“Senpai casi siempre es el primero en despertar, así que no había podido apreciar lo hermoso que se ve mientras duerme. Cuando lo vi la primera vez al regresar estaba dormido, pero tuvo una pesadilla y despertó llorando, ahora se ve tan tranquilo, lo único que deseo es verlo así siempre.
Él siempre me ha hecho feliz, incluso cuando nos separamos, la esperanza de poder volver a encontrarlo algún día me hacía despertar cada mañana.
¿Yo causare algo en senpai? ¿La sonrisa que tiene mientras duerme es por mí? ¿Es egoísta desear que esa sonrisa solo sea por mí?
Al final, el tiempo nos ha llevado a que estemos juntos de nuevo; Todas las cosas tanto buenas como malas que pasamos fueron para llegar a esto, estoy seguro de eso. Así que ahora solo quiero hacer feliz a senpai, devolverle todo lo que ha hecho por mí; Sin importar lo fuerte que sea la lluvia, o lo oscura que sea la noche, me asegurare de que senpai este bien. Quiero compartir los momentos felices y confortarlos en los momentos difíciles. No dejare que nadie me aleje de senpai nunca más, quiero estar a su lado siempre.”
Yamato paso su mano por el rostro de Kakashi para acariciar su mejilla con suavidad, no quería despertarlo, quería seguir apreciándolo dormir con esa sonrisa en su rostro.
—Estuvimos casi todo el día fuera, ya deberían de estar activos —decía Naruto con su habitual tono de voz alto que lo alerto, tal vez si debía despertarlo ya.
—Pues creo que siguen durmiendo porque no hay ruido —contestó Sai
—Oye, y cuando te quedas aquí, ¿Dónde duermes? —preguntó curioso el rubio
—Yamato-nii tenía una habitación desocupada así que me la dio por si algún día quiero huir de casa, ¿quieres verla?
—Claro, si yo huyo de casa un día, ¿me dejarías quedarme?
—No se si sea buena idea huir aquí estando frente a tu casa, pero si —respondió Sai guiándolo a la habitación
—Justo por eso sería el lugar perfecto, papá pensaría que estoy en otro lado, no creería que soy tan tonto como para estar en la casa del frente así que no buscaría aquí —decía el chico confiado de sus palabras.
Sai abrió la puerta de su habitación, pero se detuvo en la entrada analizando lo que acababa de decir, ¿se había dicho tonto él mismo?
—Vaya, tienes tantas cosas aquí —dijo Naruto entrando a la habitación para ver todo el lugar y acercarse a un pequeño escritorio que tenía varios libros. —Oye, ese es el manga que te regale, y ahí esta ese llavero que ganamos en la maquina de premios. ¿Por qué tienes estas cosas aquí? —preguntó tomando el llavero.
—Porque son cosas importantes para mi y en casa no estaban seguras, aquí si
—Oh, ya veo—decía Naruto dejando las cosas en su lugar. — ¡Sai! Se me acaba de ocurrir la más increíble idea que he tenido —dijo sonriendo, tomando por los hombros a su amigo
— ¿Qué clase de idea es? —cuestionó Sai desconfiando un poco de la sonrisa de Naruto, aquella mueca era la que ponía antes de hacer alguna travesura.
—¿Recuerdas lo que dijiste en la mañana? Sobre que podrías comer la comida de papá siempre—dijo Naruto. —Pues, si Yamato-san, y mi papá vivieran juntos, tú podrías disfrutar de su comida todo el tiempo, y yo de los lindos muebles y buen gusto por la decoración que tiene Yamato-san. Lo hable con mi papá el otro día y él dijo que aun era muy pronto, pero creo que entre los dos podríamos agilizar un poco las cosas, ¿qué dices?
—Cuenta conmigo —respondió Sai
—Vamos senpai, despierta —decía Yamato moviéndolo
—5 minutos más —contestó Kakashi acomodándose
—Pero los chicos ya llegaron, dijiste que te despertara cuando lo hicieran —insistió Yamato
—Solo otro poco —contestó Kakashi para abrazarse a Yamato y recostarse en él.
