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El primer amor por Sora Hatake

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—¿Por qué? ¿Por qué ella haría algo así? —fue lo primero que Sai atino a decir.

—Fue por sus compañeros de escuela, al parecer la molestaban demasiado como para orillarla a eso, y ella nos lo mantuvo oculto para no preocupar a nadie —contestó Deidara frunciendo el ceño, en el fondo se sentía tan molestó consigo mismo por no haber notado la tristeza de su hermana antes.

Sai sintió como si apretaran su pecho; No lo entendía, no lo podía procesar, ¿por qué molestarían a alguien como Ino?

A pesar de que él también había pasado algo similar en su anterior escuela, ni siquiera lograba comprender que tanto debió dolerle a Ino para tomar una decisión tan drástica.

—Oye, ¿estás bien? —Deidara se acercó para poner su mano sobre el hombro de Sai que se había quedado completamente callado con una expresión difícil de descifrar, una mezcla entre enojo y tristeza. —Perdón, no debí soltarlo de esa forma.

—Es solo que… tenía el presentimiento de que Ino había pasado por algo malo, pero no imagine que fuera así de grave.

—Sai, se nota que eres buen chico, por favor sigue siendo amigo de mi hermana. Prefiero que me envíe muchos mensajes contándome lo que hizo contigo a mensajes vacíos diciéndome que está bien cuando no es así —pidió Deidara dándole unas palmadas en el hombro, Sai levanto el rostro para verlo y asentir. —Ahora vamos allá e intenta actuar como si no te hubiera dicho nada de esto, espera a hablarlo hasta que ella se sienta lista para contártelo.

—Está bien.

—Si pregunta por qué tardamos, dile que te amenace o algo así —Deidara saco varias cosas de la máquina expendedora para ir de regreso. Sai iba tras de él procesando todo, ¿cómo ser buen amigo para alguien que la había pasado mal como Ino? Nada de eso venía en los libros que leyó.

Él siempre considero a Naruto como un amigo ejemplar; alguien que irradiaba buenas vibras a donde fuera que llegará. Era el tipo de persona con el que siempre podías confiar, que estaría ahí cuando más lo necesitaras; y aunque él estaba muy lejos de irradiar las mismas vibras que el rubio, al menos haría su mejor intento de ser un buen amigo.

Entro a la habitación para encontrarse con aquellos ojos que brillaban en un azul vació, estaba decidido a cambiarlos.

—Tardaron un poco —comentó Ino al verlos.

—La máquina se atascó —contestó Deidara para poner los dulces en la cama, su celular sonó provocando que lo sacará. —Denme un momento, ya vuelvo —dijo para salir a contestar.

—Dime la verdad, ¿qué te dijo ese tonto? —cuestionó Ino viendo a Sai.

—Me dijo que si te hacia algo, me convertiría en una de sus obras de arte —respondió el chico recordando aquellas esculturas rotas.

—No le hagas caso, es un exagerado —Ino rodo los ojos. —Aunque mira, entre las cosas que me compro vienen unas pulseras de My Melody y Kuromi—saco los accesorios para mostrárselos a Sai. —¿Cuál quieres?

—¿Yo? Pero son tuyas.

—Pero son de mejores amigos, así que elije una —insistió Ino emocionada.

—El diablito se ve lindo —contestó Sai, y eso le basto a Ino para colocarle la pulsera en la muñeca.

—Es la primera vez que comparto un accesorio de amigos —decía colocándose la suya. —Ahora no te lo debes quitar nunca.

—Te prometo que no lo haré—dijo Sai para sujetar la mano de Ino —Pero… ¿tú te quedaras a mí lado? ¿Puedes prometerme eso?

Ino abrió los ojos con sorpresa viendo a Sai, aquellas repentinas preguntas la tomaron desprevenida sin poder entender a que se refería.

