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Herido por Sabichii

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Una protesta alfa, de allí provenía el ruido. Un montón de fervientes creyentes de las reglas clásicas que estaban en contra de las nuevas e innovadoras reformas del Régimen de Luthor. Pocos omegas, básicamente nadie, fueron capaces de alzar la voz para defender y hacer valer su nuevo derecho. Aunque estaba allí, el mundo seguía exactamente igual, pero con una leve sensación de que podían hacer algo si tuvieran el valor; no lo tenían. 

 

Clark no había sido la excepción a la regla. Con dos meses de gestación aún era capaz de ocultar, bajo las grandes camisas, el apenas abultado vientre que empezaba a formarse. Pareció que con el segundo mes su olor le permitió normalizarse un poco y, aunque a veces le costaba mantenerlo neutro, hacerlo fuerte como alfa para Superman o dejarlo flotar en su departamento como un omega no fue problema. Además, las últimas semanas estuvo trabajando en privado con Luthor con algunas entrevistas y esconder su olor no fue necesario. 

 

Luthor también le dio un pequeño regalo para el bebé, pero le costó más aceptarlo que el de Bruce. Aún, a pesar de que no había ningún tipo de recuerdos o que, en teoría, su cuerpo no fue mancillado de una manera violenta, el hecho de haber experimentado con él aún se sentía como una violación a su persona y Bruce hizo un buen trabajo en meterle desconfianza del otro alfa. 

 

—Los siento —Clark se disculpó. Miró a Bruce que tenía el té en su mano a medio camino hacia sus labios levemente abiertos y luego a su waffle con una cantidad insana de miel que tenía frente a él. 

 

—Disfruta —El alfa simplemente volvió a su maniobra con el té y vio al omega relajarse de nuevo en su sitio. Clark volvió a ir a la mansión, casi a diario. Se había acostumbrado al omega y a su personalidad explosiva que sentía que si se iba, le haría falta. También notó que el embarazo de Clark se inclinaba por comer wafles con demasiada miel y cosas con azúcar que harían vomitar al estómago de alguien normal. Mandó a comprar todos los postres posibles para hacerlo feliz. 

 

—Alfred es como un dios de los waffles —Bruce asintió. Si bien seguía pensando muchas cosas respecto a los omegas, había hecho una tregua cuando estaba cerca de Clark por la paz. Además, la última vez que se le salió algo de rango, lo había hecho llorar. No sabía que había sido peor, tener que consolar a un omega embarazado que habías hecho sentir mal o lidiar con la mirada decepcionada de Alfred tras de ti. 

 

El silencio reinó por un momento. Uno tranquilo, Bruce tenía un aura acogedora y agradable, como nunca solía tenerla. Clark se sentía protegido. Estar con Bruce, en cierta manera, era sentir que nada malo iba a pasar. Contrario a Luthor que, aunque se esforzó por poner una sonrisa y agradar al omega, siempre tenía una sensación de incomodidad. Bruce, a pesar de ser un imbécil integral, tenía algo que le agradaba. 

 

—Creo que estoy listo —Clark terminó el waffle, pero no miró al alfa, que de seguro tenía su vista clavada en él —Para decirles a todos la verdad… De que soy un omega y todo esto —Miró por un momento a Bruce — ¿Puedes estar allí para apoyarme? 

 

No sabía qué clase de reacción iba a tener la Liga. Las opiniones después de lo de Luthor había vacilado entre la aceptación y la negación, entre pros y contra. Sin embargo, ya no se quería esconder, quería que el mundo supiera que haber nacido omega no lo hacía menos, ni inferior, que también podía ser fuerte. Una cosa no quitaba la otra. 

 

—Sí —Fue la simple respuesta del alfa, pero le dio la suficiente confianza a Clark como para enfrentarse a dicho miedo. 



Su corazón latía más rápido de lo normal. Era Jueves por la mañana, en La Atalaya, estaba vacío, no quedaron sino hasta las diez de la mañana pero eran las ocho y Clark estaba dentro, sentado en una silla, respirando como si la vida le fuese en ello pensando en todo lo que podría salir mal cuando dijera lo que tenía qué decir. 

 

—No te van a comer, Clark — Parecía fácil decirlo, pero no lo era. ¿Debía esconder su olor y luego dejarlo salir? 

 

—Creo que ya no quiero.

 

—¿No quiere qué? —Diana entró por la puerta con un café en la mano —Creí que no habría nadie —Se excusó. Tomó su puesto en el lugar de la reunión, cerca de Clark. Batman la miró, no dijo nada mientras seguía haciendo quién sabe qué en su teléfono —Así que… ¿Qué no quieres? 

 

Podía inventar ahora una mentira, pero Batman estaba allí para evitar que se retractara de sus palabras. 

