A la mañana siguiente, el cuarteto se retira de la posada en camino hacia la playa, en donde Yugi llama a Torut, el cual llega a los pocos minutos de ser llamado, se pone en posición para que los chicos se suban sobre el y una vez se encuentran arriba de este, el parte en rumbo hacia el desierto.
Luego de una semana y media de viaje, por fin los cuatro jóvenes logran llegar a la playa correspondiente, los muchachos se bajan, se despiden y entran a una pequeña ciudad conocida como la ciudad Sultán. En este lugar, se dirigen a comprar víveres, botellas de greda con agua, flechas para el antiguo rey, posiciones para las heridas y restauración de magia.
Al terminar con las compras, el cuarteto sale hacia el este de la ciudad, encontrándose con enemigos, los cuales son unos rinocerontes de plateados y dorados, unas aves caminantes y los mismos magos que vieron en la isla del volcán. Yugi usa su lanza, Yami su magia de hielo, Heba sus garras y Atem sus flechas. Mientras van peleando contra los enemigos van avanzando por el norte, este, oeste, sur, norte, oeste, este y sur, en donde el arquero se detiene, al ver que han llegado a una zona muy peligrosa.
- Muchachos, en esta zona hay muchas arenas movedizas, por lo tanto, les recomiendo que se formen en fila detrás de mi para evitar riesgos - les dice serio el antiguo rey.
- De acuerdo pero ¿Qué haremos con los monstruos si nos atacan? - pregunta Heba intrigado.
- Yami y Atem se harán cargo de ellos, ya que pueden atacar a distancia, de esa forma no perderemos la fila - responde el amatista en forma de orden.
Los dos mayores aceptan y comienzan avanzar de esta forma por el ardiente desierto hasta que llegan a otro poblado conocido como la ciudad del oasis, en donde, se van a la posada para comer, beber liquido y descansar un rato antes de proseguir.
Después de haber recuperado algo de energías, los chicos salen de la posada y del poblado hacia el sur, este, oeste, norte, este y oeste. En donde los esperaban, nada mas y nada menos que los ninjas que habían secuestrado al hermano menor del guerrero.
- ¿Ustedes otra vez ? ¿Qué hacen aquí? - pregunta molesto Yugi tratando de controlarse de lanzarse encima de ellos.
- Venimos por venganza, si los matamos, la gran Teana nos recomenzara - se funcionan en uno solo y se pone en pose de pelea.
- Pues el mal nunca vencerá- dice los cuatro jóvenes al mismo tiempo.
Empieza una larga y ardua lucha contra los ninjas pero luego de una hora de estar combatiendo por fin los vencen y estos desparecen de las vista de los elegidos. El cuarteto bebe sus respectivas posiciones por si tienen que tener otro enfrentamiento dentro de la cueva de las dunas ardientes.
Luego de reponerse, los muchachos entrena a la cueva donde hay dos caminos el de la izquierda el cual esta cubierto por una muralla de fuego y el de la derecha que hay enemigos como sapos de fuego, ninjas, magos, monstruos con armadura. Los chicos sacan sus armas con las cuales comienzan a pelear a la vez que avanzan hacia el sur, el norte y el este en donde se detienen al ver que de las murallas salían unas llamaradas que tenían un tiempo de duración de unos diez segundos en salir y volver. Así que los cuatro jóvenes se toman de la mano, esperan a que el fuego regrese y en cuanto lo hace, pasan corriendo lo mas rápido que pueden para no ser quemados por este.
El cuarteto al ver que lograron pasar sin problemas, suspiran aliviados y siguen por el oeste, sur, norte y sur en donde otra vez deben correr. Después de estar a salvo siguen avanzado por el sur en donde se encuentran con que Teana había empezando a liberar la energía sagrada de la piedra del fuego.
- Gracias a ustedes he podido usar las almas de esos ninjas para liberar esta energía y con ella se acerca mas el reino de mi señor, Muajajaja - desparece riéndose con una maniática.
- Emperador de llama infernal ¿Estas aquí? - pregunta Kizara apareciendo en la escena.
-Si, estoy muy molesto por lo que esa bruja le hizo a mi hermosa piedra - responde molesto el espíritu.
- ¿Nos ayudarías con nuestra misión?- cuestiona Yugi mirándolo.
- Claro que si, les demostrare con el poder del fuego, no se juega - contesta y desaparece junto al hada.
- Bien, Yugi ya tenemos a la del agua y al del fuego ¿Por quien vamos ahora? - interroga Yami cruzado de brazos.
- Iremos por el que esta en el bosque bestial - le pone una mano en el hombro al chico bestia - Así que a Heba le tocara guiarnos.
- De acuerdo, seré su guía pero ahora podremos irnos de aquí, ya no soporto este calor - menciona Heba suplicando.
- Estoy de acuerdo con Heba - dice Atem serio.
- Bien, volvamos a la ciudad del oasis, descansemos esta noche allí, mañana a primera hora partimos a la ciudad Sultán y nos vamos hacia nuestro nuevo destino - ordena el amatista.
Los otros tres asisten con sus cabezas y regresan por todo el camino de regreso hacia la ciudad del oasis, en donde comen, se bañan y duermen profundamente.
Continuara .