—Perdón, eso…fue algo raro, ¿no? —Sai la soltó para desviar su mirada con pena, Deidara le dijo que fingiera que no sabía nada, y él fue a decirle eso a Ino. Sintió su celular vibrar así que lo saco para revisarlo —Oh, ya debo irme, lo siento. ¿Nos vemos mañana, Ino? —preguntó viéndola de frente una vez más.

La rubia asintió rápidamente. —Nos vemos mañana, Sai —contestó mientras le sonreía. El chico aprecio la mueca un instante, finalmente lo había conseguido, Ino le estaba dando una sonrisa verdadera, que no pudo evitar sentirse contagiado por ella y sonreír también mientras iba hacia la salida.

Deidara regreso a la habitación unos minutos después—¿Y el paliducho?

—Se tuvo que ir—respondió Ino que aun sonreía mientras se maquillaba.

—Oh, parece que a alguien le cambio el humor, ¿acaso fue por los lindos regalos que Obito y yo te conseguimos? —preguntó mientras sonreía victorioso.

—No, bueno…no del todo —dijo Ino deteniéndose para ver la pulsera en su muñeca. —En realidad fue algo que me dio Sai.

—¿Eh? ¿Qué te dio? —interrogo con curiosidad el mayor.

—Ganas de ver el mañana —soltó Ino para sonreír aún más.

Deidara soltó un suspiro y sonrío de lado. Ni todos los regalos que él pudiera darle, se comparaban con eso.

.

.

.

—¡Estoy en casa, senpai! —exclamó Yamato entrando.

—Bienvenido. Estoy en la cocina —contestó Kakashi.

—¿Preparaste algo? Es que no me dio tiempo de comer —dijo el castaño yendo hacia Kakashi.

—Si, la cena esta lista, estoy poniendo el almuerzo para los chicos. Sai me dijo el otro día que le gustaban las uvas, y hoy que fui al centro comercial y estaban de oferta así que compré muchas para ponerles en su comida —contaba Kakashi.

—Pero…senpai, recuerda que Naruto estará con Jiraiya-sama, lo más probable es que él se encargue de su almuerzo —mencionó el castaño.

—Ah…es cierto —Kakashi detuvo lo que hacía para ver los bentos con comida agachando la cabeza.

—Pero no te desanimes —el castaño se acercó para ponerse tras Kakashi. —Si quieres podemos ir muy temprano a la escuela de los chicos para entregárselos.

—¿Me acompañarías a hacer eso? —preguntó Kakashi girando un poco la cabeza para ver a Yamato sobre su hombro.

—Claro senpai, por mí no hay problema —contestó el castaño sonriéndole.

—Bien. Y ya que estas así de cerca, ¿qué tal si le echas un ojito a mí nuevo mandil? —Kakashi se giró para quedar frente a Yamato, abriendo los brazos dejándole ver su prenda mejor.

—¿La mejor mamá del mundo? —leyó Yamato confundido.

—¿Qué? —Kakashi bajo la mirada para ver el mandil dándose cuenta de lo que decía. —Ay, tonto Obito, tomo el incorrecto, debí leerlo antes de ponérmelo —se quejó para quitarse el mandil y servir la comida

— ¿Saliste con Obito hoy? —preguntó Yamato para sentarse.

—Ah, sí, me llamo para que lo acompañara a hacer unas cosas de su boda —respondió Kakashi dudando de que partes contar para luego ponerse a pensar en lo que Obito le había dicho.

—Gracias por la comida —dijo el castaño para comenzar a comer. —¿Y qué hicieron?

—Pues, me pidió que le ayudara con su traje, dijo que yo era bueno para eso, algo sobre que tengo estilo.

—Tiene razón, te vistes bien siempre senpai, aunque bueno, tú te ves bien con cualquier cosa que uses —halago Yamato para tomar otro bocado.

Kakashi no pudo evitar sonreír, Tenzō nunca desaprovechaba ninguna oportunidad para adularlo. —Estuvimos un par de horas con eso, Obito me hizo verle su trasero —soltó negando con la cabeza esperando la reacción del castaño con inseguridad, ¿le reclamaría? ¿se pondría celoso?