—Ah, vamos senpai, estas muy meloso —dijo Yamato para jalarle la mejilla.
— ¿No te gusta? —preguntó Kakashi abriendo solo un ojo para verlo
—Eh…bueno, si me gusta, creo que es tierno que actúes así —contestó el castaño para ahora acariciar el rostro de Kakashi quien le sonrió.
—A mi me gusta escuchar eso. —Kakashi se sentó finalmente en la cama para estirarse. —¿Ya te sientes completamente bien?
—Si senpai, ya estoy bien.
—Vamos a levantarnos entonces. —dijo Kakashi para tomar su ropa.
Yamato se quedo un par de instantes apreciando al Hatake vestirse. Lo amaba, mucho, creía que no había forma de enamorarse más de él, pero ahora al verlo de espaldas descubrió que sí. Se sintió inmensamente atraído por aquella vista que Kakashi le daba, sus hombros anchos, la silueta de su espalda era tan perfecta y atractiva.
—Y todo es mío —murmuró Yamato disfrutando de la vista
—¿Dijiste algo? —preguntó Kakashi girándose a verlo
—¿Eh? No, nada —negó rápidamente apenado de sus pensamientos.
Los dos terminaron de arreglarse para salir finalmente de la habitación.
—¿Qué tanto hacían ustedes dos? —interrogó Naruto que estaba sentado en la sala con los brazos cruzados al lado de Sai
—Estábamos durmiendo —respondió Kakashi
—Pues durmieron mucho
—Si, recuerda que Yamato se estaba recuperando —siguió Kakashi, el castaño asintió apoyándolo.
—Papá, quiero charlar seriamente contigo —dijo el chico de forma seria
—¿Eh? ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa actitud tan rara? —cuestionó Kakashi confundido
—Porque los chicos me dijeron que estaban haciendo cosas de pareja, y yo quiero escuchar esa charla ya —decía Naruto
—Bien, si, creo que ya llego el momento, vamos a casa a hablar —contestó Kakashi para acercarse al rubio y llevarlo hacia la salida
—Tú puedes senpai —lo animo Yamato
—Si necesito ayuda, te gritaré para que vengas enseguida —dijo Kakashi.
Naruto se giro a Sai para guiñarle el ojo antes de salir, Sai solo asintió en respuesta al gesto.
—Bien, estaré atento a tus gritos —habló Yamato para verlos irse y luego girarse a ver a Sai. —¿Y tú que tienes?
—¿De qué? —contestó Sai
—¿Qué te traes con Naruto?
—¿Tú qué te traes con el papá de Naruto? —devolvió la pregunta Sai
—Es mi pareja, eso ya lo sabes
—Pues Naruto es mi amigo, también lo sabes
—Ya, en serio, dime que tienes —insistió Yamato para sentarse frente a él.
Sai lo vio y se quedo pensativo sobre si decirlo. —Bueno, creo que eres la única persona con quien puedo hablar de esto.
—Dime cualquier cosa, sabes que puedes confiar en mí
—Pues… no soy muy bueno charlando sobre esto —dijo Sai rascando su cabeza.
—¿Sobre qué? —indagó el castaño.
—Sobre mis sentimientos, bueno, soy malo hablando en general. No tenía ningún amigo porque los chicos con quienes me acercaba se aburrían rápido de mi forma callada de ser, hasta que conocí a Naruto. A él no le importa si yo no habló mucho, siempre intenta incluirme en las charlas, o él se la pasa hablando y hablando, y esta bien con eso. Naruto es…mi primer amigo, y él
—¿Acaso te gusta? —dedujo Yamato viendo fijamente a Sai quien asintió.