 

—Decir que soy un omega —Estaba acostumbrado a soltar las cosas así, quizá no era buena idea. Bruce miró a ambos, sorprendido también de que soltara las cosas de una manera tan fácil. Deteniéndose en Diana, esta estaba totalmente pasmada en su sitio, la vaso de plástico de café de máquina estaba a pocos centímetros de sus labios también congelado —Y que estoy embarazado —Dijo eso último más bajito, quitando su vista de la alfa y jugando con sus manos. 

 

—¿Qué? —Ella preguntó. Miró a Batman, como en busca de pensar que estaba en una especie de broma, pero la seriedad del murciélago solo hizo que devolviera su vista a Superman —¿Es en serio? —La verdad es que Clark estaba arrepentido. No quería a un Bruce 2.0 detrás de sí. Sin embargo, nada lo preparó para el abrazo de ella — ¿Por qué no lo habías dicho antes? Bueno, supongo que es por la identidad y eso ¿No? Hubiera sido lindo saberlo antes —Diana le sonrió, y se sintió tan cálido —Al fin seré tía. 

 

Clark no estaba preparado para esa reacción, es decir, pensó en todas las formas en las que pudo defenderse, pero nunca en lo que debió decir para ser aceptado. Eso le dio ánimo, asintió hacia Diana. Conner, como había llamado Bruce al bebé, tenía ya una tía. 

 

Hay cosas en la vida difíciles de explicar, ni siquiera los dioses de las escrituras, a veces, saben encauzar las cosas, porque están sujetas a un destino que va más allá de ellos. Sin embargo, podemos intentar explicarlo: La liga se reunió, para nadie era una especie de sorpresa saber que había un tema importante que se iba a tratar . No se sabía si era por la seriedad de Batman, el nerviosismo de Superman o la alegría de Diana que llegaba a todos. 

 

Nada los hubiera preparado para cuando Superman soltó su noticia como una bomba. Las caras eran de todo tipo, desde el disgusto, la curiosidad y la risa (Ese fue Flash). Oh, Aquaman estaba cabreado, dijo algo de mentiroso y que no aceptaba esas cosas, se fue. Cyborg parecía más contrariado que otra cosa, junto con Hal, que luego le entró la curiosidad. Flash fue feliz, chocó los cinco y apuntó a Batman acusándolo de ser el padre, porque, según sus palabras ‘era demasiado obvio’. Batman le dio un zape por detrás. Detective Marciano estaba terriblemente estoico y solo dijo un ‘felicidades’ por cumplir, aunque, para ser sinceros, él ya lo sabía, porque de alguna manera él siempre los sabe todo. 

 

Todos se retiraron una hora más tarde, poniendo una fecha a la siguiente reunión y dando recomendaciones a Clark; instintos protectores alfas. Cuando estuvieron solos, Bruce le dio un par de palmaditas en la espalda. Su mano, furtiva, se deslizó por su espalda hasta posarse en su cadera como aquella vez lo hizo Luthor. Clark no dijo nada, haber dicho la verdad lo había liberado y se sentía a gusto. 

 

—Fue bastante bien —A pesar de todo. Clark lo miró con esos ojos azules de cachorro y asintió. 

 

¡Maldición! El omega era tan lindo. Esas últimas semanas que pasaba casi a diario con él se dio cuenta de una cosa: Le gustaba Clark. Le gustaba todo de Clark. Desde la forma en cómo comía waffles de manera insana hasta en cómo se quedaba dormido en su sillón escribiendo algún artículo. Verlo allí sentado, tan relajado, oliendo a ese pay de limón recién horneado era una debilidad que nunca antes en su vida había experimentado. 

 

Reconocía que era un capullo y no merecía un omega como Clark. Aún así… 

 

Se inclinó y lo besó. 

 

Sus labios sabían un poco a café descafeinado que le había dado Diana. Su aroma, solo un poco más intenso se caló dentro de todo su ser alfa hasta sentir que perdía el control. Se sostuvo de la silla y se separó un poco, mirando a los ojos confundidos de Clark. 

 

Ninguno dijo nada de aquel pequeño asunto, ni allí, ni camino a casa, ni en el siguiente mes. 

 

Tres meses pasan tan rápido como Flash corriendo (Si es que eso es una buena comparación). La pancita de Clark había crecido un poco más y había aparecido un nuevo gusto por comer chocolate con maní. 

 

Había aceptado seguir visitando a Bruce porque se sentía protegido. Se dio cuenta que su departamento estaba demasiado vacío y, no quería admitirlo, pero su omega interior le exigía tener un alfa cerca para sentir que su bebé estaba protegido. Podría haber ido con Luthor, pero el alfa seguía dándole algo de desconfianza, aunque se había portado muy bien y estaba por creer que solo era su perspectiva. Sin embargo, se la pasaba mucho mejor con Bruce. Aunque a veces dijera cosas fuera de lugar, simplemente luego se sentía bien a su alrededor de una manera que no sabía explicar. 

