La dragona se encontraba sobrevolando la zona del desierto, esperando la orden de su dueño para saber en que lugar debiese aterrizar.
- Yugi cero dile ordenale a Flamine que nos deje por allí - indica Atem señalando el lugar con la mirada.
- De acuerdo, Flamine déjanos enfrente de aquella cueva - ordena el chico y la dragona obedece.
Flamine comienza descender hasta que llega al suelo, en donde los cinco chicos bajan de ella, se despiden de la dragona e ingresan a la cueva ardiente. Una vez dentro los muchachos se dan cuenta que la zona de las llamaradas que les impedían el paso, la primera vez que vinieron, ya no estaban por lo que podrían avanzar por esa zona sin dificultades.
Tan solo dar unos pasos comienzan aparecer enemigos como ninjas, monjes voladores, sapos de fuego y goblins con armadura. El quinteto saca sus armas para comenzar a luchar mientras avanzan por el norte, este, norte,oeste, sur y este, en donde se detienen al ver que llamas salían del piso, las cuales les impedían el paso.
- ¿Cómo rayos vamos a continuar? - pregunta Heba cruzado de brazos.
- Solo hay que seguir el patrón de las llamas, para saber el momento justo para pasar sin que nos quememos con el fuego - responde Yami mirando las llamas.
- Bien chicos gánense detrás de mi - ordena Yugi - pasaremos corriendo hasta pasar por toda esta parte de llamaradas.
- De acuerdo - dicen los demás y se forman detrás del líder.
- Bien - observa el suelo - preparados, listo, ya.
Los cinco jóvenes corren por aquella zona, deteniéndose de vez en cuando para cruzar en el momento preciso para pasar sanos y salvos, hasta que al fin logran llegar al final de ese difícil trayecto.
- Lo logramos - dice Yugi cero tomando sus rodillas para recuperar el aliento.
- Si, ahora podremos seguir - menciona el antiguo rey viendo que aun les quedaba bastante camino para llegar con el maligno del fuego.
- Bien, entonces en marcha - ordena Yugi parándose de forma recta.
El quintero prosigue su camino, enfrentándose a los distintos monstruos que hay por el trayecto por el cual avanzan por el sur, norte, este, sur, oeste, norte, sur, este dos veces, norte tres veces, sur cuatro veces y logran llegar a un camino sin salida. El cual era nada mas y nada menos que le refugio de la criatura maligna que estaban buscando, esta es la cabeza de una ave de fuego, de ojos celestes, tanto su pelaje como su pico son del color de naranja.
- ¿Cómo vamos a luchar contra eso? - pregunta Yugi creo confundido.
- Ya lo tengo - menciona el mago serio - Heba tu seras el señuelo, harás que te persiga, dado que, no podrás atracarlo por que te quemarías las manos, mientras lo haces Yugi lo atacara al lado de la derecha , Atem usa tus flechas para atacar su izquierda, Yugi cero encárgate de crear un escudo para esos dos y yo usare mi magia de agua y hielo para darle en el cabeza - los mira- ¿Alguna duda?
- No - responden los demás y se ponen en pose de ataque.
Tal como había dicho Yami, el chico bestia molestaba a la cabeza para que lo persiguiera por toda el lugar, mientras recibía lanzaos de parte del guerrero, flechazos por parte del antiguo rey, magias frías por parte del mago durante toda la lucha hasta que el ser maligno no pudo mas y termino desapareciendo la vista de los cinco chicos.
- Lo logramos - dicen todos a la vez.
- Bien, Yugi ¿Por cual vamos ahora? - pregunta Yugi cero curioso.
- ¿Qué les parece si vamos por el del agua? - cuestiona mirando a sus amigos.
- Nos parece bien - responden los demás al mismo tiempo.
- Entonces, salgamos de aquí - ordena el guerrero a la vez que empieza a caminar.
Así los cinco jóvenes empiezan a retroceder con el objetivo de regresar a la entrada de aquella cueva, sin saber que hay alguien que los observa desde las sombras.
Continuara