—Pero Naruto está enamorado de Sasuke, y Sasuke esta enamorado de… —Sai hizo una leve pausa para soltar un suspiro
—De…ti —añadió Yamato
—¿Eh? ¿Qué? ¡No! —exclamó Sai negando con la cabeza
—Perdón, pensé que era como una regla de tres —se disculpó Yamato viendo como Sai lo veía extrañado. —Ignora eso, mejor sigue con lo que ibas a decir
—Pues que Sasuke si le corresponde a Naruto, él estaba inseguro de lo que sentía por su familia y todo eso, pero después de lo que ocurrió aquella vez que fuimos a la capital parece que aclaro sus sentimientos —contaba Sai recordando lo ocurrido unos días atrás.
—Voy por una soda, ¿quieren algo? —preguntó Naruto mientras los tres estaban almorzando juntos en la cafetería de la escuela.
—No, gracias —dijo Sasuke. Sai negó con la cabeza mientras comía.
—Bien, no tardo —el rubio se levantó para apartarse.
—Sai, hay algo que quiero decirte —habló Sasuke atrayendo su atención.
—¿Qué ocurre? —preguntó Sai
—A mi me gusta Naruto —soltó el azabache. —Yo, había reprimido lo que sentía por él porque tenía miedo a mi familia y su forma conservadora de ser, en especial a mi padre, pero después de ver a tío Obito y saber que hay alguien que me apoyara incluso si mi papá me echa de casa, estoy seguro de lo que quiero, y quiero a Naruto
—¿Y por qué me dices todo esto? —preguntó Sai extrañado, consideraba a Sasuke también su amigo, pero creía que no tenían tanta confianza como para hablar de ese tipo de cosas.
—Porque quiero que me ayudes —respondió Sasuke. —Naruto nos incluye siempre a los dos en sus planes, así que tú eres perfecto para que me pueda acercar un poco más a él, ¿cuento contigo?
Sai se quedo pensativo para luego asentir.
—Pero, si te gusta Naruto ¿por qué accediste a ayudarle a Sasuke? —preguntó Yamato
—Porque yo se bien que a Naruto le gusta él, y que nada lo haría más feliz que él salir con Sasuke, pero igual lo detenía el miedo de que Sasuke lo rechazara por los pensamientos de su familia, pero ahora que se lo que siente Sasuke, quiero que Naruto sea correspondido —dijo con desanimo. —Incluso si eso no me hace feliz, quiero que mi mejor amigo sea feliz
—Ay, Sai —Yamato se levanto de su asiento para ponerse al lado del chico y abrazarlo buscando darle consuelo. —Si hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor solo dilo.
—Pues si hay algo —dijo rápidamente Sai. —A mi me gusta pasar mucho tiempo con Naruto, y bueno…yo pensaba que tal vez si Kakashi-san y tú vivieran juntos, yo podría pasar aun más tiempo con él
Yamato se aparto para verlo confundido. —¿A qué te refieres?
—Pues es que Danzo me deja venir porque sabe que estoy contigo, él no sabe que me la paso con Naruto a veces, a él no le agrada, ya te imaginaras por qué. Entonces, si Kakashi-san y tú vivieran en la misma casa, yo podría estar todo el tiempo con Naruto sin ningún problema.
—Eh…yo no se si Kakashi-senpai quiera eso, creo que es muy pronto —decía Yamato jugando con sus dedos.
—Solo piénsalo, yo estaría con Naruto más tiempo, y tú con Kakashi-san a tiempo completo, podríamos disfrutar de la rica comida de Kakashi-san siempre y tú compartirías cama con él todas las noches, todos salimos ganando —hablaba Sai de forma persuasiva.
Yamato se quedo pensando, dormir con Kakashi implicaría que lo de hoy se repetiría más veces, ¿no? Sintió sus mejillas sonrojarse por la idea.
—Yo, lo hablaré con Kakashi-senpai para saber que opina —dijo finalmente.
Sai esbozo una sonrisa, ahora que le había metido aquella idea a Yamato estaba seguro de que se saldría con la suya.