Yamato soltó una pequeña risa mientras cubría su boca evitando que la comida se saliera. —¿Por qué?

—Porque dice que a Deidara le gusta, y quiere verse bien para él en su boda.

—Oh, que tierno que piense en eso, se nota lo enamorado que esta; ahora me siento tonto por haberme puesto celoso de él.

Kakashi comenzó a sentirse un poco más de confianza de hablar; había olvidado que Yamato era de las personas más comprensivas que conocía.

—¿Y si se veía bien? —preguntó Yamato antes de comer otro poco.

—¿Qué?

—El trasero de Obito.

—Si...eso creo —respondió Kakashi aun avergonzado. —Pero cambiemos de tema, ¿qué tal te fue a ti en tu trabajo?

—Genial, es un proyecto enorme, comienzo la semana que viene —contestó el castaño con una sonrisa.

—¿La semana que viene? ¿Por qué? ¿Vas a tomarte tiempo para acomodar tu horario de la universidad con eso? —cuestionó el Kakashi.

—No, eso ya lo tengo arreglado; no quiero dejarte solo esta semana que no está Naruto.

—No, no es necesario que dejes de hacer tus cosas por estar aquí, yo estaré bien.

 —Vamos senpai, si la semana pasada estabas que no dormías del estrés, no quiero que te sientas solo o deprimido sin Naruto, así que no aceptare un no por respuesta —habló con firmeza Yamato sorprendiendo a Kakashi, era extraño que le llevara la contraria. —Me tendrás aquí todos los días mientras se resuelve ese asunto.

—Eso sonó como amenaza…pero me agrada —contestó Kakashi. Yamato le sonrió para seguir comiendo. El Hatake espero a que terminara su comida mientras formulaba lo que diría.

—Estuvo delicioso, como siempre —dijo Yamato para recoger su plato.

—Tenzō, hay algo que me gustaría hablar contigo —habló con firmeza Kakashi.

—¿Pasa algo? —preguntó el castaño un poco confundido, ¿acaso estaba en problemas?

—Tú, ¿cómo te sientes con todo esto? Con nuestra relación —puntualizó el Hatake.

—Yo creo que vamos bien senpai, porque tú te ves feliz.

—Pero Tenzō, esto no se trata solo de mí, ahora somos una pareja así que los dos debemos estar cómodos y felices; Si hay algo que quieras hacer o que no te guste, debes decírmelo, ¿sí? —El castaño asintió. —Bien, solo era eso, creo. Que bien se siente hablar, fue más rápido de lo que pensé.

—Espera, ¿qué hay de ti senpai? ¿Eres feliz? ¿Yo lo estoy haciendo bien?

—Por supuesto que sí, eres quien lo esta haciendo mejor de los dos —contestó Kakashi.

—Eso no es cierto, tú también lo estás haciendo increíble senpai, has sido muy paciente conmigo —Yamato estiro su mano para sujetar la del Hatake. —Y como eres el que tiene más experiencia aquí, si hay algo en lo que pueda mejorar no dudes en decírmelo.

Kakashi vio el gesto y no pudo evitar sonreír. —Contigo todo está bien Tenzō, y si en algún momento algo llega a pasar, te lo diré.

—Pues…ya que estamos hablando, hay algo que debo contarte —Yamato bajo la cabeza avergonzado.

—¿Paso algo malo?

—Digamos que, el día que te sentiste mal y fui a recoger a Naruto, tuve una pequeña discusión con Iruka y creo que lo hice molestar—Tenzō desvió la mirada.

—Oh, eso explica porque cuando desperté estaba bloqueado.

—¿Te metí en problemas? Lo lamento mucho senpai, no era mi intención, pero él dijo algo que me hizo molestar y yo no reaccione de la mejor manera —Yamato hablo rápido por los nervios.

—No te preocupes por eso, se que Iruka a veces llega a ser un poco explosivo y se molesta con facilidad. En unos días se le pasa —Kakashi movía su mano restándole importancia. —Aunque, gracias por tener la confianza para decírmelo, debería de aprender a ti.