 

Aquel día Bruce había llamado a Leslie, Clark y él estaban esperando a que conectaran los aparatos para poder hacer la ecografía. La doctora había dicho que con suerte, podrían ver el sexo del bebé, tal vez Clark pudo saberlo antes, pero, por alguna razón, prometió a Bruce que esperarían y seguirían el calendario acordado. Se había contentado solo con escuchar los corazones del bebé.

 

La gel era bastante fría contra su piel. Soltó un escalofríos, aunque nunca sintiera el frío realmente, la sensación le fue extraña. La mano de Bruce se apretó contra él. Ahora sabría el sexo de su bebé, porque era suyo. Bruce lo había alimentado con waffles, miel, chocolate y avellanas, así que era suyo. Había acariciado la pancita de Clark cuando el otro se lo permitió, que fue casi siempre, y le había puesto un nombre: Conner; todas estas cosas le daban el derecho a reclamarlo como suyo. Además, él se aguantó los cambios de humor de Clark y estaba poniendo mucho de su parte para no salirse de sus casillas, más puntos para decir que Clark y todo lo que llevaba dentro le pertenecía. 

 

El pequeño sensor se deslizó por su panza. En una pantalla una mancha negra que no tenía sentido, al menos para clark, se movió. Leslie les sonrió con emoción. 

 

—Es un niño —Bruce sonrió con suficiencia ¿Ves cómo su corazonada era cierta? Obviamente, un niño. Clark estaba también emocionado, se mordió el labio. Un niño — También tengo los resultados del análisis del otro día. Todo apunta a que será un omega —Bruce asintió, no importaba, nunca tuvo un omega bebé. Clark fue quien se sintió contrariado, sabía lo difícil que era ser un omega en un mundo como ese, no quería que su bebé pasara por lo mismo. 

 

Aún así estaba totalmente feliz. Le daría amor, le enseñaría todo lo que fuera necesario para poder defenderse en ese mundo. 

 

Fue extraño, pero el momento se sintió como si fueran una familia. Bruce allí, preguntando cosas de Conner, sosteniendo su mano, dejando que su aroma protector lo envolviera. Bruce era un terrible hijo de puta cuando quería, pero tenía esos momentos que hacía que su omega interior flaqueara hacia él. 



Pasemos a la vida con Luthor. Por su trabajo, Clark, lo visitaba un par de veces a la semana por la mañana. Además, para tenerlo feliz y contento, por decirlo de alguna manera, aceptó el médico para seguir su embarazado. Así que tenía una especie de doble vida, una con Bruce y una secundaria con Luthor (De la que Bruce estaba al tanto y odiaba a la vez) y con quien solo tenía relació de ‘citas del bebé’ y ‘entrevistas por trabajo’. 

 

Al igual que Bruce, Luthor también estaba ansioso por el sexo y la casta del bebé. Aquel día en el laboratorio, estaban demasiado ansioso y podía sentirlo en el ambiente. Fue menos delicado que otras veces y mucho menos paciente. Bruce estuvo mucho más tranquilo y ahora Clark, quería salir de allí. 

 

—Deme eso —Exclamó Luthor, en cuanto el médico iba entrando por la puerta con los análisis (Los mismos que decían la casta del bebé). El alfa destapó la carta desesperado, sin ningún tipo de prudencia. Mientras el doctor ponía sus cosas y Clark esperaba, el ambiente se llenó de un aroma de molestia por parte del alfa —¿Un omega? —Preguntó. El médico asintió a la pregunta y Clark simplemente, por instinto, acarició su vientre. 

 

Algo raro pasó con Luthor después. Salió de la sala y lo dejó completamente solo. No entendió por qué y su omega interior se sintió algo abandonado. A pesar de todo, tenía cierta esperanza en que las palabras de Luthor fueran genuinas al igual que sus acciones y eso, eso definitivamente lo descolocó. Quizá Bruce tenía razón al decir que Luthor no era una fruta comible. 

 

No vio a Luthor el resto del día y regresó a la mansión con una sensación incómoda. 



La verdad era que Luthor estaba cabreado. Todo un maldito esfuerzo para nada ¡Un omega! Un maldito omega. Eso no le servía. 

 

—Señorita Mercy —Habló después de presionar el comunicador — Operación  unterbrechen activada. 

 

Nadie iría en contra de sus planes. 





Notas finales:

Lamento al tardanza, ha sido un mes algo agitado. 

Estoy subiendo algunas cositas Superbat, por si quieres leer más material: 

https://www.facebook.com/Sabichii-113441070280261/

 

¡Qué el universo sea siempre favorable para ti! 


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