realmente interesarse en las mujeres, les seguía el juego a sus amigos cuando hablaban sobre ellas, cuando discutían sobre quién de las chicas era más bonita o sobre lo difícil que era concentrarse en una clase de MIdnight cuando ella usaba ese provocativo traje de héroe pero todo sobre eso se sentía mal, se sentía incómodo, se sentía fuera de lugar y forzado.

Todo explotó en él a mediados de su segundo año en la UA, él ya llevaba demasiado tiempo cuestionandose a si mismo demasiadas cosas y teniendo más el empeño del que debería en que no se le fueran los ojos dentro del vestidor, porque si, el cuerpo de Deku, el de Todoroki y sobre todo el de Bakugo llamaban su atención en maneras que no deberían, además de que cada vez se sentía más contrariado por lo que sentía al estar con Bakugo todo el tiempo, quería creer que todo lo que el rubio despertaba en él era una profunda y fuerte amistad entre dos hombres, pero más de una vez se había encontrado a si mismo viéndolo dormir totalmente como si aquello fuera lo más entretenido del universo cuando se quedaban hasta tarde en el cuarto de alguno de los dos y el explosivo chico terminaba por sucumbir al cansancio, sabía que cada vez se volvía más descaradamente táctil con el chico porque solo poner su brazo sobre su hombro ya no era suficiente, quería poder tocarlo más, todas esas cosas que ocupaban su mente encontraron su respuesta una noche cualquier en que las chicas habían acaparado la zona de la sala, todas estaban charlando en pijamas y vistiendo sus pijamas rodeadas de maquillaje y chucherias. El no quería terminar metido en ese grupete pero antes de que pudiera inventar una excusa para irse, Mina lo había arrastrado del brazo para unirlo al grupo alegando que necesitaban la opinión de un hombre sobre algo muy importante y que él era el indicado.

Aún recuerda lo incómodo que se puso cuando comenzaron a preguntarle tonterías sobre si a los hombres le gustaban más las chicas maquilladas o al natural, o sobre si era mejor ir más atrevida a una primera cita o solo jugar a la inocente, se sentía acorralado por todos los ángulos mientras las chicas lo acribillaban a interrogantes asique tuvo que agarrarse de lo que había escuchado decir a sus amigos y compañeros, porque él estaba más perdido que perro en cancha de bochas respecto a todo eso, y cuando se le ocurrió cuestionar a él a ellas porque necesitaban saber todo eso, la primera respuesta que obtuvo fue Uraraka cubriendo su rostro con ambas manos para luego comenzar a flotar por encimas de sus cabezas por toda la sala de estar, la chica iba a tener su primera cita con un chico de tercer año y la pobre estaba muy insegura respecto a ello, pues a ella no le gustaba realmente el chico, pero por la presión de sus amigas había aceptado salir con él.

Entonces comenzó la charla en la que él pasó a ser solo un oyente, todas habían comenzado a hablar sobre el chico que les gustaba, o de cómo les gustaría sentirse respecto a ese chico aun imaginario en algunos casos, comenzaron a hablar sobre lo que sería estar enamorada y al escucharlas fue como si las desordenadas piezas del rompecabezas de su mente finalmente encajaran. Esa fue la primera vez en que la frase "me gusta Bakugo" se instaló en su cabeza.

Kirishima ni siquiera sabía en qué momento había terminado acostado en el sofá con sus manos aún sobre su rostro, sus pensamientos estaban demasiado desordenados y estaban rondando temas demasiado complicados y que no se sentía con la capacidad de enfrentar en ese momento.

¿Por qué la declaración de su mejor amigo tenía que remover tanto dentro de él? No estaba seguro ni siquiera de cómo se supone que debería enfrentar al rubio cuando él estaba hecho un manojo de cosas en si mismo, las descuidadas palabras del héroe explosivo habían parecido apretar el botón de autodestrucción de su cerebro. Tener un mental breakdown frente a su mejor amigo no era la mejor forma de enfrentarlo después de algo así.

Además nuevamente sus turnos de trabajo coincidían al menos durante cuatro horas y aunque sus zonas de patrullaje no eran exactamente las mismas tenían ciertas coincidencias, asique la posibilidad de encontrarlo no era nulas.

El no se consideraba a si mismo creyente, pero mientras preparaba todo para ir a cumplir con su trabajo, le rezó al Dios de turno que no permitiera que él se encontrará con Bakugo cuando aún estaba hecho un manojo de emociones inconexas.

-.-.-.-.-.- Continuará.

Notas de Sioa: ¡Hola gente! Bueno espero no haberme demorado demasiado en esta actualización pero cierto es que me costó mucho no me decidía bien como quería seguir esto pero estoy bastante conforme con el resultado de este capítulo aunque quedó algo corto para lo que suelo escribir.

Quiero darle las gracias a mi amiga Leo Sutcliff para ayudarme a decirme por donde quería ir con este capítulo y tirarme un par de ideas para los siguientes, gracias negra, sos una genia! Y me encanta que te hayas hecho Team Nerea. Y quiero también mandarle un saludo grande a Master Weasel que ha venido comentando en todos los capítulos ¡Gracias!

Y bueno gente, a todos aquellos que hayan decidido usar su tiempo en leer esta locura, les mando un abrazo enorme y espero que hayan disfrutado la actualización, nos vemos en la próxima.

Sioa Shun Uchiha-san.


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