—¿A qué te refieres, senpai? —Yamato ladeo la cabeza.

—Yo…no se porque a veces me siento inseguro contigo, tengo miedo de decirte algunas cosas por como reaccionaras, o de que soy muy lento en las relaciones, pero son problemas míos, así que no te preocupes por eso.

Yamato apretó el agarre haciendo que Kakashi levantara la mirada para verlo de frente—Oye, me acabas de decir que ahora somos pareja y los dos debemos estar cómodos y felices, no tienes porque lidiar con esto solo. Una vez leí que la relación más complicada es la que viene después de terminar una difícil; y si ese es tu caso, entonces estaré a tu lado para apoyarte hasta que puedas confiar de nuevo —dijo Yamato firmemente, viendo a los ojos de Kakashi.

Lo había dejado sin palabras. Tenzō podría decir qué era un inexperto en relaciones, pero parecía tener una madurez emocional increíble. Y era justo lo que Kakashi necesitaba.

—Escucha senpai, se que nuestra relación no va a ser perfecta, porque ninguno de los dos lo somos, es inevitable que en algún momento peleemos, pero estoy seguro de que podremos resolver nuestras diferencias y hacer que esto dure…

—Toda la vida —complemento Kakashi.

—Si, toda la vida me parece bien —Yamato asintió con una sonrisa. —¿Podemos intentarlo, Kakashi?

—Podemos hacerlo, Tenzō —Kakashi le sonrió, sintió como si se quitara un gran peso de encima al finalmente poder expresar su sentir y recibir ese apoyo.

—Ahora deja te ayudo a recoger y vayamos a descansar —propuso el castaño para soltarlo y levantarse.

—¿Y en donde leíste eso que me dijiste? —preguntó curioso Kakashi mientras terminaba de poner el almuerzo de Naruto.

—En Icha Icha Paradise, capítulo 7, página 87, el amigo del protagonista se lo dice mientras beben después de que le rompen el corazón —contestó el castaño acomodando las compras que había hecho el mayor.

—Voy a verificarlo después —Kakashi se acercó a sus espaldas para abrazarlo. —Tendremos la casa sola esta semana, ¿te gustaría hacer algo en especial?

—Pues…—Yamato tomo una uva y la llevo a la boca de Kakashi—Si, hay algo que me gustaría hacer a solas contigo.

—Ah, ¿sí? ¿Qué es? —cuestionó Kakashi mientras rodeando la cintura de Yamato con su brazo para apegarlo más a él.

Tenzō le dio otra uva—¿Podemos ver Iron Man juntos?

Kakashi paso la fruta entera provocando que se atragantara y comenzara a toser.

—Oh, cuidado senpai, debes masticar—Yamato le dio un par de palmadas en la espalda.

—¿En serio quieres hacer eso? —preguntó Kakashi desanimado recuperando el aliento.

—Solo estoy jugando contigo—contestó Yamato entre risas por la reacción de Kakashi. —¿Te gustaría que nos demos un baño juntos?

—Si, si me gustaría —Kakashi asintió rápidamente—Vamos ya.

—Espera, debo ir por mi ropa y mis cosas —Yamato intento ir hacia la salida, pero Kakashi lo sujeto del brazo.

—Yo te presto.

—Vamos senpai, solo dame un momento—Yamato se intentó soltar, pero Kakashi lo cargo de la cintura.

—Ya es tarde para intentar huir Tenzō —dijo Kakashi llevándolo al baño.

.

.

.

Naruto toco la puerta del estudio de Jiraiya para asomarse. —¿Puedo pasar?

—Ya estas dentro —señaló el mayor.

—¿Qué haces viejo? —preguntó el rubio acercándose al escritorio.

—Trabajando, debo enviar un avance a la editorial—contestó Jiraiya mientras escribía. Desvió su mirada para ver la hora, casi era media noche —¿No deberías estar durmiendo ya?

—No puedo dormir —contestó Naruto viendo a su alrededor. La habitación estaba llena de libros y hojas sueltas por todos lados, era igual de desordenado que él.

—¿Y hay algo que pueda hacer por ti? No vas a querer que te lea un cuento, ¿o sí? —Jiraiya detuvo lo que hacía para girarse.

—No, pero podrías decirme quien es esa persona que quiere conocerme.

—Solo debes esperar a mañana.

—No puedo, yo quiero saberlo ya —insistió Naruto. —Dame una pista, una pequeñita.

—Bien, es un familiar tuyo.

—¿Tengo más familia? ¿Es la abuela? —los ojos de Naruto brillaron de emoción.

—Si y no.

—Oh… ¿entonces no tengo abuela?

—Si tienes, pero no es ella a quien vas a conocer—aclaró Jiraiya.

—¿Entonces?

—Ya te di una pista, ahora se paciente y espera a mañana.

Naruto hizo un puchero—No soy bueno siendo paciente.

Jiraiya lo vio para soltar una risa. —Podrás tener el rostro de tu padre, pero eres igual a tu madre.

—¿Mamá tampoco era paciente?

—No, nada paciente. Apenas se enteró que estaba embaraza ya quería tenerte en brazos —contaba Jiraiya para suspirar, estar con Naruto lo hacía sentirse muy nostálgico.

—Pues no recuerdo eso.

—¿Cómo lo vas a recordar si no nacías? —replicó Jiraiya.

—Ah, bueno—Naruto se quedo pensando—Tienes un punto viejo.

—No te sientas presionado por recordar, solo deja que fluya solo.

—Si yo no llegara a recordar nada, ¿te molestarías conmigo? —preguntó Naruto acercándose más.

—Por supuesto que no. Si no puedes recordar lo poco que pasamos juntos, entonces podemos crear nuevos recuerdos —sugirió Jiraiya con una sonrisa. —Claro, siempre y cuando elijas quedarte conmigo.

—Cierto, esta ese pequeño detalle —Naruto despeino su cabello; estaba en esa situación de nuevo donde debía elegir, y lo odiaba. Su celular sonó haciendo que contestara de inmediato. — ¡Hola, papá! Si, todo esta bien, justo ahora estoy con el abuelo porque no puedo dormir. Si, si, comí bien, el abuelo y yo preparamos verduras y comí doble ración para que no te preocupes.

Jiraiya sonrió al escuchar “abuelo”; Parecía que apenas había sido ayer cuando Naruto con esfuerzo decía “lo” para referirse a él.

—Oye viejo, ¿Yamato-san está contigo?

—Si, Yamato está aquí, se quedó dormido hace poco —Kakashi estaba sentado en su cama, se giro a ver al castaño que descansaba a su lado.

—Oh, entonces te dejo para que puedas descansar con él —dijo Naruto.

—Tú igual ve a descansar ya —contestó Kakashi.

—Eso haré papá.

—Buenas noches, hijo, te amo.

—Y yo a ti — respondió Naruto para colgar y bostezar. —Siempre si me dio sueño ya.

—¿Entonces solo necesitabas que te mandaran a dormir? —cuestionó Jiraiya.

—Que papá me mandara a dormir. Hasta mañana abuelo—Naruto fue hacia la salida.

—Hasta mañana—Jiraiya lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su vista. Quería a su nieto de regreso, pero parecía que sería difícil desprenderlo de su familia.

Si tan solo pudiera recordar…tal vez seria un poco más fácil.

Kakashi leía el libro, la hoja exacta que Yamato había dicho. Tenía razón, ahí estaba esa frase. Cerro el escrito para ponerlo al lado y se acomodo para dormir.

Vio a su lado al castaño que descansaba profundamente; no entendía como alguien que babeaba al dormir le parecía tan lindo y tierno.

Ahora estarían juntos toda la vida, ¿ese era tiempo suficiente para amarlo?

Tal vez iba a necesitar un poco más.

Notas finales:

No se si aun haya alguien leyendo esto, pero ya actualice (?


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